Nulidad de Los Actos Jurídicos
Nulidad de Los Actos Jurídicos
Nulidad de Los Actos Jurídicos
Los hechos jurídicos son hechos relevantes al derecho y producen efectos jurídicos, y como
consecuencia del hecho se crean, modifican o extinguen derechos y obligaciones. Como
ejemplo podemos encontrar un contrato de compraventa en el cual se adquiere el derecho de
exigir la cosa comprada por parte del comprador y a exigir el dinero por parte del vendedor y
el deudor, por medio de el pago efectivo extingue la obligació n con el acreedor.
No obstante, no todas las obligaciones nacen de un contrato, también pueden nacer de la ley y
de los delitos.
Los actos jurídicos son hechos voluntarios que tienen la intenció n de producir efectos
jurídicos. puede considerarse al acto jurídico como una manifestació n de voluntad que lleva la
intenció n de crear, modificar o extinguir derechos y que produce los efectos que desea el actor
o las partes involucradas porque el derecho reconoce esa manifestació n de voluntad como
valida para producir efectos jurídicos.
En los actos jurídicos puede intervenir mas de un sujeto, Cuando en el acto jurídico existe un
solo individuo, se le denomina autor, las partes dentro del acto jurídico pueden estar
formadas por má s de una persona. Para que el acto jurídico se perfeccione no solo hace falta la
voluntad de las partes si no que es necesario que la autoridad lo reconozca.
Elementos de validez.
Los elementos de validez son ciertas características que debe llenar los elementos del acto
para que éste produzca efectos.
entre estos elementos podemos encontrar:
Ausencia de Errores.
El error en el á mbito jurídico es considerado una falsa apreciació n de la realidad, originada
por el desconocimiento de las cosas, por falta de informació n, de destreza o experiencia de la
persona.
Los elementos esenciales Son aquellos que de no presentarse no puede llegar si quiera a
conformarse el acto jurídico también son llamados elementos de existencia.
Entre los elementos esenciales podemos encontrar:
La voluntad de consentimiento:
Es la expresió n de la voluntad que el ordenamiento jurídico reconoce a los individuos sujetos
a un estado de derecho para alcanzar sus fines; esta deberá realizarse en conformidad con los
requisitos que la ley establece para cada acto jurídico.
La solemnidad:
Se considera un acto es solemne, cuando por disposició n de la ley, la voluntad del sujeto debe
de ser declarada, en la forma exacta en que el derecho ha establecido, de forma que sin este
elemento formal, el acto jurídico no tiene validez jurídica, en consecuencia la solemnidad se
considera como un elemento esencial.
Las modalidades del acto jurídico son aquellos elementos eventuales que se presentan
dentro de el acto juridico. Estas modalidades permiten a las partes al momento de celebrar un
acto jurídico hacer uso de su autonomía privada, por lo que pueden acordar determinadas
condiciones, como por ejemplo un plazo para el cumplimiento de sus obligaciones o el modo
en que estos se realizaran. Al perfeccionarse el acto juridico las partes se obligaran a acatar las
modalidades pactadas.
El termino condición hace referencia a un hecho futuro, que se establece en un documento y
que determinado hecho debe de ocurrir para que otro suceso ocurra.
El termino plazo puede considerarse como aquellos hechos que deben llevarse acabo de un
tiempo determinado para que pueda darse origen a otro suceso.
Inexistencia y nulidad.
La nulidad en el ambiente legal es un factor que afecta los actos jurídicos y que provoca la
invalidez, teniendo como consecuencia directa que una norma, acto jurídico, acto
administrativo o acto judicial deje de tener sus efectos jurídicos. Para que un acto jurídico sea
declarado nulo es necesario la declaració n expresa o tá cita de una autoridad competente y
que el vicio que lo invalida sea inherente a la celebració n el mismo.
Su funció n es proteger intereses que puedan resultar afectados al no cumplirse los preceptos
legales al celebrarse un acto jurídico o dictarse una norma.
La nulidad relativa, no pone fin a el acto jurídico, ni con los efectos efectos que nacen con el, la
nulidad relativa permite subsanar la causa que la genera para perfeccionar el acto jurídico.
