12 Enc.
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UCATSE
PBRO. “FRANCISCO LUIS ESPINOZA PINEDA’’
DIOS-HOMBRE-CIENCIA
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
ING. AGROPECUARIA
Unidad:
Doctrina Social de la iglesia y el docente
MsC Wilfred Arauz Rodríguez.
Año: V año
Integrantes:
Debemos aclarar que es el primer documento que esta dirigido no solo a los
católicos sino como el Papa lo expresa "A todas las personas de buena voluntad",
esto nos dice a todas aquellas personas (no importa el credo) que resaltan los
valores humanos en todos los campos.
El documento tiene bien en claro el de defender a la persona y el bien común de la
sociedad, además no solo fue escrito por lo que pasaba en esos tiempos (década
del 50, 60), sino que tiene tanta vigencia en nuestros días que por ejemplo solo
con observar nuestra realidad que vivimos tanto a nivel nacional y mundial.
6) Mater Et Magistra:
Mater et magistra (latín: 'Madre y Maestra') es una carta encíclica del papa Juan
XXIII que fue promulgada el 15 de mayo de 1961. Fue anunciada el día anterior
ante miles de personas en un discurso dirigido "a todos los trabajadores del
mundo".
Juan XXIII advierte que la cuestión social tiene una dimensión mundial y que así
como se puede hablar de personas pobres, también se ha de hablar de sectores
pobres y naciones pobres. El desarrollo de la historia muestra cómo las exigencias
de la justicia y la equidad atañen tanto a las relaciones entre trabajadores
dependientes y empresarios o dirigentes, como a las relaciones entre los
diferentes sectores económicos, y entre las zonas económicamente más
desarrolladas y las zonas económicamente menos desarrolladas dentro de una
misma nación; y, en el plano mundial, a las relaciones entre países en diverso
grado de desarrollo económico-social. Un problema de fondo es cómo proceder
para reducir el desequilibrio entre el sector agrícola, y el sector de la industria y los
servicios; y para que mejore la calidad de vida de la población agrícola-rural.
Sostiene que la justicia y la equidad exigen que los poderes públicos actúen para
que las desigualdades entre zonas económicamente más desarrolladas y menos
desarrolladas sean eliminadas o disminuidas y en las zonas menos desarrolladas
se aseguren los servicios públicos esenciales.
Reafirma el carácter de "derecho natural" de la propiedad privada y también de su
efectiva difusión entre todas las clases sociales:
La dignidad de la persona humana exige normalmente, como fundamento natural
para vivir, el derecho al uso de los bienes de la tierra, al cual corresponde la
obligación fundamental de otorgar a todos, en cuanto posible sea, una propiedad
privada.
Enfatiza en el derecho de los trabajadores de sindicalizarse y en la necesidad de
que los salarios estén de acuerdo con la dignidad humana del trabajador y de su
familia, con la aportación efectiva del trabajador la posibilidad económica de la
empresa y la situación económica general.
Juan XXIII sostiene que una economía justa no sólo depende de la abundancia y
distribución de bienes y servicios sino que incluye el papel de la persona humana
como sujeto y objeto del bienestar. Propone la cristianización de la familia, la
empresa y la sociedad; la vocación de la Iglesia y de cada cristiano es superar la
excesiva desigualdad entre los distintos sectores de la sociedad y resistir los
procesos económicos y políticos que ponen en peligro la dignidad humana y la
libertad.
La encíclica tuvo una gran aceptación y fue reconocida mundialmente por sus
fundamentos éticos, sociales y cristianos a tal magnitud que el 9 de septiembre de
1962 en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en la Nación caribeña de
República Dominicana fue fundada la Pontificia Universidad Católica Madre y
Maestra; primera universidad de carácter privado del país y cuyos principios
fundamentales se inspiran en la encíclica Mater et magistra.
7) Rerum Novarum:
En el mes de mayo de 1891 fue promulgada por el papa León XIII la encíclica
Rerum Novarum de tanta trascendencia en la Historia de la Iglesia porque supuso
un cambio sustancial de la posición de la misma ante el problema social generado
por la extensión de la Revolución Industrial. Se trata del documento fundacional de
la doctrina social de la Iglesia y tuvo una clara influencia en la formulación de la
democracia cristiana.
La elección como papa de León XIII en el año 1878 trajo importantes novedades
en relación con la posición de la Iglesia ante los profundos cambios políticos,
económicos y sociales del siglo XIX en una línea más abierta de la defendida por
el anterior pontífice Pío IX y el Concilio Vaticano I.
En lo político, el papa León XIII se negó a aceptar la nueva situación italiana y
exigió el reconocimiento de su soberanía sobre Roma. Esta postura contra el
nuevo reino de Italia duró hasta 1929 cuando la Iglesia y el gobierno de Mussolini
firmaron el Tratado de Letrán, por el que se creó el Estado del Vaticano. Pero el
gran éxito diplomático del nuevo pontífice fue conseguir que Bismarck suavizara y
terminara con la kulturkampf, es decir, la política contraria la Iglesia Católica en
Alemania. En relación con Francia, el papa aconsejó a los católicos que
colaborasen y aceptaran la III República, aunque esto no hizo cambiar la política
laica de los republicanos. En 1885 publicó una encíclica en la que afirmaba que la
Iglesia no se podía ligar a ninguna forma de gobierno, lo que suponía un cambio
en la posición tradicional de la Iglesia.
León XIII intentó establecer puentes con otras confesiones, como la anglicana y la
ortodoxa. Por otro lado, se preocupó de mejorar la formación del clero, la
investigación científica de los católicos y promover la actividad de los misioneros.
