APOCALIPSIS
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APOCALIPSIS
Capítulo Cinco de
Análisis de las profecías y visiones
b) El mismo color aparece en la vestimenta de la gran ramera. "Y la
mujer estaba vestida de púrpura y escarlata"(Apocalipsis 17:4).
c) Se deduce que “escarlata” es el color asociado, espiritual o
simbólicamente, con Satanás específicamente, y por ende, con todos
los poderes políticos y eclesiásticos bajo su dominio.
2. El "gran dragón escarlata… tenía siete cabezas y diez cuernos, y en
sus cabezas siete diademas" (Apocalipsis 12:3). Las "siete
cabezas", los "diez cuernos" y las "siete diademas" simbolizan los
gobiernos dominados y utilizados por Satanás en la ejecución de sus
planes nefastos.
Representación gráfica de los ángeles caídos que fueron echados a la
tierra, juntamente con Satanás, su líder máximo, cuando fueron
derrotados en la “gran batalla en el cielo”. La persona que realizó esta
obra da forma y atributos humanos a los ángeles. Dudamos de que los
tengan ya que son seres espirituales que habitan esferas etéreas muy
distintas, opinamos, al universo material.
C. Las acciones del "gran dragón".
1. "…y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las
arrojó sobre la tierra" (Apocalipsis 12:4).
a) “…la tercera parte…" Una parte sustancial, pero no la mayor
parte.
b) "…de las estrellas del cielo…"
(1) Acaso simbolicen estas "estrellas" a los ángeles que
siguieron a Satanás en aquel tiempo remoto, antes de la creación
de la tierra y la humanidad, cuando tomó la decisión de rebelarse
contra Dios.
(2) Cristo dice que el infierno mismo está "preparado para el
diablo y sus ángeles" (Mateo 25:41). Tomamos nota de que
cuando Satanás fue echado del cielo, "sus ángeles fueron
arrojados con él" (Apocalipsis 12:9).
c) "…y las arrojó sobre la tierra."
(1) Ejercitando Satanás la potestad que él mismo tiene sobre los
ángeles caídos en virtud de haber elegidos ellos seguirle, los
envía a la tierra. Se sobreentiende que los enviaría a la tierra para
causar gran daño y sufrimiento a los humanos.
(2) Ahora bien, los ángeles que sirven a Dios son "espíritus
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán
herederos de la salvación" (Hebreos 1:14). Es decir,
actúan providencialmente a favor de los cristianos en la tierra,
pues estos son los “herederos de la salvación”.
(3) Entonces, si bien los ángeles que sirven a Dios
son "espíritus" buenos, se deduce que los que sirven a Satanás
son espíritus malos, o sea, son "demonios". Estos ángeles
malos acaso actúen providencialmente, en la medida y hasta
cuándo permitido por Dios, en contra de los cristianos en la tierra
y a favor de todo lo malo, contrarrestando la obra de los ángeles
buenos.
2. "Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin
de devorar a su hijo tan pronto como naciese"(Apocalipsis 12:4).
Informado Herodes el Grande por los magos acerca del nacimiento de
Jesucristo, aquel rey poderoso, amigo de emperadores romanos,
maquinó matar al niño. Pero, un “ángel del Señor” avisó a José y María,
mandándolos a huir a Egipto, donde permanecieron “hasta la muerte de
Herodes” (Mateo 2). Vemos, pues, que efectivamente, "el gran
dragón" se personificó en el rey Herodes el Grande, intentando
este “devorar” al hijo de la “mujer vestida del sol” tan pronto naciera.
3. Las acciones que tomó Satanás de perseguir a la mujer (Apocalipsis
12:13-17) y "hacer guerra contra el resto de la descendencia de
ella" (Apocalipsis 12:17) las analizamos en la “Parte 1”.
II. La "gran batalla en el cielo" (Apocalipsis 12:7-12).
A. Los contrincantes en la "gran batalla".
1. Por el lado del Bien: "Miguel y sus ángeles" (Apocalipsis 12:7).
a) En Judas 9, Miguel es identificado como
el "arcángel" que "contendía con el diablo, disputando con él por el
cuerpo de Moisés".
b) Este mismo Miguel es mencionado también en Daniel 10:13, 21 y
12:1.
c) "Arcángel" implica rango. La palabra "sus" (vocablo que indica
posesión), en la frase "sus ángeles", indica que Miguel tenía
autoridad sobre los ángeles de Dios.
2. Por el lado del Mal: el "dragón y sus ángeles" (Apocalipsis 12:7), es
decir, Satanás y los ángeles que le seguían.
