Turismo y Franquismo PDF
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Turismo y Franquismo PDF
imagen y experiencia
en el turismo
Raúl Travé Molero
Claudio Milano
(Coords.)
Pasos Edita, 23
www.pasosonline.org
De dos orillas: imagen y experiencia en el turismo / Raúl Travé Molero y Claudio Milano
(Coord.) / Tenerife: PASOS, RTPC / 2019/ 262 p. incluida bibliografía.
Edita:
ÍNDICE
A modo de introducción: imagen y experiencia en el turismo 5
Claudio Milano y Raúl Travé Molero
Claudio Milano
Raúl Travé Molero
cabe mencionar que en estos procesos los mercados y los espacios han vividos
enormes transformaciones. Si en 1950, solo 15 destinos fueron visitados por
el 98% de los turistas internacionales, en la primera década del tercer milenio,
en 2007, el mismo número de destinos internacionales había sido visitados
sólo por el 57% (D’Eramo, 2017). Un “tráfico de humanos” y un “consumo
de experiencias” que ha crecido incesantemente más allá de los destinos más
trillados y de los atractivos turísticos establecidos. Además, como cualquier
sector productivo, el crecimiento turístico, a diversas escalas, ha sido recibido
con bienvenidas amables, pero también con activas reticencias dependiendo
de los actores e impactos, directos e indirectos, que su desarrollo implica.
Los consumidores, así como los productores, cambian en un entorno en
constante transformación. El fenómeno turístico ha evolucionado superando
los dualismos identitarios descritos durante décadas. Los turistas y los locales,
lo ordinario y lo extraordinario, así como también el trabajo y el ocio han
dejado de ser los únicos referentes para explicar el imaginario y el encuentro
turístico (Cohen y Cohen, 2012). Asimismo, las fronteras y las identidades de
los actores y fuerzas que juegan un papel fundamental en el vaivén turístico se
han vuelto más borrosas. Inevitablemente, lo borroso depende también de la
porosidad del concepto de “local”. Por consiguiente, los dispositivos que con-
forman el imaginario de lo local representan el deseo de lo auténtico. No es
una coincidencia que, de forma generalizada, el lema “live like a local” o “vive
como un local” sea usado como cebo para promocionar experiencias fuera de
la burbuja turística (Judd, 1999). Una burbuja, que representa un espacio que
proporciona entretenimiento y emoción a los visitantes al mismo tiempo que
seguridad y protección.
A pesar de la evolución del fenómeno turístico, las culturas anfitrionas si-
guen siendo objeto de deseo. Asimismo, el poder tener experiencias fuera de
las rutas más trilladas, de los servicios convencionales y de los destinos tu-
rísticos más visitados satisface la necesidad de experimentar “lo local” reno-
vando la tradicional búsqueda de lo “autentico” para la clase turista (Russo &
Richards, 2016).
Si bien esta renovada tendencia suele ofrecer la posibilidad de un intercam-
bio entre identidades en tránsito y, en algunas circunstancias, una redistribu-
ción de los beneficios generados por el sector, no ha estado exento de efectos
colaterales. Por ende, la relación entre la tendencia a conocer y consumir pro-
ductos y servicios en contacto con las comunidades de acogida puede, a su
vez, producir un cierto malestar social activado por la incursión de residentes
temporales y turistas en contextos que pueden no estar preparados para la pro-
ducción, consumo y uso de bienes comunes, equipamientos e infraestructuras.
La popularización de estas prácticas turísticas en respuesta a la despersona-
Claudio Milano y Raúl Travé Molero 7
Bibliografía
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Idziak, W., Majewski J. y Zmyślony, P. (2015) “Community Participation in
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Claudio Milano y Raúl Travé Molero 11
Introducción
El Ministerio de Información y Turismo formado durante la dictadura de
Francisco Franco (1939-1975) experimentó una intensa actividad, especial-
mente en la década de 1960. El turismo fue convertido en un motor clave en
el desarrollo de la nación y contribuyó al paulatino progreso económico y al
avance social. El Ministerio apoyado en la Subsecretaría del Turismo, órgano
de asistencia en las funciones relativas a la política turística, aprobó la creación
de diversas figuras administrativas encaminadas a institucionalizar el turismo,
como fue el caso del registro de denominaciones geoturísticas. Éstas favore-
cieron la explotación económica del territorio y el patrimonio a través de la
creación y difusión de eslóganes turísticos.
El objetivo de este trabajo es poner en valor el papel que las denomina-
ciones geoturísticas han tenido en la creación de apelativos y/o eslóganes, y,
en consecuencia, en el diseño de imágenes turísticas. En unos casos han sido
institucionalizados y anclados a la imagen de determinados espacios, mien-
tras en otros, han tendido al olvido, desapareciendo o siendo sustituidos. Por
lo tanto, pretendemos comprobar la existencia de rupturas y/o continuidades
en el proceso de uso/desuso turístico-promocional de los eslóganes creados
por las denominaciones geoturísticas, siendo este trabajo una fase inicial que
puede favorecer otros estudios. Se han seleccionado aquellas denominaciones
geoturísticas registradas a través de su publicación en el Boletín Oficial del Es-
Travé Molero, R. y Milano, C. (Coords.) (2019) De dos orillas: imagen y experiencia en el
turismo. La Laguna (Tenerife): PASOS, RTPC. www.pasososnline.org. Colección PASOS
Edita nº 23.
14 Ruptura y continuidad en las imágenes y eslóganes ...
bles las relaciones entre el lugar y la memoria como ilustran ciertos paisajes,
monumentos o museos. Y en este contexto, la relación emocional y simbólica
establecida entre la nación y la tierra que ocupa, juega un interesante papel
la geografía. Zira Box (2016: 125) apunta que la disciplina geográfica “nos ha
alertado de que esta relación que se establece entre los grupos sociales y los lu-
gares que moran se desarrolla en un sentido bidireccional: el hombre connota
y simboliza el espacio pero, en un mundo construido socialmente, este último
difícilmente podría tener significado fuera del sujeto que lo percibe, lo piensa,
lo siente y lo descifra”.
La búsqueda de las huellas de las actividades culturales a través de las «co-
munidades imaginadas» (Anderson, 2006) o de la «fabricación de lugares»
(Berdoulay, 2002) nos traslada al estudio del turismo como uno de los protago-
nistas de estos procesos en relación con la producción de lugares en el período
concreto del franquismo (1936/39-1975).
La administración turística del régimen de Franco tuvo un papel funda-
mental en la configuración y promoción de la nación como un destino turístico
de enorme sugestión. Se sirvió del patrimonio y del turismo como medios legi-
timadores de sus acciones diferenciándose dos etapas, 1939-1958 y 1959-1975.
La primera estuvo marcada por la necesidad de superar las consecuencias de la
Guerra Civil. El nuevo Estado hizo público su “proyecto de reconstrucción na-
cional y el deseo de imponer un programa estético oficial, cimentado sobre el
tradicionalismo autóctono y en el ideario de los fascismos europeos” (Cabrera,
2012: 47). Hernández Martínez (2008) indica que más allá de la manipulación
ideológica operada desde el régimen franquista, obedece a un impulso colec-
tivo más profundo que se repite en los momentos posteriores a cualquier en-
frentamiento bélico: la necesidad de restañar las heridas para seguir adelante, y
para ello la urgencia de borrar las huellas que recordaban la guerra. Los monu-
mentos y las ruinas derivadas del conflicto fueron emblemas de las campañas
de reconstrucción nacional dirigidas por el dictador, convertidas en muestras
elocuentes de su gobierno, es el caso de la reconstrucción de la Cámara Santa
de la Catedral de Oviedo, cuna de la «Reconquista» (García Cuetos, 2015). Por
el contrario, fue el propio paisaje bélico el mantenido indefinidamente como
emblema del bando nacional y recuerdo permanente de la victoria, caso de
las ruinas del Alcázar de Toledo, icono del perfil urbano de la ciudad que no
se terminará de restaurar hasta los años setenta del pasado siglo (Almarcha,
2015), o Belchite, cuyo escenario bélico permanece en la actualidad tal y como
quedó tras la batalla, al construirse el nuevo núcleo a escasos kilómetros.
En sintonía, las imágenes turísticas proyectaron este discurso. En los años
de posguerra se editaron publicaciones donde las ruinas y daños bélicos se
convirtieron en elementos de atracción turística, alternados con la promoción
de territorios que no sufrieron las consecuencias de la guerra, con la finalidad
16 Ruptura y continuidad en las imágenes y eslóganes ...
1 El autor ha profundizado sobre este tema en su Tesis Doctoral (Torres, 2017), visibilizán-
dose, a través de las decisiones tomadas por la administración turística y los proyectos de
intervención y de obra ejecutados, el trabajo para impulsar el turismo cultural.
Jesús Nicolás Torres Camacho 17
tes con carácter publicitario sobre los que han sido y son transmitidos (carte-
les, folletos, postales, guías, cine…) y el propio territorio, han influido en la
configuración que el público tiene de la imagen de los destinos turísticos. La
actividad turística reproduce y recrea imágenes que trasladan al consumidor
el valor o valores del destino en continua alternancia entre lo real, lo deseado
y lo finalmente percibido. De esta manera, se contribuye a generar lugares con
significado, unidos indefectiblemente a una identidad o, mejor, a unas identi-
dades (Santos Solla, 2008: 196).
Estas circunstancias son analizadas en las últimas décadas desde diversos
enfoques y territorios (Obiol, 2002; Martín de la Rosa, 2003; Canosa y García
Carballo, 2012; Donaire y Galí, 2012; San Eugenio y Barniol, 2012, etc.) intere-
sados por el estudio de los mecanismos políticos, sociales, económicos, comu-
nicacionales y territoriales que han dado origen a la formación de la imagen
turística de un lugar, a través de los conflictos entre residentes y turistas, de los
cambios y la turistización de los destinos, y entre otros, por la obsolescencia de
eslóganes, marcas e imágenes estereotipadas, que evolucionan constantemente
ante las exigencias de una demanda cada vez más diversificada.
Los procesos de construcción de las marcas territoriales o branding espacial
(Obiol, 2002) pretenden hacer visible por lo general un valor intangible, el de
la gestación de su formación hasta llegar a instituirse en reclamos orientados
al conocimiento y la atracción. Entre los diferentes tipos de eslóganes, el de
carácter turístico puede estar basado en las características de la oferta de un
territorio concreto, por ejemplo, un municipio. Su objetivo es poner en valor
un determinado atributo, o un conjunto de atributos de la localidad (Donaire
y Galí, 2012: 525) y su mensaje debe aportar la facilidad de recuerdo, la identi-
ficación del producto o los recursos que se oferten, la evocación de sensación
agradable y la comprensión, a través de la sintetización del concepto que se de-
sea transmitir (Ortega, Mora y Rauld, 2006). Hoy, tanto éste como las imáge-
nes que le pueden dar soporte, incitan a viajar y en el proceso de comunicación
con el turista, la imagen “tiene que transmitirse de una forma clara y directa
que siembre los deseos de viajar” (Martín de la Rosa, 2003: 128).
Las marcas de territorio, visualizadas a través de eslóganes y/o imágenes
estereotipadas se definen, ante todo, por la influencia que ejercen en la percep-
ción de los individuos (San Eugenio y Barniol, 2012). La dimensión estética es
potenciada en la publicidad turística dada su fuerza persuasiva, el consumidor
sueña y “la publicidad busca transformar sus sueños en acciones, acompañar
las informaciones concretas con imágenes sugerentes puede constituir el re-
curso más eficaz” (Alonso, 2007: 101).
La promoción del turismo se ha servido de la geografía como la gran su-
ministradora de atributos territoriales que caracterizan las marcas y eslóganes,
18 Ruptura y continuidad en las imágenes y eslóganes ...
2 En 1961 se convocó un concurso para una nueva edición de la colección. Boletín Oficial del
Estado, núm. 213 (06-09-1961).
Jesús Nicolás Torres Camacho 19
a la vez que señala algún que otro detalle de interés. Fue el caso, entre otras,
de la Ruta Madrid-Norte-Noroeste de España o la Ruta de Galicia, Castilla y
Andalucía (Torres, 2017).
Los destinos seleccionados como enclaves de visita (en función de su le-
gado histórico-patrimonial, localización, significación ideológica del propio
franquismo, intervención restauradora, declaración de figuras institucionales,
etc.) determinaron posteriormente su consolidación como referentes turísti-
cos y, por lo tanto, la de su configuración visual e identitaria entre la población
local y los viajeros.
Durante el franquismo se fomentaron las visitas de personalidades ilustres
“en honor de quienes se diseñó un completo programa de viajes y actividades
por toda la geografía nacional en el que se silenciaba y se ocultaba todo aque-
llo que pudiera contribuir negativamente a la imagen del régimen” (Corre-
yero, 2003: 49). En este contexto, se exaltaron aquellos lugares, monumentos
o poblaciones que, en consonancia con el ideario, habían contribuido a las
grandezas y glorias de España. Una de las visitas que más expectación causó
fue la de Eva Duarte de Perón, esposa del presidente argentino, el 6 de junio
de 1947. Este viaje fue ideado por Franco para buscar la ayuda de Argentina
ante el aislamiento internacional, y se materializó en el envío de trigo. Estas
popular había dado a múltiples espacios, a la vez que se crearon otros nuevos
con una clara finalidad promocional (comercial) orientados hacia la ordena-
ción turística y publicitaria. Ejemplo de ello fue la institucionalización de las
populares costas y playas españolas (la Costa Brava, la Costa del Sol, la Costa
Blanca, Playa de Matalascañas, etc.), hoy convertidas en destinos maduros, así
como de otros destinos de interior, unos más conocidos que otros, que necesi-
taban promocionarse como Tarazona, ciudad Mudéjar o el Cerro de Guisando
(El Tiemblo, Ávila). En la actualidad el concepto de denominaciones geoturís-
ticas ha quedado obsoleto y se hace referencia a signos distintivos de promo-
ción turística y/o distintivos geoturísticos (Gómez, 2002).
Antes de que el franquismo popularizara e institucionalizara las costas y
playas, en Francia encontramos una de las primeras referencias a las connota-
ciones turísticas de territorios costeros en la Riviera francesa, en la Côte d’Azur
(La Provenza). Este territorio comenzó a conocerse bajo la expresión L’ hiver
dans le Midi integrado por las localidades de Niza, Cannes, Saint-Tropez, Saint
Raphael y Montecarlo. Marc Boyer (2009) ha analizado el surgimiento de estos
enclaves y su configuración como espacios turísticos desde el primer tercio del
siglo XVIII, aunque no se definió como tal hasta mediados del siglo XIX. El in-
vierno del mediodía fue una expresión empleada para hacer referencia a aque-
llos lugares que, por sus condiciones climáticas más favorables, se convirtieron
en foco de atracción de las clases altas, principalmente inglesas y del norte de
Europa, cautivados por el buen clima y por la presencia de aguas medicinales.
Aunque el fenómeno L’ hiver dans le Midi y la constitución de la Costa Azul
francesa como destino turístico fue casi desconocido en la fachada meridional
del Mediterráneo como España, Argel o Alejandría… (Boyer, 2009), el proceso
de constitución como destino turístico cuenta con un esquema clásico. Indica
Miossec (1977) que tanto en Florida, en el Caribe, en el sur de California o en
la Costa Azul francesa, los miembros de las clases altas ponen de moda un si-
tio, y poco a poco las clases sociales medias y bajas lo invaden y modelan nue-
vas imágenes de éste. El proceso cuenta con una serie de factores (interés de
una clase alta-cultural por un territorio concreto caracterizado por su clima,
vegetación, paisaje…), que bien podrían ser extrapolados en la configuración
de la Costa Brava catalana como destino turístico por su cercanía territorial y
cultural con el sur francés.
En el caso de la Costa Brava, Alicia Fuentes (2013: 53-54) señala cómo, tras
los primeros establecimientos de lujo, “representados entre otros por el em-
presario José de Ensesa, fundador de la colonia de s’Agaró en 1924”, se produjo
un proceso por el que sus protagonistas “atrajeron la sofisticación europea a
las costas españolas, por las que entre los años 30 y 50 desfilaron todo tipo de
intelectuales vividores, millonarios extravagantes, representantes de la indus-
tria del cine, etc.”, los cuales como señala la autora, estuvieron representados,
22 Ruptura y continuidad en las imágenes y eslóganes ...
entre otros, por Picasso, Lorca, Dalí o Ava Gardner (y su historia de amor con
el torero Mario Cabré a raíz del rodaje de la película Pandora y el holandés
errante, en Tossa de Mar). Aunque la denominación de la Costa Brava ya esta-
ba presente en la publicidad turística, no será recogida por la documentación
oficial hasta la II República (1935), cuando se convocó una conferencia en la
ciudad de Girona para buscar soluciones encaminadas a preservar y poner
en valor las bellezas naturales de la Costa Brava5, creándose poco después su
Patronato6 (Figura 2).
Algo similar ocurre con las Rías Bajas Gallegas (Figura 2), una denomina-
ción arraigada en la sociedad gallega desde antaño7. Este territorio había atraí-
do el interés de los viajeros como demuestra, entre otros, el viaje de Alfonso
Pérez Nieva en 1900 Por las Rías Bajas (notas de viaje por Galicia), pero bajo
esa designación en la documentación oficial viene ligada a las Juntas Locales
de Pesca8 (1902), aún sin ninguna connotación turística. Años después la de-
nominación de este territorio es recogida en el Mapa de España, país de turis-
mo artístico, elaborado por el Patronato Nacional de Turismo entre 1928-1936.
En España se registraron alrededor de 100 denominaciones geoturísticas
desde el ámbito público y privado con diversas finalidades (Torres, 2017). A
pesar del tiempo transcurrido, la Orden sobre denominaciones geoturísticas
no fue derogada explícitamente, pero tras la Constitución Española de 1978 y
el progresivo traspaso de competencias a las Comunidades Autónomas, entre
las que se encontró el turismo, la disposición perdió su operatividad. En la ac-
tualidad sólo a nivel regional algunas comunidades mantienen su uso, aunque
con particularidades.
La Región de Murcia por Orden de 12 de septiembre de 1984 creó el Re-
gistro Regional de Denominaciones Geoturísticas y en 1992 creó Lorca, Ciu-
dad Monumental; en Castilla y León, el artículo 49 de la Ley 10/1997 de 19
de diciembre, de Turismo, trata sobre el Registro de Distintivos Geoturísticos;
mientras tanto la Ley 8/1999 de 26 de mayo de Ordenación del Turismo de
Castilla-La Mancha dedica un artículo a las denominaciones geoturísticas (ar-
tículo 47) dentro de otras actuaciones de promoción y fomento del turismo,
por las que el Gobierno Regional podría, oídos los Ayuntamientos, otorgar de-
nominaciones geoturísticas a itinerarios turísticos o rurales, a áreas concretas,
ocasiones, “tanto la literatura de viajes como la novela son formas de hacer tu-
rismo” porque a la vez que se lee, se crean imágenes mentales. En cierto modo
se va viajando gracias al trabajo de la imaginación, algo en lo que la región
castellano manchega es claro exponente.
Desde la celebración del IV Centenario del Quijote y la puesta en marcha
de la Ruta de Don Quijote, distinguida entre 2007 y 2012 como Itinerario Cul-
tural Europeo por el Consejo de Europa, se “ha contribuido de manera evi-
dente a la revalorización de determinados elementos culturales vinculados al
«quijotismo» e incluso al «cervantismo» como recursos asociados a estrategias
de desarrollo territorial” (Cañizares, 2008: 58), y al igual que ocurre en otros
territorios, ha dado lugar a la “creación de una geografía turística imagina-
da y diseñada donde se establecen nuevos vínculos territoriales a partir de
la promoción de un mosaico de recursos de lo más variopinto” (Hernández
Ramírez, 2011: 227).