Hechos Naturales
Los hechos naturales son acontecimientos de la naturaleza que pueden producir efectos
jurídicos y que está n directamente relacionados con el hombre, como ejemplo de estos
tenemos el nacimiento, la muerte, la mayoría de edad. Estos Hechos también son conocidos
como hechos involuntarios.
Hechos Humanos
Los hechos humanos son aquellos actos en los que no existe intenció n de producir
consecuencias de derecho. Estos Hechos se dividen en lícitos e ilícitos. Los primeros será n los
Actos Jurídicos y los segundos (como los delitos y demá s hechos que el orden jurídico
reprueba y sanciona) son en sentido estricto los Hechos Jurídicos.
Manifestación de la Voluntad
La teoría de la voluntad: esta teoría nos dice que la voluntad es lo ú nico valido, debido a que
es lo que desea la persona.´
Objeto
Los actos consensuales son aquellos actos que para tener validez no es necesario
especificar una formalidad y en consecuencia toda manifestació n de voluntad es
vá lida; ya sea que esta de exprese verbalmente, por escrito, por señ as, o se pueda
inferir de actos que hagan presumir la voluntad.
Los actos formales son aquellos en que es necesario que la voluntad se exprese por
escrito por lo tanto, só lo se acepta el consentimiento expreso y por escrito. La
voluntad expresada a través del lenguaje oral o del mímico no es suficiente para que
los actos formales sean validos.
Los actos solemnes (ad solemnitatem): son todos aquellos actos en los que se
especifica una formalidad especial por las leyes y por escrito y debe otorgarse ante un
funcionario determinado, con la condició n de ser sancionado de inexistencia si no se
cumple.
La nulidad es la sanció n legal que priva a un acto jurídico de sus efectos propios o normales, a
raíz de una causa existente en el momento de su celebració n.
El principal efecto de la nulidad es que se retrotrae al momento de celebració n del acto. Otras
consecuencias son: 1) La negació n de las acciones: por ejemplo, puedo oponer como defensa
que no escrituro porque hay nulidad del acto jurídico; 2) mantiene el acto la calidad de hecho
jurídico: si bien a raíz del vicio los efectos normales del acto desaparecen, subsisten los
efectos anormales. No se llega a considerar como un acto jurídico pero sigue siendo un hecho.
1) Es una sanció n legal: esto significa que es un castigo que la ley impone a quien ha
transgredido un deber legal;
2) Priva al acto jurídico de sus efectos propios o normales: significa que no le permite
producir las consecuencias jurídicas que las partes querían lograr;
La nulidad no implica privar al acto de todos sus efectos; pero el acto queda privado de sus
efectos esenciales, es decir, de aquellos que las partes tuvieron especialmente en mira al
celebrarlo.
1) La nulidad implica una invalidez completa del acto que puede invocarse erga omnes. Sus
efectos pueden ser excesivos y el vicio es originario;
2) El acto inoponible es ineficaz respecto de ciertas personas pero conserva toda su validez
entre las partes y con relació n a los demá s terceros. Los efectos se limitan estrictamente al
interés amparado por la ley y el vicio puede ser posterior en uno de sus aspectos.
Por ejemplo, los actos celebrados en fraude de los acreedores son inoponibles a éstos, pero
conservan su validez entre las partes y aun respecto de los acreedores cuyo crédito tiene
fecha posterior al acto impugnado.
A) Los actos jurídicos otorgados por quienes adolecen de incapacidad de hecho, sea absoluta o
relativa;
C) Los celebrados por quienes dependen para ese acto de la autorizació n judicial;
D) Los actos en que los agentes hubieran procedido con simulació n o fraude presumido por la
ley; o cuando fuese prohibido el objeto principal del acto; o cuando no tuviese la forma
exclusivamente ordenada por la ley; o cuando dependiese para su validez de la forma
instrumental y fuesen nulos los respectivos instrumentos.
