Leon, Gomez y Labourt - La Alianza Terapeutica
Leon, Gomez y Labourt - La Alianza Terapeutica
Leon, Gomez y Labourt - La Alianza Terapeutica
LA ALIANZA TERAPÉUTICA
VBnóNIca Leóu, Br,atnrz GÓmtz,Jevrcn LReounr
lntroducción
pensa-
¿Cuál es la primera imagen que nos viene a la mente cuando
mos en la palabra "alianza"? ¿Un pacto? ¿Una coalición? ¿Una aso-
ciación? ¿Un acuerdo estratégico, económico, político, bélico? ¿Un
anillo de boda?
Cualquiera de ellas tiene un elemento en común: supone dos par-
tes que se reúnen para un fin, una unión de fuerzas (pará bien o para
*rlj. f1 este acuerdo entre partes está implícito que se benefician
ambos, que dos podrán más que uno: en la economía, en la contien-
da, en el matrimonio. También supone la participación conjunta,
aunque de diferente manera. Antepuesta a la paiabra "tetapia"',la
alianza supone una unión para mejorar algo que no está bien, una
disfunción.
Parece muy simple. No 1o es tanto. Supone que ambas partes
comparran un acuerdo que desde el principio puede presentar difi-
cultades. cuando un paciente o grupo de pacientes (vínculos, fami-
lias) se presenta a la consulta deben tener en claro en qué consiste la
psicoterapia o aclararlo antes de que comience. Debe estar dispuesto
a asumir el rol de paciente y de recibir lo que el terapeuta le ofrezca
como alternativas para producir los cambios. Aquí ya puede haber
una fuente de confusión y conflicto. ¿Cuál es la índole del cambio
que promueve la psicoterapia? ¿Cuál es el modo en que se consigue?
t 46 . pAtsAJEs DE rA pstcoTERAptA La alianza teraPéutica ' 47
¿Qué se espera del paciente para rograrlo? Muchos desencuenrros en La alianzaterapéutica es condición para la puesta en marcha de
la psicoterapia y experiencias fallidas se apoyan en estas un tratamiento, pero también es el elemento que lo sostiene
a través
formas de
disidencia iniciales, que pueden pasar inadveriidrr. El paciente rJe las inevitables tensiones del mismo. Las
que derivan no sólo de las
enun-
de la
cia un padecirniento' por ejemplo doror cróni ro de ,aL"ra.
¿eué es- clificultades que se presentan, sino de [a condición intrínseca
pera? ¿Una palabra que Io alivie? psicoterapia á. prorrrou.r cambios que la persona tiene naturalmente
¿Una intervención q,r. t.rg, .l
efecto de hacerlo desaparecer como cuando toma ,r,
,rr"lgérico? A difi.rttri prra prodocir. De lo contrario, no requeriría ayuda' lo lo-
veces la consulta se expresa como: *ya le conté graríapo, .rm propios medios, incluyendo los de su entorno' Y aquí
lo que me"pasa, me
leaanto bien y después ua apdreciendo el doror cada-rrz
*ái intensa- se incluye otfa caÍacf.erística implícita en la
palabra "aliartza". solos
a en-
mente hasta que a la tirde ya no lo puedo tolerar. rJsted
dirá qué ten- no podemos o va a ser mucho más difícil, aquello que vamos
go que h^cer" . Otras veces el paciente busca comprender frentar requiere una colaboración. Y esto vale tanto para el paciente
por qué Ie
duele: "Lleuo años con este dolor, los médicos no para
más como para el terapeuta' ya sea para mejorar el primero como
causas que el estrés. Qwisiera entender por qwé "n"r"itran
uiuo tan estresado-. pod..ir.., su trabajo el segundo' La magnitud de lo que deberán
Es frecuente que los pacientes lleguen por sugerencia
de otra per_ determina el peso que tendrá la alianza terapéutica para
sona, un juez, un médico, un amigo, un jefe, un familiar.
