Caso 3
Caso 3
Caso 3
Los hechos
En la UCI de un hospital importante de la ciudad, se atienden pacientes
con enfermedades graves y que requieren del cuidado por parte del
equipo médico las veinticuatro horas del día. Muchos de los pacientes
con pocas posibilidades de mejorar, son sometidos a largos tratamientos
que resultan costosos para los familiares y tediosos para el equipo
médico a cargo. Hace bastante tiempo, a Rosario, una enfermera, le
correspondió cubrir unos turnos por falta de personal en ese servicio y
le encargaron trabajar en la sala con estos pacientes tan necesitados
y enfermos. En esa ocasión la sala tenía seis pacientes y dos
enfermeras, lo que significaba que cada una de ellas debía atender a
tres pacientes. Al principio, con tantas cosas que había que realizarle
a cada uno de los pacientes Rosario se concentró en sus tres “viejitos”,
sin advertir el trato que su compañera Laura tenía con los suyos. A
medida que pasaron los días Rosario observó que su compañera
era mucho más relajada con el tratamiento y el horario de los
medicamentos que debía suministrarle a sus pacientes; al parecer ella
no les hacía nada y se limitaba a anotar lo que en rigor corresponde en
el cuaderno para la ronda de los médicos. Cuando Rosario confirmó que
efectivamente ella hacía lo mismo en cada turno, se preocupó yen la
medida que el tiempo se lo permitió comenzó a asumir también la
responsabilidad de los otros pacientes, lo que incluía cambiarlos
de posición, asearlos, cambiarlos de ropa, entre muchos otros cuidados.
Al término de uno de los turnos Rosario habló con su compañera Laura y
le preguntó porqué no atendía correctamente a sus pacientes y la
respuesta de Laura fue una de esas que a cualquier persona
dejan “frío”. Respondió: “para qué me voy a desgastar si total
estos viejos se van a morir igual”. La conversación se tornó pesada y la
molestia de Laura no se hizo esperar: le hizo saber a Rosario que ella no
tenía por qué meterse en sus asuntos y en su forma de atender a los
pacientes, primero porque Rosario estaba haciendo sólo reemplazos y,
segundo, su larga experiencia en la UCI le permitía entender que no
valía la pena desgastarse tanto. Al día siguiente, al terminar el turno, la
enfermera jefe –con quien se había contactado Laura– llamó a Rosario y
le informó que se habían percatado de que por estar pendiente de los
pacientes de su compañera había descuidado a los suyos, por lo tanto
iba a ser cambiada deservicio, con un reporte de su jefe del mal
desempeño en la UCI, lo que la inhabilitaba para volver a ese servicio.