Escuelas Criminologicas
Escuelas Criminologicas
Escuelas Criminologicas
“ESCUELAS”
En la historia de la Criminología iniciamos con la presentación temática de las
primeras escuelas jurídico penales, que han tenido gran influencia en el pensamiento
criminólogo, tomando en consideración los conceptos jurídicos con ámbito
criminológico; Luis Jiménez de Asua decía que las Escuelas penales son: “El cuerpo
orgánico de concepciones contrapuestas sobre la legitimidad del derecho pensando
sobre la naturaleza del delito y sobre el fin de las sanciones”.
De la misma manera, José Antonio Sainz Cantero definió las escuelas jurídicas
como: “La dirección del pensamiento que tiene una determinación de presupuestos
filosóficos – penales.”, Es por ello, que el comportamiento humano ha sido en todos los
tiempos motivo de interés y preocupación relativamente del comportamiento que están
basados o regulados en normas legales, el cual estudiaría modelos del comportamiento
humano que la ley describe como delito y todas las sanciones que se podrían aplicar
para cada comportamiento establecido.
ESCUELA CLASICA
La Escuela Clásica se describe de doctores que no adoptaron a las nuevas ideas, así
como a los recientes sistemas bajo éticas de clásicos el cual sucede agrupar autores y
tendencias divergentes en muchos puntos de vista, por consiguiente, el mundo clásico
partió de su imagen excelsa, ideal del ser humano como centro del universo, como
dueño y señor absoluto de sí mismo, de sus actos, sin diferencia al comportamiento
entre un hombre delincuente y no delincuente.
De la misma manera en el siglo XVII y XVIII, surgen nuevos grupos sociales entre los
que destacaban mercaderes, banqueros y hombres conocidos como burgueses,
quienes en la época de la Era de LA Ilustración, decían y sostenían que la razón
humana podría combatir la ignorancia y la suspensión de la tiranía para construir un
mundo mejor.
Para algunos autores, la Escuela Clásica fue fundada por Cesare Beccaria en el
espíritu del iluminismo europeo, publicando en 1764 la obra “De los delitos y de las
Penas”, quien en dicha obra compendia las leyes existentes y proponía escribir las
leyes para que estas pudieran ser comprendidas por todos los individuos y no solo por
los máximos juristas, tratando así de encontrar la igualdad de todos los ciudadanos ante
la ley, tratando de evitar una interpretación desviada por conceptos morales de los
juristas o de los jueces, y por último fin el de limitar el ámbito de las leyes penales al
mínimo necesario para disminuir el delito.
Rossi consideraba que existía un orden moral que todos los seres libres e
inteligentes deberían seguir, pensando que aquello tendría que aplicarse en la sociedad
puestos que todos los individuos están hechos para vivir en sociedad, surgiendo un
orden obligatorio para toda una comunidad y del cual se derivarían todos los derechos y
obligaciones, pensando que la capacidad de juzgar le pertenece al superior, pero no
niega que todo hombre es inteligente y puede juzgar por igual.
Augusto Comte., es considerado como el padre del positivismo siendo él quien inicia
el interés por clasificar las ciencias, el postulado de escuela se basa en el culto a los
hechos, a los fenómenos, a lo dado; tomando patrones de las ciencias naturales y
pretendiendo trasladarlos al derecho penal, tres fueron los personajes más
representativos dentro de la Escuela Positiva entre los cuales tenemos a Lombroso,
Ferri y Garófalo.
Enrique Ferri por su parte, decía que la Escuela Positiva consistía en estudiar el
delito, primero en su génesis natural y después en sus efectos jurídicos, para así
adaptar jurídicamente diversos remedios a las diferentes causas que lo producen, así
mismo explica que la Escuela Positiva no consiste únicamente en el estudio
antropológico del criminal, pues constituye una renovación completa del método
científico en el estudio de la patología socio – criminal.
