Asertividad

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HABILIDADES SOCIALES

ASERTIVIDAD

 INTRODUCCION:

Los psicólogos hablamos con bastante familiaridad de términos como habilidades sociales o
asertividad. La dificultad surge cuando tenemos que explicar a un paciente que presenta un
déficit en habilidades sociales y no queremos que se asuste o se sienta ofendido ya que
todos deseamos ser competentes socialmente.

Todos tenemos una idea de cuando un individuo se está comportando de forma competente
en una situación dada. Pero a la hora de dar una definición explícita surgen claros
problemas.

Se ha dado una serie de evoluciones de diferentes términos hasta llegar al de “habilidades


sociales”. En un primer momento Salter (1949) empleó la expresión “personalidad excitatoria”
que mas tarde Wolpe (1958) sustituiría por la de “conducta asertiva”. Posteriormente algunos
autores propusieron cambiar aquella por otra nueva, como por ejemplo “libertad emocional”
(Lazarus,1971), “efectividad personal”

(Liberman,1975), “competencia personal”, etc. Aunque ninguno de ellos prosperó, a


mediados de los años 70 el término de “habilidades sociales” empezó a tomar fuerza como
sustituto del de “conducta asertiva”. Durante bastante tiempo se utilizaron de forma
intercambiable ambos términos e incluso hoy en día, con cierta frecuencia se sigue haciendo.

A la hora de definir qué es una conducta socialmente habilidosa ha habido grandes


problemas. Se han dado numerosas definiciones, no habiéndose llegado todavía a un
acuerdo explícito sobre lo que constituye una conducta socialmente habilidosa.

Meichenbaum, Butler y Grudson (1981) afirman que es imposible desarrollar una definición
consistente de competencia social puesto que es parcialmente dependiente del contexto
cambiante.

La habilidad social debe considerarse dentro de un marco cultural determinado, y los


patrones de comunicación varían ampliamente entre culturas y dentro de una misma cultura,
dependiendo de factores tales como la edad, el sexo, la clase social y la educación. Además,
el grado de efectividad de una persona dependerá de lo que desea lograr en la situación
particular en la que se encuentre. La conducta considerada apropiada en una situación
puede ser, obviamente inapropiada en otra. El individuo trae también a la situación sus
propias actitudes, valores, creencias, capacidades cognitivas y un estilo único de interacción
(Wilkinson y Canter 1982).

Así pues, no puede haber un “criterio” absoluto de habilidad social. Sin embargo “todos
podemos conocer qué son las habilidades sociales de forma intuitiva” (Trower, 1984).
No obstante, a continuación señalamos varias definiciones que diferentes autores han
desarrollado acerca de lo que ellos consideran que son las habilidades sociales: 1) “La
conducta que permite a una persona actuar en base a sus intereses más importantes,
defenderse sin ansiedad inapropiada, expresar cómodamente sentimientos honestos o
ejercer los derechos personales sin negar los derechos de los demás”

Emmons, 1978); 2) manifiesta de las preferencias (por medio de palabras o acciones) de una
manera tal que haga que los otros las tomen en cuenta” (MaccDonald, 1978); 3) “La
capacidad de expresar interpersonalmente sentimientos positivos y negativos sin que dé
como resultado una pérdida de reforzamiento social” (Versen y Bellack, 1977); 4) “La
habilidad de buscar, mantener o mejorar el reforzamiento en una situación interpersonal a
traves de la expresión de sentimientos o deseos cuando esa expresión se arriesga a la
pérdida de reforzamiento o incluso castigo” (Rich y Schroeder, 1976); 5) “El grado en que
una persona se puede comunicar con los demás de manera que satisfaga los propios
derechos, necesidades, placeres u obligaciones hasta un grado razonable sin dañar los
derechos, necesidades, placeres, u obligaciones similares de la otra persona y comparta
estos derechos , etc. Con los demás en un intercambio libre y abierto” (Phillips, 1978); 6) “Un
conjunto de conductas identificables, aprendidas, que emplean los individuos en las
situaciones interpersonales para obtener o mantener el reforzamiento de su ambiente” (Nelly,
1982); 7) “La capacidad compleja de emitir conductas que son reforzadas positiva o
negativamente, y de no emitir conductas que son castigadas o extinguidas por los demás”
(Libet y Lewinsohn, 1973); 8) “Conjunto de conductas emitidas por un individuo en un
contexto interpersonal que expresa sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o
derechos de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás y
que, generalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la
probabilidad de futuros problemas” (Caballo, 1986).

Implica la especificación de tres componentes:

• La dimensión conductual.

• Las variables cognitivas.

• El contexto ambiental.

Importancia de detectar déficits en habilidades sociales en la infancia y/o adolescencia

No es ningún secreto que millones de personas no son felices en su vida social. El


entrenamiento en habilidades sociales es la técnica hoy en día en muchos campos. Muchos
problemas se pueden definir en términos de déficit en habilidades sociales.

Puesto que el hombre es esencialmente un “animal social”. Así pues, pocos trastornos
psicológicos habrán en los que no esté implicado, en mayor o menor medida el ambiente
social que rodea al sujeto con esos problemas.
Por ello, ante muchos trastornos, el entrenamiento en habilidades sociales constituye un
procedimiento básico de tratamiento. Los problemas de pareja, la ansiedad social, la
depresión, la esquizofrenia, delincuencia, son áreas de la psicología en las que comúnmente
se emplean el entrenamiento en habilidades sociales.

