Trampas Mentales

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HEURISTICA, INTUICION Y SESGO

La capacidad heurística es un rasgo característico de los humanos5 desde cuyo


punto de vista puede describirse como el arte y la ciencia del descubrimiento y de la
invención o de resolver problemas mediante la creatividad y el pensamiento
lateral o pensamiento divergente. Segú n el matemá tico George Pó lya6 la base de la
heurística está en la experiencia de resolver problemas y en ver có mo otros lo
hacen. Consecuentemente se dice que hay bú squedas ciegas, bú squedas heurísticas
(basadas en la experiencia) y bú squedas racionales.

INTUICION Y SESGOS

Tanto el prejuicio como la intuició n son el resultado de nuestra mente


inconsciente.

La intuició n es nuestra capacidad de hacer cosas sin esfuerzo y razonamiento


conscientes.

Ejemplo: imagine que conduce un automó vil y ve una carretera curva. No calcula la
curvatura de la carretera para calcular el á ngulo de direcció n, sino que
simplemente usa su intuició n para girar, de modo que pueda girar de manera
segura.

El sesgo es una injusticia y prejuicio inherentes. Es un defecto en nuestra toma de


decisiones.

Porque toda experiencia parte de una decisió n previa, experimentamos lo que


somos y lo que queremos ser a través de nuestras decisiones, aquí es donde yacen
nuestros pensamientos má s profundos que son la raíz y la clave para hacer un
cambio en nuestro interior, si no conocemos que es lo que estamos decidiendo no
seremos capaces de corregir los comportamientos o actitudes que afectan los
aspectos má s importantes de nuestra vida laboral, personal y social.

Los errores en las decisiones pueden llegar a ser muy peligrosos al grado de
hacernos muy infelices. Para hacer un verdadero cambio en nosotros debemos
saber primeramente que es lo que estamos decidiendo y para ello te mostraremos
los sesgos má s importantes que una vez venciéndolos estará s arrancando desde la
raíz las características menos favorables y adoptando atributos invaluables.

Los sesgos y la técnica para vencerlos

Los sesgos ocurren porque la mayoría de las veces pensamos en dos o má s


opciones contrarias, ésta carga de informació n ocasiona que nuestra toma de
decisió n sea compleja, pero en lugar de procesarla en nuestro sistema racional,
nuestra mente la simplifica por la vía, no tan confiable, del inconsciente.

A continuació n, te mostraremos los sesgos má s importantes y una técnica simple


que evitara que caigas en ellos.

El sesgo de representatividad: Consiste en una inferencia sobre la probabilidad


de que un estímulo (persona, acció n, suceso) pertenezca a una determinada
categoría.

Ejemplo:

Brenda es una persona muy celosa, por lo que siempre le marca 2 veces al día a su
esposo Juliá n para saber lo que está haciendo. É l trabaja todos los días de 9 a 6
p.m.  Un día, Brenda le marca y la manda a buzó n, sigue insistiendo, pero en todo el
día Juliá n no le contesta, lo que la hace pensar que la está engañ ando, hasta que él
llega a su casa y le explica lo que paso. Brenda tiene que decidir qué es lo má s
probable: Juliá n no ha podido contestar porque estaba hasta el cuello de trabajo o
porque la estaba engañ ando con otra. Brenda decide creer que es má s probable
que la estuviera engañ ando, simplemente porque el hecho de que no le contestara
en todo el día encaja con cierto estereotipo de las personas infieles. Pero esto
implica pasar por alto el hecho de que Juliá n está ocupado en su trabajo de 9 a 6
p.m. por lo que es mucho má s probable que estuviera trabajando.

Brenda tuvo que decidir entre 2 opciones contrarias, por lo que su mente tomo un
“atajo mental” que la hizo llegar a una conclusió n rá pida, pero erró nea.

