Libro Vii Aristoteles
Libro Vii Aristoteles
Libro Vii Aristoteles
CLAVE: Ponernos de acuerdo sobre cuál es la vida más preferible, por así decir, para todos,
y después de esto, sobre si es la misma para la comunidad y para el individuo.
División de los bienes en tres grupos: los externos, los del cuerpo y los del alma. Todos
ellos deben tener a los hombres felices
No se adquieren y se conservan las virtudes por medio de los bienes exteriores, sino al
revés.
La vida feliz corresponde a quienes están adornados con los dones del carácter y de la
inteligencia en grado sumo
Los bienes exteriores tienen un límite, como cualquier instrumento y su exceso o perjudica o
no sirve de nada a los que los poseen. Los bienes relativos al alma cuanto más abundan
más útiles son.
La causa de los bienes exteriores al alma es lo fortuito y el azar, mientras que nadie es justo
ni prudente por suerte ni mediante la suerte.
La ciudad mejor es a la vez feliz y próspera; pero es imposible que le salgan bien las cosas
a los que no obran bien, y no hay obra buena ni del individuo ni de la ciudad sin virtud y
prudencia.
¿Qué vida es preferible, la del que participa en la política y en la comunidad civil, o más bien
la del extranjero y desligado de la comunidad política?
¿Qué régimen y qué organización de la ciudad debe considerarse mejor, ya sea que se
juzgue deseable que todos participen de la ciudad o que algunos no, pero sí la mayoría?
El régimen mejor es esa organización bajo la cual cualquier ciudadano puede prosperar y
vivir felizmente.
la vida del hombre libre es mejor que la del amo, el pensar que toda autoridad es despótica
no es correcto.
La felicidad es una actividad y además las acciones de los hombres justos y prudentes
tienen como resultado muchas y nobles obras.
entre iguales lo bueno y lo justo consiste en una alternancia, y esto es lo igual y semejante.
Los iguales son, alternativamente, gobernantes y gobernados.