Le Fe - Desconocido
Le Fe - Desconocido
Le Fe - Desconocido
Dibujo de la tapa
EL “OM"
LA RESPIRACION
RITMICA Y
LA CONCENTRACION
MENTAL
A nuestro Piesidente de Tesis,
Sr. Profesor FERRARI.
A los Profesores
EUGENIO y CLAUDIO OLIVER.
A JORGE BERNARD
que ha colaborado complacientemente
con las experiencia».
A ARTEMIO GALIP
que trajo de un templo de Zaratustra
los ejercicios que estudiamos aquí.
A ESTANISLAO STUCKGOLD.
Con el único propósito de servir,
los Integrantes del Centro
de Estudios URIEL de Montevideo
han traducido del francés
la presente obra, llevando así
al alcance de todos sus hermanos
de los países de habla española
las luces del Doctor Francis Lefebure
tal como lo desea este venerado Maestro.
Dr. FRANCIS LEFEBURE
LA RESPIRACION
RITMICA Y
LA
CONCENTRACION
MENTAL
UNDECIMA EDICION
EDITORIAL KIER, S.A.
Av. Santa Fe 1260
1059 - Buenos Aires
Título original en francés:
La respiration rythmique en la
coneentration mentale
Traducción de:
Centro de Estudios URIEL de Montevideo
Tapa:
Baldessari
Ediciones en español:
Editorial Acuario, S.A. Buenos Aires
años: 1962 y 1965
Editorial Kier S.A. - Buenos Aires
años: 1969 - 1971 • 1973 • 1975 • 1978 • 1980 • 1982 •
1985-1990
Libro de edición argentina
ISBN: 950-17-0073-9
Queda hecho el depósito que marca (a ley 11.723
© 1990 by Editorial KIER, S.A., Buenos Aires
Impreso en Argentina - Printed
in ArgentinaCantando y
Prólogo
danzando,
Así se adelanta Zaratustra.
Nietzsche
El descanso preparatorio
¿Qué es, ante todo, la respiración rítmica? ¿No es rítmica
toda respiración? Cabe señalar que esta en gene
ral, poco regular; los movimientos, las palabras, perturban
su regularidad; y la afectan mucho más los pensamientos,
como lo han demostrado numerosos experimentadores mo
dernos.
La observación de estos hechos nos lleva a comprender
la condición indispensaba para obtener ana rfljpiréfción
cuyo ritmo sea regular. Esta condición es el descamo.
Relajará uno por uno todos sus músculos; para esto podrá
adoptar la costumbre de seguir un circuito determinada
pierna derecha, brazo derecho, músculos de la cabeza, bra
zo izquierdo, pierna izquierda y músculos del tronco para
terminar. Debe repetir este ejercicio varias veces porque
cada vez que su atención se desvie algunos músculos co
mienzan de nuevo a contrarse ligeramente, como los niños
que en la clase se portan mal cuando el profesor vuelve la
espalda. Adquirirá progresivamente este dominio muscular.
Entonces observará que la calma muscular y nerviosa lo
grada repercute en los pensamientos, cuyo curso se hace
más tranquilo.
¿Cuáles son los momentos más favorables?
Por una parte, al despertar, cuando el tráfago del día
aún no ha tenido tiempo de actuar sobre nuestro experi
mentador, en el instante en que goza de la euforia que sigue
al desvanecimiento del mundo de los sueños. Oirá oportu
nidad es ak acostarse. Sacará provecho del sosiego que se
produce en los individuos normalmente equilibrados, o que
se insinúa al menos, en los demás.
Asi, de mañana y de noche, durante los instantes que
dedique a estos ejercicios, nuestro paciente, se esforzará en
observar la entrada y salida del aliento en su pecho, único
pensamiento que conservará.Capítulo II
La respiración completa
Después de haber practicado algunos días el ejercicio N° 1,
el paciente emprenderá los ejercicios de respiración comple
ta. Su finalidad es hacer penetrar el máximun de aire en
los alvéolos pulmonares, permaneciendo en el mayor des
canso físico y psíquico posible.
Esto parece contradictorio-, se supone a menudo que pa
ra hacer penetrar grandes cantidades de aire en los pulmo
nes es menester hacer ruidosas respiraciones combinadas
con movimientos de brazos. Pero entonces el sujeto lleva
sobre toda su atención hacia los miembros y descuida el
funcionamiento de los músculos respiratorios.
