Dialnet ConfesionesDeUnGeneral 5414753 PDF
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siguió a la crisis petrolera hasta la desestruc- decía Gramsci - "como el paso de un mo-
turación de la sociedad industrial v• ·la virtual mento egoíscico-pasional a otro ético-políti-
desaparición de la clase obrera como ''suje~ co". Y la última frase de su dedicatoria,
to revolucionario". cuando decía que "tal vez tengamos menos
De esta última parte de la historia tam- ilusiones, pero no se puede negar que he-
bién habla Pancho Aricó en La co/(l del diCJ- mos ~prendido", tal vez pueda ser leída a la
blu. Pancho murió hace tres años, y al re- par de aquella de Gramsci, que decía los
cordarlo -releyendo este libro- nos da- hombres deben asumir su compromiso con
mos cuenta que él fue un gran gramsciano la historia y con la vida "con el pesimismo
hasta el fin, que la imagen del gran pensa- de la conciencia y el optimismo de la volun-
dor sardo lo acompañó durante treinta tad''. 11
años, como la ·'sombra al cuerpo'' (dice en •
lejandro Agustín Lanusse, luego de ta manera viene a complementar los dos an-
cc.mplewr su carrera militar alcan- teriores: el primero, Mí Testimonto, fue es-
zando el grado máximo de tenieme crito en el aúo 1977 cuando el terrorismo de
general,. fue Presidente de fa cto de la Repú- estado se encontraba aún en pleno apogeo,
blica Argentina entre el 23 de mano de y por la posición crítica del autor hacia la
1971 y el 25 de mayo de 1973, fecha en que violencia ejercida por el Gobierno, fue cata-
le entregó el mando al Doctor Héctor ]. logado por diversos autores como una cró-
Cámpora, elegido por el voto popular en re- nica heroica; el segundo, Protagonista y
presentación del Frente Justicíalísta de Libe- Testigo, fue publicado en 1988 y concebido
ración (f'REJULI). El principal integrame de di- por el mismo autor como una explicación
cho Frente fue el Partido .Justicialista, que de sus convicciones democráticas, tema que
recién después de casi dieciocho años de -reconoció- debió haber sido incluido en el
proscripción pudo participar en una elec- primer trabajo.
ción presidencial. De~íamos que Confesiones de un Gene-
Lanusse fue el último Presidente de la ral complementa los dos libros anteriores
autollamada ''Revolución Argentina" enca- porque el periodo histórico que abarca -
bezada por el general Juan Carlos Onganía, los últimos cincuenta años . de vida política
quien el 28 de junio de 1966 derrocó al go- del país- es prácticamente el mismo, sólo
bierno constitucional del Dr. Armro Illia y que esta vez el carácter del relato no se ocu-
gobernó el país hasca mediados de 1970, fe- pa tanto del desarrollo de los hechos, como
cha en que asumió la Presidencia el general de la ubicación del autor en cada uno de
Roberto Marcelo Levingston. ellos, llegando en muchos casos a plantear-
Confesiones de un General es el tercero se posiciones de auténtica autocrítica, como
de los libros escritos por Lanusse, y en cier- cuando al final del libro reconoce que Jos
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Bibliográficas
militares "Hemos fracasado fue ra de nues- cárcel de su marido, quien fue privado de la
cras tareas específicas, y de nada serviría libertad por participar en un intento de gol~
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mentir sobre eso; como una consecuencia pe en contra del Presidente Perón en se~ 1
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más de este fracaso, perdimos también una tiembre de 1951 . .
l
guerra (Malvinas). No es tan extraño que Los tres prim.eros capítulos esrán centra-
ahora nos sintamos solos", (págs. 289/290). dos en cuestiones familiares, religiosas y en
En importantes temas reatiza algunas el aprendizaje que según el autor significó
"confesiones'' que a nuestro juicio adquie- para él el sufrimiento y el dolor, tanto por la
ren gran valor heurístico a la hora de pro- muerte de personas cercanas - entre las
fundizar en el análisis y la inrerpretación de que se destacan dos de sus siete hijos-, co-
la historia política del país. Apoyado en su mo por los tres periodos de cárceles que
sinceridad y e n que a su juic io "la gran re- debió padecer y las consecuencias físicas
conciliación e ntre los argentinos, peronisras que ello le trajo. Ocupa un lugar destacado r• .