Pero la gran aportación del papa León XIII tiene que ver con lo que aquí nos
atañe, la cuestión social generada por las Revoluciones industriales, y que había
sido desatendida por la Iglesia o ante la que se había respondido con argumentos
propios de la época del Antiguo Régimen. Algunos eclesiásticos comenzaron, en
la segunda mitad del siglo XIX, a interesarse por los asuntos sociales y allanaron
el camino para que cambiara la política de la Iglesia en esta materia. En este
sentido, destacó el obispo de Maguncia, monseñor Ketteler. Estaba convencido
que las soluciones a la cuestión social tenían que partir desde abajo y que el
Estado debía, solamente, desempeñar un papel subsidiario. Para ello, impulsó la
creación de organizaciones obreras. Por otro lado, existió una corriente de
socialismo cristiano en algunos países europeos, especialmente en Francia.
Por fin, en 1891 León XIII publicó la encíclica Rerum Novarum. En ella se trazaron
las líneas fundamentales de la doctrina social de la Iglesia, condenando los
excesos del capitalismo, pero también la lucha de clases. Se defendía la
existencia de la propiedad privada y se rechazaba el socialismo porque era
considerado erróneo y materialista. La encíclica pretendía que se alcanzase la
convivencia social a través de la justicia y la caridad como medios para solucionar
los conflictos. El Estado debía garantizar los derechos de los más desfavorecidos,
proteger el trabajo y promover una legislación social. Pero, además, la Iglesia
promovió la creación de asociaciones y sindicatos católicos. El movimiento obrero
consideró que la encíclica llegaba tarde y acusó a la Iglesia de oportunista,
además de tachar a los sindicatos católicos de estar al servicio de la patronal.
La encíclica Rerum Novarum, y después la promulgada en 1931, Quadragesimo
Anno, fueron fundamentales para provocar un profundo cambio de la Iglesia en
relación con la modernidad y con los cambios ideológicos, políticos, económicos y
sociales que se habían producido en Europa. La Iglesia quería seguir influyendo
en la política, en la sociedad y en la educación, y recuperar poder. Había que
adaptarse al nuevo juego político liberal y, posteriormente, democrático. En este
sentido, había que fomentar la participación de los católicos en la vida política, de
ahí el nacimiento de la democracia cristiana.
8) Octogesima Adventiens:
Carta apostólica que habla sobre el pluralismo opcional de los católicos en la vida
política. (1971, Paulo VI)
La cuestión social desde muchos años atrás había cobrado una dimensión global.
Las condiciones laborales de la producción, la inequidad de los intercambios
internacionales, el consumismo en grandes sectores de la población y el atraso
agropecuario persistentes ya eran alarmantes. Además se agudizaban otros
problemas conexos con los anteriores, tales como: la explosión demográfica, el
desempleo, la injusticia social, los egoísmos, el feminismo, las discriminaciones
raciales, las emigraciones desordenadas, el impacto incontrolado de los medios de
comunicación entre otros.
La actuación del Papa Pío XII ante el exterminio judío ha dado origen a una
calumniosa leyenda negra contra uno de los pontífices más grandes de la historia
dela Iglesia. Los hechos sin embargo están ahí para desmontar tal leyenda:
Eugenio Pacelli, futuro Pío XII, contribuyó a preparar la encíclica «Mit brennender
Sorge» (1937), en la que Pío XI condenó el nazismo. El New York Times en su
editorial de Navidad de 1941, elogió al Papa Pío XII por “ponerse plenamente
contra el hitlerismo” y por “no dejar duda de que los objetivos de los Nazis son
irreconciliables con su propio concepto de la paz Cristiana”.
RESUMEN DEL CONTENIDO DEL RADIO MENSAJE.
1.-Comienza el mismo con la exposición del motivo, finalidad y el momento en que
el Papa dirige su mensaje
2.-Pasa después a reafirmar la enseñanza contenida en las dos encíclicas sobre la
cuestión social de sus predecesores , el deber y el derecho de la Iglesia en
intervenir en el llamado problema social dado que el mismo tiene un conjunto de
aspectos morales que no son ajenos al fin de la Iglesia por ser ella la portadora de
la revelación divina.
3.-A continuación el Radiomensaje señala cuales son los puntos en los que se
centrará el mismo en concreto tres sobre los bienes materiales, sobre el trabajo y
sobre la familia.
4.-En lo que se refiere a los bienes materiales Pio XII desarrolla una doctrina que
se puede decir nueva en cuanto asienta los derechos referidos a los bienes
materiales en un principio y que es que los bienes materiales han sido creados por
Dios para el uso de todas las personas, por lo que tales bienes deben estar
distribuidos de tal forma que lleguen a manos de todos y cada uno de los
hombres, de acuerdo con los principios de la justicia y la caridad.
5.- Con relación al trabajo afirma que éste es un medio para entrar en la posesión
y uso de los bienes materiales, la forma como se ha de utilizar este medio la
deben determinar los trabajadores y los empresarios, sin que por ello se excluya la
intervención del estado que tiene la obligación de velar por el bien común, siempre
que la regulación del trabajo por sus verdaderos protagonistas no se realice de
acuerdo con los fines que tiene el trabajo humano.
6.-En cuanto a la familia subraya la intima relación que existe entre el derecho a la
posesión y uso de los bienes y el derecho a la formación y conservación de la
familia que es considerada como la base sobre la que se asienta la sociedad
humana.
7.-Termina invitando a los católicos a que desarrollen su obligación y derecho a
intervenir en la construcción temporal y material de la sociedad humana.