En los ejercicios que seguirán, toda la atención será lle
vada hacia los músculos respiratorios.
Hay que descomponer cada aspiración en tres tiempos,
pero observemos de inmediato que estos tiempos se suceden
sin interrupción. Es esencial que la respiración permanez
ca tranquila y regular.
La inspiración y la espiración se efectúan siempre por
la nariz. Asi se hace en todos los ejercicios de respiración
rítmica, a fin de que la espiración expulse el polvo que ha
ya podido ser detenido en la inspiración por la mucosa
nasal, recalentándola.
1) Inspirar por la boca favorece las rinitis al ser enfriada
la mucosa nasal por la inspiración, cuando no es calentada
por la espiración. Se puede realizar fácilmente la experien
cia inspirando por la nariz y espirando por la boca algu
nos minutos en tiempo frió: el dolor nasal se hace rápida
mente intolerable.. Llenado de la parte inferior de la cavidad toráxica.
Esto sólo es posible descendiendo el diafragma,
operación
que empuja hacia adelante la pared abdominal. Cuando
el
movimiento es correctamente ejecutado se aprecia una
on
dulación de la pared abdominal, que parte del bajo
vientre
y asciende hasta la cintura. Durante esos instantes las
cos
tillas deben permanecer absolutamente inmóviles.
La respiración abdominal
A) Ejercicio depresor:
Inspiración: 3 pulsación ce cardíacas
Apnea, pulmones llenos: 1 pulsación cardiaca
Espiración: 12 pulsaciones cardiacas
Apnea, pulmones vacíos: 1 pulsación cardiac
a
Después de los primeros ejercicios, la calma de los fe
nómenos de agitación y ansiedad es momentánea; pero
cuando los ejercicios son repetidos con perseverancia, la
mejoría se hace durable y estable.
B) Ejercicio tonificante:
C) Ejercicio estimulante:
El ejercicio fundamental
A) Resistencia al frío.
B) Resistencia al calor.
Capítulo VIl
SUJETO A
1° Experiencia. — Respiración normal:
CO2 producido en 10 minutos: 2 lts. 080
O2 consumido en 10 minutos: 2 lts. 481
Cociente Respiratorio: 0,84
SUJETO a
1* Experiencia. — Respiración normal;
CO2 producido : 2 lts. 390
O2 consumido: 2 lts. 610
Cociente Respiratorio: 0,91
1 VER PÁGINA 50
.
placas. Se le somete entonces a tratamiento de rayos X e inyecciones
de naiodina, que lo fatigan mucho, sin resultado. Los malestares
continúan agravándose: temblores involuntarios, desórdenes cerebe
losos, predominantes en los miembros inferiores. Las fases de mejoría
son de corta duración.
En noviembre de 1940, guarda cama, y no se volverá a levantar
hasta su curación definitiva.
Presenta entonces incontinencia de esfínteres, una paraplegia
espasmódica, con un poco de atrofia muscular; desórdenes respira
torios: bronquitis y puntos de congestión pulmonar frecuentes. El
pronóstico aparecia muy desfavorable.
En ese momento de desesperación decisiva, la familia pidió
consejo a un discípulo de Peter Deuaov. Este ordenó él ritmo 4-16-8
mañana y noche, al comienzo ocho veces solamente, luego doce,
luego algunos minutos- ‘Le explicó que su enfermedad provenía de
haber sido muy duro en su vida pasada y en la falta de sensibilidad.
La médula espinal, centro de la sensibilidad, se había endurecido en
la vida presente por el endurecimiento anterior de su alma. Debia,
para curarse, concentrarse cada dia sobre esta idea, y sobre la qué se
deriva de inmediato: curar ante todo la dureza del alma por la
bondad, la sensibilidad hacia loa demás, y a la larga, esta curación
del alma se reflejaría sobre el cuerpo. Pidió igualmente al enfermo
que imaginara oleadas de luz atravesando su columna vertebral y
sus miembros inferiores.
Estas observaciones que, en la época podían parecer asombrosas,
entran en el cuadro actual de las investigaciones de la medicina
psicosomática los nuevos procedimientos de sugestión y los análisis
psicofiricoe. Por ello los citamos aquí, aunque parezcan más filosóficos
que médicos y con un espíritu de objetividad científica que requiere
que los hechos sean expuestos tales como han sido.
M. B. es adversario de las ciencias ocultas y hasta de la religión,
y no cree en la eficacia del tratamiento. Sólo a instancias de su
familia, y para complacerla, aceptó hacer los ejercicios.
