Nutricion de Niños Wayuu
Nutricion de Niños Wayuu
Nutricion de Niños Wayuu
Magister
Programa de enfermería
Santa Marta
2018-2
Introducción
Es así como la población objetivo son niños menores de cinco años en extrema
pobreza de la etnia wayyu, son los más afectados, las cuales conviven
en condiciones infrahumanas de los sectores, en muchas de las comunidades en
el Departamento de la Guajira.
Más allá de la coyuntura política, económica o social, La Guajira es una región con
condiciones geográficas que dificultan la prestación de servicios y bienes públicos
a su población. Además de presentar una alta dispersión geográfica, la economía
guajira ha estado históricamente desconectada de los circuitos económicos del
país. Estos elementos comprometen la seguridad alimentaria de la población rural,
especialmente de las comunidades wayuu. En este sentido, el conocimiento de la
coyuntura requiere el estudio de los factores que han llevado a la crisis actual, ya
que de esta forma se podrán discutir y formular soluciones de largo plazo .
Se requiere que las propuestas de solución traten los diversos factores con una
visión de largo plazo. Una solución integral debe ir más allá de los programas
asistenciales y debe dirigir acciones que garanticen la seguridad alimentaria y el
acceso al agua potable de la población. Históricamente ha habido poca presencia
del Estado colombiano en el territorio, lo cual ha evitado la construcción de
instituciones sólidas con capacidad de ejercer su autoridad bajo el régimen unitario
republicano.
Esta investigación se basa en la Desnutrición de los niños Wayuu del
Departamento de la Guajira en Colombia y sus zonas afluentes como son sus
comunidades, la cual este flagelo está acabando con muchos niños. Se busca
contribuir de manera efectiva a la disminución de la inseguridad alimentaria de su
población.
Esto a futuro no sólo evitará que se presenten muertes por desnutrición, sino
además la prevención de enfermedades y problemas de salud en la edad adulta.
De igual forma, unas mejores condiciones de nutrición, favorecerán de manera
positiva las posibilidades de aprendizaje y de socialización de los niños y jóvenes,
que sin duda alguna repercute en el mejoramiento de la productividad laboral y por
consiguiente en el aumento de oportunidades laborales.
Planteamiento
En Latinoamérica. A pesar que América Latina tiene el menor nivel regional del
índice de hambre entre los países en vías de desarrollo, Haití se encuentra en un
nivel "alarmante". "Si el hambre se reduce al mismo nivel que observa este
informe que ha tenido desde 1992, más de 45 países, incluidos India, Pakistán,
Haití, Yemen y Afganistán, todavía tendrá niveles de hambre que van de
moderados a alarmantes para el año 2030, bastante alejados del objetivo de poner
fin al hambre para ese año"
Este año la mortalidad perinatal se situó en 173 casos, los niños menores de cinco
años muertos por Enfermedad Diarreica Aguda han sido 12 y por Infección
Respiratoria Aguda fueron 22 hasta la fecha.
Hasta la fecha en La Guajira han sido atendidos 20.201 niños menores de 5 años
por Enfermedad Diarreica Aguda y 35.254 mayores de 5 años. Por Infección
Respiratoria Aguda han sido atendidos 50.810 menores de 5 años y mayores de
esta edad fueron 59.053.
Las muertes maternas este año en La Guajira han sido 19, mientras que el año
pasado fueron 20 en total.
Las cifras indican que a pesar de todas las estrategias y programas que se han
llevado a cabo y de la intervención del servicio de Salud en La Guajira, el grave
problema de la desnutrición persiste y aunque hay una disminución en las cifras
de mortalidad, todavía es alarmante el número de menores que fallecen por esta
causa.
La mayor parte de los niños que mueren no alcanzan a llegar a los centros de
salud para ser atendidos debido a que deben caminar enormes distancias por el
desierto por carecer de mejores medios de transporte.
Justificación
Serán notablemente más bajitos y las mujeres, al dar a luz, tendrán más
probabilidades de sufrir problemas graves durante el parto, incluso la muerte del
bebé, debido a su menor tamaño corporal. Su sistema inmune debilitado no podrá
defenderles de muchas enfermedades. Y su menor capacidad cognitiva les
dificultará entender las lecciones en el colegio, lo que hará que lo abandonen
prematuramente o tarden más años de lo normal en completar un ciclo. De
adultos, les pasará lo mismo en su trabajo, si es que consiguen uno; debido a sus
mermadas competencias, cobrarán menos. Este es el futuro que le espera a los
159 millones de niños que actualmente sufren desnutrición crónica en el mundo.
