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Factores de La Invacion Del Tahuntinsuyo.

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FACTORES DE LA INVACION DEL TAHUNTINSUYO

Superioridad Tecnológica Hubo diversos recursos que marcaron la superioridad


tecnológica de los conquistadores españoles sobre la resistencia inca. Las armas son los
artefactos en los que más evidente es esta diferencia tecnológica. La ventaja que
otorgaban las armas de fuego a los españoles; frente a los arcos y flechas, las macanas,
las lanzas y las cachiporras de los incas; fue considerable.

Enfermedades Epidémicas Las epidemias y enfermedades que llegaron a América con


los conquistadores europeos debilitaron y diezmaron la población nativa de todo el
continente. Sin embargo el caso del Perú fue particular. Enfermedades como la viruela y la
influenza llegaron antes que los conquistadores a los territorios del Tahuantinsuyo. Por
esta razón, cuando los primeros españoles llegaron a Tumbes, las enfermedades y
epidemias ya tenían varios años ocasionando muertes y debilitando la salud de la
población del imperio. Incluso se cree que el Inca Huayna Cápac y el Auqui elegido para su
sucesión perecieron víctimas de la viruela, casi 10 años antes que la expedición de Pizarro
llegara a la zona de Tumbes.

Pugnas por el poder del Tahuantinsuyo

La llegada de los españoles al Tahuantinsuyo coincidió con la lucha interna que Huáscar y
Atahualpa, ambos hijos de Huayna Capac, sostenían por el control del imperio incaico.
Esta lucha que por mucho tiempo fue descrita como una guerra fratricida que demostraba
la decadencia del imperio, al parecer no fue sino la repetición de las guerras rituales tras la
muerte de un inca. La sucesión no existía dentro del Tahuantinsuyo, la elección del Inca se
realizaba entre los jóvenes más aptos y que mejores condiciones reunían para el mando

CAPTURA DE ATAHUALPA

Atahualpa fue vencido y tomado prisionero, el 21 de Enero de 1533, en la plaza de


Cajamarca, por Francisco Pizarro. Una vez tomado prisionero, Atahualpa ofreció a cambio
de su libertad llenar dos habitaciones, hasta donde llegara su mano, una de oro y la otra de
plata. Una vez realizado el rescate al Inca se le dio la opción de bautizarse o morir
(quemado o ahorcado). Después de que el Inca accedió al bautizo se ordenó su ejecución.
Cuando el Inca Atahualpa murió muchos de los pueblos se sublevaron e intentaron
recuperar su independencia y así el imperio incaico terminó.

TERCER VIAJE DE PIZARRO ERCER VIAJE DE FRANCISCO PIZARRO:


Pizarro partió de Panamá en enero de 1531, en tres barcos, 185 hombres de infantería, 35
caballos, auxiliares indígenas y esclavos negros. Arribaron a la bahía de San Mateo, actual
costa de Colombia, hasta llegar a la isla de Puna, donde fueron atacados por unos nativos,
después de una sangrienta batalla en Puna, los españoles decidieron pasar a Tumbes con
la ayudas de cassigue de esta ciudad Chilimasa, este cassigue no veía con buenos ojos a
los españoles y como partidario de Atahualpa, apto por hacerles la guerra. Esto demuestra
que los españoles fueron recibidos hostilmente en Tumbes en abril en 1532. Los
españoles permanecieron casi 9 meses en Tumbes luego prosiguieron su viaje llegando al
Valle de Chaira, procediendo a fundarla con el hombre de San Juan Miguel de Piura. Allí
Pizarro recibió versiones a cerca de la muerte de Huían Capa y la guerra civil
entre Huasca y Atahualpa, diciendo marchar a Cajamarca arribándolo el 15 de noviembre
de 1532, capturando a Atahualpa y asesinándolo, posteriormente tomo la ruta de
Huamachuco a la conquista del Cusco.

