Identidad y Movilización - Melucci
Identidad y Movilización - Melucci
Identidad y Movilización - Melucci
COMENTARIO:
En el cap. II. IDENTIDAD Y MOVILIZACION EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES del
libro ACCIÓN COLECTIVA, VIDA COTIDIANA Y DEMOCRACIA de Alberto Melucci
[CITATION Mel99 \n \t \l 3082 ]. Las reflexiones teóricas sobre los movimientos sociales y
más ahora en las sociedades de capitalismo avanzado, la multiplicación de las nuevas
formas de acción colectiva ha evidenciado las carencias de la teoría y la búsqueda de
nuevos instrumentos de análisis. Melucci plantea que el problema fundamental de la
sociología de la acción colectiva radica en poder ligar, por un lado, las conductas
conflictivas a la estructura de la sociedad sin renunciar, por otro, a la explicación de la
formación y la manifestación de nuevas identidades colectivas. Advierte, que respecto
al paradigma de los nuevos movimientos sociales se tienen a describir de manera
errada como “protesta” y que lo que hace es reducir la variedad de las formas de
acción y “elimina de este modo el problema relacionado con el cambio sistémico en las
sociedades contemporáneas, sin ofrecer una respuesta” [CITATION Mel99 \p 60 \l 3082 ] .
Sin embargo, puede ser útil siempre y cuando se haga la respectiva aclaración
metodológica, cuando el concepto de protesta:
- “Se limita explícitamente al nivel político, es decir, a las formas de acción colectiva
que implican un enfrentamiento directo con la autoridad, entonces, necesariamente,
otros niveles de la acción colectiva no son incluidos en este concepto. Sin embargo, si
el reduccionismo es aplicado implícitamente, tiende a eliminar o negar todas las
dimensiones de la acción colectiva que no son reducibles a lo político (se dejan de lado
por ser consideradas como no interesantes, no mensurables, expresivas, folklóricas,
etcétera)” [CITATION Mel99 \p 60 \l 3082 ] . Tal reduccionismo implica la negación de los
procesos y las dimensiones de los nuevos movimientos, es decir, la creación de
modelos culturales y simbólicos, por lo que se requiere un enfoque distinto. Expone que
la debilidad de los modelos de tradición política como el Leninista y Luxemburguiano,
se presenta porque tales modelos no tienen en cuenta y no reconocen la interacción
que establecen los individuos, las negociaciones que establecen entre unos y otros, en
lo que concierne a su definición como actores colectivos y sus ámbitos de acción.
Por lo tanto, la movilización social es un modo de recoger y/o invertir recursos con vista
a ciertos fines. La participación y el liderazgo en un movimiento social pueden
analizarse como formas de distribución de tales recursos, y donde los procesos de
cambios, tanto internos y las relaciones externas, es decir, con el ambiente; hacen del
movimiento social una realidad articulada y de carácter compuesto, en el que se
entretejen redes de pertenencia. Un movimiento no es una estructura homogénea, ni
mucho menos está guiada por la voluntad de quienes asumen liderazgo o por el rigor
de una ideología, es más compleja la realidad colectiva, pues esta contiene líneas que
se dividen y reagrupan dentro de dicha realidad.
¿Cómo tiene lugar el proceso anterior? El autor presenta el concepto de expectativa
para poder entender la conexión entre un actor y su ambiente, la expectativa permite
que de acuerdo al ambiente que perciban los actores, estos construyan sus
orientaciones, hagan elecciones y tomen decisiones. A lo que el autor pregunta, ¿sobre
qué base se construyen las expectativas y cómo pueden ser comparadas con la
realidad? [CITATION Mel99 \p "64 " \l 3082 ] , y responde: “sostengo que sólo si un actor
puede percibir su consistencia y su continuidad tendrá capacidad para construir su
propio guión de la realidad social y para comparar expectativas y realizaciones. De este
modo, cualquier teoría de la acción que introduzca el concepto de expectativa implica
una subyacente teoría de la identidad. Esta dimensión, sin embargo, raramente se
elabora de manera explícita. Un rápido repaso de los modelos que, en el ámbito de la
acción colectiva, implican una teoría de expectativas, revela la debilidad de sus
fundamentos y el enunciado implícito de una teoría de la identidad” [CITATION Mel99 \p
64 \l 3082 ]
Bibliografía
Melucci, A. (1999). Identidad y movilización en los movimientos sociales. En A. Melucci,
ACCIÓN COLECTIVA, VIDA COTIDIANA Y DEMOCRACIA (págs. 55 -68).
México D.F : El Colegio de México.