Sesion 18 Ciencia y Tecnologia 3º
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Reto:
Explicar por escrito, cómo la alimentación influye en el microbiota intestinal y por qué
podría reflejarse en el estado de salud físico y emocional.
Presentaras tus evidencias en fotos al grupo de whatsapp de ciencia y tecnología. (Hasta
mañana las 9am)
Tomando en cuenta lo mencionado por a continuación paso a comentarles el reto que tendremos
el día de hoy es: Explicar por escrito, cómo la alimentación influye en el microbiota
intestinal y por qué podría reflejarse en el estado de salud físico y emocional.
Hasta ahora, ya sabemos que el cuerpo humano alberga en sus diferentes partes (intestino,
piel…) grupos de microorganismos vivos –bacterias, hongos, virus, etc.– llamados microbiotas
que, cuando se encuentran en equilibrio nos ayudan a mantener una buena salud.
Pero cuando este equilibrio se rompe (hablamos entonces de “disbiosis”), pueden asociarse a
diferentes tipos de trastornos según la localización del microbiota afectado. Por ejemplo, la
gastroenteritis (infección de la mucosa intestinal, Los síntomas más comunes son diarrea,
calambres, náuseas, vómitos), la enfermedad de Crohn (ocasionar dolor abdominal, diarrea,
pérdida de peso, anemia y fatiga), algunos cánceres gastrointestinales pero también la depresión,
la diabetes, algunas alergias o incluso enfermedades de la piel como el eccema (afección en que
la piel se vuelve roja, escamosa, irritada y con picazón), podrían estar asociados a desequilibrios
de las microbiotas.
¡Así que necesitamos comprender qué es la disbiosis y cómo afecta la salud de las personas!
La disbiosis es un desequilibrio, tanto cuantitativo como cualitativo, que se produce en la
variedad de bacterias que habitan en los intestinos y que afecta a su función metabólica y a su
correcta distribución por el intestino. Este desequilibrio puede tener su origen, como se verá más
adelante, en causas muy diversas, como trastornos dietéticos provocados por un elevado
consumo de proteínas animales — especialmente carne roja—, azúcares simples, estrés o una
administración abusiva de fármacos.
Según menciona Miguel Ángel Almodóvar en su libro “El segundo cerebro”, la disbiosis, es decir,
Estos cambios en la concentración bacteriana intestinal provocan el desarrollo o el
empeoramiento de distintos trastornos, que pueden ir desde la simple hinchazón
abdominal, ocasionales migrañas o el reflujo esofágico, a problemas de mayor
envergadura, como son el estreñimiento crónico, la enfermedad inflamatoria intestinal o la
artritis reumatoide.
Entrando en algunos detalles más, Miguel Ángel Almodóvar menciona otros síntomas de la
disbiosis:
Entre los síntomas más comunes que alertan sobre una posible disbiosis intestinal cabe
citar: flatulencia; lengua blanca, alergias alimentarias; estreñimiento; escozor frecuente en
ojos, nariz y/o ano; agitación y nerviosismo; dolor en las articulaciones sin motivo aparente;
dolores de cabeza y migrañas; infecciones en las mucosas; problemas en la visión;
bajones anímicos; problemas para conciliar el sueño; intolerancia a sustancias químicas;
cansancio crónico; agujetas o problemas musculares repetidos y sin causa aparente;
inflamaciones de vejiga, infecciones repetidas de vejiga, síndrome premenstrual y
calambres en el abdomen inferior, para las mujeres.
Pero ¿por qué se produce la disbiosis? ¿Qué dicen los científicos? les comentare al
respecto.
Los investigadores mencionan diferentes factores para que una persona desarrolle una disbiosis,
entre ellos mencionan:
Cambio brusco del entorno y de la dieta. El escaso consumo de fibra y alimentos
fermentados y un elevado consumo de carne, harinas, grasas vegetales y comida rápida
en general.
Toma de medicamentos (antibióticos...), especialmente la automedicación o el abuso del
consumo de antibióticos que disminuye las poblaciones de bacterias beneficiosas,
favoreciendo el incremento de las bacterias oportunistas.
Consumo de alcohol y de tabaco
Infecciones bacterianas, virales o parasitarias
Estrés, la sobre carga de trabajo, de tareas escolares, la crisis económica o los problemas
familiares inadecuadamente manejados.
Higiene excesiva, el abuso de útiles de aseo bactericidas.
La disbiosis de la microbiota intestinal de esta manera ha sido vinculada a una amplia variedad de
enfermedades humanas, a lo que se suma que otras investigaciones científicas ya sacaron a la
luz una conexión entre intestino y cerebro en el pasado.
