GT 02 3-Criterios para Proyectos de Presas y Sus Obras Anejas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 41

COMITÉ ESPAÑOL DE GRANDES PRESAS

GUÍAS TÉCNICAS DE SEGURIDAD DE PRESAS 2

CRITERIOS PARA PROYECTOS


DE PRESAS Y SUS OBRAS
ANEJAS

Tomo I
Actualización en lo referente a HCR
- Actualización del Capítulo 4.3
- Introducción del Capítulo 4.7
- Introducción del Capítulo 4.8
- Actualización del Capítulo 5.2
- Actualización de la Bibliografía

Junio 2012

4. CRITERIOS DE DISEÑO

4.3. PRESAS DE GRAVEDAD DE HORMIGÓN COMPACTADO CON RODILLO

Se considera de forma separada la presa de gravedad de hormigón compactado, o de HCR


(Hormigón Compactado con Rodillo), porque las diferencias en el material y, sobre todo, el
diferente procedimiento de puesta en obra, imponen unos condicionantes de diseño
específicos, por lo que el proyecto de una presa de gravedad deberá ser sustancialmente
distinto en función de la tecnología con que se ha previsto construir, de hormigón vibrado o
compactado.

Los ingenieros se plantearon la posibilidad de utilizar la tecnología de puesta en obra de las


presas de materiales sueltos para construir presas de hormigón. Para ello es preciso que el
hormigón sea muy seco, lo necesario para permitir el trabajo de la maquinaria de
compactación sobre su superficie. Además se necesita que el tajo de compactación tenga
unas dimensiones suficientes para que el rendimiento sea adecuado, dimensiones que
exceden en mucho los aproximadamente 15 m de separación entre juntas de bloque que
son habituales en las presas de hormigón vibrado. Esta distancia viene limitada
esencialmente por la retracción que se produce durante el proceso de endurecimiento del
hormigón, debido a la eliminación del agua libre y al descenso térmico que sigue al
fraguado. Mediante una disminución de la cantidad de agua, que reduce al mínimo el agua
libre, y mediante la sustitución de una parte importante del cemento por material
puzolánico, que libera una cantidad muy moderada de calor durante el fraguado, es posible
incrementar notablemente la separación entre juntas, disponiendo de un tajo adecuado
para el proceso de compactación. Además, la tecnología del HCR permite la creación de
juntas entre bloques no encofradas, realizadas a posteriori, lo que facilita la creación de
una superficie de compactación de tamaño adecuado con independencia de la limitación
impuesta por la solicitación térmica.

2
Debe tenerse en cuenta que el hormigón vibrado que habitualmente se utiliza en la
construcción de presas es bastante seco y el conglomerante empleado también es una
mezcla de cemento y material puzolánico, habiéndose incrementado progresivamente el
porcentaje de éste último. Como consecuencia de todo ello, las diferencias entre los
materiales empleados en las tecnologías del hormigón vibrado y del hormigón compactado
se han reducido paulatinamente, resultando en la actualidad evidente que lo esencial de la
tecnología del HCR es el procedimiento de puesta en obra.

La economía de la tecnología del HCR se deriva principalmente de la posibilidad de poner


en obra grandes cantidades de hormigón en cortos períodos de tiempo, lo que reduce
sensiblemente el plazo de ejecución respecto al necesario para la construcción de la misma
presa mediante la tecnología del hormigón vibrado. Por eso el diseño de una presa de HCR
debe estar enfocado a la reducción al mínimo de todos aquellos aspectos que interrumpan
el proceso de hormigonado, que ha de ser lo más continuo posible, ya que en caso
contrario se pierde la ventaja esencial de esta tecnología. En el proyecto se deben limitar al
máximo las interferencias en la superficie a compactar y la situación y número de
elementos funcionales debe supeditarse al objetivo de que el hormigonado pueda ser
continuo. La economía que se deriva del menor contenido de cemento, por ser mayor la
proporción de cenizas, se añade a la conseguida por acortamiento del plazo, pero
generalmente no justificarían de forma aislada el empleo de la tecnología de HCR.

Las instalaciones y tipo de encofrados necesarios para mantener un ritmo de hormigonado


adecuado y lo más continuo posible son costosos, por lo que en muchos casos la
tecnología del HCR requiere, para resultar económicamente ventajosa, un volumen
significativo de hormigón a colocar. Existen no obstante presas de HCR relativamente
pequeñas que también son muy económicas. Las topografías suaves son las más
adecuadas para esta tecnología, ya que facilitan el acomodo de las instalaciones de
transporte del hormigón al tajo, que generalmente son cintas trasportadoras que han de
variar su situación varias veces a lo largo de la ejecución de las obras. No obstante
también se han realizado presas de HCR en cerradas muy angostas, siendo para estos
casos muy apropiados los equipos de cintas transportadoras con sistemas autotrepantes,
como el empleado en la presa de La Breña II (Fig.2.22A), que permiten con una única
implantación del equipo el hormigonado de toda la presa (con la excepción, en algunos
casos, de uno de los castilletes de coronación de los estribos, que puede requerir un

3
alargamiento del equipo, o bien realizarlo con transporte integral mediante camión desde
la planta de hormigón). Como alternativa a las cintas se viene empleando recientemente
un sistema tan simple como es el “vacuum chute” (canaleta por vacío) que es adecuado
si la mezcla es rica en pasta, cohesiva y no se segrega. Este sistema se ha usado en
numerosas ocasiones en presas de HCR en China y posteriormente también en otros
países como Bolivia (Presa de La Cañada), Irán (Presa de Jahgin), Birmania (Presa de
Yeywa), Costa Rica (Presa de Pirrís), etc.. En España, se ha empleado en la presa del
Puente de Santolea (Fig.2.22B).

Fig. 2.22A – Esquema de cintas de alta velocidad de transporte de


hormigón empleadas en la presa de La Breña II (Acuasur)

A diferencia de la tecnología del hormigón vibrado, cuya práctica está ya muy normalizada
como consecuencia de la larga experiencia acumulada, la del HCR es relativamente
reciente, por lo que bajo la denominación común de HCR se engloban tecnologías
relativamente diversas con el factor común de que la consolidación del hormigón se obtiene
mediante la compactación con rodillos vibratorios.

4
Fig. 2.22B – Presa del Puente de Santolea de gravedad HCR (AcuaEbro - Confederación
Hidrográfica del Ebro) de 44 m de altura. Esquema del sistema de transporte de HCR tipo
“vacuum chute” (canaleta por vacío) empleado para la construcción de la presa

4.3.1 Encaje de la presa en la cerrada

Los criterios para realizar el encaje de la presa son análogos a los de una presa de
gravedad de hormigón vibrado, con algunas particularidades como las siguientes:

- Conviene disponer los órganos de desagüe (desagües de fondo, medio fondo y tomas)
fuera del tajo de hormigón compactado para favorecer la posibilidad del hormigonado
continuo, tanto en una sección longitudinal de la presa como en cualquier sección
transversal:

• En el caso de los conductos que atraviesan la presa, empotrándolos o


adosándolos a la roca de cimentación y alojándolos en una estructura de
hormigón vibrado, en un mismo conjunto con la cámara de control.
• En el caso de las torres de toma, adosándolas al paramento aguas arriba,
construyéndolas con antelación o con posterioridad al cuerpo de presa de
HCR, o totalmente exentas.
• En el caso de centrales hidroeléctricas, es preferible colocar el edificio de la
central en caverna subterránea en uno de los estribos, o bien adosarlo al pie

5
de aguas abajo de la presa. En algún caso se ha situado bajo el trampolín
del aliviadero (presa de Platanovryssi, en Grecia).

La distinta concepción de los órganos de desagüe puede conducir a un encaje óptimo


del conjunto, diferente del que se adoptaría si la presa fuera de hormigón vibrado,

- Cualquier otra estructura: pilas y puente sobre el aliviadero, cajeros del aliviadero,
losa de revestimiento de la rápida del aliviadero (cuando sea necesaria), etc., debe
diseñarse para poder ser construida sin afección a la colocación lo más continua
posible del HCR.