Una semana después, comienza a mover un poco los dedos de
los pies.
En marzo de 1941, levanta el pie por encima de la cama. Sólo
entonces recupera algo de confianza y practica los ejercicios con un
principio de convicción.
En agosto de 1941 marcha con dos bastones y difícilmente.
En diciembre de 1942, camina con un bastón, y desciende esca
leras.
En el curso de 1943, la curación era prácticamente total. Sólo
conservaba un bastón por hábito, pero podia prescindir de él Volvió
a su trabajo.
A) En el pensamiento
Del hecho de que el ritmo del pensamiento sea sincrónico con
la respiración, resulta que uno refuerza al otro.
¿Qué son dos cuerdas al unísono? Dos cuerdas cuyo
tiempo de vibración es el mismo. Haced vibrar a uno y el
otro también vibrará. La energía suministrada a uno la
volveremos a hallar en el otro.
Lo mismo ocurre en la energía física que proporciona
el cuerpo, una parte de la cual es utilizada en los movi
mientos respiratorios y que será trasmitida al pensamiento,
si éste se halla en el mismo ritmo. Hay, pues, una verda
dera transferencia de energía física a la energía psíquica.
Esta transferencia no debe asombramos. El pensamien
to surge mediante el aporte de sangre al cerebro, y será
tanto más definido cuanto más rica sea la sangre. Esta
transformación da la energía física en energía psíquica es
la condición necesaria para que el pensamiento pueda ma
nifestarse. Ello no perturba el problema del origen del pen
samiento, sino solamente sus condiciones de manifestación,
en la conciencia de vigilia. Hemos visto su influencia sobre
la tensión arterial al estudiar la acción de la respiración
rítmica en la circulación. Recordemos que, ritmada a cada
respiración, una masa sanguínea es enviada a todo el orga
nismo. Esta variación de tensión es más importante en
cantidad, más lenta en ritmo y más regular durante la res
piración rítmica y, naturalmente, el cerebro la experimenta
tanto como los otros órganos, si no más.
Ahora bien, en el pensamiento ritmado con la respira
ción, como indicamos, ritma asimismo con esta variación
de tensión intracerebral. Cada pensamiento es emitido
regularmente, sincrónico con el influjo sanguíneo suple
mentario.
Nos encontramos en condiciones óptimas, con este sin
cronismo, para la transferencia de la energía psíquica.
B) En él cuerpo físico
Capítulo X
LA concentración mental
Hemos estudiado, antes que nada, la respiración rítmica
como una gimnasia física de género muy particular y lue
go su asociación con ciertos ejercicios mentales.
Estudiaremos ahora nuevos ejercicios mentales, emplea
dos antiguamente, pero casi olvidados en nuestra época.
Trataremos de demostrar cómo, del mismo modo que la
gimnasia física actúa sobre el cuerpo, esta gimnasia men
tal modifica la inteligencia, la sensibilidad y la voluntad,
y cómo, “al igual que la gimnasia física, puede mejorar
ciertos estados patológicos y aún curarlos aplicándolos a
tratamientos psiquiátricos.
En el estudio de la respiración rítmica, nos hemos
planteado la siguiente cuestión: cuál es él mejor medio para
que el espíritu actúe sobre el cuerpo, y hemos llegado a la
conclusión de que es por medio de la respiración. Hemos
descrito luego los ejercicios respiratorios adecuados para
cada caso y examinado algunos de sus efectos.
En la descripción de la concentración mental, procede
remos con un plan análogo.
Describiremos, ante todo, el ejercicio fundamental, que
permite actuar sobre la psiquis, y daremos una explicación
de lo que entendemos por el término de "ejercicios de con
centración del espíritu”.
Describiremos lo mejor posible sus efectos sobre un su
jeto normal, del mismo modo que para la respiración rít
mica hemos estudiado los efectos fisiológicos en cada
sistema.
Describiremos las variantes y las adaptaciones, según
los casos, de estos ejercicios de concentración mental, asi
como hemos completado el estudio del ritmo fundamental
por el análisis de los ejercicios adaptados a cada caso.
Indicaremos, igualmente, cómo combinar el ejercicio de
concentración mental con el respiratorio, a fin de reforzar
sus efectos al máximo.
