Ensayo Pirmer Previo Emprendimiento Ii Lina Maria Ballesteros Acosta 1214128

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ARTURO CALLE UN EJEMPLO PARA LOS EMPRENDEDORES

LINA MARÍA BALLESTEROS ACOSTA


1214128

MAYRA FOLIACO

UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER


ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
CUCUTA
2020
ARTURO CALLE UN EJEMPLO PARA LOS EMPRENDEDORES

La historia de ARTURO CALLE comenzó a tejerse hace más de 70 años, en el barrio


Manrique de Medellín. Allí nació Arturo Calle el 13 de agosto de 1938. Con tan solo diez
años de edad este paisa ya se había convertido en un experto vendedor de frutas,
hortalizas y flores en la plaza de mercado en el barrio Robledo en Medellín.
“Por esa época mi madre, mis nueve hermanos y yo vivíamos en una casa campestre
ubicada en los Altos de Robledo. Este servidor era el encargado de vender todos los
alimentos que allí producíamos en el mercado, e incluso los vecinos me buscaban para
que les ayudará a comercializar los suyos. De esta manera apoyé a mi madre desde
muy niño con los gastos del hogar”, señala Arturo Calle.
Su juventud fue la consolidación de su audacia y sagacidad, el ahora empresario
recuerda con cariño que su familia le auguraba un futuro promisorio gracias a su
templanza y espíritu visionario, y no se equivocaron al dar este concepto.
Desde entonces, los negocios siempre hicieron parte del ADN de Arturo Calle y a medida
que crecía, aumentaba su interés por involucrarse en diversos sectores de la economía.
Fue así como logró vincularse como mecánico industrial a Hilanderías Pepalfa, una
fábrica dedicada a la confección de medias, que podría definirse como su primer
contacto con la industria textil. En este mismo escenario, nació su sueño de ser
independiente, un ideal que lo motivó a ahorrar casi la totalidad de su sueldo durante dos
años y medio.
Pero fue en Bogotá, en donde encontró su verdadera vocación, la cual lo marcaría para
toda la vida. Luego de trabajar de domingo a domingo en un almacén de camisas en el
sector comercial de San Victorino, Arturo Calle adquiere -en 1966- el suyo propio
denominado “Danté” y ubicado en el mismo sector en la calle 13 con carrera 14.
Este primer almacén de 8 m2 le costó 17.000 pesos de la época, dinero que recaudó
gracias al capital ahorrado y a un préstamo de $4.000 pesos, que según recuerda, es la
única deuda que ha adquirido en su vida.
El empresario viajaba periódicamente a la ciudad de Pereira en búsqueda de fabricantes
que hicieran las prendas formales que luego comercializaba en su primer punto de venta.
Sus habilidades como comerciante y la calidad de sus productos atrajeron nuevos
clientes, lo cual facilitaron la apertura de un segundo almacén “Danté” a pocas cuadras
del primero.
Al cabo de 2 años Arturo Calle adquiere un tercer almacén (contiguo al de la carrera 10)
y gracias a la sugerencia de uno de sus clientes, decide ponerle su nombre, ARTURO
CALLE, tendencia que luego emularon otros diseñadores de la industria de la moda en
Colombia. Este hecho da inicio oficial a una de las compañías más prósperas del país,
que hoy celebra 50 Años de historia y evolución.
Para ese entonces, Arturo Calle, compraba sus productos a los fabricantes existentes
pero el mercado era muy limitado puesto que no se podía innovar en el diseño, ofrecer
mejores precios y decidir directamente el grado de calidad y diseño de las prendas.

Fue así como el empresario vio la necesidad de surtir sus propios almacenes. Por ello,
decidió fabricar directamente sus productos forjando una alianza con empresas de
manufactura y confección que evolucionaron y que en la actualidad son CO&TEX, FRAC
y Baena Mora. Esta sinergia le ha permitido a ARTURO CALLE garantizar a sus clientes
la mejor relación calidad precio; característica que, sumada a un buen servicio, ha sido
determinante para el éxito comercial de la firma.
De hecho, su pasión por brindar al cliente una atención excepcional, lo llevó a
implementar desde los inicios del negocio, el servicio de sastrería, que sigue siendo uno
de los valores agregados de la marca de cara a sus consumidores.
Don Arturo es el mejor vendedor que he conocido en mi vida. Jamás un cliente suyo se
fue insatisfecho, es un negociante por naturaleza y un ser humano excepcional”, señala
Rogelio Gómez, vinculado a ARTURO CALLE desde 1981.
Bajo el nombre de ARTURO CALLE, la compañía abrió por primera vez sus puertas en
un Centro Comercial -Unicentro Bogotá-, lo que consolidó su imagen en el mercado
capitalino y lo proyectó hacia otras ciudades del país. Fue entonces, cuando a finales de
la década de los 90 ARTURO CALLE llega a las ciudades de Cali y Medellín con una
fuerte estrategia de posicionamiento que implicaba la apertura de varios almacenes en
cada una de las ciudades, el mismo día y a la misma hora.
“Para ese entonces Cali y Medellín ya eran mercados tan grandes que la apertura de un
almacén en cada uno de ellos, me parecía muy poco. Por eso decidí ahorrar con
paciencia e ir comprando locales hasta que tuvimos suficiente músculo empresarial para
abrir varias tiendas en simultáneo”, sostiene Calle.
Estas palabras del empresario dejan entrever dos de sus claves para el éxito, la
paciencia y el nivel cero de endeudamiento. Y es que, como él mismo señala, “hay que
crecer lentamente y sin afán, evitando incurrir en gastos innecesarios. Por eso, mi
fórmula financiera es: un porcentaje de utilidad fijo, igual para todos los productos, un
portafolio amplio de productos que se debe renovar con frecuencia, y el no pago de
arriendo”.
Arturo Calle tuvo la fortuna de entender que su negocio podría crecer siempre y cuando
se mantuvieran los atributos de calidad, diseño y precio justo que hoy siguen
representando a la marca en Colombia y el exterior.