y no peronistas de los más diversos matices , en estos primeros ca pítulos la relación con 1
1
será definitivamente imposible si dejamos su padre, a quien considera como su conse- i
de expresar tOdo lo que sentimos" (pág. jero y el más importante modelo que tuvo
127); acepta, por ejemplo, que el reconocí~ en su vida , y el redescubrimiento de Dios
miento de millones de personas hacia las fi- que realizó principalmente en la cárcel a la
guras de Perón y Evita le producía y aún le que liama "la desventura que me acercó a
produce "cierta recóndita envidia " (pág. Dios" (pág. 23). En realidad esta primera
122), o que él ''no hubiera podido ser como parte pareciera más bien una revisión y ba-
Perón, aunque hubiera querido ... " (pág. lance que el autor, a los 74 años, realiza de
135), o cuando reconoce que se opuso a su vida .. "·
Perón desde el primer momento "casi por A partir dd capítulo cum1o comienza la
instinto" (pág. 111) y que ''jamás pudo des- ·parte más sustancial del libro referida a la
prenderse del fantasma de Perónn (pág. relación entre Lanusse y Perón. El pr.ímero
117). reconoce que cuando asumió el gobierno,
Por ow1 parte el libro de Lanusse, que "la pretensión fundacional de la llamada Re-
contó con la ayuda de su amigo el periodis- volución Argentina estaba agotada" (pág.
i
ta Rodolfo Pandolfi, tiene también un carác- 105), no sólo por la crisis social existente, •¡
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ter autobiográfico, q ue adquiere importan - . sino por la imposibilidad de una salida po- 1
cía a la hora de realizar una reconstn!Cción lítica que ignor.tra la existencia del peronis- ;
de los hechos visea desde los mismos prota- mo, por cuanto había fracasado la preten-
gonistas, más aún si se considera la escasa sión de dejar fuera del sistema político a
producción de este tipo de relatos en el pa- éste y a su líder. i
'
'lS. Se desarrolla en este capítulo la visión
Para referirnos al contenido específico que el autor tiene del peronismo, de Perón
del libro, digamos primero que e l mismo es- y también de Eva Duarte de Perón. Lanusse
' y reconoce que "Perón forma parte
tá dividido en siete capítulos; más un inter- acepta
mezzo donde b señora María Bell de Lanus- de mi vida, casi desde siempre, como una
se, esposa del general Lanusse, realiza un obsesión. Y, cuando llegué al gobierno, in-
pequeño testimonio sobre la relación fami- tenté crear una alternativa al movimienlo
liar y fundamenta lmente sobre el sufrimien- jusricialist.-'1 y a su líder: éramos, entonces,
to que significaron los años de la segunda los dos polos de atracción que se repelían
:. - .~.
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~
Bibliográficos
y, de alguna manera, también se habían co- ro heredero" (pág. 195). De esta manera La-
menzado a necesitar" (pág. 107). nusse pone en rela de juicio aquella famosa
Con el tema de la alternativa que Lanus- frase de Perón, que hada mención a que su
-se pretendía crear, ya entramos en el capí- único heredero era el pueblo.