Sin obviar los recursos quijotescos que configuran una imagen de marca
consolidada e identificable, el Plan Estratégico de Turismo 2015-2019 de Cas-
tilla-La Mancha trabaja para fortalecer la actividad turística como sector eco-
nómico estratégico regional. Desde hace tiempo se buscan nuevos eslóganes e
imágenes que permitan romper clichés y mostrar la riqueza natural y cultural
de las cinco provincias bajo el concepto de un destino unitario, algo que vaya
más allá de una planicie seca y polvorienta donde un hidalgo caballero se batió
con gigantes, que no identifica al conjunto territorial de la región. Por ello la
marca debe permanecer en el tiempo y no debe estar sujeta a cambios polí-
ticos. La comunicación actual se basa en el mensaje permanente Castilla-La
Mancha: En un lugar de tu vida, un eslogan que a pesar de la aparente evolu-
ción, nos sigue remitiendo a El Quijote.
En otra ocasión hemos profundizado en la configuración de La Mancha
como destino turístico, atendiendo a la influencia de El Quijote en la plani-
ficación del franquismo (Torres, 2015). Partiendo de la relevancia alcanzada
en la época y, en función del registro de denominaciones geoturísticas, hemos
seleccionado aquellas creadas en la región castellano manchega para visibilizar
la ruptura y/o continuidad de los eslóganes turísticos y sus imágenes (Tabla 1).
A partir de la información presente en el Boletín Oficial del Estado, basada en
el eslogan inscrito, la extensión geográfica que ocupa (habitualmente impreci-
sa) y el ente promotor, se comprueban los posibles cambios en la promoción
turística actual.
Figura 3. Izquierda, jardines de la Real fábrica de Paños. Derecha, actuales campos de lavanda.
Fuente: Izquierda: Rafael Calleja (1941). Derecha: Teresa Lomas (2017).
Breves conclusiones
Las imágenes y los eslóganes que fueron empleados en la publicidad de
las denominaciones geoturísticas han contribuido a estereotipar la imagen de
determinados destinos. Marcas y eslóganes aúnan la materialidad del lugar e
“incorporan sus significados múltiples y cambiantes que, en ocasiones, tras-
cienden lo local y permiten construcciones nacionales, globales, religiosas,
ideológicas, personales, comerciales y emocionales” (Canosa y García Carba-
llo, 2012: 212), una cuestión puesta en práctica eficazmente por la administra-
ción turística del franquismo.
Se asiste, así, a la perdurabilidad de las imágenes de los destinos turísticos,
a la extracción de un determinado elemento (su recurso o recursos) de todo
lo que le rodea (Galí, 2005: 274), desencadenándose la creación de “imágenes
utópicas de las regiones y sus habitantes que constituyen en el turista una ilu-
soria sensación de completo entendimiento” (Paül, 2016: 2), un proceso en el
que los límites, las fronteras entre la imagen real del destino y la imagen turís-
tica se confunden. La imagen turística en ocasiones inventada puede sustituir
a la real, un hecho que no es solo actual, ya que muchas de esas imágenes pro-
totípicas que se tienen hoy provienen de los años de la dictadura.
32 Ruptura y continuidad en las imágenes y eslóganes ...
Bibliografía
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Jesús Nicolás Torres Camacho 33
Introducción
Para comprender la forma en la que la prensa de izquierda hace referencia
al turismo, es importante posicionarnos en algunos aspectos de la realidad de
la década de los 60 en el país. La situación del Uruguay distaba mucho de ser
la que se podría suponer como ideal para el desarrollo del turismo, o incluso
para que el turismo fuera motivo de numerosas referencias en la prensa. Esto
nos permitirá vislumbrar los enfoques que se encuentran entre las publicacio-
nes de El Popular (órgano del Partido Comunista) y el Semanario Marcha (de
izquierda independiente).
Para esto se aplicó una metodología cualitativa basada en una revisión bi-
bliográfica exhaustiva que tuvo como ejes principales los ejemplares del diario
El Popular y el Semanario Marcha desde el año 1960 hasta el año 1970, con
el objetivo de encontrar qué tipo de menciones hacían respecto al turismo, la
frecuencia con que aparecían, y principalmente si existía similitud en las temá-
ticas y enfoques que desarrollaban en sus páginas.
Si bien a priori, o como hipótesis, podría suponerse que los emprendimien-
tos turísticos no ocuparían con frecuencia un lugar central en los artículos de
estos medios de prensa, puesto que se trata de una actividad que no se condi-
ce con los principios de una sociedad sin clases, los resultados arrojaron otra
realidad.
2 El Colegiado era una modalidad de Poder Ejecutivo pluripersonal integrado por 9 miembros,
con representación de la mayoría, y también de la minoría mayor.
Elvira Demasi Zavala 39
sitivo (entre octubre y marzo) dado por las exportaciones y por la entrada del
turismo, y una etapa de saldo negativo (entre abril y setiembre) determinada
por la ausencia de exportaciones que coincidía con el final de la temporada
turística, y esto no fue pasado por alto por la prensa de izquierda. El turismo
no sólo necesitaba mejorar su desempeño sino que se vio como importante su
planificación por su rol en el sistema económico nacional. Según el discurso
marxista de los sesenta la planificación debía regir el funcionamiento de la
economía; pero no alcanzaba con esto para generar un desarrollo ‘auténtico’.
En el marco de una sociedad capitalista (como la del Uruguay) era imposible
una economía centralmente planificada y solo podía proponerse una ‘planifi-
cación indicativa’ necesariamente parcial e incompleta que –aunque promo-
viera empleo y ayudara a compensar desequilibrios en las cuentas del Estado–,
no resultaba suficiente para promover los ‘cambios estructurales’ necesarios.
3 Luciano Weinberger era arquitecto, y formó parte de la redacción de El Popular desde febre-
ro de 1957 hasta la clausura definitiva. Luego de ser detenido, y por la constante persecución
ideológica, se exilia primero a Perú y luego México, donde muere en el año 2008.
42 La imagen turística del Uruguay ...
Ante este testimonio cabe mencionar que gran parte de la población ve-
raneante de Punta del Este provenía de Argentina; principalmente de Buenos
Aires. Los procedentes de Uruguay eran mayormente empresarios y gobernan-
tes. La situación económica en general era realmente adversa, y no se visuali-
zaba, para los sectores obreros, la posibilidad de recuperar fuentes de trabajo
en las localidades en las que habitaban. En medio de un contexto de inflación
constante y de carestía, los salarios que percibían los obreros eran a todas luces
insuficientes, así como las condiciones en las que debían trabajar o incluso
trasladarse hacia y desde sus lugares de trabajo. Las empresas de transporte
local habían dispuesto unos ómnibus para el transporte de obreros con pre-
cios diferenciados, pero en muchas oportunidades los salarios no permitían
costearlo.
La alternativa era radicarse en Maldonado, pero las opciones habitacionales
que podían costear los salarios de los obreros les obligaban a instalarse de for-
ma precaria en los alrededores de la ciudad. Esto se refleja en la siguiente cita:
“Un cuartucho, de tres metros de lado totalmente ocupado de camastros.
En un rincón, unos cajones ofician de mesa de cocina. El piso es de tierra
y el cielorraso se levanta apenas unos centímetros sobre nosotros. No hay
ninguna ventana y el calor es insoportable.” (Weinberger, 1960(a): 5).
De esta forma describía el corresponsal la vivienda en la que habitaba un
obrero con su familia de 5 personas en total. La situación de los obreros iba
acorde con lo que era la situación general del país, y donde además los patro-
nes no debían cumplir con regulaciones de salarios mínimos ni de medidas de
seguridad necesarias para el personal.
La organización sindical de los albañiles, el Sindicato Único Nacional de la
Construcción y Anexos (SUNCA, de fuerte influencia comunista) había logra-
do mejoras importantes en las condiciones de trabajo, que eran más respetadas
por las patronales en Montevideo que en el interior del país. Se había ganado
en derechos y en salarios pero para Maldonado la situación era aún muy dis-
tinta. No obstante, el cronista podía ver en el horizonte la posibilidad de que
las condiciones laborales cambiaran.
“Hasta hace algunos meses, el obrero de la construcción, además de pasar
hambre, no tenía ninguna esperanza de cambiar la situación. Ahora en el
frente de un modesto local de Maldonado, hay un cartel que para el traba-
jador de la construcción significa la certeza de que los jornales de hambre
serán vencidos. En grandes letras se lee: ‘SUNCA –Sección Maldonado–’”.
(Weinberger, 1960 (a): 5).
A pesar de que había llegado el SUNCA a Maldonado, las negociaciones
entre obreros y patrones estaban lejos de llegar a buen puerto y ofrecer algún
Elvira Demasi Zavala 43
5 El Debate era una publicación originalmente vinculada al Directorio del Partido Nacional,
pero que posteriormente sobrevivió apoyando las ideas del gobierno de turno, incluso de la
dictadura militar.
6 Los ‘cantegriles’ eran las aglomeraciones de viviendas informales que los obreros instalaban
en las cercanías de Punta del Este. Este nombre irónico que alude al ‘Cantegrill Country
Club’ –un club muy exclusivo del balneario–, se generalizó para designar los asentamientos
informales en todo el país.
8 Ambas especies son introducidas, ya que la vegetación autóctona de las zonas costeras en
muy baja y no proporciona buena sombra y además son de crecimiento muy lento.
Elvira Demasi Zavala 45
diato en la oferta de alojamiento, pero esa nueva imagen traía como corolario
un incremento en la presencia de trabajadores que no correspondían con el
perfil al que apuntaba el balneario. A lo largo de los años El Popular hizo visi-
ble, en la medida de lo posible, la baja remuneración y la inestabilidad laboral
de quienes trabajaban en el sector (principalmente hoteleros) de Montevideo,
pero también de los principales destinos del este: Punta del Este y Piriápolis.
El turismo en el Uruguay de los 60 estaba fuertemente estacionalizado, por
lo cual los destinos turísticos funcionaban satisfactoriamente bien desde me-
diados de diciembre hasta finales de febrero, o eventualmente principios de
marzo9. Como el Estado era propietario de hoteles, algunos empleados ho-
teleros eran, de hecho, empleados públicos dependientes del Ministerio de
Transporte, Comunicaciones y Turismo10, por lo que los contratos no eran por
temporada sino permanentes. En una carta de un lector que firma como ‘un
Obrero’ dirigida al Director de El Popular, hace referencia a la impuntualidad
de los pagos de los salarios a estos funcionarios, así como también lo bajo de
los mismos, sin ocultar su disconformidad con la forma de distribución de los
recursos de la cartera ministerial.
“El ministro de Transporte, Comunicaciones y Turismo, Dr. Carrere Sapri-
za, así como los demás jerarcas de ese ministerio se caracterizan por acom-
pañar el desempeño de sus cargos con el derroche de millones de pesos en
banquetes y francachelas interminables como se puede comprobar en las
secciones de ‘sociales’ de los diarios de la oligarquía, como por ejemplo ‘El
País’ de cada domingo a toda página.” (Un obrero, 1968: 10).
En su carta el autor hace referencia a las dificultades que tienen los traba-
jadores del Ministerio apostados en los diferentes hoteles durante todo el año,
que no sólo perciben un salario realmente bajo sino que no están debidamente
regularizados en lo referente a las leyes sociales.
“En el ‘Argentino Hotel’, de Piriápolis, hay cuatro empleados y un adminis-
trador que desempeñan sus cargos durante todo el año en forma perma-
nente. Algunos de ellos tienen ya ocho años de antigüedad en el cargo. A
esos empleados, la mayoría con sueldos ridículos [...] no se les paga ni asig-
nación familiar, ni hogar constituido, ni licencia anual. En cuanto a jubila-
ciones se les descuenta pero no se vierte en ninguna Caja y por consiguien-
te no están afiliados. Para remachar, hace cuatro meses que no cobran. Para
obtener algún pago el señor Administrador debe realizar cuatro o cinco
9 El final de la temporada estival dependía (y aun sucede lo mismo) de la fecha en la que cae
el feriado de carnaval.
10 Este Ministerio fue creado en 1967 luego de la aprobación de la reforma constitucional. Ver
Nota 13.
46 La imagen turística del Uruguay ...
11 Denominados así por la estrategia ‘Martingale’, una de las más conocidas en las ruletas de
casino.
Elvira Demasi Zavala 47
Otra situación que El Popular se aplicó a mostrar cada vez que podía era
la impunidad ante cierto tipo de acontecimientos que ocurrían sistemática-
mente en el balneario. Principalmente hacían énfasis en publicar cada vez que
un trabajador era agredido por los veraneantes. Fueron muchas las denuncias
policiales de este tipo de hechos y los redactores no podían impedir reflejar
el enojo que les producían en los títulos de las notas, como por ejemplo: “Las
diversiones de los ‘niños bien’ en Punta del Este” (El Popular, 4 de marzo de
1965: 6).
12 Para más información sobre el tercerismo ver: Aldo Solari: El tercerismo en el Uru-
guay (Montevideo, Alfa, 1965)
48 La imagen turística del Uruguay ...
Se entendía, de esta forma, que los lectores a los cuales llegaba Marcha tenían
algún tipo de influencia o vínculo con los visitantes, sobre todo los foráneos,
que eran sin lugar a dudas aquellos que más se procuraba cuidar. Las campa-
ñas promovidas por la Comisión Nacional de Turismo (CNT)13 comenzaban
con encabezados del estilo de “Demos al turista lo que es del turista porque de
él depende el desarrollo turístico de nuestro país.” (CNT, 1964: 10) y posterior-
mente explicaban cómo debía tratar al turista cada uno según su rol dentro de
la dinámica de la visita: mozos, taxistas, aduaneros, agentes de viajes, gastro-
nómicos, hoteleros e incluso el ciudadano común.
Algunas otras campañas eran más directas y no utilizaban imágenes alu-
sivas para acompañar el texto. Un ejemplo clarísimo de esta modalidad es la
campaña que se publicó en diciembre de 1965 en la que la CNT exhortaba a la
población local a ‘comportarse apropiadamente’.
“La Comisión Nacional de Turismo, que viene desarrollando una amplia
promoción y actividad general en favor del desarrollo turístico nacional,
confía plenamente en el alto grado de cultura y conciencia de la población
para que coopere, brindando asistencia y servicios correctos al visitante.
La temporada turística que se inicia, señalará para el Uruguay, el afianza-
miento de una de las actividades más beneficiosas en favor de su pueblo. No
obstante, en la medida que esta histórica etapa no fuera comprendida cons-
tructivamente por quienes tienen la directa responsabilidad del servicio,
podrá convertirse en factor negativo de promoción, desalentando el retor-
no futuro del turista mal atendido. Un turista bien recibido, correctamente
informado y justamente tratado en la aplicación de las tarifas publicitadas,
14 Pedro Seré era un economista, militante de izquierda independiente que escribió en Marcha
sobre varios temas diferentes. Luego se volcó a las filas del Frente Amplio. No siguió carrera
como periodista; con posteriorioridad a 1971 se retiró de la escena política manteniéndose
con un perfil muy bajo.
50 La imagen turística del Uruguay ...
zar las grandes inversiones necesarias para que el Uruguay brinde al turista
las facilidades, confort y comodidades que éste exige, pues proviene de ciu-
dades con un alto standard de vida y donde disfruta de mil satisfacciones.
Nuestra primavera es excelente y el otoño en el Uruguay, la más bella de las
estaciones.” (DNT, 1970: 7-8).
En este sentido, y apuntando más al desarrollo del turismo interno, regular-
mente se publicaban notas en las que se le explicaba a la población las ventajas
que representaba para todo el país el hecho de que se dedicaran recursos eco-
nómicos al desarrollo del turismo, pero alejándonos un poco de las campañas
de la CNT.
El Semanario Marcha se caracterizó por publicar año tras año un análisis
económico del resultado de la temporada turística. En numerosas oportuni-
dades, redactores de las columnas de análisis no se identificaban o las hacían
bajo pseudónimo, por lo que resulta muy complejo identificar los autores. El
principal escritor de estos análisis, que podría ser Julio Castro15, enfocaba sus
análisis en la relación que se daba entre lo invertido en publicidad y el resulta-
do de ingresos por los turistas que visitaron nuestro país. En una nota titulada
“Industria sin chimeneas” de febrero de 1974 se exponía que:
“El turismo de temporada es una corriente natural, impuesta por simples
condiciones de clima y de distancia. El porteño16 sale masivamente de Bue-
nos Aires en los meses de verano. Para gozar de vacaciones de playa tiene
dos posibilidades: Mar del Plata o el Uruguay. El 90% aproximadamente,
optan por aquella; el 10% por éste. Los 200 mil turistas argentinos que vie-
nen a nuestras playas son ese 10%.” (Marcha, 7 de febrero de 1964: 7).
El principal mercado emisor de turistas que llegan a Uruguay ha sido his-
tóricamente Argentina, y aquí se le daba al lector común un dato concreto
de cuántos de ellos llegan cada año, y agregaba, además, de qué tamaño es el
mercado potencial que el país tenía, apenas a unos 250 km de Montevideo. Era
muy crítico con respecto a la inversión en publicidad que el Estado no hacía.
La misma nota continuaba explicando que:
“Una iniciativa privada promovió una campaña de publicidad en Buenos
Aires. La empezaron el 20 de diciembre y gastaron en ella, según se cree,
15 Julio Castro era maestro de primaria, especialista en enseñanza escolar rural y asesor sobre
el tema ante la OEA. Se puede inferir la autoría del artículo, ya que en otras oportunidades
firmó columnas similares sobre turismo social y de análisis turístico. Desapareció durante la
dictadura militar, y sus restos fueron hallados recién en el año 2012.
alrededor de 300 mil pesos. Hoy la prensa se hace eco del éxito logrado. Sea
o no exacta la interpretación, lo cierto es que no lo hizo el organismo ofi-
cial, porque el gobierno no le dio los recursos necesarios, lo hicieron otros.
Lo que prueba que hay que hacer promoción y propaganda y si al Estado le
interesa el turismo como fuente de recursos, debe contribuir a su expansión
y desarrollo.” (Marcha, 7 de febrero de 1964: 7).
De esta forma se consolidaba en Marcha una corriente muy fuerte de aná-
lisis crítico del turismo como un fenómeno económico, pero también social.
El turismo representaba una fuente de ingresos para el país pues dinamizaba
fuertemente el mercado, no sólo inmobiliario sino también el mercado gas-
tronómico y comercial en general, pero su muy marcada estacionalidad no
lo posicionaba como una alternativa laboral estable que se expresara en una
mejor distribución de ese ingreso de divisas.
Se presentaban sistemáticamente las mismas dificultades en los momentos
previos al inicio de la temporada, que si bien no impedían que llegaran los visi-
tantes (principalmente aquellos que llegan del exterior). Se señalaba al mismo
tiempo que no se llevan a cabo las acciones apropiadas para generar incremen-
tos en esas visitas, u optimizar las inversiones en publicidad. En 1967 Daniel
Waksman17 realizó un análisis sobre la necesidad urgente de elaborar un plan
de desarrollo turístico nacional. En este sentido, sostenía que:
“Se tropieza desde un principio, es sabido, con el escollo de la carencia de
información totalmente precisa y actualizada. Falta aún mucho por saber
sobre las características de las corrientes turísticas que ingresan al Uruguay.
Pero con los datos que ya se tienen, es posible formular algunas apreciacio-
nes generales que sirvan de marco referencial.” (Waksman, 1967: 15).
En enero de 1968, Oscar Bruschera18 dedicaba su columna a cuestionar bajo
qué condiciones se estaba considerando a Uruguay como un país de turismo,
analizando qué tipo de aprovechamiento se hacía del desarrollo del turismo,
principalmente en aquellos sitios con mayor desarrollo de la actividad. A la
vez que, señalaba que el fuerte impulso inmobiliario que se estaba fomentando
en Punta del Este iba mucho más rápido que la regularización y la fiscaliza-
ción, por lo que los ingresos por tributación inmobiliaria eran prácticamente
inexistentes. En la columna de opinión titulada “Uruguay ¿país de turismo?”
18 Oscar Bruschera era abogado, periodista y profesor de historia. De origen blanco, integró el
equipo de editorialistas de Marcha y fue Diputado del Frente Amplio (izquierda) hasta 1973.
