Juego
Juego
Juego
Jerome Bruner
Inicialmente, se da lo que al parecer para el autor son las funciones fundamentales del juego en la
actividad de los niños
En primer lugar, en el juego se reduce la gravedad de las consecuencias de los errores y los
fracasos, en el fondo, el juego es una actividad seria que no tiene consecuencias frustrantes para
el niño. El juego es un excelente medio de exploración que de por sí infunde estímulo y en sí es
una actividad que se justifica por sí misma.
En segundo lugar, el juego se caracteriza por una conexión bastante débil entre los medios y los
fines. No es que los niños no busquen una finalidad, sino que a menudo cambian de objetivos
cuando ya están actuando, no solamente porque se les presenta obstáculos, sino por emoción y
jubilo. El juego sirve como medio de exploración y de invención. En relación con lo anterior es la
característica del juego en la cual los niños no se preocupan demasiado por los resultados, sino
que modifican lo que están haciendo dejando libre paso a su fantasía. Si no pueden cambiar, los
niños se aburren.
En tercer lugar, el juego a pesar de su variedad, rara vez es aleatorio o casual, sino que parece
obedecer a un plan. Según Joyce, el juego es a veces una epifanía de lo ordinario, una idealización,
un dilema puro.
En cuarto lugar, se dice que el juego es una proyección de la vida interior hacia el mundo, en
contraste con el aprendizaje, mediante el cual interiorizamos el mundo externo y lo hacemos
parte de nosotros mismos. En el juego nosotros transformamos el mundo de acuerdo con nuestros
deseos mientras que en el aprendizaje nosotros nos transformamos para conformarnos mejor a la
estructura del mundo.
Por último, el juego divierte y divierte mucho. Incluso los obstáculos que se ponen en el juego para
superarlos divierten. En realidad, esos obstáculos parecen necesarios, porque de lo contrario el
niño se aburriría muy pronto. En este sentido, yo creo que podemos asimilar el juego a la
resolución de problemas, pero en forma más agradable.
El juego libre ofrece al niño la oportunidad inicial y más importante de atreverse a pensar,
a hablar y quizás incluso de ser él mismo. Los niños que perciben una actividad como
juego se concentran más, están más atentos, motivados y muestran señales de mayor
bienestar, mientras cumplen con la tarea (Howard & McInnes, 2013; Sawyer, 2017). Esto
sugiere, que percibir una actividad como juego genera involucramiento activo y alegría,
que conlleva a que los niños estén en el estado cognitivo y emocional apropiado para
continuar con la tarea y para procesar la información
Lehrer et al. (2014) evaluó la posibilidad de que las actividades en las que participaban los
niños durante su tiempo no estructurado, pronosticaran sus “habilidades de adaptación”
Se da el caso de que, aunque el juego sea espontáneo, a veces utilizamos el juego para lograr otros
fines que podemos tener en mente. Usos que se hacen del juego:
Inculcamos valores de la cultura dentro del juego, como la competencia y la competitividad.
Nosotros incitamos a la competencia en el juego y normalmente nos servimos de él para enseñar a
los niños esta noción. En el juego se enseña a ganar, la forma en que se aborda la competitividad
en los juegos de los niños contribuye ampliamente a desarrollar en ellos una actitud competitiva
cuando son adultos. Una cosa es servirse del juego como agente de socialización de forma
espontánea y otra cosa es explotarlo.
Jugar con otros niños tiene un papel terapéutico importante o, de cualquier forma, un papel
importante para preparar a los niños a los enfrentamientos sociales de su vida adulta. Organizar el
juego principalmente con el objetivo de fomentar la salud mental de los niños es también correr el
riesgo de perder algo muy importante. "confiscar la iniciativa del niño, pero gracias a Dios y a la
evolución es difícil quitar la iniciativa del niño" También se puede considerar que el juego es una
forma de desarrollo intelectual. A este respecto, se corren los mismos riesgos de manipulación. De
hecho, nada parece mejor que dejar que el niño juegue libremente en un entorno apropiado, con
materiales ricos y buenos modelos culturales en que pueda inspirarse.
La lengua materna se aprende más rápidamente en una situación lúdica. Se suele dar el caso de
que las expresiones idiomáticas gramaticalmente más complicadas aparecen primero en actividad
de juego. Hay algo en el juego que estimula la actividad combinatoria en general, y
particularmente la actividad combinatoria propiamente lingüística que interviene en la
elaboración de las expresiones más complicadas del lenguaje. Además, es muy importante para
que el niño domine su propio idioma, que los posibles errores no traigan demasiadas
consecuencias.
El lenguaje que utilizan las madres para incitar a sus hijos a hablar es lo que se suele llamar
"balbuceo", ¿cómo puede aprender el niño su lengua materna a partir de este lenguaje primitivo?
El interés del balbuceo es que permite que el niño pruebe las distintas combinaciones lingüísticas
que ya posee para articular mensajes más complejos y hacer algo distinto con los elementos de
discurso que ya domina.
Antes de llegar a la etapa del balbuceo se resalta los asuntos prosódicos que es capaz de
identificar un niño y como eso condiciona su atención, a partir de allí se puede llegar a
edificar construcciones lingüísticas por emulación como vendría a ser los balbuceos que va
a permitir al niño dar ese conocimiento para poder reconocerse en ese espacio y para
proseguir con patrones lingüísticos más complejos. Uno de los indicios más comunes que
da un bebé del lenguaje es el balbuceo que es importante porque requiere ciertos
movimientos, con ello el niño va aprendiendo cuales son los movimientos que se
requieren para ir generando sonidos y esto posibilita que más adelante se pueda hacer el
desarrollo del lenguaje de una mejor manera.