Lo expresan
^,rru.rr.
soportar los avatares.
de diverso modo: "vengo porque es una condición por
mi situación Esto es lo que ha llevado a considerar que la alianza terapéutica
judicial", "No quisiera estar acá, pero mi esposa la terapia son
di.e q,r. es la últi_ es menos necesaria cuando los cambios a que apunta
ma oportunidad para que sigamos juntos,', ..Esta cita ia más acotados o focales y de más envergadura cuando se
trata de tras-
arregló mi
mamá, dice que no puedo estar sin estudiar',, *Me
acusan de violen- tornos más comPlejos.
to, pero tengo que ser agresivo para no ser la víctima,,, .,No que no re-
me sien_ Sin embargo, no hay ninguna forma de intervención
to mal pero me gustaría probar en qué consiste la terapia. quiera de una buena alíanza terapéutica'
¿eué se *No
puede conseguir con ella?,,. Si la alianza supone
una coligación, Craighead¡ Sheets, Biornsson y Amarson (2005) afirman:
que una
¿cómo sería posible en cada una de estas situaciones? necesitamos ver muchos pacientes para darnos cuenta de
El terapeuta no está exento de las dificurtades para conectarse l.ruena alianzaterapéutica es un ingrediente esencialpata
una psico-
con el consultante por muy .¡ariados motivos: le produce
temor, terapia efectiva de cualquier tipo que sea"' Sostienen' por ejemplo'
pena, enojo o no se siente preparado para atender que cualqoier profesional bien entrenado en exposición
y prevención
una determinada
situación. terapéuti-
de respuestas, pero que fracasa en desarrollar una relación
A veces hay terceras partes que afectan ra arianzaen el víncuro: ca fuerte,'rr, , arraonrrarse con que es prácticamente
imposible lograr
ra
familia del paciente que exige ciertos cambios o a cierto que un paciente con un trastorno de ansiedad o un TOC severo
se
ritmo que el
la
terapeuta juzga imposible de rearizar, no corabora o pretende
partici- involucre con estos procedimientos; ya es bastante difícil cuando
par más de lo conveniente. Tarnbién el terapeuta p,r"d"
afectar la rc- AT es fuerte (Craighead et al., 2005)'
lación cornetiendo algunos errores: aliarse con un farniliar ,,la Psicoterapia es una interacción planificada, cat-
en contÍa según Frank,
del paciente o con el paciente en contra de un familiar reco-
o desconocer gad^ Áe emoción y de confianza entre un sanador socialmente
eJ peso del contexto en una situación
crínica. Así también, ¡rueden in- nocido y una persona que sufre"' En ella, el sanador intentaría
cidir tra relación del paciente o der profesionar con.l pr.strlo, aliviar el sufrimiento de quien consulta a través de comunicaciones
que se
personas signi-
hace cargo econórnicamente del tratamiento o con
ra institución en simbólicas, pudiendo o no incluir a la familia u otras
qtre tiene lugar el servicio.
ficativas del paciente en el proceso'
48 . PAISAJES DE [A PSICOTERAPIA
' La allanza teraPéutlca ' 49
Más allá del modelo que se utilice,
toda psicot erapiaes un fenó_
meno complejo que posee cierto, Consiste en el entendimiento, la compatibilidad y el encaje que se
.I.*.rto, esenciares. Er terapeuta y y terapeuta, con un componente no solo relacional
el paciente son quienes conforman dA cntre cliente
el proceso enmarcados en una
lación interpersonar entre elros, re- ¡lno emocional.
Iramada también ,.reración
ca" ' La psicoterapia no sería, i.ruperti_ El objetivo fundamental de la relación terapéutica no es imponer
entonces, un tratamiento que
Ios.pacientes de parte de unterap.oi"."r.*o, reciben un cambio al paciente, sino crear una condición que permita que el
sino una ,,relación de
trabajo-entre terapeutas y crientes, eambio se produzca. Carl Rogers (L902-L987) establece que todos
.r."-irr"du a buscar soruciones a
los problemas de ros clientes, lor terapeutas tendrían que tener siempre presente la siguiente pre-
-ár r.;;;;;sas que las que esros esrán
utilizando hasta ese momento,, (Kleinke,
1.9g5).
