Mes 1 - Orientación Vocacional Módulo II PDF

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Módulo II

MES 1: Orientación Vocacional y Profesional


El hombre- por su naturaleza de recursos limitados- vive constantemente
en un mundo donde todo le es escaso: no le alcanza el dinero, el
combustible, la comida- en fin- todo le hace falta.

Pero, lo que más le hace falta es el tiempo, de hecho el tiempo es el


recurso más limitado; pues dinero, comida, combustible, y los demás
bienes y servicios (aunque no necesariamente funcione así), dan la
impresión de poder ser restituidos. El hombre además de nacer, crecer,
reproducirse y morir debe realizar actividades propias de los seres
humanos que cada día se incrementan, no sólo en cuanto a número
sino también a exigencia.

Sí lo anterior es cierto y el grado de empeño y oportunidad se convierte


en condicionante para el tipo de vida que el hombre quiera y pueda
llevar, aunado a su propia conciencia en cuanto a la temporalidad
sobre esta tierra, lo mejor que puede hacer el hombre es aumentar las
probabilidades de éxito en su corta vida terrenal.

La orientación vocacional y profesional reduce de manera sustancial el


tiempo que a una persona le costaría reconocer en qué área tiene
ventaja comparativa en relación con sus semejantes. El aprovechar esto
le hace más eficiente, productivo y exitoso; sin mencionar -por supuesto-
el tiempo y los recursos que se ahorró y que probablemente dedicó a
otra útil actividad, a la cual, no hubiera tenido acceso si no hubiera
tenido una orientación vocacional o profesional.

En esta parte del curso, se mostrará la definición de orientación


vocacional, los objetivos que persigue, así como los factores sociales e
individuales, que permiten identificar la carrera que deseamos.

Se trascribe la teoría de Holland, la cual afirma que la personalidad del


individuo es de gran importancia, pues debido a ella decidirá su
vocación. Se muestran también las investigaciones de Holland así como
sus hallazgos.
Por último, se encuentra una investigación de campo, la cual se realizó
en una escuela de bachillerato arrojando datos importantes, los cuales
serán explicados en el último apartado de este trabajo.

Deseo mencionar que este trabajo, fue realizado con el fin de aclarar
ciertas dudas al lector acerca del significado de orientación vocacional
y cuáles son sus objetivos, ya que sabemos, por experiencia, que la
elección de una carrera es un gran problema, sobre todo para los
adolescentes, quienes muchas veces, no tienen ni la menor idea de lo
que quieren hacer con sus vidas, ya sea porque no se han puesto a
pensar en ello y por lo tanto no se conocen a fondo y no se permiten
identificar sus aptitudes y verdaderos intereses, o bien, no tienen la
suficiente información acerca de las opciones vocacionales que
existen.

Es relevante señalar lo esencial que es la orientación vocacional,


porque si ésta es buena y además, conocemos nuestros verdaderos
intereses, aptitudes y capacidades nos permitiremos tomar una buena
decisión, y por consiguiente, realizaremos nuestros estudios universitarios
con más empeño y gusto, lo que en un futuro se verá reflejado
directamente en la calidad del trabajo profesional que desempeñemos,
así como la calidad de vida.
Introducción conceptual
La elección de una profesión y/o trabajo apunta no solo hacia una
actividad u opción profesional, sino a una forma de vida, por tanto, la
elección debe hacerse consciente de que con ella formamos parte de
nuestra identidad, de nuestro "yo" y que a través de ella, asumimos un
rol, un estatus y hasta elegimos una pareja (Aguirre Baztán, 1996).
La vocación no aparece como algo puntual y espontáneo, sino que se
inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para
definirse en la adultez. No obstante, estas vocaciones tempranas
pueden estar enmascaradas de motivos inconscientes que no son sino
compensaciones, mecanismos de defensa ante conflictos de la primera
infancia; por ello es necesaria una buena orientación para realizar una
elección conforme al "yo" real del sujeto (Aguirre Baztán, 1996).
Esta vocación no sólo está determinada por los motivos inconscientes,
sino también por otros más conscientes como las actitudes, aptitudes,
intereses, capacidades y personalidad. A su vez, estos pueden
potenciarse o no, influidos por factores socio-ambientales y culturales
como agentes de socialización (familia, amigos), por el prestigio y auge
de ciertos estudios en comparación con otros, el género, etc. La
vocación, es el resultado de unos factores más inconscientes (a veces
desconocidos por el sujeto) que pueden o no modificarse a través de
los factores socio-ambientales y culturales. (Aguirre Baztán, 1996).
Pero, ¿cómo se define la orientación vocacional?. En su origen
etimológico <<vocación>> viene del latín <<vocatio, vocationis>> que
significa <<llamado>>, <<invitación>>; es decir, la vocación se deriva
desde fuera del sujeto, es exterior a él y lo invita a participar de una
determinada situación: la elección de una profesión, de un trabajo, de
una carrera. (Aguirre Baztán, 1996).