B. El lugar donde se libra la "gran batalla".
1. "…en el cielo" (Apocalipsis 12:7), o sea, en las regiones celestes
donde moran Dios y los ángeles que le sirven. “Después hubo una
guerra en el cielo…”
2. Definitivamente, la batalla no toma lugar en el planeta Tierra.
3. El texto inspirado no nos provee información específica sobre
la naturaleza exacta de la batalla. Contemplando las escenas y
estudiando sus parámetros, podemos inferir:
a) Que no fue una batalla carnal ya que se luchó en regiones
celestes entre seres espirituales.
b) Que las armas utilizadas no fueron carnales, o sea, materiales.
c) Que quizá la batalla consistiera principalmente de un violento
encontronazo entre fuertes voluntades contrarias y que se librara
con las armas de argumentos y contra argumentos, de
acusaciones y contra acusaciones. De hecho, tal es la naturaleza
de la batalla espiritual que se lucha en la tierra entre los cristianos
fieles a Dios, por un lado, y por el otro, el diablo y sus agentes en la
tierra (2 Corintios 10:1-6).
4. El lenguaje bélico "luchaban", "fue lanzado fuera", "fue arrojado a la
tierra" y "fueron arrojados con él" (Apocalipsis 12:7-9), indica,
incuestionablemente, actos violentos.
a) Se entiende que Dios tomara acción él mismo, literalmente, contra
Satanás y sus ángeles con el propósito de excluirlos de una vez para
siempre de su presencia y de sus moradas celestiales. Realmente,
los resistió, atacándolos y arrojándolos a la tierra. Cuáles medios
utilizara no podemos precisarlos, pero esto sí sabemos: que su
palabra sola es suficientemente poderosa tanto para crear como para
sostener o destruir, tanto para retener cerca de sí como para arrojar
de su presencia.
b) Aun en su trato de Satanás se manifiestan la paciencia y
tolerancia de Dios, pues permitía que ese "gran dragón" se
presentara delante de él para acusar a los santos. Pero su paciencia
y tolerancia para con los malos no continúan para siempre (2
Crónicas 36:16). Llega el momento cuando el Todopoderoso actúa
con violencia contra ellos (Hebreos 10:31). Llegó tal momento para
Satanás, y Dios lo lanzó fuera del cielo.
C. ¿En qué tiempo ocurre la "gran batalla"?
1. Según el Versículo 10, cuatro gloriosos acontecimientos ocurren
tan pronto termina la "gran batalla en el cielo". Un evento muy
particular abre paso a estos cuatro acontecimientos, a saber, el de ser
lanzado Satanás del cielo. "...porque ha sido lanzado fuera el
acusador de los hermanos" (Apocalipsis 12:10). Así pues, no toman
lugar hasta que no quede la morada de Dios librada de una vez para
siempre de la presencia de aquel usurpador. El Versículo 10
dice: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido
la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”.
a) Mediante la palabra "porque" se establece una relación, en
términos de tiempo, condiciones y consecuencias, entre la "gran
batalla" y los cuatro acontecimientos señalados.
(1) La relación en términos de tiempo. Claramente se implica
que la “gran batalla” y los cuatro acontecimientos no son
separados por miles de años sino que los cuatro acontecimientos
ocurren "porque" acaba de terminarse la "gran batalla". Por
consiguiente, razonamos que la "gran batalla" no ocurrió antes de
la creación del universo sino en el tiempo inmediatamente previo
a los cuatro acontecimientos.
(2) La relación en términos de condiciones y de
consecuencias. Una de las condiciones es que Satanás fue
lanzado del cielo. Una de las consecuencias de esa condición es
que se abre paso para que ocurran los cuatro acontecimientos.
b) Los cuatro acontecimientos son:
(1) Viene "la salvación".
(2) Viene "el poder".
(3) Viene "el reino de nuestro Dios”.
(4) Viene "la autoridad de su Cristo".
2. Todo estudioso de la historia cristiana, especialmente de la inspirada
que relata Lucas en Hechos de Apóstoles, sabe, con tal de estar bien
informado, que estos cuatro acontecimientos acaecieron en el día de
Pentecostés del año 30 d. C., cuando…
a) "…la salvación" fue proclamada para judíos y gentiles,
convirtiéndose como tres mil almas (Hechos 2:37-47).
b) "…el poder" del Espíritu Santo se manifestó en los apóstoles
mediante señales, prodigios y la Palabra inspirada (Hechos 1:7-8;
2:1-4).
c) "…el reino de nuestro Dios" fue establecido conforme a las
profecías de Daniel 2:44 y Marcos 9:1.
d) …y "la autoridad" de Cristo se dio a conocer, declarándose que
él se había sentado a la diestra de Jehová como Rey sobre su Reino
espiritual (Mateo 28:18-20; Hechos 2:22-35).