A) Son anulables los actos jurídicos cuando sus agentes obraren con una incapacidad
accidental, como si por cualquier causa se hallasen privados de su razó n, por ejemplo, los
dementes no declarados tales;
B) Los otorgados por personas cuya incapacidad impuesta por la ley no fuese conocida al
tiempo de firmarse el acto;
C) Cuando la prohibició n del objeto del acto no fuese conocida por la necesidad de alguna
investigació n de hecho;
Acto nulo es aquel cuyo vicio se halla manifiesto, patente en el acto mismo. En este caso, el
papel del juez es pasivo; se limita a comprobar la existencia de una invalidez declarada de
pleno derecho por la ley. Es una nulidad precisa, rígida, insusceptible de estimació n
cuantitativa.
En el acto anulable la causa de la invalidez no aparece manifiesta en él, sino que es necesaria
una labor de investigació n o apreciació n por parte del juez. Por sí misma, la ley es impotente
para aniquilar el acto. La anulació n depende de circunstancias de hecho, es flexible, variable.
Por ejemplo; los actos celebrados por un demente declarado son nulos, porque el juez limita
su actividad a comprobar la celebració n de aquellos y la interdicció n legal para declarar la
invalidez. Cuando al juez le toca resolver la anulació n de un acto celebrado por un demente no
declarado debe recibir la prueba y apreciar si los hechos que invocan son suficientemente
graves como para decidir que el otorgante estaba demente en el momento de la celebració n
del acto.
Los jueces pueden declarar de oficio una nulidad absoluta só lo en el caso de que el acto sea
nulo, pero no podrá n hacerlo sin pedido de parte si fuera anulable, es decir, si la nulidad no
fuera manifiesta.
La nulidad absoluta obedece a una razó n de orden pú blico, de interés social; de ahí que pueda
pedirla cualquiera y que, inclusive, el juez pueda y deba declararla de oficio si apareciere
manifiesta, aunque nadie la hubiera pedido. Por el contrario, la nulidad relativa se establece
exclusivamente en interés de las partes intervinientes, ú nicas que pueden pedirla.
C) Nulidad total y parcial
La nulidad es completa (o total) cuando afecta la totalidad del contenido del acto, de manera
tal que todo el acto es invá lido. La nulidad es parcial cuando só lo afecta una o algunas de las
partes del acto, quedando vá lido el resto.
El principio general en esta materia está sentado en el art. 1050: la nulidad pronunciada por
los jueces vuelve las cosas al mismo o igual estado en que se hallaban antes del acto anulado.
Es necesario distinguir dos hipó tesis diferentes: a) que el acto no haya sido ejecutado; en tal
caso, declarada la nulidad, no es posible exigir el cumplimiento de las obligaciones que de él
derivan; b) que el acto haya sido parcial o totalmente ejecutado. Este es el caso que da lugar a
mayores dificultades. La anulació n obliga a las partes a restituirse mutuamente lo que han
recibido en virtud del acto anulado. Puede ocurrir que, como consecuencia de un acto nulo, las
partes hayas entregado cosas productoras de frutos. Si ambos son de buena fe y una sola cosa
es productora de frutos, los mismos deberá n ser restituídos a partir de la notificació n de
nulidad. Si las dos cosas son productoras de frutos y de buena fe se compensan. Si la parte que
adquirió una cosa productora de frutos es de mala fe, tiene que devolverlos a partir de la
celebració n del acto. Si el que actua de mala fe es el que no tiene los frutos los pierde.
Todos los derechos transmitidos a terceros por los otorgantes del acto anulado quedan sin
ningú n valor y pueden ser directamente reclamados a su poseedor actual, salvo que el tercero
sea de buena fe y a título oneroso. Si el tercero es de mala fe pierde el bien y los frutos
también. Si la cosa no produce frutos porque la dejó abandonado debe los frutos y productos
que hubiese obtenido si se hubiese utilizado normalmente. Si es de buena fe y a título gratuito
lo debe devolver, quedandose los frutos y productos hasta la notificació n de la demanda de
nolidad. En caso de haber hecho mejoras se le tienen que devolver en caso de ser de buena fe.
