Nutrición Del Paciente Oncológico en Veterinaria
Nutrición Del Paciente Oncológico en Veterinaria
Nutrición Del Paciente Oncológico en Veterinaria
Introducción
En los últimos 80 años, el examen de los nutrientes y su relación con el cáncer, ha llevado
a una mejor comprensión de cómo la nutrición puede desempeñar un papel en la prevención y
manejo de la enfermedad (Wakshlag, 2020). Según la Sociedad Americana del Cáncer “El estudio
científico de la nutrición y el cáncer es muy complejo y muchas preguntas importantes siguen sin
respuesta. Actualmente no está claro cómo los nutrientes individuales, las combinaciones de
nutrientes, la desnutrición y el desequilibrio energético, o la cantidad y distribución de grasa
corporal en etapas particulares de la vida afectan el riesgo de cáncer específico” (ACS, 2003).
Definición
Etiopatogenia
El desarrollo del cáncer es un proceso de varios pasos que implica una acumulación de
cambios o en el ADN celular que a su vez provoca la multiplicación descontrolada de células. Los
pasos que conducen a la transformación neoplásica de una célula no se entienden
completamente, pero el cambio fundamental implica la interrupción de los genes que controlan el
crecimiento y la diferenciación celular. Los genes específicos pueden:
Pueden ocurrir cambios genéticos en las células de la línea germinal y, por lo tanto, estar
presentes en todas las células del cuerpo al nacer, o mucho más comúnmente, pueden ocurrir
espontáneamente en las células somáticas como parte del envejecimiento. La acumulación de
mutaciones espontáneas ocurre muy lentamente, pero a menudo los factores de riesgo externos
aceleran la tasa de acumulación. Por lo tanto, el desarrollo del cáncer se puede analizar bajo los
siguientes factores:
Historia Clínica
Exámen Físico
Cirugía para extirpar
Citología: Puncion y
Aspiración con Aguja Radioterapia
Fina, Raspado (Ortovoltaje y
Megavoltaje)
Biopsia escisional o
incisional: Con aguja Quimioterapia
gruesa, guiada con Electroquimioterapia
imagen o endoscopica, Terapia láser
asistida pos vacío.
Cirugía e histopatología.
Imagen: TAC,
ultrasonido, radiografías
Signología
Las alteraciones bioquímicas más comunes están relacionadas con el metabolismo de los
carbohidratos. Un hallazgo fundamental es que en el cultivo celular la mayoría de las células
neoplásicas se propagan mejor en un medio con alto contenido de glucosa, esto tradicionalmente
se ha denominado el "efecto Warburg", que sugiere que la glucólisis es la vía principal para la
producción de energía en las células neoplásicas. Las células malignas son incapaces de realizar
una glucólisis aeróbica significativa u oxidación de grasas, y obtienen su energía de la glucólisis
anaeróbica. Por lo tanto, pueden consumir grandes cantidades de glucosa del huésped; los
hepatocitos del huésped también gastan energía adicional para volver a sintetizar la glucosa del
lactato producido. Los estudios en humanos han demostrado que ciertos pacientes con cáncer
liberan un exceso de lactato de tumores sólidos, evidenciando que la producción de glucólisis y
piruvato es crítica para el metabolismo celular neoplásico (Wakshlag, 2020; Mauldin, 2001).
Sin embargo, este argumento se queda corto, pues las fuentes de energía se reemplazan
con grasas y / o proteínas adicionales. La proteína añadida conduce a una mayor actividad de
transaminasas y desaminasas, lo que provoca la conversión de la proteína en precursores de
glucosa y carbono para la síntesis de glucosa o ácidos grasos, y la glucosa sérica y el suministro de
glucosa al tejido tumoral pueden permanecer constantes (Wakshlag, 2020).
Otros beneficios de las dietas con mayor contenido de proteína pueden ser el resultado
del aumento de los aminoácidos como la arginina circulantes como moléculas inhibidoras en la
proliferación celular neoplásica. Este efecto puede deberse a la
capacidad de la arginina para formar óxido nítrico gracias a la
actividad de la NO-sintasa de las células neoplásicas, que retrasa
la división celular, o bien a su capacidad de incrementar las
propiedades de vigilancia de la inmunidad celular. (Fig. 2). Una
dieta alta en arginina y ácidos grasos omega-3 mejoró la
remisión en perros con linfoma, sin embargo, la practicidad del
uso de un suplemento de aminoácidos como la arginina deja
mucho que desear, porque la dosis requerida es superior a 100
mg / kg de peso corporal. Además, el sabor amargo de la arginina
(Mauldin, 2001; Wakshlag & Kallfelz, 2019; Wakshlag, 2020). Fig. 2. Funciones de la suplementación de
arginina en la dieta de pacientes con cáncer.
Tomado de Wakshlag & Kallfelz, 2019.
Por otro lado el uso de grasas en las dietas es útil para aumentar la palatabilidad y la
densidad energética. Además el consumo de altas concentraciones de ácidos grasos omega-3, a
saber, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), en forma de aceites
marinos puede posiblemente reducir el crecimiento del tumor. La dieta mejorada con ácidos
grasos omega-3 mostró una pequeña mejoría en los tiempos de supervivencia y los efectos
antiinflamatorios del aceite de pescado también pueden calmar las reacciones inflamatorias
asociadas con ciertos cánceres. Se puede administrar una dosis segura y tolerable de ácidos grasos
en perros de 45 mg EPA y 25 mg DHA por kilogramo de peso corporal (Wakshlag, 2020). La
suplementación con aceite de pescado, que es alta en ácidos grasos n-3, también puede reducir la
anorexia en algunos animales (Buffington, et. al., 2004).