A En el Pensamiento
B En 1a Sensibilidad
C En la Voluntad
1
La palabra conciencia no se toma aqui en su sentido moral.
decir que estos métodos de cultura, desentendiéndose de lo
ilusorio, alcanzan lo esencial.
Hay que observar, por último, que si la cultura, tal co
mo se la concibe comunmente, no busca aumentar el estado
de conciencia, este fenómeno, no obstante tiende a crearse
espontáneamente en la vida de cada uno.
1) La Mono-idea patológica
b) La dirección de la idea.
La concentración “interior”
Es evidente que las imágenes que pueden servir en estos
ejercicios de concentración, son innumerables. Su efecto va
ria siguiendo reglas precisas. Cuando el objeto imaginado,
es de colar roja, por ejemplo, el ejercicio tiene sobre la vida
psíquica una acción tonificante y excitante. Por el contra
río, el color azul tiene una acción calmante, suavizante. Pe
ro habiendo sido ya estudiada por varios autores esta acción
de los colores en el psiquismo, no nos detendremos. Trata
remos sólo de exponer algunos ejercicios mentales menos
conocidos.
Intentaremos dar progresivamente una idea.
Los objetos que percibimos están en el exterior de nues
tro cuerpo; y es muy natural, por lo tanto que cuando que
remos formar de ellos una imagen mental, localicemos esta
imagen, con relación a nuestro cuerpo, en la dirección en
que estaría el objeto si realmente le contempláramos. Cerre
mos los ojos e imagine.ncs un árbol. Le veremos ante nos
otros, enfrente nuestro. Asimismo, podemos ejercitamos en
imaginarlo a nuestra derecha o a nuestra izquierda, pero no
vendrá espontáneamente a la idea de nadie imaginarlo de
trás suyo. Sin embargo, quien lo quiera lo podrá.
Es muy importante tomar conciencia de la posibilidad
de localizar nuestros pensamientos-imágenes, con relación
a nuestro cuerpo físico; de llegar a movilizar estos pensa
mientos-imágenes como desplazaríamos un cbjeto físico, por
que es sobre esto que están fundamentados los ejercicios que
siguen.
En estos ejercicios es necesario formar el pensamiento-
imagen en el interior dél cuerpo. Por no ser habitual esta
forma de pensamiento, vamos a tratar de explicamos más
claramente.
Es menester volver a tomar la imagen visual, tema de
concentración, la rosa, imagen formada mediante un largo
trabajo y que en esa forma ha adquirido la precisión, la ni
tidez y en cierto modo, la realidad. Esta imagen se ha for
mado espontáneamente ante la mirada.. Ahora hay que ima
ginar que ella se aproxima, luego que teca la frente, por
último, que ella penetra en el interior del cráneo.
Algunos no lo lograrán de entrada. Pero con un poco
de perseverancia será fácil representarse una flor en el me
dio de la cabeza en la intersección de una horizontal que
pasa entre los dos cjos y una horizontal perpendicular a la
primera, pasando cerca de las orejas. El cáliz de esta flor
se abre ampliamente hacia arriba. De su centro debe ema
nar una luí lo más brillante posible. Hay que mantener
esta imagen durante bastante tiempo, aunque sin fatigarse.
Se objetará que este ejercicio es difícil. Algunos ejerci
cios personales convencerán rápidamente de lo contrario.
Adquirido el hábito, lo que sólo lleva unos días, general
mente, el ejercicio se persigue con facilidar y placer. Es un
mundo de sensaciones extrañas y desacostumbradas que des
cubre el experimentador, y persevera espontáneamente. Le
jos de ser más difícil que los ejercicios de concentración
precedentes, este ejercicio es mucho más fácil cuando se ha
familiarizado con él.
Todo sucede como si la naturaleza hubiera construido al
hombre para pensar asi, pero sin que él jamás lo haya ad
vertido.
Es natural preguntarse cuáles son los beneficios de pare
cida técnica mental.
Algunos efectos de este ejercicio serán rápidamente ex
perimentados por el mismo sujeto.
La intensidad de la concentración aumenta más rápida
mente que por otro método. Es evidente que sucesivamente
todas las otras facultades de la inteligencia se desarrollen
en forma paralela. Los beneficios descritos con motivo de la
concentración mental, se multiplican cuando el objeto de
concentración se halla colocado en el cuerpo. E1 sujeto expe
rimenta cada vez más la extraña impresión de descender en
si mismo.
Además, la imagen asi visualizada en el organismo tiene
una profunda acción sobre él.