Invisible y silenciosamente, la falta de nutrientes suficientes durante sus primeros
mil días —desde la concepción hasta los dos años: hipotecará el resto de sus
vidas que ya nunca serán lo que podrían haber sido.
La alimentación desde el embarazo es crucial. Tanto, que una dieta pobre durante
la gestación, debida normalmente a la situación de malnutrición de la madre, ya
condiciona el nacimiento con bajo peso y posterior propensión a padecer
desnutrición crónica. No obstante, en ese momento todavía hay margen para
“remontar” los retrasos del crecimiento intrauterino que hayan podido producirse.
Siempre y cuando el bebé empiece la lactancia materna con normalidad, exclusiva
durante los primeros seis meses, sea vacunado y tenga acceso a agua potable,
así como a un sistema de salud en el que le puedan tratar si cae enfermo.
Pero esos son lujos inalcanzables para uno de cada cuatro niños del planeta, la
mayoría en Asia (57%), África subsahariana (37%) y América Latina. Y cuando
alguna organización internacional se instale en su país, su región, su aldea, y les
mida en el colegio y compruebe que son bastante más bajitos, quizá 10 o 15
centímetros menos de lo que deberían medir a su edad según el baremo de la
Organización Mundial de la Salud, ya será tarde para ellos. Las secuelas físicas,
talla más baja y cognitivas dificultades para el aprendizaje y comprensión son
irreversibles.
Quizá, con su intervención, la ONG haya evitado unos cientos o miles de futuros
truncados. Como este, otros programas se suman a la lucha. La gravedad de la
situación apremia a que las sabidas soluciones, se apliquen. El mundo tiene un
mandato. El Objetivo 2 de la Agenda de Desarrollo Sostenible ratificada por todos
los países de las Naciones Unidas, es bien claro: "Para 2030, poner fin al hambre
y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las que
están en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana,
nutritiva y suficiente durante todo el año". Y su apartado dos especifica: "Para
2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluido el logro, a más tardar
en 2025, de las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del
crecimiento y la emaciación de los niños menores de cinco años [reducir 40% el
retraso en el crecimiento (talla baja para la edad)], y abordar las necesidades de
nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas
de edad.
Cada uno de estos efectos positivos, hacen parte del reflejo que tiene la seguridad
alimentaria sobre el desarrollo social de una comunidad, pues en ella confluyen
factores de tipo económico, político, social, educativo y biológico que al ser
considerados de manera sistémica pueden reflejar las condiciones de vida de un
grupo poblacional específico.
Antecedentes
"De los 652 millones de niños menores de cinco años que hay en el mundo, 161
padecen desnutrición crónica" que da lugar a problemas como el retraso en el
crecimiento (raquíticos) o un peso insuficiente (emaciados), sobre todo en aquellos
que viven en el África subsahariana. Estos problemas no afectan sólo a los
sistemas de ayuda y de salud de los países, sino que frenan su desarrollo. En los
países desarrollados el problema es de signo contrario, la malnutrición por exceso.
"Hay conciencia de preocupación por la seguridad en los niños, por ejemplo que
los bordes de las mesas en las guarderías estén redondeados, pero no tanto por
su nutrición. Los problemas de obesidad son uno de los retos que tienen los
países desarrollados".
De igual forma, la Corte ordena que se deba entregar un informe mensual, a fin de
conocer si se está logrando los objetivos.
OBJETIVOS
Objetivo general
Objetivos específicos
Marco teórico
La Desnutrición como enfermedad de origen social es la expresión última de la
situación de inseguridad alimentaria y nutricional de una población y afecta
principalmente a los niños y a las niñas. Se caracteriza por deterioro de la
composición corporal y alteración sistémica de las funciones orgánicas y
psicosociales. Dichas alteraciones implica, tanto tener un peso corporal menor a
lo normal para la edad, como tener una estatura inferior a la que corresponde a la
misma, como consecuencia de un retraso en el crecimiento.
Por otra parte, para poder establecer cuando un niño se encuentra desnutrido, es
necesario saber cuánto pesa y cuanto mide.
