Las Virtudes y La Imagen Cristiana Del Hombre
Las Virtudes y La Imagen Cristiana Del Hombre
Las Virtudes y La Imagen Cristiana Del Hombre
El hombre es un ser racional, que tiene en Cristo su ejemplar ideal, y por ello está llamado a
configurarse con él, mediante la conquista de las virtudes morales. En ellas se pone a prueba el
uso de la razón, y su rol en la vida del hombre.
La virtud es un hábito, una segunda naturaleza, mediante la cual el sujeto adquiere la
perfección. La virtud es como la máxima expresión de la potencia, un hábito operativo bueno,
que no solo hace bueno el acto que se ejerce, sino que redunda en el sujeto y lo hace bueno. Por
esta condición, la virtud se dice ante todo de las virtudes morales. Y en esto se diferencian y
superan a las demás virtudes que solo hacen buena la obra y no al sujeto. El hombre bueno es el
que obra conforme a la razón en el orden del actuar. Si la vida humana es la que se guía por la
razón práctica, y ésta es la “recta razón” que orienta el nivel moral del sujeto, se sigue que para
perfeccionar al hombre hay que ponerle en condiciones de adquirir y ejercer las virtudes
morales.
“Tomás de Aquino, el gran maestro de la cristiandad occidental, trató de delinear la imagen
cristiana del hombre en siete tesis, que se pueden expresar del modo siguiente:
1. El cristiano es el hombre que mediante la fe penetra en la realidad del Dios-
Trinidad.
2. En la esperanza el cristiano se proyecta hacia la plenitud definitiva de su ser en la Vida
Eterna.
3. En la virtud divina de la caridad el cristiano mantiene hacia Dios y hacia el prójimo una
disponibilidad a toda prueba que va muy por encima de la capacidad natural del amor.
4. El cristiano es prudente, es decir su mirada no se deja engañar por el sí o el no de la
voluntad; más bien logra que elsi o el no de la voluntad dependa dela verdad, de cómo son en
realidad las cosas.
5. El cristiano es justo, es capaz de vivir “con los demás” en la verdad; es
consciente de ser un miembro de la Iglesia, del pueblo y de la sociedad.
6. El cristiano es valiente, o mejor aún es fuerte, es decir que por la defensa de la verdad y por
amor a la justicia, está dispuesto a dejarse herir y si fuera necesario a afrontar la muerte.
7. El cristiano es un hombre moderado, es decir que no permite que la tendencia hacia el tener y
hacia el placer se convierta en destructiva y contraria a su destino”
Tal es el itinerario tomista del hombre que tiende a la plenitud humana. Tomás
lo había trazado como un camino hacia el fin, que en el campo moral tiene la
fuerza de los principios y se recorre mediante los actos humanos, que son los morales,
reiterados hasta que se logra el hábito de las virtudes, se reciben los dones del Espíritu y el
hombre se conforma con Cristo. El ideal del hombre coincide con el ideal del “hombre bueno”,
del hombre que conforma su vida con el orden de la razón, con la recta razón que le debe guiar
en la existencia. Solo el hombre que es capaz de hacer coincidir su ideal de humanidad con el
dela virtud es capaz de dar sentido a la existencia, aceptando la verdad profunda de su ser, de
alimentarse de la verdad no solo en el orden del pensar sino mejor aún en el de vivir, y en ese
anhelo de vivir en la verdad se encuentra en diálogo constante con los demás hombres.
Pero sobre todo la doctrina moral logra su plena realización solo en Cristo. No bastan las
virtudes naturales para la plenitud. La gracia cristiana da al hombre la posibilidad del ejercicio
Juan Pablo Rizo Padilla Las virtudes y la imagen
3° Teología cristiana del hombre
Antropología Teológica II 11 de Septiembre de 2020
de las virtudes teologales por las cuales se realiza una simbiosis de la vida humana y la divina.
El hombre crece desde dentro y pasa de imagen, a ser hijo de Dios.