§[nta: ¿cómo puedo establecer una relación que esta persona pueda
La relación terapéutica es un elemerrto utilizar para su propio crecimiento personal?
y
un carácter diferente a otro tipo "r.rr.irl como tal tiene
también pueden ser de ,yrrd". por
de relaciones i.rr..p.rrorui., qu.
ejemplo, Kanfer y Goldstein
(1987) describen cuatro características
que diferencian las relaciones Antecedentes históricos
terapéuticas de las de amistad:
Sigmund Freud es considerado el padre de la psicoterapia y, pese
1) Las relaciones terapéuticas & no referirse al concepto de alianza de manera directa, en su trabajo
son unilaterares debido a que
se
centran en el cliente. de 191.2 "La dinámica de la transferencia" menciona que el primer
2) La relación profesional es sistemática en Ia medida objetivo del tratamiento es desarrollar un vínculo entre paciente y te-
en que los
participantes.acuerdan desde
el principio los propósitos y rapeuta, señalando la importancia de que el analista mantuviera un
jetivos de su interacción. ob_
interés y una actitud comprensiva hacia el paciente para permitir que
3) Las reraciones terapéuticas son ln parte más saludable de éste estableciera una relación positiva con
formares, dado que Ia inrerac-
ción está limitada a dempos y lugares el analista, disipando las actitudes de resistencia que se manifiestan
concretos.
4) Las relaciones terapéuticas
tienei un riempo limitado. Termi- alprincipio de la terapia (Freud, L91,2).
nan cuando se alcanzan los objetivos En la obra de Freud se pueden distinguir dos conceptualizaciones
y metas inicialmente
acordados. levemente diferentes sobre la relación entre paciente y terapeuta.
En los primeros escritos, aportando consejos sobre la técnica del
A modo de síntesis, podemos decir psicoanálisis, Freud describió el afecto del paciente hacia el terapeuta
que la relación terapéutica
ciertas característica.s que Ia distinguer, tiene
como una forma beneficiosa y positiva de transferencia que revestía
á. or.", relaciones humanas:
es un servicio profesional, de autoridad al analista. Este aspecto transferencial favorccía la acep-
,.rrr,rrr.rado, se establece intencionalmente
con un fin determinrdo y presupor" tación y la credibilidad de las explicaciones e interpretaciones del te-
rá1., definidos rrr" i.ri*ri.r_
pantes' Además, Ias distintas rapeuta.
corrientes psicoterapéuricas tienen
rentes maneras de concebir dife- Posteriormente, consideró que una transferencia positiva podía
esta reración, sus componentes
que éstos cumplen en el proceso y ros rores
pri.ot.rápéutico. distorsionar la relación real existente entre ambos, y en sus últimos
Aquí es donde se centrará .rt..rpítrlo, escritos parece haber modificado este concepto, pasando a la posibi-
en esa especial relación
hrlmana enúe el paciente y er lidad de la existencia de un vínculo beneficioso entre terapeuta y pa-
terapeuia conocida como alian
péutica. za tera-
ciente basado en la realidad.
allanza terapéutlca
So . PAISAJES DE LA PSICOTERAPIA La 5r
De este modo, Freud destacó la importancia del trabajo con las trnbajar en la consecución de las tareas terapéuticas comunes, introdu-
interpretaciones de la transferencia del paciente y de las capacidades Ciendc¡ de esta manefa un componente de racionalidad a la relación.
y aptitudes de la porción de conciencia intacta de este para desarro- Elizabeth Zetzel (7907-1.970) distinguió entre transfetencia y
llar un compromiso con el terapeuta "Íeal" en cuanto ala tealiza- Alianza sugiriendo que esta última erala parte no neurótica de la re-
ción del tratamiento (Corbella y Botella, 20A3). lación entre el terapeuta y el paciente que posibilita el insight y el uso
Horvath y Luborsky (1993) realizan una interesante explicación de las interpretaciones para distinguir entre las experiencias relacio-
de las implicancias de esta última perspectiva afirmando que, aunque nales del pasado y la relación real con el terapeuta (Corbella y Bote-
la interpretación de las proyecciones o experiencias previas no resuel- 11n,2004).
tas del paciente era central en la terapia,lacapacidad de la porción Ralph Greenson (191,1-1.979) hizo una distinción entre alianza
intacta de la conciencia del cliente, basada en la realidad para esta- de trabajo y alianza terapéutica. La primera sería la habilidad del pa-
blecer un acuerdo con el terapeuta real, permite emprender la tarea Ciente para adaptarse a las tareas del análisis, la segunda hace refe-
de lograr los objetivos del tratamiento. rencia a la capacidad del terapeuta de establecer un vínculo personal.
