Seminario
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Topografía
Alteraciones de la piel
Cualquier entidad dennatológica puede afectar la piel del abdomen. Debe
señalarse la existencia y localización topográfica de cicatrices quirúrgicas,
postraumáticas y queloides. En las mujeres multíparas, en pacientes con
ascitis y en los obesos se observan con frecuencia estrías nacaradas que
denotan la ruptura de fibras elásticas de la piel del abdomen. En el
hipercortisolismo (como en la enfennedad de Cushing) las estrías son de
color rojo-violáceo.
Vello pubiano
Es importante anotar la cantidad y distribución. En los varones es de
distribución romboidal con cierta tendencia a prolongarse hacia el ombligo.
En el sexo femenino es característica su fonna triangular. La disminución o
pérdida del vello pubiano es un elemento importante en el diagnóstico de los
estados de hipogonadismo.
Puertas herniarias
Las más importantes están localizadas en las regiones inguinal, crural,
umbilical y epigástrica. Las hernias abdominales poseen un saco revestido
por el peritoneo que se proyecta a través de un defecto o debilidad de la
pared del abdomen. Dentro del saco herniario puede existir epiplón, intestino
delgado o grueso y/o vejiga.
Movimientos abdominales
Pueden verse los siguientes tipos: respiratorios, circulatorios, intestinales
y fetales. Los movimientos respiratorios están disminuidos en la peritonitis
y las pulsaciones vasculares se observan en el aneurisma de la aorta
abdominal. El hiperperistaltismo gástrico debido a la obstrucción pilórica es
visible en el epigastrio y, el intestinal que ocurre en la etapa inicial de la
obstrucción del tubo digestivo, se observa en el resto del abdomen.
AUSCULTACIÓN DEL ABDOMEN
Para auscultar el abdomen es conveniente usar la membrana del
estetoscopio, evitar que esté demasiado fria y dejarla en los diferentes sitios
del abdomen un tiempo prudencial. La auscultación se limita al estudio de
los ruidos hidroaereos intestinales y a la auscultación de soplos vasculares. Los soplos ocasionados
por aneurismas de la aorta se oyen en el epigastrio y mesogastrio y, por
estenosis de las arterias renales, debajo del reborde costal. Los ruidos
hidroaéreos pueden estar aumentados en la gastroenteritis y obstrucción
intestinal en su comienzo, disminuidos (íleo en evolución) o abolidos (íleo
paralítico) en la peritonitis o en el postoperatorio. Para confirmar la abolición
de los ruidos intestinales deben auscultarse por lo menos dos minutos. Los
frotes se oyen en los tumores hepáticos e infarto esplénico.