Por otro lado encontramos la caquexia por cáncer, que es el término aplicado a la
desnutrición proteico-energética cuando se asocia específicamente con la enfermedad maligna A
diferencia de la simple inanición, en la que se pierde principalmente grasa, la caquexia por cáncer
implica una pérdida de proteínas y grasas y es una de las principales causas de muerte en
humanos con cáncer. Las tres citocinas primarias que se cree están involucradas en la promoción
de la proteólisis y el agotamiento de las reservas grasas son el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-
α), la interleucina-1β (IL-1β) y IL-6.262,263 TNF-α e IL-1β. Sin embargo, algunos estudios han
demostrado que no parece ser común en perros con neoplasias malignas no hematopoyéticas.
Esto puede deberse a que los pacientes humanos son manejados con protocolos de tratamiento
diferentes y más agresivos en periodos más largos de tiempo, contrario a lo que normalmente
encontramos en veterinaria debido a las limitaciones financieras de los propietarios y las
decisiones de calidad de vida (Buffington, et. al., 2004; Hahn & Messonnier, 2002; Mauldin, 2001;
Wakshlag, 2020).
Sin embargo, la alimentación asistida debe instituirse sin demora si ninguna de estas
medidas es exitosa. Se pueden usar tubos nasoesofágicos, faringostomía, esofagostomía,
gastrostomía o yeyunostomía para facilitar la alimentación enteral asistida, y son necesarios
catéteres intravenosos para permitir la alimentación parenteral asistida (Mauldin, 2001).
Para calcular la ingesta calórica objetivo en un perro o gato con cáncer depende de la
situación clínica del paciente. El requerimiento de energía en reposo (RER) en kilocalorías por día
viene dado por:
RER = 70 (PVkg)0.75
En conclusión una dieta con alto contenido de grasa y baja en carbohidratos, debería
suministrar energía al huésped a expensas del tumor. Los tipos de raciones comerciales que
tienen más probabilidades de ajustarse al perfil descrito anteriormente (altamente digestibles,
muy sabrosos, ricos en nutrientes, altos en grasas y bajos en carbohidratos) son productos
recetados diseñados para su uso durante el rendimiento o el estrés, alimentos "premium" y
alimentos para cachorros. La mayoría de estos productos están enriquecidos con ácidos grasos n-3
(omega-3). También se agregan comúnmente otros nutrientes que desempeñan funciones
potenciales en la respuesta inmune como el zinc, o que protegen contra el estrés oxidativo como
la vitamina E. En algunos pacientes, se pueden indicar terapias nutricionales adicionales para
tratar enfermedades o afecciones subyacentes concurrentes, tales como enfermedades
gastrointestinales o restricción de proteínas para disfunción renal o hepática significativa.
Finalmente, se debe considerar las preferencias individuales de sabor y formulación (seco versus
enlatado versus semihúmedo), así como los episodios históricos de intolerancia alimentaria.
Independientemente del producto específico recomendado, siempre se prefiere una ración
comercial completa y equilibrada hecha por un fabricante acreditado (Mauldin, 2001; Wakshlag,
2020). La figura 3 muestra el contenido nutricional de algunos alimentos comerciales utilizados
para alimentación por sonda en pacientes con cáncer
Fig. 3. Contenido nutricional de alimentos comerciales utilizados para
alimentación por sonda en pacientes con cáncer. Tomado de Wakshlag,
2020.
Para finalizar debemos hacer especial señalamiento de que los requisitos nutricionales
establecidos durante la neoplasia no existen en los animales de compañía, por lo tanto, no se
puede hacer una recomendación segura dietética para pacientes con cáncer; más bien cada caso
debe evaluarse en función de la condición corporal del paciente, el proceso neoplásico específico y
el protocolo de tratamiento iniciado por el oncólogo, tomando en cuenta que el factor más
importante en la intervención nutricional es proporcionar una ración completa y equilibrada que
cumpla con los requisitos de energía del paciente (Wakshlag, 2020).
Referencias
Briones, F. & Escárate, P. (2002). Neoplasias en pequeños animales. Libro en línea
consultado el 9 de mayo del 2020, desde: http://www.homeovet.cl/Libros/Neoplasias
%20en%20Pequenos%20animales.pdf
Hahn, K., & Messonnier, S. (2002). Capítulo 8 Supportive Care and Rehabilitation En
Veterinary Oncology. Ed. Butterworth-Heinemann. https://doi.org/10.1016/B978-
0-7506-7296-2.X5001-7
Wakshlag, J. & Kallfelz, F. (2019). Estado nutricional del perro con cáncer:
evaluación y recomendaciones dietéticas. Royal Canin. Consultado el 8 de mayo del
2020 desde: https://vetacademy.royalcanin.es/wp-content/uploads/2019/11/Cap-
13-Estado-nutricional-del-perro-con-cancer-evaluacion-y-recomendaciones-
dieteticas.pdf