Religion Grado 11 Eli
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GUAMO - TOLIMA
NIT: 800012461-6 CÓDIGO DANE: 173319-000072
RESOLUCIÓN DE APROBACIÓN No. 7969 del 23 de Noviembre de 2018
Competencia: Reconstruye la situación social, política y religiosa del pueblo judío y de los
pueblos circundantes donde Jesús realiza su misión.
Ya está Dios aquí Jesús sorprendió a todos con esta declaración: «El reino de Dios ya ha
llegado». Su seguridad tuvo que causar verdadero impacto. ¿no seguía Israel dominado
por los romanos? ¿No seguían los campesinos oprimidos por las clases poderosas? ¿No
estaba el mundo lleno de corrupción e injusticia? Jesús, sin embargo, habla y actúa movido
por una convicción sorprendente: Dios está ya aquí, actuando de manera nueva. Su reinado
ha comenzado a abrirse paso en estas aldeas de Galilea. La fuerza salvadora de Dios se
ha puesto ya en marcha. Él lo está ya experimentando y quiere comunicarlo a todos. Esa
intervención decisiva de Dios que todo el pueblo está esperando no es en modo alguno un
sueño lejano; es algo real que se puede captar ya desde ahora. Dios comienza a hacerse
sentir. Jesús proclamaba por las aldeas de Galilea la «buena noticia de Dios», y venía a
decir esto: «El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. Convertíos y creed
esta buena noticia». Este lenguaje es nuevo. Jesús no habla, como sus contemporáneos,
de la futura manifestación de Dios; no dice que el reino de Dios está más o menos cercano.
Ha llegado ya. Esta aquí. Él lo experimenta. Por eso, y a pesar de todas las apariencias en
contra, Jesús invita a creer en esta buena noticia. No es difícil entender el escepticismo de
algunos y el desconcierto de casi todos: ¿cómo se puede decir que el reino de Dios está ya
presente? ¿Dónde puede ser visto o experimentado? ¿Cómo puede estar Jesús tan seguro
de que Dios ha llegado ya? ¿Dónde le pueden ver aquellos galileos destruyendo a los
paganos y poniendo justicia en Israel? ¿Dónde está el cataclismo final y las terribles señales
que van a acompañar su intervención poderosa? Sin duda se lo plantearon más de una vez
a Jesús. Su respuesta fue desconcertante: «El reino de Dios no viene de forma espectacular
ni se puede decir: "Miradlo aquí o allí". Sin embargo, el reino de Dios ya está entre
vosotros». No hay que andar escrutando en los cielos señales especiales. Hay que
olvidarse de los cálculos y conjeturas
Tienen suerte los pobres
Jesús no excluye a nadie. A todos anuncia la buena noticia de Dios, pero esta noticia no
puede ser escuchada por todos de la misma manera. Todos pueden entrar en su reino,
pero no todos de la misma manera, pues la misericordia de Dios está urgiendo antes que
nada a que se haga justicia a los más pobres y humillados. Por eso la venida de Dios es
una suerte para los que viven explotados, mientras se convierte en amenaza para los
causantes de esa explotación.