No existe una definición única ni clara de lo que de lo que es la


Orientación Vocacional, ya que ésta ha sufrido a lo largo de su historia,
una evolución que indica que aún hoy en día se encuentra con nuevos
problemas de identidad, metodología y direccionalidad. En un principio
eran los profesionales de la problemática social los que se hacían cargo
de la orientación, centrándola en la escuela. Mas adelante, los
estudiosos del tema, trataron de conectar la escuela con el mundo
laboral, pero no fue hasta Parsons (1908) que esta orientación no se hizo
más científica, basándose en técnicas psicológicas y sociológicas de
comparación entre los rasgos del trabajador y los requisitos de las
ocupaciones. Luego, no sólo se le dio la importancia a la elección
ocupacional sino que se añadió a ésta el concepto de <<sí mismo>> y
la propia aceptación personal de los sujetos (Aguirre Baztán, 1996).

Las transformaciones económicas y el desempleo juvenil también han


hecho cambiar el enfoque orientativo vocacional, apoyando y
ayudando a adaptarse a estos jóvenes, y ampliando sus servicios. La
evolución actual de orientación vocacional depende de las nuevas
tendencias y cambios en el trabajo, en la educación y en la familia, que
sugieren que se precisa una base más amplia para orientar, pues se han
dado cambios en el papel del hombre y de la mujer en el mundo. Sin
embargo, hay intentos de conceptuar este tema; así, Ratón (1988)
define <<orientación>> como: <<la orientación es la ayuda sistemática,
técnica, ofrecida a una persona, para que llegue a un mejor
conocimiento y aceptación de sus características y potencialidades, de
su propia realidad y del medio en el que ésta se desarrolla y al logro de
la capacidad de auto-dirigirse. Todo ello dirigido al desarrollo de su
personalidad y a unas contribuciones sociales eficaces>> (Aguirre
Baztán, 1996).
El difícil paso del sistema educativo a la actividad laboral supone la
necesidad de un ajuste <<ajuste>> del sujeto a la nueva realidad
laboral. La orientación vocacional facilita la inserción de los sujetos a
ese mundo laboral, basándose, por una parte, en sus posibilidades, en
sus motivaciones, en sus limitaciones e intereses, y por otra, en las
facilidades o dificultades y barreras que les impone su medio (Aguirre
Baztán, 1996).

Asimismo, la orientación profesional tiene como fin asesorar y ayudar al


individuo a descubrir su vocación y orientarle hacia la actividad cultural
o profesional en la que mejor puede realizarla, ayudando a reconocer
sus propias aptitudes y asesorándole sobre cual ha de ser su
preparación, no solo para realizar ese trabajo de forma efectiva, sino
para poder permanecer en él. (Aguirre Baztán, 1996).

Así se puede describir la orientación vocacional como un <<proceso de


ayuda al orientado para que, al conocerse a sí mismo y al mundo del
trabajo, se prepare y acceda a la profesión adecuada a sus aptitudes,
intereses y rasgos de personalidad, teniendo en cuenta las posibilidades
de estudio y de trabajo existentes>>. Todo ello debe realizarse mediante
un equipo orientador interdisciplinario (tutor, profesores, psicólogos,
pedagogos). (Aguirre Baztán, 1996).

OBJETIVOS DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL

Según Aguirre Baztán (1996), los objetivos básicos de todo proceso de


orientación están dirigidos:

- En primer lugar, al conocimiento del alumno, es decir, a describir sus


propias capacidades, su rendimiento, sus motivaciones e intereses, su
inteligencia y aptitudes, su personalidad. A partir de aquí, se le
mostrarán las posibilidades reales que le ofrece el mundo académico y
profesional, para que descubra su propia vocación, y tome una
decisión libre y acorde con sus características y las del entorno.
- En segundo lugar, deben dirigirse hacia los padres, ya que éstos deben
colaborar y participar en el proceso de orientación, siendo
debidamente informados de la realidad educativa y laboral existente
para aconsejar y apoyar a sus hijos, siempre y cuando no haya
interferencia en la libre elección de los mismos.

