Características de La Educación Feudal y Burguesia
Características de La Educación Feudal y Burguesia
Características de La Educación Feudal y Burguesia
Facultad de Educación
MODULO N° 1
SESION N° 03
GUIA PRÁCTICA
I. DATOS INFORMATIVOS:
CICLO ACADÉMICO :I
II. ACTIVIDADES:
- Luego de leer atentamente, el texto, presentará un resumen utilizando, para el efecto,
una técnica del resumen, denominado mapa semántico u otras técnicas.
- Diapositivas
- Comentario personal (expuestas)
CARACTERÍSTICAS DE LA EDUCACIÓN FEUDAL
En esta época del esclavista, el sistema de educación social, básicamente estaba a favor de
los dominantes (esclavistas); Ellos tenían el poder de educarse con derecho para el dominio
de la clase social, así no en favor de la masa popular, por esta razón el pueblo no conocía sus
derechos y deberes por lo tanto se dejaban manipular fácilmente; la clase social en ese
entonces era discriminatoria, marginada por un poder absolutista de los esclavizadores.
Características:
* Una Sociedad clasista.
* Una sociedad dominante.
* Una sociedad Absolutista.
* Apropiación de las tierras.
* Nace la propiedad privada.
Aportes:
* Forma de gobierno.
* Pedagogía tradicional.
* Las reformas y contrarreformas.
* Una educación por selección.
Se puede leer lo que manifiesta Quincho Apumayta, Raúl. (2013) Historia de la educación.
Huancavelica.
Ahora bien, estas sociedades tuvieron en común ciertas características que diseñaron
su
peculiaridad, siendo éstas las siguientes:
La Educación Egipcia.
La educación egipcia respondió a su estructura social. Los egiptólogos han
establecido que en Egipto existió una heterogeneidad de sectores sociales, tales como: los
sacerdotes, nobles, mercaderes o comerciantes, obreros o artesanos y los campesinos o
“fellahs”, y se dice también que gradualmente apareció la casta de los guerreros.
So colige entonces que existió tres segmentos precisos: en la cúspide se ubicaron
los privilegiados: nobles y sacerdotes, siendo el faraón el más representativo. Por los sectores
medios estuvieron los mercaderes y artesanos. Y en la base de la pirámide social,
indudablemente se situaron los campesinos y toda suerte de sometidos la esclavitud.
El papel de los sacerdotes. Dado que la religión jugó un rol trascendental, para
formar en la mente de los escolares la idea de existencia natural de los privilegios, los
sacerdotes fueron los profesionales que estuvieron directamente vinculados con el quehacer
educativo. Y es que la educación y la religión egipcias estaban unidas en todos sus aspectos.
El fin educativo estaba encaminado a fortalecer la moral y devoción divinas. El elemento
religioso constituyó la base de la educación y por consiguiente toda la actividad del hombre
debió orientarse hacia al servicio de la divinidad, en el afán de “buscar en el saber un remedio
para las enfermedades del alma”.
El papel de los magos. Para la educación superior, se confió a los magos y sacerdotes
el ejercicio del magisterio. Por entonces el habitante de Caldea esta convencido de que el
universo está poblado de espíritus buenos o malos, siendo el mago la persona indicada para
desentrañar estos enigmas.
La Educación Hebrea.
La sociedad hebrea conoció una fase de fuerte nomadismo, es decir, fue errabunda.
Al establecerse formalmente en Palestina alrededor de 1,200 años antes de nuestra era,
empezó a advertirse con claridad que la educación debía entregarse en dos niveles.
LA EDUCACION FENICIA.
EDUCACIÓN FEUDAL
Esta educación, aunque había avanzado mucho todavía estaba restringida. Esta educación
solo estaba permitida a los feudos y a los hijos de los señores feudales. La educación comenzó
a tener un gran auge gracias a la expansión del comercio que tenía la necesidad de personas
que supiera contar, leer y escribir. En los puertos de las ciudades.
Los monasterios Fueron las primeras escuelas medievales. El feudalismo, era el sistema
socioeconómico y político de la edad media, este era basado en la dependencia entre señores
y vasallos, en que el trabajo de esclavo había desaparecido formándose así un nuevo régimen
económico.