Siendo de mala fe los pierde
Prescripción de la nulidad
La acció n de nulidad, trá tese de actos nulos o anulables, prescribe en el plazo comú n de diez
añ os, salvo que la ley fije plazos menores. Tal ocurre con la acció n derivada del dolo, la
violencia y la simulació n que prescribe a los 2 añ os y con la de nulidad por vicios de lesió n que
prescribe a los 5 añ os. La acció n derivada de una nulidad absoluta es imprescriptible.
Los ú nicos actos que pueden confirmarse son los de nulidad relativa. É sta nulidad está
impuesta para proteger el interés privado, el interés de la persona que sufre el vicio, por lo
tanto es aceptable que la persona a favor de la cual se estableció la nulidad pueda renunciar a
ella y confirmar el acto viciado.
Por ejemplo, si un menor celebró un acto, só lo podrá confirmarlo cuando deje de ser menor.
Ademá s se requiere que al confirmar no exista ningú n otro vicio.
2) Tácita: es la que resulta de la ejecució n voluntaria, total o parcial, del acto sujeto a una
acció n de nulidad. Por ejemplo, cuando tenía 17 añ os contraje una deuda y por ser menor no
la pagué; al llegar a la mayoría de edad me presento ante el acreedor y pago mi deuda.
La prueba de la confirmació n del acto incumbe a la parte que la invoca, debiendo demostrar
ésta que existió confirmació n y que reunió todos los requisitos necesarios para ser vá lida.
Caducidad
Prescripción
La prescripció n consiste en la adquisició n o pérdida de un derecho por el transcurso del
tiempo en los plazos que indica la ley.
Estas se asemejan dado que en ambas se presenta la inacció n del titular y el transcurso del
tiempo, pero se pueden establecer ciertas diferencias:
c) la caducidad tiene plazos cortos, la prescripció n, por lo general, tiene plazos largos, siendo
el ordinario de 10 añ os.
Desde la perspectiva del Derecho, la idea de nulidad da cuenta de una condición de inválido
que puede llegar a tener una acción de índole jurídica y que genera que dicho acto deje de
tener efectos legales. Por lo tanto, la nulidad retrotrae el acto o la norma a la instancia de su
presentació n.
La declaración de nulidad se fundamenta en la protecció n de intereses que, al no cumplirse
las prescripciones legales, resultan vulnerados cuando se desarrolla el proceso jurídico. Dado
que, hasta esta declaració n, el acto era eficaz, la nulidad puede ser retroactiva (revierte los
efectos que se produjeron con anterior a la declaració n) o irretroactiva (mantiene los efectos
generados antes de la declaració n).
Es posible distinguir entre actos nulos (cuyos defectos se encuentran establecidos a priori
por la legislación) y actos anulables (en los cuales los vicios no está n expresados y son
flexibles). La nulidad, por su parte, puede ser absoluta (si el acto afecta una norma de orden
pú blico y vulnera los derechos de toda la sociedad), relativa (los interesados pueden pedir la
nulidad), total (la nulidad afecta a todo el acto) o parcial (la nulidad só lo afecta a una parte
del acto).
Debe mencionarse, sin embargo, que en el campo procesar no todo acto considerado como
irregular tiene carácter de nulo; só lo pueden considerarse como tales aquellos cuya
irregularidad esté relacionada con una forma esencial y no accidental.
Para que un acto procesal sea tachado de nulo es necesario que se cumplan ciertas
condiciones:
* Que exista incapacidad legal en algunas de las partes que de él hayan participado: Esto
significa que una de ellas es un menor de edad o tiene problemas de salud irreversibles que
le impiden tener un control absoluto sobre sus facultades, dicha enfermedad puede ser de
cará cter físico, intelectual, sensorial o emocional o una fusió n de varias de ellas.
En este punto debemos señ alar que se conoce como capacidad a la aptitud de los seres
humanos para hacer uso de sus derechos y obligaciones sin requerir la intervenció n o
ayuda de terceros. Existen dos tipos de capacidad, la capacidad de goce (aptitud para ser
titulares de los derechos y las obligaciones) y la capacidad de ejercicio (de tipo jurídica, es la
aptitud para ejercitar esos derechos y obligaciones).
