Globalizacion
Globalizacion
Globalizacion
Ventajas de la globalización
En la cara amable de la globalización se pueden encontrar las señales que
caracterizan a las sociedades más modernas: integración y facilidad de las
comunicaciones, libre movimiento de mercancías o extensión de los derechos
humanos. Son signos de modernidad que definen a los países desarrollados y
mejoran la vida de sus ciudadanos.
1. La extensión de la comunicación
Los beneficios son también para las empresas, que pueden agilizar todos sus
procesos y aumentar sus ventas. O para los investigadores y estudiantes, que
pueden conectarse entre sí y acceder con inmediatez a nuevos conocimientos.
Por otra parte, la comunicación y el uso global de dispositivos electrónicos ha
creado todo un nuevo entramado social y económico. Gracias a él, han aparecido
nuevas profesiones que se pueden desarrollar en cualquier parte del globo.
2. Intercambio cultural
La comunicación permite el intercambio cultural. Este conocimiento compartido
enriquece a todos, tanto en el ámbito de las ideas como en el económico. En la
historia de la humanidad nunca ha habido mayor trasvase de valores culturales
que en la actualidad.
3. Desaparición de las fronteras económicas
La libre circulación de mercancías y capitales ha generado algunos aspectos
positivos para la economía global, aunque no siempre se han visto reflejados en la
población. Que los mismos productos se puedan consumir en distintos países con
las mismas características es uno de los símbolos de la globalización comercial.
4. Intercambio lingüístico
La permeabilidad cultural que favorecen las redes sociales es uno de los factores
que favorecen el intercambio lingüístico en todo el planeta. Otro es la aparición de
las plataformas en línea que ofrecen series de televisión y que se han convertido
en fenómenos culturales globales.
Desventajas de la globalización
En la cara negativa del proceso de globalización están, principalmente, la
uniformidad cultural y la desigualdad económica. Resulta paradójico que se
fomente un mismo estilo de vida global cuando las diferencias en la calidad de
vida son tan grandes, no solo entre países, sino dentro de cada uno de ellos.
1. Intervencionismo extranjero
Entre los problemas que algunos ven al proceso globalizador está una cierta
disminución de la soberanía nacional. Como los países están tan interrelacionados
en lo económico, social, político y cultural, cualquier desvío de las pautas
generales es visto con recelo.
2. Pérdida de la identidad nacional
También hay quien ve un peligro de pérdida de la identidad nacional, ya que las
sociedades cada vez se parecen más entre sí, con los mismos gustos culturales,
modas, etc.
Tal vez haya que situar el debate en si esas identidades nacionales son estáticas
o si siempre han estado evolucionando. En este segundo caso, el problema
estaría más en la uniformidad que en la transformación. Más que el cambio, lo que
preocupa es que este cambio lleve a todos los países al mismo sitio, al mismo
estilo de vida.
3. Declive de las lenguas minoritarias
Para las lenguas minoritarias sí que se ha detectado un riesgo real de
desaparición o, al menos, de pérdida de influencia en sus territorios. En la vida de
una persona esto puede ser casi imperceptible, pero en el transcurso de varias
generaciones puede darse una paulatina desaparición de muchas lenguas en todo
el planeta.
El problema de que una lengua desaparezca no es algo menor. La lengua es el
máximo exponente de una cultura y su pérdida conlleva la desaparición de una
identidad única e irreemplazable. Por eso, un correcto proceso de globalización
debe preocuparse de que esas esencias que definen a los pueblos perduren, en la
medida de lo posible.
4. Aumento del desempleo en los países desarrollados
Uno de los aspectos más criticados por los detractores de la globalización
económica es la fuga de empresas nacionales a países donde los costes de
producción son más bajos. Esta deslocalización ha tenido dos consecuencias
perniciosas. Por un lado, al desaparecer los puestos de trabajo se ha
incrementado el paro en los países desarrollados y se abarata la mano de obra.
Por otro, se han precarizado los empleos y se han perdido derechos que formaban
parte del llamado estado del bienestar.