3. Por lo tanto, se infiere que la "gran batalla" ocurrió durante los
días que precedieron a Pentecostés, específicamente durante los
días que comenzaron con el arresto y la crucifixión de Cristo.
4. Otros pasajes bíblicos y consideraciones relevantes sostienen esta
conclusión.
a) Observamos que el gran conflicto en la tierra entre Cristo y
Satanás, el cual culminó con la victoria sonante del Señor en la cruz,
como también su triunfo sobre la muerte y el Hades,
parecen guardar una relación estrecha con la "gran batalla en el
cielo", probablemente provocándola.
(1) En la tierra, Cristo mismo luchó contra Satanás venciéndolo
en la cruz. El Espíritu Santo asimismo lo afirma: "Despojando a
los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz"(Colosenses 2:15).
(a) ¡El Señor despojó "a los principados y a las potestades"!
(i) "...los principados y las potestades" son Satanás, sus
ángeles caídos y todos los seres humanos que colaboran
con ellos, particularmente los que ocupan posiciones de
prominencia (Efesios 6:12).
(ii) Los despojó de sus pretensiones y de sus supuestos
poderes sobrenaturales.
(b) "...los exhibió públicamente", es decir, exhibió ante todo
el mundo la debilidad y profunda maldad de Satanás y los
suyos.
(c) Triunfó sobre ellos en cruz.
(d) Despojar, exhibir públicamente y triunfar son términos que
pertenecen al lenguaje de acciones bélicas. De manera que
Cristo batalló contra Satanás y ganó. Nos parece bastante
razonable postular que su tremenda victoria en la tierra
provocara la "gran batalla en el cielo".
(2) Al bajar al Hades, Cristo arrebató a Satanás "las llaves de la
muerte y del Hades" (Apocalipsis 1:18); destruyó "por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo" (Hebreos 2:14). "Llevó cautiva la cautividad"(Efesios 4:8).
La rotunda victoria de Cristo sobre Satanás, no solo en la tierra
sino también en el Hades y sobre la muerte misma, provoca,
opinamos, la "gran batalla en el cielo". Vencido en la tierra como
también en el Hades por Cristo, Satanás también es vencido en el
cielo y lanzado fuera, abriendo paso para que suba al cielo el
Cristo victorioso, tome su trono, imponga su autoridad, inaugure
su Reino y salve a las almas obedientes, añadiéndolas a su
iglesia. ¿Subir Cristo al cielo, para que allá entrara en su
presencia de vez en cuando el mismo Satanás, acusando, como
solía hacer anteriormente, a los santos de Dios? ¡Totalmente
inconcebible!
(3) Durante su ministerio en la tierra, Cristo mismo previno y
profetizó la "gran batalla en el cielo". Dijo: "Ahora el príncipe de
este mundo será echado fuera" (Juan 12:31). La profecía no es
que Satanás fuese echado del planeta Tierra. Lejos de ser
echado de la tierra, iba a seguir en el mundo como el "dios de
este siglo" (2 Corintios 4:4). Por lo tanto, se deduce que
Jesucristo anunciaba proféticamente que pronto Satanás
sería "echado fuera" del cielo. Recalcamos: no de la tierra sino
del cielo.
(4) Las palabras de Cristo en Lucas 10:18 concuerdan con Juan
12:31. Dice el Señor: "Yo veía a Satanás caer del cielo como un
rayo".
(a) ¿Cuándo cayó Satanás "del cielo como un rayo"?
Precisamente, en la hora cuando fue lanzado del cielo al ser
derrotado tanto en la tierra como en el cielo por Cristo, Miguel,
sus ángeles y Dios en los días cuando Cristo fue crucificado,
entró al Hades y resucitó de entre los muertos. Es cierto que el
verbo "veía" es el pretérito imperfecto del modo indicativo por
medio del cual se expresa una acción pasada. Pero, según la
interpretación que estamos desarrollando, Satanás aún no
había caído del cielo cuando Cristo pronunció las palabras de
Lucas 10:18. ¿Hay alguna contradicción? Pensamos que no.
Entendemos que Cristo había visto en su mente, quizá por
medio de una visión, la caída de Satanás del cielo. Su
pronunciamiento es como dijera: "Ya lo he visto como por
visión: Satanás caerá del Cielo". De todos modos, la gramática
permite que se use el pretérito imperfecto en alusión al futuro.