En el terreno de la Iglesia Cató lica se conoce como nulidad eclesiá stica al proceso judicial a
través del cual se demuestra que existían motivos previos a la contracció n del matrimonio que
serían lo suficientemente importantes como para anular dicha unió n. A diferencia de lo que
ocurre en el divorcio (el vínculo del matrimonio es indisoluble para la Iglesia), al declarar la
nulidad se considera que dicha unió n nunca existió ; es la ú nica forma en la que una pareja
puede separarse cumpliendo las leyes de la Iglesia.
Para pedir la nulidad de matrimonio es necesario cumplir con alguno de los requisitos
presentados por el Derecho Canó nico. Algunos de ellos son:
Nulidad Absoluta es la sanció n legal impuesta a los actos celebrados con omisió n de un
requisito exigido en consideració n a su naturaleza o especie.
1° Causales de Nulidad
NULIDAD ABSOLUTA
Los casos en que tiene lugar la nulidad absoluta las establece el artículo 1682:
1) Cuando hay objeto ilícito
2) Cuando hay causa ilícita
3) Cuando se omite algú n requisito o formalidad que las leyes prescriben para el valor de
ciertos actos o contratos en consideració n a la naturaleza de ellos
4) Cuando los actos o contratos los celebran personas absolutamente incapaces
A estos casos se agregan, por parte de quienes niegan la teoría de la inexistencia en Chile, los
siguientes:
- Error esencial
- Falta de objeto
- Falta de causa
NULIDAD RELATIVA
De acuerdo con el inciso final del artículo 1682, los casos de nulidad está n dados por cualquier
otra clase de vicios.
NULIDAD RELATIVA
Pueden entonces alegar la nulidad relativa:
- aquellos en cuyo beneficio la han establecido las leyes
- sus herederos
- sus cesionarios
En estos casos la nulidad no só lo es una sanció n, sino también una protecció n que la ley
establece a favor de aquellos que han sufrido el vicio.
NULIDAD ABSOLUTA
Ella no só lo puede sino que debe ser declarada de oficio por el juez sin petició n de parte,
cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato. (artículo 1683)
NULIDAD RELATIVA
“la nulidad relativa no puede ser declarada por el juez sino a pedimento de parte.”
4° El Saneamiento de la Nulidad
NULIDAD ABSOLUTA
La Nulidad absoluta só lo puede sanearse por el transcurso del tiempo, en este caso, 10 añ os
contados desde la celebració n del acto o contrato.
(mas bien se extingue la accion de nulidad)
NULIDAD RELATIVA
La nulidad relativa se puede sanear por 2 vías:
A) Transcurso de tiempo,
Esto es, por prescripció n de la acció n de rescisió n, que es de 4 añ os. (los art. 1691 y 1692
señ ala la forma de computar los plazos)
Si lo que se hace es simplemente entregar la cosa pero no hay intenció n de transferir dominio,
solo se confiere la mera tenencia de la cosa, por ejemplo cuando entregas una casa en
arrendamiento.
Evicción
(Derecho Civil) Pérdida de un derecho aparente de una persona sobre una cosa a causa de la
existencia de un derecho de un tercero sobre esa misma cosa. El vendedor de un bien es
garantizador de la evicció n eventual del adquirente.
Anulació n de un negocio jurídico para que el verdadero titular de un derecho o cosa pueda
ejercer aquél o disponer de ésta, por haber sido privado indebidamente de uno u otra. | Para
el propietario o titular, la evicció n significa una reivindicació n o recuperació n judicial de lo
que otro poseía con justo título. | Para el poseedor actual, la evicció n integra, por el contrario,
el despojo que sufre de lo adquirido por justo título en virtud de otro superior,
correspondiente a tercero.
http://www.notarfor.com.ar/codigo-civil-comercial-unificado/articulo-1044.php
El Có digo Civil de Vélez regula la evicció n en los arts. 2091 a 2163. El Proyecto de 1987 no
modificaba esa regulació n.
La norma que analizamos tiene su origen en el art. 1008 del Proyecto de 1998.