Jesús declara de manera rotunda que el reino de Dios es para los pobres.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA COMERCIAL “CALDAS”
GUAMO - TOLIMA
NIT: 800012461-6 CÓDIGO DANE: 173319-000072
RESOLUCIÓN DE APROBACIÓN No. 7969 del 23 de Noviembre de 2018
Tiene ante sus ojos a aquellas gentes que viven humilladas en sus aldeas, sin poder
defenderse de los poderosos terratenientes; conoce bien el hambre de aquellos niños
desnutridos; ha visto llorar de rabia e impotencia a aquellos campesinos cuando los
recaudadores se llevan hacia Séforis o Tiberíades lo mejor de sus cosechas. Son ellos los
que necesitan escuchar antes que nadie la noticia del reino: «Dichosos los que no tenéis
nada, porque es vuestro el reino de Dios; dichosos los que ahora tenéis hambre, porque
seréis saciados; dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis » . Jesús los declara
dichosos, incluso en medio de esa situación injusta que padecen, no porque pronto serán
ricos como los grandes propietarios de aquellas tierras, sino porque Dios está ya viniendo
para suprimir la miseria, terminar con el hambre y hacer aflorar la sonrisa en sus labios. Él
se alegra ya desde ahora con ellos. No les invita a la resignación, sino a la esperanza. No
quiere que se hagan falsas ilusiones, sino que recuperen su dignidad. Todos tienen que
saber que Dios es el defensor de los pobres. Ellos son sus preferidos. Si su reinado es
acogido, todo cambiará para bien de los últimos. Esta es la fe de Jesús, su pasión y su
lucha. Jesús no habla de la «pobreza» en abstracto, sino de aquellos pobres con los que él
trata mientras recorre las aldeas. Familias que sobreviven malamente, gentes que luchan
por no perder sus tierras y su honor, niños amenazados por el hambre y la enfermedad,
prostitutas y mendigos despreciados por todos, enfermos y endemoniados a los que se les
niega el mínimo de dignidad, leprosos marginados por la sociedad y la religión.
Aldeas enteras que viven bajo la opresión de las elites urbanas, sufriendo el desprecio y la
humillación. Hombres y mujeres sin posibilidades de un futuro mejor. ¿Por qué el reino de
Dios va a constituir una buena noticia para estos pobres? ¿Por qué van a ser ellos los
privilegiados? ¿Es que Dios no es neutral? ¿Es que no ama a todos por igual? Si Jesús
hubiera dicho que el reino de Dios llegaba para hacer felices a los justos, hubiera tenido su
lógica y todos le habrían entendido, pero que Dios esté a favor de los pobres, sin tener en
cuenta su comportamiento moral, resulta escandaloso. ¿Es que los pobres son mejores que
los demás, para merecer un trato privilegiado dentro del reino de Dios? Jesús nunca alabó
a los pobres por sus virtudes o cualidades. Probablemente aquellos campesinos no eran
mejores que los poderosos que los oprimían; también ellos abusaban de otros más débiles
y exigían el pago de las deudas sin compasión alguna. Al proclamar las bienaventuranzas,
Jesús no dice que los pobres son buenos o virtuosos, sino que están sufriendo
injustamente. Si Dios se pone de su parte, no es porque se lo merezcan, sino porque lo
necesitan. Dios, Padre misericordioso de todos, no puede reinar sino haciendo ante todo
justicia a los que nadie se la hace.
Esto es lo que despierta una alegría grande en Jesús: ¡Dios defiende a los que nadie
defiende! Actividad
Después de leer el texto responder:
1. Describe cual era la situación que vivía la sociedad cuando Jesús llegó a ellos con el
mensaje del reino.
2. Mencione a qué tipo de personas de las aldeas lleva Jesús su mensaje.
3. ¿Por qué Jesús habla del reino de Dios a los pobres?
4. Imagina que Jesús viene de nuevo a la tierra y está entre nosotros, escribe tu versión
del evangelio y cambiando el contenido del texto, inventa lo que podría hacer Jesús en la
sociedad de hoy.
5. Dibujar
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RESOLUCIÓN DE APROBACIÓN No. 7969 del 23 de Noviembre de 2018
1. Leer Hch 13, 4-14,28. Hch 15, 36-18,22. Hch 18, 23-21,15. Hch 27, 1-28,15. Dibuja y
colorea el Mapa con los viajes misioneros de Pablo y descubre la obra evangelizadora en
cada viaje.
2. Relata tu autobiografía hasta la actualidad.
3. Construye tu árbol genealógico.
4. Escribe tus rasgos esenciales en cada una de tus dimensiones: afectiva, familiar, social,
académica y espiritual, aplica la DOFA.
5. Grafica tu escala de valores.
6. Indaga una o dos carreas que te interesen. ✓ Proyecta tu vida a corto, mediano y largo
paso