Ahora que ya tenemos una imagen panorámica de lo que es la disbiosis y los efectos que puede
tener en la salud de las personas podemos comenzar a revisar la relación que hay entre la
alimentación y el microbiota.
Rina María González y Gabriela Bravo Ruiseco de la Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Xochimilco; en su artículo "La microbiota del humano", publicado el año 2017,
dicen:
La dieta es un factor determinante para la composición del microbiota intestinal, desde la
primera etapa de la vida y hasta la edad avanzada.
Se calcula que a lo largo de toda una vida una persona puede acabar comiendo 60 toneladas de
alimento, que pasan a través de su intestino. A lo largo de millones de años, los microbios
intestinales han coevolucionado con nuestro propio cuerpo para juntos hacernos cargo de
semejante cantidad de comida. Se trata de una compleja relación de mutuo beneficio.
Los microbios de nuestro intestino tienen una gran actividad metabólica y sintetizan una enorme
cantidad de compuestos distintos que pueden tener efectos sobre ellos mismos y sobre su
hospedero (antes se llamaba huésped). Nuestros microbios influyen en el control de nuestro
metabolismo, en cómo digerimos y en cómo almacenamos los nutrientes.
La comida que comemos no solo afecta directamente a nuestros cuerpos, sino que también
influye en tu microbiota. Nuestra comida también es alimento para nuestros microbios y diferentes
dietas pueden influir en la comunidad microbiana: el tipo de dieta puede ser crucial para tener un
microbiota sano. La actividad de nuestros microbios, hace que algunos nutrientes sean más
fácilmente asimilables por nuestro intestino. Se calcula que el 10 % de las calorías que absorbe
nuestro cuerpo dependen de nuestros microbios.
Los neurotransmisores producidos por las bacterias intestinales podrían ejercer su acción en las
células de la pared intestinal haciendo que éstas transmitan el mensaje al sistema nervioso
central por conducto de las neuronas del tracto digestivo conectadas con el cerebro.
Investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (UCL), en Bélgica, han observado que
la mayoría de las bacterias intestinales humanas producen neurotransmisores, sustancias
químicas como la dopamina y la serotonina que permiten a las neuronas (las células nerviosas
del cerebro) comunicar entre ellas. Ya se sabe que estos neurotransmisores influyen en nuestro
estado de ánimo y en nuestro comportamiento.
Queridos estudiantes, es importante tener en cuenta que además, los científicos, bajo la
dirección del microbiólogo Jeroen Raes (Profesor, Facultad de Medicina, Instituto Rega de
Bélgica), coautor del estudio publicado en Nature Microbiology, han descubierto que la
microbiota intestinal de los pacientes con depresión carece de dos bacterias: Coprococcus y
Dialister.
Sin embargo, el hecho de que estas dos bacterias no se encuentren en el microbiota de las
personas depresivas no significa sin embargo que esto sea la causa de la depresión. Los
científicos se muestran cautos a la hora de interpretar estos resultados. Podría simplemente
explicarse porque las personas depresivas se alimentan de forma diferente, lo cual alteraría la
composición de su microbiota intestinal. Para evaluar esta causalidad, sería necesario llevar a
cabo nuevos estudios.
La pregunta de ¿Qué hacer para tener un microbiota sano? Cae por su propio peso.
Según hemos comentado la “disbiosis” es el mal estado del microbiota, así que todo lo contrario
debe significar que se está bien.
En ese sentido Paul Cotter Microbiología, Universidad Nacional de Irlanda, dice: Un
microbiota intestinal sana se compone de diferentes tipos de microorganismos (como bacterias,
hongos y virus) que producen miles de potentes compuestos, y coexisten armoniosamente en el
hábitat del intestino hospedador.
Según Paul Cotter, una alta diversidad microbiana siempre es deseable, no solo en el caso del
ser humano, sino también de otras especies (bovinos, cerdos, caballos, peces, insectos), del
entorno (suelos, fábricas de tratamiento de residuos, …) o de los alimentos artesanales
fermentados.
Ahora luego de haber escuchado estos comentarios podrás responder al reto de hoy. Prevean
todo lo necesario para proceder con la siguiente etapa del trabajo.
Ya casi estamos a punto de terminar, pero es necesario que nos detengamos un momento y
recordemos al reto de hoy:
Explicar por escrito, cómo la alimentación influye en el microbiota intestinal y por qué
podría reflejarse en el estado de salud físico y emocional.
Nos despedimos hasta la siguiente clase en esta misma Red social. Hasta la próxima.