A partir de Freud se puede trazar el desarrollo de perspectivas psi- Pnra é1, la relación terapéttica consiste en una configuración de
coanalíticas sobre la alianza terapéutica en dos líneas emergentes. Una transferencia y una relación real. La relación real es Ia respuesta hu-
de ellas fue la desarrollada por la influencia de Sandor Ferenczi (1837- mana mutua del paciente y del terapeuta entre sí, incluyendo las per-
1,933), quien fue el primero en sugerir que era fundamental para los cepciones no distorsionadas, el aprecio, la confianza y el respeto
pacientes no solo recordar sino revivir el pasado problemático en la auténtico por el otro. La alianza de trabajo erala capacidad del pa-
relación terapéutica. En este sentido, sembró ideas que luego serían Ciente y del terapeut a paf a trabaiar intencionalmente juntos en el tra-
cultivadas por Michael Balint (1896-1970), Donald Winnicott (1,896- tamiento que ellos acepten. Aunque las reacciones de transferencia
1971.1 y Franz Alexander (189L-1.964) con su concepci6n de experien- rlel paciente podían reforzar la alianza de trabajo, su núcleo esencial
cia emocional correctiua, quien fue también el primero en considerar es la relación real. En la actualidad, este tema toma nuevas conside-
el rol de la personalidady la experiencia del terapeuta en el proceso de raciones, especialmente con Gelso (2009), quien establece la impor-
tratamiento. Subrayó la importancia del analista como persona real y tancia de la relación real y la define como: la relación personal
recnnoció su impacto en la puesta en escena de la transferencia-con- existente entre dos o más personas que refleja el grado en que cada
tratransferencia.La segunda línea puede identificarse como la tra- persona es genuina con la otra percibiéndose y experimentándose
dición de la Psicología del Ego, que da especial importancia ala mutuamente, donde el realismo y autenticidad son los componentes
adaptación del ego a su entorno. Los representantes de esta corriente principales. También se ha señalado de esta manera la importancia
focalizaron su atención sobre aspectos reales de la relación terapéutica de Ia racionalidad y objetividad en la terapia (Norcross, 2404-
y desarrollaron la noción de alianza de trabajo o terapéutica. El con- A lo largo de los años ha habido mucha controversi a acerca del
cepto de alianzaera el intento por plantearlainteracción entre el ana- significado del concepto de alianza terapéutica. Algunos consideran
lista y el paciente. Esto generaba un cambio en el psicoanálisis que la distinción entre transferencia y alia*za no tiene sentido y es
tradicional y el uso de medidas no interpretativas. También generaba totalmente inútil, otros enclrentran útil esta distinción al menos des-
una mayor flexibilidad técnica y permitía la adaptaciín de las técnicas de lo conceptual. Sin ernbargo, los analistas del ego se encargaron de
analíticas a una mayor variedad de pacientes (Safran y Muran, 2000). recordarle a la comunidad psicoanalítica que la relación terupéutica
Richard Sterba (L898-1,989) fue el primero en destacar la impor- es un aspecto real y personal del proceso terapéutico (Safran y Mu-
. tancia de la identificación positiva del paciente con su terapeuta para ran, 2000).
52. . PAtSAJES oE LA PíCOTERAPIA .
La allanza terapéutica 51
La búsqueda de factores cornunes supone identificar con mayor frecuencia y subrayado para el desarrollo de una bue-
aquellos
puntos que comparten la mayoría de res psicoterapias
y se centra en clianza y una estrecha relación de trabaio. La relación terapéuti-
las similitudes que aparecen enúe los ,.ristintos
,roi.lor. La prornesa eonlleva el proceso de implicación emocional entre ambos
implícita de esre enfoque es ra identificación ipantes, que incluye los conceptos de transferencia y contra-
de ros factores qr. op.-
ran en el cambio psicológico en las cristintas ferencia.
