Sesión 1 de Ejercicios de Autoconocimiento

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

Ejercicios de Autoconocimiento I

¿Alguna vez te has mirado en el espejo y haz pensando quien es esa persona que estas
mirando? ¿Has pensado alguna vez cuán complejo eres como un ser humano? ¿Alguna
vez te has imaginado, como una persona diferente? ¿Has imaginado el potencial que está
inmerso dentro de ti?

Es natural tratar de entendernos a nosotros mismos y reconocer esas cualidades que nos
hacen lo que somos.

Conociéndote a Ti

Puedes aprender cosas acerca de ti en diferentes formas. Una de las más rápidas es
explorando tu forma de pensar. Se dice: “Así como un hombre piensa, así lo es”. Cada
minuto del día, toda clase de pensamientos corren por tu mente. A algunos de ellos les
respondes, a otros apenas los tomas en cuenta. ¿Qué clase de pensamientos son?
¿Estás pensando buenas cosas acerca de los demás o tiendes a desconfiar de la gente?
¿Generalmente ves el lado bueno o malo de una situación? ¿Qué piensas acerca de ti
mismo? ¿Usualmente piensas sobre tus debilidades y faltas o acerca de tu lado bueno?
¿Piensas acerca de las situaciones de otras personas? ¿Alguna vez te imaginas en la
posición de alguien?

Pensando y Haciendo: Causa y Efecto

La idea de que tu pensamiento está conectado directamente con tu comportamiento no es


nueva. Muchos filósofos y pensadores han explorado esta conexión. Muchos miraron la
relación entre pensar y hacer como causa y efecto. En otras palabras, la manera como
uno actúa es el resultado de la forma como uno piensa. Eso parece como un argumento
razonable, pero ya que no podemos ver los pensamientos de otros, algunas veces sus
comportamientos nos sorprenden.

Por ejemplo, si un chico que nunca robó algo en su vida, repentinamente se convierte en
un ladrón, robando todo lo que ve, su familia y amigos estarían sorprendidos. Sin
embargo, es posible que este chico entretuviera pensamientos de robar, por algún tiempo,
antes de que finalmente actúen según ellos.

En el lado positivo, la gente que generalmente actúa en buena forma, lo hace debido a
sus pensamientos, ya que piensan bien de los demás, han cultivado el hábito de tratar
con respeto a la gente. Se ven, a si mismos, como capaces e inteligentes, les gustara
buscar una carrera que disfrutan y en la cual puedan progresar. Si piensan que los
miembros de su familia son cariñosos, gente amable, van a confiar en ellos con sus
sentimientos y compartir abiertamente con ellos.

Desde luego, hay otros factores involucrados, como las experiencias de la persona, que
perfilan su comportamiento. Sin embargo, la forma de pensar de la persona, planta o
siembra semillas importantes para la clase de vida que tendrán.
Afortunadamente, si no nos gusta la clase de pensamientos que tenemos, podemos
decidir cambiarlos, de hecho, por medio de cambiar nuestro pensamiento podemos
cambiar nuestro genio e incluso nuestro destino.

Por ejemplo, digamos que tenemos el hábito de despertar con mal genio, pensando: “¡Oh
no, otro día!, este va a ser otro día horrible, ya me siento fatal, tengo esa clase de
matemáticas que odio y sé que para esta noche tendré un montón de tareas”. Todo
nuestro día puede ser afectado por la manera de cómo lo empezamos. Pero supongamos
que nos despertamos, pensando:

“¡Este va a ser un gran día! ¡Me siento de maravilla!, hoy voy a estudiar duro, y tan pronto
regrese a casa, enseguida me pondré a hacer mis deberes, así tendré tiempo para ver
mis programas favoritos de TV”. La cualidad de nuestra vida es afectada por este simple
cambio de actitud.

El “juego alegre”

Tal vez has visto la película Pollyanna (Mariquita) es acerca de una chica que siempre
jugaba un juego llamado “El juego Alegre”. Sin importar lo que suceda, debes tratar de
encontrar algo por el cual estar alegre.

Imagínate como Pollyanna respondería a esto: El carnaval que estabas planeando ir ha


sido postergado por una semana. ¿Qué hay allí para estar alegre? Pollyanna diría, que
estaría alegre de tener una semana completa para esperar con ansias el carnaval.
Algunas veces, el esperar con ansias por algo es tan divertido como el evento mismo.

Pollyanna es huérfana, la enviaron a vivir con su rica, egoísta y antipática tía. Le dieron un
oscuro cuarto pequeño en la casa, sin alfombra, sin espejos sin cuadros en la pared.

Pollyanna estaba definitivamente decepcionada, pero decide estar alegre por algo.
¡Estaba alegre que no haya espejos, así no tiene que mirar sus pecas, que las odia!
¡Estaba alegre de no tener cuadros en las paredes, porque puede apreciar más la
hermosa vista desde su ventana!

Jugando el “Juego Alegre” parece infantil pero muchos grandes líderes han guiado a su
gente a través de las obscuras épocas de la historia, mirando el destello plateado en cada
nube, la luz al final del obscuro túnel, y el brillo de la luz del faro en una tormentosa noche
en el mar. Estarías sorprendido con el poder de este juego.