La técnica para razonar conscientemente esta toma de decisió n sin que pase por el
primer sistema es dejar de ver dos opciones y solamente ver el lado positivo y
negativo de una sola opció n como se muestra en el siguiente diagrama:

Solamente viendo el lado positivo y negativo de una opció n hará que el problema
se simplifique estando conscientes de ello permitiéndonos tomar la opció n má s
razonable.

Hay muchas situaciones de la vida en que somos víctimas de los sesgos, incluso
existe el sesgo del punto ciego, que nos hace pensar que a nosotros no nos afecta
ningú n sesgo. Tal vez te habrá s identificado con alguno o te habrá s dado cuenta
que muchas de las decisiones que tomas son iló gicas, pero si las miras bajo esta
técnica no será tan difícil hacer un verdadero cambio en tu vida.

1. esgo de correspondencia: Juzgamos a los demá s por su personalidad o


cará cter fundamental, pero nos juzgamos a nosotros mismos por la
situació n.
2. Sesgo por interés personal: Nuestros fracasos son circunstanciales, pero
nuestros éxitos son por méritos propios. Por ejemplo: Ganas un premio
debido al trabajo duro o la perseverancia sin contar con la suerte o la ayuda
recibida. En cambio si fallas es porque no habías dormido lo suficiente o
cualquier otra excusa.
3. Favoritismo del endogrupo: Cuando favorecemos a las personas que
está n en nuestro grupo en lugar de las que está n fuera.
4. Efecto arrastre: Las ideas, las modas y las creencias crecen a medida que
má s personas las adoptan. Es la tendencia a hacer o creer en algo porque
muchas personas lo hacen o lo creen.
5. Pensamiento de grupo: Debido al deseo de conformidad y armonía en el
grupo tomamos decisiones irracionales, a menudo para minimizar el
conflicto.
6. Efecto halo: Si ves a una persona con un rasgo positivo, esa impresió n
positiva se extenderá a sus otros rasgos. Este efecto también ocurre a la
inversa cuando se trata de rasgos negativos.
7. Suerte moral: Una mejor posició n moral se debe a un resultado positivo;
una peor posició n moral se debe a un resultado negativo. Es decir, la
tendencia a atribuir una mayor o menor posició n moral basada en el
resultado de un evento.
8. Efecto del falso consenso: Cuando creemos que hay má s gente que está de
acuerdo con nosotros de lo que realmente es el caso. Está comprobado que
la mayoría piensa que sus propios há bitos, valores y creencias está n má s
extendidos de lo que realmente está n, ya sean por motivació n, sesgo de
confirmació n o percepció n selectiva (las comentamos má s adelante).
9. Maldición del conocimiento: Una vez que sabemos algo, asumimos que
todos los demá s también lo saben. Este sesgo cognitivo se produce cuando
un individuo, en comunicació n con otras personas, sin saberlo, supone que
los otros tienen los antecedentes necesarios para entender lo que dice.
10. Efecto Spotlight: La tendencia a sobreestimar la cantidad de personas que
notan tu apariencia o comportamiento. Sobreestimamos la cantidad de
atenció n que presta la gente a nuestro comportamiento y apariencia.
Cuando pensamos que un acto o elemento propio resulta muy llamativo y
todo el mundo va a fijarse.
11. Heurística de disponibilidad: Nos basamos en los ejemplos inmediatos
que nos vienen a la mente al hacer juicios.
12. Atribución defensiva: Como observador vamos a atribuir las causas de un
percance de forma que se minimice nuestro miedo a ser víctima o causante
de una situació n similar
13. Hipótesis del Mundo Justo: Tendemos a creer que el mundo es justo; por
lo tanto, asumimos que los actos de injusticia son merecidos.
14. Realismo ingenuo: Creemos que observamos la realidad objetiva y que
otras personas son irracionales, desinformadas o tendenciosas.
15. Cinismo ingenuo: Tendencia a esperar un sesgo má s egocéntrico en los
demá s que en uno mismo tanto en las intenciones como en las acciones.
16. Efecto Forer: Llamado falacia de validació n personal o el efecto Barnum.
Consiste en atribuir descripciones de la personalidad supuestamente
específicos, pero que en realidad son tan vagos o generales que se pueden
aplicar a un gran nú mero de personas. Muy utilizado en ciertas creencias
como la astrología, la adivinació n, la grafología, la lectura del aura y algunos
de tests de personalidad.
17. Efecto Dunning-Kruger: Cuanto menos sepas, má s confianza tendrá s.
Cuanto má s sabes, menos confianza tienes.
18. Efecto de anclaje: La tendencia a confiar demasiado en la primera
