Lectura Seguridad Electrica

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Capítulo II.

- Seguridad eléctrica en equipos e


instalaciones médicas.
2.1.- Introducción.

El Instituto de Medicina estimó en el 2000 que la cifra de muertes por errores médicos
estaría entre 44000 y 98000 solo en los hospitales de EE.UU1, ya para el 2004 el mismo
Instituto planteaba que estas cifras continuaban en aumento. Una gran parte de estos
accidentes son imputables al uso inadecuado de equipos médicos como resultado de una
preparación insuficiente y falta de experiencia. Ya desde inicios de la década del 70 Ralph
Nader y Carl Walter denunciaron que unos 1200 norteamericanos podían ser electrocutados
cada año durante procedimientos rutinarios de diagnóstico y terapia. Walter H. Olson
plantea en los 90 que el incremento de la complejidad en los equipos médicos y su
utilización en más procedimientos, parejo a sus beneficios implica unos 10 000 accidentes,
sólo en Estados Unidos, en los cuales el paciente recibe algún tipo de daño. Una situación
tan o más aterradora es de esperarse en otros países, especialmente en el sur, infeliz
mercado de tecnologías biomédicas, que exhibe muy débiles procesos de adquisición y
deficiente gestión de riesgo en la operación de Tecnologías Biomédicas.

La seguridad, comprendida como que nada peligroso puede ocurrir, no es absoluta y


depende de muchos factores. Con respecto al equipo electromédico, la seguridad será una
función de las propiedades del equipo, de las condiciones que lo rodean y muy
especialmente del modo en que este se use. La tarea de garantizar estas condiciones,
investigar y desarrollar nuevos métodos de seguridad y advertir al usuario sobre cómo usar
el equipo médico, pertenece a ingenieros experimentados, los cuales además deben
observar las normas y patrones internacionalmente establecidos que resumen de forma
práctica, la experiencia acumulada en el diseño de equipos electromédicos. Por supuesto el
usuario debe manipular el equipo adecuadamente, someter este a mantenimiento periódico
y garantizar las condiciones de instalación exigidas.

Las técnicas de seguridad en equipos médicos se han incrementado apreciablemente en los


últimos años. No solo han aumentado el número de equipos para el diagnóstico y la terapia,
sino también su potencia y complejidad, por otra parte, cuando es necesario, varios equipos
y hasta una instalación completa son usadas sobre un solo paciente, debiéndose prestar
especial atención al modo en que todos estos equipos y medios se relacionan con el
paciente de forma tal que el riesgo de choque eléctrico sea prácticamente imposible.
Médica y técnicamente el diseño del equipo por si solo no garantiza la protección al
paciente, es necesario, conjugar este con las medidas de seguridad en su instalación y
durante su empleo, todos en óptima combinación.

2.2.- Causa generales de riesgo.

- Energías desarrolladas durante el funcionamiento normal de un equipo. Ejemplo:


radiaciones nucleares, rayos x, etc.

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- Energías desarrolladas por el equipo al ocurrir un fallo aún cuando se mantenga
trabajando. Ejemplo: pérdidas de aislamiento, saltos de alto voltaje, o chispas producidas
por conmutación en dispositivos que pudieran provocar explosiones.
- Cuando se interrumpe el funcionamiento del equipo, bien cuando la vida del paciente
depende de su funcionamiento como es el caso de monitores y respiradores, o bien cuando
el examen o tratamiento médico no admite interrupción ni reanudación, como es el caso de
desfribiladores y marcapasos.

Tratando de especificar más las fuentes de riesgo que se deriven del uso del equipo
electromédico, se pueden citar:

1.- Procedente de la energía eléctrica, bien directamente a través del paso de corrientes por
el organismo, alterando sus funciones, o bien de forma indirecta debido a la generación de
radiaciones nocivas para el propio organismo.
2.- De causas mecánicas. Tal es el caso de equipos que presentan aristas vivas, equipos
inestables mecánicamente, mecanismos que favorecen la aparición de averías eléctricas,
etc.
3.- Las perturbaciones de alta frecuencia pueden enmascarar señales biológicas que sirven
de referencia al control de procesos automáticos, dando lugar a respuestas erróneas del
sistema.
5.- Las elevaciones excesivas de temperatura pueden provocar quemaduras o sobresaltos
indeseables.
5.- La posibilidad de producir explosiones, sobre todo cuando el equipo se utiliza en lugares
en que se trabaja con gases tales como el oxígeno, óxido nitroso y otros, normalmente
utilizados en aplicaciones terapéuticas.
6.- El funcionamiento incorrecto del equipo, por corrimiento de su punto de operación
conduciéndolo a brindar resultados alterados, diagnósticos equivocados o acciones
terapéuticas insuficientes que generarían nuevos problemas, como es el caso de
esterilizaciones defectuosas, tradicional fuente de infecciones.
También existen fallos catastróficos debido a la avería de componentes, todos los cuales el
diseñador debe saber prevenir.
Los equipos electromédicos de calidad están protegidos ante un fallo simple y en la
mayoría de los casos son capaces de indicarla y conectar circuitos adicionales para la
protección del paciente.
7.- Los errores humanos en la reposición de piezas, operaciones erróneas, etc., pueden
derivar en problemas de seguridad.
8.- Finalmente, los fallos en la alimentación del equipo han de preverse, especialmente en
aquellos casos en que un equipo garantiza la continuidad de una vida humana.

