Salinas - Espronceda La Rebelión Contra La Realidad
Salinas - Espronceda La Rebelión Contra La Realidad
Salinas - Espronceda La Rebelión Contra La Realidad
PEDRO SALINAS
que se consumían como llamas y que debían acaso vivir menos años,
porque habían vivido mucha más vida, porque entregaban todo lo que
en ellas había con una generosidad vital que las agotaba.
¿Qué es la realidad, qué es el mundo para este hombre román
tico? En primer término, misterio. Misterio cuya clave posee un ser
superior, Dios, hacia el cual el hombre se vuelve en actitud de inte
rrogación y desafío. Esa concepción del mundo como misterio es uno
de los impulsos más fuertes del alma romántica. En Espronceda la
inquietud ante el secreto se manifiesta en varias de sus obras, pero
deseo mostrársela a ustedes en una que adopta la forma legendaria,
y que tiene como personaje un ser legendario también. El romanti
cismo español es predominantemente historicista y desentierra mu
chos temas épicos del pasado, creando una nueva poesía legendaria.
Espronceda, aunque mucho menos contagiado que otros románticos,
especialmente por esta predisposición a un romanticismo exterior e
histórico, sufrió su influencia. Y trató en su leyenda El estudiante de
Salamanca un asunto tradicional; no sólo es tradicional el asunto,
sino que el personaje que el poeta resucita es nada menos que el
gran caballero español, don Juan, inventado por Tirso de Molina al
principio del siglo XVII, y que tantas formas iba a tomar en los siglos
sucesivos en todas las literaturas. Nos encontramos, pues, con que
Espronceda toma, el argumento de su poema y el protagonista, del
pasado. Y sin embargo los modela y anima con un espíritu donde se
refleja toda la concepción romántica del mundo.
Don Félix de Montemar, héroe del poema, es un joven de alma fiera
e insolente, irreligioso, que no tiene miedo a nada y confía en su espada
y en su valor. Pasa la vida en amores y en juego, sin recordar ni prever,
desafiando a los hombres y cortejando a las mujeres. Una de sus víctimas
es la tierna Elvira. Don Félix la seduce y la abandona y ella muere de
amor. Pero el caballero ni siquiera se acuerda de ella. Espronceda nos
presenta al seductor en una escena de juego, cínico y desengañado, po
niéndolo todo a las cartas. En este momento se presenta el hermano de
la seducida y abandonada Elvira, a pedir reparación de su infamia a
don Félix. El libertino don Juan le mata también. Hasta ahora la leyenda
se ha desarrollado en un plano tradicional, y nada de esto es en realidad
nuevo. Pero a partir de este momento la visión romántica va apoderán
dose más y más del poema. Don Félix, con la espada en la mano, recién
muerto el hermano de la engañada Elvira, avanza por la callejuela donde
ha tenido lugar el duelo. Pero en esto oye a su lado un suspiro miste
rioso. Es una extraña forma blanca, una forma de mujer en traje blanco
150 LARRA Y ESPRONCEDA