Embargo de Cuotas Sociales

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OFICIO 220-201738 DEL 27 OCTUBRE DE 2016

REF: EMBARGO DE LAS CUOTAS SOCIALES Y EFECTOS FRENTE A LAS


UTILIDADES.

Esta Oficina recibió los escritos radicados con los Nos. 2016-01-473928 y 2016-
01-486366, mediante los cuales formula los interrogantes que enseguida se
relacionan, advirtiendo que los tres primeros se repiten en los dos escritos.

1. Es legalmente procedente, que el gerente o representante legal de una


sociedad de responsabilidad limitada, proceda a retener dividendos ordenados
repartir en los estatutos y en las asambleas de la sociedad, NO mediando ninguna
orden de juzgado dirigida a la sociedad para que el gerente proceda de tal
manera?

2. La sola inscripción de embargo en la Cámara de Comercio, faculta al gerente y


representante legal de la sociedad, para retener dividendos sin que medie orden
escrita dirigida a la sociedad de funcionario competente?

3. En el evento de que el gerente y representante legal, se haya extralimitado a


retener en forma arbitraria e irregular los dividendos de un socio, cual es el
procedimiento disciplinario o sancionatorio a aplicar a dicho representante legal.

4. Es legal, que el gerente y representante legal de una sociedad de


responsabilidad limitada NO cobre las deudas debidamente soportadas mediante
escritura pública, si en el acta de asamblea también se establece que, la deuda
contraída por una socia será pagada: “EN EL MOMENTO DE EFECTUAR LA
REPARTICIÓN DE UTILIDADES? Y proceda, haciendo caso omiso a lo
legalmente establecido a pagar utilidades sin efectuar las deducciones
respectivas?

5. Es legal y lógico que el gerente de la sociedad de responsabilidad limitada,


permita que un ente comercial distinto, explote económicamente la sede de la
sociedad, sin que eso le reporte beneficios económicos a la sociedad?

Al respecto, cabe poner de presente que mediante oficio 220-196570 del pasado
18 de octubre, este Despacho se pronunció sobre la consulta que a propósito del
mismo tema formulara Ud. a la Cámara de Comercio de Bogotá, la cual planteó
entonces respecto de las acciones.

1.EMBARGO DE LAS CUOTAS SOCIALES.

Atendiendo que sus inquietudes nuevamente giran sobre el tema del embargo, en
un caso de acciones y en otro de cuotas sociales, y el efecto de la medida en
relación con utilidades, procede volver sobre las consideraciones generales de
carácter legal aplicables a unas y otras

Como se indicó en el oficio citado, el embargo es una medida cautelar, que tiene
como fin colocar al bien sobre el que recae fuera del comercio, buscando con ello
que el titular no pueda disponer de él y garantizarle así al acreedor que se le
cumpla su obligación.

El artículo 142 de la legislación mercantil consagra:

”Los acreedores de los asociados podrán embargar las acciones, las partes de
interés o cuotas que estos tengan en la sociedad y provocar su venta o
adjudicación judicial como se prevé en este Código y en las leyes de
procedimiento”.

El artículo 414 ibidem dispone:

"Todas las acciones podrán ser objeto de embargo y enajenación forzosa. Pero
cuando se presuma o se haya pactado el derecho de preferencia, la sociedad o
los accionistas podrán adquirirlas en la forma y términos previstos en este Código.
El embargo de las acciones comprenderá el dividendo correspondiente y
podrá limitarse solo éste. En este último caso, el embargo se consumará
mediante orden del juez para que la sociedad retenga y ponga a su disposición las
cantidades respectivas”

(…)”

Por su parte el Código General del Proceso, en su artículo 593 establece las
reglas a seguir para efectuar en cada caso los embargos, en los siguientes
términos:

(…)

7. El del interés de un socio en sociedad colectiva y de gestores de la en


comandita, o de cuotas en una de responsabilidad limitada, o en cualquier otro tipo
de sociedad, se comunicará a la autoridad encargada de la matrícula y registro de
sociedades, la que no podrá registrar ninguna transferencia o gravamen de dicho
interés, ni reforma de la sociedad que implique la exclusión del mencionado socio
o la disminución de sus derechos en ella.

A este embargo se aplicará lo dispuesto en el inciso tercero del numeral anterior y


se comunicará al representante de la sociedad en la forma establecida en el inciso
primero del numeral 4, a efecto de que cumpla lo dispuesto en tal inciso”. (El
llamado es nuestro).
De la última norma, se desprende, que el embargo, tratándose de cuotas en una
sociedad de responsabilidad limitada, se comunicará a la autoridad encargada de
la matrícula y registro de sociedades, esto es la Cámara de Comercio.
Adicionalmente, a dicho embargo, se le aplicará lo dispuesto en los numerales 6,
inciso tercero, y 4, inciso primero, de la disposición invocada, para los efectos allí
previstos, en su orden, a saber:

a) Que la medida cautelar se extiende a los dividendos, utilidades, intereses y


demás beneficios que al derecho embargado correspondan, con los cuales deberá
constituirse certificado de depósito a órdenes del juzgado, so pena de hacerse
responsable de dichos valores.

b) Que deberá comunicarse al representante legal de la sociedad dicho embargo,


en el que se le prevendrá que para hacer el pago deberá constituir certificado de
depósito a órdenes del juzgado.

En resumen, se tiene 1) que el embargo decretado sobre cuotas sociales, en una


sociedad de responsabilidad limitada, debe comunicarse a la Cámara de Comercio
del domicilio social para efectos de su inscripción en el registro mercantil; 2) que
por ministerio de la ley la medida se hace extensiva a los dividendos, utilidades,
entre otros; y 3) que de la medida se comunicará al representante legal de la
sociedad mediante entrega del oficio correspondiente.