Este ú ltimo incluía dentro de las causales de responsabilidad a las cargas reales y las
obligaciones propter rem cuya existencia no le manifestó el enajenante al adquirente, salvo
que el adquirente las conoció o si hubo de haberlas conocido. Esta ú ltima excepció n no
funcionaba si el enajenante actuaba profesionalmente en la actividad que corresponda a la
enajenació n, a menos que el adquirente también se desempeñ ara profesionalmente en dicha
actividad.
II. Comentario
Por efecto natural del contrato oneroso, todo enajenante es responsable frente al adquirente
por las consecuencias que se derivan la turbació n que un tercero realice invocando un mejor
derecho. La palabra evicció n, en términos generales, como explicaba Vélez Sarsfield, es toda
especie de pérdida, turbació n o perjuicio que sufra quien adquirió una cosa. En un concepto
má s preciso, evicció n implica que todo enajenante en un acto bilateral oneroso es responsable
frente al adquirente por las consecuencias que se derivan de la falta de legitimidad del
derecho que transmite.
Hay quienes sostienen que la " razó n de ser " de este instituto encuentra en el equilibrio que
debe existir entre las prestaciones de los contratantes, el cual se vería seriamente conmovido
si uno de ellos, el adquirente, fuese privado de la cosa que adquirió por alguien que invoque
un mejor derecho que el suyo, y el otro, es decir el enajenante, no experimentara perjuicio
alguno. De ahí que, para restablecer el estado patrimonial de las partes, el Có digo regula el
instituto de la evicció n que permite que ellas vuelvan a la situació n en que se encontraban
antes de la celebració n del acto oneroso (Casas de Chamorro).
La característica fundamental de la evicció n es que produce el efecto de juntar en un mismo
reclamo judicial dos pretensiones procesales, la de quien reivindica un mejor derecho contra
el actual titular de la cosa o del bien transmitido y la de este ú ltimo contra su antecesor en el
dominio o titularidad del derecho.
Para que funcione la garantía de evicció n, quien adquiere por título oneroso debe verse
enfrentado a otra persona que ejerce una pretensió n jurídica, por la cual le impida total o
parcialmente, el ejercicio del derecho transmitido. Esa turbació n debe encontrar fundamento
en la pretensió n jurídica que ejerce la otra parte pues si son turbaciones de hecho el
adquirente puede repelerlas por vía policial o judicial.
El requisito de la causa anterior a la adquisició n, se justifica porque el legislador ha querido
proteger a la persona que adquiere un derecho " integro" . Ló gico es suponer que si el
adquirente hubiese conocido el peligro de la evicció n, no hubiera adquirido ese derecho o
hubiera pagado un precio menor (Wayar). El enajenante só lo puede garantizar la bondad del
derecho que ha trasmitido pero no puede asegurar al adquirente contra la eventualidad que,
con posterioridad a la transmisió n, alguien adquiera un mejor derecho, como por ejemplo que
alguien adquiera el dominio de una cosa por prescripció n adquisitiva.
Procede la garantía de evicció n en los reclamos de terceros fundados en derechos resultantes
de la propiedad industrial o intelectual, a menos que el enajenante se haya ajustado a
especificaciones suministradas por el adquirente. Este aspecto había sido incluido por la
doctrina (Alterini, Lorenzetti) y está específicamente regulado por el art. 42 de la Convenció n
de Viena de 1980 sobre Compraventa Internacional de Mercaderías (ley 22.765).
Existe una obligació n de no hacer nada que turbe el derecho que transmite por parte del
propio vendedor y sus sucesores. Resulta ló gico que quién debe garantía no puede con sus
actos vulnerarla. Es la obligació n negativa de no turbar al comprador, a cargo del vendedor y
sus sucesores (Gregorini Clusellas).
La palabra evicció n deriva de "evincere" que significa " vencer" y se aplicaba en derecho
romano a la victoria en juicio. En base a ello, algunos autores sostuvieron que la garantía só lo
podía hacerse efectiva cuando el perturbador esgrimía una pretensió n judicial (Salvat).
Sin embargo, no es imprescindible para que se produzca la evicció n que la turbació n al
derecho sea esgrimida en juicio, puede provenir de una sentencia o de un reclamo
extrajudicial. Por supuesto, que en este ú ltimo caso el reclamo debe ser serio y no da lugar a la
evicció n el " simple temor" de ser turbado de un derecho.