(b) ¿Cómo cae un rayo del cielo? Repentinamente. Con gran
potencia destructora. Acompañado por un trueno fuerte,
espantoso. Pues, caer Satanás del cielo "como un
rayo" significa que Satanás sería arrojado con gran
violencia al planeta Tierra, donde causaría terror y
destrucción. Asombrosamente, esto es exactamente lo que
sucedió cuando Satanás, viendo "que había sido arrojado a la
tierra" (Apocalipsis 12:13-17), comenzó a perseguir tanto a
judíos (la “mujer vestida del sol”) como también a la iglesia
(el “resto de la descendencia” de la mujer).
b) Job 1:6-12; 2:1-6 y Zacarías 3:1-2 corroboran lo que enseña
Apocalipsis 12:9-10 referente al acceso que tenía Satanás a la
presencia de Dios durante el tiempo antes de ser lanzado fuera del
cielo. También corroboran lo que hacía Satanás en el cielo: acusar a
los santos.
(1) Según estos pasajes, Satanás se presentaba "delante de
Jehová" en el cielo para acusar a los siervos del Altísimo.
(a) Qué conste: Satanás no se presentaba "delante de
Dios" en la tierra sino en el cielo.
(b) No se presentaba figurativamente sino en realidad, de
verdad, él mismo, como ser espiritual. No se comunicaba
con Dios desde la tierra sino que tenía él mismo,
personalmente, acceso a la presencia de Dios en el cielo.
(c) Se infiere que Satanás no perdiera antes de la creación el
derecho de presentarse "delante de Jehová" en el cielo sino
que lo perdió, de una vez por todas, a consecuencia de
la "gran batalla" en el cielo en el tiempo cuando Cristo triunfó
en la cruz sobre todas las fuerzas de maldad.
(2) Satanás acusaba a los seres humanos justos. "…
el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante
de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de
la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte" (Apocalipsis 12:10-
11).
(a) "…nuestros hermanos…" Para los ángeles de Dios, los
seres humanos justos y santos en la tierra son sus hermanos.
Al postrarse el apóstol Juan ante el ángel que le había dado
las revelaciones, con el propósito de adorarle, el ángel le
dice: “Mira, no lo hagas, porque yo soy consiervo tuyo, de
tus hermanos los profetas, y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios” (Apocalipsis 22:9).
(b) Estos "hermanos" incluyen a los santos de todas las Eras
del tiempo terrenal, desde la creación hasta los días
presentes. Tanto los santos de la Era Patriarcal y la Era
Mosaica, como también los de la Era Cristiana, vencen a
Satanás "por medio de la sangre del Cordero" (Hebreos 9:15-
17).
(c) No solo los mártires de Cristo sino también muchos santos
de los tiempos antes de la Era Cristiana "menospreciaron sus
vidas hasta la muerte" (Hebreos 11), siendo acusados en el
cielo por Satanás, pese a sus labores y sacrificios, aun el
martirio.
(d) Con persistencia maliciosa, Satanás acusaba a los
santos "delante de nuestro Dios día y noche", pero desde el
fin de la "gran batalla en el cielo" ya no tiene acceso a la
presencia de Dios.
D. Las consecuencias de la "gran batalla en el cielo".
1. "El gran dragón y sus ángeles" fueron derrotados para siempre. "No
prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo" (Apocalipsis
12:8).
2. "Fue lanzado fuera el gran dragón" (Apocalipsis 12:9). Desde
aquella derrota decisiva en adelante, Satanás ya no tendría acceso a la
presencia de Jehová.
3. "Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con
él" (Apocalipsis 12:9).
a) Antes de la "gran batalla", Satanás rodeaba la tierra, andando por
ella para luego subir al cielo y acusar a los santos (Job 1:7-12;
Apocalipsis 12:10).
b) Derrotado en la "gran batalla", "fue arrojado a la tierra". Desde el
momento cuando "fue arrojado a la tierra", podría manifestarse solo
en la tierra y no en la presencia de Dios. Sus ángeles sufrieron el
mismo castigo.
4. Los cielos se alegran. "Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis
en ellos" (Apocalipsis 12:12). Razón de sobra tienen Dios y sus ángeles
para alegrarse, pues no tendrán que soportar más la presencia o las
acusaciones de Satanás.
5. La tierra tiembla. "¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!
porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que
tiene poco tiempo" (Apocalipsis 12:12).
a) "…el diablo ha descendido a vosotros con gran ira…" Satanás
siempre se ha empeñado en destruir al ser humano. Derrotado tanto
en la tierra como en el Hades y el cielo, su "ira" se vuelve más
candente, explosiva e incontenible.
b) "…tiene poco tiempo."
(1) El término adverbial "poco tiempo" es relativo,
interpretándose a la luz del contexto.
(2) Tiene, efectivamente, desde Pentecostés hasta la Segunda
Venida de Cristo.
(3) No se trata del tiempo desde la creación hasta la Segunda
Venida de Cristo, sino del tiempo desde cuando Satanás fue
arrojado a la tierra hasta la Segunda Venida de Cristo, la cual
conduce, enseguida, al fin de la humanidad en el planeta Tierra,
la destrucción de todo lo que “se ve” y el fin del tiempo mismo.