MONOGRAFIA
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CURSO:
Epistemología de la Investigación
TEMA:
DOCENTE:
INTEGRANTES:
CICLO: III
TRUJILLO – PERU
2020
INDICE
PRESENTACIÓN.......................................................................................................................1
AGRADECIMIENTO.................................................................................................................2
EDUCATIVAS............................................................................................................................4
CONCLUSIONES.......................................................................................................................8
REFERENCIAS..........................................................................................................................9
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
PRESENTACIÓN
Un tema muy importante son las falacias ya que sin intención o con intención lo utilizamos en
nuestra vida muy a menudo, pues, fueron estudiadas desde la Edad Media, razón por la cual,
frecuentemente se alude a ella por su nombre en latín. Una falacia es un argumento incorrecto,
precisamente para convencernos de algún tema teniendo la apariencia de esta correctamente
construido, pero cuando lo analizamos con cuidado, notamos que el paso de las premisas a la
conclusión no es el adecuado, debido a que las premisas no son pertinentes para lo que se
quiere defender.
Antiguamente solía hacerse una distinción entre falacia y sofisma con base en la intención de
la persona que argumentaba. De esta manera se decía que quien argumentaba incorrectamente
lo hacía sin la intención de engañar, entonces estábamos frente a un argumento del primer
tipo, una falacia. En Cambio, si alguien formulaba un argumento consciente del engaño,
entonces, estábamos frente al segundo tipo de argumento, conocido como sofisma. Sin
embargo, en la vida diaria resulta muy complicado saber si quien argumenta incorrectamente
lo hace de manera deliberada o no, por lo cual frecuentemente esta distinción ha caído en
desuso.
Una de las situaciones donde quizá vemos que algunas personas recurren a las falacias, es
cuando hablan del tema religioso ya que una de las preguntas más radicales y cuya respuesta
marca en mayor grado la forma de afrontar la propia existencia, es sin duda alguna la pregunta
sobre la existencia de Dios.
AGRADECIMIENTO
Aristóteles diferencio 13 tipos divididas en dos grandes grupos falacias lingüísticas (In
dictionem) y falacias no lingüísticas (extra dictionem)
Bentham en 1824 explicó que la falacia es cualquier argumento empleado con el propósito
de inducir engañó o el de hacer que adopte una opinión errónea la persona o cuya mente se
lo presente el argumento.
Black en 1946 fue el primer lógico en utilizar la expresión del pensamiento crítico
asignándole una gran importancia a las falacias dentro del discurso argumentativo
Micchi 1958 quizás el autor que define las falacias de modo más parecido a la raíz que nos
dice que es un engaño un fraude o mentira con que se intenta dañar a otro.
Frente a las clásicas definiciones aclara que no todos los argumentos falaces tienen
intención deshonesta y niegan que las falacias sean argumento inválido o con premisas y o
conclusiones falsas los orígenes de estas confusiones están en la reiteración de prácticas
éticas y fundamentadas en supersticiones o generalizaciones populares que carecen de base
argumentativa en visiones erróneos de la historiografía y la antropología, etcétera.
Muchas personas atribuyen la existencia del universo y la vida a un gran accidente cósmico y
a la evolución; otras consideran que es la obra de un Creador inteligente. ¿Qué postura le
parece más razonable?
Es obvio que ambas ideas se apoyan en la fe. Creer en Dios exige fe. Como dice la biblia, “a
Dios ningún hombre lo ha visto jamás” (Juan 1:18). Así mismo, creer en la evolución exige fe.
Ningún humano presenció la formación del universo ni el comienzo de la vida, y nadie ha
visto jamás a una especia evolucionar hasta convertirse en otra superior o distinta, entonces la
pregunta clave es: ¿Cuál fe tiene un fundamento sólido: la fe en la evolución o la fe en un
Creador?
El astrofísico sostiene que, aunque supiésemos perfectamente todas las leyes que rigen el
universo y las pudiésemos resumir en fórmulas muy sencillas, siempre nos quedaría
preguntarnos por qué estas leyes y no otras, cuestión que, según él, carece de respuesta o,
siendo optimistas, está fuera de los límites de la ciencia.
¿Está Dios por definición fuera de los límites de la ciencia? A mí, al menos, y no soy para
nada creyente, me gusta pensar que no. Hay que seguir buscando. [ CITATION Dav \l 2058 ]
Creer que la vida surgió debido a la ciega casualidad exige más fe que creer en la creación.
El astrónomo David Block señaló: “Quien no cree en un Creador necesita más fe que quien sí
lo hace. Cuando alguien asevera que Dios no existe, hace una generalización sin fundamento,
es decir, formula una premisa basada en la fe”.
La expresión "Dios existe", es sin duda una certeza en gran parte del pensamiento humano. Sin
embargo, uno se las ve y se las desea para saber si esta expresión tiene o no sentido. La
palabra "Dios" está instaurada en nuestro vocabulario como si fuera una vieja medalla, aunque
actualmente esté desdibujada, o ilegible. Sabemos que una vez fue pronunciada como una
palabra llena de sentido.
El hecho de que el universo haya tenido principio no es lo único que prueba que Dios, el
Creador, realmente existe; también son prueba de ello la armonía y el orden que se manifiestan
por todos lados. Por ejemplo, refiriéndose al universo, el astrónomo Allan Sandage afirmó:
“Opino que es muy improbable que tanto orden y concierto surgiera del caos.
Tiene que haber un principio del orden". El físico y laureado nobel William D. Phillips
escribió: “Al examinar el orden, la comprensibilidad y la belleza del universo, llego a la
conclusión de que una inteligencia superior diseñó lo que veo. Mi entendimiento científico de
la coherencia y la exquisita sencillez de la física reafirma mi creencia en Dios”.
La complejidad de las cosas, es otra prueba de que existe Dios, por ejemplo, considere el
cerebro. Piense en las maravillosas cosas que el cerebro puede lograr con el lenguaje. Con la
ayuda de solamente de 20 a 30 letras diferentes que componen la mayoría de los alfabetos,
nuestro cerebro puede formar un sinnúmero de palabras y expresiones y captar los diferentes
pensamientos que estas quieren transmitir. Un cerebro que esté entrenado en la mecánica de la
composición musical puede hacer algo similar con tan solo siete tonos básicos del alfabeto
musical
Otras pruebas son los factores que hacen posible la vida en nuestro planeta como la distancia
entre el sol y la tierra, la cantidad de oxígeno que tenemos en nuestra atmósfera. También otra
evidencia se puede ver en la complejidad de una diminuta célula y los diferentes tejidos de
nuestro cuerpo.
CONCLUSIONES
Es natural que nos preguntemos como tales argumentos pueden engañarnos. Ante esto se
podrían citar dos respuestas: No siempre es evidente que una determinada argumentación
constituye una falacia, ya que una larga discusión, podría fácilmente, llevarnos al cansancio y
perjudicar nuestra atención y segundo, y más importante, que el lenguaje no solo sirve para
comunicar información, sino que puede despertar grandes emociones. No hay un
procedimiento específico que no permita evitar las falacias. Creemos, que como dijo
Aristóteles, que todo aquel que tenga que replicar, debe conocer estos razonamientos viciosos,
carentes de articulación lógica; pero no para utilizarlos, y dañar el lenguaje, sino para poder
identificarlos cuando el adversario utiliza estos argumentos.
REFERENCIAS
Portillo-Fernández, J. (2018). El uso de falacias en la comunicación absurda. Logos.
Los Testigos de Jehová. (1981). ¿Está probada la existencia de Dios? La Atalaya, 3-5.