MARCHA AL CUSCO Y TOMA DE LA CAPITAL INCAICA


Con Túpac Huallpa a la cabeza, partieron los españoles de Cajamarca el lunes 11 de
agosto de 1533 rumbo a la capital del imperio. Caminando a través de la accidentada
geografía andina llegaron los cristianos a Jauja, en el valle del río Mantaro, en el territorio
de los Huancas. Allí no solo se produjo el deceso misterioso de Túpac Huallpa, sino que
tuvieron la primera resistencia militar de las tropas quiteñas del sur al mando de Quisquis:
La Batalla de Jauja. Esta batalla fue ganada por los españoles gracias al respaldo de los
Jaujas y Huancas. Poco después, el 4 de octubre de 1533, Pizarro estableció en
Jaujatambo un pueblo de españoles al mando del tesorero Riquelme. Abandonado Jauja
por los expedicionarios y camino al Cusco, fueron nuevamente atacados en Vilcashuaman
y Vilcaconga. Avanzando lentamente llegaron los españoles a Jaquijahuana, cerca al
Cuzco, lugar donde un joven príncipe llamado Manco Inca, hijo de Huayna Cápac, se
presentó como el sucesor de Túpac Huallpa. Inmediatamente Pizarro lo reconoció como el
nuevo soberano y deseando cimentar su apoyo le entregó a su enemigo, el prisionero
general de Atahualpa, Calcuchimac. Fue así como los españoles y sus aliados quechuas
decidieron la muerte en la hoguera del general atahualpista, acusándolo de ser el jefe de la
resistencia quiteña y de ser el causante de la muerte por envenenamiento del joven Túpac
Huallpa en Jauja. Acompañado de Manco Inca, los españoles hicieron su ingreso al Cuzco
el 15 de noviembre de 1533. Inmediatamente Pizarro tomó como morada el palacio de
Casana, morada del Inca Huayna Cápac, mientras los soldados saqueaban la ciudad. Los
más animados fueron los hombres de Almagro, pues casi nada le tocó en el reparto de
Cajamarca. Según los cronistas españoles la requisa del Cusco dio por resultado un botín
más crecido que el de Cajamarca. Se iniciaba así la verdadera conquista del Perú.

MUERTE DEL INCA


Rescate y muerte de Atahualpa, último Inca muerto el 26 de junio de 1533 por orden de
Francisco Pizarro. Se le aplicó la pena de garrote. Al día siguiente de ser tomado preso
Atahualpa, sabedor de la sed que tenían los españoles de los metales preciosos, le ofreció
a Pizarro llenarle tres veces el hoy conocido "cuarto del rescate", dos de plata y una de oro,
hasta donde alcanzara su mano; esto a cambio de su libertad.
Pizarro aceptó la propuesta, pero bajo la condición de que se cumpliera en cuarenta días.
Vencido el plazo de cuarenta días, Pizarro dio por cumplido el pacto, sin embargo, no dejó
en libertad al Inca, aduciendo para ello simplemente razones de seguridad
No cabe duda que entre los problemas que abundaban en la cabeza de Pizarro, el más
serio debía llamarse Atahualpa, pues sabía qué para que continuara históricamente el
proceso de la conquista, ese indio debía morir.
Al ejecutar al Inca se estaba complicando, ya que dentro de los españoles de
representatividad, Hernando Pizarro y Hernando de Soto, comenzaron a oponerse a que
Pizarro ejecutase á Atahualpa.
Pizarro, Almagro y Valverde pasaron a armar contra el Inca una de las más grandes farsas
jurisdiccionales que registra la Historia. Las acusaciones: hereje, incesto, no haber
cumplido con la totalidad del rescate, haber ordenado desde la prisión la muerte dé su
hermano Huáscar e intentar levantar a los indios para dar muerte á los españoles. Su
condena: ser quemado vivo, condena que recién al pié de la hoguera será conmutada por
la del garrote, ya que aceptó bautizarse, muriendo con el nombre de Juan para unos y para
otros Francisco (26 de junio de 1533). Muerto Atahualpa, Pizarro de inmediato, coronó
como Inca a Túpac Huallpa o Toparpa, otro hijo de Huayna Cápac.

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