informació n que nos ofrecen a la hora de tomar una decisió n.
19. Sesgo de la automatización: Tendemos a confiar en los sistemas
automatizados, llegando a confiar demasiado por ejemplo en la correcció n
automá tica del corrector ortográ fico.
20. Efecto Google: Tendemos a olvidar la informació n se puede buscar
fá cilmente en los motores de bú squeda.
21. Reactancia: Hacemos lo contrario de lo que se nos dice, especialmente
cuando percibimos amenazas a las libertades personales, está relacionado
con la psicología inversa.
22. Sesgo de confirmación: Tendemos a encontrar y recordar informació n que
confirma nuestras percepciones. Es decir, de manera natural vamos a
favorecer, buscar, interpretar y recordar la informació n que confirma
nuestras creencias o hipó tesis.
23. Efecto de retroceso: Desmentir las pruebas a veces tiene el efecto
injustificado de confirmar nuestras creencias. Es decir, que uno llega a
reforzar sus creencias cuando deslegitima un argumento o evidencia.
24. Efecto en tercera persona: Creemos que los demá s está n má s afectados
por el consumo de los medios de comunicació n que nosotros mismos.
25. Sesgo de creencia: La tendencia a juzgar la fuerza de los argumentos en
base a la verosimilitud de su conclusió n, en lugar de la fuerza con que
apoyan esa conclusió n
26. Cascada de disponibilidad: Ligadas a nuestra necesidad de aceptació n
social, las creencias colectivas ganan má s plausibilidad a través de la
repetició n pú blica.
27. Declinismo o Retrospección idílica: La predisposició n a ver el pasado de
forma favorable o idílico y en cambio el futuro negativo o en declive.
28. Sesgo de status quo: Tendencia de algunas personas a valorar o apreciar
en mayor medida las cosas que permanecen estables.
29. Falacia del costo hundido o aumento del compromiso: La tendencia
invertir má s en cosas que nos han costado algo en lugar de alterar nuestras
inversiones, incluso si nos enfrentamos a resultados negativos. En Españ a
usamos mucho la frase «De perdidos, al río».
30. Falacia del apostador: Creemos que las posibilidades futuras se ven
afectadas por los acontecimientos del pasado.
31. Sesgo de riesgo cero: Preferimos reducir los pequeñ os riesgos a cero,
antes incluso que buscar soluciones alternativas que pueden ser má s
seguras.
32. Efecto marco: A menudo sacamos diferentes conclusiones de la misma
informació n dependiendo de có mo se presente.
33. Estereotipo: Adoptamos la creencia generalizada de que los miembros de
un grupo tendrá n ciertas características, a pesar de no tener informació n
sobre el individuo.
34. Homogeneidad exogrupal: Percibimos a los miembros de los grupos
externos como homogéneos y a los de los grupos internos como má s
diversos.
35. Sesgo de autoridad: Confiamos y estamos má s a menudo influenciados por
las opiniones de las figuras de autoridad.
36. Efecto placebo: Si creemos que un tratamiento funcionará , a menudo
tendrá un pequeñ o efecto fisioló gico.
37. Sesgo del superviviente: Tendemos a centrarnos en las cosas que
sobrevivieron a un proceso y pasamos por alto las que fallaron.
38. Taquipsiquia: Nuestras percepciones del tiempo cambian dependiendo del
trauma, el uso de drogas y el esfuerzo físico.
39. La Ley de Parkinson de la Trivialidad: Damos un peso desproporcionado
a las cuestiones triviales, a menudo evitando las cuestiones má s complejas.
40. Efecto Zeigarnik: Recordamos má s las tareas incompletas que las
completadas.
41. Efecto IKEA: Le damos mayor valor a las cosas que hemos creado
parcialmente nosotros mismos.
42. Efecto Ben Franklin: Nos gusta hacer favores; es má s probable que le
hagamos otro favor a alguien si ya le hemos hecho un favor que si
hemos recibido un favor de esa persona.
43. Efecto espectador: Cuanto má s gente esté cerca, menos probable es que
ayudemos a una víctima.
44. Sugestibilidad: Las personas, especialmente los niñ os, a veces
confundimos los recuerdos con las ideas sugeridas por un interrogador.
45. Falsos recuerdos: Confundimos la imaginació n con los recuerdos reales.
46. Criptomnesia: Confundimos los recuerdos reales con la imaginació n.
47. Ilusión de agrupamiento: Encontramos patrones y grupos en los datos
aleatorios.
48. Sesgo pesimista: A veces sobrestimamos la probabilidad de malos
resultados.
49. Sesgo optimista: A veces somos demasiado optimistas sobre los buenos
resultados.
50. Prejuicio de punto ciego: No creemos que tengamos prejuicios, y lo vemos
má s en los demá s que en nosotros mismos.