En la circulación es más evidente la acción.
Esta acción en la circulación puede probarse cuando la
imagen es visualizada por sujetos experimentados, no en el
centro del cráneo sino en el centro del tórax, en la vecindad
del corazón.
Los yoguis de la India utilizan esta técnica.
El profesor Laubby ha señalado que ellos pueden, a vo
luntad. acelerar o retardar su corazón. Pueden debilitar a
voluntad sus latidos hasta el punto de que el pulso, al ha
cerse impalpable en la radial, sea casi imperceptible en la
humeral. El electro-cardiograma practicado entonces, mues
tra que en lugar del complejo P Q R S T 1 sólo subsiste
una ligera fibrilación, único testigo de la extraordinaria
atenuación de las contracciones.
Y asi, la visualización —formación de una imagen men
tal en el interior del cuerpo, sobre todo durante la respi
ración rítmica— tiende a aumentar la acción de la voluntad
sobre este órgano, al mismo tiempo que modifica su circulación.
Pero resulta evidente que para el perfeccionamiento de
la actividad intelectual, la visualización en el interior del
cerebro es la más importante. Sería interesante, igualmente,
practicar electroencefalograma durante estas experiencias.
Agregaremos que las enseñanzas orientales consideran
estos ejercicios de concentración en regiones interiores co
La concentración suprema
¿Cuál es el motivo o tema de concentración y de visuali-
zación más simple que pueda concebirse y al que deba ape-
larse para simplificar al máximum el contenido de vida
interior?
Tal motivo o tema es el punto, evidentemente. Es per
fectamente posible imaginar una mancha luminosa cada vez
más pequeña. No cabe imaginar una cosa más simple. Por
ello, al comienzo, a muchos les será más fácil tomar el pun
to luminoso como tema de concentración. Y debería ser
adoptado por todos, porque se trata de un ejercicio que vi
goriza, más que cualquier otro, la vida interior.
Mejor aún, escuchemos lo que dicen los que lo han
experimentado durante años; nadie está obligado a creerlos,
pero cada uno puede elegir este camino y verificar por sí
mismo la exactitud de estas afirmaciones.
Afirman que quien se esfuerza en visualizar un punto
luminoso lo más pequeño posible, lo ve pronto rodeado de
una aureola brillante. Cuanto más minúscula es la imagen
del punto central, tanto más crece la luz que irradia.
Es menester disociar bien estos dos fenómenos: el es
fuerzo voluntario, creación del punto y la consecuencia per
cibida pasivamente: la extensión, alrededor del punto de
concentración, de la luz visualizada. Y así, cuanto más se
aproxima voluntariamente el experimentador hacia lo infi
nitamente pequeño, tanto más se extiende, de vuelta, su
pensamiento hacia lo infinitamente grande.
Estos fenómenos son más intensos cuando el punto lu
minoso visualizado se localiza en el centro del órgano o en
el centro del tórax.
Bien pronto el efecto pasa de una simple acción inte
lectual: se hace sentir la sensibilidad. Son las reacciones
—ya estudiadas— de la concentración mental en la sensi
bilidad, pero muy amplificadas cuando el tema elegido es el
más sencillo que puede concebirse: el punto.
Nace en el investigador un interés creciente por este
trabajo, que comprende que allí está la felicidad, que allí
está la Paz; comprende por qué no hay que ligarse a nada
aquí abajo.
Muy pronto los acontecimientos reaccionan sobre él en
forma diferente: en cada mal, en cada dolor, ve el bien en
gestación y esto le procura alegría; comprende que nuestra
fortuna o nuestra desgracia no dependen de las condiciones
exteriores, contrariamente a los prejuicios de la masa, sino
únicamente de las condiciones interiores, y presiente la
profundidad de esta enseñanza: “Nos liberamos por lo
interior”.
Más tarde sobreviene el estado denominado “identifica
ción por la filosofía oriental”: el sujeto tiene la sensación
de haber llegado a ser él mismo ese punto luminoso que
irradió luz interior. Hay identidad, fusión entre el yo y el
tema de concentración. Estos estados son difíciles de conce
bir. Entonces el sujeto está concentrado en toda la profun
didad del término: uno con su centro (el punto visualizado).
Se puede decir entonces que el sujeto ha establecido una
homología entre su yo y el Sol: ha llegado a ser un pequeño
foco de luz espiritual que irradia sobre el mundo.