4.3.2 Sección tipo

Toda presa de gravedad ha de cumplir las mismas condiciones de estabilidad estática y


elástica, con independencia de que se haya ejecutado con hormigón vibrado o compactado
con rodillo. Ambos hormigones tienen peso específico y comportamiento tenso-
deformacional similar, con las diferencias que se indican en el apartado 5. En
consecuencia, los taludes que han de tener las presas de gravedad de hormigón vibrado y
de HCR son también similares. No obstante, las presas de HCR presentan algunas
peculiaridades que deben tenerse en cuenta al definir la sección tipo y que implican
variaciones respecto a la sección que se adoptaría para una presa de hormigón vibrado:

- El número de juntas de tongada, donde la resistencia a tracción es menor y variable


dependiendo de la eficacia del proceso constructivo, es del orden de 6 ó 7 veces mayor
que en la presa de hormigón vibrado. Por tanto, la probabilidad de que se supere la
resistencia a tracción en una junta de tongada y se produzca la fisura correspondiente
es mayor si la presa es de HCR, por lo que el cumplimiento de la condición de limitación
de tracciones debe asegurarse de forma especial. En los casos en que se juzgue
conveniente puede dimensionarse la presa para que no se produzcan tracciones
incluso en las situaciones accidentales o hasta extremas, garantizando así una reserva
de compresión en las situaciones normales. También puede fijarse una reserva mínima
de compresión a mantener en las situaciones normales. Un estado de compresión en el

6
paramento de agua arriba reduce la filtración a través de las juntas de tongada, incluso
en el caso de que la unión sea defectuosa,

- La disposición de paramento de aguas arriba quebrado puede implicar una reducción


apreciable en el pie de aguas arriba de la tensión en la dirección del paramento
respecto a la que se produce en dirección vertical, como se razona en el apartado
4.2.1. Ello debe tenerse en cuenta para evitar que aparezcan tensiones de tracción,

- El ancho de la coronación ha de ser suficiente para permitir la correcta realización de la


compactación. En general las anchuras de más de 8 m (en grandes presas es habitual
que sean de 10 m) facilitan la ejecución. (Fig. 2.22C)

Fig. 2.22C - Presa de Santa Eugenia de gravedad HCR (Sociedad Española de Carburos
Metálicos) de 87 m de altura. Obsérvese el quiebro aguas abajo para conseguir anchuras
en coronación compatibles con la facilidad de movimiento de los compactadores.

- El paramento de aguas abajo, que en un principio, y por mimetismo con las presas de
hormigón vibrado, se diseñaba plano, hoy día se proyecta escalonado, con altura de
escalón múltiplo del espesor de tongada, lo cual es más acorde con el proceso

7
constructivo y facilita la labor de encofrado. Esto ha abierto la puerta a la solución de
aliviaderos con rápida escalonada en muchas presas. De las ventajas y limitaciones de
esta solución, se tratará posteriormente en 4.3.6,

- En algunas presas de HCR la impermeabilidad se encomienda a dispositivos adosados


al paramento de agua arriba, como placas que sirven de encofrado perdido o
revestimientos impermeables que se ejecutan a posteriori. Ello permite utilizar
hormigones con un contenido mínimo de conglomerante. No obstante, la utilización de
sistemas de impermeabilización en el paramento aguas arriba, si bien puede
solucionar el problema de la permeabilidad, no resuelve el de la necesaria correcta
soldadura entre tongadas, lo cual puede dejar en precario el monolitismo de la
estructura, aspecto especialmente delicado en zonas sísmicas. Por ello en España ha
sido frecuente la utilización de hormigones de alto contenido en pasta (cemento +
cenizas + agua), garantizando por sí mismos la impermeabilidad y durabilidad del
hormigón,

- La distribución de hormigones en la sección de la presa se encuentra en plena


evolución, con tendencia hacia la máxima simplicidad y al mínimo de interferencias con
el tajo de hormigón compactado. Las tensiones de trabajo de una presa de gravedad
son generalmente reducidas, salvo en el pie de agua abajo en presas de gran altura,
por lo que las condiciones de peso e impermeabilidad priman sobre las de resistencia.
El problema se produce por la anisotropía que introducen las numerosas juntas de
tongada, una cada 30 cm aproximadamente, en cuanto a su unión e impermeabilidad.
La unión queda garantizada si la relación pasta/mortero es adecuada y el hormigonado
de las tongadas sucesivas se lleva a cabo manteniendo un tiempo de maduración (ver
apartado 4.3.3) suficientemente reducido. La otra condición, de impermeabilidad, ha
marcado la evolución de los tipos de hormigón utilizados. Ciñéndonos a la experiencia
española, podemos establecer los diferentes pasos en la evolución de la distribución de
hormigones:

a) En un primer momento se utilizaron hormigones vibrados para formar el paramento


de agua arriba, con espesores de 1 a 4 m, con la equivocada pretensión de que la
zona de HV actuase a modo de pantalla impermeable para evitar la filtración a

8
través de las juntas entre capas del HCR, caso de que la unión entre las mismas
fuera defectuosa, además de conferir un buen acabado estético al paramento.

Esta disposición crea inconvenientes funcionales y constructivos.

Inconvenientes funcionales: El alto tiempo de recubrimiento que admiten las


juntas calientes entre capas de HCR, que puede variar (dependiendo de múltiples
factores, entre los que prima la temperatura ambiente) entre 8 y 24 h, no es
compatible con el bajo tiempo de recubrimiento de un HV, que normalmente es de
1 a 3 h. Por tanto, todas las juntas entre capas del HV son juntas frías, cuyo
tratamiento es poco compatible con la velocidad de avance de las capas de HCR.
A ello hay que añadir la contaminación que se genera sobre el HCR adyacente,
por lo que potencialmente tienen una permeabilidad bastante superior a la de las
juntas calientes de un HCR bien ejecutado. Adicionalmente, el mayor
espaciamiento de juntas transversales que suele disponerse en las presas de
HCR, típicamente entre 20 y 40 m, no es adecuado para la camisa de HV, y más
dado su carácter bidimensional, por lo que no es infrecuente la aparición de
fisuras verticales erráticas, con separaciones típicas entre 5 y 10 m (en función de
su dosificación y la climatología). Ello hace que la pretendida pantalla
impermeable se convierta en realidad en una camisa con una cuadrícula de vías
preferenciales de filtración, de la que las fisuras verticales pueden llegar a
transmitirse al HCR y generar juntas transversales espontáneas en medio de un
bloque, alcanzando las galerías, e incluso atravesando todo un bloque de presa.

Esta solución presenta también varios inconvenientes constructivos:

• difícil adecuación entre tajos de hormigón vibrado y compactado con


rodillo, supeditando uno a otro en perjuicio de la necesaria continuidad de
la compactación
• al aumentar los tiempos de recubrimiento entre capas de HCR, la
soldadura entre estas disminuye en calidad, y por tanto también disminuye
el potencial de impermeabilidad de la presa (inconveniente funcional
adicional)

9
• en algunos casos se requieren instalaciones independientes para fabricar
los dos tipos de hormigones, con el correspondiente aumento de costes.

Los inconvenientes mencionados son extensivos al hormigón de contacto con las


laderas.

b) Para paliar este inconveniente, una alternativa es prescindir del hormigón vibrado,
salvo en el contacto con el cimiento, y utilizar dos hormigones compactados, con
riqueza mayor el situado en la zona de aguas arriba. No obstante, la realidad ha
confirmado que es más ventajoso en conjunto, en cuanto a rapidez y economía,
construir toda la sección con el hormigón de mayor riqueza en pasta. (Fig.2.23)

Fig. 2.23 - Presa de Santa Eugenia de gravedad HCR (Sociedad Española de Carburos
Metálicos) de 87 m de altura. Zonificación de hormigones: HC1: 236 kg/m3 de
conglomerante; HC2: 210 kg/m3 de conglomerante.

c) Se han obtenido buenos resultados utilizando un único hormigón compactado, de


riqueza intermedia en pasta (del orden de 180 kg de conglomerante por m3 de
hormigón), complementando cada tongada con mortero de adición en una banda
paralela al paramento de aguas arriba de unos 3 ó 4 m de anchura, en otra de

10
menor anchura (del orden de 1 m) paralela al paramento de agua abajo y en los
laterales junto al cimiento. De esta manera la puesta en obra del hormigón
compactado no sufre interferencias, y se cierran al paso del agua tanto la zona de
aguas arriba adyacente al embalse como el contacto hormigón-roca. Además, la
fluencia del mortero en el trasdós de los encofrados permite obtener un buen
acabado de los paramentos vistos. La eficacia del proceso ha quedado demostrada
mediante pruebas de permeabilidad Lugeon llevadas a cabo en el propio tajo.