Además se deben tener en cuenta los hallazgos clínicos y el análisis de las causas
de la desnutrición. El marco conceptual para el análisis de la desnutrición
propuesto por UNICEF, indica cómo las causas están relacionadas entre sí.
En algunas ciudades de Colombia se pusieron en marcha programas efectivos, y
gracias a ellos la prevalencia de las formas graves de malnutrición han disminuido
notablemente, salvo en zonas de más conflicto. En nuestro país existe mal
nutrición, el 12 por ciento de los niños menores de 5 años presentaron
desnutrición por baja estatura para la edad, también conocida como desnutrición
crónica; ésta se distribuyó en 10 por ciento de moderada y 2 por ciento severa.
Las madres de niños desnutridos han recibido pocos años de instrucción formal.
En 2005, la región Atlántica desplazó a la región Pacífica como el lugar geográfico
con mayor presencia de desnutrición infantil; especialmente preocupante es la
situación de niños residentes en la Guajira en términos de baja estatura para la
edad y bajo peso para la edad, mientras que la delgadez (bajo peso para la
estatura) es más prevalente en Guainía, Putumayo y Vaupés. un 10% a
Desnutrición en niños entre 5 y 9 años es menos prevalente que en niños menores
de 5 años. Un 13% se presenta retraso en el crecimiento, 5 % bajo peso para su
edad y 1% bajo peso para su estatura. Pesé a la pobreza del Departamento, a
pesar de tantos recursos naturales que brinda, y lastimosamente por las malas
administraciones públicas de sus gobernantes, cada día el Departamento se
encuentra en una pobreza extrema.
En la conyutura de la Guajira, vemos que los factores que entran en juego son,
por mencionar, los siguientes: El fenómeno del niño 2015; generado por el
calentamiento del Océano Pacífico, se asocia con una disminución prolongada de
la lluvia. Dependiendo de su magnitud, la sequía que se genera puede durar
desde unos meses hasta varios años. Una sequía extensa, como la vivida durante
el fenómeno del Niño del 2015, reduce la disponibilidad de alimentos en un terreno
que de por sí presenta una baja vocación agropecuaria. En este sentido, podría
pensarse que la variabilidad climática genera un efecto sobre los indicadores de
desnutrición y mortalidad de la población. Analizar la presencia de ciclos en los
indicadores de desnutrición y mortalidad infantil podría ayudar a entender el efecto
del clima sobre las condiciones de vida en un territorio inhóspito como La Guajira.
La crisis económica de Venezuela; agravada por la caída del precio del petróleo
en 2014, ha generado un choque sobre la economía de La Guajira. De acuerdo
con el Banco Mundial (2016), Venezuela atraviesa una estanflación severa:
estancamiento más inflación. Esta crisis tiene una incidencia directa sobre las
condiciones socioeconómicas de la población wayuu, sobre todo de aquellas
comunidades que más dependen de la economía venezolana. Muchas de ellas se
encuentran actualmente habitando dicho país. Según el Censo 2011 de Venezuela
cerca de 400 mil indígenas wayuu residían en el estado de Zulia, que colinda con
el departamento de La Guajira. Desde un punto de vista histórico, la dependencia
económica entre ambos muestra que entre 1870 y 1930 la economía guajira
estaba basada principalmente en el comercio a través de la frontera. La actual
escasez de alimentos y productos básicos de Venezuela afecta a las familias en
ambos lados de la frontera, y por lo tanto empeora la seguridad alimentaria de la
población wayuu. Uno de los efectos más evidentes de la crisis venezolana sobre
la economía de La Guajira puede verse en las remesas provenientes de ese país.
De acuerdo con las cifras de balanza de pagos del Banco de la República, los
giros de Venezuela a Colombia cayeron sustancialmente entre 2014 y 2015.
Luego de alcanzar un punto máximo en 2013 con 492 millones de dólares, se
redujeron a 51,3 millones de dólares en 2014 y a 2,6 millones de dólares en 2015.