Nos enfrentamos con esta interesante paradoja: lo que permite a un niño desarrollar todo su
poder combinatorio no es el aprendizaje de la lengua o de la forma de razonar, sino las
oportunidades que tenga de jugar con el lenguaje y con el pensamiento.
No se podría decir que los niños aprenden por mera imitación, las capacidades lingüísticas
no dependen solo de su inteligencia sino de una serie de factores que ayuda al desarrollo
de la lengua. La imitación y la inteligencia del niño hacen parte de estos pero no son solo
ellos, también influye una representación básica de la gramática de su lengua gracias a la
cual puede obtener el significados de las palabras proporcionadas por los padres y así
organizarlas para formar frases con un mínimo de sentido que se irán perfeccionando
gracias a la experiencia y a otro factor, el educativo que principalmente proviene de sus
padres y luego del entorno, esto quiere decir que los niños necesitan una instrucción más
clara que solo escuchar a las personas hablar, los padres exageran gestos y acciones de
manera lenta con el objetivo de que el niño obtenga información clara y aprenda de mejor
manera el lenguaje.
Teoría acerca de las características del juego y de cómo se debería organizar el juego en los
grupos. Ciertas actividades, son realmente lúdicas mientras que cualquier cosa organizada o que
inhiba la espontaneidad no es realmente juego. Además, el juego verdadero tenía que estar libre
de toda restricción impuesta por adultos y ser completamente autónomo con respecto a ellos.
Las secuencias de juego que duraban más y que eran más variadas y más elaboradas se obtenían
con materiales cuya estructura se podría denominar "finalitaria" es decir, eran formas de juego
cuyos medios conducían a un fin. En su mayoría, se trataba de actividades y materiales con los que
el niño podía construir algo.
Considero bastante razonable este punto anterior puesto que un juego que no conlleve
a un fin podría en un lapso de tiempo prolongado perder cierto sentido y por ende
afectar el interés del niño en él, al plantearse un fin para el juego su realización no
permanece monótona, aunque la actividad sea repetitiva. Podría tomarse su ejecución
como un avance o como un progreso y esto aportaría en cualquier momento de la
realización del juego un factor de logro, por lo cual, se fomentaría el interés en el
mismo y es así como se podría explicar el por que un juego con un fin planteado podría
realizarse durante mas tiempo sin que se afecte de una manera tan eficaz el interés del
niño en el juego.
La segunda respuesta que nos dio la computadora, lo que no dejó de sorprendernos, fue que la
presencia de adulto era un elemento que favorecía una concentración prolongada y una
elaboración compleja No quiero decir con ello que los adultos deben mirar por encima del hombro
a los niños y tratar de dirigir sus actividades, sino estar al alcance del niño y proporcionarles la
seguridad de que el medio es estable y continuo, pero también alentarlos y darles información en
caso de que la necesiten. Si el adulto interviene bruscamente y le quita la iniciativa al niño, el
juego se hace más aburrido.
El tercer secreto ya lo conocíamos muy bien, dos niños que juegan juntos pueden intercambiar
ideas, tratar de ponerse de acuerdo, elaborar estructuras según les convenga y jugar todo el
tiempo que crean necesario. A un solo niño le es difícil mantener un juego durante mucho tiempo
y tres niños forman evidentemente una multitud que se distrae, en la que ninguno puede hablar el
tiempo necesario para imponer su opinión. El pensamiento y la imaginación comienzan
frecuentemente en forma de diálogo con un compañero y, sin la ayuda de otro compañero,
desaparece, por lo menos en los primeros años.
Ultima conclusión, Si un niño de una clase o de un grupo tiene que participar en un momento del
día en alguna actividad intelectual de cierto nivel, entonces el niño tendrá juegos más variados y
más elaborados cuando vaya a jugar solo. Es como si la actividad lúdica colectiva de los niños de la
clase sirviera de modelo para la actividad espontánea de juego de los niños cuando van a jugar
solos.
Sorprende ver lo poco que se necesita para hacer pequeños milagros. Por ejemplo, nosotros
llegamos a la conclusión de que la simple escucha de una grabación del diálogo de los maestros
con los niños (evidentemente sin intervención exterior) sirve para que los maestros vean lo que
está bien y lo que está mal, por ejemplo, su tendencia a subestimar o sobreestimar la capacidad de
los niños para tomar y mantener la iniciativa de una conversación, su autoritarismo, su laxismo,
etc.
Jugar no es tan solo una actividad infantil. El juego para el niño y para el adulto es una forma de
usar la inteligencia o, mejor dicho, una actitud con respecto al uso de la inteligencia. Debemos
recordar que los niños que juegan no están solos y que solos no es como están mejor por mucho
que necesiten momentos de soledad. Pero, tanto como necesitan la soledad, necesitan también
combinar las propias ideas que conciben solos con las ideas que se les ocurren a los compañeros.
Concluiré diciendo que el juego libre ofrece al niño la oportunidad inicial y más importante de
atreverse a pensar, a hablar y quizás incluso de ser él mismo.
https://www.legofoundation.com/media/1463/papel-del-juego-010.pdf