- Por último, también hacia la escuela, la cual debe prestar a sus


alumnos un verdadero servicio de orientación y asesoramiento
permanente, preparándolos para la diversidad y movilidad de empleos
e informándoles sobre el seguimiento de nuevas tecnologías, la
demanda laboral, etc., lo cual le permitirá adaptarse a las nuevas
formas de empleo o a las ya existentes. Se han de buscar estrategias
que posibiliten el paso de la escuela al trabajo, pues existente un gran
desfase entre el mundo educativo y el laboral.

El objetivo último sería el dar instrumentos al joven que le permitan tomar


una decisión adecuada sobre su futuro profesional.

TÉCNICAS DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL


López Bonelli (1989) plantea tres técnicas de investigación:

 La entrevista.
 La técnica de reflejo.
 La información.
 La entrevista

La entrevista en orientación vocacional es individual, operativa en la


medida en que el objetivo es que el individuo sea capaz después del
proceso de elegir una carrera, y focalizada, alrededor de qué profesión
y/o estudios quiere hacer. Tiene un valor terapéutico pues debe permitir
resolver conflictos, esclarecer motivos y fantasías inconscientes,
fortalecer funciones yoicas, etc., que impiden elegir.

Técnica reflejo
Pretende que el sujeto se autocomprenda y resuelva sus problemas. No
es directiva y se dirige a la raíz emocional de la conducta y las
actitudes, puesto que, clarificados los sentimientos, se esclarecen ideas
y experiencias.
Consiste en que el sujeto exprese lo que piensa sobre una situación
(reflejo inmediato), sintetice sus sentimientos y actitudes (reflejo sumario),
elaborando un mensaje, discerniendo entre lo esencial y lo accesorio
(reflejo terminal).

Entrevista de información
Trata de clarificar la imagen distorsionada sobre un trabajo o profesión,
ya sea por falta de información, factores internos, etc. El objetivo es
elaborar y transmitir información realista, favorecer la comunicación,
esclarecer y fomentar la búsqueda de información.

FACTORES SOCIALES QUE INFLUYEN EN LA PLANEACIÓN VOCACIONAL.


Influencias principales en la elección de la carrera.

Los datos que se plasman a continuación fueron obtenidos del autor


Robert E. Grinder, en su obra "Psicología de la Adolescencia", publicada
en 1989.

Los agentes de enculturación del adolescente. El joven adolescente


necesita de una serie de mecanismos que le ayuden a integrarse a la
sociedad y adquirir el estatus psicosocial de la adultez. La familia, el
grupo y el contexto sociocultural proporcionan esos mecanismos, tanto
psíquicos como sociales, y actúan a modo de contextos espacio-
temporales.

Durante la adolescencia, el joven se halla influido por los <<agentes de


enculturación>> (familia, grupo, escuela, mass-media, etc.) que se
encargarán de transmitirle conocimientos y de proporcionarle una
identidad individual y grupal. Tanto en la familia como en la escuela, va
a realizar unos aprendizajes, como el de la adquisición del rol social y
profesional. Los mass-media van a influir en el joven transmitiéndole una
serie de patrones culturales como son la valoración del poder, del
prestigio, del ocio, del placer, del consumo, etc., creándole graves
contradicciones al topar con la realidad laboral, que es otra muy
distinta y a través de la que no le será posible acceder al mundo que la
sociedad valora.

El prestigio social. Los estereotipos. Existe toda una serie de estructuras


socioambientales, las cuales surgen del contexto de donde procede el
joven, que influyen en su elección profesional. Encontramos que, en
primer lugar, se prestigian determinadas profesiones en detrimento de
otras, las cuales pueden agradar o satisfacer más al joven. La medicina,
el derecho, ingeniería, informática, etc., son carreras que se consideran
ligadas a una posición social elevada, desprestigiándose profesiones
más relacionadas con lo humanístico, la filosofía, etc., es decir, carreras
no científicas, ni técnicas.

Por otra parte, se valoran los méritos y éxitos conseguidos en todos los
órdenes de la vida, rechazándose a personas que no consiguen
alcanzar las cotas impuestas por la sociedad. Lo que importa es ser de
los primeros en todo, ganar más dinero, tener más podrá, consumir más,
aumentar los títulos académicos, subir en la escala social, etc.

La sociedad promueve y ensalza los valores materiales, la búsqueda de


placer y obtención inmediata de las cosas, lo cual hace que el joven se
decepcione al descubrir la irrealidad de conseguirlo todo.