El manejo público de la desnutrición infantil; en este sentido, la OMS (2013)
establece algunas recomendaciones de política basadas en evidencia científica
disponible hasta el momento, que deben ser centrales para la política de salud
nacional. En general, la guía de la OMS trata ocho puntos específicos
relacionados al manejo de la desnutrición infantil: 1) la identificación de los niños
en desnutrición; 2) los criterios para remitir a los niños a un hospital, y cuándo
deben ser dados de alta; 3) el uso de antibióticos; 4) la suplementación con
vitamina A; 5) la alimentación terapéutica; 6) el manejo de líquidos; 7) la
desnutrición infantil y el virus de la inmunodeficiencia humana; y 8) la identificación
y el manejo de la desnutrición en menores de 6 meses. Es importante que las
autoridades en salud pública nacionales y regionales conozcan y sigan las pautas
establecidas por la OMS, quienes basan sus recomendaciones en los últimos
hallazgos científicos. En particular, hay que enfatizar la importancia que tienen las
campañas de prevención. La identificación temprana de la desnutrición es el
primer requisito necesario para reducir su prevalencia. Por ejemplo, dentro de los
criterios para la identificación de la desnutrición, la OMS (2013) señala que deben
tenerse en cuenta tres aspectos de los niños visitados: su retraso de peso para la
talla, la presencia de edema bilateral10 y la circunferencia del brazo del niño entre
6 y 59 meses. Esta última medida es recomendada debido a su facilidad en la
implementación y a la alta correlación que presenta este indicador en los estudios
científicos con el riesgo de muerte. Sin embargo, no siempre coincide con el
indicador de peso para la talla del niño, razón por la cual la OMS (2013)
recomienda tener en cuenta ambos para identificar los casos de desnutrición
infantil. También se ha concluido que la nutrición de las madres gestantes es un
determinante de la calidad de vida de los hijos. Black et al (2013) presentan una
revisión de los principales hallazgos científicos en materia de desnutrición
maternal e infantil en países de ingresos medios y bajos. Por ejemplo, señalan que
la deficiencia de hierro en madres gestantes se ha asociado científicamente con
bebés de bajo peso al nacer, mientras que las deficiencias en Vitamina A y Zinc
con un mayor riesgo de muerte en los niños. Una política de prevención que
identifique tempranamente a las madres gestantes y les haga un acompañamiento
nutricional durante su periodo de gestación puede contribuir a mejorar el estado
futuro de salud de los niños. Hay que resaltar que se han hecho esfuerzos
importantes en esta dirección. El Ministerio de Salud ha implementado una serie
de políticas con el objetivo de contrarrestar la desnutrición infantil en regiones
pobres como La Guajira, Chocó y Bolívar. Entre las intervenciones desarrolladas
se encuentran la implementación de un sistema de alertas tempranas en
desnutrición aguda, especialmente para zonas rurales; el programa de atención
integral en salud y nutrición con enfoque comunitario para la Alta Guajira; y el
Programa Nacional de Prevención y Reducción de la Anemia Nutricional en la
Primera Infancia (PNPRAN) (Ministerio de Salud, 2016). Para lograr que estas
políticas preventivas tengan éxito, se requieren campañas frecuentes en las zonas
más críticas, las cuales exigirán mayores esfuerzos de las autoridades locales en
el acompañamiento permanente a la población vulnerable. De igual manera, la
aplicación de los protocolos médicos recomendados por la OMS es fundamental
para superar la situación actual. Finalmente, el diálogo consensuado con las
comunidades wayuu es fundamental para que esta política logre sus frutos.
“CUIDADOS CULTURALES: TEORÍA DE LA DIVERSIDAD Y LA
UNIVERSALIDAD”
Leininger defiende que, así como la enfermería es significativa para los pacientes
y para las enfermeras de todo el mundo el saber de la enfermería transcultural y
sus competencias serán imprescindibles para orientar las decisiones y las
acciones de las enfermeras y así obtener resultados buenos y eficaces.
METAPARADIGMAS:
Referencias bibliográficas.
• Duflo, E., Kremer, M., y Robinson, J. (2008). “How high are rates of return to
fertilizer? Evidence from field experiments in Kenya”. The American
Economic Review, Vol. 98, Núm. 2, 482-488.
• Jiménez J.(14, OCTUBRE, 2015) 8.500 niños mueren cada día por
desnutrición severa. Elmundo.es. recuperado de:
(http://www.elmundo.es/salud/2015/10/14/561e3bd1e2704e36658b462c.ht
ml
• https://scp.com.co/wp-content/uploads/2016/06/1.-Desnutricion.pdf
• https://es.slideshare.net/Modelos09/diversidad-y-la-universalidad-de-los-
cuidados-culturales-de-madeleine-leininger
• http://teoriasalud.blogspot.com.co/p/madeleine-leininger.html.