Luego de 1984 volvió al Partido Nacional y fue muy crítico con el Frente Amplio.
52 La imagen turística del Uruguay ...
19 “Damocles” era el pseudónimo del escritor Mario Benedetti, que durante sus inicios también
escribía para publicaciones humorísticas. Ante la persecución ideológica se exilió durante la
dictadura militar. Luego de su regreso muchos de sus escritos fueron republicados y le fue
reconocida su autoría, entre ellos este ‘proyecto de ley’.
54 La imagen turística del Uruguay ...
A modo de conclusión
Partiendo del supuesto de que el turismo es una actividad capitalista por
definición20, puesto que requiere de una acumulación de capital previa a la
realización de la actividad, es extraña su aparición en prensa izquierdista. En
las páginas de El Popular no apareció casi en ningún momento bajo el enfoque
de una actividad que podía ser llevada a cabo por la clase obrera. Por su parte
el Semanario Marcha, en su postura más ‘tercerista’, se dedicaba a un enfoque
mucho más analítico, y hasta en cierta medida calificable de desarrollista. A
pesar de ello nos han quedado algunas conclusiones sobre el enfoque que hace
cada uno de los medio de prensa.
Podemos en efecto apreciar que sin lugar a dudas el impulso a la construc-
ción fue relevante para ambas publicaciones, aunque fue muy clara la diferen-
cia en la razón de la relevancia. Mientras que en El Popular destacó que ese
impulso a la construcción constituyó un período que creó fuentes laborales
en una década que económicamente era muy compleja, no se caracterizó por
ofrecer salarios que les permitiera a los obreros dar manutención a sus familias.
Por otro lado destacó la contradicción que se dio en el balneario esteño, donde
por un lado se fomentaba la necesidad de ampliar las plazas de alojamiento,
pero al mismo tiempo los veraneantes se quejaban de tener que compartir el
balneario con los obreros, a los cuales no consideraban cohabitantes dignos.
Por su parte en el Semanario Marcha se hacía otro tipo de análisis de ese
mismo fenómeno, que no se enfocaba en la mano de obra que se empleaba
para la construcción, ni las condiciones en las que debían realizar sus tareas,
sino sobre la derrama económica que dejaba ese aumento de las plazas hotele-
ras, así como también la construcción de grandes residencias. El resultado del
crecimiento inmobiliario no se reflejaba en el desarrollo del país, puesto que
no había una reinversión del capital obtenido durante las temporadas turísti-
cas. La actividad mostraba carencias muy grandes en el proceso de promoción
de Uruguay como destino turístico, y en contraste mostraban los resultados
que habían obtenido aquellos que invertían seriamente en publicidad y pro-
moción en el exterior.
Al igual que en El Popular los veraneantes que reclamaban más alojamien-
tos se quejaban de la presencia de obreros. En el Semanario Marcha se destacó
cómo los turistas (algunos de ellos propietarios de residencias en el balneario)
hacían fraude al fisco municipal. Al mismo tiempo se quejaban de la falta de
inversión pública para mejora del balneario: pavimentado de calles, alumbra-
20 En la URSS se hacía turismo, pero se buscaba premiar de ese modo a los ‘obreros modelo’
con estadías en los balnearios, o favorecer el intercambio temporal de viviendas entre fami-
lias residentes en distintas regiones.
Elvira Demasi Zavala 55
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Aviso. Librería El Siglo Ilustrado. “Industria sin chimeneas”, 7 de febrero de
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Comisión Nacional de Turismo (citado: CNT) (b). [Sin título], 12 de diciem-
bre de 1965, 18
Damocles. “Hacia un turismo racional”, 16 de diciembre de 1960, 8
Dirección Nacional de Turismo (citado: DNT). [Sin título], 9 de enero de 1970,
7-8
Elvira Demasi Zavala 57
Introducción
“[…] Tarjetas postales: Que se promueva la edición de tarjetas postales de las provincias,
en las que se recoja lo más significativo de cada una de ellas, y que sean las Delegaciones
Provinciales de Información y Turismo las que se encarguen de velar por la calidad de las
mismas…”1
Las postales turísticas, junto con el cine, fueron, hasta hace unas décadas,
una de las fuentes esenciales de inspiración para la creación de imaginarios de
los destinos turísticos (fig.1). Centrándome en el análisis visual de las tarjetas
postales españolas de los años del desarrollismo intentaré analizar cómo las
imágenes desvelan nuevas tendencias y nuevos monumentos para un momen-
to en que, también desde el Ministerio de Información y Turismo (1951-1977)
se propone un nuevo discurso de apertura y modernidad para el país.
El material analizado consiste esencialmente en postales turísticas del pe-
ríodo comprendido entre 1958 y 1973, desde que la nueva técnica de repro-
ducción en offset color proporciona a la postal una distribución masiva y uso
generalizado, hasta la crisis del petróleo de 1973 y prácticamente la desapari-
Editores
El papel del editor de las tarjetas postales es el de responsable de la financia-
ción y de la puesta a disposición del público del material, independientemente
de que el fin sea la venta directa o la distribución en establecimientos comer-
ciales. Es frecuente que muchos editores fueran a su vez fotógrafos, impresores
o incluso distribuidores.
Algunos de los principales editores en el período tratado eran: Escudo de
Oro (Barcelona), una de las pocas que aún sobrevive, Ediciones Arribas (Zara-
goza), Foto Casa Planas (Mallorca), Ediciones Alarde, Darvi, Pergamino, Fisa,
Fotocolor (Madrid), Hauser y Menet (Madrid), García Garrabella (Zaragoza),
Zerkowitz (Barcelona), y un largo etcétera.
junto con una imagen costumbrista del fotógrafo Francisco Andrada (Afino-
guénova, 2007; Carmelo Vega, 2008-2009) que documentan la existencia de
carteles turísticos publicados por la oficina del Patronato Nacional de Turismo
en París en torno a 1929 con este lema. El concepto de diferencia se convirtió
en básico para la publicidad turística.
A final de los años 40 aparecieron una serie de anuncios en los que figuraba,
también en inglés, la frase: Spain is beautiful and “different” (Pack, 2009). Las
imágenes que ilustraban este lema eran la plaza de Cibeles de Madrid, el río
Tajo rodeado de la ciudad de Toledo y el bucólico valle de Huesca.
La frase volvió a salir a la luz en 1957 de nuevo en su forma breve de Spain is
different y ya acompañada de alusiones al legado moderno del país como carta
de presentación al mundo.
Poco a poco, el concepto different que, en un principio aludía a lo diferente,
lo exótico, lo intacto de una España aislada, lo regional, monumental, históri-
co o lo típico, fue derivando en un different que se refiere a lo diverso, lo dual,
al binomio exótico y moderno, a las bellezas de España que conviven con la
modernidad incipiente.
Figura 3. Cartel turístico año 1929. Fuente: Patronato Nacional de Turismo / Cartel turístico
año 1949. Fuente: Instituto de Estudios Turísticos / Cartel turístico año 1962, Dirección Gral.
De Turismo. Fuente: Instituto de Estudios Turísticos.
Cristina Arribas Sánchez 65
El Veraneo
“118. Se ha dicho que el veraneo es el invierno de las almas. Es tiempo, cier-
tamente en que el mundo, el demonio y la carne hacen mayor estrago en las
almas. Pero Dios, que nos ha dado tantas bellezas y tantos modos de recreo,
tiene derecho a esperar de su criatura racional otra correspondencia, más
conforme con la razón y con la fe.
123. Deben evitarse los baños mixtos (individuos de distintos sexos), que
entrañan casi siempre ocasión próxima de pecado y de escándalo, por mu-
chas precauciones que se tomen, y más, si cabe, en las piscinas, donde lo
reducido del espacio y la aglomeración de personas hacen más próximo el
peligro. Ni se atenúa porque las piscinas sean propiedad particular y aún
familiares.
126. En los baños mixtos, si de ningún modo se puede evitar, el traje de
hombres y mujeres debe ser más modesto y emplearse sólo para el agua,
cubriéndose al salir con el albornoz. Evítese la convivencia en la playa y
fuera de ella con estas prendas”2.
Con estos fragmentos podemos hacernos una idea de cuál era la atmósfera
que se vivía en el país y cuál el peso que el catolicismo y la moral tenían en la
sociedad española del momento.
Por otro lado, la explotación del arcaísmo de lo autóctono, los viejos es-
tereotipos y la simplificación del modelo geográfico y cultural. Ambos pro-
pósitos se mezclaban y se producía cierta confusión de la finalidad política y
turística: un país moderno, pero que no abandonaba los aspectos más tópicos
hasta el momento, una modernidad, por tanto, a la española.
Figura 7. Segovia. Acueducto y plaza Oriental. Ediciones París-JM. 1971 / Barcelona. La cate-
dral. Postales Recuadro Blanco. Vikingo. 1967 / Playa de Aro (Costa Brava). Carrera. 1971 /
Puerto de la Cruz. Camellos y hotel San Felipe.
Figura. 10. Motel El Caballo Blanco. Playa de Valldelagrana. Puerto de Santa María (Cádiz).
Ed. IGOL-Barcelona.
Cristina Arribas Sánchez 73
Figura 11. Tower of light. New York World’s Fair 1964-65. Official World’s
Fair Postcards by Dexter / The Turf Room. Dexter Press. Años 50 /Motel
The Executive. Plastichrome. Años 60 /New York. Acacia Card Company.
Años 60 / Carl Hoppl’s Restaurant Baldwin. New York, Long Island. / Tampa
International Airport. Curteichcolor. Años 50
74 La imagen moderna de España en los años 60 ...
3 Francisco Franco. Frase del mensaje que dirigió a los españoles para inaugurar el nuevo año
1963.
76 La imagen moderna de España en los años 60 ...
Conclusión
“… Es preciso reconocer, como mérito del turismo, el haber permitido a una
masa cada vez mayor de europeos, el conocimiento directo de la realidad es-
pañola, muy diferente de las imágenes tendenciosas con las que la represen-
taban en sus propias patrias una gran parte de los órganos de opinión…4”
Fraga nunca se cansaba de repetir que la mera conservación de la España
exótica no entraba en sus planes, su proyecto fue una vía de modernización
que proponía producir ambientes exóticos, pero modernos. Las publicaciones
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Cristina Arribas Sánchez 81
Rossana Campodónico
Gabriela Angelo
Introducción
Este capítulo aborda el papel que ha desempeñado la imagen de Punta del
Este (PdE)1 en la construcción de “Uruguay, país turístico” en el período 1960-
2002.
Para ello, se realizó el análisis de diferentes fuentes– prensa escrita nacional
y departamental, revistas, folletos, material bibliográfico y fílmico - lo que per-
mitió efectuar una interpretación de quiénes actuaron en el proceso de con-
formación. De esta manera, se enfoca el análisis de las fuentes atendiendo a
las modalidades turísticas desarrolladas, los ámbitos para la sociabilidad, los
discursos emitidos por los diferentes actores y el peso que adquiere PdE en el
planteo turístico global.
En el período elegido, se sucedieron hechos y transformaciones que contri-
buyeron a moldear la imagen de país turístico, donde la significación de PdE se
mantuvo a pesar de los cambios, convirtiéndola en el llamado “buque insignia”
del turismo uruguayo -remarcado en todos los discursos oficiales públicos- así
como también, en el de los actores privados. En esta etapa se fomentaron las
inversiones nacionales y extranjeras en su territorio y se favorecieron las rutas
de conexión hacia PdE, fundamentalmente con las mejoras de la Ruta Interbal-
1 En adelante PdE
Marco teórico
La conformación de una imagen turística requiere conocer las prácticas
sociales que acontecieron en el período seleccionado y que involucraron de
distinta manera a los turistas así como a la población residente y las interaccio-
nes que entre ambas se dieron.
Al entender la imagen como una construcción social, se tiene en cuenta la
interrelación que se genera entre distintos fenómenos sociales, las prácticas
sociales y los discursos que se formulan, lo que implica necesariamente in-
tentar abordarla desde su evolución histórica y la confluencia de los distintos
valores que en ella se producen. De acuerdo a lo planteado por N. da Cunha
et al. (2012) cuando se analiza la imagen turística se aborda la imagen de un
producto, en el sentido de un lugar/región/destino como producto pero, fun-
damentalmente, como un espacio social destinado al consumo turístico. En
este caso, la imagen de PdE, la cual está integrada por los componentes tan-
2 Es una ruta de 104 km. de longitud que parte conecta Montevideo con zona Este del país,
adquiriendo este nombre porque atraviesa todos los balneario de los departamentos de Cane-
lones y Maldonado.
3 Es una ruta de 177 km. de longitud que una las ciudad de Colonia y Montevideo, atravesando
los departamentos de Colonia, San José y Montevideo
4 Forma parte del un proyecto I+D CSIC (UdelaR)“Hacia la construcción de un país turístico:
Uruguay 1960-2002” llevado a cabo entre 2015 y 2017
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 85
gibles (atractivos, bienes y servicios que lo integran) así como los componen-
tes intangibles (afectivos, cognitivos, sensoriales) que deben ser aprehendidos
integralmente en los distintos ámbitos de relacionamiento y sociabilidad, así
como su contribución al sistema turístico uruguayo
Al realizar una revisión sobre la extensa bibliografía existente sobre las
definiciones de imagen turística se tuvieron en consideración las que más se
aproximaban al planteo de la investigación, Se parte de la brindada por Ba-
loglu y Mc Cleary cuando expresan que es “[…] la representación mental de
las creencias, los sentimientos y la impresión global del individuo sobre un
destino turístico.”(1999: 330) Se entiende que ésta resulta bastante amplia, por
lo cual, se recurre a los aportes realizados por Assael puesto que integra como
complementario la categoría temporal al decir que la imagen es “[…] una per-
cepción global del destino formado por el individuo a través de varias fuen-
tes de información a lo largo del tiempo.” (1984: 158) Ambas definiciones se
sitúan dentro de la dimensión del turista, faltando incorporar el componente
colectivo que es sustancial en las representaciones sociales y, por ende, en los
imaginarios turísticos. En este sentido, parece adecuado tener en considera-
ción la definición dada por Embacher y Buttle (1989) cuando la define como
“ideas o concepciones poseídas de forma individual o colectiva sobre el desti-
no turístico” (1989: 3).
Tomando en cuenta lo planteado por los autores anteriores y en el entendi-
do de que en esta investigación se tratará sobre la imagen emitida de acuerdo
a lo argumentado por R. Camprubí et al. (2009), es que se adopta la definición
dada por N. da Cunha et al., que contempla todas las dimensiones planteadas
anteriormente cuando sostiene que:
“La construcción de la imagen es una representación mental y social de las
creencias, sentimientos e impresiones de los individuos (turistas y población
local) en un proceso de mediana duración donde confluye el procesamiento
de las informaciones que surgen de distintas fuentes que aluden a los compo-
nentes tangibles e intangibles de la región o localidad referenciada.” (2012: 17).
Es importante destacar la relación muy estrecha que se da entre la confor-
mación de la imagen turística y el concepto de identidad, involucrando así los
componentes claves de imagen, identidad y cultura que parten de un territorio
dado que se va conformando en espacio turístico. Esto en Uruguay comenzó
a gestarse mediante una apropiación del paisaje de los distintos lugares, en
primer lugar, como un fuerte componente identitario de los pobladores de las
zonas aludidas y, posteriormente, con la experiencia de los viajeros y luego de
los turistas. Las prácticas sociales, y por ende, las turísticas, comenzaron a mo-
dificar esos espacios públicos y pusieron en marcha transformaciones que, a
su vez, impulsaron la creación de nuevos paisajes. Si bien, durante las primeras
86 El significado de la imagen de Punta del Este ...
Metodologia
El tipo de investigación es cualitativa mediante un diseño exploratorio, de
acuerdo a lo sostenido por R. Schlüter (2000) -quien adoptando las posiciones
afirmadas por Selltiz et al.- argumenta que “[…] se desprende que la función
principal del diseño exploratorio consiste en descubrir nuevas ideas y nuevas
perspectivas. Por esta razón, los estudios exploratorios son lo suficientemente
flexibles para permitir considerar los más variados aspectos del problema de
investigación“(1976: 60).
Dada las características de la investigación, la principal técnica utilizada fue
la revisión bibliográfica y documental de diferentes fuentes que posibilitaron
un proceso de reflexión propio.
Contexto histórico
El período seleccionado 1960-2002, desde el punto de vista político, co-
mienza con el primer gobierno del Partido Nacional (1959) mediante un Po-
der Ejecutivo Colegiado5 que intentaba establecer una impronta propia que
5 De acuerdo a la Constitución de 1952 el Poder Ejecutivo era ejercido por un Consejo Na-
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 87
cional de Gobierno que se componía de 9 concejeros electos en forma directa por 4 años, sin
reelección inmediata, Este sistema estuvo en vigencia entre 1952 y 1967
8 Los servicios ocupan una posición mayoritaria dentro de la estructura económica uruguaya.
El sector terciario participaba con el 50% del PBI en 1990, aumentando a 56% en el año
1999. Este sector fue el más dinámico de la década, con un incremento de 4.8% anual, impul-
sado principalmente por los rubros de turismo y transporte. G. Bittencourt (2002). “La eco-
nomía uruguaya a fin de siglo: Elementos para un diagnóstico global y prospectiva. Uruguay.
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 89
9 En adelante CIDE
10 La Junta Local de Punta del Este fue suprimida durante la dictadura. En 2010 fue creado el
Municipio de Punta del Este por Ley N° 18.653: Municipios y Distritos Electorales
90 El significado de la imagen de Punta del Este ...
Análisis
La centralidad de PdE y su permanencia en la construcción del imaginario
uruguayo fue fundamental en la construcción de Uruguay como país turístico.
El análisis histórico de esta imagen demuestra que se parte de una concepción
de calma, calidad, excelencia, es decir, un ambiente para pocos. Esta apropia-
ción de la imagen se dio no sólo en los turistas sino también en los residentes y
logrará posicionarse en el imaginario turístico uruguayo mediante su constan-
te afirmación en los discursos de diferentes actores –provenientes de diversos
lugares sociales y espaciales- así como en el relato de las vivencias de cada
verano durante décadas.
De acuerdo con lo sostenido por R. Campodónico et al. (2016), la trayecto-
ria demuestra que la imagen de PdE durante el período planteado conserva la
esencia de un producto típico de veraneo pero que va transformándose en una
ciudad balnearia que mantiene sus rasgos elitistas aunque genera ámbitos para
un turismo no tan excluyente de clase media.
PdE es eternamente presentado como un lugar paradisíaco, afirmación que
se reitera y refuerza por parte de todos los actores del sistema turístico uru-
12 En adelante CNdT
13 En adelante MINTUR
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 93
como uno de los intentos por salir de la crisis de 198214. Durante la investiga-
ción, se registraron una cantidad importante de folletos que refiere a PdE, la
mayoría están en español e inglés, español y portugués, encontrándose algu-
nos también en alemán.
Como se puede observar en la mayoría de las imágenes, se plantean un jue-
go de fotografías que pone en relieve las bondades naturales del destino, en las
que el color que predomina es el azul en todas sus tonalidades, como símbolo
del mar, del cielo -e implícitamente del pabellón nacional- seguido en frecuen-
cia del color blanco y las tonalidades de rojo que se utilizaba para remarcar o
realzar determinados conceptos y/o atractivos del destino.
Las imágenes centrales son las playas y el mar, éstas vinculadas, además,
con una amplia oferta de deportes náuticos y en otros las representaciones
aluden al principal símbolo de la fauna de la zona: el lobo marino. Si bien es-
tas son las imágenes centrales, se complementaban con otras que refieren a la
oferta de juegos de azar, gastronomía y planos referenciales de la ciudad.
Una síntesis de las descripciones que se hacen en cada uno de ellos, se pue-
den resumir en una frase que figura en uno de los tantos folletos que sostiene
–en inglés por ser un balneario internacional- que “everything is possible in
Punta del Este”.
En el relevamiento realizado se detectaron folletos de lugares específicos
como son los que refieren a Isla Gorriti15. En los cuales se establecía cierta
diferencia con los anteriores donde se puede apreciar la inclusión del color
verde como referente de la vida de naturaleza y de una propuesta que alude a
un diferencial de los habituales atributos y atractivos de PdE.