Los medios de comunicación muestran una serie de ídolos o héroes


adolescentes que son valorados por sus hazañas, trabajo o éxitos, no
conseguidos por el estudio ni el sacrificio, lo que va a generar en el
joven una gran contradicción: por un lado, la sociedad le exige buenas
calificaciones escolares o títulos académicos, y, por otro, le ofrece un
mundo sólo accesible si se tiene una buena remuneración económica,
un trabajo, lo que a su vez, parece ser sinónimo de madurez e
independencia. Estudiar y trabajar le son presentados como dos
mundos diferentes e incluso incompatibles.

La diferencia de géneros. Otro factor a tener en cuenta son los


importantes cambios que, en la actualidad, está produciendo el
acceso al mundo laboral de la mujer. Cambios que se aprecian, por
ejemplo, en la ocupación de determinadas profesiones que hasta
ahora eran <<exclusivas>> del género masculino; en la partición del
trabajo doméstico y la crianza de los hijos si la mujer sale a trabajar
(compartir o cambiar roles), etc.

La familia como agente de socialización. Las presiones sociales son otro


tipo de influencias que el adolescente recibe de su familia al intentar
elegir su profesión.

Los padres, a veces, imponen a sus hijos determinadas opciones


profesionales porque creen que éstos son incapaces de tomar
decisiones maduras por sí mismos. Estas presiones (directas o indirectas)
suelen consistir en <<aconsejar>> qué elección es la más favorable para
ellos, <<orientarles>> hacia qué profesiones no debe elegir hablando
desfavorablemente de ellas, etc. Estos padres no suelen tener un
verdadero conocimiento de las capacidades y motivaciones,
aconsejándoles profesiones hacia las que no tienen quizás ningún
interés ni calificación. Otras veces, los padres proyectan sus deseos
frustrados sobre su hijo, esperando ver su narcisismo gratificado a través
del joven.

Puede influir en la decisión del adolescente la propia profesión de los


padres; en un intento de identificarse con ellos elegirá la misma, o si
quiere desapegarse de ellos optará por otro camino. La actitud positiva
o negativa de los padres hacia su propio empleo incidirá, en gran
medida, en la Percepción que el trabajo en general, y la profesión en
particular, tendrá su hijo.

Relación escuela-trabajo. Existe un poco relación entre los


conocimientos adquiridos dentro del sistema educativo y la realidad
laboral. Asimismo la escuela es un importante agente de socialización
que influye de forma clara en el adolescente.

FACTORES INDIVIDUALES QUE INFLUYEN EN LA PLANEACIÓN


VOCACIONAL.
El problema de la elección vocacional.
Es en la adolescencia cuando el muchacho va a tener que empezar a
decidir cuál va a ser su futuro, a forjar su identidad social. Esta tarea le
resulta difícil, pues tiene que decidirse en plena crisis puberal y
psicológica: cambios corporales, inseguridad, deseos de
independencia, cambios continuos de intereses, etc., que van a
complicar la decisión, ya que el sujeto está inmaduro no sólo
vocacionalmente sino en el ámbito de toda su personalidad. (Aguirre
Baztán, 1996)

A pesar de todo, el joven debe decidirse, intentando que la elección le


permita alcanzar un nivel óptimo de satisfacción individual
(autorrealización), de adaptación y de compromiso social. La elección
conforma el destino personal, da seguridad. (Aguirre Baztán, 1996)

Numerosas teorías han intentado sistematizar los factores que inciden en


la elección de la profesión y/o estudios, poniendo los determinantes
totalmente fuera del control del individuo (teorías del azar), en el
ambiente (teorías sociales), en el individuo (teorías psicológicas) o en la
economía (teorías económicas). Lo que sí es importante es que la
elección vocacional y/o profesional debiera ser un proceso dinámico y
continuo que se inicia en la infancia, se delimita en la adolescencia y se
configura a lo largo de toda la adultez. En este proyecto influyen
factores tanto individuales como sociales, a través de los que se va
formando la identidad vocacional-ocupacional.

Motivaciones individuales
Motivaciones inconscientes

El inconsciente está constituido por representaciones de instintos que


buscan hacerse conscientes, y que no lo son, debido a unos
mecanismos de defensa que los censuran. Ya sea por asociación, por
acontecimientos que ocurren al sujeto, algunas de esas
representaciones llegan a la conciencia a través de la proyección, la
condensación, el desplazamiento, y el mecanismo más vinculado a la
elección de la profesión, la sublimación, proceso por el cual el sujeto
satisface pulsiones desviándolas hacia fines culturalmente elevados y
socialmente positivos y aprobados (Aguirre Baztán, 1996).