ESCUELA CRÍTICA
La Escuela Critica o Criminología Critica como también es conocida, surge como una
nueva teoría de la desviación, la cual otorga a la criminalización connotaciones sociales
y comunitarias, más que patrones lógicos, tratando de especificar que el delito no es
fruto de que un individuo pertenezca al estrato social más bajo, por lo que esta escuela
se enfoca es a los problemas estructurales de la sociedad y en ella se resaltan otros
factores no considerados hasta ahora. Siendo de este modo, y con el objetivo de
esbozar concepciones de un orden social más pluralista, sucede que diversos autores
comienzan a revisar aquellas doctrinas de corte marxista, surgiendo así de esta manera
la llamada Escuela Critica, Criminología Critica o Nueva Criminología.
Ahora bien, entre los principales precursores de esta escuela, se encuentran a los
postulados de Chambliss en los Estados Unidos de América, quien plantea que la
criminalidad es un resultado de las imposiciones culturales que se encuentran
relacionadas con el consumo y las necesidades materiales, donde el crimen es el
principal producto de la políticas económicas, por su parte Quinney concluye y expone
que el estado burgués tiene la función de legitimar el modo de producción capitalista
atribuyendo sanciones legales generales de los intereses de una minoría, protegiendo
tales intereses con el uso de la fuerza y siendo el derecho penal un instrumento
coercitivo empleado para mantener el orden socioeconómico existente, también Platt
decía que el delito no depende exclusivamente de la pobreza sino que más bien es
producto de ciertas condiciones ideológicas de las relaciones sociales y de la ética
individualista.
Por otro lado, en la Criminología Critica Británica los mayores exponentes fueron Ian
Taylor, Paul Walton y Jack Young, quienes constituyeron un enfoque diferente sobre la
teoría vigente que se tenía de Criminología, usando para esto una alternativa neo –
marxista, con la finalidad de crear así una completa teoría social de la conducta
desviada, tratándose de un recorrido critico del pensamiento criminológico y
planteándolo como una historia de ideas pasadas que serian presentadas de forma más
o menos cronológicas, para ellos la teoría social debía estar libre de supuestos
biológicos y psicológicos, para así asumir la tarea de perfilar aquellos requisitos
formales y sustantivos de una teoría social de la desviación, donde la misma pueda
explicar las formas en que se asume el control social y las conductas desviadas en
sociedades desarrolladas.
Sin embargo, fue Alessandro Baratta con su libro Criminología Critica Y Critica Del
Derecho Penal, cuando este pasa a formar parte como uno de los exponentes más
importantes de la escuela critica, postulando que la criminología critica y la crítica del
derecho penal deben de constituir las bases sobre las cuales sea posible elaborar una
sociología jurídico-penal. Según Baratta, la teoría obtenida por la criminología critica y
siendo preparada por las corrientes más avanzadas de la sociología criminal liberal,
puede sintetizarse en una doble contraposición a la vieja criminología positivista, la cual
usaba un enfoque biopsicologico.
Se puede decir entonces que la escuela critica abordo como principal estudio el
control social, refiriéndose al desarrollo de las instituciones ideológicas y a la acción de
prácticas de coerción que permitan mantener la disciplina social, pero que a la vez
sirvan para reproducir un consenso, respecto a los principios axiológicos en que se
basan las sociedades, es por ello que según Baratta la criminología critica desarrolla
unas etapas fundamentales, donde se da un desplazamiento del enfoque teórico del
autor a las condiciones objetivas, estructurales y funcionales, los cuales se encuentran
en el origen de los fenómenos de la desviación, así como también el desplazamiento de
interés cognoscitivo desde las causas de la desviación criminal hasta los mecanismos
sociales e institucionales mediante la cual se elabora la realidad social de la desviación,
oponiendo así el enfoque biopsicologico al enfoque macro sociológico.
El interés por parte de los investigadores es conocer las practicas y los valores de los
territorios de la desorganización social para poder comprenderlos y de esta forma lograr
que los modifiquen y se ajusten al código normativo convencional; pretendiendo
intervenir en la sociedad organizando los territorios o barrios que estudian, bajo su
propio código de clase y nacionalidad, así como también moral y normativo.