Contestaciòn Dda. Divorcio

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JGA

EN LO PRINCIPAL: CONTESTA DEMANDA DE DIVORCIO UNILATERAL POR CESE DE


CONVIVENCIA; PRIMER OTROSI: DEMANDA RECONVENCIONAL DE COMPENSACIÓN
ECONÓMICA; SEGUNDO OTROSI; PRIVILEGIO DE POBREZA; TERCER OTROSI:
PATROCINIO Y PODER; CUARTO OTROSI: FORMA ESPECIAL DE NOTIFICACIÓN.

S. J. DE FAMILIA DE RANCAGUA

MARÍA GRACIELA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, chilena, casada, dueña de casa,


Cédula Nacional de Identidad N°7.282.108-4, domiciliada en República de Chile, Block
0725, depto.13, población Jorge Alessandri, comuna de Rancagua, demandada en autos
sobre Divorcio Unilateral por cese de convivencia, RIT C-2537-2014 a S.S., con respeto
digo:

Que encontrándome dentro de plazo legal, vengo en contestar demanda de


Divorcio unilateral por cese de convivencia interpuesta por mi cónyuge don ERNESTO
EUGENIO OLAVE VALDIVIA, pensionado, Cédula Nacional de Identidad N° 5.960.388-
4, con domicilio en calle Requegua, block 1064, depto. 104, población vicuña Mackenna,
comuna de Rancagua, en base a las consideraciones de hecho y de derecho que a
continuación expongo.

LOS HECHOS

Efectivamente contraje matrimonio con el demandante de autos con fecha 5 de


diciembre del año 1972, ante el oficial del Servicio de Registro Civil e Identificación de la
Circunscripción de Rancagua, quedando inscrito bajo el Nº 806 del Registro de
Matrimonios del mismo año, pactándose en dicho acto como régimen patrimonial el de
sociedad conyugal.

De dicho vínculo nacieron 4 hijos de filiación matrimonial, ERNESTO EUGENIO,


JHONI JESÚS, EMILIO BERNABE Y FABIOLA YESENIA, todos de apellidos OLAVE
GONZÁLEZ, de 42, 40, 28 y 25 años de edad respectivamente.

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Que, por diferencia irreconciliable nos separamos de hecho el año 2001,
produciéndose coetáneamente, con carácter irreversible y definitivo, el cese de la
convivencia. De esta forma en el transcurso de los 13 años, nunca hemos vuelto a vivir
juntos, no hemos reanudado su vida en común, ni tenemos intención de hacerlo.

En consecuencia y tal como lo señala mi cónyuge en su demanda, es efectivo que


desde hace más de 3 años a la fecha no existe vínculo alguno entre nosotros, existiendo
cese efectivo de la convivencia, sin que se haya intentado reanudar la vida en común,
por lo que es de mi interés también obtener la declaración de divorcio respecto del
vínculo matrimonial que nos une.

EL DERECHO

En nuestro ordenamiento jurídico, y según lo dispuesto en los artículos 53, 55


inciso 3° de la Ley 19.947 sobre Matrimonio Civil, “Habrá lugar también al divorcio
cuando se verifique un cese efectivo de la convivencia conyugal durante el transcurso de,
a lo menos, tres años”, circunstancia que a la luz de lo expuesto se configura
íntegramente, dicha causal de divorcio, toda vez que el cese efectivo de la convivencia
se ha producido hace más de 13 años, sin que se haya reanudado la vida en común.
POR TANTO; y de acuerdo a lo expuesto y dispuesto en el artículo 8, 15 y 58 de
la Ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, los artículos 53 y 55 inciso 3° de la Ley
19.947, y de las demás normas pertinentes,
RUEGO A S.S., tener por contestada demanda de divorcio unilateral por cese de
convivencia, interpuesta por mi cónyuge don ERNESTO EUGENIO OLAVE VALDIVIA,
ya individualizado, allanándome a ella en los términos expuestos, y en consecuencia
proceda declarar terminado el matrimonio que me une con el demandante, vínculo que
se encuentra inscrito bajo el número 806 del registro de matrimonios del mismo año,
ordenando una vez ejecutoriada la sentencia pertinente, las subinscripciones
correspondientes.