En el deseo vocacional del joven intervienen, además de la edad, el


entorno familiar y cultural, etc., su organización afectiva.
La elección vocacional supone encontrar el equilibrio entre dos
mundos:

El personal o interno, relacionado con las motivaciones inconscientes y;


El externo, relacionado con lo que el sujeto dice querer hacer.
El adolescente va a elegir su vocación profesional y su rol social de
varias formas posibles:

Buscando seguridad personal: sometiendo su identidad a la de los


padres, grupo, etc., para no entrar en conflicto: el adolescente será lo
que otros decidan por él;

Buscando la manera personal de expresar lo que uno vive y percibe del


momento histórico y del grupo en donde se encuentra, sin perder la
mismidad;

Posición individualista: asumir el rol al margen de la realidad.

Es necesario que los conflictos entre instancias (yo-ideal del yo;


superyóico, etc.) que reflejan confusión y discontinuidad entre lo real
(externo) y lo psíquico (interno), sean llevados a niveles conscientes
para evitar sentimientos de culpa, fracaso, debidos a una elección que
responde a un intento de compensar situaciones de malestar y
frustración vividas en la primera infancia y que no han sido elaboradas
(Aguirre Baztán, 1996).

Motivaciones conscientes
En la elección de la profesión debemos atender a las posibilidades
reales del sujeto, pues tanto los padres como la sociedad presionan
hacia profesiones y estudios para los que el adolescente puede no estar
dotado, que no harán sino disminuir su autoestima sumirlo en un
sentimiento de fracaso, tendrán la sensación de estar perdiendo el
tiempo, dejarán de esforzarse, viéndose incapacitados hasta para lo
que pueden hacer.
Otros padres subestiman a su hijo, impidiéndole hacer unos estudios
para los que está capacitado y motivado.

Entre ambas actitudes, el profesional u orientar, debe evaluar las


capacidades del joven, sus intereses, sus aptitudes, etc., atendiendo no
sólo a lo que manifiesta querer hacer (influencias externas), sino a
móviles más profundos (motivaciones inconscientes) (Aguirre Baztán,
1996).

Entre los motivos conscientes que hay que conocer:


A) Las actitudes
Entendemos por actitud la tendencia o predisposición adquirida y
relativamente duradera a evaluar de determinado modo a una
persona, suceso o situación y a actuar en consonancia con dicha
evaluación. En una orientación social, es la inclinación subyacente a
responder de manera favorable o desfavorable.

En una actitud diferenciaremos:


-- el componente cognitivo: aplicado a la elección de estudios o
profesión sería la percepción de la situación laboral, las asignaturas,
horarios, remuneración, etc.;
-- el componente afectivo: los sentimientos y pensamientos que el
trabajo o estudios despiertan en el sujeto
-- el componente conductual: tendencia o disposición a elegir tal
trabajo o estudios.
B) Las aptitudes y/o capacidades
Las aptitudes básicas a observar para la elección de estudios y/o
profesión serían:
-- El intelecto: sólo una marcada debilidad mental o psíquica puede
impedir llevar a cabo la mayor parte de aprendizajes profesionales o
académicos; incluye:

comprensión y fluidez verbal,


numéricas,
espaciales y mecánicas,
razonamiento,
memoria,

Percepción y atención.
-- Capacidades Psicomotrices.
-- Capacidades físicas: para profesiones en las que el aspecto corporal
y la resistencia física son importantes: atienden a: estatura, peso, fuerza
de las manos, capacidad vital, etc.
-- Capacidades sensoriales y artísticas: vista, oído (música), sentido
Kinéstico, gusto (gastrónomos), olfato (degustadores), etc.
-- Habilidades manuales: manipulación simple, coordinación bimanual,
etc.

C) Intereses
Se definen como la atención a un objeto al que se le atribuye un valor
subjetivo.
Tanto las aptitudes como los intereses son <<la punta del iceberg>> de
la elección vocacional; debajo de éstos, encontramos las motivaciones
inconscientes.
El autoconocimiento permite ir tomando conciencia de la experiencia
personal y de las propias potencialidades, de una forma más realista,
motivando al adolescente a mejorar sus aptitudes y capacidades en la
zona de interés.
La motivación y los intereses también se relacionan. Los motivos son los
que impulsan la conducta y suelen ser inconscientes y tienen su raíz en
los motivos y necesidades de carácter emocional y dinámico (Aguirre
Baztán, 1996).
TEORÍA TIPOLÓGICA DE LAS CARRERAS, DE HOLLAND.