Algunos de los 50 sesgos cognitivos propuestos en realidad no deberían estar en


la lista o quizá s podrían ser reemplazados por algunos de los siguientes, ahí van 10
má s:

 Aversión a la pérdida: es la tendencia a preferir evitar las pérdidas en


lugar de la posibilidad de adquirir ganancias.
 Efecto denominación: Es la tendencia a gastar má s dinero cuando está
denominado en pequeñ as cantidades (por ejemplo, en monedas) má s que
en grandes (por ejemplo, billetes).
 Sesgo retrospectivo: Es la tendencia a recordar las decisiones propias
como mejores de lo que realmente fueron.
 Sesgo de disconformidad: Es la tendencia a realizar un crítico escrutinio
de la informació n cuando contradice sus principales creencias y aceptar sin
criterio aquella informació n que es congruente con sus principales
creencias.
 Percepción selectiva: Tendencia en la cual las ansias, esperanzas o
ilusiones afectan a la percepció n.
 Efecto foco: Desviació n de la predicció n del resultado; ocurre cuando las
personas sitú an mucha má s importancia en un determinado punto o
aspecto de un evento.
 Sesgo de atribución hostil: El sesgo de atribució n hostil, o atribució n
hostil de la intenció n, es la tendencia a interpretar los comportamientos de
los demá s como si tuvieran una intenció n hostil, incluso cuando el
comportamiento es ambiguo o benigno.
 Ilusión del control: La tendencia a sobreestimar el grado de influencia de
uno sobre otros eventos externos.
 Sesgo cultural: es el fenó meno de interpretar y juzgar fenó menos segú n
está ndares inherentes a la propia cultura.
 Efecto animadora: La tendencia a pensar que otra persona es má s
atractiva en grupo que vista individualmente.

Sesgos inconscientes en el entorno laboral, ¿cómo trabajarlos?

Gran parte de nuestro día a día lo forma el ámbito laboral. Ya sea en la búsqueda de

empleo o en el ejercicio del mismo: en la relación con nuestros compañeros, en

reuniones para toma de decisiones o en la búsqueda de un nuevo miembro para el

equipo.
Para empezar, refrescando lo que ya hemos hablado de sesgos inconscientes, es

importante recordar que se trata de un mecanismo propio del ser humano, necesario

para su supervivencia, pero que puede crear impresiones respecto a una persona o

situación, en ocasiones erróneas, y que marcan comportamientos, en ocasiones

discriminatorios. El reto que nos marcábamos era claro: debemos ser conscientes de

ellos e identificar cuáles son útiles y cuáles pueden tornarse en negativos hacia una

persona.