En caso de adoptarse esta solución, conviene comprobar en la losa de ensayo la


cuantía real de pasta en las zonas tratadas con el mortero, para evitar grietas de
retracción locales. (Fig. 2.24)

Fig. 2.24 - Presa de El Boquerón de gravedad HCR


(Confederación Hidrográfica del Segura) de 50 m de altura. En esta presa se ha utilizado
el proceso constructivo descrito. Como losa de ensayo se aprovechó el pequeño azud de
cierre del cuenco de resalto del aliviadero.

d) La tendencia en los últimos años (Presas de El Esparragal y La Breña II, entre


otras), ha sido la de ir a presas con un único HCR, como se comentaba en b)
anteriormente. Esta técnica se denomina en inglés “All RCC Dam” (Fig. 2.25A).

11
Para obtener un buen acabado estético en el paramento, y para resolver el contacto
del HCR con la roca en las laderas, se emplea el método denominado en inglés
GEVR ó GERCC (Grout-enriched vibratable RCC) que en español podría traducirse
como HEL (HCR enriquecido con lechada). Consiste en aportar junto al encofrado
en los paramentos, y junto a la roca en las laderas, una cierta cantidad de lechada
que permite hacer “vibrable” el HCR. Hay dos métodos posibles para aportar la
lechada: previamente al extendido del HCR que se va a vibrar, o posteriormente al
mismo. El primer caso es más adecuado para hormigones compactados húmedos,
mientras el segundo lo es para hormigones compactados secos. En vez de lechada,
en algunos casos se ha empleado mortero, que en este caso se extiende siempre
previamente al HCR que se va a vibrar. Con altas temperaturas, es conveniente
añadir un aditivo retardador al mortero.

Fig. 2.25A - Presa de La Breña II de gravedad HCR (Acuasur), de 119 m de altura.


Sección tipo de la presa, en la que se ha empleado HCR enriquecido en los paramentos

Un cuerpo de presa exclusivamente de HCR (“All RCC Dam”), con una mezcla bien
diseñada, y construido correctamente, con tiempos de recubrimiento en juntas

12
calientes adecuados a las condiciones climatológicas de cada momento, es una
estructura monolítica (entre juntas transversales entre bloques) e impermeable por
sí misma.

Los morteros entre capas, citados anteriormente en c), pueden mejorar la


resistencia a cortante y a tracción en la junta para unas condiciones dadas. Pero
con un HCR trabajable, bien diseñado, con un contenido de pasta adecuado, se
puede alcanzar un comportamiento equivalente. De hecho, las juntas que han
presentado un mejor comportamiento al ensayar testigos, han sido todas en presas
de HCR de alto contenido en pasta y sin mortero entre capas, pues se ha
comprobado que el mortero hace de amortiguador durante la compactación,
dificultando la interpenetración de la capa en proceso de compactación con la
inferior. Sin embargo, en las presas de HCR con bajo contenido de conglomerante,
así como en la mayoría de contenido medio de pasta, el mortero entre capas es un
factor esencial para la mejora de las propiedades de la junta. En presas en las que
se trabaja con dosificaciones de HCR con bajo volumen de pasta se ha observado
también una tendencia a la segregación de la mezcla que afecta negativamente a la
unión entre capas y al monolitismo de la estructura en sentido vertical, y este efecto
no se consigue controlar con el empleo de mortero entre capas.

e) Finalmente hay que mencionar que en las pruebas previas realizadas para la
construcción de la presa de Enciso se ha conseguido vibrar directamente por
inmersión el HCR (HCRV) sin necesidad de enriquecimiento alguno (Fig. 2.25B),
como ya se ha hecho recientemente en otras presas (en Sudáfrica, por ejemplo).
Esto ha sido posible gracias al empleo de una mezcla de HCR muy trabajable con
una consistencia de entre 8 y 12 segundos VeBe, la incorporación a la mezcla de un
aditivo retardador y plastificante, y el empleo de una arena que cumple con las
recomendaciones indicadas en el apartado 5.2 de esta Guía. La práctica de vibrado
de este HCR es ligeramente diferente a la empleada con HV, por lo que es
recomendable un entrenamiento previo y el uso de equipos de vibración montados
sobre el brazo de retroexcavadoras pequeñas, complementados con vibradores
manuales para las zonas de difícil acceso, como por ejemplo alrededor de las
juntas.

13
Fig. 2.25B – Losa de ensayo previa de la presa de Enciso (CH Ebro) de 100 m de altura.
Ejecución y acabado del paramento empleando HCR vibrado por inmersión sin añadir
lechada (HCRV). Comparativamente se ensayó el HEL, es decir añadiendo lechada

Respecto a la utilización de hormigón vibrado en contacto con la roca de apoyo, resulta


necesaria únicamente para crear una superficie regular adecuada para la compactación. Si
la superficie del cimiento permitiese el inicio de la compactación sin necesidad de hormigón
vibrado de regularización, la unión presa-cimiento será al menos tan buena, y posiblemente
mejor, que si se incluye una capa de hormigón vibrado. En algunos casos el tratamiento del
contacto hormigón-roca en estribos, cuya pendiente dificulta el empleo de hormigón
vibrado, se ha resuelto mediante la adición de mortero en una banda de 1 ó 2 m sobre la
tongada anterior a partir del contacto hormigón – roca, de forma similar a lo indicado en c).

No obstante, la tendencia en los últimos años es la de utilizar HEL como interfaz en el


contacto del HCR con la roca, o incluso HCRV, como se ha mencionado anteriormente.

4.3.3 Juntas

El procedimiento de compactación con rodillo implica diferencias sustanciales respecto al


hormigón vibrado en relación con las juntas que han de preverse en el Proyecto.

14
JUNTAS VERTICALES DE BLOQUE

Como se dijo en 4.3, en las presas de HCR las juntas transversales pueden separarse en
general más que en una presa de hormigón vibrado, como consecuencia de la menor
retracción. Son habituales distancias de 20 a 40 m. Además, la puesta en obra del
hormigón mediante compactación con rodillo permite la creación de juntas transversales a
posteriori, dividiendo el bloque definido por consideraciones de capacidad de puesta en
obra en varios subbloques de longitud adecuada para que no se produzcan fisuras por
retracción. Las juntas que separan subbloques de un mismo bloque constructivo se van
formando a medida que se compacta cada tongada. Existen varios procedimientos para
ello, dándose nombre a la junta en función del procedimiento utilizado para su formación:

a) las juntas hincadas se forman mediante hinca de chapas metálicas en cada


tongada, o bien formando una ranura mediante hinca e introduciendo a
continuación (o en el mismo momento) una lámina de plástico
b) las juntas cortadas se forman cortando mediante radial cada una de las
tongadas e introduciendo a continuación, por ejemplo, emulsión asfáltica
en la entalladura creada. En España este sistema solamente se empleó en
la Presa de Maroño y ha caído en desuso.

Tanto por uno como por otro procedimiento, a medida que progresa la compactación van
quedando materializadas las juntas entre subbloques. De este modo, las presas de HCR
quedan divididas en 1 ó varios bloques de longitudes definidas en función de la capacidad
de puesta en obra y separados por juntas encofradas, alcanzándose en ocasiones
longitudes de más de 500 m. Los bloques que sean de longitud excesiva en relación a la
retracción esperable en el hormigón habrán de quedar a su vez divididos en varios
subbloques mediante juntas hincadas, cortadas o materializadas por cualquier otro
procedimiento. (Fig. 2.26). Lo ideal es construir la presa de ladera a ladera en un único
bloque de trabajo, evitando las juntas encofradas y realizando todas las juntas
transversales mediante hincado, pero para ello hacen falta unos medios potentes de
fabricación, transporte y colocación del HCR, adecuados al tamaño de la presa.

15
Fig. 2.26 - Presa Sierra Brava de gravedad HCR (Confederación Hidrográfica del
Guadiana) de 54 m de altura. Distribución en alzado de juntas encofradas e hincadas.

La impermeabilización de las juntas transversales puede resolverse mediante cubrejuntas


de material plástico, como las utilizadas en las presas de hormigón vibrado, debiendo
evitarse la creación de recintos encofrados alrededor de las mismas para utilizar un
hormigón vibrado tradicional. Se interfiere menos el proceso constructivo si se hace
“vibrable” el HCR recurriendo al empleo de las técnicas citadas anteriormente en el
subcapítulo dedicado a la sección tipo.

La interferencia mínima con el tajo de compactación se obtiene utilizando dispositivos de


impermeabilización adosados al paramento que se instalan a posteriori, aunque su costo y
complejidad son mayores. (Fig 2.27)

Fig. 2.27 - Cubrejuntas adosado al paramento de aguas arriba, estudiado para la presa
australiana de New Victoria.

16
JUNTAS HORIZONTALES DE TONGADA

La altura de las tongadas se define buscando el óptimo técnico y económico en función del
tipo y peso de los equipos de compactación elegidos, generalmente compactadores de
rodillo vibrante, y de la capacidad de puesta en obra. La altura de tongada suele ser del
orden de los 30 cm. Por tanto, en una presa de HCR el número de juntas de tongada es
unas 7 veces mayor que en una presa de hormigón vibrado.

Para evitar la aparición de juntas frías, que deben tratarse mediante limpieza con chorro de
agua y aire y extensión de un mortero de retoma, hay que garantizar la fluencia de pasta a
la superficie y limitar el tiempo que puede transcurrir entre la colocación de cada tongada y
la siguiente.

La adecuada continuidad vertical de la estructura exige la unión entre tongadas sin


separación entre las mismas. Para ello es necesario que fluya pasta tras la compactación.
Esto se consigue si la relación pasta/mortero (en volumen) es superior en un 5% al índice
de huecos de la arena compactada. No obstante, cuando la resistencia e
impermeabilidad exigida en las juntas es elevada, la relación pasta/mortero llega incluso
a ser un 15% superior al índice de huecos de la arena compactada, o incluso más. El
valor de dicho índice de huecos está comprendido en general entre el 26% y el 33% (es
recomendable no superar el 30%), por lo que es frecuente diseñar las mezclas de HCR
con relaciones pasta/mortero entre 0,36 a 0,44, o en algunos casos particulares incluso
hasta 0,46. La importancia del concepto de pasta en el HCR se define posteriormente en
el apartado 5.2. Con la relación pasta/mortero indicada existe suficiente cantidad de pasta
para que se rellenen los huecos entre granos de arena y sobre algo de la misma para que,
por efecto de la compactación, fluya tanto a la superficie de la tongada, como a su zona
inferior, haciendo la función de un mortero de retoma que facilita la unión entre tongadas.
En cada caso será necesario analizar en la losa de ensayo correspondiente los parámetros
propios de la relación pasta-mortero y su efecto en la impermeabilidad de la junta.

Si el tiempo transcurrido desde la finalización de la tongada supera un determinado umbral,


que depende de la temperatura, la junta deberá ser tratada para conseguir una adecuada
unión entre tongadas. Entonces se dice que la junta es fría. En caso contrario, se trata de
una junta caliente y se puede proceder al hormigonado de una nueva tongada sin

17
necesidad de tratamiento alguno para garantizar la unión. En el proyecto, para definir si una
junta es fría o caliente se puede emplear el denominado factor de maduración:

tm(horasxºC) = t(horas) x T(ºC)1


siendo:

tm: factor de maduración


t: tiempo transcurrido desde la finalización de la tongada
T: temperatura ambiente media diaria en la superficie de la tongada

No se pueden establecer unos valores absolutos para el factor de maduración límite, pues
dependerá en cada caso de una gran cantidad de variables como son: la dosificación
(contenido de agua, cantidad de pasta, tipos de materiales cementicios, empleo o no de
retardador, etc.), la trabajabilidad, la tendencia a la segregación, los métodos y la
maquinaria de compactación, la efectividad del curado, el empleo o no de sistemas de pre-
enfriamiento en épocas calurosas, y en general de todo lo que afecte al principio y fin de
fraguado. Lo recomendable es obtener el factor de maduración, para cada presa a
construir, de una losa de ensayo bien planificada. Pero resulta mucho más operativo para
el control en obra el establecer un tiempo límite de recubrimiento para cada mes del año,
deducidos estos tiempos del anterior factor de maduración, que emplear este último capa a
capa.

La tendencia es a definir tres clases de tratamiento de juntas, para los que se indican unos
valores orientativos (con todas las salvedades antes indicadas) del factor de madurez límite
para el caso de mezclas de HCR ricas en pasta (para las mezclas pobres y de contenido
medio en pasta habría que reducir notablemente los factores de maduración límite que se
indican a continuación):

- Junta caliente o fresca. Factor de maduración < 300 ºC x h. Tratamiento: solamente


buen curado y limpieza de la superficie de la capa. Este límite puede llegar a 400 ó 500
ºC x h cuando se emplean aditivos retardadores que elevan el inicio de fraguado por
encima de las 20 horas (presas de Yeywa en Birmania, Ghatghar en India, Jahgin en

1
La relación entre las temperaturas en ºC y ºF no es estrictamente proporcional (de hecho T(ºC) = (T(ºF) –
32) /1,8), por lo que tampoco lo es la relación entre tm(horasxºC) y tm(horasxºF).

18
Irán, Pirrís en Costa Rica, Changuinola en Panamá y, recientemente, Puente de
Santolea en España). De hecho en estas presas se sustituye el criterio de factor de
madurez por el de inicio de fraguado. En este caso, más conservador, el tiempo entre
capas con junta caliente entre ellas se limita al momento en el que se inicia el fraguado
del HCR de la capa inferior, medido según norma UNE 83311.

- Junta templada o preparada. Intermedia entre una junta caliente y una junta
verdaderamente fría. Factor de maduración 300 a 800 ºC x h. Tratamiento: cepillado de
la superficie de la capa y/o extendido de mortero de retoma previo a la siguiente capa.

- Junta fría. Factor de maduración > 800 ºC x h. Tratamiento: descarne de la superficie


de la capa, hasta dejar el árido visto, y extendido de mortero de retoma previo a la
siguiente capa. Algunos expertos prefieren prescindir del mortero de retoma y
enriquecer (o no) más en pasta la primera capa de HCR sobre la junta fría. Otros
prefieren lechada en vez de mortero como interfaz en la retoma.

Si se consideran dos tongadas sucesivas, para conseguir una adecuada unión entre ambas
es preciso comenzar la ejecución de la tongada superior en toda la superficie de junta
antes de que se supere el factor de maduración límite o el inicio de fraguado según el
criterio que se adopte. A efectos de control de la obra, debe fijarse un valor límite próximo a
aquél con el que en la práctica deja de producirse una unión entre tongadas adecuada. La
fijación en proyecto de tiempos de maduración demasiado estrictos, con la intención de
disponer de un margen de seguridad, va en detrimento de la continuidad del hormigonado,
y por tanto de la economía de la obra y también de su calidad, ya que la unión que se
produce en una junta caliente es mejor que la que puede obtenerse tratando la junta. Se
reitera aquí la necesidad de concebir la presa de HCR facilitando el hormigonado continuo,
con el menor número posible de juntas frías que sea. Deben evitarse los procedimientos de
encofrado que impliquen la formación de juntas frías, como sucede con la bordilladora
cuando no se ajusta su ejecución al proceso de hormigonado cuasi-continuo, pues ello da
lugar a la aparición sistemática de juntas frías separadas una distancia igual a la altura del
bordillo, ya que es preciso parar la compactación para ejecutar el bordillo que queda como
encofrado perdido.

19
No obstante, en cerradas amplias, y cuando tanto los bordillos como su secuencia de
ejecución con las capas de HCR han sido correctamente diseñados (ver ejemplo en Fig.
2.27A), el encofrado de la presa con bordilladora ha resultado una solución, muy
adecuada, que no provoca ninguna junta fría, ni retrasa el ritmo de colocación del HCR
(salvo en zonas de la presa con capas de muy poco volumen, como ocurre en la
coronación de los estribos, pero en ellas también se produce una inevitable ralentización
en la colocación del HCR cuando se emplean encofrados en vez de bordilladora). Como
ejemplos pueden citarse las presas de Upper Stillwater (EEUU), Platanovryssi (Grecia) y
Porce II (Colombia), entre otras.

Fig. 2.27A – Esquema de la secuencia de ejecución de bordillos y HCR empleada


en la ejecución de la presa de Porce II (Colombia)

JUNTAS LONGITUDINALES

No suelen ser precisas, pero su formación es sencilla creando juntas encofradas, hincadas
o cortadas. Estas dos últimas tienen el inconveniente de dificultar la inyección posterior al
tener que dejar los conductos moldeados.

4.3.4 Galerías

En relación con las galerías en presas de HCR se hacen las siguientes recomendaciones:

20
- El número de galerías debe limitarse al mínimo imprescindible. Si los órganos de
desagüe se disponen fuera del cuerpo de la presa no serán necesarias cámaras de
válvulas ni galerías de acceso a las mismas. En presas de escasa altura y categoría B ó
C puede incluso resultar adecuada la supresión de todo tipo de galerías. En general, la
galería fundamental para el drenaje es la inferior, a la que van a parar los drenes de la
presa.

- La galería inferior, próxima al cimiento, puede incorporarse en un zócalo amplio de


hormigón vibrado a ejecutar antes de iniciar la compactación para facilitar su
continuidad. (Fig. 2.28)

Fig. 2.28 - Galería incorporada a la base en semitacón situado al pie aguas-arriba de una
presa de gravedad de HCR.

- Las galerías deben situarse a una distancia del paramento de agua arriba que
permita un adecuado extendido y compactación del hormigón a colocar entre la
galería y el paramento. Conviene que la separación sea de unos 6 a 8 m al menos,
evitando separaciones excesivas que dificulten el drenaje del cimiento.

21
- El procedimiento de formación de las galerías debe elegirse buscando una
interferencia mínima con el tajo de HCR, por lo que interesa que la ejecución sea lo
más rápida posible. Algunos de los procedimientos que se han utilizado con tal fin
son:

a) Paneles prefabricados utilizados como encofrado perdido. Con ellos se


consigue un buen acabado. Tienen el inconveniente de reducir la eficacia de
las galerías en la disipación del calor de fraguado, que es apreciable, y el de
enmascarar posibles defectos del hormigón de la presa. Este procedimiento
apenas se ha utilizado en España.

b) Tubo metálico utilizado como encofrado perdido, con los mismos


inconvenientes descritos en a). Este sistema está en desuso.

c) En alguna ocasión se ha sustituido en la zona de galería el hormigón por


arena para permitir el progreso de la compactación, retirando a posteriori la
arena. El acabado de las galerías es muy deficiente. Este sistema está en
desuso.

d) Encofrado en hastiales y losa prefabricada en clave, autorresistente frente a


la compactación. A diferencia de como se suele colocar en las presas de
hormigón vibrado, en las presas de HCR el encofrado se debe instalar
horizontal sobre una capa. Para dar la necesaria pendiente longitudinal a las
cunetas de las galerías, se materializan estas, junto con la solera de la
galería, con un hormigón convencional en 2ª fase (Fig. 2.29).

22
Fig. 2.29 - Sección tipo de galería con losa prefabricada en clave.

Los métodos de construcción de galerías deben ser consistentes con el propósito de las
mismas. Una galería cuya única misión es proporcionar acceso al interior de la presa puede
construirse con cualquier método. Por el contrario, en galerías que tengan como una de
sus misiones principales inspeccionar el comportamiento del HCR (detección de eventuales
grietas y filtraciones), deben evitarse los procedimientos que enmascaren el HCR, p. ej.
paneles prefabricados, tubos metálicos si se dejan perdidos, etc.

La forma de las galerías depende en cierta medida del procedimiento utilizado para su
formación, existiendo bastante libertad al respecto, como ya se comentó al hablar de las
presas de gravedad de hormigón vibrado.

23
En cuanto a los procedimientos para la construcción de los tramos inclinados de las
galerías perimetrales, o bien de tramos de conexión entre diferentes niveles de galerías
horizontales, los más utilizados son los siguientes:

a) Realizándolos en una trinchera excavada en la roca de las laderas, con hormigón


vibrado. Solución en general más cara, pero que evita la interferencia con la posterior
colocación del HCR (análogo a lo comentado para el tramo inferior de la galería
perimetral, Fig. 2.28).

b) Realizándolos simultáneamente con el HCR. En este caso deben alejarse


suficientemente de las laderas, para poder extender y compactar con comodidad el
HCR entre la galería y la roca. Conviene uniformizar lo más posible las pendientes de
los diferentes tramos. Los complicados entronques entre los tramos inclinados y los
horizontales se pueden resolver mediante piezas prefabricadas especialmente
diseñadas. En algunas presas se han situado las galerías horizontales e inclinadas en
el mismo plano, facilitando mucho la construcción simultánea del entronque con el
HCR, y resolviendo la comunicación entre aquellas mediante escaleras y pasarelas
metálicas inoxidables (presa de La Breña II).

c) Algunos proyectistas son partidarios de disponer en las presas de HCR solamente


galerías horizontales comunicadas por pozos verticales. En estos últimos se colocan
escaleras de caracol, bien a base de prefabricados, bien metálicas inoxidables. Se
deja siempre algún pozo libre por el que poder trasladar maquinaria y equipos, o bien
se diseñan las escaleras de caracol metálicas de manera que se pueden desmontar y
montar fácilmente desde el nivel superior (presa de Platanovryssi en Grecia).

4.3.5 Drenaje del cuerpo de la presa

En las presas de HCR la pantalla de drenaje debe realizarse mediante perforación,


evitando así la interferencia con el tajo de compactación. El drenaje de la presa tiene una
importancia mayor que en las presas de hormigón vibrado, pues el número de planos de
discontinuidad definidos por las juntas de tongada, por los que se pueden producir
filtraciones, es sensiblemente mayor. La distancia de la pantalla de drenaje al paramento

24
de aguas arriba depende de la distancia de las galerías, desde las que han de realizarse
las perforaciones, a dicho paramento.

4.3.6. Aliviaderos

Los diseños de aliviadero utilizados para presas de hormigón vibrado son también válidos
para las de HCR. En estas últimas la forma más común de aliviadero es un perfil de labio
fijo, por la economía del mismo y su facilidad de construcción. Sin embargo, también se
han construido presas de HCR con aliviaderos con compuertas de más de 20 m de altura.

En cuanto a la rápida, la forma escalonada del paramento de aguas abajo típica de las
presas de HCR es muy adecuada para darle este uso, con la ventaja de que la gran
disipación de energía que se obtiene con ello conduce a cuencos amortiguadores de muy
poca longitud, además del ahorro en el revestimiento del escalonado con una losa de
hormigón armado anclada al paramento de aguas abajo. Si bien hay un límite razonable
para este tipo de aliviaderos con rápida escalonada, que es el de que el caudal unitario no
supere los 20 m3/s/m, en algún caso han sido diseñados para caudales unitarios de hasta
30 m3/s/m. Más de un 30% de las presas de HCR construidas en el mundo han adoptado la
solución de aliviadero escalonado, entre ellas varias de las ejecutadas en España.

25

4.7. PRESAS ARCO DE HCR

La tipología de presa arco construida con HCR se ha venido desarrollando de manera


creciente, principalmente en China, y con secciones tanto de simple como de doble
curvatura. Los aspectos específicos del diseño estructural y las consideraciones respecto a
la cimentación de este tipo de presas son similares a los que se han mencionado en los
apartados correspondientes a las de hormigón convencional.

No obstante existen algunos elementos característicos en el diseño de las presas arco de


HCR que se derivan precisamente de la velocidad con la que se construyen. En particular,
los esfuerzos de origen térmico llegan a ser más acusados que en las presas arco
convencionales, pues el calor generado en los procesos de hidratación del conglomerante
no se disipa tan fácilmente como en aquellas. Este hecho es aún más crítico cuando se
considera además la necesidad de puesta en carga antes de que se haya conseguido
descender la temperatura interna hasta niveles próximos a la temperatura final de
estabilidad de la presa. Este ha sido el caso mas frecuente de las presas arco de HCR
construidas hasta la fecha en China, y que han alcanzado alturas por encima de los 100
metros.

Ello ha generado un nuevo campo de investigación y desarrollo de las presas de HCR que
se centra principalmente en cuatro aspectos:

- profundización en los estudios térmico-tensionales tridimensionales, determinación de


la distancia óptima entre juntas y apertura previsible de las mismas que permita su
inyección en tiempo oportuno para conferir el efecto arco a la estructura,

- diseño de sistemas de post-enfriamiento específicos y compatibles con los sistemas de


construcción de las presas de HCR,

- diseño y construcción de sistemas de inyección de juntas transversales que permitan


una posible re-inyección posterior durante etapas de enfriamiento o ciclos
carga/descarga posteriores al primer llenado. Dichos sistemas deben ser además

26
compatibles con el proceso de puesta en obra del HCR, sin limitar la colocación del
mismo de una ladera a la otra, en un solo bloque, que es la práctica habitual en las
geometrías de las cerradas donde se construyen este tipo de presas, y

- empleo de mezclas de HCR de altas prestaciones, con alto contenido de pasta y con
altos porcentajes de sustitución del cemento por materiales puzolánicos/cenizas
volantes.

Respecto al control térmico y al análisis térmico-tensional es necesario que se disponga no


solo de potentes instrumentos de cálculo numérico sino también del adecuado
conocimiento de la variación con el tiempo de las propiedades tensionales del HCR y del
entorno en el que se construye la presa. Los modelos tridimensionales de elementos finitos
son obligados para el cálculo de este tipo de presas. La experiencia del equipo de diseño
es también un aspecto importante.

Para la fabricación del HCR en estas presas es habitual el empleo de instalaciones de pre-
enfriamiento con las que sea posible refrigerar los áridos, enfriar el agua fría de amasado o
utilizar escamas de hielo. El coste de estas instalaciones se ve habitualmente compensado
de sobra por los beneficios derivados de la entrada anticipada en operación de la presa.
Hasta el momento los sistemas de post-enfriamiento en presas arco de HCR, cuando se
han empleado, han sido similares a los utilizados en presas tradicionales, como son los
serpentines embebidos en el hormigón por los que se hace circular agua fría. No obstante
es preciso seguir investigando en sistemas que interfieran menos en la colocación del
HCR. En estas presas es muy beneficiosa la aportación de las galerías de inspección y
drenaje como elemento refrigerador.

Las juntas transversales se crean mediante la inserción de elementos inductores de junta


(chapas, plástico, etc.) tras la compactación de la capa. Los sistemas de inyección de estas
juntas y de creación de los compartimentos de inyección compatibles con la puesta en obra
del HCR es un capítulo que se encuentra aún en desarrollo. En Sudáfrica y en China se
han investigado diferentes métodos con éxito desigual. La introducción del HCR
enriquecido con lechada está permitiendo embeber con relativa facilidad estos elementos
junto a los paramentos y en los planos horizontales de separación de compartimentos. Las
experiencias mas recientes en China muestran no obstante que es preciso seguir

27
profundizando en el diseño, fabricación y colocación de los conductos de inyección y de las
válvulas re-inyectables, para que se garantice su funcionamiento y no queden dañados por
los equipos de puesta en obra.

En alguna realización reciente de presa arco-gravedad de HCR (Changuinola, Panamá y


Portugués, Puerto Rico) se ha obviado tanto la post-refrigeración como la inyección de las
juntas transversales. En esta presa el propio estado térmico del núcleo de la misma
mantiene las juntas cerradas, dando suficiente continuidad al esfuerzo de compresión en
los arcos horizontales.

Dada la alta calidad que se le exige al material, las dosificaciones utilizadas en las presas
arco de HCR se centran exclusivamente en mezclas con alto contenido de material
puzolánico y dosis de conglomerante por encima de los 200 kg/m3. Dependiendo de la
calidad de las cenizas volantes o puzolanas naturales su porcentaje puede llegar hasta el
70%. El tamaño máximo del árido, preferiblemente procedente de machaqueo, no debe ser
superior a los 40-50 mm para controlar cualquier posible indicio de segregación. Se debe
trabajar con hormigones con una consistencia muy trabajable y cohesiva, con tiempos
VeBe del orden de los 10 segundos. Además se deben emplear aditivos retardadores de
fraguado que permitan prolongar el tiempo de actividad (inicio de fraguado) de la capa
inferior compactada hasta que se cubra con la siguiente capa. Solo de esta manera se
puede garantizar el monolitismo de las ménsulas verticales de la estructura. La relación
agua/conglomerante de las mezclas de HCR empleadas en las presas arco se encuentra
normalmente entre 0,50 y 0,65. El porcentaje de arena (tamaños inferiores a 5 mm)
respecto al total de árido debe ser del orden del 35%. En estas mezclas es de gran
importancia la calidad y cantidad de los finos pasantes por el tamiz 0,080 mm UNE, que
pueden llegar a superar el 5% en la curva combinada de áridos.

28
4.8. OTROS USOS DEL HCR EN LA CONSTRUCCIÓN DE PRESAS

Las aplicaciones más importantes de la técnica del HCR en otras obras relacionadas con la
construcción de presas, de una manera resumida, son las siguientes:

- Construcción de ataguías. Solución especialmente interesante cuando son de volumen


importante y hay que disponer de las mismas en un breve plazo de tiempo, o bien
cuando es alto el riesgo de sobrevertido durante su periodo de funcionamiento (p. ej.
presa de Tres Gargantas, en China).

- Construcción de cuencos amortiguadores de aliviaderos y desagües de presas de


materiales sueltos y de hormigón (p. ej. presas de El Atance y El Boquerón, donde
parte de sus cuencos amortiguadores se ejecutaron en HCR y adicionalmente se
utilizaron como losa de ensayo). Solución especialmente apropiada cuando hay que
sustituir grandes volúmenes de terreno de mala calidad.

- Rehabilitación de cuencos amortiguadores de aliviaderos y desagües de presas de


materiales sueltos y de hormigón erosionados por avenidas (p. ej. presa de Tarbela en
Pakistán).

- Diques de protección de márgenes aguas abajo de aliviaderos (p. ej. presa de


Platanovryssi en Grecia).

- Protección frente a sobrevertidos en presas de materiales sueltos, revistiendo con HCR


el paramento aguas abajo (más de 50 actuaciones en pequeñas presas en EEUU, para
adecuar las presas a una nueva normativa, más exigente, sobre avenidas).

- Protección frente a sobrevertidos durante la construcción en presas de materiales


sueltos, en casos de gran riesgo de que se produzcan (p. ej. presa de Xingo en Brasil).

- Refuerzo de presas de hormigón y de mampostería, mediante la construcción de


contrafuertes en el paramento aguas abajo (varias actuaciones en EEUU, para adecuar
las presas a solicitaciones sísmicas superiores a aquellas para las que originalmente
fueron diseñadas).

29
- Protección frente a la rotura de otra presa en servicio pero en condiciones precarias en
cuanto a cumplimiento de nueva normativa más exigente (p. ej. presa de Saluda en
EEUU).

- Revestimiento del paramento aguas abajo de presas de hormigón, para protegerlo, o


reemplazar hormigón dañado por la acción hielo-deshielo (p. ej. presa de Santa Cruz en
EEUU).

- Cimentación de grandes estructuras hidráulicas de hormigón convencional (p. ej. nueva


presa de Tous).

- Recrecido de presas de hormigón (p. ej. presa de San Vicente en EEUU).

30
5. DEFINICIÓN DE LOS HORMIGONES EN EL PROYECTO

5.2. CONSIDERACIONES SOBRE LOS HORMIGONES COMPACTADOS CON


RODILLO

Gran parte de lo indicado para el hormigón vibrado (HV) es válido también para el hormigón
compactado con rodillo (HCR). Por ello, para evitar reiteraciones se harán aquí únicamente
algunas consideraciones acerca de las particularidades de los HCR.

Cuando se consideran los materiales y dosificaciones para una presa de HCR, el


Proyectista debe siempre tener en cuenta que son las propiedades in-situ, incluyendo
muy especialmente aquellas en las juntas horizontales entre tongadas, las que son
importantes, y no las que puedan alcanzarse en el laboratorio.

Tanto en la tecnología de HV como en la del HCR, una parte del agua que contiene el
hormigón fresco no tiene otro objeto que facilitar su consolidación. La cantidad de agua
exigida para realizarla mediante vibración es mucho mayor que si la misma se consigue por
el procedimiento de compactación con rodillo. La característica esencial del HCR fresco es
su relativa sequedad, con un contenido de humedad que permita su consolidación
mediante rodillos vibratorios. La relación agua/conglomerante es del orden de 0,50 a 0,70 y
la consistencia del HCR que se recibe en el tajo es del orden de 8 a 15 segundos VeBe. El
aspecto del HCR fresco debe ser cohesivo y sin signos de segregación. El HCR endurecido
es similar al HV, si bien su densidad, si la compactación se ha realizado adecuadamente,
es superior para la misma procedencia de los materiales componentes.

El porcentaje que representan las cenizas, o en general el material puzolánico, en el total


de conglomerante (cemento+cenizas) no puede considerarse característico del HCR, como
demuestra el uso de porcentajes de sustitución de hasta el 70% en hormigones vibrados.
Lo que sí puede decirse es que en las presas de HCR, en las que el ritmo de puesta en
obra del hormigón es muy elevado, la adopción de relaciones elevadas entre el contenido
de cenizas y el de cemento es obligatoria.

31
Por otra parte, la variedad que caracterizó la composición de los hormigones de las
diversas presas de HCR construidas en los primeros años de su aplicación se ha ido
reduciendo y concentrándose cada vez mas en dos tendencias bien diferenciadas. Por
un lado se encuentran las mezclas que incorporan un alto contenido de material
puzolánico, de entre 100 a 160 kg/m3 y por otro, aquellas mezclas que prescinden de él o
3
cuyo empleo es mínimo, entre 0 a 30 kg/m . De cada una de estas tendencias se derivan
consecuencias que afectan al diseño de la presa. De manera genérica se puede afirmar
que las primeras corresponden a las mezclas tradicionalmente denominadas ricas en
pasta, y las segundas a las pobres o de baja pasta. La proporción entre unas y otras para
las presas de HCR que se proyectan y construyen actualmente por todo el mundo es del
orden del 80-20%. Dada la disponibilidad de cenizas volantes y los niveles de calidad
requeridos, en España el 100% de nuestras presas de HCR tienen un contenido alto de
material puzolánico, y por lo tanto se engloban en el primer grupo.

El hormigón está constituido por un esqueleto de áridos cuyos huecos quedan rellenos
totalmente por la pasta. El volumen total de pasta en la mezcla debe ser tal que además
aporte un exceso de pasta en superficie que permita la unión entre capas sucesivas.

ÁRIDOS

Se destacan los siguientes aspectos de los áridos en su uso para la fabricación de HCR:

a) El objetivo de alcanzar una estructura de áridos que sea lo más cerrada posible es
igual que en un hormigón para vibrar, por lo que la dosificación de los áridos puede
realizarse a partir de los mismos procedimientos empleados en la tecnología de
hormigón vibrado. También la división de los áridos en fracciones puede realizarse
con el mismo criterio que en los HV.

No obstante, hay métodos específicos para determinar la dosificación del


esqueleto de los áridos en un HCR. Asimismo, en las arenas empleadas en los
HCR se suele admitir una mayor proporción de finos siempre que éstos sean no
plásticos, lo cual permite aumentar la compacidad de la mezcla y reducir el
contenido de conglomerante. El índice de huecos de la fracción de arena

32
compactada debe ser inferior al 30%. La granulometría de la arena para HCR se
debe ajustar a los siguientes rangos:

% en peso que pasa por cada tamiz


Abertura de malla
(mm.) 5,00 2,50 1,25 0,60 0,30 0,15 0,08
Límite superior 100 85 68 52 35 25 18
Límite inferior 90 65 42 25 15 10 5

b) Las exigencias de calidad de los áridos (resistencia, durabilidad, densidad, forma,


etc.) deber ser las mismas que para los empleados en presas de HV. Tan solo en
presas de bajo contenido de material puzolánico, o en presas y azudes pequeños,
se admite el empleo de materiales con peores características físico-químicas.

c) El tamaño máximo del árido suele ser menor en el HCR que en el HV, como
consecuencia principalmente de la mayor tendencia a la segregación, y de la
pequeña altura de la tongada a compactar. En la práctica actual son frecuentes
tamaños máximos del orden de 50-60 mm para áridos de machaqueo y de 40-
50 mm para áridos rodados.

d) Como se ha mencionado anteriormente, con carácter general debe limitarse el


contenido de finos plásticos. La incorporación de finos no plásticos en una
proporción de entre el 5% y el 18% de la arena tiene los efectos beneficiosos
mencionados en el epígrafe a). En algunos casos la demanda de agua aumenta
con el incremento de finos para alcanzar el grado de trabajabilidad y consistencia
adecuados. Este aumento de agua está en muchos casos justificado por el
incremento que se produce en el volumen de pasta disponible en la superficie de
las capas, mejorando la resistencia e impermeabilidad en las mismas, en
detrimento de la resistencia en la matriz.

CONGLOMERANTE

33
A diferencia de lo indicado para el hormigón vibrado, el fuerte ritmo de hormigonado exige
que el contenido de adiciones minerales sea alto, del orden del 60%-70%.

Con el término de adiciones minerales se engloban diferentes clases de materiales que


presentan actividad conglomerante y que actúan como sustituciones activas del cemento.
Entre estas adiciones pueden destacarse las escorias de alto horno, las cenizas volantes
con bajo y alto contenido de cal, la puzolana natural, algunos fillers calizos y la arcilla
calcinada. Todas ellas y algunas más se han empleado en presas de HCR. El
comportamiento depende en gran medida de la calidad y uniformidad de la fuente, así
como del control del proceso de preparación hasta su incorporación a la mezcla.

Siempre que haya disponibilidad a un precio competitivo, el empleo de adiciones minerales


que reemplacen parcialmente al cemento sin adiciones ofrece ventajas tanto técnicas como
económicas en presas de HCR. En estos casos es habitual emplear proporciones de hasta
un 70% de tales materiales conglomerantes.

Entre las principales ventajas de su empleo pueden destacarse las siguientes:

- reducen el calor de fraguado,

- dependiendo de su forma, pueden contribuir a mejorar la trabajabilidad de las mezclas


(caso de muchas de las cenizas volantes de bajo contenido en cal),

- por lo general disminuyen la demanda de agua para una consistencia dada,

- rellenan huecos y aumentan la compacidad de la mezcla, reduciendo su porosidad y


aumentando la densidad y la impermeabilidad de la matriz de HCR,

- al igual que en los HV, los hormigones con altos contenidos de adiciones minerales son
normalmente menos susceptibles a la reacción álcali-árido,

- retardan el proceso de fraguado y mejoran la unión entre capas para un mismo tiempo
de recubrimiento,

34
- con algunas de ellas (caso de las cenizas volantes en general) se obtienen mayores
resistencias a largo plazo, y

- reducen costes, pues habitualmente son más económicas que el cemento sin
adiciones.

PASTA

El diseño de la pasta es uno de los aspectos que mas influyen en la calidad final in-situ del
HCR. El volumen de pasta de la mezcla define además directamente la orientación del
diseño de la presa de HCR que se adopte, que se mueve entre los dos extremos de
concepto: de alto o de bajo contenido en pasta.

Con objeto de unificar criterios, y de acuerdo con la práctica internacional, la pasta del HCR
incluye el conglomerante, el agua y los aditivos. Por conglomerante se entiende el cemento
y cualquier tipo de adición mineral activa como las mencionadas en el apartado anterior. En
cualquier mezcla de HCR que se considere, la cantidad de pasta debe ser tal que al menos
garantice el relleno de los huecos que deja la arena compactada, es decir, los de la fracción
de áridos inferior a 5 mm incluyendo todos los finos que no sean conglomerantes.

No obstante, tal y como se ha indicado en el apartado 4.3.3, el diseño de la pasta que debe
incorporar la mezcla de HCR es función del comportamiento requerido en las juntas entre
capas que no lleven tratamiento ni mortero entre ellas. En estos casos, la cantidad y
dosificación de la pasta depende del grado de impermeabilidad requerido en dichas juntas
y de su resistencia al corte y a la tracción directa. Este criterio es siempre mas exigente y
limitante para el diseño de mezclas de HCR que lo estrictamente necesario para el propio
diseño de su matriz (interior de la capa).

El diseño de la pasta se rige por tres parámetros principales de la propia mezcla de HCR:
su consistencia, su resistencia y el tiempo de fraguado. En la práctica, a efectos de diseño
y control, lo que se hace es relacionar las propiedades tanto de la matriz de HCR como de
las juntas entre capas con estos tres parámetros. Es decir, una mezcla de HCR está bien
diseñada si permite un buen comportamiento de las juntas entre capas sin necesidad de

35
tratamiento ni morteros. Ello está directamente relacionado con el diseño de la pasta, ya
que ésta influye directamente en las propiedades de la mezcla, tanto en estado fresco
como endurecido. La pasta contribuye directamente a que el HCR en estado fresco no se
segregue, que sea denso y cohesivo, y que su superficie compactada mantenga su
actividad (capacidad de unión química y física) durante un tiempo prolongado hasta ser
cubierta con el HCR de la siguiente capa. Igualmente la pasta influye en la evolución con el
tiempo de las propiedades elásticas y térmicas del HCR y en su impermeabilidad y
durabilidad.

El criterio final de optimización del diseño de la cantidad y dosificación de la pasta es el de


mínimo coste dentro de las que cumplen los criterios más limitantes del proyecto, que como
se ha dicho, suelen ser los de las juntas entre capas no tratadas y no los de la propia matriz
del HCR.

Generalmente, los requerimientos de resistencia mecánica exigen contenidos de


conglomerante también bajos, por lo que en caso de no disponer de una arena con
suficientes finos adecuados, una cantidad apreciable de conglomerante (normalmente la
adición mineral por razones de calor de hidratación y de coste) estará cumpliendo una
función de relleno exclusivamente.

Al dosificar el hormigón debe buscarse la combinación técnica y económicamente óptima


de los diversos componentes, considerando con carácter general preferibles las mezclas
que tengan menor contenido de cemento y de agua, que dan lugar a hormigones con
menor retracción y un calor de fraguado más reducido. Por otra parte, han tener una
trabajabilidad adecuada para permitir una compactación efectiva.

ADITIVOS

Uno de los componentes habituales de la mezcla de HCR es el aditivo retardador de


fraguado. Su misión es mantener el inicio de fraguado de la mezcla por debajo del tiempo
de recubrimiento entre capas consecutivas para garantizar la unión entre ellas y como
consecuencia, el monolitismo de la estructura en dirección vertical. En muchos casos los
aditivos retardadores de fraguado tienen un efecto secundario muy positivo como

36
reductores de agua, y por consiguiente de aumento de resistencias, no solo a corto sino
también a largo plazo.

Hoy en día los retardadores de fraguado son un componente habitual en las presas de
HCR con alto contenido en pasta. Dependiendo del producto comercial, del resto de
componentes y de las condiciones ambientales, las dosis empleadas varían en general
entre el 0,6% y el 2,0% (en peso) del contenido de conglomerante, y se ha trabajado con
mezclas con inicios de fraguado de hasta 20-24 horas.

Cuando se trabaja con estos niveles altos de retraso del fraguado es necesario emplear
productos bien controlados y comprobar que no produzcan efectos secundarios negativos
(influencia en resistencia y estabilidad de las mezclas, comportamiento de la mezcla
durante la compactación, posible distorsión del ensayo VeBe, etc.). Algunos aditivos
funcionan bien con ciertos materiales conglomerantes, y no tanto con otros. Por todo lo
anterior, es imperativo ensayar los aditivos a emplear tanto en laboratorio como a escala
real, en una losa de ensayo. Además, la menor resistencia inicial del HCR con retardador
debe tenerse en cuenta en el diseño de los encofrados de paramentos.

En algunos países (EEUU principalmente) se emplean con frecuencia aireantes, pero más
para mejorar la trabajabilidad del hormigón fresco que para aumentar la resistencia al hielo-
deshielo.

CONSISTENCIA DEL HORMIGÓN FRESCO

La consistencia del HCR debe ser tal que permita su transporte, extendido y
compactación mediante equipo clásico de movimiento de tierras sin que se produzcan
segregaciones. Para una granulometría optimizada esto se consigue más fácilmente
cuanto mas húmeda sea la mezcla, con la limitación de que ésta se pueda compactar
uniformemente mediante rodillos vibratorios de 10 a 12 toneladas de peso estático. Estos
condicionantes impiden la definición de su consistencia por el procedimiento tradicional del
cono de Abrams. Existen diversos procedimientos de medida de la consistencia de los
hormigones compactados, como el método Vebe o el método UC, desarrollado en la

37
Universidad de Cantabria. Cualquiera de ellos resulta válido siempre que se utilice
adecuadamente teniendo en cuenta sus particularidades.

Cuando se emplea el ensayo VeBe, la consistencia del HCR medida mediante norma
UNE-EN 12350-3, pero empleando una masa de 12,5 kg (en vez de los 2,75 kg que
indica la norma), debe estar comprendida entre 8 y 15 segundos, para condiciones de
temperatura de laboratorio (20 ºC). Algunas normas frecuentemente utilizadas en otros
países utilizan en el ensayo VeBe masas diferentes a los 12,5 kg antes mencionados, lo
que hay que tener muy presente a la hora de comparar resultados.

ENSAYOS A ESCALA REAL

Los ensayos a escala real, comúnmente denominados “losas de ensayo”, son bloques que
se construyen con antelación al inicio de la colocación del HCR en la presa. Se ejecutan
con los materiales y medios que están previstos para la presa y en ellos se prueban a
escala real dosificaciones que han sido previamente ensayadas y optimizadas en
laboratorio. Dependiendo de las necesidades y el tamaño de cada proyecto, el volumen
total de la losa o losas de ensayo puede variar entre unos pocos cientos de m3 a varios
miles. Los principales objetivos para su construcción son:

- entrenamiento del personal del Contratista y del equipo de Control de Obra,

- prueba de los equipos y procedimientos de puesta en obra propuestos por el


Contratista,

- confirmación de la no segregación de la mezcla cuando se fabrica y coloca con los


medios de producción industrial, y

- confirmación de los parámetros de resistencia en las juntas entre capas para distintos
tipos de tratamiento y grados de madurez de las mismas. Para obtener de forma
consistente esta valiosa información, es recomendable ensayar previamente los tres
objetivos anteriores en pequeñas losas de ensayo de no más de 2 capas de espesor.

38
Su necesidad es discutible para aquellos casos en los que el comportamiento de las
mezclas se conozca bien por experiencias y estudios previos y en los que se cuenta con
personal y equipo ya experimentado. En caso contrario, sobre todo en países o entornos
donde el HCR es una novedad, su ejecución es muy recomendable, pues evita paradas y
atrasos innecesarios en la fase inicial de la colocación del HCR en la presa.

En algunas presas de HCR, con objeto de ahorrar costes, se ha realizado la losa de ensayo
en alguna estructura provisional o definitiva de la obra de dimensiones suficientes para el
propósito buscado: ataguía, losa y azud de cierre del cuenco amortiguador, bloques de
estribo de presa, etc.

PROPIEDADES DEL HORMIGÓN ENDURECIDO

Cuanto mayor es el contenido de cenizas en relación al de cemento, más lento es el


desarrollo de las resistencias mecánicas. La resistencia característica del hormigón deberá
establecerse de modo que el hormigón alcance la resistencia precisa antes de que pueda
producirse la solicitación correspondiente, manteniendo un adecuado margen de seguridad.
Se deben tener en cuenta las solicitaciones correspondientes a la fase de construcción y, si
es posible, al llenado anticipado del embalse. Ha de evitarse la vinculación de las
solicitaciones máximas previsibles a la resistencia a 90 días, que es arbitraria y puede
conducir a una exigencia de resistencia innecesaria o, en otros casos, a la aceptación de
situaciones en que no se mantengan márgenes de seguridad adecuados. Hoy en día es
frecuente emplear una edad de diseño de 180 a 365 días.

En muchos casos, el parámetro crítico de diseño suele ser la resistencia a tracción directa
vertical in situ en juntas horizontales, especialmente en zonas sísmicas y/o en condiciones
donde se producen cargas de origen térmico importantes. En estos casos, la resistencia de
la matriz del HCR, que es el valor que se controla en probetas de laboratorio, es un aspecto
secundario y lo realmente importante es asegurar la resistencia en las juntas de la presa.
Existen procedimientos corroborados por la experiencia para correlacionar ambos
parámetros, por lo que lo que se hace en la práctica es diseñar las mezclas de HCR para
que alcancen una resistencia a compresión en laboratorio que garantice que se cumplirán
in situ las resistencias requeridas en las juntas a la edad de diseño. Para ello es

39
imprescindible que la mezcla de HCR incorpore suficiente exceso de pasta que refluya a la
superficie durante la compactación.

La resistencia a compresión del HCR se mide normalmente en probetas cilíndricas o


cúbicas. Las probetas se preparan utilizando una mesa vibratoria, que es el método mas
adecuado para mezclas de HCR de alto contenido en pasta. Para mezclas de bajo
contenido en pasta se emplea también el martillo vibrante provisto de placa de apisonado,
pero en algunos casos se ha comprobado que con ello se alcanzan resistencias elevadas a
edades tempranas que son poco realistas.

Con los datos disponibles hasta el momento, se observa que en general el HCR alcanza a
largo plazo resistencias mayores que el HV, su módulo de elasticidad es menor y su
densidad ligeramente mayor.

40
BIBLIOGRAFÍA

Capítulo 4: Criterios de diseño


y Capítulo 5: Definición de los hormigones en el proyecto

PRESAS DE HORMIGÓN COMPACTADO

ICOLD- Boletín 126: Roller-Compacted Concrete Dams. State of the art and case histories.
- Ed. International Commission on Large Dams; París, Francia, 2003.

Proceedings of the IV International Symposium on Roller-Compacted Concrete Dams,


Madrid, España, 17-19 noviembre 2003. - Ed. Balkema, Holanda.

Proceedings of the V International Symposium on Roller-Compacted Concrete Dams,


Guiyang, China, 2-4 noviembre 2007. - Ed. China WaterPower Press, China.

41

También podría gustarte