UN LEGADO SOCIAL
Desde muy joven, Arturo Calle comprendió el deber que tiene cualquier ciudadano en la
construcción de una mejor sociedad. “Mi madre me enseñó el valor de la solidaridad. A
menudo, ella llegaba a casa con la mitad del mercado porque repartía gran parte de lo
que había comprado entre los pobres que encontraba en el camino”, señala Calle.

El ejemplo de su madre y su visión del mundo, llevaron a este empresario a invertir en lo


social desde temprana edad, labor que se formaliza en 1981 con la creación de la
Fundación ARTURO CALLE, a través de la cual se ofrece respaldo a iniciativas que
fomentan la educación, la salud y la adquisición de vivienda propia. Hoy en día, la firma
apoya a 200 fundaciones mensualmente.
Las nuevas generaciones al mando de la compañía también han aprendido de la
vocación social de Arturo Calle, lo cual garantiza la continuidad de su espíritu filantrópico
sustentado en el principio de aprender a compartir. “ARTURO CALLE es una empresa
que le pertenece a los colombianos por una razón muy sencilla, uno no se lleva nada
cuando se muere. Me siento satisfecho por haber sembrado las bases de este gran
edificio que genera empleo y que construye país”, finaliza Calle.

LA EVOLUCIÓN DE LA MODA MASCULINA EN ESTOS 50 AÑOS


Hay quienes creen que, en las últimas 5 décadas, la moda masculina en Colombia ha
evolucionado al ritmo de ARTURO CALLE, otros más conservadores opinan que ha sido
la compañía la que se ha transformado conforme aparecen nuevas tendencias de moda,
diseño y color. Lo cierto es que esta firma ha sido fundamental en el desarrollo de un
mercado masculino cada vez más exigente, informado y diverso.
El rol determinante que la compañía ha asumido, es producto de su presencia en las
grandes pasarelas de la moda a nivel internacional y su interés por proponer en el
mercado interno las últimas tendencias en vestuario para hombre, de acuerdo a las
particularidades del público masculino en Colombia.
Gracias a ello, ARTURO CALLE ha presenciado y hecho parte de la transformación de
prendas esenciales en cualquier armario masculino como los trajes, los jeans y el
calzado formal y casual. “Mi negocio inicia con la venta de vestidos para hombre, que
para aquel entonces se caracterizaban por una construcción del traje bastante
estructurada, entretelas pesadas, solapas cortas y amplias y forros a tono. Así mismo, en
el pantalón se apreciaban siluetas holgadas, tiros largos, prenses y botas con dobladillo.
Poco a poco, ese traje fue evolucionando, hasta incorporar fibras más livianas, siluetas
acordes a la fisionomía del hombre, variedad de estructuras y nuevos colores que van
desde el gris claro hasta el azul cobalto”.
El avance de la moda formal ha sido tal que, en la actualidad, ARTURO CALLE ofrece
una línea de trajes que comprende desde los paños italianos con títulos 150,
desarrollados por la firma para el ejecutivo que valora la sofisticación, hasta los vestidos
para lavar en casa, ideales para el hombre que quieren lucir elegante a diario sin tener
que incurrir en altos costos de lavandería.
El jean ha sufrido el mismo proceso de transformación. En sus primeros años de
existencia, la firma ARTURO CALLE lanzó al mercado la silueta 701, un pantalón
holgado y muy cómodo, inspirado en el clásico vaquero, en cuyo diseño se incorporaban
telas pesadas en algodón de 14 onzas, pocos desgastes y remaches que aseguren la
resistencia de la prenda. Con el paso de los años y la influencia de las tendencias
mundiales, la silueta del jean se estilizó convirtiéndose en una prenda cada vez más
justa.
Hoy la marca conserva la clásica silueta que ha acompañado a los colombianos durante
décadas y tres diseños actuales, que son fabricados a partir de diversos procesos
industriales, con telas confortables para asegurar libertad de movimiento.
“Los jeans de ARTURO CALLE están dotados con el diseño y la calidad necesaria para
acompañar al público masculino en cualquier tipo de ocasión y en cualquier etapa de la
vida”
En lo que a calzado se refiere, la evolución ha sido sinónimo de mayor confort y nuevas
propuestas en cuanto a diseño, color y materiales. En un principio el uso de colores
llamativos y diferentes modelos de calzado era inconcebible dentro del mundo
masculino; la oferta se limitaba a lo clásico, es decir, a hormas simples, diseños de
amarrar, suelas de cuero y una gama de marrones y negro.
Las nuevas dinámicas del hombre vanguardista y su interés por llevar prendas muy
cómodas han motivado la aparición de nuevas propuestas de calzado en ARTURO
CALLE que dan vida a colores en tonos brillantes, mezclas de materiales (cueros y
textiles) y nuevos tipos de suelas que aportan diseño y originalidad. Los mocasines y
zapatos tipo Oxford han dejado atrás sus orígenes clásicos y se han incorporado al
vestuario casual e informal de los últimos tiempos. Los driver shoes elaborados con
carnaza también han evolucionado y ahora están disponibles en colores vibrantes que
añaden un toque de personalidad a este calzado extremadamente flexible.
“No solo nos preocupamos por vestir a los hombres con las mejores prendas, también
nos hemos encargado de dejar huella en el mundo de la moda masculina con una
propuesta de calzado que se adapta a las necesidades de cualquier cliente”, sostiene
Calle. En la actualidad, ARTURO CALLE produce 30 mil unidades de calzado al mes.
La propuesta de accesorios de ARTURO CALLE también se ha ido expandiendo en el
transcurso de estos 50 Años. Arturo Calle recuerda que la compañía incursionó en la
línea de accesorios para hombre con el diseño y la comercialización de gorras
deportivas. Posteriormente, se fueron incorporando billeteras, fragancias, maletas,
sombrillas, gafas, manillas y todo tipo de productos que hoy agregan versatilidad al
closet masculino.
UN ÍCONO DE LA INNOVACIÓN
Si ha pasado por la Avenida Boyacá con Calle 152, con seguridad habrá notado la Torre
Empresarial de ARTURO CALLE, uno de los íconos arquitectónicos del norte de Bogotá,
y una representación de la vocación innovadora de esta compañía. La edificación de 11
pisos y 21.000 m2, fue construida por los arquitectos Gabriel Arango y Miguel Soto e
inaugurada en 2011.