terapias. Los halazgos
recientes de la investigación de resurtado,
hr, .orrtribuido a justifi- Los elementos inespecíficos en psicoterapia son compartidos por
car y fomentar este enfoque. La conclusión las formas de psicoterapia. Son los no técnicos, interpersona-
sería que no existe una
eficacia diferencial entre las psicoterapias sino ,lu, independientes de las características distintivas de las teorías que
que .., g.rr.rrl son si-
milarmente efecrivas, y la apreciación de que
l,os fr.ár., comunes ¡Ufan los tratamientos. Los factores
específicos se refieren a las técni-
pueden explicar el doble cLe varianza (30%)
que las técnicas rerapéu- Ee¡ basadas en los modelos teóricos que utilizan los terapeutas. Des-
ticas (Lambert,1992). alianza terapéutica, como vínculo de
de este marco conceptual ,la
Vale la pena mencionar tarnbién los aportes
de Grencavage y Éooperación entre terapeuta y paciente, ha sido descripta como un
Norcross (1,99a), quienes identificaron los siguientes
temas: caracte- Potente factor inespecífico.
rísticas de los pacientes, cualidades de los
,irup.o,"r, pro..ro. d.
cambio, estructura del tratamiento y relación
t.rrperti.r. Dentro
de las características der conswrtante más
comúnmente mencionadas Aproximaciones a una definición de alianza
como importantes por ros psicoterapeutas
citan ra esperanza y la ex- terapéutica
pectativa positiva. Lo centrar en este punto
es que rás pacientes cie-
ben-creer que la psicoterapia los puede ,yudar.
En luanto a las En el intento por definir y sistematizar los elementos que compo-
cualidades de ros terapeutcts más importantes,
se referían a una per- nen la relación terapéutica que sean de utilidad para el éxito de la te-
sonalidad adaptada para curtivar expectativas
positivas de cambio rapia, la noción de alianza terapéutica adquiere especial relevancia y
en el consultante y dera habilidad para
motivar a éstos mediante ha sido objeto de estudio específico y creciente investigación.
una comprensión empática de aceptación y
sostén. Los procesos de Apoyándose en los desarrollos precedentes y en la necesidad que
cambio incluían brindarles ra oportunidad
de expresar s,r, .-ocio- surge en mucircs terapeuí:as e investigadores de una conceptualiza-
nes, ayudarlos a adquirir y practicar nuevos
comportamientos, ofre- ción comprehensiva de la relación terapéutica, en 1.975 Bordin presen-
cer un marco de referencia racional y terapéutico
ql,,e tuviera ta una reformulación transteórica del concepto y propone un modelo
sentido para ellos, promoviendo la adquisición
de insighiy concien- genéric o de alianza de trabajo. Esto es, que incluye características co-
tización, y fomentando er aprendizaje emocionar
interpersonar. La munes de diferentes escuelas psicoterapéuticas, plantea un marco de
estrwctura del tratamiento fue definida como
la ayuda juru ,o, pro_ rercerencia dentro del cual pueden describirse diversos tipos de tera-
blemas de manera qae reforzara Ia sensación
de poder y autoacepta_ pia sin sufrir modificaciones y pueden, al mismo tiempo, compararse
ción' Enfatizaban también ra importancia de
el consultante como un individuo con emociones, "rrfo.r.la atención en sistemáticamente.
varores y formas Según Corbella y Botella (2003), Bordin ayudó a establecer una
particulares de observar el mundo. otro
aspecto destacado era ra conceptualizaciln que aclaró hasta cierto punto las dudas sobre el
noción de que los terapeutas deben desarroilar
una teoría del com- papel de la transferencia y posibilitó una definición de alianza de
portamiento y de cambio que ros guíe durante
sus sesiones de terapia. modo que las principales escuelas terapéuticas se sintiesen cómodas
Finalmente,la relación terapéutica fue er
aspecto común menciona- con un concepto común a todas, aunque la diversidad de matices en
jB . pAtSAJEs DE LA pSICOTERAptA
La allanza terapéutlca , jg
la conceptualización de alianza terapéutica
según cada particular varíe según la modalidad de la terapia, una alian-
teórica conrinúa siendo debatida.