Cuando se argumenta que la imagen inicial presentada por PdE permanece
15 Isla del Río de la Plata situada frente al Puerto de Punta del Este, visible desde la Playa Man-
sa tiene una extensión de 4 ,6 kilómetros largo y por 900 metros de ancho.
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 95
sentaba el poder mostrar con orgullo a los visitantes sus bellezas naturales, la
amabilidad de la gente, la educación de un pueblo culto, y la seguridad, entre
otros. Estos son valores sobre los cuales ya se venía argumentando desde dé-
cadas anteriores y que se mantendrán en los discursos del período, como así
también, la emulación de ciertas prácticas sociales que en PdE se pretendía
reproducir. En este sentido, una fuente Anónimo sostiene que:
“Para una clase social, Montevideo se prolonga natural y físicamente en
Punta del Este, y no solamente en el verano. Para otro sector, aspirante a
clase alta y como tal, aprendiz e imitador, el famoso balneario internacio-
nal, es una meta social, un símbolo de “status”, un lugar que confiere pres-
tigio con solo caminar sus calles, frecuentar sus playas y amanecer en sus
lugares de moda.” (1970: 51).
Ese balneario que albergaba fundamentalmente turistas argentinos y –en
menor número brasileros– hecho que era señalado por todos los medios de
prensa, incluso por aquellos que estaban destinados a un público que no fre-
cuentaba el balneario como lo fue la revista Mundo Uruguayo18. Sobre la im-
portancia de esta publicación, M. Broquetas sostiene que:
“[…] ha quedado de manifiesto la participación de la revista Mundo Uru-
guayo en la difusión de los mismos valores transmitidos por el discurso
oficial en torno a qué significaba “ser uruguayo”. La construcción de este
nuevo imaginario supuso una revisión del pasado histórico -inventando
tradiciones y omitiendo episodios de violencia política y social que habían
jalonado el acontecer histórico de la región- y una cuidadosa selección de
rasgos identitarios que resaltaron la imagen de una sociedad homogénea,
pacifista, cosmopolita, de origen y hábitos europeos, en la que se encontra-
ba fuertemente arraigadas las prácticas democráticas.” (2015).
En un ejemplar de esta revista de 1965, a modo de despedida de la tempo-
rada veraniega haciendo una clara referencia y simbología a uno de sus princi-
pales atractivos de la fauna –los lobos de mar - expresaba lo siguiente:
“Llegue un saludo cordial, amable, cariñoso y honesto a todos los lobitos
argentinos y brasileños que acompañaron nuestra estadía en Punta del Este
(…) muchas gracias por vuestra presencia y les recuerdo que la Península
en otoño, inverno y primavera es hermosa, hermosísima, y lleva de paz,
calma, sosiego y tranquilidad para los que sufran de los nervios.” (Revista
Mundo Uruguayo, 17/3/1965: 15).
Resaltando al final cuáles eran algunos de los principales atributos del PdE,
18 Esta revista se editó por primera vez en 1919 y continuó saliendo de manera ininterrumpida
hasta 1967.
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 97
19 A modo de ejemplo se cita el libro de Diego Fischer “Al Este de la historia. Los pioneros
de Punta del Este”, donde el escritor refirma un relato que vincula al PdE a esa imagen de
paraíso reservados para pocos.
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 99
20 Película argentina en blanco y negro, dirigida por Leopoldo Torres Nilsson, duración 95
minutos, estrenada el 31.8.1961: https://www.youtube.com/watch?v=vW4Y-qN8cPY
21 Es la principal avenida de la ciudad, está adornada con palmeras y tiene una gran variedad
de tiendas y locales de servicios.
100 El significado de la imagen de Punta del Este ...
ta manera se podría decir que la película claramente presenta las dos caras bien
definidas de PdE.
Sobre la significación de la Avenida Gorlero, se pueden observar diferentes
artículos en la prensa, como ejemplo se cita lo argumentado por el diario El
Día sobre fines de la década del 70 cuando expresaba:
“Punta del Este constituye durante el verano, un mundo aparte […]. La vie-
ja avenida Gorlero, en sus horas “pico”, se convierte en “la caldera del diablo
[…]. Es “Gorlero” un desfile, un desfile de extrañas elegancias femeninas o
de ejecutivos o de curiosos potentados indisimuladamente cuidados por
fornidos guardaespaldas.” (Suplemento El Día, 4/11/ 1979).
Existen varias filmaciones de época algunas pertenecientes a archivos par-
ticulares -las cuales dado el uso actual masivo de las tecnologías - son de fácil
acceso. Sólo como ejemplo se seleccionan dos:
1. film que presenta una grabación del entorno familiar de una madre
con dos niños en edad escolar que muestran un día en la playa de PdE
(1960) teniendo como corolario la filmación lo siguiente: “Una etapa
del viaje de vuelta desde Miami a Buenos Aires con las escalas obligadas
de la época”22.
2. otra que corresponde a la década siguiente (1977) y tiene imágenes si-
milares una madre y niños en la playa de PdE a lo que se agrega el juego
con dos perros y un entorno de familias con hijos así como jóvenes
leyendo en la playa23.
Reflexiones finales
Cuando se refiere a Uruguay como “país turístico” se está dando cuenta
de una fuerte vocación turística que surgió a principios del siglo XX, proceso
que comenzó en la capital del país para luego ir apropiándose de la faja costera
(rioplatense y atlántica), y que posteriormente, comienza a incorporar otras
zonas del país como destinos turísticos (Colonia, la región de termas y el litoral
oeste sobre el río Uruguay).
Este proceso ha determinado que, actualmente, el peso del turismo en la
economía del país sea muy importante ya que se encuentra en torno al 7% del
PBI y que el número de turistas que arriba sea igual al número de habitantes.
En dicha trayectoria, la imagen construida sobre este país turístico tiene dife-
rentes componentes siendo central la imagen de PdE, su significado, su impor-
1960 518.963
1970 567.261
1980 1.227.086
1990 1.267.046
2000 2.235.887
Tabla 1. Total de Visitantes Ingresados al país Fuente:
Elaboración propia en base datos MINTUR
tancia y su apropiación.
Si se tiene en cuenta el número de visitantes ingresados al país en el período 1960-
2002 se puede apreciar la siguiente evolución en una segmentación por décadas:
En el período 1960-2002 la relación de ingresos por turismo, el PBI y la
relación entre ambos se sitúa en una media de 3%. Sobre estos totales se señala
que el 25% promedial tuvo como destino del viaje PdE, cifra que si bien parece
no demasiado elevada adquiere un peso mayor cuando se analizan los ingresos
brutos por turismo receptivo donde lo que refiere a PdE ronda el 48%. Por lo
que el efecto de posicionamiento y arrastre que tiene el principal balneario
condiciona fuertemente a todo el sistema turístico uruguayo.
El análisis de la imagen de PdE es sustancial para entender el proceso re-
ferido, imagen permeada también por los beneficios económicos asociados al
balneario de donde surgen las denominaciones de “buque insignia” o “motor
del desarrollo turístico del país” que aparecen constantemente en los discursos
oficiales, y también empresariales. Sin lugar a dudas, estos elementos y otros
que se han analizado contribuyeron de manera significativa a la consolidación
y permanencia de la imagen de PdE y, por tanto, a la construcción de Uruguay,
país turístico. Porque, como ha sostenido una operadora turística “Punta del
Este es y será” (Diario La República, 24/8/1996: 15) dado que tiene una identi-
dad que se ha ido modificando en consonancia con los cambios que se produ-
cen en los hábitos y pautas de conducta.
De acuerdo a las diferentes fuentes analizadas, se entiende que los concep-
tos que se asocian a la imagen de PdE, y que han sido la carta de presentación
del país en materia turística a nivel regional, e internacional, se han mantenido
a lo largo de las décadas abordadas, en este sentido se pueden sintetizar en la
figura 6.
102 El significado de la imagen de Punta del Este ...
Bibliografía
Angelo, G. (2017) Períodos de transformación en la historia del turismo en el
Uruguay (1977-1982; 1997-2002). Caso Punta del Este. Ponencia presenta-
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Nacional de Mar del Plata, Argentina.
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Assael, H. (1984) Consumer, Behavoir and Marketing Action, Boston, Kent.
Baloglu S. - Mc Cleary, K. “Un Modelo para la Formación de la Imagen de un
Destino” Annals of Tourism Research en Español Vol.1 (2), 1999, 325-55.
Bittencourt, G. (2002) La economía uruguaya a fin del siglo: Elementos para un
diagnóstico global y prospectivo, Uruguay.
Broquetas, M. (2015) Fotografía e identidad. La revista “Mundo uruguayo” en
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Bogotá.
Campodónico, R. (2016) El desarrollo turístico como país turístico (1960-1986).
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104 El significado de la imagen de Punta del Este ...
Informes
Clement-Smith Inc. (1972) Siete pasos para acelerar el turismo en el Uruguay.
Informe de consultoría. Bajo contrato con la Agencia para el Desarrollo
Internacional por la Dirección Nacional de Turismo. Ministerio de Trans-
porte, Washington, DC.
Rossana Campodónico y Gabriela Angelo 105
Fuentes Documentales
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2) Archivo del Ministerio de Turismo
3) Diario El Día – Suplemento
3.1. “Aquellos Festivales de Punta del Este”, Suplemento El Día, 4/11/1979 s/p.
3.2. “Entre los lugares más hermosos del mundo, Punta del Este”, Suplemento
El Día 13/1/1980 Portada
3.3. “Poder de captación de Maldonado” Suplemento El Día 4/12/1960 s/p.
3.4. “Punta del Este: “la bruja” 19/2/1961, Suplemento El Día s/p.
4) Diario El País
4.1. Diario El País, 26.1.1996
4.2. Indicadores de Mercado, 26.1.1996
5) Diario La República
5.1. “Contra la retórica”, Diario La República, 24/8/1996, 15
5.2. “De paradero indígena a la ciudad de la furia”, Diario La República, Punta
del Este 90 años, 5/7/1997, 3
5.3. “Hay un gran entusiasmo en la gente por los festejos” Diario La República,
Punta del Este 90 años, 5/7/1997, 9
6) Diario Península,
6.1. Ejemplar 14.1.1987, 4
7) Diario Punta del Este
7.1. Ejemplar 29/1/1961
8) Revista Mundo Uruguayo, 17/3/1965, 15
9) Revista Posdata, Secretos de la Costa, 29.12.1995, 55
Webgrafía
1) www.guiapuntadeleste.com recuperado el 15/9/2017
2)www.viajeauruguay.com recuperado el 13/9/2017
3)www.youtube.com
3.1. Bellver, Marcelo (2013) – Video Punta del Este 1977 en www.youtube.
com/watch?v=C0Z9f5aV5Fg recuperado 4/10/2017
3.2. Documental “Cien años” Punta del Este” en www.youtube.com/
watch?v=M4mGkHZ5mqc recuperado 9/9/2017www.youtube.com/
watch?v=aZFQ-5y9X_4); recuperado 2/10/2017
3.3. Ferdeca52 (2010) video Punta del Este 1960 en www.Youtube.Com/
Watch?V=Azfq-5y9x_4 recuperado 2/10/2017
3.4. Sires, J. Torre Nilsson, L .y Gaffet, N. (productores), Torrre Nilsson, L.
(Director). (1961) Piel de Verano, Argentina, Producciones Ángeles recu-
perada en https://www.youtube.com/watch?v=vW4Y-qN8cPY) 20/9/2017
Comunicación turística 2.0: medición y
consecución del engagement online
Alba-María Martínez-Sala
Rocío Cifuentes Albeza
Francisco Julián Martínez Cano
Introducción
El potencial del turismo como motor de desarrollo socioeconómico (Or-
gaz Agüera y Moral Cuadra, 2016) aconseja un enfoque marketiniano de su
gestión orientado hacia la construcción y comunicación de marcas sólidas. Tal
y como señalan Fernández-Cavia, Vinyals Mirabent y López Pérez (2013) los
destinos necesitan comunicar más allá de la tradicional información turística.
Hablar de comunicación turística, exige referirse a la comunicación online
y a uno de sus canales principales: las redes sociales. En éstas, los contenidos
generados por los usuarios [CGU] gozan de valor y credibilidad (Fotis, Buhalis
y Rossides, 2012; Gómez, Server y Jara, 2017; Leung, Law, van Hoof y Buhalis.
2013; Litvin, Goldsmith y Pan, 2008) ejerciendo una gran influencia en sus
decisiones (Biz, Santos, Michelloti Bettoni y Mendes Thomas, 2016; Pantano,
Servidio y Viassone, 2011; Santana Talavera, Rodríguez Darias, Díaz Rodrí-
guez y Aguilera Ávila, 2012). El protagonismo del usuario ha convertido las
redes sociales en una herramienta clave para la difusión y comercialización
de los destinos turísticos (Mariani, Buhalis, Longhi y Vitouladiti, 2014; Ma-
riani, 2015). Su integración en las estrategias de comunicación turística debe
realizarse con el fin de generar espacios de participación e interrelación con
el público (Puiggrós Román, Tort Gonzàlez y Fondevila Gascón, 2017) y exi-
ge una monitorización y evaluación constante (Gómez et al. 2017). Para ello
disponemos de diferentes herramientas que proporcionan datos relativos a la
Estado de la cuestión
Comunicación turística 2.0 y la investigación en el ámbito de las
redes sociales
El sector turístico es uno de los más influenciados por el modelo web 2.0
(Santana Talavera et al., 2012) y por las redes sociales (Ramírez Gutiérrez, Fer-
nández Betancort y Santana Talavera, 2014). Éstas son responsables, en gran
A-M. Martínez-Sala, R. Cifuentes Albeza y F.J. Martínez Cano 109
sobre otros usuarios (Biz et al., 2016; Pantano et al., 2011). Para ello el elemen-
to clave es la participación y los consiguientes CGU, por lo que estos deben ser
incentivados, analizados y evaluados. Las OMD deben monitorizar todos los
contenidos que se publiquen en torno a su destino, su marca, etc. y también so-
bre los destinos competidores (Gómez et al., 2017; Rabassa-Figueras, Paniagua
y Setó-Pàmies, 2014). Ciertamente esto se revela como una tarea ímproba de-
bido a la cantidad ingente de CGU que podemos encontrar tan solo en el ám-
bito de las redes sociales (Mariné-Roig y Clavé, 2015). Para facilitar esta tarea
se han desarrollado diferentes herramientas que no solo recuperan y compilan
los CGU, sino que los evalúan en base a distintas métricas (Kietzmann, et al.,
2011), también, en base al engagement. Este es un indicador clave de la eficacia
de la comunicación en redes sociales de las OMD (Hays et al., 2013; Mariani
et al., 2016; Mariné-Roig y Huertas, 2016). La medición del engagement sirve
para evaluar el grado de consecución de sus objetivos, ayudando a la toma
de decisiones, a la planificación y la orientación de las futuras inversiones de
marketing (Torres, 2009).
Engagement online
El engagement online es definido por Mollen y Wilson (2010) como el gra-
do de compromiso cognitivo y afectivo del consumidor con la marca en la
relación establecida a través de cualquier canal digital. Se manifiesta por lo
tanto mediante la interacción de los usuarios en los canales digitales. Como
manifestación conductual se puede medir en función del uso de las opcio-
nes de interacción que estos ofrecen. El concepto de engagement, así como
la fórmula para su medición han sido objeto de numerosos enfoques y pro-
puestas (Bowden, 2009; Hollebeek, 2011; Van Doorn, Lemon, Mittal, Nass,
Pick, Pirner y Verhoef, 2010; Vivek, Beatty y Morgan, 2012). Pese a la falta de
consenso, todos coinciden en su relevancia y en la necesidad de medirlo, para
lo cual es fundamental, en primer lugar, conceptualizarlo. Para ello recurrimos
a la definición propuesta por Oviedo-García, Muñoz-Expósito, Castellanos-
Verdugo y Sancho-Mejías (2014) porque se plantea en nuestro mismo ámbito
de investigación: Facebook. Los autores concluyen que el engagement es una
manifestación de un grado de conexión y compromiso por parte de los consu-
midores, expresada a través de interacciones y de sus implicaciones, más allá
de la compra, hacia las actuaciones de una marca, producto o empresa, inde-
pendientemente de quien haya iniciado la interacción. En base a esta defini-
ción, los autores determinan que la métrica correspondiente al engagement en
Facebook debe contemplar variables relativas al número de publicaciones (co-
municación de la marca) y a las opciones básicas de interacción (respuesta del
usuario en forma de “me gusta”, “compartir” y “comentar”), siendo la fórmula
más frecuente (Hays et al., 2013; Huertas, Setó-Pàmies y Míguez-González,
2014; Frick, 2010; Mariani et al., 2016; Oviedo et al., 2014):
A-M. Martínez-Sala, R. Cifuentes Albeza y F.J. Martínez Cano 111
Al respecto de esta fórmula podemos, por lo tanto, concluir que hay cierto
consenso a nivel académico, respaldado, además, a nivel profesional (Rezab,
2014). Sin embargo, se observan discrepancias en cuanto al grado de implica-
ción atribuible a dos de las tres formas de interacción, concretamente “com-
partir” y “comentar”. Para Merino-Bobillo, Lloves-Sobrado y Pérez Guerrero
(2013), “compartir” supone el mayor nivel de implicación (nivel 3) porque
denota un mayor grado de identificación con la marca puesto que el usuario
comparte una publicación sobre ésta en su propio perfil, situando la opción
“comentar” en el nivel 2. Sin embargo, para Sabate, Berbegal-Mirabent, Caña-
bate y Lebherz (2014) y Mariani et al. (2016) “comentar” se sitúa en el mayor
nivel de implicación (nivel 3) porque requiere mayor dedicación y tiempo por
parte del usuario que la opción “compartir”, que sitúan en el nivel 2. Sí que
coinciden al situar la opción “me gusta”1 el nivel más bajo de implicación (nivel
1).
En base a estas consideraciones Mariani et al. (2016) ponderan las variables
de la fórmula del engagement, resultando la siguiente:
1 “Me gusta”: inicialmente Facebook ofrecía tres formas básicas de interacción “me gusta”,
“compartir” y “comentar. A partir del año 2015, cambiaron la opción “me gusta” por una
más amplia denominada “reacciones” que permite a los usuarios elegir entre un abanico más
amplio para expresar sus opiniones, sentimientos, etc. el nuevo botón “reacciones” ofrece
las opciones “me gusta”, “me encanta”, “me divierte”, “me alegra”, “me sorprende”, “me
entristece” y “me enfada”.
112 Comunicación turística 2.0: ...
Para validarlas, comparamos sus resultados con los datos relativos al tráfico
de turistas. Debemos señalar a este respecto que Mariani et al. (2016) conclu-
yen que en el ámbito profesional no se contemplan los resultados comercia-
les como indicador del engagement logrado a través de las redes sociales. No
obstante, justificamos la elección de este criterio basándonos en el objetivo
principal del engagement. Bajo el paradigma relacional, la comunicación en
redes sociales, persigue, mediante el engagement, crear vínculos que permitan
la fidelización de una comunidad de marca en la que se generen lazos emocio-
nales y sociales con los usuarios (Castelló Martínez, 2010); y la marca, como
herramienta activa del marketing (Costa, 1993), debe contribuir a sus objeti-
vos, entre los que se encuentra el tráfico de turistas (Instituto de Turismo de
España, 2014; Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, 2007).
Metodología
Se ha seguido una metodología empírico-analítica que combina la revisión
bibliográfica sobre comunicación turística, redes sociales y engagement con
un estudio de caso de los perfiles en Facebook de los principales destinos cuya
oferta se centra en el producto sol y playa por su importancia para la indus-
tria turística española (Instituto de Turismo de España, 2017). En cuanto a la
red social Facebook, esta ha sido seleccionada por ser la de mayor número
de usuarios (Interactive Advertising Bureau Spain, 2016; Asociación para la
investigación de Medios de Comunicación, 2017) y la de mayor implantación
entre las OMD (Rabassa et al., 2016).
La muestra la configuran los destinos de sol y playa españoles de mayor
tráfico de turismo internacional y nacional (Instituto de Turismo de España,
2016; Instituto Nacional de Estadística [INE], 2016) (Tabla 1). Desde un enfo-
que geográfico del concepto destino turístico (Luque Gil, Zayas Fernández y
A-M. Martínez-Sala, R. Cifuentes Albeza y F.J. Martínez Cano 113
Resultados
Engagement global
En la tabla 3 mostramos los resultados obtenidos en relación con la inte-
racción de los usuarios, con el consiguiente cálculo del engagement según las
fórmulas vistas, así como los datos relativos a los viajeros españoles que han
visitado los destinos analizados en el 3er trimestre de 2016.
Para abordar la comparativa entre las fórmulas de engagement global, se
han ordenado los resultados obtenidos en rankings individuales de cada una
de las tres variables (E.1, E.2 y tráfico de turistas nacionales) (Tabla 4). Estos
revelan que, en algunos casos, hay diferencias entre el nivel de engagement
global obtenido mediante una u otra fórmula. El caso más llamativo es el de
Castellón, su lugar entre ambos rankings varia en 4 posiciones, debemos men-
cionar que este perfil dejó de publicar posts a partir del 15/07/2016. En los
2 El turismo internacional no ha sido considerado dado que los perfiles analizados están dirigi-
dos principalmente al turismo nacional tal y como queda evidenciado por los idiomas predo-
minantes: castellano, valenciano y catalán. Solo los perfiles de Cataluña, Costa del Maresme,
Costa Dorada, Islas Baleares, Fuerteventura y Gran Canaria difunden contenidos en otros
idiomas y de estas, solo Costa Dorada y Gran Canaria lo hacen regularmente. La mayoría de
los destinos turísticos analizados poseen perfiles específicos para cada uno de los países que
conforman su mercado de consumidores reales y potenciales.
116 Comunicación turística 2.0: ...
Tráfico
INTERACCIÓN USUARIOS ENGAGEMENT GLOBAL
turismo
Nº nacional
OMD
Posts Engagement Engagement (3er
"Reacciones" "Compartir" "Comentar"
(E.1) (E.2) trimestre
2016)
CT 73 113.742 28.049 3.570 45.134 51.841 6.949.222
GE 63 13.780 2.148 301 5.636 6.223 1.840.307
B 76 9.632 2.287 262 3.610 4.143 1.519.457
T 102 1.978 467 30 540 626 1.391.633
C.V. 75 23.849 8955 632 10.363 12.583 6.958.189
V 89 7.938 1.912 199 2.540 2.925 1.542.360
A 180 20.225 3.968 427 3.027 3.421 2.169.100
CS 15 1.303 841 23 3.496 4.587 1.497.097
And 36 3.886 928 101 3.073 3.532 11.482.971
AL 57 7.832 1.741 219 3.856 4.391 894.257
MA 93 1.672 1.022 58 720 928 813.539
CA 38 16.617 4.145 712 12.955 14.762 831.031
H 33 10.782 27.193 557 32.099 48.242 394.949
GR 57 1.411 151 17 589 636 538.632
I.B. 66 1.187 91 21 417 438 1.337.580
Can 87 48.009 10.156 1.056 15.146 17.237 1.737.122
TF 36 2.621 835 43 2.212 2.652 226.688
F 56 10.133 771 330 4.327 4.484 58.763
G.C. 32 4.690 718 93 3.750 4.140 196.410
LZ 16 5.881 1.220 118 10.008 11.385 106.562
Tabla 3. Resultados interacción usuarios, engagement global y tráfico turistas nacionales Fuen-
te: elaboración propia y a partir de INE (2016a, 2016b, 2016c, 2016d, 2016e, 2016f).
ENGAGEMENT GLOBAL
OMD Engagement global Engagement global
Variación %
(E.1) (E.2)
CT 45.134 51.841 14,86%
GE 5.636 6.223 10,40%
B 3.610 4.143 14,76%
T 540 626 15,87%
C.V. 10.363 12.583 21,42%
V 2.540 2.925 15,15%
A 3.027 3.421 13,00%
CS 3.496 4.587 31,20%
And 3.073 3.532 14,95%
AL 3.856 4.391 13,85%
MA 720 928 28,78%
CA 12.955 14.762 13,95%
H 32.099 48.242 50,29%
GR 589 636 7,98%
I.B. 417 438 5,09%
Can 15.146 17.237 13,81%
TF 2.212 2.652 19,89%
F 4.327 4.484 3,64%
G.C. 3.750 4.140 10,42%
LZ 10.008 11.385 13,76%
Tabla 5. Variación porcentual entre ambas fórmulas de engagement global: E.1 y E.2.
Fuente: elaboración propia.
118 Comunicación turística 2.0: ...
ORIGEN DEL
Nº Engagement Engagement
CONTENIDO DEL "Reacciones" "Compartir" "Comentar"
posts E.1 E.2
POST
Marca y
submarcas del 990 209.929,00 75.238,00 6.211,00 6.834,62 8.229,10
destino
Otras marcas:
organizaciones,
139 28.187,00 6.986,00 799,00 5.850,86 6.741,08
medios de
comunicación, etc.
Usuarios 151 69.052,00 15.374,00 1.759,00 12.782,85 14.586,16
Tabla 6. Influencia del origen del post en el engagement. Fuente: elaboración propia.
Figura 1. Engagement logrado según origen de las publicaciones (E.1) Fuente: elaboración
propia.
A-M. Martínez-Sala, R. Cifuentes Albeza y F.J. Martínez Cano 119
Figura 2. Engagement logrado según origen de las publicaciones (E.2). Fuente: ela-
boración propia.
120 Comunicación turística 2.0: ...
Otras marcas:
Marca y submarcas del
organizaciones, medios Usuarios
destino
de comunicación, etc.
E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2
CT 2 2 3 3 1 1
GE 3 3 1 1 2 2
B 2 2 1 1 3 3
T 2 1 1 2 3 3
C.V. 3 3 2 2 1 1
V 2 2 3 3 1 1
A 2 2 3 3 1 1
CS 1 1 2 2 - -
And 1 1 2 2 - -
AL 3 3 1 1 2 2
MA 1 1 2 2 3 3
CA 2 2 1 1 3 3
H 1 1 3 3 2 2
GR 1 1 3 3 2 2
I.B. 1 1 2 2 - -
Can 2 2 1 1 3 3
TF 2 2 3 3 1 1
F 2 2 1 1 3 3
G.C. 2 2 3 3 1 1
LZ 2 1 3 3 1 2
Figura 3. Influencia del contenido (tipo de producto y/o servicio turístico) en el enga-
gement y ranking. Fuente: elaboración propia. Nota: las posiciones en el ranking
están indicadas mediante los números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8
Figura 4. Engagement logrado según tipo de las publicaciones (producto y/o servicio
turístico) (E.1). Fuente: elaboración propia.
Figura 5. Engagement logrado según tipo de las publicaciones (producto y/o servicio
turístico) (E.2). Fuente: elaboración propia.
A-M. Martínez-Sala, R. Cifuentes Albeza y F.J. Martínez Cano 123
Como para la variable anterior recurrimos a una matriz que recoge los
rankings de cada categoría para mostrar los resultados de la comparativa de
ambas fórmulas (Tabla 8). En este caso también observamos diferencias de po-
sicionamiento en el ranking según se aplique una u otra fórmula en los perfiles
de Cataluña, Comunidad Valenciana, Valencia, Andalucía, Almería, Málaga,
Cádiz, Islas Baleares y Tenerife.
Cul tural Acti vo Fa milia Ga s tronomía Na turaleza Oci o Rura l Sol y pl aya
E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2 E.1 E.2
CT 6 6 2 3 5 4 8 8 3 2 1 1 7 7 4 5
GE 4 4 - - 5 5 6 6 3 3 - - 1 1 2 2
B 8 8 5 5 2 2 4 4 6 6 1 1 3 3 7 7
T 7 7 2 2 6 6 1 1 3 3 8 8 5 5 4 4
C.V. 8 8 7 7 4 4 6 6 3 2 5 5 1 1 2 3
V 7 7 6 6 3 2 4 4 5 5 8 8 1 1 2 3
A 6 6 5 5 8 8 4 4 3 3 7 7 1 1 2 2
CS 1 1 6 6 - - 4 4 5 5 3 3 - - 2 2
And 6 4 4 6 5 7 1 1 2 2 8 8 7 5 3 3
AL 6 6 5 3 - - 4 4 1 1 7 7 3 5 2 2
MA 5 4 7 7 6 6 1 1 3 5 8 8 2 2 4 3
CA 4 5 6 4 - - 3 3 7 7 2 2 5 6 1 1
H 6 6 3 3 - - 1 1 4 4 - - 2 2 5 5
GR 4 4 8 8 7 7 6 6 3 3 5 5 1 1 2 2
I.B. 6 6 2 3 - - 3 2 5 5 7 7 4 4 1 1
Ca n 4 4 6 6 1 1 7 7 5 5 2 2 8 8 3 3
TF 3 3 - - - - 2 1 4 4 5 5 6 6 1 2
F 8 8 5 5 7 7 3 3 2 2 4 4 6 6 1 1
G.C. 1 1 - - - - - - 2 2 - - - - 3 3
LZ 2 2 - - - - - - 3 3 - - - - 1 1
Conclusiones
La medición del engagement es sin duda una herramienta imprescindible
para los gestores de la comunicación de las OMD, pero las distintas fórmulas
relacionadas plantean dudas a la hora de utilizarla. En esta investigación se han
revisado y aplicado las más actuales según las distintas propuestas de pondera-
ción de los factores que las integran (E.1 y E.2) (Mariani et al., 2016; Merino-
Bovillo et al., 2014; Sabate et al., 2014). Los resultados muestran índices de
engagement diferentes, con variaciones porcentuales notablemente mayores
en un caso (E.2) que en otro (E.1), como resultado de un mayor número de
124 Comunicación turística 2.0: ...
Agradecimientos
Este trabajo es fruto de una estancia de investigación en la UMH, agrade-
cemos en este sentido la oportunidad que se nos ha brindado desde el depar-
tamento de Ciencias Sociales y Humanas de participar en el Observatorio de
Comunicación y Publicidad de la UMH. Así mismo debemos mencionar la
inestimable y valiosa colaboración de las Dras. Concepción Campillo Alhama
y Rosa Torres Valdés de la UA, y de los miembros de Grupo Enfoca (www.
grupoenfoca.com) en la validación de la herramienta de análisis y en su imple-
mentación. Finalmente, nuestro agradecimiento a los dos revisores anónimos
por sus cruciales aportaciones.
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130 Comunicación turística 2.0: ...
Maria C. Puche-Ruiz
Introducción
Como contenedor patrimonial de primer orden y “puerta de los Patios” de
Córdoba (España), el Palacio de Viana es uno de los diez monumentos más
visitados de la ciudad. Su historia ha transcurrido paralela a cinco siglos de
historia local, si bien ha cerrado los patios, salones y archivos que lo integran
hasta su adquisición por parte de la antigua Caja Provincial de Ahorros de
Córdoba (1980). Este trabajo es una aproximación innovadora a la relación en-
tre turismo y sociedad en el Palacio de Viana, vinculándola con el argumento
de la película “Pasodoble” (José Luis García Sánchez, 1988). Esta “película de
feria, a modo de gran guiñol sainetesco, más ambiciosa intelectualmente que
efectiva” (Caparrós Lera, 1992: 325), narra la “okupación” del Palacio de Viana,
basándose libremente en un hecho real: la movilización de los cordobeses para
recuperar un bien patrimonial que tradicionalmente había estado en manos de
la aristocracia y los visitantes.
La trama coral de “Pasodoble” fue escrita por su director junto al guionista
Rafael Azcona, y gira en torno a la llegada de Makren (Caroline Grimm) a
Córdoba, en busca de su padre biológico, Don Nuño de Riomayor (Fernando
Rey). La joven es fruto de una breve relación mantenida durante la década de
1960 por el aristócrata y una joven “nurse” suiza en la Feria de Abril de Sevilla.
En Córdoba, Makren conocerá a su hermano, Juan Luis (Juan Diego), “rejo-
neador de salón […], parásito cuya gracia emana precisamente en la inutilidad
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Edita nº 23.
134 Traspasando el espacio frontal a ritmo de “Pasodoble” ...
Figura 1. Murallas del Alcázar de Córdoba a principios del siglo veinte y poblado que
habita la familia protagonista del film. Fuente: Hauser y Menet (Colección particu-
lar de la autora) y fotograma del film
Maria C. Puche-Ruiz 137
Figura 4: Portada principal del Palacio de Viana en la década de 1920, y en 1978, cuando los
III Marqueses impedían las visitas (Solano Márquez, en Diario “Córdoba”, 1978a y 1978c).
Fuente: Colección particular de la autora y Biblioteca Central de Córdoba.
Figura 5: Imagen del tráiler que desató la ira ciudadana y primer reportaje gráfico del Palacio
de Viana tras el incidente (Solano Márquez, en Diario “Córdoba”, 1980a; Solano Márquez,
en Diario “Tendillas 7”) Fuentes: Biblioteca Central de Córdoba, Solano Márquez (1980) y
fotograma del film.
Metodología
La investigación sigue las premisas analítico-descriptivas ya empleadas por
Nieto Ferrando et al. (2015) u Osácar (2016), desarrollando los ejes concep-
tuales de su temática (“escenario” y espacio “bastidor” del turismo) para cen-
trarse luego en el contexto específico de estudio (el “escenario” turístico de la
ciudad de Córdoba y la historia de la reivindicación del Palacio de Viana como
espacio patrimonial clave para la sociedad cordobesa) y aplicar la teoría de la
“autenticidad escenificada” de MacCannell (1973) al análisis del film “Pasodo-
ble”.
142 Traspasando el espacio frontal a ritmo de “Pasodoble” ...
se convierte en “sujeto” que proponen Cipriani & Del Re (2012), así como en
la aplicación de técnicas de análisis mixto al ámbito del turismo (Loulanski &
Loulanski, 2011; Fan, Qiu Zhang et al, 2017).
El empleo del software NVivo 11 ha permitido analizar las escenas del film
“Pasodoble” (1988) por medio de segmentos de metraje, que se han categori-
zado según el procedimiento “in vivo” (categorización teórica emergente, rea-
lizada al tiempo que aparecen los temas en el film), para descubrir las tenden-
cias principales del mismo. Se ha elegido, por tanto, un sistema de codificación
inductivo, abierto y directo, que identifica los patrones de análisis, ayudando
a la autora a configurar el sistema de codificación axial (árbol de categorías de
análisis) que aplicará en sus trabajos de tesis.
Así, se comprueba que las categorías (o “ideas fuerza”) que aparecen con
mayor frecuencia a lo largo del metraje de “Pasodoble” (1988) son aquellas
relacionadas con el contexto turístico de la producción (31 referencias, 23’66%
del total), con el “escenario” turístico de la ciudad de Córdoba (“Patrimonio
Histórico-Monumental”, 12 referencias, 9’16%), con el tipo de turista repre-
sentado (“Turista Sightseeing o convencional”, 11 referencias, 8’4%) y con
la “Desigualdad social” entre turistas, cordobeses y gestores (10 referencias,
7’63%).
El análisis de los resultados se ha centrado en estas 4 categorías de entre
las 32 categorías detectadas en el film, ya que aglutinan 64 referencias de un
total de 131 sobre el recurso (48’85%). En la Figura 7 se puede ver la relación
de estas cuatro categorías principales (de izquierda a derecha: “Democracia y
Autonomía”, “Patrimonio Histórico-Monumental”, “Turista Sightseeing o con-
vencional” y “Desigualdad Social”) con las categorías vinculadas a la identidad
de Córdoba y los cordobeses en “Pasodoble” (1988). En esta figura se puede
apreciar cómo las categorías que más se vinculan con la población son las re-
lacionadas con el contexto histórico (política cultural y turística del periodo
1975-1992) y la desigualdad social generada, mientras que el Patrimonio y los
turistas convencionales aparecen retraídos respecto a esta vinculación, perma-
neciendo más alejados de la población que el resto.
El análisis del film pone de manifiesto que, sin embargo, las miradas de cor-
dobeses y turistas convergen en el momento en que la turista es invitada a en-
trar en el Palacio por la familia cordobesa de los Pizarrero (Segmento número
6 del film, minuto 16:25,9). Estos resultados no hacen sino corroborar nuestra
hipótesis de que el Palacio de Viana puede ejercer como espacio liminal don-
de converjan las miradas de cordobeses y turistas, aspecto que se materializa
en “Pasodoble” (1988). El estudio se ha completado con la descripción de la
situación actual del Palacio de Viana, comparándola con la situación ideal pro-
puesta en el film, ofreciendo algunas claves para su reapropiación ciudadana.
144 Traspasando el espacio frontal a ritmo de “Pasodoble” ...
Figura 7. Relación de las 4 categorías que aparecen con mayor frecuencia a lo largo del metraje
del film con las categorías vinculadas a la identidad de los cordobeses.
Figura 8. Calle de las Rejas de Don Gómez en la tira de postales editadas por el II Marqués de
Viana. Fuente: Hauser y Menet. Colección particular de la autora.
Así, tras consultar al Ministerio de Cultura, el hijo del prócer local advierte:
“Señores, a partir de este momento, todo lo que suceda aquí […], que no
trascienda […]. Si todo este lío sale en la televisión, ¿qué pasa?, que se pone
de moda y tó er mundo se pone a vivir en los conventos, en los museos, en
las catedrales. Vamos, el acabose”.
La réplica de la esposa del conservador pone de relieve su desprecio por la
sociedad cordobesa: “Y porque lo dice el Ministerio, tengo yo que comer a base
de chorizo y dormir tirada en mitad de la calle, mientras esos degenerados se
lanzan a la orgía en mi propia casa”. Entre ambos colectivos (ciudadanía y clase
alta), el espectador contempla a “[…] las fuerzas del orden –municipal- que,
impotentes e integradas en el caos” (renegando incluso de la propiedad priva-
da), “necesitarán de otro impulso superior para reconstruir el orden”.
La resistencia de esta familia ofrece, asimismo, una segunda lectura, como
persistencia de los mitos del cine franquista (flamenco y picaresca gitana), el
“tópico del Sur pobre y feliz” que, en definitiva, se niega a abandonar su pri-
macía en la cinematografía española y la imagen turística del país. De hecho,
cuando el número Montoya se infiltra en el Palacio, la abuela María le repro-
chará: “¿Y no te da vergüenza, un gitano, y tan guapo, meterse a policía?”. “¿Y
qué quiere que haga, si no sirvo p’artista?”, responderá el aludido. Su madre,
que regenta un tablao flamenco en la Plaza del Potro, al enterarse de la deser-
ción de su hijo, no cabrá en sí de gozo.
Maria C. Puche-Ruiz 147
La turista suiza
Makren es la turista que viaja según “el modelo de turista de Hollywood”
(Tzanelli, 2007: 2), la “turista sightseeing-convencional” (11 referencias en
NVivo; 8,4 % del total) que llega a Córdoba para conocer a su padre y queda
atrapada, como la familia Pizarrero, entre el “escenario” de la ciudad de Córdo-
ba y su espacio “bastidor”, transformándose poco a poco en una “turista con-
vencida-experiencial” (2 referencias directas de integración con los cordobeses
en el Palacio). De ese modo, se sorprenderá cuando María se ponga a bailar
en las aristocráticas estancias y participará en la juerga flamenca subsiguiente;
sonreirá de complicidad ante la gitana que pretende decirle la buenaventura en
la Plaza del Potro; correrá en busca de un cerdo para la matanza o dormirá en
una cama con dosel reservada a personajes principescos.
Figura 13: Calle de las Rejas de Don Gómez y puerta decorado que simula la portada
principal en “Pasodoble”. Fuente: Fotograma del film
Figura 14: Jardín, Patio de Columnas, Patio de los Jardineros y Patio de las Rejas en el plano de
la primera guía del Palacio de Viana. Fuente: Solano Márquez (1980) y fotogramas del film
152 Traspasando el espacio frontal a ritmo de “Pasodoble” ...
Marqueses y sus invitados veían pasar por la calle Rejas de Don Gome (sic) la
procesión de las Angustias […]. Y dicen que el sublime paso de Juan de Mesa
no solo se detenía ante las rejas, sino que daba un pequeño giro para situarse
mirando al patio”. En este patio, frente a las habitaciones de la última Marque-
sa, será donde tengan lugar escenas decisivas (e irreverentes) del film, como la
curación milagrosa del fraile Fructuoso o la tentativa de suicidio del hijo del
prócer local, ambas con desenlace cómico.
Figura 15: Primera incursión de Makren y del espectador en el limbo del “espacio fron-
tal” de Córdoba. Fuente: Fotogramas del film.
1 Según Irene Contreras, “Salir en ‘Allí Abajo’ tiene un precio”, ABC Córdoba (27/08/2017).
Maria C. Puche-Ruiz 155
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Patrimonialización de la arquitectura
hidráulica del río Seco
(Mutxamel, Alicante)
María-Teresa Riquelme-Quiñonero
grupo enlaza ese sentido identitario con el presente. En esta última concep-
tualización observamos de nuevo dos perspectivas, en las que el patrimonio es
tanto lo que se hereda como lo que se crea en el presente3 o lo que se modifica
a lo largo de las generaciones4, por tanto, está reformulándose constantemente.
Recogiendo las palabras de Beatriz Martín de la Rosa, el “patrimonio es una
utilización de la historia, un rescate de elementos del pasado, desde el presente,
desde las circunstancias y necesidades del presente” (2003: 157).
Por otro lado, se deconstruye el concepto patrimonio (Troncoso y Almirón,
2005: 60). Esta corriente plantea que la definición de los diferentes elementos
que lo constituyen se realiza desde el presente5. En esta construcción social del
patrimonio destaca Llorenç Prats (1997; 1998) al definir el proceso de legiti-
mación de referentes simbólicos a partir de unos criterios de autoridad extra-
culturales, esenciales e inmutables como lo son la naturaleza, la historia y la
genialiadad en lo que denomina pool patrimonial (Prats, 1997: 23-27; 1998: 64-
65). Este autor plantea la imagen de un triángulo delimitado por los criterios
mencionados y dentro de él, se hallarían todos los elementos potencialmente
patrimonializables (Prats, 1997: 27; 1998: 65). Para formar parte del repertorio
patrimonial de una cultura, ha de ser activado mediante un intrincado proce-
so en el que deben participar todos los actores implicados, es decir, el poder
político formal e informal, destacando el papel fundamental que desarrolla la
Academia a la hora de “proponer interpretaciones y significados para estable-
cer nuevos repertorios” (Troncoso y Almirón, 2005: 61).
En este contexto de activación de los recursos patrimoniales, existe una di-
cotomía que ha causado o ampliado el debate que estamos planteando hasta el
momento, generando tensiones entre los diferentes especialistas: los que abo-
gan por la conservación y los que instan al uso turístico de un elevado número
de recursos. Estos últimos defienden la alternativa del turismo cultural6, que
Agustín Santana caracteriza a través de una serie de factores: la discusión eco-
lógica; la forma de organizar las vacaciones, disociado del turismo de masas y
garantizando el prestigio social; y, la oferta de la cultura como una experiencia
individual (2003b: 37-38). Aunque es innegable la repercusión positiva que
tiene la transformación de elementos patrimoniales en productos culturales
6 Definido en la Carta Internacional sobre Turismo Cultural. La gestión del turismo en los
sitios con patrimonio significativo (1999) y adoptado por el Consejo Internacional de Monu-
mentos y Sitios (ICOMOS).
María-Teresa Riquelme-Quiñonero 161
para las comunidades y sus economías locales, se han de tener presentes los
riesgos que han de asumir, como son su mercantilización, su banalización y su
espectacularización debido a la masiva afluencia de turistas que consuman este
servicio (Prats, 1997: 39-56; 1998: 70; 2003), convirtiéndose en el producto por
excelencia y sustituyendo a la cultura en sí misma (Martín de la Rosa, 2003).
Este texto presenta un caso de estudio centrado en el proceso de activación
de diferentes elementos patrimoniales ubicados en la cuenca del río Mont-
negre, en la comarca de L’Alacantí (provincia de Alicante). Esta comarca está
formada por dos municipios de la costa mediterránea -con amplias y recono-
cidas playas- como Alicante y El Campello, y los municipios de interior Agost7,
Aguas de Busot, Busot, Jijona, Mutxamel, Sant Joan d’Alacant, San Vicente del
Raspeig y Torremanzanas. Entre todos estos municipios destacan cuatro al
consolidarse como conurbación de Alicante, la capital de la comarca: El Cam-
pello, Mutxamel, Sant Joan d’Alacant y San Vicente del Raspeig. Observamos
cómo los distintos municipios que conforman la tradicional orta Aliquantis
(Cabezuelo y Gutiérrez, 1990-1991: 69; Gutiérrez, 2017: 27-37) se esfuerzan
en poner en valor su patrimonio arquitectónico al surgir diferentes proyectos
tanto en Alicante como en Sant Joan d’Alacant para la creación de museos
etnográficos dedicados a la producción vinícola de este espacio fértil a finales
del siglo XIX, al complejo sistema de riego y a las arquitecturas defensivas dise-
minadas por esta geografía. En este trabajo, analizamos el término municipal
de Mutxamel, centrado en patrimonializar diferentes estructuras hidráulicas8
que han perdurado hasta nuestros días y la biodiversidad en torno al río Seco.
El objetivo principal de este trabajo es estudiar las diferentes acciones rea-
lizadas para patrimonializar estas arquitecturas y sus espacios. A la par, debe-
mos analizar las consecuencias de dichas acciones sobre el propio patrimonio
y su entorno.
En cuanto a la metodología aplicada, se ha realizado una amplia búsqueda
en la hemeroteca local sobre esta temática para conocer tanto las diferentes
propuestas de actuación sobre las estructuras hidráulicas como la implicación
y la percepción de la ciudadanía y de las diferentes administraciones en su
mantenimiento y perdurabilidad futura. Además, también se han estudiado
8 Descartando molinos, lavaderos, abrevaderos, aljibes, balsas, canales y otras posibles cons-
trucciones que, aunque son parte del entorno, no son objeto de este estudio. Aunque la ex-
clusión de estas arquitecturas se pueda deber a que no son lo suficientemente atrayentes para
los turistas potenciales al estar limitada su rentabilidad económica, hay que mencionar las
actuaciones arqueológicas realizadas en la balsa romana del barranco del Juncaret (2015-
2016) y su difusión a través de una publicación (García y Giner, 2018).
162 Patrimonialización de la arquitectura hidráulica ...
las diferentes actividades de difusión programadas por parte del ámbito aca-
démico y del propio Ayuntamiento. Una vez analizada toda la documentación
trabajada, se procede a redactar el discurso y las propuestas de actuación que a
continuación desarrollamos con el fin de reforzar la conciencia colectiva sobre
su propia historia a la par que crear un nuevo nicho de mercado dentro del
sector turístico.
como restaurar los azudes de Mutxamel y San Juan (Ferrándiz, 1994; 1998b).
Casi 20 años después, la situación de este hito de la construcción hidráulica eu-
ropea comienza a ser muy preocupante porque no se puede asumir el dragado
del pantano por su elevado coste y, además, no sé sabe qué hacer con los lodos
que se extraigan. Al menos, la Comunidad de Regantes “Sindicato de Riegos
de la Huerta de Alicante” asume la limpieza de la pared de esta construcción y
expresa públicamente la intención de “poner en valor este enclave como atrac-
tivo turístico, mejorando los senderos, su accesibilidad y seguridad, así como
la reforma de la Casa del Pantanet” (Rico, 2013).
A finales de la década de los 90 del siglo pasado, el assut Nou fue cedido
por la Comunidad de Regantes “Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante”
al Ayuntamiento de Mutxamel con la única condición de que este asumiera “el
compromiso de su reparación y rehabilitación para evitar su pérdida. Com-
promiso que fue aceptado unánimemente por acuerdo plenario el pasado día
25 de noviembre” (Ferrándiz, 1997c). Casi un año más tarde, leemos la noticia
que recoge la inauguración de estas obras de rehabilitación:
“La inauguración oficial de la reconstrucción del azud de San Juan […] se
llevó a cabo ayer por la mañana en un acto que asimismo fue el de la aper-
tura de la semana divulgativa del «Origen del sistema de riegos de la Huerta
de Alicante» […] Carmen Pérez, directora general de Patrimonio de Cul-
tura, destacó en su intervención que esta reconstrucción está detrás de un
plan de la Conselleria, denominado de la Arquitectura del Agua. «Esto po-
sibilita el actuar en el año 1999 sobre el de Mutxamel y el de El Campello,
así como en algún molino de propiedad pública, para que los estudiantes
puedan entender el sistema de riego de la huerta» […] Asimismo puso de
manifiesto que sobre este tipo de monumentos, «que no son monumen-
tales», es más difícil que la Administración se interese, «a no ser que los
ayuntamientos se muevan por ello».” (Ferrándiz, 1998b).
La presentación de esta restauración fue el primer acto de una semana cul-
tural bajo el título de Origen del Sistema de Riegos de la Huerta Alicantina. Ali-
cante, El Campello, Mutxamel y Sant Joan10, celebrada en Mutxamel y de la que
se editó un folleto ilustrativo sobre la historia del sistema de riego de la huerta.
El programa incluía diferentes conferencias a cargo de autoridades en la ma-
teria como la cronista local Asunción Brotons, Armando Alberola, Antonio
Olcina y Santiago Varela; la exposición de “Documentos bibliográficos de la
época” y la proyección del audiovisual Perspectiva histórica del Pantano de Tibi.
Además, la Asociación Cultural L’Assut comenzó a trabajar en pro de difundir
el sistema de riego de la huerta alicantina desde una doble vertiente. Por un
lado, un grupo de historiadores tenía como finalidad documentar una serie de
11 Resumen publicado por la Concejalía de Turismo de este Ayuntamiento bajo el título Diag-
nòstic de potencialitats turístiques i d’oci (2003). AMM. Sección Local.
168 Patrimonialización de la arquitectura hidráulica ...
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Ferrándiz, V. (1997a) Mutxamel reclama que el pantano de Tibi esté en el IV
Centenario de Felipe II por razones históricas. Diario Información, 10 de
febrero.
María-Teresa Riquelme-Quiñonero 177
Introducción
Turismo y patrimonio etnológico son dos conceptos clave en la construc-
ción de nuestra investigación. Partimos de la idea de que el turismo, el patrimo-
nio etnológico y la articulación de la ciudadanía pueden componer un modelo
innovador de gestión integral fundamentado en la lógica ecológica y cultural
donde se estructura lo sostenible. El patrimonio etnológico es un concepto
de utilización relativamente nuevo (Moncusí Ferré, 2005; Hernández-Martí,
2005) y, como indican García Canclini (1989-1999), Kirshenblatt Gimblett
(1998-2004), Prats (1997) o Santana Talavera (1998), contar con profesiona-
les de la cultura, con recursos y capacidades técnicas y/o epistemológicas no
resulta suficiente para articular un turismo sostenible, ya que la sociedad debe
ser capaz de gestionarlos eficazmente. El turismo es, por un lado, un fenómeno
complejo que transforma el mundo y, por otro, es transformado a su vez en
conexión con las necesidades y los valores de la humanidad (Smith, 1992). La
amplitud y diversidad de conocimientos que deberán manejarse, en un futuro
no muy lejano, serán necesarios para la gestión de los recursos que, como ya
es bien sabido, no son ilimitados. Por tanto, una especialización práctica y una
clarividencia teórico-metodológica serán necesarias para mantener una rela-
ción directa entre sistemas expertos (Giddens, 1999) para que se conjuguen y
Justificación de la investigación
Desde un punto de vista científico la importancia del tema de investigación
viene justificada porque guarda una estrecha relación con la ética, la sosteni-
bilidad y el respeto a la diversidad cultural. Su estudio es conveniente porque
el turismo es una fuente de inspiración, y de motivación para muchas per-
sonas como medio de vida. Asimismo, la educación ciudadana en turismo,
y en el uso de lo etnológico, es necesaria como herramienta de prosperidad
y de posibilidades, para que un grupo social, si lo desea, utilice sus recursos
como medio de producción de la mejor manera posible. Consecuentemente es
necesario entender primero lo que ocurre a nuestro alrededor. Qué recursos
existen de forma natural y de forma construida. De qué manera utilizarlos.
Cuáles son los límites que se deberían o no traspasar para crear un entorno
agradable y sostenible para todas las personas. Por ejemplo, las condiciones
socio-turísticas que se crean, y la amplitud de relaciones socioculturales que
se producen, entre territorio, patrimonio y turismo, son abrumadoras, en una
de las pequeñas localidades investigadas, desde el punto de vista normativo.
Es difícil obviar en esta investigación, por no decir casi imposible, toda la nor-
mativa relativa a denominaciones, patrones territoriales o figuras jurídicas
patrimoniales con las que hemos tenido que trabajar. Toda esa normativa se
traducía en una producción polisémica de recursos turísticos y patrimoniales,
que a veces, confundían y desubicaban a la ciudadanía desde el punto de vista
de la identidad o pertenencia a un grupo social: ¿global o local? Con todo, es
cierto que estudiamos el medio neorrural (Crosby, 1993; 2009; Escobar, 2014)
siguiendo la perspectiva del desarrollo sustentable junto con los objetivos del
desarrollo del milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En
cuanto a estudios parecidos es escasa, o incipiente, la literatura que aborda la
problemática del patrimonio etnológico y su comercialización turística. En ge-
neral, las referencias especializadas que tratan íntegramente la búsqueda de un
modelo o mecanismos de transición y transferencias de conocimientos hacia
María José Romero Ternero 181
o bien turísticos. Sin embargo, a pesar de ello, las entidades mencionadas han
sido referencia para este trabajo, sin olvidar que estamos, nos relacionamos y
existimos en un espacio compartido. Como factores motivacionales están el
creciente número de organizaciones socioculturales que necesitan de respues-
tas, alternativas y enfoques para desarrollar algún tipo de actividad turística
que implique a la ciudadanía y donde el uso de lo etnológico está cada vez más
presente.
Metodología de análisis
La hipótesis de trabajo se enmarca en un contexto geográfico-espacial (Sie-
rra Norte de Sevilla, Andalucía, España y zonas rurales-Pickering, Scarborough,
Whitby- de York, Inglaterra), histórico-temporal (2012-2017) y sistemático-es-
tructural (lógica de mercado, lo local, lo global, lo sostenible). Nos centramos
en dos supuestos, por un lado, el punto de partida considera la ocurrencia
simultánea de dos situaciones:
• El uso del patrimonio inmaterial en el turismo es parte sensible unido
necesariamente a lo material, y consustancial, ambos, a lo etnológico.
• Existe un alto grado de desconocimiento, en cuanto a cobertura e in-
tensidad, del concepto de patrimonio y museos etnológicos en el ám-
bito turístico.
Por otro lado, la existencia de una deficiente o nula colaboración entre Ad-
ministraciones supone una quiebra en la transferencia del conocimiento hacia
la ciudadanía y la sociedad a niveles más prácticos. El conocimiento del patri-
monio etnológico sería una lógica inexistente a priori en el imaginario de los
profesionales del turismo en la praxis. A pesar de ello, una vez que fuese des-
cubierto o promovido ese conocimiento, entendemos que se produciría un en-
riquecimiento y una relación más óptima hacia su puesta en práctica como re-
curso turístico y su comercialización turística. El patrimonio etnológico como
concepto dentro del turismo lo consideraríamos una innovación expresiva
excluida aún del dominio o género lingüístico turístico. Si los profesionales del
turismo que comercializan el patrimonio etnológico no tienen conocimiento
previo sobre qué es y qué no es, probablemente ese acto de comercializar sería
poco o nada rentable e ineficaz desde el punto de vista cultural o etnológico.
Presentamos como bibliografía básica la obra realizada por Santana (1997)
Antropología y Turismo, destacando igualmente a Smith (1997; revisada 2002)
Anfitriones e invitados: Antropología del Turismo. Burns (1999) con su obra An
introduction to Tourism and Anthropology. De igual forma sobresale Pereiro
(2012) y Simonicca (2001) también con sus aportaciones al Turismo desde la
Antropología. En el ámbito patrimonial, destacamos la obra de la australia-
na Laurajane Smith (2006), The Uses of Heritage, Heinich (2009) La Fabrique
du Patrimonie, Macdonald (2012) Otras formas de musealizar los espacios, en-
tre otros. Desde el ámbito nacional destacamos en la revisión bibliográfica y
documental sobre los conceptos de turismo cultural, patrimonio etnológico
y museos, su análisis y problematización teórica autores como Prats (1997),
Fernández de Paz (2015) o Agudo (1997). El marco internacional bibliográfi-
co del Turismo destacamos la teoría aportada por el antropólogo MacCannell
(2003) con su obra fundamental El turista. Una nueva teoría de la clase ocio-
sa. De igual modo distinguimos, al sociólogo John Urry (2004) en The tourist
188 Turismo y participación ciudadana ...
gaze: leisure and travel in contemporary societies. Otros autores revisados como
Erik Cohen (2005), o Nash (1996) estudian el turismo como un hecho social
total. De turismo neorrural destacamos desde la Antropología del desarrollo
a Escobar (2014) y Crosby (1993;2009) especializado en el desarrollo de áreas
neorrurales desde el punto de vista de la ecología medioambiental y el empleo
de recursos de forma sostenida, así como a los geógrafos Vera y Marchena
(1997, 2011) Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos.
A todo ello le añadimos publicaciones periódicas destacadas como PASOS Re-
vista de Turismo y Patrimonio Cultural, Annals of Tourism Research, Revista
de Turismo, Current Issues in Tourism, Tourism Recreation, Research Journal
of Tourism and Cultural Change. En Geografía, Investigaciones geográficas,
en Patrimonio, International Journal of Heritage. En Antropología, especial-
mente, los artículos de ASANA, Asociación Andaluza de Antropología, entre
otras.
De la misma forma, las fuentes documentales consultadas en relación a
programas y planes de dinamización vigentes durante el periodo de investiga-
ción, estadísticas turísticas y/o administrativas (OMT, UNESCO, IET, archivos
municipales…) han sido tenidas en cuenta en nuestra metodología.
Los objetivos que se presentan se secundan con la revisión y análisis de
archivos de fuentes de información bibliográfica, documentos oficiales, In-
ternet y redes sociales (páginas webs, Youtube, Facebook, Twitter) de nuestra
unidad de observación. A lo largo de todo el proceso de revisión bibliográfica
acompañamos nuestra investigación cualitativa (Crane & Angrosino, 1992;
García Ferrando, Ibáñez, & Alvira Martín, 2003) con las técnicas de investi-
gación antropológicas. Hemos utilizado el trabajo de campo, la etnografía, la
descripción densa (Geertz, 2005), la observación participante, redes sociales
y las entrevistas semi-estructuradas. Con ellas nos detenemos a mirar con ri-
gor la organización, el diseño, la promoción y comercialización de actividades
turísticas realizadas por ciudadanos que juegan un doble papel, nativos de un
lugar, y profesionales en formación sobre:
a) guía de turistas y visitantes y
b) promoción turística local e información al visitante.
El grupo de formación de trabajo está constituido por un colectivo de doce
alumnos/as que aspiran a trabajar como guías locales tras la formación de un
taller de empleo en el área de Turismo. Ellos forman parte de la unidad de
observación, junto con otros informantes, para abordar la compresión y el
análisis de los procesos turísticos localizados en el Parque Natural de la Sie-
rra Norte de Sevilla (Andalucía, España)(Escalera Reyes, J.(Coord.) González
Turmo, 1993). Se toma como base la implementación de dos cualificaciones
profesionales establecidas en el Real Decreto 1700/2007, de 14 de diciembre.
El objetivo es llevar a cabo una formación dirigida a la ciudadanía y, dadas las
María José Romero Ternero 189
Resultados
Por medio de estas dos cuestiones damos traslado a los resultados ob-
tenidos en el trabajo de campo: ¿Cómo transmitir y cubrir el concepto de
patrimonio y museos etnológicos en turismo? ¿Cómo sería, entonces, el proceso
de comercialización de un producto turístico teniendo como base un mapa de
recursos etnológico local? Por lo tanto, nuestras reflexiones giran en torno a
las siguientes respuestas o premisas nacidas del trabajo empírico de nuestra
investigación:
i) La búsqueda del compromiso ético-profesional es imprescindible frente
a lo crematístico de la cultura para detenernos más, en los procesos,
que en los objetos. Nos referimos con ello, por ejemplo, a precisiones
terminológicas y fichas de inventario integradas, puesto que el punto
de vista etnológico no aparece en el modelo turístico identificado, y por
consiguiente, lo consideramos insostenible.
ii) Se confirma nuestra hipótesis sobre la no transmisión de conocimientos
y una metodología inexistente entre los sectores de Turismo y Patrimo-
nio: sin presencia clara y definitoria del Patrimonio Etnológico en la
Sierra Norte de Sevilla ni en los Moorlands de Yorkshire.
iii) Encontramos tipologías altamente separadas por estrategias de merca-
do, no teniendo sentido esa división en el modelo cultural y sostenible
que se pretende en un medio neorrural con una visión integral y holís-
tica del territorio.
iv) A través de los hallazgos del trabajo de campo sobre los museos etno-
lógicos, identificamos que no existen museos etnológicos en la Sierra
Norte de Sevilla y que los museos etnológicos en York atienden más
bien a una función social del voluntariado y a cubrir el tiempo libre y
de ocio de las personas jubiladas, más que a identificar e interpretar el
significado de su propia cultura.
Conclusiones
El patrimonio etnológico como recurso presentaba, a priori, un escaso in-
terés de gestión por parte de la ciudadanía, desmotivada, por falta de conoci-
miento y por la precariedad que presentaba sus infraestructuras. Una de las
María José Romero Ternero 191
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Turismo y Empleo: Una mirada al
mercado laboral de Puerto Vallarta y La
Riviera Nayarit, México
Empleo y Turismo
El turismo es una actividad económica que cobró fuerza a partir de la déca-
da de los cincuenta impulsada por los avances tecnológicos y el reconocimien-
to de los derechos laborales que otorgaron a la sociedad una mayor disposición
de tiempo de ocio.
El proceso de transición de una economía de las manufacturas a una de
servicios se vio fortalecida con el desarrollo de esta actividad, que en sus ini-
cios fue señalada como “la industria sin chimeneas” haciendo alusión a la ge-
M.A. Huízar Sánchez, J.L. López Ramos y J.A. Baños Francia 201
Población
Municipio
1990 1995 2000 2005 2010
Puerto Vallarta 111,457 149,876 184,728 220,368 255,681
Bahía de Banderas 39,831 47,077 59,808 83,739 124,205
ZMBB 151,288 196,953 244,536 304,107 379,886
Figura 1. Crecimiento demográfico en la . Fuente: - - (2008) e ,
2010.
Población
Municipio
1990-1995 1995-2000 2000-2005 2005-2010
1 Conformada por los municipios de Puerto Vallarta (Jalisco) y Bahía de Banderas (Nayarit) y
que integra una zona metropolitana inter-estatal; en México, hay 59 zonas metropolitanas, 6
de ellas de carácter inter-estatal (COLEF, 2012).
2 El cambio en la dinámica demográfica se genera por dos factores. El primero es que, recien-
temente las mayores inversiones turísticas se han dado en la costa nayarita; y el segundo, a
la masiva edificación de viviendas de interés social en el municipio de Bahía de Banderas
(Cerezo, 2009).
M.A. Huízar Sánchez, J.L. López Ramos y J.A. Baños Francia 207
las condiciones topográficas de planicie impuestas por la Sierra Madre del Sur
(Baños, 2013).
La dinámica del desarrollo turístico de la ZMBB impulsó una economía
basada en esta actividad con una participación menor del comercio y la cons-
trucción. En la actualidad, la oferta de hospedaje hotelero supera las 40,000
unidades, que se complementan con una amplia variedad de servicios alimen-
tarios y de recreación que constituyen las principales fuente de empleo, ya que
de acuerdo con el (IIEG, 2016) los servicios de alojamiento temporal cuentan
con 12,725 trabajadores registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro So-
cial (IMSS), cifra que representa en 18.6% de trabajadores asegurados; seguido
del de preparación y servicio de alimentos y bebidas con un 7.6%.
La Población Económicamente Activa (PEA) de Puerto Vallarta asciende a
119,107 y se concentra en un rango de edad entre los 20 y 40 años; situación
similar presenta La Riviera Nayarit, con una PEA de 90,150, donde predomina
la edad entre 25 y 29 años (INEGI, 2015).
Sin embargo, ambos destinos también padecen la estacionalidad de la ac-
tividad, con temporadas altas que coinciden con los períodos vacacionales e
invierno, y temporadas bajas que se concentran en los meses de mayo y sep-
tiembre e inciden directamente en el empleo, generando serias afectaciones en
el ingreso familiar y la economía de los municipios.
Durante los meses de temporada alta se genera una sobre oferta de empleo
temporal que absorbe la mayor parte de la mano de obra disponible o incluso
atrae más de otros estados del país, sin embargo, al llegar la temporada baja las
empresas se deshacen del exceso de trabajadores sin ninguna dificultad, bajo
el argumento de los contratos temporales o ante la ausencia de un contrato.
Situación que se ha normalizado en los destinos turísticos como lo señala Rubí
& Palafox (2017) y es aceptada por parte de los trabajadores, brindando la
oportunidad a los empleadores de implementar medidas que atentan contra
los derechos básicos de los trabajadores, sin que las autoridades intervengan,
como se verá en los resultados a continuación.
Condición Porcentaje
Propia 53.7
Rentada 35.2
Prestada 9.5
Otro 1.6
Total 100.0
Figura 5.- Modalidad de propiedad de los trabajadores. Fuente: Elaboración
propia.
promedio del alquiler se ubica entre los 2500 y 4000 pesos mensuales. Costos
que resultan exhorbitantes para quienes ganan entre uno y dos salarios míni-
mos mensuales (Mano a mano, 2018).
Por lo que respecta a la disponibilidad de servicios básicos, se cuenta con
amplia cobertura en la región como se confirma en el caso del agua potable.
Frecuencia Porcentaje
Si 374 97.9
No 8 2.1
Total 382 100.0
Figura 6.- Disponibilidad de agua potable. Fuente: Elaboración propia.
Frecuencia Porcentaje
Si 181 47.4
No 201 52.6
Total 382 100.0
Figura 7.- Acceso a internet. Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones
Las condiciones de trabajo turístico en Puerto Vallarta y La Riviera Na-
yarit, se ajustan a las tendencias internacionales de precarización del empleo,
producto de las prácticas neoliberales que impulsaron la flexibilización del
empleo, bajo el argumento de la calidad y la competitividad que impone a las
empresas el proceso de globalización.
Sin embargo, da la impresión de que son estas las únicas beneficiadas con
un proceso que elimina las conquistas laborales y coloca el trabajo como una
mercancía más a merced del libre mercado, eliminando su esencia social de
214 Turismo y Empleo: Una mirada al mercado laboral ...
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M.A. Huízar Sánchez, J.L. López Ramos y J.A. Baños Francia 215
Introducción1
La relación entre turismo y medio natural es una temática notablemente
controvertida debido en gran medida a que el turismo muestra una clara de-
pendencia sobre éste último (Huete y Mantecón, 2017). No sólo los recursos
naturales tales como playas, aguas de baño, paisajes o espacios naturales pro-
tegidos alimentan de forma fundamental la oferta turística global, sino que
también el turismo, como cualquier otro sector productivo, necesita de unos
inputs procedentes del medio como es el caso del agua. En vinculación con
la actividad turística, el litoral mediterráneo español ha registrado notables
transformaciones sociales, territoriales y económicas en las últimas décadas
(Aledo et al., 2017; Huete y Mantecón, 2013). La Comunidad Valenciana, don-
de se inserta el área de estudio (ciudad de Alicante), experimentó durante la
1 Esta investigación es resultado de la realización del proyecto “Estudio del consumo de agua
y Smart Meters de la ciudad de Alicante. Base del abastecimiento inteligente de agua en una
Smart City” (Referencia IPI 27-17) financiado por Aguas de Alicante, Empresa Mixta, y el
proyecto “Usos y gestión de recursos hídricos no convencionales en el litoral de las regiones
de Valencia y Murcia como estrategia de adaptación a la sequía” (CSO2015-65182-C2-2-P)
financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.
segunda mitad del pasado siglo y primeros años del presente un fuerte desa-
rrollo socio-económico vinculado al impulso de las funciones urbanas como
resultado de la difusión de nuevas actividades (turismo, comercio e industria)
(Morote y Hernández, 2016a).
La mayoría de los municipios litorales y prelitorales de la provincia de Ali-
cante han llevado a cabo el proceso de modernización de las funciones pro-
ductivas apoyándose en lo que se ha denominado “turismo residencial” (Ivars
et al., 2016; Membrado, 2015; Membrado, Huete y Mantecón, 2016). Este con-
cepto se ha utilizado desde finales de los años setenta para explicar los cambios
sociales, económicos y territoriales generados por el incremento de dos formas
de movilidad humana, como son el turismo y la migración (Huete y Mante-
cón, 2010; Huete et al., 2008; Marrero y Huete, 2013). Se trata de una actividad
que se asocia, por un lado, a las formas de veraneo tradicionales y por otra, a
nuevos estilos de vida y tipos de movilidad residencial vinculados a la cons-
trucción masiva de viviendas secundarias (Vera, 2005; Morote y Hernández,
2017). Éste, se trata de un proceso que ha caracterizado a amplios sectores del
litoral mediterráneo español, entre los que cabe citar, por su dilatada trayecto-
ria, las Islas Baleares (Salvà, 2002), la Costa del Sol (Raya y Benítez, 2002) o el
litoral murciano (Monreal, 2001).
Uno de los rasgos más definitorios de estos procesos en la costa alicantina
ha sido la proliferación de la urbanización de baja densidad caracterizada por
sus altos consumos de agua debido a la presencia de elementos externos como
son los jardines y piscinas (Rico, 2007; Morote et al., 2017). Por ejemplo, en el
caso de la tipología de chalés, los consumos por vivienda/día alcanzan unos
valores en la ciudad de Alicante de más de 1.000 litros, reduciéndose a 387
litros en viviendas adosadas, 322 litros en viviendas de bloques de apartamen-
tos y 244 litros en hogares del núcleo urbano (ciudad compacta) (Gil et al.,
2015). Los jardines se han interrelacionado profundamente con el proceso de
urbanización, especialmente en las tipologías de baja y media densidad (chalés
o viviendas adosadas, respectivamente) imitando el modelo anglosajón que, a
menudo, incluye jardín y piscina (Leichenko y Solecki, 2005; Morote y Her-
nández, 2016b). Estos espacios se han convertido en uno de los elementos del
exterior del hogar que más recursos hídricos consumen como consecuencia
de la introducción de vegetación “atlántica” (por ejemplo el césped) (Morote,
2017). Como indica Parés et al. (2013), una de las afirmaciones más aceptadas
desde la difusión de las ideas clorofílicas en las sociedades actuales es el hecho
de que en la región mediterránea y, especialmente en las últimas décadas, se
ha impuesto una tipología de jardín de clima atlántico que utiliza el césped
como principal elemento ornamental. De manera general, este tipo de jardines
predominan en aquellos hogares donde residen las familias de mayor renta
económica a pesar de la mala adaptación de esta vegetación al clima medi-
A.F. Morote, M. Hernández, J. Olcina y A.M. Rico 219
terráneo debido a sus altas necesidades hídricas (Vidal et al., 2011; Morote y
Hernández, 2016b).
Si bien entre los años ochenta y noventa del pasado siglo veinte se registró
un espectacular incremento del consumo de agua para usos urbanos, desde
mediados de la década del 2000 se ha constatado empíricamente un descenso
(March y Saurí, 2014; Gil et al., 2015). Morote (2016) explica que esta disminu-
ción se debe a una amalgama de causas múltiples e interrelacionadas como son
la mejora de la eficiencia del suministro, la instalación de dispositivos de aho-
rro en el hogar, la presencia de electrodomésticos más eficientes en el consumo
de agua, una mayor sensibilización ambiental de la población, el uso de aguas
regeneradas depuradas y pluviales, el incremento del precio del agua, cambios
socio-demográficos, la actual crisis económica y las condiciones climáticas
(sequías). Uno de los factores decisivos que ha repercudido en el descenso del
gasto hídrico en la tipología de chalés ha sido un cambio de percepción de la
población a favor del ahorro de agua tanto por la mejora de los sistemas de
riego, sustitución y reducción de vegetación atlántica y el uso de aguas regene-
radas depuradas y pluviales. En este sentido, como ponen de manifiesto Mo-
rote y Hernández (2016b) en la costa de Alicante son numerosos los cambios
y estrategias llevados a cabo en los jardines unifamiliares con la finalidad de
reducir el gasto de agua, como ha sido la sustitución de la vegetación atlántica
por la mediterránea y la pavimentación de las áreas ajardinadas. Todo ello,
con el objetivo de reducir el consumo y el recibo de la factura de agua. A ello,
cabe sumar el incremento del precio de agua en los últimos años, un aumento
del 77% en tan sólo una década en el caso de la ciudad de Alicante (Gil et al.,
2015).
El objetivo de esta investigación es analizar cómo se han sucedido los cam-
bios socio-territoriales debido a la instalación de la actividad turística en el
área litoral de la ciudad de Alicante, qué repercusión ha tenido en el consumo
de agua y qué respuesta ambiental ha dado la población de las urbanizaciones
(apartamentos, adosados y chalés) en los últimos años debido a la insostenibi-
lidad del modelo urbano implantado, la sequía iniciada en 2015, una incipien-
te demanda y despilfarro de agua y la presencia de elementos externos (caso
de los jardines), donde predomina la tipología con vegetación “atlántica” poco
adaptada al clima mediterráneo. Todo ello, relacionado con las características
climáticas de la costa de Alicante (precipitaciones escasas e irregulares) y una
demanda de agua mayor que la oferta existente, haciendo de esta región, de-
pendiente de recursos hídricos foráneos y vulnerable a la sequía y al cambio
climático.
220 Turismo residencial y consumo de agua en la costa de Alicante ...
Metodología
Metodológicamente, en primer lugar, se ha llevado a cabo un análisis de las
características socio-demográficas (población total, viviendas, etc.), del área
de estudio (distritos urbanos del litoral de la ciudad de Alicante: La Albufereta,
Vistahermosa, Cabo de la Huerta y Playa de San Juan) (Figura 1). Cabe indicar
que se han escogido estos distritos por tratarse de la zona “turística” por exce-
lencia de la ciudad desde los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Para
ello se han consultado datos proporcionados por el Instituto Nacional de Esta-
dística (censo de población y viviendas 2011), datos demográficos (evolución
de la población) por distritos urbanos del Ayuntamiento de Alicante (2000-
2016) y datos socio-económicos (nivel de estudios, tasa de paro y renta media
anual del hogar) proporcionados por el Centro de Investigación y Desarrollo
Estratégico (CIDES) (2016).
En segundo lugar, la empresa suministradora de agua, Aguas Municipaliza-
das de Alicante, Empresa Mixta S.A. (AMAEM), ha proporcionado diferente
información relativa a este servicio. Concretamente: 1) Evolución del consu-
mo de agua de la ciudad de Alicante y de los distritos urbanos seleccionados
(2004-2017); y 2) Información sobre las campañas ambientales que realiza la
compañía en torno al ahorro de agua (tipo de campañas, dípticos, destinata-
rios, lugar de celebración, año, etc.).
Finalmente se han realizado encuestas (julio-septiembre de 2017) a los resi-
dentes de las viviendas de las urbanizaciones de la zona de playas de la ciudad
con el objetivo de conocer las características socio-económicas y las variables
de comportamiento y percepción en torno al ahorro y uso de agua. Estas en-
cuestas se han llevado a cabo en las tipologías de apartamentos, viviendas ado-
sadas y chalés.
Los resultados obtenidos de las encuestas forman parte del proyecto de
investigación “Estudio del consumo de agua y Smart Meters de la ciudad de
Alicante. Base del abastecimiento inteligente de agua en una Smart City)” fi-
nanciado por AMAEM. Uno de los objetivos específicos de dicho proyecto es
analizar las características socio-económicas y percepción en torno al uso y
ahorro de agua en la población de la ciudad de Alicante. Para ello, se llevaron
a cabo encuestas en el sector doméstico y no doméstico. Dentro del doméstico
(objetivo de esta investigación) se diferenciaron los usuarios en función de
las tipologías urbanas (viviendas del núcleo urbano, bloques de apartamentos,
viviendas adosadas y chalés). Para este trabajo se han analizado las correspon-
dientes a las tipologías urbanas predominantes en los sectores de playa. A la
hora de elegir la muestra de las encuestas se ha tenido en cuenta un margen
de error del 5% y un nivel de confianza del 90%. Por tanto, se trata de unos
umbrales bastantes conservadores y que, de cumplirse, logran una gran repre-
A.F. Morote, M. Hernández, J. Olcina y A.M. Rico 221
Resultados
Población, vivienda y consumo de agua en los distritos urbanos
de “Playas” de la ciudad de Alicante
La ciudad de Alicante ha experimentado notables transformaciones territo-
riales y socio-económicas desde la segunda mitad del pasado s. XX. Alicante,
capital de provincia, se caracteriza por la presencia de población española a
diferencia del resto de la costa alicantina donde se ha asentado la población
extranjera, principalmente procedente del centro y norte de Europa por mo-
tivos turístico-residenciales (Morote et al., 2016). La zona analizada en esta
publicación son los distritos urbanos de La Albufereta, Vistahermosa, Cabo
de la Huerta y Playa de San Juan, donde es característica la tipología urbana
de segundas residencias tanto de apartamentos, chalés y, en las últimas dos
décadas, las viviendas adosadas (Morote, 2015).
En 2017, la población total de Alicante ascendía a 329.988 habitantes, re-
presentando la población nacional el 85%, mientras que los europeos extran-
jeros residentes tan sólo el 5,5% (principalmente del norte y centro de Euro-
pa que compran una vivienda por motivos residenciales). En relación con la
población censada en los distritos de playas cabe indicar que desde la década
del 2000 se ha duplicado al pasar de 28.404 a 53.205 habitantes en 2016, desta-
cando por volumen poblacional la Playa de San Juan (21.793 hab.), Cabo de la
Huerta (15.768 hab.) y La Albufereta (9.989 hab.) (Figura 2). En la actualidad,
el 15% de la población de la ciudad se concentran en esta parte de la urbe. Este
crecimiento se debe al espectacular incremento de la urbanización en estas
áreas coincidiendo con el último boom inmobiliario que ha cambiado radical-
mente la fisonomía social de este espacio. En este sentido, actualmente estos
Figura 3. Evolución del consumo de agua en los distritos de playas de la ciudad de Alicante.
Fuente: AMAEM (2017).
el agua suministrada se incrementó con respecto al año 2014 debido a las con-
diciones climáticas (sequía y olas de calor) que repercutieron en un aumento
del gasto hídrico para usos domésticos y no domésticos (especialmente los
usos relacionados con el riego de los jardines tanto privados como públicos).
En el área de estudio, en 2004 se suministraron 4,8 hm3 (el 15,9% del total de la
ciudad), mientras que en 2017 el consumo en esta área litoral descendió hasta
4,4 hm3 (representando el 19% del total y un descenso del 8,3%) (Figura 3).
2017 es de 323 mm, en 2015 se registraron 237 mm, en 2016 212 mm o los 140
mm de 2014. Este hecho también se dejó notar durante la sequía de 1992-95,
mucho más severa que la actual donde se produjeron cortes de suministro y la
evidencia de la fragilidad y vulnerabilidad de los sistemas de abastecimiento.
Las características de las condiciones climáticas de la costa alicantina (escasez
de precipitaciones y recurrentes episodios de sequía), unos usos poco sosteni-
bles y que demandan gran cantidad de agua, el incremento del monto pagado
por la factura del agua (un aumento del 77% en la última década en la ciudad
de Alicante) (Gil et al., 2015) y la proliferación de las campañas ambientales
han sido las principales causas que han motivado un cambio de percepción y
una mejor gestión del uso de agua en el exterior de las viviendas.
Apartamentos Chalés
Comparación de facturas 100% (no compara) 100% (no compara)
Instalación de contador de 57% (sí) 100% (no)
telelectura
Percepción de reducción -57% (se mantiene el 100% (no sabe)
consumo
-42,85%
(moderadamente
concienciados)
Factores de reducción Innovaciones Precio del agua
técnicas, dispositivos
de ahorro, crisis
económica
Recordatorio de campañas 57% (sí) 100% (no)
Tabla 1. Principales resultados sobre el ahorro y percepción del uso del agua de los encuestados
con nivel de estudios de primaria. Fuente: Resultados de las encuestas. Elaboración propia.
Conclusiones
Las medidas adoptadas por los residentes de las viviendas del litoral de Ali-
cante han sido producidas por una serie de causas como son el incremento
del precio del agua en los últimos años, la escasez de precipitaciones debido
a los últimos y recurrentes episodios de sequías y un incremento de la con-
cienciación ambiental. En este sentido, no hay que olvidar que la mayoría de
la población encuestada del área de estudio es población cualificada, con un
poder adquisitivo medio, medio-alto y personas mayores que, según la litera-
A.F. Morote, M. Hernández, J. Olcina y A.M. Rico 231
tura científica al respecto, son más proclives al ahorro de agua que la población
joven (García, 2012). A ello, Gil et al. (2015) añaden que uno de los factores co-
yunturales que han podido incidir en el descenso del gasto de agua en el litoral
mediterráneo es la posible pérdida de renta de las familias desde el comienzo
de la crisis económica en 2008. Ello se ha dejado notar en el caso de la pobla-
ción con estudios de nivel primaria (el nivel más bajo de los encuestados).
En torno a la percepción del consumo de agua, la respuesta mayoritaria
es el mantenimiento del consumo, si bien, para el caso de los chalés se han
obtenido respuestas relacionadas con un incremento y sensación de descono-
cimiento acerca del consumo que se hacía en el hogar. Quizás, por tratarse de
la tipología que más agua consume y, por tanto, puede influir en ese descono-
cimiento. Al respecto, Morote et al., (2016) han calculado que en los chalés de
la ciudad de Alicante el gasto de agua diario supera los 1.000 litros/viv/día y
ello, motivado por la necesidad de regar el jardín o el llenado de la piscina (un
consumo hasta 4 veces mayor que una vivienda del núcleo urbano). En este
sentido, para el caso australiano, Hurd (2006) calculó que más del 50% del
consumo hídrico de los hogares con jardín y piscinas se producía en el exterior
de la vivienda.
Una de las conclusiones que cabe extraer es que las campañas ambientales
han influido de manera directa en la percepción de los encuestados. Ello se
ha dejado notar en varias de las respuestas de la encuesta. En primer lugar, en
la relativa a la comparación de la factura anterior y la instalación de un con-
tador de telelectura que, permite controlar y gestionar su consumo, así como
conocer de manera directa como incide la adopción de hábitos y/o prácticas
relacionadas con el ahorro de agua. En segundo lugar, la pregunta acerca sobre
la opinión del estado de concienciación del encuestado pone de manifiesto un
elevado grado de concienciación en el ahorro de agua ya que la mayoría de las
respuestas contestadas han sido que están muy concienciados o concienciados.
A la hora de analizar la repercusión que hayan podido tener las campañas am-
bientales, cabe relacionarlo también con el hecho de que la mayoría de los en-
cuestados recordaba alguna campaña. Esta cuestión tiene particular relevancia
dada la situación actual de sequía y la existencia de campañas institucionales
vigentes en 2018 (Generalitat Valenciana) sobre la importancia de este recurso.
La relación entre sequía y acentuación de la concienciación ambiental sobre la
trascendencia del recurso agua es un hecho constatado en otros episodios de
sequía y otros países (ver March et al., 2015). Para el caso de la costa de la pro-
vincia de Alicante, Morote (2016) ya puso de manifiesto que los propietarios
de las viviendas de las urbanizaciones habían realizado cambios y estrategias
en el uso del agua en el jardín con tal de ahorrar agua e incluso habían cam-
biado en algunas ocasiones sus estilos y modos de vida (reducción del espacio
ajardinado, mantenimiento del agua de la piscina durante varios años, etc.).
232 Turismo residencial y consumo de agua en la costa de Alicante ...
Esto, entre el año 2007-2013, supuso un descenso del gastode agua en estos
hogares del 54% al sustituir esa fuente no convencional los usos que antes se
garantizaban con agua potable (Gil et al., 2015). Por lo tanto, las aguas rege-
neradas depuradas también son un buen ejemplo para lograr unas ciudades
más sostenibles y adaptadas al cambio climático (mayor irregularidad de las
precipitaciones e intensidad y frecuencia de sequías), de vital importancia por
sus efectos en las áreas urbano-turísticas.
Lo que se puede aprender del caso de la ciudad de Alicante y que se puede
extender a otros ámbitos con condiciones climáticas y socio-económicas simi-
lares (litoral mediterráneo europeo, áreas semiáridas de los EE.UU. o Austra-
lia) es que factores como la necesidad de usar más agua para los usos exterio-
res (dado el predominio de vegetación mal adaptada al clima mediterráneo),
sumado a la escasez de precipitaciones y recurrentes episodios de sequía, un
incremento del precio de agua y mayor concienciación ambiental gracias a la
proliferación de campañas de sensibilización (especialmente coincidiendo con
episodios de sequía), son los elementos principales a la hora de entender los
nuevos comportamientos y percepción del consumo de agua. Además, desta-
car que, en aquella población con un nivel educativo menor (que en la mayoría
de los casos se traduce en un menor poder adquisitivo), el ahorro se produce
más por el tema económico que por el ambiental.
Agradecimientos
El autor quiere mostrar un cordial sentimiento de gratitud a Aguas Muni-
cipalizadas de Alicante, Empresa Mixta S.A. por la facilitación de datos sobre
consumo de agua, y en especial a Asunción Martínez, Francisco Bartual, Fran-
cisco Agulló, César Vázquez, Vicent Martínez y Antonio Sánchez.
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236 Turismo residencial y consumo de agua en la costa de Alicante ...
Isabel Rubio
Yolanda Lázaro
Mª Isabel Ariceta
Fernando Asenjo
Introducción
El ocio, el deporte y el turismo son tres fenómenos característicos de las so-
ciedades contemporáneas, y son factores que inciden los unos sobre los otros
(Christine y Jones, 2005). Numerosos estudios nos dejan clara su importancia
en las sociedades avanzadas actuales. Uno de los primeros estudios a los que
debemos hacer referencia es la obra Deporte y ocio en el proceso de la civili-
zación en la que Elias y Dunning (1992) analizan diferentes aspectos del de-
porte y ocio en las sociedades modernas. La interrelación de estos elementos
proporciona al consumidor un bienestar físico, mental y social. El binomio
turismo-deporte en la cultura actual destaca por la capacidad de generar y
proporcionar experiencias significativas a miles de individuos. Por todo ello,
la celebración de grandes eventos deportivos se ha convertido en una fuente
generadora de beneficios directos e indirectos para el individuo, como expe-
riencia, y para la sociedad. Este capítulo, se centrará, además de en buscar las
claves para entender el turismo deportivo como una experiencia de ocio, en
analizar la evolución, efectos y significación de los eventos deportivos aconte-
cidos en la ciudad de Bilbao en los últimos años.
Medina y Rey (2010) apuntan que turismo y deporte son conceptos com-
plementarios e interrelacionados, puesto que ambos tienen mucho que aportar
para el desarrollo económico de un lugar, estimulan la inversión en infraes-
tructuras deportivas, de comunicación, etc., que serán disfrutadas tanto por
la población local como visitante y por ello organismos tanto públicos como
privados manifiestan interés por ellos y se esfuerzan por incrementar políticas
de actuación en torno al turismo deportivo. La interconexión entre turismo y
deporte es una evidencia en las sociedades avanzadas, (Latiesa y Paniza, 2006)
y prueba de ello es el acuerdo de cooperación suscrito en 1999 entre el Comité
Olímpico Internacional (COI) y la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Medina y Rey (2010) señalan la existencia de dos componentes en el turis-
mo deportivo:
• Turismo deportivo activo: aquel que lleva a las personas a ir fuera de su
lugar de residencia para participar en actividades físicas, y
• Turismo deportivo pasivo: aquel que lleva a las personas a ir fuera de su
lugar de residencia para visionar actividades físicas.
Actualmente ha aparecido otra forma denominada turismo deportivo en
relación con la nostalgia, es decir, aquel que venera atracciones asociadas con
actividades físicas y tiene un campo de actuación muy amplio basado en las
experiencias vividas (Fairley y Gammon, 2006).
Algunos ejemplos son: el Museo Olímpico de Lausanne, inaugurado en
1934 (reconstruido en 1993 con un coste de 68 millones de dólares) que fijó el
objetivo de 100.000 visitantes anuales, y en el año 2001 presentaba una media
de 189.000 visitantes anuales. Así mismo, el Museo del Camp Nou es el museo
más visitado de la ciudad de Barcelona.
Según el Anuario de Estadísticas Deportivas (2017), el 4,7% del total de
viajes realizados en 2016 por ocio, recreo o vacaciones de los residentes en
España fueron iniciados principalmente por motivos deportivos. A estos 4 mi-
llones de viajes han de añadirse las entradas de turistas internacionales que se
realizan principalmente por motivos deportivos, 1,4 millones en 2016, cifra
que supone el 2,2% del total de viajes realizados por ocio, recreo o vacaciones
de este colectivo.
Dicho Anuario señala que los indicadores del gasto total asociado a los
viajes realizados por motivos deportivos principalmente, alcanzó en 2016 la
cantidad de 1.010,2 millones de euros para los residentes en España y 1.383,8
millones para las entradas de turistas internacionales.
Otra cuestión importante es la relación que se establece entre eventos de-
244 Eventos deportivos y turismo ...
portivos y destinos turísticos. Los eventos deportivos son una vía para mejorar
la marca del destino turístico (Chalip y Costa, 2006).
También se distingue entre los recursos turísticos deportivos construidos
y los naturales. Estos últimos ayudan a los destinos a posicionarse de forma
favorable en el mercado, ya que los deportes en la naturaleza son una vía im-
portante de crecimiento de los destinos turísticos (Higham, 2005).
Eventos deportivos
Los deportistas, desde siempre, se han desplazado para poder participar en
campeonatos nacionales, continentales, mundiales y olimpiadas.
Actualmente, nos encontramos con deportistas que hacen turismo para
practicar deporte de una manera seria o recreativa y también personas que se
desplazan para poder disfrutar de competiciones de alto nivel como son los
campeonatos de Europa, mundiales, torneos, Juegos Olímpicos, etc.
Las urbes están invirtiendo en organizar eventos deportivos o mantener
equipos de alto nivel en sus ciudades para atraer tanto a deportistas como a afi-
cionados. En definitiva, la ciudad puede quedar asociada al concepto de evento
debido a la aceleración del tiempo, afirmándose que el tiempo inmediato pro-
duce un efecto de espectacularización (Antón, 2005).
Los eventos deportivos se han convertido en un importantísimo reclamo
para miles de aficionados, constituyendo en la actualidad una gran oportuni-
dad para los destinos que buscan aumentar sus atractivos (Getz, 2003).
El deporte es considerado, en opinión de Goldman y Johns (2009:125) “un
sector económico importante a nivel individual, organizacional y nacional, sien-
do importante su contribución en la actividad económica y en la creación de
riqueza”.
Roche (2000) define los megaeventos deportivos como acontecimientos a
gran escala, con un carácter espectacular, con enorme poder de atracción so-
cial y profundo significado internacional. En ellos participan tanto organismos
gubernamentales de carácter nacional como organizaciones no gubernamen-
tales de ámbito internacional. Además, también puede señalarse que son acon-
tecimientos de duración breve y acotada en el tiempo, tal y como apunta Hiller
(1998).
Las características principales de los megaeventos deportivos, en opinión
de Horne y Manzenreiter (2006) son:
• Capacidad para atraer espectadores y audiencias de todo el mundo y
las potenciales repercusiones o impactos que tienen en la ciudad o país
Isabel Rubio, Yolanda Lázaro, Mª Isabel Ariceta y Fernando Asenjo 245
La ciudad de Bilbao
Los antecedentes del Bilbao actual nos remontan a principios del siglo XX,
donde nos encontramos con una metrópoli que basa su desarrollo económico
en la industria, la siderurgia, el sector químico y eléctrico avalado por una
fuerte banca que sirve para financiar todo el tejido empresarial.
La crisis económica de los años 80 afecta directamente a los sectores antes
mencionados en los que se sustentaba la economía de toda Bizkaia, a lo que se
suma una gran riada en 1983 que arrasó gran parte de Bilbao y del Territorio
de Bizkaia, siendo la puntilla para muchas actividades que estaban en claro
declive.
Ante este panorama, a finales del siglo XX, Bilbao tiene que dar un cambio
radical a su economía. El cambio se sustenta sobre cuatro puntos básicos. El
primero de ellos es la mejora de los accesos a Bilbao y de la movilidad interior
en la ciudad, ampliándose para ello el Puerto de Bilbao, y el Aeropuerto, y en
lo referente a la movilidad de los propios ciudadanos, se puso en marcha el
metro, el tranvía y se crearon nuevos paseos, entre otras mejoras. Todos estos
aspectos son fundamentales para el desarrollo de los eventos deportivos.
La regeneración de la calidad medioambiental y urbana, segundo aspecto,
Isabel Rubio, Yolanda Lázaro, Mª Isabel Ariceta y Fernando Asenjo 247
eventos deportivos.
En cuanto a los impactos económicos que este evento generó para Bilbao y
el Territorio de Bizkaia, según datos de la Diputación Foral de Bizkaia, ascen-
dieron a 24 millones de euros de manera directa (generado por las aficiones de
los equipos que jugaron en la sede bilbaína), superando en cuatro millones las
previsiones y un impacto indirecto de 11 millones de euros. Asimismo, fuen-
tes de la Diputación apuntaron que el 87% de esta cantidad se concentró en el
sector hostelero y hotelero. De hecho, la ocupación hotelera de Bilbao durante
la competición fue de un 86%, con un precio medio que doblaba el del mismo
periodo en el año anterior. Otros equipamientos de alojamiento, los albergues
y “hostels”, tuvieron ocupadas todas sus plazas durante el fin de semana del
evento deportivo y estuvieron a un 96% de capacidad el resto de los días. Por
otra parte, según los datos ofrecidos por Nekatur (Asociación de Agroturismo
y Casas Rurales de Euskadi) el 57% de los agroturismos de la zona señalaron
que sus huéspedes estaban vinculados al Mundial de Baloncesto, aumentando
sus pernoctaciones veinte puntos con respecto a las mismas fechas del año
anterior.
También las Oficinas de Turismo de Bilbao ofrecieron datos sobre las per-
sonas atendidas durante los días de duración del evento (29 de agosto al 4 de
septiembre de 2014) apuntando que fueron 14.268 personas, un 91,88% más
que en las mismas fechas del año anterior, 2013.
Por otra parte, el comercio supuso un 2,8% del impacto global.
Durante los años 2014 y 2015 se celebró, junto al Museo Guggenheim y
saltando desde el puente de La Salve a la Ría de Bilbao, una prueba de la Red
Bull Cliff Diving, evento que regresa a la Villa en junio de 2018. La esencia del
Cliff Diving se resume como una caída libre desde 27 metros combinada con
increíbles acrobacias y donde participan los mejores “clavadistas” mundiales.
Este evento atrajo en la última edición celebrada en Bilbao, en 2015, a 52.000
espectadores y fue retransmitido por televisión a nivel internacional. La prue-
ba se emitió en directo a 26 países a través de la web www.redbullcliffdiving.
com.
Según fuentes oficiales del Ayuntamiento de Bilbao la cifra estimada en be-
neficios de imagen hacia el exterior superó, en 2015, los tres millones de euros.
En el mes de noviembre, del día 2 al 13 de 2016 se celebró el Mundial Junior
de Bádminton en Bilbao. Este Mundial1 reunió a 300 participantes de 40 paí-
ses. Aunque en el País Vasco no hay muchas licencias (401), en el mundo hay
1 http://www.bilbaointernational.com/cuenta-atras-para-el-campeonato-del-mundo-ju-
nior-de-badminton-2016/ (3 dic. 2017)
250 Eventos deportivos y turismo ...
2 https://www.triatlonnoticias.com/noticia/triatlon/un-mes-edp-bilbao-night-marathon (3 dic.
2017)
252 Eventos deportivos y turismo ...
Bilbao 2017 reunió a unos 500 atletas, con un alto porcentaje de extranjeros de
los cinco continentes, con un programa de carreras y concursos de 19 pruebas.
De una forma esquemática todos estos eventos quedan recogidos en la ta-
bla 1.
Conclusiones
El ocio como experiencia de calidad de vida es uno de los grandes logros de
las sociedades avanzadas. Se dispone de más tiempo sin ocupaciones laborales
que se dedica a actividades que proporcionan disfrute. Disfrute intrínseco y
subjetivo y que no tiene por qué ser igual a otro individuo. Un ocio que es
elegido de manera libre, voluntaria y que conlleva descanso y divertimento la
mayoría de las ocasiones. El ocio supone también un desarrollo personal que
nos realiza y es fuente de calidad de vida. Por todo ello, el ocio, se ha converti-
do en un derecho que cada vez es más reclamado en nuestra sociedad.
Diferentes autores, ya reseñados, han reflexionado sobre los beneficios del
ocio destacando la mejora de una condición o situación de una persona, grupo
o entidad en el marco de un ocio generativo o proactivo; la prevención de una
condición no deseada y/o el mantenimiento de una condición deseada en el
contexto de un ocio preventivo o sostenido; y la consecución de una experien-
cia psicológica satisfactoria en el marco de un ocio ajustado o autotélico. Todo
ello permite percibir el ocio como una experiencia positiva para el bienestar
de la persona.
Expertos en el tema, como Cuenca (2000), indican que se puede vivir el
ocio desde el ámbito de la cultura, el turismo, el deporte y la recreación. En
este trabajo se ha puesto de manifiesto la relación entre el turismo y el deporte
como una combinación que cada día está ganando más partidarios.
Los eventos deportivos que atraen a aficionados del deporte tienen un im-
pacto económico, comercial, turístico, físico, sociocultural, psicológico y po-
lítico de gran relevancia en la ciudad en la que se producen. Los megaeventos
deportivos suponen un revulsivo para las economías locales y nacionales pro-
vocando en ocasiones una transformación urbanística, sociocultural y política.
Por ello, para numerosos países, un objetivo prioritario es la organización
de grandes eventos deportivos que les permitirá desarrollar y mejorar su nivel
deportivo y turístico, lo cual les servirá como una importante fuente de ingre-
sos y les permitirá mostrar al mundo sus opciones turísticas (Moreno, 2015).
La celebración de un acontecimiento deportivo aporta beneficios socioeco-
nómicos a las ciudades y países sede (Crompton, 1995) y por ello el impacto
que estos puedan tener en el entorno donde se celebra el evento es elevado
(Añó, 2001).
Las consecuencias positivas a nivel urbano debidas a un evento deportivo
Isabel Rubio, Yolanda Lázaro, Mª Isabel Ariceta y Fernando Asenjo 255
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256 Eventos deportivos y turismo ...