La siguiente información fue retomada del libro "Teorías sobre la


elección de carreras", de Samuel H. Osipow.

La teoría de Holland acerca de la selección vocacional representa una


síntesis entre dos corrientes de pensamiento de la psicología vocacional.

La concepción popular que Holland emplea en su teoría es una


elaboración de la hipótesis que afirma que la elección de una carrera
representa una extensión de la personalidad y un intento por
implementar ampliamente el estilo de comportamiento personal en el
contexto de nuestra vida laboral. El nuevo rasgo que Holland introduce
es la noción de que la gente proyecta sobre títulos ocupacionales sus
puntos de vista acerca de ella misma y del mundo laboral que prefiere.
Por medio del simple procedimiento de dejar que los individuos
expresen sus preferencias, o desarrollen sus sentimientos, hacia una lista
particular de títulos ocupacionales, Holland asigna a las personas estilos
personales que tienen implicaciones teóricas para la personalidad y la
elección vocacional.

La concepción de Holland acerca del desarrollo vocacional tuvo su


origen a partir de sus experiencias con las personas implicadas en la
toma de decisiones relativas a las carreras. Dicho investigador observó
que la mayoría de las personas veían el mundo ocupacional en
términos de estereotipos ocupacionales. En vez de concluir que tales
estereotipos confunden a las personas y le causan al orientador
vocacional dificultades adicionales, Holland invirtió el proceso de los
estereotipos a su favor y supuso que éste se basa en las experiencias
individuales con el trabajo; así pues, los estereotipos de fundamentan en
la realidad y poseen un alto grado de utilidad y precisión. Holland
formuló la hipótesis de que cuando el individuo posee pocos
conocimientos acerca de una vocación particular, el estereotipo que
sostiene revela información sobre él, y esto sucede de manera más
parecida a cómo una prueba proyectiva revela la dinámica de la
personalidad. En consecuencia, Holland construye una lista de títulos
ocupacionales que serían útiles como mecanismo sobre el cual una
persona podría proyectar su estilo de vida preferida.
La teoría
Ambientes ocupacionales

Las afirmaciones originales de Holland (1959) fueron modificadas como


resultado de sus propias investigaciones para evaluar la teoría (1962). En
sus afirmaciones originales, Holland sostiene que dentro de la sociedad
existe un número finito de ambientes laborales. Estos ambientes son
motrices (agricultores, conductores, etc.), intelectuales (químicos,
biólogos), de apoyo (trabajadores sociales, maestros), de conformidad
o convencionales (contadores, cajeros), de persuasión (vendedores,
políticos) y estéticos (músicos, artistas).

La Jerarquía evolutiva
Este tipo de jerarquía está representado por el ajuste del individuo ante
los seis ambientes ocupacionales. A cada persona se le solicita
acomodarse a cada uno de ellos y desarrollar ciertas destrezas con
respecto a esas ubicaciones. Los seis tipos de ajustes provenientes de la
jerarquía evolutiva representan los principales patrones y estilos de vida
de las relaciones entre el individuo y su mundo.

Las seis orientaciones reciben en la teoría original los mismos nombres de


los ambientes ocupacionales, pero más tarde Holland (1962) les dio
otros nombres. En las descripciones que se ofrecen a continuación
aparecen los nombres originales entre paréntesis.

a) Tipo realista (motriz): son sujetos agresivos, que prefieren actividades


que impliquen destreza física, masculinidad, problemas concretos no
abstractos; las profesiones ligadas a ellos son. Obreros, aviadores,
maquinistas, carpinteros, etc.

b) Tipo sociable (de apoyo): establecen fácilmente relaciones


personales, evitando situaciones que les exijan soluciones intelectuales o
grandes habilidades físicas. Eligen la psicología, abogacía, ser
profesores, etc.
C) Tipo intelectual (intelectual): Prefieren el pensamiento, lo racional a la
acción. Rehuyen los contactos personales. Suelen ser físicos,
antropólogos, matemáticos, etc.

D) Tipo convencional (de conformidad): muy controladores, se


identifican con el poder y es status social. Buscan profesiones que
impliquen jerarquías, por ejemplo banqueros, cajeros, estadísticos,
contables, funcionarios, etc.

e) Tipo emprendedor (de persuasión): sujetos hábiles en el uso del


lenguaje que utilizan para manipular o persuadir. Gustan del poder y la
posición social. Suelen ser vendedores, políticos, publicistas,
subastadores, etc.