Aunque Bordin percibe la AI como una po:ltiva no es curativa por sí misma, sino que es el ingrediente que
relación integrada, la aceptación y seguimiento del tratamiento por parte del pa-
tea tres componentes constitutivos: vínculo, ¡
tareas y *""trr, lá, , Hn este sentido y más específicamente, Bordin señala que las
en combinación definen ra caridad y fuerza
de toda arianza.'Aro
go de los años, estos componentes fueron tes formas de psicoterapia establecen distintas exigencias res-
refinados y craú,,ice de la relación, y entiendela alianza de trabajo como un vehículo
(Bordin 1"97 6, 1.994), entendiéndose
como:
1. Vínculo: la compleja red de conexiones permite y f.acilita el uso de técnicas específicas de psicoterapia, y
entre el paciente y e[
terapeura, que incluye ra mutua canfianza eomo una intervención en sí misma.
y aceptación. La calidad Le concepción del consultante sobre los deberes de la terapia está
determina el tono emocional de la vivencia
que el paciente ,i.;;;J
terapeuta e influye en su colaboración lmente determinada por un sentido de consenso sobre lo que se
pro..so ,".upe,rri.o. an los objetivos razonables del tratamiento. A pesar de
2. Metas: son los objetivos generales"nhacia
"l
los qr. ,.iirig. l, p.i.
coterapia. Es el grado de acuerdo entre ambos participantes acuerdan en objetivos globales y a largo pla-
ras paftes respecto de los ob.
jetivos de la intervención. una las expectativas de uno y otro suelen diferir a iorto y mediano
fuerte ari^rr^ r.ruper,i., ..trría
caracterizada por un terapeuta y un paciente , Los pacientes buscan alivio rápido a sus problemas, mientras
qra _r,ur*ente fes_ los terapeutas conciben el tratamiento como un proceso que con-
paldan y valoran las meras establecidas (Horvath
y Luborsky, 1993).
3' Tareas: las actividades específicas (sean.*pií.ir* ducirá a un eventual alivio de los problemas del paciente. Con el fin
o iápr.it".¡ dg establecer una AT adecuada, es importante que el terapeuta ne-
que debe realizar el paciente para beneficiarse
con el ffatamiento. Se
refiere al acuerdo acerca de los medios que ¡ocie las expectativas a corto y mediano plazo y las conecte con los
son adecuados para con-
segrür los objetivos propuesros. son las deseos del paciente.
conductas y cognicii"., a."-
tro de la terapia que forman ra sustancia der proceso Desarrollando estas estrategias, el terapeuta puede obtener la
aJp.i.ot.rrpir. porticipación activa del paciente para alcanzar estos obietivos; una
En una relación de buen funcionamiento,
amba, p".roi". deberían
percibir estas tareas como relevantes y alianza terapéutica firme contribuye a que el paciente aborde aspec-
eficaces y aceptar Ia responsa-
bilidad para lleva¡las a cabo. tos dolorosos y molestos, permitiendo así posponer una gratificación
inmediata. Bordin enfatizó que es el esfuerzo colaborativo entre tera-
Estas dimensiones se infruyen mutuamente peuta y paciente más que el método particular de tratamiento lo que
de manera continua, puede contribuir significativamente a la efectividad de la psicotera-
es decir, la capacidad de lograr un
acuerdo entre terapeuta y paciente
con respecto a las tareas y las metas de pia. En 1.976 afirmó que la efectividad de cualquier técnica tera-
ra terapia influye en la cari_ péutica dependerá de la claridad con que el terapeuta exponga los
dad del vínculo y viceversa (Safran y Muran,
2000). procedimientos técnicos, con las sensaciones que el paciente tenga de
Bordin manifiesta que ra reciprocidad
en ra AT es el ingrediente
esencial de la efectividad terapéutica. sus dificultades y las ideas del modo en que desea cambiar. Antes de
a. tu p.irp..ti*
A diferencia
clue los pacientes modifiquen estas normas básicas, deben adquirir
más tradicionar, que examina ras características
der paciente y del un sentido de confianza y seguridad, así como comprender lo que se
terapeuta de modo independiente, esta
noción otorga i., *arco d..r-
tro del cual pueden ser examinadas ras variables espera de él y sus deberes. Tales explicaciones constituyen, en parte,
reracionares. si bien la base parala formación de una relación sólida de trabajo. Como
para este aLltor el desarrolo de una adecuada
AT es un factor de resultado, se sentirá libre para explorar pensamientos, sentimientos y
cambio esencial en todas las formas de psicoterapia,
aunque su na_ conductas, para comunicarse con el terapeuta y para producir los
6o . PAISAJEs DE tA PsIcoTERAPIA . 6t
La allanza terapéutica
