Ternura y Firmeza Con Los Hijos

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TERNURA Y FIRMEZA CON LOS HIJOS

NO HAY EDUCACIÓN SIN AUTORIDAD


En la sociedad en la que nos rodeamos, como es así también en todo el mundo.
Existe un deterioro en la autoridad dentro de la familia. Esto con lleva a 3 graves
defectos que se desarrollan dentro de las familias que es la capacidad de hablar
claro, respaldar las palabras con hechos y el establecer reglas de juego .

En lo particular estos defectos, deterioran el papel de la institución familiar como


núcleo básico de la organización social, a la vez perjudica la formación de los
niños y jóvenes para una vida adulta confortable.

Esta debilidades formativas, a su vez, inhabilita a los jóvenes de hoy para educar
a la generación siguiente, Es decir a sus propios hijos, agravando un progresivo
deterioro en cadena hacia la decadencia de la sociedad.

Es fundamental para evitar la decadencia de esta sociedad educar con firmeza .


Cuando los padres no logran marcar límites claros a sus hijos, dejan de cumplir su
obligación de transmitirles una imagen positiva con perfiles bien definidos. Este
incumplimiento priva a los hijos de la guía que buscan y necesitan de sus
mayores: puntos de referencia y modelos de conducta y aprendizaje. La autoridad
paterna cumple su función educativa cuando se ejerce con cariño, estímulo y
paciencia. La ausencia de estos requisitos esenciales la convierte en un
autoritarismo cuyas consecuencias son tan perniciosas como la equivocada
permisividad que ha invadido tantas sociedades modernas.

Hablar claro: Se debe expresarse de la forma más conveniente para asegurarse


que sus hijos lo escuchen. Una comunicación asertiva requiere de los padres
hablar en forma adecuada, utilizar algunas simples técnicas no verbales para
reforzar las palabras y saber cómo manejar las discusiones.

Respaldar las palabras con hechos: Para todos los niños, los hechos son más
elocuentes que las palabras; porque les demuestran claramente y sin posibilidad
alguna de duda que usted no se limita a hablar sino que también ejecuta las
acciones correctivas cuando es necesario. Se deben ser planificadas previamente
por los padres, para estar listos a responder con hechos.

Establecer reglas de juego: Cubre la respuesta sistematizada de los padres a la


conducta inadecuada de los hijos cuando la comunicación asertiva y el respaldo
de palabras con hechos no han sido suficientes. El establecimiento anticipado de
las reglas del juego les informa a los niños, claramente y de antemano, que tal
conducta impropia específica provocará inevitablemente tal respuesta específica
de los padres.

Lograr cambios de conductas y hábitos no es un proceso fácil ni repentino.

Conclusión

Nosotras como estudiantes de la carrera Técnico en educación diferencial e


inclusiva

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