Sociedad:
· Estamental
· Feudalismo
Relación Feudal:
VASALLO: soldado
Restaura la imagen divina del hombre, inteligencia, la virtualidad del ámbito moral y la
fuerza de la gracia sacramental
Fuentes:
Escuelas de la época:
· Monástica
· Parroquiales
· Episcopales
· Conventuales
· Gremiales
· Universitarias
Educación femenina:
INSTITUCIONES:
La Escuela Monástica
Estaba dedicada a la educación del clero, para formar monjes y sacerdotes al servicio de la
Iglesia Católica. Sin embargo, los reyes, nobles entre otros ciudadanos sentían la necesidad
de estudiar, pero sin hacer votos religiosos, de ahí que surgieron otras escuelas como las
episcopales.
Debido a la gran influencia de las escuelas monásticas no sólo entre los religiosos, surge la
escuela episcopal en la que podían estudiar laicos además de clérigos y sacerdotes. En estas
escuelas y gracias a la invención de la imprenta (Gutenberg), se crearón bibliotecas y se
empezaron a transcribir manuscritos en latín y griego.
Carlomagno rey de los francos que formó un vasto imperio en la época medieval-feudal
apoyó e impulsó la educación en Francia y otras regiones de su reino. A fines del siglo XIII,
lleva al monje inglés Alcuino de York a la escuela Palatina en Aquisgrán. Con su ayuda el
emperador ordena que se enseñe en los obispados y monasterios salmos, cantos, gramática y
cálculo y que se dispusieran de libros cuidadosamente corregidos. Más adelante y sin peligro
de invasiones germanas, se da más apertura a estos centros educativos que se abrían como
centros cultruales y artísticas.
La Universidad
La universidad medieval fue la institución educativa que sustituyó a la escuela catedralicia.
Estas instituciones establecieron un modelo de educación superior. Era una comunidad de
alumnos y maestros que además de la enseñanza, se dedicaban a la investigación y a la
producción del saber por medio de debates y polémicas. El contenido de la enseñanza se
basaba en el Trivium, Quadrivium, filosofía y toda clase de ciencias.
Los monasterios: fueron las primeras escuelas medievales, desde el siglo VII los monasterios
cubrían la totalidad de los países que habían compuesto el viejo imperio romano.
Abaciales y monásticas:
Instituciones donde se custodiaba el saber. Este ya había sido dado al hombre y todo el
conocimiento verdadero se encontraba en el libro sagrado de la cristiandad: La Biblia. La
enseñanza era para pocos, a través de un maestro que en general introducía al novicio en el
conocimiento de los pensadores antiguos, los padres de la Iglesia y el estudio de los textos
Bíblicos.
El objetivo último no era generar nuevos conocimientos, sino simplemente, poder conocer lo
que otros ya pensaron o escribieron. El conocimiento ya había sido dado al hombre, y lo
único que este podía hacer era intentar iluminar de manera distinta esta Verdad, pero no
encontrar nuevas.
Las escuelas paganas desaparecieron, la iglesia tomo entre sus manos la institución.
Una destinada a los futuros monjes “escuela para oblatos” en la que se daba educación
religiosa.
Los bellatores (guerreros) sacaban a sus hijos de la escuela del monasterio tan pronto
aprendían la gramática.
Los señores feudales procuraban con ensanchar sus riquezas, despreciaban la institución y la
cultura.
Algunos nobles a veces sabían leer, aunque consideraban el escribir como cosas de mujer.
Durante la Edad Media el que tenía interés por el estudio y no era hijo de siervo sólo podía
satisfacer su curiosidad ingresando a un monasterio, es decir, aislándose del resto y
levantando una muralla entre su cultura y la ignorancia de las masas. Los monasterios fueron
durante la Edad Media las únicas universidades y las únicas casas editoras, hay que
entenderlo en el sentido de “universidades aristócratas”. Gramática, retórica y dialéctica
eran las columnas fuertes de la enseñanza. Los alumnos habían de tratar en discursos y
réplicas, y que algunos otros ejercicios llamados, un poco despectivamente, dictamen
prosaicum, orientaban a los alumnos en la redacción de cartas, documentos y escritos de
carácter mercantil. Apenas rendido el examen de gramática, los veía por eso abandonar la
escuela, para continuar lejos de ella la instrucción caballeresca que la escuela del monasterio
no impartía. Juristas doctos, secretarios prácticos y dialécticos hábiles, capaces de aconsejar
a emperadores y de hacerse pagar largamente los servicios, eso era lo que producían las
escuelas “externas” del monasterio. ¿Dónde se formaban los guerreros, los bellatores, esos
mismos guerreros que sacaban a sus hijos de la escuela del monasterio tan pronto aprendían
la gramática?
Los señores, preocupados con ensanchar sus riquezas por la violencia y el pillaje,
despreciaban la instrucción y la cultura. El noble a veces sabía leer, consideraba el escribir
como cosa de mujeres. Carlomagno, que tuvo por profesor a Pedro de Pisa y Alcuino, intentó
aprender a escribir, pero sin éxito.
El ajedrez y el verso llegaron a ser, a lo sumo, todos sus adornos, como la equitación, el arco
y la caza todas sus faenas. En el sentido estricto, la nobleza careció de escuelas, aunque no
de educación. Con un sistema parecido al de los efebos de la nobleza griega, la nobleza
medieval formó sus caballeros mediante sucesivas “iniciaciones”. El joven noble, en poder
de la madre hasta los siete años, pasaba luego como paje al servicio de un señor amigo.
Escudero a los catorce, acompañaba al caballero a la guerra, a los torneos y a la caza, y
cuando se acercaba a los veintiuno, solemnemente era armado caballero. La fidelidad al señor
pasó a ser el rasgo principal del caballero, el noble además de guerrero, era poseedor de un
gran dominio poblado de siervos, fuentes de rentas, ni en sus feudatarios sino como materia
dispuesta para corveas1, gabelas y multas.
El noble no se cuidaba nada más que de la guerra porque la guerra era su negocio. Las guerras
de señor a señor eran guerras de codicia. El noble que se echaba a conquistar reinos no
iniciaba una guerra como las que nos son familiares hoy en día: es decir, para apoderarse de
regiones industriales, de colonias con materias primas, de nuevos mercados de consumidores,
el deseo de procurarse fuentes de riqueza y acopiada. Durante el esplendor de la nobleza, los
torneos eran operaciones lucrativas en las cuales cada caballero arriesgaba muy rara vez su
vida. En la España de la Edad Media un caballo equivalía a un rebaño de 25 bueyes, y la
montura a otro tanto.1consistía en la obligación de trabajar gratuitamente en las tierras del
noble o señor feudal.2es un término que designa de forma genérica a los impuestos que se
gravan sobre un producto de consumo general.
REFERECIAS BIBLIOGRÁFICAS
Se proponía educar a los padres para aceptar de buena manera su pobreza y trabajar con
gusto, pero aquí hay un pequeño problema, llega la revolución industrial y requieren de
mayor gente con mano de obra barata, lo malo es que como no tienen educación no saben
operar de manera correcta la maquinaria para la manufactura y le cuesta trabajo entender
estas nuevas técnicas de trabajo. Así que recurre la burguesía a manipularlos por parte de la
religión, de lo contrario el asalariado no hubiese podido satisfacer a su patrón si se hubiera
quedado al margen de una instrucción elemental, por lo tanto, es necesario saber leer.
Como el empleado empieza a acceder a cierta cultura los esclavos se escasean. Lutero
relacionaba que la difusión de las escuelas traería prosperidad de los negocios que el pueblo
debería tener gente educada, preparada, honrada e inteligente para augurar un verdadero
futuro exitoso.
Pero por otro lado estaba “Lutero” que les impartía “clases compatibles con la iglesia “Este
aporte de este pedagogo sigue vigente, por que cabe recalcar que hay instituciones que
transmiten clase de biblia con el miso fin que tenía Lutero. Crear ciudadanos puros, honrados,
con una educación plena, entre otras cualidades. En este periodo se distinguía ante todo dos
tipos de escuelas, una para pobres y otra para los ricos de los más importantes, por ello los
hijos de los de clases superiores debían y podían comenzar temprano su instrucción, y como
su meta era ir más lejos que los otros, estaban obligados a estudiar más.
Pero surge una controversia cuando llega la revolución industrial y requieren de bastante
gente con mano de obra barata, lo malo es que como no tienen en educación no saben trabajar
de manera correcta la maquinaria para la manufactura y les cuesta trabajar o entender estas
nuevas técnicas de trajo. Así que la burguesía los manipula por parte de la religión, de lo
contrario el asalariado no hubiese podido satisfacer a su patrón, si se hubiera quedado al
límite de una instrucción elemental, por lo tanto, es necesario saber leer. Y como el empleado
empieza a someterse a cierta cultura los esclavos se disminuyen.
“Lutero” relacionaba que la extensión de las escuelas traería prosperidad de los negocios que
el pueblo debería tener gente educada e inteligente para profetizar un verdadero futuro con
éxito.
Los sirvientes de la burguesía tienen necesariamente que cerrarle las puertas de la universidad
al hijo del obrero para que se vea obligado a estudiar cursos cortos, y se entregue al mercado
laboral. De esta manera, venderá su fuerza de trabajo principalmente en trabajos manuales,
y le facilitará al burgués reponer la mano de obra desgastada, que no por casualidad son sus
mismos progenitores.
Ahora la batalla es contra un muro medieval. La vieja estructura del claustro medieval de
estas universidades autónomas son verdaderas dictaduras donde el consejo universitario tiene
un poder casi absoluto sobre los estudiantes y trabajadores. Pseudos élites que confunden la
autonomía con soberanía. Es decir, cierta libertad académica que les concede el Estado la
confunden con la plena independencia. O, mejor dicho, confunden a sus escuálidos.
Estas universidades son espacios de poder independientes del Pueblo. El mismo Pueblo que
las financia por medio del Estado, pero que no están sujetas a su control. Es decir, son
verdaderos instrumentos de la lucha de clases bajo control de la burguesía y manejados por
sus sirvientes. Y no podía ser de otro modo. La educación burguesa heredó el carácter de
clase de la educación feudal que se ha mantenido desde el mismo nacimiento del modo de
producción capitalista. Es decir, la educación es para el hijo del burgués y no para el hijo del
obrero. Y eso lo demuestra la historia de la ideología burguesa.
Martín Lutero, interprete de la burguesía, decía que “el tesoro mejor y más rico de una ciudad
es tener muchos ciudadanos puros, inteligentes, honrados, bien educados, porque éstos
pueden recoger, preservar y usar propiamente todo lo que es bueno”, y por otro lado decía
que “al Señor Todo el Mundo —refiriéndose a los trabajadores— se lo debe empujar
corporalmente a trabajar y a cumplir con sus deberes piadosos, como se tiene a las bestias
salvajes en prisión y encadenadas.” Y en otra oportunidad agrega: “Ninguna tolerancia,
ninguna misericordia con los campesinos. Se les debe tratar como a perros rabiosos”. Ponce
(1981).
La intención del protestantismo fue educar a la burguesía acomodada. Pero Lutero no era el
único que pensaba así. Los jesuitas también se esforzaron en captar la educación de los nobles
y de la burguesía acomodada, para dar a sus alumnos la mejor enseñanza compatible con los
intereses de la Iglesia y de su orden que estaban amenazadas. Nunca pensaron en la educación
de la pequeña burguesía y de los trabajadores. Los jerónimos tampoco deseaban instruir a las
masas. Tomás de Kempis, el autor de La Imitación de Cristo, les decía: “Guárdate del deseo
de saber demasiado (…) es un gran insensato el que busca otra cosa que no es la de servir a
su propia salvación.” Tomás de Kempis (s/f)
¿Y qué decía John Locke? Este pedagogo y economista pensaba que "los hijos de los
trabajadores son normalmente una carga para la parroquia, y por lo general son mantenidos
en inactividad, de modo que se pierde su trabajo hasta que alcanzan 12 o 14 años de edad".
Locke sugiere que se establezcan "escuelas de trabajo” para los niños pobres en cada
parroquia de Inglaterra, con el fin de que los infantes “a partir de los 3 años de edad conozcan
el trabajo." Locke (1697)
¿Y qué pensaba Voltaire? Este interprete de la alta burguesía y la nobleza ilustrada en una
oportunidad le escribió a su amigo el rey de Prusia: “Vuestra Majestad prestará un servicio
inmortal al género humano si consigue destruir esa infame superstición [la religión cristiana],
no digo en la canalla, [el pueblo] indigna de ser esclarecida y para la cual todos los yugos
son buenos, sino en la gente de bien.” Ponce (1981).
¿Y qué hay de Rousseau? Aníbal Ponce asegura que Rousseau no pensó para nada en la
educación de las masas sino en la educación de un individuo suficientemente acomodado
como para permitirse el lujo de costearse un preceptor. Su Emilio es, en efecto, un joven rico,
que vive de sus rentas y que no da un solo paso sin que lo acompañe su maestro. Ponce
(1981).
Más que suficiente para entender el carácter de clase de la educación en nuestra sociedad. La
pelea es peleando. Los cambios pedagógicos fundamentales se imponen con el triunfo de la
clase revolucionaria que los reclama. Lenin no creía en reformas superficiales. En el primer
Congreso Pan-Ruso de 1918, Lenin decía: “Alguien nos reprocha de hacer de la escuela una
escuela de clase. Pero la escuela ha sido siempre una escuela de clase. Nuestra enseñanza
defenderá por eso, exclusivamente, los intereses de la clase laboriosa de la sociedad.” Es
decir, educar para liberarnos de la dictadura del capital. Y con simples reformas no
alcanzaremos nuestros objetivos. Las reformas se pueden emplear como un medio, pero no
pueden ser un fin en si mismo como acostumbra la derecha. Derecha que por cierto pasa
bastante trabajo cuando las élites del sistema educativo son más clasistas que los políticos de
turno.
Lo digo porque recientemente el presidente francés Nicolas Sarkosy intentó reformar las
escuelas de élites francesas, y pidió a estos centros de enseñanza que diseñen mecanismo
para permitir el ingreso de un 30% de alumnos becados por el Gobierno. El objetivo es que
estas escuelas exclusivas se abran a la sociedad y acojan en sus aulas a estudiantes de escasos
recursos.
Por supuesto, la reacción fue inmediata. Los directores de las Grandes Escuelas, centros que
son elitescos con relación a las Universidades, y que han dominado el sistema nacional de
educación superior por más de dos siglos, rechazaron la medida. La Conferencia de las
Grandes Escuelas (CGE), el órgano que las agrupa y las representa, emitió un dictamen donde
expresa que el libre ingreso a las Grandes Escuelas bajaría el nivel, y por lo tanto, han dejado
claro de manera enfática que "los niveles de los concursos deberán seguir siendo los mismos
para todos".
Por parte del gobierno, el Comisionado de Diversidad e Igualdad de Oportunidades, Yazid
Sabeg, criticó el rechazo de las Grandes Escuelas a la propuesta de inclusión del gobierno.
Esto dijo indignado: "Los pobres no amenazan la calidad de nuestras escuelas ni la de los
estudiantes que se gradúan. Decir eso es escandaloso. Además, la Conferencia de las Grandes
Escuelas está sujeta a una política que se conduce al más alto nivel del Estado. Hay un
gobierno que lleva a cabo la política educativa de este país, hay un importante financiamiento
público (...) Todas estas escuelas están sujetas a una línea política y la línea política de hoy
es hacer de la apertura social una cuestión muy fundamental de la política educativa”.
También el director del Instituto de Estudios Políticos de París, Richard Descoings, criticó el
rechazo de las Grandes Escuelas a la propuesta del gobierno. Refiriéndose a la negativa de
los directores de las Grandes Escuelas a facilitar el ingreso de los becarios, Descoings se
expresó de esta manera: «¡Es una reacción antisocial en toda su amplitud!» Es decir, «la
inteligencia, la curiosidad intelectual, la capacidad de trabajo, todo eso [según las élites] sería
exclusivo de “los ricos”, porque facilitar el ingreso a los becarios, es decir, a la clase obrera
y a las clases medias bajas, significaría “bajar el nivel”».
Aparentemente el gobierno de Sarkosy intenta una reforma del sistema educativo francés,
uno de los más elitescos del mundo. Sin embargo, doscientos años de privilegios no se
entregan tan fácilmente. Se trata de controlar la reproducción del orden social burgués. Las
Grandes Escuelas más importantes reciben principalmente a los estudiantes que pertenecen
a la clase dominante y son preparados para dirigir la alta administración, la industria, la
banca, la investigación, etc. En otro nivel, están las Universidades que acogen a una parte
importante de estudiantes provenientes de clases populares, quienes son formados
principalmente para cargos técnicos y mandos intermedios. De esta manera se reproduce el
orden social necesario para mantener el sistema capitalista, es decir, la dictadura mundial del
capital, que se extiende desde el centro capitalista europeo hasta aquí en la periferia donde
los estudiantes revolucionarios de Venezuela están dando la batalla.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ponce, Aníbal. (1981). Educación y lucha de clases. Editores Mexicanos Unidos, S.A. 4ª
Edición, Marzo de. pág. 156 -157