Una de las tendencias en materia de Diversidad e Inclusión 2019 de la Fundación

Adecco ponía el foco en los sesgos inconscientes en el ámbito corporativo. ¿Cómo los

podemos trabajar desde el marco de la empresa?

¿Qué tipos de sesgos inconscientes podemos encontrarnos en nuestro día a día en la

oficina? Para ser capaces de identificarlos, os dejamos cinco de los más

comunes, aunque habría muchísimos más:


 Sesgo de afinidad: “¡Es de mi pueblo!”. El sesgo de afinidad es aquel por el que
cuando te presentan a una persona con creencias, aficiones o procedencia similares a
las nuestras la consideras de partida mejor que a cualquier otra persona. Es decir,
cuando evaluamos de mejor manera a aquellas personas que son similares o afines a
nosotros.
 Sesgo de confirmación: “¡Lo sabía!”. El sesgo de confirmación o “profecía
autocumplida” ocurre cuando sólo tenemos en cuenta aquella información respecto a
una persona que confirma la idea preconcebida que tenemos de ella. El resto de
información que la contradice, la ignoramos.
 Efecto anclaje: “¡No viste adecuadamente, no es profesional!” El sesgo o efecto
anclaje se da cuando usamos la información inicial de una persona o sólo aquella de la
que disponemos, para emitir juicios posteriores.
 Sesgo de aversión a la pérdida: “¿Cómo vamos a arriesgarnos a eso?”. Cuantos
más recursos inviertes en un proyecto, más te atas a él emocionalmente y más te
cuesta abandonarlo. El miedo a la incertidumbre también propicia este sesgo, que es la
tendencia a rechazar lo nuevo y los cambios en general sobre lo ya establecido, lo
que propicia entornos laborales fosilizados.
 Meta-sesgo: “¡Yo no tengo sesgos!”. Se trata de la tendencia a no darse cuenta
de los propios sesgos cognitivos y de verse como menos sesgado que los demás.

CÓMO TRABAJAR LOS SESGOS INCONSCIENTES


Como decíamos es importante tener identificados los sesgos inconscientes en los que

podemos caer con más frecuenta. Y, ahora bien, ¿cómo los podemos trabajar?

1. LUCHAR CONTRA EL METASESGO: Nuestro cerebro ególatra nos hace pensar en


nuestra propio visón del mundo como verdadera. Hay que quitarse la venda de los
ojos, ser conscientes de que podemos caer en sesgos inconscientes y estar alerta
para trabajar sobre ellos.
2. ACTIVAR LA EMPATÍA: Para hablar y trabajar en Diversidad y en la vida en
general, primero tenemos que activar la empatía. Ser conscientes de que cada uno
vemos el mundo de una manera distinta.
3. FORMACIÓN EN TODOS LOS NIVELES: Debemos apostar por la formación a
managers y departamentos clave en el ámbito de los sesgos inconscientes.
4. OBJETIVIDAD: Revisar procesos en la gestión de personas para detectar la
presencia de sesgos sistémicos. Por ejemplo, en los procesos de selección.
5. CUANTAS MÁS OPINIONES, MEJOR: Favorecer las tomas de
decisiones implicando más decisores que aporten otros puntos de vista y dando más
espacio de tiempo para trabajar con criterios lo más objetivos posibles.

Es importante partir de la idea de que incluso aceptando la diversidad y

manifestándonos en contra de la discriminación es fácil caer en prejuicios contra

otros. Porque la diversidad se compone de multitud de áreas, no sólo hablamos de

género, raza o discapacidad; también hablamos de formas de pensar, maneras de

vestir o de cómo una persona resuelve un problema.

Te invitamos a reflexionar sobre los sesgos inconscientes, aumentar tu conocimiento

individual y continuar con un diálogo del que ya forman parte muchas empresas. Es un

proceso continuo en el que tenemos que aprender, desaprender y re-aprender

constantemente.

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