Ventajas y Desventajas de La Jurisprudencia Anunciada en El Ordenamiento Juridico Colombiano

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VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA JURISPRUDENCIA ANUNCIADA EN EL

ORDENAMIENTO JURIDICO COLOMBIANO.

El sistema Jurídico Colombiano contiene un sistema de fuentes formales de


Derecho que se sustentan en el artículo 230 de la Carta Política cuyo contenido reza
“Los jueces, en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley. La
equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son
criterios auxiliares de la actividad judicial.”.

Dentro de esta norma se establece que la jurisprudencia es un criterio auxiliar de la


actividad judicial, por lo que la misma, en principio, no tiene ese carácter imperativo
y vinculante que sí tiene la Ley. No obstante, bajo una interpretación y desarrollo
jurisprudencial el denominado “criterio auxiliar”, que es un tanto restrictivo, pareciera
estar en desuso, ya que en la praxis los máximos operadores judiciales dando una
interpretación conjunta de los artículos 1º, 13º, 83º y 230º de la Carta Política han
reconocido ahora la fuerza vinculante de ciertas de cisiones judiciales, en atención
a su relevancia para la vigencia de un orden justo y la efectividad de los derechos y
libertades de las personas.

Esta posición fijada por los órganos de cierre en materia judicial, es decir las Altas
Cortes, tiene sentido si se observa que la Jurisprudencia es la interpretación de la
Ley (sustancial o procesal) aplicada en un caso concreto; y consecuentemente se
concluye que la Jurisprudencia es la Ley en si misma empleada a hechos y sujetos
de derecho.

La Jurisprudencia, al igual que las relaciones sociales, emerge como una necesidad,
por lo que inevitablemente debe evolucionar, cambiar y adecuarse a las sociedades
que la refieren y emplean en el devenir de la administración interna de justicia.
La Jurisprudencia sigue un patrón lógico y concatenado de hechos que la
robustecen, es decir es el resultado de decisiones judiciales dictadas por los Jueces
edifican cada línea jurisprudencial con el paso del tiempo, convirtiéndose en
vinculantes y de obligatorio cumplimiento.

Sin embargo, cuando estas líneas jurisprudenciales cambian, esto implica una
modificación en la interpretación jurídica, y en atención al carácter vinculante
general e inmediato del precedente, determina la aplicación judicial tanto a los pares
(jueces del mismo rango) como a los subordinados (jueces de menor jerarquía),
generando la vinculación de la administración de justicia bajo el principio de la
igualdad. Este concepto de aplicación inmediata no es absoluto, dada la importancia
para las personas que han iniciado bajo un estándar jurisprudencial (jurisprudencia
vigente) algún tipo de litigio y esperan bajo el principio de confianza legítima que
ese litigio se resuelva bajo las reglas jurisprudenciales existentes y de cuya solución
tiene una expectativa de ser resuelta de manera igual o similar a los precedentes
con decisión judicial que antecedieron la causa con litigio vigente.

Estos cambios jurisprudenciales, pueden llegar a ser abruptos, y toman por sorpresa
tanto a los operadores judiciales, que se ciñen al carácter vinculante e inmediato de
la jurisprudencia, como a los administrados que esperan la resolución de sus
controversias con plena observancia de principios regulados en las normas y
jurisprudencia desarrollada al momento de establecer procesalmente una causa
contenciosa ante los jueces.

Las altas cortes en Colombia no han sido ajenas a este fenómeno, y plausiblemente
han ido desarrollando la técnica denominada jurisprudencia anunciada, que
consiste en fijar parámetros a futuro para lograr la resolución de conflictos
venideros, advirtiendo tanto a los operadores judiciales como a los administrados
que, las pautas fijadas en la línea jurisprudencial existente cambiaran con
posterioridad al fallo que advierte la precitada jurisprudencia anunciada.
Una de las ventajas que se avizora con el empleo de la jurisprudencia anunciada es
que la confianza legítima1 de las instituciones y órganos judiciales se mantiene
incólume y no sufre cuestionamientos, pues no toma por sorpresa a los
Administrados quienes esperan que a la luz de los parámetros previos desarrollados
jurisprudencialmente se solucionen sus controversias. Significa lo anterior que
ciertas expectativas, que son suscitadas por un sujeto de derecho debido a un
determinado comportamiento en relación con otro, o ante la comunidad jurídica, y
que producen determinados efectos jurídicos, se deben resguardar; por lo que, el
particular debe ser protegido frente a cambios bruscos e inesperados efectuados
por las autoridades, que en este caso son las judiciales.