tiva, para cuidar tanto al paciente como a sí mismos. Del mismo eontrapuestas de alejamiento y cercanía, de autodefinición y de rela-
modo, es importante no extender el tratamiento más allá de lo nece- elén con otros. En una ruptura de distanciamiento el paciente res-
sario, guiados por un exceso de perfeccionismo, sino promover la ponde a esta tensión de la relación terapéutica desconectándose o
confianza en los recursos del paciente. airlándose del terapeuta, ylo de algunos aspectos de su propia expe-
flencia. En algunos casos, es bastante evidente que el paciente tiene
dificultades en expresar sus preocupaciones o necesidades en la rela-
Rupturas e impdsses en ta alianza glén. Por ejemplo, puede manifestar sus preocupaciones de manera
tndirecta. En otros casos, los pacientes se adaptan a los deseos del te-
Los conceptos de impasse y ruptura de ra arianza han sido moti- lspeLlta de una manera tan sutil que el profesional puede llegar a
vo de numerosas investigaciones, especialmente desde safran y Mu- eonfundir colaboración con sumisión. El paciente utiliza varios pro-
ran (2000). se trata de obstáculos que pueden aparecer durante la eesos, incluyendo: negación, producir respuestas mínimas, alternar
constitución, consolidación y desarrollo de la alianza. lin ningún orden los temas presentados e intelectualización. Por
Los impasses y rupturas se refieren a momentos de estancamien. ejemplo, podría negar sentir enojo hacia el terapeuta habiéndolo ex-
to en la relación terapéutica, que son inevitables ya que el paciente presado indirectamente.
protege sus modos habituales de funcionamiento (aun cuando En una ruptura de confrontación, el paciente expresa directa-
sufra
por ellos) de la influencia externa y lo expresa rá delmismo modo en nlente su enojo de manera culpabilizadora, agresiva o "creyéndose
que lo hace habitualmente fuera del espacio terapéutico. Estas con derecho a" . El malestar está dirigido al terapeuta, al proceso
ten-
siones pueden variar en su intensidad e ir desde tensiones menores terapéutico o a una combinación de ambos. Por ejemplo, el pa-
(impasses) a un quiebre mayor en la relación (rupturas). e iente podría quejarse del terapeuta como persona, criticando su
Pueden tener como base desacuerdos sobre las tareas y los objeti- rlctitud por considerarla una intromisión, o podría calificar los co-
vos o problemas en la dimensión del vínculo, y expresarse de manera mentarios del terapeuta como inútiles y cuestionar su habilidad.
directa o indirecta. Las amenazas más evidentes q.r. pro*o.ve el pa- t,os pacientes que presentan principalmente rupturas de retirada
ciente son las críticas y los cuestionamientos a la marcha del trata- tienden a priorizar las necesidades de relación sobre las necesida-
miento, pero el terapeuta debe estar muy atento a la-s situaciones de cles de autodefinición. Los que presentan predominantemente rup-
pasividad, que se expresan como desgano, desinterés, falta de cum- turas de confrontación tienen a menudo dificultades para expresar
plimiento de tareas, desajustes en er encuadre (farta de pago, ausen- §us necesidades de relación.
cias, retrasos), silencios improductivos, aplanamiento de los temas, A lo largo del tratamiento pueden surgir ambos tipos de ruptura
somnolencia. Frente a los impasses y rupturas, se debe reflexionar en en un mismo paciente. A su vez, distintos pacientes presentan un tipo
torno a posibles intervenciones destinadas a negociar la alianza y ma- más que otro. Esta predominancia refleja distintos estilos personales
nejar las tensiones. A su vez, las intervenciones pueden ser directas a la hora de enfrentar una situación. Es entonces fundamental que
o
indirectas. Por ejemplo, si un paciente cuestiona la relevancia der los terapeutas permanezcan atentos a las características específicas
examen de emociones, la respuesta directa sería ofrecer una justifica- del tipo de ruptura que esté emergiendo en ese momento más que en-
ción terapéutica y la indirecta, modificar la tarea. focarse en clasificar a los pacientes de acuerdo con una de las dos
safran y Muran (2000) clasifican las rupruras en dos tipos: por rnodalidades.
distanciamiento o por confrontación. Ambas representan ü for*u Cada ruptura comienza con un "marcador" específico, un enun-
que tienen los pacientes de controlar la tensión entre sus necesidades ciado de un paciente o acción que marca el comienzo del evento de
68 PAISAJES DE tA PSICOTERAPIA
La allanza terapéutlca , 69