Tipo artístico (estético): se orientan hacia la expresión artística. Sujetos


emotivos paro con poco autocontrol, introvertidos y asociales, como
poetas, músicos, dramaturgos, escultores, etc.

La historia y el papel de las jerarquías evolutivas

Holland no analiza en forma explícita la manera en que se desarrollan


estas orientaciones. Presumiblemente, la evolución de las orientaciones
corresponde a nociones generales acerca del desarrollo de la
personalidad tal como es presentada por otras teorías, o sea, que la
personalidad es el resultado de las influencias genéticas y ambientales.
Tal afirmación es muy general para que tenga algún valor en la
comprensión del desarrollo de la personalidad, en particular para los
orientadores vocacionales, quienes pueden estar implicados en las
tareas de corregir desarrollos equivocados, sin embargo, Holland sí
indica la manera en que la orientación, una vez establecida, influye en
el comportamiento vocacional. Si una orientación es, claramente
dominante en relación con las otras, el individuo, buscará un ambiente
ocupacional que corresponda a dicha orientación.

En la práctica se espera que un joven realista escoja la ingeniería, y un


muchacho agresivo, ambicioso y con habilidades verbales decida
fácilmente estudiar la carrera de licenciado en derecho. Si dos o más
orientaciones tienen la misma o casi la misma fuerza, el individuo
vacilará en la selección de un ambiente ocupacional. Una muchacha
con una combinación de pensamientos objetivos acerca de los
problemas, con rechazo a las relaciones interpersonales íntimas, con
una tendencia a organizar combinada con deseos de ejercer un
autocontrol y una considerable tendencia por ser emocionalmente
expresiva, puede un día escoger ser bióloga y al día siguiente decidir
que para ella lo más adecuado son las artes gráficas. En caso de que
los factores ambientales interfieran con la implementación de la primera
orientación claramente determinada, entonces el individuo buscará un
ambiente ocupacional apropiado a su segunda orientación más fuerte.
Un estudiante que se halle impedido de elegir como carrera la
oceanografía debido a la escasez de sus recursos económicos,
seleccionará el dominio de la ingeniería mecánica, el cual representa
su segunda orientación, la realista; sin embargo, si la jerarquía de las
orientaciones no está bien orientada más allá de la primera, entonces
se presentará la duda en la selección de un ambiente ocupacional. Lo
mismo ocurre cuando las dos primeras orientaciones no son claramente
diferentes en sus fuerzas.

Las investigaciones
Casi todas las tentativas por validar la teoría a través de investigaciones
han sido dirigidas por Holland y sus colaboradores, utilizando para tal
efecto una población nacional de becarios sobresalientes. La
metodología de Holland para el estudio de la selección vocacional
dentro de su marco teórico es muy comprensiva. Un rasgo básico en la
investigación ha sido la idea de que los títulos ocupacionales poseen
una considerable cantidad de estímulos para las personas, y que estos
títulos, como los estereotipos, son congruentes con la realidad. Holland
propone utilizar respuestas de agrado y desagrado hacia los títulos
ocupacionales como datos proyectivos acerca de la persona que
responde, sobre el supuesto, probablemente válido, de que las
preferencias vocacionales representan una faceta principal acerca de
la personalidad del individuo.

Diseño de la investigación
Muestras. Las investigaciones de Holland sobre su teoría están
caracterizadas por la observación de los miembros de varias muestras
grandes, cuyos comportamientos son estudiados por medio de múltiples
observaciones durante un periodo moderadamente prolongado. La
población de las investigaciones estuvo constituida por los estudiantes
becarios a nivel nacional. Generalmente el procedimiento ha sido el de
seleccionar una muestra al azar, frecuentemente el tamaño de la
muestra estuvo constituido por la sexta parte de la población total, y en
pocas ocasiones por una fracción más pequeña.

Instrumentos. El instrumento clave en la investigación de Holland es el


Inventario de Preferencias Vocacionales (IVP)(Vocational Preference
Inventory, VPI), el cual está constituido por 300 títulos ocupacionales, a
los cuales el sujeto debe expresar su interés o desinterés. Holland ha
utilizado este instrumento en varios estudios, con el fin de asignar a sus
sujetos orientaciones personales que sirvieran como variables
independientes. Después de calificar el IPV (VPI) sobre las seis escalas
pertinentes a las orientaciones personales, Holland tomó la escala en la
cual se había logrado la puntuación más alta y asignó al sujeto al grupo
apropiado.