EN EL PRIMER OTROSÍ: MARÍA GRACIELA GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, chilena,


casada, dueña de casa, Cédula Nacional de Identidad Nº 7.282.108-4, domiciliada en
República de Chile, block 0725, depto. 13, población Jorge Alessandri, vengo en
interponer demanda reconvencional de compensación económica en contra de mi
cónyuge ERNESTO EUGENIO OLAVE VALDIVIA, pensionado, Cédula Nacional de

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Identidad N° 5.960.388-4, con domicilio en calle Requegua, block 1064, depto. 104,
población Vicuña Mackenna, comuna de Rancagua, en base a los argumentos de hecho y
de derecho que a continuación expongo:

LOS HECHOS

Contraje matrimonio con el demandado el 5 de diciembre del año 1972 ante el


oficial del Servicio de Registro Civil e Identificación de la Circunscripción de Rancagua,
quedando inscrito bajo el Nº 806 del Registro de Matrimonios del mismo año, a la edad
de 19 años de edad, no habiendo cumplido con educación formal.

La convivencia matrimonial se prolongó durante 42 años separándonos en el año


2001.
De dicho vínculo nacieron 4 hijos de filiación matrimonial, ERNESTO EUGENIO,
JHONI JESÚS, EMILIO BERNABE Y FABIOLA YESENIA, todos de apellidos OLAVE
GONZÁLEZ, de 42, 40, 28 y 25 años de edad respectivamente.

Desde el momento en que contraje matrimonio, ya me encontraba embarazada de


mi primer hijo y con posterioridad nacieron los otros 3 hijos de filiación matrimonial,
dedicándome con exclusividad a las labores propias del hogar común, al cuidado de mi
cónyuge y de los hijos de filiación matrimonial que nacieron con posterioridad.

Por su parte, la dedicación exclusiva a las labores del hogar, permitieron al


demandante la posibilidad de desarrollar actividades de acuerdo a su oficio como
electricista, las que ejecutó de manera permanente, bajo modalidad contractual y
realizando aportes en su cuenta de capitalización individual.

Durante la sociedad conyugal se adquiere inmueble inscrito a fojas 5241 Nº 4813


del registro de propiedad del conservador de bienes raíces de Rancagua.

La vida en común se desarrolló en la cuidad de Rancagua, sucedió con relativa


normalidad pero siempre bajo un contexto de violencia intrafamiliar, hechos que incluso
sucedieron una vez cesada la convivencia, la que se verifico efectivamente en el año
2001. En procedimiento de violencia intrafamiliar seguido en causa RIT F-62-2008 ante
el juzgado de familia de Rancagua, se condenó al cónyuge por violencia intrafamiliar,
decretándose la prohibición de acercamiento. Desde aquel entonces, me quedé a cargos
de mis hijos, por lo que el cuidado y crianza de ellos fue exclusivamente mío, quien era
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madre, padre y dueña de casa a la vez, quedando postergadas mis aspiraciones de
realización personal.

En su oportunidad interpuse la correspondiente demanda de alimentos mayores


en contra del demandado reconvencional en causa RIT C-2712-2008 seguida ante el
juzgado de familia de Rancagua, en dicha causa se procedió al abandono del
procedimiento, pues trascurrido el plazo no fue posible notificar al demandado
reconvencional.

Vivo en inmueble social en donde debo costear los gastos generados por consumo
de servicios básicos, además de los correspondientes a alimentación y vestuario, sin
dejar de mencionar que mi estado de salud se encuentra deteriorada, toda vez que
padezco de artrosis en ambas manos, encontrándome en tratamiento, que llevo a cabo
en Megasalud, pues recibo cobertura de salud de través de Fonasa en tramo D.

Actualmente me desempeño como copera en restaurant tomacho de la comuna de


Rancagua, percibiendo un ingreso mínimo remuneracional.