En este sentido ha hallado su Dios en sí, como lo enten
día Zarathustra, que enseñaba que Dios es un sol espiritual
y que en los mundos espirituales es homólogo de lo que es el
sol físico en el universo físico.
Zarathustra hacía de la luz el estado primordial de to
das las cosas. Para él, el fin de la vida sobre la tierra era el
dominio de la materia por el espíritu.
Es por tanto instructivo observar en la vida moderna el
retomo de las ideas. Nuestra ciencia hace de la luz una vi
bración electromagnética; cuya electricidad está en la base
de la estructura y el equilibrio de toda molécula. En cuanto
a la idea fundamental que guía nuestras modernas civili
zaciones, que podríamos llamar “mecanizadas”, es, en con
junto, la utilización y el dominio de las fuerzas naturales
por la inteligencia humana. Y el gusto creciente por la vida
en la naturaleza y los baños de sol, representan también un
retorno al culto del Sol.
En la civilización que surge, vuelven las grandes ideas
de la civilización de Zarathustra, pero incorporando a ella
las adquisiciones materiales y filosóficas de los siglos ya
transcurridos, en cuyo centro se ubica el Cristo,
En cuanto a la indentidad entre el Dios interior y la luz
obtenida por concentración mental, la encontramos expuesta
por todos los fundadores de religión si, despojando los textos
de toda interpretación secundaria, se les toma al pie de la
letra. Porque Moisés ha dicho: “Dios es un fuego devora
dor” y Mahoma: “Imagina a tu Dios como una luz en la
luz”.
Y el más grande de los evangelistas ha comenzado así:
“ . . . en Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres”.
Capítulo XIII
La percepción del prana
Hemos descrito los métodos y los fines fisiológicos de la
respiración rítmica. En nuestra época, en que los medios de
comunicación, la prensa y la radio han provocado una sín
tesis colosal de las culturas humanas, nadie ignora que estos
ejercicios de respiración son practicados por los orientales
con fines de cultura psicológica y espiritual.
Un estudio completo de estos aspectos, será la obra de
la civilización del porvenir. Porque precisamente resultará
que de esa formidable síntesis de las civilizaciones, lo mejor
de cada una será salvado y germinará. Nos conformaremos
con estudiar aquí el aspecto interior subjetivo de la prime
ras experiencias psíquicas debidas a la respiración rítmica.
En efecto, para el oriental, la respiración, tal como la
hemos descrito, moviliza una energía comunmente imper
ceptible —el prana— que puede llegar a ser percibida por
la conciencia.
No trataremos aquí de las pruebas objetivas de la exis
tencia del prana, sino de los aspectos subjetivos bajo los
cuales se presenta.
Para esto es menester saber que los ejercicios de percep
ción, del prana o prana-yama, son extraídos de una vasta
ciencia que sus adeptos consideran como una super-ciencia:
el YOGA.
Tres principio? del Yoga son indispensables conocer para
comprender el mecanismo del prana-yama, es decir, ejer
cicios que conducen a la percepción subjetiva del prana:
2’ Concentrar hacia un punto la imagen mental de una
sensación tiene por resultado aumentar la sensación consi
derada. Volveremos sobre este punto.
3* La evolución de los seres se lleva a cabo desarrollando
de una manera equilibrada el polo colectivo y el polo indi
vidual, la comunión entre los seres con la conservación de
su originalidad.
Ahora bien, teniendo el prana-yama por fin llevar a
la percepción de un ‘‘aliento espiritual”, resulta de los prin
cipios del Ycga que:
2 La cavitación es la formación da cavidades en el sano de una masa. bajo la Influencia de una radiación,
en general ultrasonido. Nada se aplica mejor a la situación psíquica originada por el empleo de ritmos
2° La tensión puntiforme
Aquí se impone una advertencia fundamental: hemos di
cho que el vacío centro-solar proviene de la formidable
presión que reina en él.
Lo esencial del Yoga consiste en crear en la conciencia
una imagen lo más intensa posible del sol. ¿Cuál puede ser
el equivalente psíquico de esta presión solar?
Se halla en los ejercicios dé tensión estática, que a
menudo se asocian a los ejercicios respiratorios: los grupos
de músculos antagónicos son contraídos simultáneamente,
de tal suerte que no se produce ningún movimiento. Estas
contracciones estáticos incluyen, según los ejercicios, todos
los músculos del cuerpo, o algunos solamente.