Otra de las ventajas es la guarda del principio de igualdad en pro de los


Administrados, que implica para el operador judicial la aplicación de una de las
máximas del derecho consistente en que a los mismos hechos ha de otorgarse los
mismos derechos, puesto que en una circunstancia cuyos hechos difieren
tangencialmente en la época en que han ocurrido y bajo la vigencia de una misma
norma, condición sine qua non, deben aplicarse los mismos postulados
jurisprudenciales que han desarrollado casos similares, ya que de no ser así se
desnaturaliza este principio en detrimento de uno o de otro. Por ejemplo, los
particulares A y B quedan inmersos en una controversia Q bajo la vigencia de la Ley
Z, con las condiciones particulares 1,2 y 32 y el operador judicial W toma la decisión
1, tiempo después los particulares C y D quedan inmersos en una controversia Q
bajo la vigencia de la misma Ley Z, con las mismas condiciones particulares 1,2 y
33 pero en este caso el operador judicial W toma la decisión 2, desconociendo el
precedente judicial, generando un quebrantamiento a la igualdad. Empero, el
operador judicial W puede válidamente, sin afectar la igualdad y la confianza
legítima, anunciar el cambio de la jurisprudencia en el sentido “2” – de acuerdo con
el ejemplo -, protegiendo no solo el derecho a la igualdad, sino que honra de buena

1
La confianza legítima consiste en que el administrado debe poder evolucionar en un medio jurídico
estable y previsible, en cual pueda confiar
2
Haciendo referencia a los hechos.
3
Haciendo referencia a los hechos.
fe el pacto de la confianza legítima que se le ha depositado. Se trata entonces de
amparar unas expectativas válidas que los particulares se habían hecho con base
en acciones u omisiones estatales prolongadas y reiterativas en el tiempo, como en
este caso las interpretaciones de las normas jurídicas a través de la Jurisprudencia.

Sumado a lo anterior se tiene que la Jurisprudencia Anunciada respalda el principio


de Seguridad Jurídica que encuentra fundamento en el principio de la buena fe, que
impone a las autoridades del Estado el deber de actuar de manera congruente y de
abstenerse de defraudar la confianza que depositan en ellas los administrados4, y
se vincula con la igualdad de trato bajo el entendido que “si las decisiones judiciales
no fueran previsibles o las reglas y soluciones adoptadas en el pasado resultaran
cambiantes e inestables, los ciudadanos no podrían esperar que el asunto que
someten a la jurisdicción sea resuelto de la misma forma”5, por lo que la seguridad
jurídica es también una condición necesaria para garantizar el mandato de igualdad
previsto en el artículo 13 de la Constitución Política.

Del mismo modo en que se encuentran ventajas dentro de esta técnica, existen
desventajas como la incertidumbre respecto del momento temporal en que se inicia
a aplicar la jurisprudencia anunciada incluyendo el lapso cronológico de hechos a
juzgar por la jurisprudencia vigente y la reglamentación clara de esta técnica.

Los fallos que indican a manera de jurisprudencia anunciada la ratio decidendi aplica
de manera abstracta la frase “a futuro”, pero no es diáfano en indicar claramente un
plazo o establecer un espacio cronológico donde se estudiaran los casos bajo estos
postulados, y a partir de que término los nuevos casos puestos a disposición de la
administración de justicia no serán examinados con las reglas jurisprudenciales
vigentes; esto implica cierto grado de incertidumbre que afecta negativamente la
imagen de la administración de la Justicia.

4
Artículo 83 de la Constitución Política.
5
Sentencia C 284 de 2015 Corte Constitucional.
Una de las soluciones esta en manos del Congreso de la República, ya que de
manera legislada puede establecer un mecanismo para darle una orientación legal
unívoca a la jurisprudencia, reglamentando no solo la jurisprudencia anunciada, sino
también la jurisprudencia de las altas cortes, que en varios temas chocan entre sí,
generando un extraño ambiente de inseguridad jurídica.

La idea de regular el empleo de la jurisprudencia a través de una ley que enmarque


las decisiones de las altas cortes podría interpretarse como una restricción a la
autonomía judicial que poseen hoy en día los jueces, sin embargo este mecanismo
no se formula con ese fin, al contrario el objetivo de esta ley sería fijar parámetros
para el empleo de la jurisprudencia por los operadores judiciales y por los mismo
administrados en pro de que se unifiquen varios criterios que en el sistema jurídico
Colombiano permanecen dispersos.

Finalmente, así como en la jurisdicción Contenciosa Administrativa existe un


mecanismo legal que permite unificar las sentencias emitidas por el órgano de cierre
en esta materia, podría aplicarse paulatinamente un mecanismo similar en la Corte
Suprema de Justicia que en consonancia con la Corte Constitucional unifiquen
criterios jurisprudenciales donde existan divergencias y consoliden los puntos donde
convergen a fin de evitar el empleo ambivalente y contradictorio que hoy en día
existe en estos órganos colegiados respecto de varios temas que impactan la
sociedad Colombiana.

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