Nuestra jurisprudencia ha admitido que cuando el derecho del tercero fuera indiscutible el
comprador puede hacer abandono de la cosa y reclamar la garantía de evicció n.
III. Jurisprudencia
1. La garantía contra la evicció n entendida como asistencia o defensa contra demandas que
tienen por objeto provocar la pérdida de un derecho es la obligació n, que pesa sobre quien
transmitió onerosamente un derecho, de asistir o sustituir procesalmente al adquirente, ya
sea éste actor o demandado, en razó n de toda excepció n, defensa o pretensió n de terceros
que, de prosperar, lo privarían del derecho adquirido; y, subsidiariamente, de indemnizarlo en
caso de incumplimiento de esa obligació n o de que la asistencia o sustitució n procesal hubiese
sido infructuosa, siempre que la pretensió n del tercero se funde en una causa jurídica anterior
o contemporá nea al acto de transmisió n del derecho Civil y Comercial (CCiv. y Com. San
Isidro, sala II, 27/4/2005, La Ley online, 14/136172).
2. La empresa vendedora, aun de buena fe, es responsable ante el comprador por los dañ o s
por él sufridos al no poder patentar el rodado adquirido por la existencia de diferencias en la
numeració n en su motor y chasis con fundamento en la garantía de evicció n (Cá mara de
Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul, sala II, 14/3/2006 , Abeledo Perrot online N°
35003190 ).
3. El titular de una concesionaria debe responder por evicció n ante el adquirente de un
vehículo que se vio privado de su uso en virtud del secuestro ordenado en una causa penal
iniciada por el verdadero propietario, ya que, si bien se trató de una medida cautelar, cuando
la turbació n del derecho proviene del accionar de un tercero, la garantía en cuestió n es
procedente ( CNCiv ., sala H, 17/4/2013, RCyS, 2013 - IX-154 )
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http://universojus.com/codigo-civil-comercial-comentado/articulo-1045
El Có digo Civil de Vélez, en el art. 2091, establece que no hay evicció n por turbaciones de
hecho, ni por turbaciones de derecho procedentes de la ley o establecidas de manera aparente
por el hecho del hombre.
La norma que analizamos tiene su origen en el art. 1045 del Proyecto de 1998.
El antecedente establecía que el tribunal podía apartarse de aplicar la ú ltima exclusió n
conforme las circunstancias de caso, ahora el texto pone como pauta de apreciació n judicial la
existencia de un desequilibrio econó mico desproporcionado.
II. Comentario
No todas las turbaciones de derecho dan lugar a la evicció n. El artículo que comentamos
aclara que no habrá lugar a garantía, ni en razó n de las turbaciones de hecho causadas por
terceros ajenos al transmitente, ni aun en razó n de las turbaciones de derecho procedentes de
la ley, ni la evicció n resultante de un derecho originado con anterioridad a la transferencia y
consolidado posteriormente.
Así, por ejemplo, no da lugar a la evicció n una servidumbre forzosa (art. 2166), ni un derecho
real (por ejemplo un usufructo) o personal (un comodato) conocido por el adquirente al
tiempo de la enajenació n.
Tampoco responde el transmitente en virtud de turbaciones de hecho ejercidas por un
tercero, por ejemplo si pretendería desposeerlo del inmueble adquirido.
La ú ltima excepció n que introduce el artículo es la que la resultante de un derecho de origen
anterior a la transferencia, y consolidado posteriormente. El art.
2095 del Có d. Civil estable una norma similar, previendo que cuando el derecho causante de la
evicció n es adquirido posteriormente a la transmisió n de la cosa pero su origen era anterior,
los jueces está n autorizados para apreciar todas las circunstancias y resolver la cuestió n (por
ejemplo una prescripció n adquisitiva iniciada antes de la venta y consolidada después). El
texto del Có digo Civil y Comercial permite al juez apartarse de esta disposició n só lo cuando
apartarse de esta disposició n exista un desequilibrio econó mico desproporcionado.
III. Jurisprudencia