Frecuentemente vienen a consulta personas que se consideran tímidas, faltas de habilidades


sociales, torpes o solitarias. Un claro ejemplo donde se ven las consecuencias de un déficit
en habilidades sociales puede ser cuando observamos a un grupo de niños, en los que
todavía no existen las normas sociales que tenemos impuestas los adultos. Si observamos a
un grupo de niños recordamos nuestra infancia, veremos que siempre había un “tonto de la
clase”, aquel que siempre metía la pata, el que ejercía de payaso de la clase. A veces, esta
persona era gorda o llevaba gafas de “culo de vaso”…pero también recordaremos a
compañeros y compañeras gordas y con gafas que no tenían ese papel. A esas personas
burladas las tenemos ahora, de adultos, en las consulta psicológicas, y vemos que son
personas normales, con sus intereses, temores, afectos. Son personas con su inteligencia y
cultura, ni mayor ni menor que la de muchos otros, que han sufrido y sufren.

Así pues, deduciremos de todo esto lo importante que sería la necesidad de sentirse seguro
de uno mismo y a la vez ser capaz de autoafirmarse, de responder correctamente a los
demás, de no ser torpe socialmente.

Todo esto se resumirá en una palabra: ASERTIVIDAD. Y es que el que una interacción nos
resulta satisfactoria depende de que nos sintamos valorados y respetados, y esto, a su vez,
no depende tanto del otro, si no de que poseamos una serie de habilidades para responder
correctamente y una serie de convicciones o esquemas mentales que nos hagan sentirnos
bien con nosotros mismos.

Por otro lado nos preguntaremos que es la falta de asertividad. Esto será muy importante que
se tenga claro sobre todo a la hora de tener que explicárselo a un paciente en el caso de que
este tenga déficit en algún aspecto de este campo.

Falta de asertividad puede entenderse de dos formas; por un lado, serán poco asertivas
aquellas personas consideradas tímidas, prestas a sentirse pisadas y no respetadas y por
otro lado, también lo serán, las personas que se situarían en el otro polo opuesto: la persona
agresiva, que pisa a los demás y no tiene en cuenta las necesidades del otro.

Por tanto, tanto unos como otros tendrán déficit en habilidades sociales y será importante
contemplar que solo quien posee una alta autoestima, quien se aprecia y valora así mismo,
podrá relacionarse con los demás en el mismo plano, reconociendo a los que son mejores en
alguna habilidad, pero no sintiéndose inferior ni superior a otros.

La asertividad es la capacidad de autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y


sin manipular a los demás.
 Actividad 1: Derechos asertivos

Objetivo: Conocer cuáles son los derechos de una persona asertiva e identificarlos y
aplicarlos en situaciones personales.

Instrucciones: Leer la lista de derechos asertivos y después de cada derecho anotar una
situación en la que se encontraba el participante y no aplicó ese derecho, después escribir
cómo se habría solucionado la situación de haber ejercido el derecho.

DERECHOS ASERTIVOS

1. Algunas veces, usted tiene derecho a ser el primero.

2. Usted tiene derecho a cometer errores.

3. Usted tiene derecho a ser el juez último de sus sentimientos y aceptarlos como válidos

4. Usted tiene derecho a tener sus propias opiniones y convencimientos.

5. Usted tiene derecho a cambiar de idea o de linea de acción.

6. Usted tiene derecho a la crítica y a protestar por un trato injusto.

7. Usted tiene derecho a interrumpir para pedir una aclaración.

8. Usted tiene perfecto derecho a intentar un cambio.

9. Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional.

10. Usted tiene derecho a sentir y expresar el dolor.

11. Usted tiene derecho a ignorar los consejos de los demás.

12. Usted tiene derecho a recibir el reconocimiento formal por un trabajo bien hecho.

13. Usted tiene derecho a decir “no”.

14. Usted tiene derecho a estar solo aún cuando los demás deseen su compañía.

15. Usted tiene derecho a no justificarse ante los demás.

16. Usted tiene derecho a no responsabilizarse de los problemas de los demás.

17. Usted tiene derecho a no anticiparse a las necesidades y los deseos de los demás.

18. Usted tiene derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.

19. Usted tiene derecho a responder o a no hacerlo.


 Actividad 2: Tipos de comportamientos

Objetivo: Diferenciar los comportamientos inhibido, asertivo y agresivo y aplicarlos a


situaciones personales

Instrucciones: Escribir una situación que refleje cada oración de los comportamientos
inhibido, asertivo y agresivo, al final escribir una reflexión si la conducta fue la más adecuada
para la situación y que cambios hubiera hecho la persona.

Inhibido Asertivo Agresivo


No se respetan los Respeta los derechos No respeta los
derechos del otro derechos del otro
Se aprovechan de él Puede conseguir sus Se aprovecha del otro
objetivos
No consigue sus Se siente bien Puede alcanzar sus
objetivos consigo mismo, tiene objetivos a expensas
confianza en sí mismo del otro
Se siente frustrado, Expresivo (directo) Está a la defensiva
herido, ansioso humillando al otro

Inhibido Elige por sí mismo Expresivo (directo o


indirecto)
Deja al otro decidir Elige por el otro
por él

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