Diagrafia Termica

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4.2.

Diagrafía térmica

Otro de los registros, que se basa en la medida directa de una propiedad de las rocas atravesadas
por el sondeo, es el de termometría. Este tipo de diagrafía a veces se utiliza para determinaciones
muy específicas, como puede ser la localización del nivel superior alcanzado en una cementación de
tubería, ya que el fraguado de un cemento es una reacción química exotérmica.
El registro termométrico se realiza en sentido descendente, con el fin de que no haya influido la
temperatura del cable y de la sonda en la parte de lodo con la que tienen contacto, pues la medida
se realiza por medio de una resistencia, cuya conductividad varía con la temperatura del lodo
afectada por la tubería o el terreno que se encuentre a su alrededor.
Este tipo de diagrafía térmica también sirve para la localización de
niveles de pérdidas de circulación, a través de un horizonte poroso no
saturado o con menor presión que el lodo en ese punto. En esa zona
se produce un descenso en la temperatura, ya que al haber una
corriente continua de salida, el lodo de ese punto se reemplaza con
cierta rapidez por lodo procedente de más arriba que no está aún a la
temperatura correspondiente a esa profundidad. Análogamente,
cualquier entrada de agua, gas o petróleo, desde un acuífero o un nivel
productivo en hidrocarburos, da lugar a una variación de temperatura
en el lodo, que se registra en la diagrafía térmica, por lo que ayuda en
los estudios de producción de un sondeo.
TESTIFICACIÓN TÉRMICA

La medida de las temperaturas, cuando se


establece el equilibrio térmico entre el fluido que
llena el sondeo y las formaciones perforadas, puede
servir para separar las capas de conductibilidades
térmicas diferentes, aunque el pozo esté entubado.
También sirve para determinar las variaciones del
grado geotérmico. Pero para alcanzar el citado
equilibrio es necesario esperar semanas e incluso
meses. Sin embargo, en algunos casos, las medidas
hechas después de solamente unos pocos días de
reposo pueden suministrar resultados interesantes.
El diagrama de la figura 289 muestra la
localización de una circulación de aguas
subterráneas por este procedimiento.
Mientras el sondeo se manifiesta al perforar en
plena evolución térmica es más sencillo estudiar
ésta que esperar el equilibrio. Haciendo circular
durante bastante tiempo un lodo o agua a tempera-
tura constante se llega con bastante rapidez a alcanzar el equilibrio; las formaciones próximas al
fondo, normalmente las más calientes, se enfriarán, y los horizontes superiores se calentarán.
Al parar la circulación se invierte el intercambio de calor y el perfil de temperaturas resultante es
una curva sinuosa. En la parte inferior del sondeo las bajadas indican las capas buenas conductoras y
las subidas las malas, en la parte superior sucede lo contrario (fig. 290).
Medidas en pozos entubados
Cuando no se puede realizar una testificáción
eléctrica normal, es posible efectuar una térmica que
puede suministrar indicaciones útiles sobre las capas
acuíferas y los movimientos de agua detrás del
entubado.
La verificación de las cementaciones del revestimiento se puede hacer también por
este procedimiento. Cuando el cemento fragua desprende calor y se destacará tanto más
en un cierto nivel cuanto más gruesa sea la capa que forma. El perfil de temperaturas
muestra claramente hasta dónde ha ascendido el mortero de cemento alrededor del
entubado (fig. 291).
Aparatos y método operatorio
El termómetro está constituido por un hilo fino de platino cuya
resistencia varía con la temperatura. La tensión eléctrica
correspondiente a esta resistencia se transmite a la superficie por el
cable de suspensión y se registra fotográficamente. Para sondeos
poco profundos es posible conformarse con aparatos indicadores. La
sonda termométrica para sondeos profundos tiene un diámetro de 92
mm, una longitud de 75 cm y pesa 30 kg.
Al revés de todas las otras testificaciones, la térmica se hace al
bajar la sonda, para reducir la agitación del lodo por el movimiento
de la misma. Si hay que hacer dos mediciones es preciso esperar de
seis a doce horas para permitir que se restablezca el equilibrio
térmico. La velocidad de descenso es del orden de 500 a 1000 m por
hora.
En estos casos la precisión de las medidas aumenta vaciando parcialmente el
sondeo después de parar la circulación. Las entradas de agua en el pozo se señalan de
un modo muy visible sobre el diagrama. Sucede lo mismo con las eventuales entradas
de gas.
Se pueden localizar también las pérdidas de cir-
culación realizando una testificación térmica mientras las
bombas mantienen la perforación llena vertiendo
directamente en ella. El lodo situado por debajo de la zona
de pérdidas está en equilibrio térmico con las formaciones,
contrariamente al lodo introducido por las bombas. En este
caso se observa una notable discontinuidad térmica frente al
intervalo de pérdidas.

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