El Si de Las Niñas
El Si de Las Niñas
El Si de Las Niñas
Perfil humano
Leandro Fernández de Moratín nació en Madrid en 1760, hijo del poeta y
dramaturgo Nicolás Fernández de Moratín. Viajó por varios países europeos,
sobre todo Francia, y perteneció al pequeño grupo de ilustrados españoles.
Durante la guerra de Independencia se puso al lado de José Bonaparte y
desempeñó el cargo de bibliotecario mayor. Al ser derrotados los franceses,
se vio obligado a exiliarse en Francia y murió en París en 1828.
Perfil literario
Además, Moratín fue el mejor autor de teatro del siglo XVIII. Caracterizado
por seguir fielmente las reglas del neoclasicismo, entre ellas las de las tres
unidades, con lo que esto supone de limitación de posibilidades y de
dificultad para una mejor aceptación por parte del público. Su idea,
también, de la utilidad del arte, característica del siglo, hace que los temas
se limiten a la crítica de costumbres. Moratín pretendía, como él mismo
expresa, "poner en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad, y
recomendar la verdad y la virtud".
Contexto cultural
Durante el reinado del ilustrado Carlos III (1759-1788), la influencia francesa
en España condujo a la adopción de formas artísticas neoclásicas y a una
nueva manera de ver e interpretar el mundo. Estas tendencias, que no
llegaron a ser aceptadas por el pueblo, fueron introducidas en la literatura
dramática española por Nicolás Fernández de Moratín y más tarde por su
hijo Leandro Fernández de Moratín, cuya obra más famosa es El sí de las
niñas (1805)
6.4. Personajes.
Esta obra consta de solo siete personajes que son:
· Don Carlos: es un joven instruido, buen chico y sumiso ante su tío. Su
arrojo se revela casi al final de la obra, en el momento en que Doña Irene
experimenta un ataque de ira.
· Doña Irene: es una señora avasalladora, que se mueve por un sentido
práctico que raya en egoísmo; habla sin parar y, cuando descansa, escribe
cartas.
· Doña Francisca: es una muchacha obediente y juiciosa, que finge ser
ingenua, pero que se siente culpable porque vive la emoción del amor
contrariado.
· Don Diego: es el personaje que interviene en más escenas. Siendo un
caballero razonador, franco, generoso y comprensivo, se siente atado a la
opinión de la gente por el paso que va a dar.
· Rita, Simón y Calamocha: estos tres personajes son los tres criados, los
tres tienen caracteres muy cómicos.
Todas las piezas teatrales de Moratín siguen fielmente la ley de las tres
unidades. Así, en El Sí de las niñas, la acción se desarrolla en un único
escenario: “una sala de paso con cuatro puertas de habitaciones para
huéspedes” de una posada de Alcalá de Henares. Moratín gusta de
puntualizar de cada obra el tiempo de duración de la misma: “la acción
empieza a las siete de la tarde y acaba a las cinco de la mañana siguiente”.
Así el espacio y el tiempo de esta comedia son limitados; esto constituye un
acierto teatral, ya que el espacio y el tiempo contribuyen a intensificar la
acción. Moratín se ha propuesto construir una comedia de “acción interior”.
Lo importante es lo que acontece en el alma de los personajes. Lo reducido
del espacio ha permitido que don Diego se entere por casualidad natural de
la verdad de los hechos, y ese mismo reducido espacio es el que permite el
sosegado coloquio con la muchacha primero, en esta escena, y a
continuación, con su sobrino y con doña Irene, en escenas sucesivas. La
acción es concentrada, sin acciones secundarias que distraigan al
espectador, y contribuyen a ello el tiempo y el espacio reducidos. De la
concentración de la acción surge en esta obra la tensión dramática,
consustancial a toda obra teatral.
Clasificar como realista e teatro de Moratín quiere decir que este autor ha
elegido un conflicto, un ambiente y unos personajes pertenecientes a la vida
cotidiana. La comedia neoclásica tiene una finalidad moral y pretende
ajustarse a las normas de naturalidad y racionalidad. Por ello, lo fantástico,
lo alegórico o lo espectacular están excluidos. La consecución de los fines
morales que Moratín pretende, lleva consigo elegir un tema enraizado en la
problemática de los hombres de su tiempo y unos personajes y ambientes
fácilmente reconocibles por el público. Así ocurre en esta comedia: el
casamiento entre un anciano y una jovencita era corriente en la época, pero
se derivaban una serie de desajustes sociales. Así mismo, todos los
personajes de la obra son perfectamente verosímiles.
· Una de tipo moral, ya que en ellos faltaba el amor como vínculo que
potencia la verdadera cohesión de la pareja.