5. Concentración del capital en grandes multinacionales
Una de las consecuencias del punto anterior es que han crecido las
desigualdades. Aumentando sus beneficios y sus posibilidades de competir, las
grandes multinacionales son las grandes vencedoras de este modelo de
globalización económica. Por el contrario, las pequeñas empresas nacionales y los
profesionales autónomos han visto mermar sus ingresos y como consecuencia
verse afectados por un desequilibrio económico. Por su parte, los trabajadores han
perdido capacidad adquisitiva.
Mientras el proceso avanza, en muchos países se han vuelto a levantar banderas
nacionales que hacen sospechar que, tal vez, la humanidad aún no está
preparada para lograrlo
En una perspectiva global se puede ver cómo esa concentración del capital en
unas pocas manos empobrece también a los países. Muchas naciones tienen un
producto interior bruto más bajo que la cifra de negocio de las grandes compañías,
lo que sitúa a sus Estados en una posición de inferioridad. Sobre todo a aquellos
que se encuentran en vías de desarrollo. Es por eso que son muchos quienes ven
menos ventajas y más desventajas de la globalización.
Efectos de la globalización económica a largo plazo
Los Gobiernos nacionales y los organismos internacionales han tomado medidas
para favorecer la globalización económica y, aunque hay signos de marcha atrás
en algunos países, el proceso histórico parece inevitable. A continuación, se
enumeran una serie de factores que definen este nuevo modelo de relaciones
económicas entre los países de todo el planeta.
1. Mejora de vida en los países en desarrollo
Las señales de la globalización económica pueden mostrar su cara amable en los
países que están en vías de desarrollo. El acceso de los Gobiernos a préstamos
extranjeros permite construir infraestructuras (carreteras, presas o puertos, por
ejemplo) y equipamientos (escuelas, hospitales, etc.). Esto redunda en sus
habitantes y logra aumentar su nivel de vida.
2. Acceso al libre comercio
La globalización abre las puertas al comercio libre entre las naciones, lo que
permite un mayor y mejor acceso a mercados que antes estaban cerrados. El
beneficio es inmediato, no a largo plazo, y de eso se aprovechan sobre todo las
industrias de los países en desarrollo. Pasan de depender de mercados locales a
tener la posibilidad de vender sus productos en muchos lugares más, lo que les
posibilita elegir los mejores precios y condiciones.
Además, estos mayores ingresos hacen que las empresas puedan invertir en
tecnología y, así, competir mejor en los mercados locales e internacionales. De
esto no solo se beneficia la gran industria, sino que muchos de sus proveedores y
pequeñas empresas auxiliares también ven aumentado su volumen de negocio, ya
que la demanda es mayor. En el futuro estos efectos se podrán mantener si la
economía mundial no sufre alguna recesión importante que lleve al cierre de
algunos grandes mercados, como el estadounidense o el chino.
3. Aumenta la brecha salarial
Pero la globalización también tiene su cara negativa. Es cierto que las nuevas
oportunidades en los países en desarrollo les permiten reducir su tasa de
desempleo; sin embargo, no todos los empleos están bien remunerados. La
diferencia entre lo que cobran los trabajadores instruidos y los que no tienen
formación se agranda. Otras personas no tendrán acceso a trabajos porque los
puestos nuevos serán para los que tengan estudios.
En estos países la brecha salarial podría reducirse en el tiempo si aumenta la
inversión en educación, pero a corto plazo las diferencias se harán más notorias.
Muchos de los que hoy son pobres serán más pobres.
4. Reducción del empleo por la automatización
Relacionado con la globalización y con la llamada cuarta revolución industrial, el
desempleo aparece como otro aspecto negativo de este proceso. La digitalización
y las nuevas tecnologías que se van implementando en todos los sectores hacen
que la mano de obra no cualificada sea menos necesaria. Tanto en los países en
desarrollo como en los ya desarrollados se hace necesario invertir en formación
para adaptar el mercado laboral a las nuevas demandas. Sin embargo, muchos
trabajadores ya no podrán reciclarse y perderán sus puestos de trabajo.
En su encuentro anual en Davos (Suiza) el Foro Económico Mundial estimó en
2016 que en los próximos años se perderán cinco millones de empleos en las
primeras quince economías del mundo. Con mucha diferencia, los trabajadores
más castigados serán los administrativos, seguidos por los de producción de
manufacturas. Mucho menor será el impacto en el sector de la construcción y en el
resto de los empleos.