Arturo Calle quería un edificio que ilustrara la evolución de la marca y que sirviera de
referente para futuras construcciones asociadas a la marca ARTURO CALLE. Además,
esta nueva construcción debía contar con la flag store es decir, el almacén principal de la
cadena, un espacio de 2.000 m2 en donde hoy en día se realizan la mayoría de los
lanzamientos de la marca.
El empresario también aspiraba a que la torre tuviese un elemento inédito relacionado
con la razón de ser de su negocio, es decir, algo que representara la moda y la
innovación características de ARTURO CALLE. Es así como Arango y Soto decidieron
utilizar un textil metálico en la fachada del edificio, que se pliega de la misma forma en
que lo hace la tela en el telar.
Pero la fachada no es el único tributo a la moda y a la innovación; en el interior del
edificio, se respira el mismo aire de vanguardia y sobriedad que se aprecia desde las
afueras. Sin duda, los elementos más llamativos al interior de la Torre son el salón de
eventos con capacidad para 300 personas y las vitrinas de moda –presentes en cada
piso- que parecen suspendidas en el aire. Estas últimas surgen de la petición de Arturo
Calle de llevar el ambiente de moda que se vive en los almacenes, incluso hasta los
pasillos de las áreas administrativas de la compañía.

VENDRÁN AL MENOS 50 AÑOS MÁS


“Además de una celebración, estos primeros 50 años de historia en Colombia, son una
oportunidad para volver a nuestros orígenes, recapitular nuestros logros y agradecer a
las personas que con su talento y pasión han contribuido al crecimiento de esta
empresa”
Y es que, para el empresario, ARTURO CALLE no sería lo que es hoy en día, si no fuese
por el trabajo arduo y comprometido de los más de 4.500 colaboradores con los que
cuenta la compañía en sus plantas de producción, áreas administrativas y puntos de
venta. En ese sentido, el desarrollo del talento humano ha sido esencial para garantizar
un clima laboral favorable, en el que imperan la honradez, el respeto y la vocación de
servicio.
Esta visión reflexiva de su pasado y presente, le permite a ARTURO CALLE definir su
futuro de cara a las nuevas realidades de los mercados nacionales e internacionales.
Ello se traduce en el diseño de una estrategia de expansión en Colombia y en el exterior
-a través de las marcas Arturo Calle, AC KIDS y AC Leather, que sustentará la
continuidad de la compañía que revolucionó la industria de la moda masculina en
Colombia

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