Por su parte, el demandado reconvencional al tiempo de la convivencia, como ya


se expuso, siempre desarrollo actividades remuneradas, bajo la modalidad contractual. Si
bien en la actualidad se encuentra jubilado se desempeña como temporero en la siembra
de hortalizas, arrienda predios y los explota para la venta de diversos productos, y
asimismo es propietario de inmueble inscrito a fojas 3658 Nº 4456 del año 2008 del
conservador de Bienes Raíces de Rancagua, permitiéndole tener en la actualidad un muy
buen pasar económico, pudiendo contar con servicios de abogados particulares en la
acción que ha intentado en mi contra.

De este modo y como se desprende de lo expuesto en el cuerpo de esta


presentación, habiendo visto mermadas mis posibilidades laborales y profesionales
durante más de 42 años en que no pude desarrollar actividad permanente y remunerada,
es que solicito se condene al demandante y demandado reconvencional a pagar a título
de compensación económica una suma única y total de $5.000.000 (cinco millones de
pesos), o la suma que S.S., determine conforme al mérito del proceso, y la cesión de los
derechos respecto del inmueble social, con expresa condenación en costas en caso de
oposición.

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EL DERECHO

Según lo dispuesto en el artículo 61 de la Ley 19.947 sobre Matrimonio Civil “Si,


como consecuencia de haberse dedicado al cuidado de los hijos o a las labores propias
del hogar común, uno de los cónyuges no pudo desarrollar una actividad remunerada o
lucrativa durante el matrimonio, o lo hizo en menor medida de lo que podía y quería,
tendrá derecho a que, cuando se produzca el divorcio o se declare la nulidad del
matrimonio, se le compense el menoscabo económico sufrido por esta causa”. Se
desprende de lo mentado, que me encuentro habilitada para intentar esta pretensión
jurídica de Demanda Reconvencional por Compensación Económica, debido a que el
requisito establecido en la presente disposición se cumple a cabalidad, en base a lo ya
expuesto, encontrándome dentro del plazo legal, según dispone el artículo 58 de la Ley
19.968.
Agrega el inciso primero del artículo 62 del mismo cuerpo normativo, que “para
determinar la existencia del menoscabo económico y la cuantía de la compensación, se
considerará, especialmente, la duración del matrimonio y de la vida en común de los
cónyuges; la situación patrimonial de ambos; la buena o mala fe; la edad y el estado de
salud del cónyuge beneficiario; su situación en materia de beneficios previsionales y de
salud…”. Circunstancias todas que según se acreditarán, dan cuenta que en el caso sub-
lite procede acoger la presente demanda reconvencional de compensación económica.

POR TANTO, y de acuerdo a lo expuesto y dispuesto en el artículo 61 y siguientes de la


Ley 19.947; 8, 15 y 58 de la Ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia, y de las
demás normas pertinentes,
RUEGO A S.S., tener por interpuesta Demanda Reconvencional de Compensación
Económica en contra de ERNESTO EUGENIO OLAVE VALDIVIA, ya individualizado,
acogerla a tramitación y condenar en definitiva al demandado, al pago de una suma
única y total de $5.000.000 (cinco millones de pesos) o la suma que en su defecto S.S.,
determine conforme al mérito del proceso, y la cesión de los derechos respecto del
inmueble social, con expresa condenación en costas en caso de oposición.

SEGUNDO OTROSI: SIRVASE S.S., tener presente por estar patrocinada por la
Corporación de Asistencia Judicial, Consultorio Rancagua, gozo de Privilegio de Pobreza,
conforme a lo preceptuado en el artículo 600 del Código Orgánico de Tribunales.

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TERCER OTROSI: SIRVASE S.S., tener presente que por este acto designo como
Abogado Patrocinante y le confiero poder a MARIA JOSE PIZARRO PONS, abogado de
la Corporación de Asistencia Judicial, consultorio Rancagua, domiciliada para estos
efectos en calle Cuevas N° 231 de esta ciudad.

CUARTO OTROSI: SIRVASE S.S., tener presente que de conformidad a lo preceptuado


por el inciso final del artículo 23 de la ley N° 19.968 sobre Tribunales de Familia, señalo
como forma de notificación válida a esta parte el envío de correo electrónico a la casilla
[email protected].

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