Holland utilizó otros métodos para asignar a los sujetos un tipo personal.
En uno de esos estudios, asignó los sujetos a las categorías de
orientación personal, empleando sus puntuaciones sobre las seis escalas
seleccionadas del Registro de Intereses Vocacionales de Strong (Strong
Vocational Interest Blank), cada una de las cuales discriminó a
puntuaciones del IPV (VPI) más eficientemente para una de las seis
orientaciones personales.

Evaluación

Las investigaciones de Holland basadas en su teoría son


impresionantemente extensas. Además de la invención de instrumentos
que permitan evaluar las hipótesis especificadas que se desarrollan a
partir de su posición, Holland ha obtenido, como resultado de los
diferentes aspectos del comportamiento vocacional que fueron
estudiados incidentalmente al evaluar su teoría, cierta información
adicional. A partir de las investigaciones de Holland se ha acumulado
gran cantidad de comprobaciones acerca de la existencia de las
orientaciones personales en la forma en que él las describió en sus
formulaciones teóricas originales; además, se ha encontrado que estos
tipos son razonablemente estables. También parecen existir los
ambientes ocupacionales tal y como han sido descritos. La mayoría de
las características propuestas en relación con los distintos tipos de
orientación se han comprobado, así como un gran número de otras
características y rasgos que sirven para diferenciarlos entre sí. Dado el
alto código de un estudiante, un investigador tiene una gran
oportunidad de predecir la elección vocacional del sujeto y alguna
información acerca de los valores y las actitudes de sus padres. El
investigador también obtiene buenos fundamentos para extraer
inferencias acerca de las motivaciones del estudiante.

Holland ha sido sensible a los datos resultantes de sus investigaciones y


ha sugerido varias modificaciones de su teoría o al menos ha señalado
ciertas deficiencias de ella. La teoría ha sido reescrita, aún cuando en
sus fundamentaciones principales permanece inmodificable. La teoría
de Holland, como originalmente fue presentada, era una teoría de la
elección vocacional. Se proponían seis tipos de orientación personal y
seis ambientes ocupacionales. Siguiendo los resultados de las
investigaciones que había dirigido, Holland amplió el dominio de su
teoría y le cambió el contexto relativamente estrecho de la elección
vocacional por el del comportamiento general.

En conclusión, se puede afirmar que cuando la vida familiar, escolar,


social y personal no ha permitido al joven elegir en el momento en que
debiera hacerlo, existen recursos y herramientas que contribuyen a
aclarar el panorama personal y como consecuencia el panorama
profesional y laboral.

Estas herramientas están encaminadas al conocimiento de sí mismo,


dejando atrás aquellas influencias y estereotipos familiares, sociales,
personales y económicos que estorban a una decisión y a asumir sus
consecuencias.

Es entonces cuando la orientación vocacional toma importancia ya


que es el proceso educativo mediante el cual se ayuda a los individuos
a formular y realizar propósitos personales en consonancia con sus
capacidades, necesidades y limitaciones.
Los objetivos específicos de la orientación vocacional son el de
favorecer la autoestima para que la decisión personal sea objetiva y
llevada a cabo con responsabilidad, facilitar la detección de intereses y
habilidades individuales, motivando y propiciando el desarrollo de ello
dentro del ámbito académico, psicomotriz, artístico y de relaciones
interpersonales y sobre todo, proporcionar herramientas de
autoconocimiento, tales como entrevistas de Orientación Vocacional,
pruebas de intereses, pruebas de habilidades, pruebas de personalidad,
información y acercamiento a planteles e instituciones ya que todo ello
coadyuva a una decisión personal integral.

No debemos olvidar los factores sociales e individuales que favorecen o


en dado caso, limitan la toma de decisiones del joven.

Hipótesis
Variables independientes
Variable dependiente
- Tipo de personalidad
- Buena orientación vocacional
- Comportamiento personal
- Estereotipos
- Estilo de vida (preferencias)
- Intereses personales
Unidad de Análisis
Adolescentes que egresan del bachillerato
Variables
Tipo de personalidad
Comportamiento personal
Estilo de vida (preferencias)
Estereotipos
Intereses personales
"Cuanto mayor sea el grado de conocimiento de los orientadores
vocacionales sobre las preferencias, intereses, personalidad y
comportamiento, además de los estereotipos respecto a algunas
carreras, que poseen los adolescentes que egresan del bachillerato,
mejor será la calidad de la orientación vocacional"

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