Por consiguiente, es claro en concepto de este Despacho que para perfeccionar el


embargo de cuotas en una sociedad de responsabilidad limitada, el juez deberá
comunicar la medida a la autoridad encargada del registro, es decir a la cámara de
comercio, en el entendido que su inscripción, amén de los efectos legales que el
embargo comporta, se hace extensivo a las utilidades correspondientes, lo que
determina que éstas habrán ser retenidas, pues como, de las normas citadas se
desprende, ésta es una consecuencia legal inherente al embargo que para todos
los efectos se perfecciona con la inscripción en el registro mercantil.

Si bien es cierto que la norma procesal indica que adicionalmente debe librarse
una comunicación al representante legal sobre el decreto del embargo, también lo
es que su propósito no es otro que el de informar y prevenir sobre las condiciones
que señala el inciso 1º, numeral 4º del artículo 593 ibidem, lo que en nada incide
frente a la retención de las utilidades.

Asi como en el caso de las sociedades anónimas, el registro del embargo en el


linbro de registro de accionistas que el representante legal efectúa después de
recibida la orden judicial, basta para perfeccionar la medida, iguales efectos se
predican del registro mercantil tratándose de las cuotas sociales.
Por lo expuesto, a juicio de este Despacho no habría irregularidad alguna por
hecho de que el representante legal retenga las utilidades que correspondan a las
cuotas sociales embargadas, si ya se ha surtido la correspondiente inscripción del
gravamen en el registro mercantil.

No obstante, será en últimas la autoridad judicial respectiva, la llamada a definir


los alcances de la medida en cada caso decretada.

2. DEDUCCIÓN DE LAS UTILIDADES Y CONFLICTO DE INTERES

Ahora bien, respecto de los interrogantes 4 y 5, cuya finalidad es definir la


legalidad de las actuaciones por parte del representante legal en las
circunstancias específicas motivo de su solicitud, se debe precisar que el derecho
de petición en la modalidad de consulta, tiene por objeto conocer un concepto u
opinión de la Entidad sobre las materias a su cargo, por lo que sus respuestas en
esta instancia son generales y abstractas y, por ende no tienen carácter vinculante
ni comprometen la responsabilidad de la Entidad.

Bajo ese presupuesto y aunque los planteamientos expuestos no resultan ser


suficientemente claros, entiende esta Oficina que se alude al hecho de que el
representante legal no ha deducido de las utilidades que le corresponden a una
socia, la suma por concepto de una deuda que aquélla para con la sociedad, en
los términos y condiciones que al efecto describe.

Al respecto y atendiendo que no es la instancia para resolver asuntos particulares


de esa índole, la sociedad deberá estarse a lo que se hubiere pactado entre las
partes, sin perjuicio de advertir sobre el régimen de responsabilidad de los
administradores, previsto en el artículo 200 del Código de Comercio, modificado
por el artículo 24 de la Ley 222 de 1995, según el cual:

“Los administradores responderán solidaria e ilimitadamente de los perjuicios que


por dolo o culpa ocasionen a la sociedad, a los socios o a terceros. No estarán
sujetos a dicha responsabilidad, quienes no hayan tenido conocimiento de la
acción u omisión o hayan votado en contra, siempre y cuando no la ejecuten.

En los casos de incumplimiento o extralimitación de funciones, violación de la ley o


de los estatutos, se presumirá la culpa del administrador.

(…)

Se tendrán por no escritas las cláusulas del contrato social que tiendan a absolver
a los administradores de las responsabilidades antedichas o a limitarlas al importe
de las cauciones que hayan prestado para ejercer sus cargos”.
Finalmente, en relación con el presunto conflicto de interés a que alude el último
punto, es pertinente remitirse al numeral 7 de la Ley 222 de 1995, al tenor del cual
:

“Los administradores deberán obrar de buena fe, con lealtad y con la diligencia de
un buen hombre de negocios. Sus actuaciones se cumplirán en interés de la
sociedad, teniendo en cuenta los intereses de sus asociados.

En el cumplimiento de su función los administradores deberán:

(…)

7. Abstenerse de participar por sí o por interpuesta persona en interés personal o


de terceros, en actividades que impliquen competencia con la sociedad o en actos
respecto de los cuales exista conflicto de intereses, salvo autorización expresa de
la junta de socios o asamblea general de accionistas.

En estos casos, el administrador suministrará al órgano social correspondiente


toda la información que sea relevante para la toma de la decisión. De la respectiva
determinación deberá excluirse el voto del administrador si fuere socio. En todo
caso, la autorización de la junta de socios o asamblea general de accionistas sólo
podrá otorgarse cuando el acto no perjudique los intereses de la sociedad.”
(subraya fuera de texto)

Por lo expuesto, ante la existencia de un eventual conflicto societario susceptible


de ventilarse en instancia judicial, procede señalar que esta Superintendencia de
Sociedades, a través de la Delegatura para Procedimientos Mercantiles, ejerce las
facultades de que tratan los artículos 133, 136 y 138 de la Ley 446 de 1998; Ley
1258 de 2008; artículos 28, 29 y 43 de la Ley 1429 de 2010 y artículo 24, numeral
5º, literales a), b), c), d) y e) del Código General del Proceso, aspecto sobre el que
podrá documentarse en la P. WEB.

En los anteriores términos su solicitud ha sido atendida con los efectos previstos
en el artículo 28 del C.P.C.A.

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