La Etica y La Moral en La Edad Contemporánea

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LA ETICA Y LA MORAL EN LA EDAD CONTEMPORÁNEA

1. JOHN STUART MILL

Cursó estudios superiores, científicos en Francia y jurídicos en Inglaterra. Durante tres


años (1865-68) fue miembro de la Cámara de los Comunes de Inglaterra, desde donde apoyó,
entre otras cosas, la inclusión de las mujeres en el derecho al voto, escribiendo además un
libro titulado: Sobre la esclavitud de las mujeres (1869), todo lo cual le ha hecho ganar un lugar
de honor dentro del feminismo moderno. El utilitarismo, que sería publicado en 1863, antes de
emprender su actividad política, que quedaría subordinada a los principios éticos expuestos en
dicha obra. En la ética sostuvo el criterio utilitarista de buscar el máximo bienestar del mayor
número de individuos, la felicidad general como criterio y fin de la moralidad, apelando
al sentido común de los seres humanos para ser tenido como principio y guía de la acción. Esta
doctrina ética sostiene que la felicidad de los individuos, de cada uno, depende de la de los
demás. En la medida en que logro la felicidad de los demás consigo también la propia, de
manera que para un individuo resulta útil lograr la felicidad del conjunto en el que se encuentra
inmerso. Buscar lo útil consiste en ser práctico, valorar las cosas de manera distinta según el
uso que se haga de ellas. Por ejemplo, tenemos al cuchillo en sí mismo no es ni bueno ni malo,
resultará bueno si le sirve al conjunto de los individuos para cortar pan o tallar madera y malo si
lo utilizan para matarse. Por tanto, lo malo es lo inútil para conseguir la felicidad y lo bueno es
lo útil para lograrla. No es correcto decir que un cuchillo puede ser útil para matar, ya que el
utilitarista, reserva el calificativo de útil, tan sólo para aquello que, manejado de determinada
manera, proporciona bienestar al mayor número.[ CITATION Pab02 \l 2058 ]

El pensamiento progresista de Mill retó a la «moral» de la época victoriana. Durante este


periodo las señoras ejercían papeles subordinados al hombre. Estaban condenadas a vivir
destinos vacíos. No obstante, este ilustrado luchó por la inclusión femenina para que
participasen en todas las cuestiones civiles, sustentando que la verdadera evolución
estaba en el sufragio universal.
Pudo empatizar con cada una de ellas a través de sus publicaciones «Sobre la libertad» y
«El sometimiento de la mujer» y desde el Parlamento británico, allanándoles el camino en
esa dolorosa peregrinación hacia la igualdad. [ CITATION Dal10 \l 2058 ]

2. FRIEDRICH NIETZSCHE

Fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán del siglo XIX, considerado uno de los


filósofos más importantes de la filosofía occidental, cuya obra ha ejercido una profunda
influencia tanto en la historia como en la cultura occidental.1

Nietzsche escribió una crítica de la cultura, la religión y la filosofía occidental mediante la


genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales
(positivas y negativas) hacia la vida.
La propuesta de Nietzsche parte de esta destrucción de la moral y de su crítica a la
religión, que afirma rotundamente la muerte de Dios. Trata de superar el resentimiento que
causó la transmutación de los valores. Para ello, propone como alternativa el nihilismo: aceptar
la vida y la nada y vivir “Más allá del bien y del mal”. Se rechazarían todos los valores y normas
morales y religiosas. El mundo y la vida carecen de sentido y la única verdad es el eterno
retorno, la eterna repetición de todo. No existe la verdad ni el valor: sólo la apariencia, la
materia. Si se supera este desfondamiento, el hombre puede crearse y recrearse
permanentemente, en un continuo juego con la realidad. Superado el nihilismo, el hombre
puede vivir completamente libre, al margen de las cadenas que a juicio de Nietzsche son la
moral y la religión. De la sumisión a la voluntad divina se pasa a la afirmación de la voluntad de
poder, la fuerza, el dinamismo que arraiga en cada cuerpo. El yo se impone al mundo. La virtud
nacerá así del fondo de la pasión. El mandato ético de Nietzsche sería: “Créate a ti mismo”, a
partir del caos, del flujo de fuerzas e impulsos que eres.
El mundo no tiene sentido ni hay un ideal al que aspirar. La vida no puede enfocarse como
progreso sino como eterno presente que acontece y se repite. La vida es dolor, fragilidad,
llanto, risa, fortaleza, alegría. El hombre juega con la vida, encarna el espíritu de un niño. Jugar
es hacer cosas sin buscar un sentido, una utilidad o un rendimiento. El hombre inventa nuevos
sentidos para las cosas, decide lo que quiere ser y lo que quiere que el mundo sea. Vive a la
intemperie y no está sujeto a nada. Con Nietzsche la ética se disuelve en la estética. Los
conceptos se convierten en metáforas, y la trasgresión es una actitud permanente. Las críticas
pueden formularse desde distintos puntos de vista. La ética de Nietzsche conduce a la llamada
“posmodernidad” en la que todo vale ya no existen referentes. Su crítica a la razón y la
moralidad es devastadora y radical pero todavía existen enfoques que reivindican la posibilidad
de reconstruir racionalmente una ética. [CITATION Ign15 \l 2058 ]

3. JEAN PAUL SARTRE

Nació en París, 21 de junio de 1905-ibíd., falleció el 15 de abril de 1980, fue


un filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario francés,
exponente del existencialismo y del marxismo humanista

Para Sartre, el fundamento de la ética es el hombre, y el hombre no es otra cosa más


que un proyecto: “El hombre es ante todo un proyecto que vive subjetivamente, en lugar de ser
un musgo y el hombre será, ante todo, lo que habrá proyectado ser. No lo que querrá ser”. Por
tanto, la ética pende del proyecto del hombre. Lo que Sartre llama el “para-si”, no es otra cosa
que lo que él hace.

La moral, nos dirá Sartre, es asunto de humanos, y Dios no tiene que intervenir en ello.
La moral esta, en función de la realidad humana en tanto que esta constituye su existencia. Así
pues, en última instancia, la ética Sartreana encontrara su fundamento definitivo en la libertad.
Dios no existe no encontramos frente a nosotros valores u órdenes que legitimen nuestra
conducta. Estamos solos, sin excusas.
Es lo que expresare diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado,
porque no se ha creado a sí mismo, y, sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez
arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace.

El existencialista no cree en el poder de la pasión. No pensará nunca que una bella


pasión es un torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos y que por
consecuencia es una excusa; piensa que el hombre es responsable de su pasión. El
existencialista tampoco pensará que el hombre puede encontrar socorro en un signo dado
sobre la tierra que lo oriente; porque piensa que el hombre descifra por sí mismo el signo como
prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin ningún apoyo ni socorro, está condenado a cada
instante a inventar al hombre.  Es perfectamente exacto. Sólo que, si se entiende por esto que
ese porvenir está inscrito en el cielo, que Dios lo ve, entonces es falso, pues ya no sería ni
siquiera un porvenir. Si se entiende que, sea cual fuere el hombre que aparece, hay un porvenir
por hacer, un porvenir virgen que lo espera, entonces es exacto. En tal caso está uno
desamparado.

En cuanto a la desesperación, esta expresión tiene un sentido extremadamente simple.

Quiere decir que nos limitaremos a contar con lo que depende de nuestra voluntad, o con el

conjunto de probabilidades que hacen posible nuestra acción. [ CITATION Fra17 \l 2058 ]

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