Garrapatas 2

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Importancia médica y veterinaria de las garrapatas

Las garrapatas son patógenas por sí mismas al ocasionar dolorosos y graves traumas y
reacciones alérgicas pruriginosas y dolorosas de la piel; además, pueden producir una
gran debilidad en los animales por la abundante remoción de sangre producto de las
infestaciones masivas.

Sus picaduras producen lesiones mecánicas y, además, pueden ocasionar parálisis. Son
también vectores de virus, bacterias, rickettsias, espiroquetas y protozoos.

La piel sufre el trauma producido por los quelíceros cortantes del aparato bucal y la
garrapata se adhiere a la herida por su hipostoma dentado y succiona abundante
sangre. Corno consecuencia, se produce la inflamación del corión, con hiperemia,
hemorragia y edema de la piel. Las heridas suelen servir de puerta de entrada a
infecciones secundarias, especialmente cuando el capítulo se corta y permanece fijado
a la piel.

En ovinos, vacunos, perros, gatos y, ocasionalmente, en el hombre, se producen


cuadros de parálisis. La enfermedad se manifiesta corno una parálisis motora flácida
ascendente y progresiva, que se atribuye a la acción de una toxina activadora de la
acetilcolina sobre las uniones neuromusculares, elaborada por los ovarios y excretada
por las glándulas salivales de la garrapata. Se produce ataxia, disfagia y parálisis
muscular. Cuando aparece parálisis respiratoria, el enfermo muere. La enfermedad
ataca de preferencia a los niños y es particularmente grave en los menores de dos
años. El cuadro desaparece al extirpar la garrapata.

Familia Ixodidae

Seis géneros son los que tienen más importancia médica: Dermacentor, Amblyomma,
Rhipicephalus, Haemaphysalis, Boophilus e Ixodes los cuales se distribuyen en casi todo
el mundo. Tienen gran importancia médica y veterinaria. En América Latina se
describen, entre otras, las siguientes especies: Ambliomma cajennense, A. brasiliense,
A. maculatum, A. tigrinum. Todas ellas pican al hombre y a otras especies de
vertebrados. Entre las garrapatas de animales, se mencionan: Haemaphysalis kohlsi,
Ixodes auritulus y el R. sanguineus que transmite al hombre Rickettsia conorii (fiebre
botonosa) y Rickettsia rickettsi (fiebre de las montañas rocosas) entre otras
infecciones.

En años recientes ha sido descrita una nueva borreliosis humana transmitida por
garrapatas, la llamada Enfermedad de Lyme. Es una infección zoonótica causada por
Borrelia burgdorferi. En casos humanos más severos, puede provocar cuadros de
encefalomielitis de gran intensidad, llegando hasta producir la muerte del paciente.

Familia Argasidae

Desde el punto de vista inédico y veterinario interesan los géneros Argas, Otobius y
Ornithodorus.

Son ectoparásitos de las aves y, con menor frecuencia, de los mamíferos y del hombre.
Carecen de placa dorsal y no hay dimorfismo sexual. El capítulo se halla ubicado en la
región anteroventral, por lo que no es visible por la cara dorsal de la garrapata. Su
actividad es nocturna. Se encuentran en todo el mundo. En América Latina, las
especies más comunes son:

Argas persicus. Parásito de gallinas y palomas. Las ninfas hexápodas permanecen


sobre el cuerpo de los huéspedes cuatro a ocho días y se desprenden para mudar y dar
origen a las ninfas octápodas. Los adultos se alimentan picando a las aves y, a veces, al
hombre y pueden atacar al hombre y producirle nódulos eritematosos con un punto
hemorrágico central en el sitio de la picadura. Estas lesiones son pruriginosas y suelen
servir de puerta de entrada a infecciones bacterianas secundarias.

Otobius megnini. Solamente las ninfas atacan al ganado vacuno y equino, aunque
también se ha encontrado en cerdos, ovejas y perros. Comúnmente se la conoce como
garrapata de las orejas, porque se localiza en conducto auditivo externo.
Excepcionalmente, se han descrito algunos casos de parasitismo humano.

Ornithodorus. Este género comprende varias especies, algunas de las cuales son
importantes por su papel en la transmisión, tanto al hombre como a los animales, de
fiebres recurrentes por las espiroquetas del género Borrelia. En América Latina, se han
descrito O. takaje, O. venezuelensis, O. rudis y la O. rostratus. A esta última se le ha
atribuido, en Brasil, transmisión de una rickettsiosis, la fiebre maculosa, similar a la
fiebre purpúrica de las montañas rocallosas de los Estados Unidos de Norteamérica.

TRATAMIENTO

Antes de extraer las garrapatas, se aconseja colocar sobre ellas algunas gotas de fenol
alcanforado o de piretrina 10,6%, disueltas en benzoato de metilo. Así se facilita su
desprendimiento. Se dejan pasar unos 20 minutos y se procede a retirarlas, usando
pinzas y evitando la ruptura del capítulo o del hipostoma. Para el prurito, se suelen
administrar medicamentos antihistamínicos y, en los casos de infección, se puede
recurrir a quimioterápicos o antibióticos.

CONTROL

Los argásidos se eliminan aplicando insecticidas de efecto residual, corno el gamexano


o los organofosforados, en los lugares en donde se refugian. Los rociamientos deben
repetirse cada dos o tres meses para asegurar la erradicación.

Se aconseja a las personas que deben caminar por lugares plagados de garrapatas
emplear vestidos y medias gruesas, botas altas y, al regresar a sus casas, revisar las
ropas y el cuerpo para destruir los acarinos que puedan encontrarse en ellos.

Borrelia existe en la naturaleza en un ciclo enzoótico, en garrapatas, mayormente del


género Ixodes. Varias especies del género Ixodes (I. affinis, I. pararicinus, I. ricinus, e
I. boliviensis), así como del género Amblyomma han sido descritas en el Perú.
se desconoce si estas especies en el area geográfica peruana están infectadas con
Borrelia, como se ha demostrado en Argentina por ejemplo, donde una fracción de
I.pararicinus están infectada con B.b.s.l. (27) . La especie Ixodes pararicinus se
encuentra distribuída en todo Sudamérica incluyendo el Perú

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