Pensando Positivo: Un Instrumento para Construir el Buen Carácter

No es fácil encontrar lo bueno en cada persona y en cada circunstancia, si así lo fuere,


todos lo harían. Tendemos más a menudo a ver las fallas o problemas de una persona,
ocurridas en diferentes circunstancias. Como en todo, el pensar en una forma positiva es
algo que debe ser aprendido y toma tiempo para ser bueno en esto.

Puedes empezar al pretender, por un día, que estás en una misión secreta. Tu misión es
descubrir y escribir tres cosas buenas acerca del carácter de dos de tus compañeros con
quienes tienes dificultades en llevarte bien (o puedes elegir a un profesor o alguien de tu
familia). Al final del día, lee tus resultados.

El siguiente día, cuando veas a esas personas, recuérdate, a ti mismo, las buenas
cualidades que descubriste en ellos, especialmente cuando el comportamiento de ellos te
molesta. Este es un buen test para tu auto control. Trata de ignorar tus pensamientos y
sentimientos de crítica, y piensa en las buenas cualidades que encontraste en ellos.

Este simple ejercicio nos muestra cuán difícil es, algunas veces, enfocarnos en lo bueno
de los demás o en nuestras circunstancias. Pero, cuando lo hacemos, sentimos que
estamos cambiando hacía lo mejor. Por eso, aprendemos que es posible entrenarnos, a
nosotros mismos, cómo pensar y controlar el estado de nuestra mente.

Más allá de aprender a ver el mundo y a otras más positivamente, ¿por qué es valioso
entrenarnos, a nosotros mismos, para pensar en esta forma? Porque nos ayuda a tener
una vida más feliz, cada día, y tratar a los demás con una mejor actitud. Cuando lo
podemos hacer, tratamos mejor a los demás y nos condicionamos, a nosotros mismos,
con mayor integridad y sinceridad. Por eso, aprender a pensar positivamente acerca de
nosotros y del mundo que nos rodea, es una importante destreza para desarrollarla
mientras aún somos jóvenes.

Hoy, Quien Soy Yo

Una forma para saber quien eres es observar el entorno que has creado. Pasa tu mano
sobre tu frente, límpiala, de modo que mires tus entornos que has creado con tus ojos
claros, o también puedes pretender que tú eres un amigo que entra en tu habitación, mira,
por primera vez, tus armarios, el área donde duermes, o tu escritorio.

Tal vez estés asustado, al descubrir: “¡Oh cuán verde! Todo lo que tengo es verde. El
verde me recuerda las plantas que crecen. Quiero estar alrededor de las cosas que viven
y crecen”.

Podrías notar: “Oh, realmente coloqué esos lápices en una fila muy recta. Supongo que
soy más ordenado de lo que pensaba ser”.

Podrías pensar: “¡Solo un romántico colocaría tantos cuadros de flores en la pared!”.


Podría ser: “Yo he coleccionado muchas banderas, debo ser muy patriota. Tal vez sería
mejor asociarme a un club político de la escuela”.

¿De Dónde Vengo?

Para realmente entendernos es de gran ayuda saber de dónde venimos, de dónde somos
y a dónde vamos. Al mirar el pasado, presente y futuro, el significado de nuestras vidas
puede ser más claro.

Cada individuo es un ser humano único, diferente a cualquiera que haya vivido. A la vez,
cada uno de nosotros, hemos nacido de la unión de nuestros padres, quienes a su tiempo
también nacieron de la unión de sus padres. De modo que, somos seres humanos únicos,
también somos un producto de aquellos que nos dieron el nacimiento, heredando no
solamente sus rasgos físicos sino también los elementos de sus caracteres.
Si conoces bien a tus abuelos, debes haber notado aspectos de ellos, físicos y
espirituales, en tus padres e incluso en ti mismo. Si fueras a explorar a tus antepasados,
reconocerás algunas de sus cualidades en los miembros cercanos de tu familia. Por lo
tanto, aunque nos agrade enfatizar nuestra unicidad, es también importante apreciar
nuestra conexión con aquellos que estuvieron antes que nosotros.

¿Hacia Dónde Voy?

La siguiente –posiblemente la más difícil– pregunta que podemos hacernos es:


¿A dónde estoy yendo? Aunque tengamos la idea sobre la clase de persona que
queremos ser, pocos de nosotros tenemos un plan sólido de cómo proceder para
cumplirlo. Si somos inciertos, podríamos ser jalados de aquí para allá, por las
circunstancias y nunca alcanzaremos nuestra meta.

Saber hacía donde estamos yendo es una tarea difícil. Mientras somos jóvenes es
importante emplear un tiempo para desarrollar una imagen de la clase de persona que
deseamos ser y cómo planeamos ser aquella persona.

Una excelente manera para desarrollar esta imagen es mirar hacía modelos buenos de la
historia, eventos actuales y a los adultos en nuestras propias vidas. Entonces, podemos
tratar de modelarnos en la gente que admiramos, preguntarnos qué harían ellos en ciertas
situaciones, y hacer la misma cosa.

También podría gustarte