Seguidamente el ejercido debe repetirse en forma pu
ramente mental. Pero esto será extremadamente difícil, y
hasta casi imposible, sin clave del Yoga, que consiste en
llevar a un punto determinado una imagen mental: se
trata de contraer en espíritu un músculo muy pequeño,
asíntota a un punto.
Expliquemos de otra manera este ejerácio capital, pero
tan sutil de captar:
Yo cierro mi puño realmente, físicamente. Luego lo dis
tiendo. Recomienzo el ejerdcio puramente en pensamiento,
imaginándome ocupado en cerrar el puño. Luego comienzo
este ejercido, físicamente al prindpio; a continuación, ima
ginando una mano cada vez más pequeña cada vez que
cierro el puño en pensamiento.
Cuando ha llegado a ser tan pequeño que sólo subsiste
una sensación de tensión, la impresión mental de un peque
ño grupo de músculos que se contraen, coloco esta tensión
sobre uno de los chacras o centros de fuerza —en el cora
zón, en el ombligo o en la pineal— que sirve de soporte a
la meditadón en el desarrollo espiritual.
Quien quiera tomarse el trabajo de realizar la experien
cia, pronto observará las intimas conexiones que existen
entre esta sensación de tensión y la de vado mental: ésta
interiores.
última sucede inmediatamente a la sensación de tensión-
preces o en todo punto análogo al que, por la presión en el
centro del sol, destruye la materia liberando energía ra
diante.
He aquí, pues, descrito lo esencial del proceso que con
duce a la formación de un punto de concentración, verda
dero sol interior, proceso ligado, para el yogui, al vado
mental.
Conclusiones
La respiración rítmica puede ser practicada por casi todos
los enfermos. A todos aportará un suplemento de vitalidad.
Además, es el tratamiento especifico de ciertas afecciones:
pulmonares, (asma, enfisema) ¡ circulatorias y, en particu
lar, las perturbaciones de la circulación periférica.
Pero su dominio por excelencia es el de la neurología y
de la neuropsiquiatria. Por su acción calmante y sobre el
sueño, permite resultados prácticamente eficaces en casos en
que otras terapias conocidas han fracasado.
Combinada con los ejercicios de concentración mental, la
respiración rítmica constituye el más poderoso elemento de
reeducación psíquica. Sólo años de estudio permitirán pre
cisar las modalidades de la aplicación en psiquiatría.
Pero las aplicaciones terapéuticas de la respiración rít
mica combinadas con los ejercicios mentales, no son sino se
cundarias frente a la importancia pedagógica de estos pro
cedimientos.
Desde que el niño posee la inteligencia necesaria, puede
practicar los ejercicios de respiración rítmica, que favorece
rán su desarrollo físico e intelectual; sobre todo, si estos
ejercicios son complementados con los ejercicios de cultura
física que utilizan para el desarrollo del carácter la homo
logía del cuerpo y del psiquismo.
Sólo la experimentación sobre sí mismo permitirá a cada
lector verificar la eficacia de los métodos expuestos; mar
chará así por el sendero de la cultura individual hacia un
perfeccionamiento ilimitado.
Los pueblos valen lo que valen sus integrantes. Por
ello0, la recuperación sólo se hará efectiva cuando cada uno
de nosotros se haya ante todo reeducado. Las dos herra
mientas de esta reedificación individual, son, en nuestro
sentir, la respiración rítmica y la concentración mental.
Hace falta que se difunda ampliamente la instrucción
acerca de estos métodos, para que todas las almas de 1>uena
voluntad sean alcanzadas por ellos. Sobre todo, que el niño
reciba esta instrucción fundamental en la edad en que todo
lo que recibe deja una huella definitiva.
Después del estudio científico de la respiración rítmica,
debemos considerar, aunque sumariamente, otro aspecto que
aún no es considerado como científico y que estamos per
suadidos llegará a serlo muy pronto. Hemos definido los
fines físicos para los cuales puede ser practicada la respira
ción rítmica. Los sabios orientales que nos han transmitido
tales ejercicios los practican para llegar a estados de con
ciencia supra-normales.