Tanto el diseñador como el fabricante y el usuario han de ser conscientes, en la medida que
les corresponda, de los riesgos apuntados. Cabe destacar que el paciente no suele estar
consciente del peligro a que está sometido, siendo incapaz de escapar de él, por estar en la
mayoría de los casos sin sus barreras naturales de protección y condicionado mentalmente a
recibir una ayuda y no una agresión.

Por otra parte no es solo el paciente el sujeto a tener en cuenta al valorar la seguridad de un
sistema. El médico u operador pueden verse expuestos a riesgos repetidos, como es el caso
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de los radiólogos. Sin embargo en cualquier caso, el trabajador de la salud es el responsable
de los efectos que sobre el paciente tenga la aplicación del equipo, por lo que se le deberá
exigir un conocimiento preciso del manejo de los equipos y los riesgos de su uso.

2.3.- Efectos de la corriente eléctrica sobre el ser vivo.

La electricidad afectará de alguna forma al organismo cuando este entre a formar parte de
un circuito eléctrico. Para que circule una corriente eléctrica tienen que existir cuando
menos dos conexiones entre el cuerpo y una fuente de tensión externa. Pueden ocurrir 3
fenómenos cuando la corriente eléctrica fluye a través del tejido biológico:

1- Estimulación eléctrica del tejido excitable (nervios y músculos).


2- Calentamiento resistivo del tejido.
3- Quemaduras electroquímicas y daño al tejido por corriente directa y muy altos voltajes.

Los efectos de corrientes eléctricas sobre el organismo dependen de varios factores, como
son:

1.- La amplitud de la corriente.


2.- El tiempo de exposición.
3.- La frecuencia.
5.- El área de contacto con la piel y el tipo de contacto (externo o intradérmico).

Evidentemente el peligro se hace máximo cuando se rompen o violan los límites de la


barrera natural de protección de un individuo y sobre todo si estas corrientes se relacionan
directamente con el órgano rector del sistema cardiovascular.

Se puede definir como nivel de percepción, al mínimo nivel de corriente, que puede ser
detectado por una gran mayoría de personas, quienes la perciben, cuando resultan excitadas
sus terminaciones nerviosas.

Cuando alguien con las manos humedecidas agarra en cada mano un pequeño alambre de
cobre, conectados a un generador eléctrico, el más bajo umbral de percepción se detecta
alrededor de los 0.5 mA a 60 Hz. El umbral para corriente directa está entre 2 y 10 mA,
cuando se siente un ligero calentamiento de la piel.

Un efecto que puede ocasionar una corriente de elevado valor aplicada de manera continua,
al atravesar las fibras musculares, es el fenómeno de contracción muscular aguda,
produciendo además dolor, posibles desgarraduras del músculo, roturas de ligamentos e
incluso rotura de tejido óseo.

El mínimo umbral para la corriente límite del control muscular, es decir cuando la persona
no puede soltarse voluntariamente del contacto eléctrico, es de 6 mA.

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En la figura 2.1 se puede apreciar la curva de intensidad-duración, que brinda la corriente
mínima necesaria para una adecuada contracción muscular con una duración determinada
del estímulo.

i
músculo t

nervio tc
i = iR ( 1 + )
t
2 i
R

reobase
i
R

tc
cronaxia
Figura 2.1. Curva de intensidad-duración.

A partir del gráfico se puede definir corriente de reacción de un determinado músculo a


aquella corriente mínima que en condiciones experimentales dadas, provoque una
contracción muscular.

Cuando el nivel de corriente aplicado está por encima de la corriente de reacción puede
ocurrir una pérdida del control motor, motivando que el individuo no pueda, bajo esta
acción, aislarse del punto de aplicación de la corriente.

En dependencia del material biológico que se encuentra entre los electrodos, o sea
músculos, fibras nerviosas, receptores sensoriales, glándulas y fluidos del cuerpo, se
tendrán curvas de intensidad de estímulos contra duración similares, con diferencias
principales en la escala del eje tiempo. El umbral para el nervio es mucho menor por lo que
en pocas ocasiones se produce la activación directa del músculo.

La corriente de umbral para un estimulo infinito en duración es denominado reobase y la


menor duración de un estimulo del doble de la corriente de reobase se denomina cronaxia..

Del análisis de estas curvas puede llegarse al criterio que mientras más corta sea la duración
del estimulo, mayor será la corriente requerida para lograr la estimulación, es decir para
frecuencias más altas es necesaria mayor amplitud, no obstante la intensidad del estimulo
aplicado tiene un límite, puesto que un estimulo de muy alta intensidad puede producir

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quemaduras u otros efectos secundarios. