El - Muerto.alegre García - Marquez
El - Muerto.alegre García - Marquez
El - Muerto.alegre García - Marquez
- "LA ZAFRA
DEL DOLOR PROFUNDO". - TANTAS VUELTAS QUE DA EL MUNDO, QUE
TAN SOLO DIOS LO SABE...1
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Gabriel García Márquez, Entre cachacos. Obra periodística Vol. 3, Jacques Gilard (Prólogo y
recopilación), 1ª Ed. colombiana, Edit. La Oveja Negra Ltda., 1982, pp. 126-130.
sus ventorrillos y regresa a sus casas, para volver a la de los dolientes nueve
noches después, a repetir la fiesta.
El cementerio de La Guaripa.
Del lugar menos distante de La Sierpe a las primeras casas de La Guaripa los
dolientes más urgidos no transportan un muerto en un día. La carga es
demasiado incómoda de llevar a través del pantano y a esa circunstancia se
recargan la parsimonia y la indiferencia de quienes convierten el viaje en una
bulliciosa y pintoresca travesía. Generalmente, un cadáver que abandona su
casa acompañado por media docena de personas, llega a La Guaripa seguido
por un grupo de más de veinte, pues a lo largo del camino se incorpora a la
comitiva todo aquel que tiene un viaje aplazado por falta de buena compañía. O
una juerga aplazada por falta de oportunidad. Durante un día y media noche,
cuando menos, el grupo chapalea en el pantano, abriendo trochas, bebiendo,
conversando, conduciendo una caja por cuyas junturas se escapa el espeso tufo
del muerto. Sólo cuando llegan a las tierras secas de La Guaripa los dolientes
procuran recuperar el tiempo perdido y se echan a trotar.
El muerto alegre.
Final en Zafra.