Uno de los estados psíquicos extraordinarios resultantes
de una práctica asidua de los ejercicios de respiración rít
mica, es llamado “Despertar en el sueño”. El experimentador
que durante dos o tres años ha practicado alrededor de una
hora, mañana y noche estos ejercicios, siente súbitamente
que el estado de sueño es reemplazado durante algunos ins
tantes por un nuevo estado, desconocido del hombre común
y, por consiguiente, difícil de definir; en este estado la con
ciencia del Yo es igual a la del estado de vigilia: presencia
de los recuerdos del estado de vigilia, conciencia de la con
tinuidad entre el de vigilia y este nuevo estado; conservación
de la voluntad, de las decisiones tomadas en estado de vigi
lia, y del razonamiento lógico. Pero todas estas cualidades
del estado de vigilia están perfectamente asociadas a las del
estado de sueño: sensación de flotar en un mundo de imáge
nes mentales que se suceden rápidamente, desfile de imá
genes y actos en espíritu proporcionados por la respiración
rítmica, mucho más intensos, rápidos y grandiosos que en
los sueños comunes.
Cuando el “despertar en el sueño” se produce una vez,
se reproducirá frecuentemente por la sola perseverancia en
los ejercicios. El ocultismo enseña que se trata del germen
de un estado de conciencia nuevo en la humanidad, estado
por el cual esta forma de Superhombre se diferenciará tanto
del hombre actual, como éste difiere de la planta.
Sea cual fuere la opinión de cada uno sobre esta cues
tión, la experiencia se halla ahora al alcance de todos los
que sepan perseverar
.
Prólogo 7
Homología del psiquismo y el cuerpo.
La cultura psicofísica que promueve.
Capítulo I
El descanso preparatorio 15
Ejercicio de relajación muscular.
Capítulo II
La respiración completa 17
Ejercicio de respiración diafragmática aislada;
sus efectos, ejercicio de respiración costal media, aislada.
Capítulo ni
La disminución del ritmo respiratorio 22
Respiración silenciosa.
Capítulo IV
Respiración ritmada sobre el corazón 24
Ritmo y descanso. — El tiempo fisiológico y su unidad.
Primer ejercicio de respiración rítmica.
Capítulo V
Algunos otros ejercicios preliminares 29
Ejercicio calmante - Ejercicio estimulante - Ejercicio
tonificante - Ejercicio de apnea prolongada.
1) Después de la espiración;
2) después de la inspiración; 3) alternativamente.
Capítulo VI
El ejercicio fundamental 34
Ritmo. — Insp. =X. — Ret. = X/2. — Esp. = X.
Control del pensamiento durante la respiración.
Su eficacia debido a la situación del pulmón,
órgano de enlace entre la vida de relación y la
vida vegetativa. — Efectos sobre: 1) la relajación
muscular; 2) el sueño; 3) la circulación;
4) los cambios químicos. Resultado de
los análisis inspirado y espirado; 5) el
metabolismo de las grasas; 6) la electricidad pulmonar.
Capítulo VII
Algunos ritmos particulares 57
Algunos ritmos particulares: a cuatro tiempcs: 7-3-7-3.
Ritmo 4-16-8 y resultado de los análisis.
Un caso de curación de esclerosis en placas.
Capítulo VIII
Utilización de la respiración rítmica
PARA LA EDUCACIÓN
PSICOLÓGICA 65
Durante el ejercicio, las mejores condiciones
circulatorias, nerviosas para el trabajo del cerebro
son alcanzadas; influencia del ritmo del
pensamiento sobre el pensamiento. —
Sincronización del ritmo respiratorio y del ritmo
del pensamiento. — Elección del pensamiento.
Capítulo IX
Disociación del Pensamiento y
de la Respiración rítmica 75
Meditación y respiración.
Capítulo X
La concentración mental 78
Ejercicio fundamental. — Acción sobre el Pensamiento,
la Sensibilidad, la Voluntad; sobre la fijeza e
intensidad del estado de conciencia. —
Utilización en psiquiatría del monoideísmo
patológico al monoideísmo genial; facilidad de
ejecución de los ejercicios por el enfermo. — Efectos.
Capítulo XI
La concentración “interior” 98
Capítulo XII
La concentración suprema 102
El punto. — Persistencia de estas ideas
a través del tiempo.
Capítulo XIII
La percepción del prana 105
El vacío solar. — El perfeccionamiento del trabajo
por la repetición simultánea de O. M.
Conclusión
Los estados supra-normales.
El despertar en el sueño, fruto
de la respiración rítmica 122l° Uno de los fines esenciales del Yoga es
la intensifica
ción de los estados de conciencia;
I) El olor mezclado al aire.
1
Remitirse a La Luz del Aria ante la Ciencia- Las Homologias Ed Aryana.
págs 345 y siguientes.