tulo quinto, donde desarrolla su idea de En el capítulo sexto, el ex presidente se
concretar el Gran Acuerdo Nacional (GA~); ocupa de algunos aspectos claves de su ges-
el que se vio frustrado, según su propia vi- tión de gobierno , como por ·ejemplo el lu-
sión, sobre todo a partir del reromo de Pe- gar de la Secretaría General, que era la en-
rón al país en noviembre de 1972 y la con- cargada de hacerle un seguimiento de cerca
formación de "La Hora del Pueblo", que tu- absolutamente a todos los expedientes, ade-
vo en el líder peronista y en Ricardo Balbín, más de asegurarse que en cada tema se
líder de la Unión Cívica Radical , a los dos acompañaran los puntos de vista de los di-
principales impulsores. ferentes sectores afectados, para que el Pre-
En el agrupamiento de La Hora del Pue- sidente o en su defecto la Junta Militar, pu-
blo, además del peronismo y el radicalismo, dieran conocerlos antes de tomar una deci-
participaron también la mayoría de los par- sión. Por otra parte, reconoce que si bien en
tidos políticos, y a partir d e allí el gobierno su gobierno se traró de escuchar a la ciuda-
de Lanusse perdió la iniciativa política y la danía, los militares no tienen preparación
posibilidad de realizar una transición hacia para ser gobernantes ya que por su propia
la democracia controlada por los militares. formación les "resulta difícil .comprender la
También aquí Lanusse se refiere a su cé- vida política" (pág. 230). En este sentido se-
lebre discurso del 27 de julio de 1972, don- ñala que "los militares fuimos educados pa-
de intentó polarizar a la sociedad argentina ra ser inexorables, y el arte del gobierno tie-
a partir.de señalar que a Perón "no le da el ne mucho más que ver con la comprensión
cuero", para retornar al país y encabezar a que con el aniquilamiento, con la negocia-
su movimiento político. Su tesis era que Pe- ción de los puntos en conflicto que con la
rón prefería · continuar en su posición de desaparición de los adversarios" (pág. 231).
"mito distante" y él quería sacarlo de ese lu- Admite entonces que el sistema político que
gar, obligarlo a definirse y así quitarle el ar- debe gobernar el país es la democracia y no
gumento de que no volvía porque no se lo las dictaduras militares, pero señala también
permitían. Esta posición le trajo innumera- que no solamente las Fuerzas Armadas fue-
bles críticas entre sus propios camaradas de ron responsables de la quiebra del orden
armas, que no querían ofrecerle a Perón la constitucional, sino que desde la sociedad
posibilidad del retorno; finalmente Lanusse civil también se apoyaron y promovieron
reconoció que "esperaba un eco menor pa- los golpes de estado.
ra su retomo" (pág. 185). El último capítulo comienza con una
El final del capítulo está referido al "úl- breve descripción del contexto internacio-
timo Perón", quien se hizo cargo del gobier- nal de la época del gobierno de Onganía, es
no el 12 de octubre de 1973 y que, cons- decir la profundización de la Guerra Fría y
ciente de que su estado de salud no era en particular los enfrentamientos armados
bueno, al escoger a su esposa Isabel como en los llamados países del Tercer Mundo.
su candidata a vicepresidente de la Repúbli- Según Lanusse, su antecesor el general On-
ca, en realidad eligió a su ''consejero predi- ganía, no comprendió en forma correcta es-
lecto, José López Rega, (como) el verdade- te nuevo escenario mundial y ello lo llevó a
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libliog ráficos '
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10 darse cuenta de que "alentar tendencias Por último, el autor realiza a lgunos co- 1
n 1979 un polirólogo rosarino, Hugo Carlos Portantiero, dio sus frutos con la re-
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Quiroga, emprendió bajo la direc- cieme publicación de El tiempo .del proceso.
ción de Alain Rouquie en la Univer- Libro v?lumin oso (casi quinientas páginas),
sidad de la Sorbonne Nouvelle, una tarea pero de fácil lectura pofTa agilidad de su es-
tan fascinante como difícil: el estudio de las tild narrativo, constituye la primera investi-
relaciones entre el régimen militar y los lí- gación de largo aliento sobre ese periodo y,
deres políticos argentinos desde una p ers- posiblemente, la piedra basal de los futuros
pectiva que combinaba enfoques de teoría esrudios sobre el rema.
política e historia. Esta labo r, cominuada El autor ofrece una reconstrucción histó-
tuego en Argentina con la dirección de Juan rica sustentada en un entramado de hipóte-
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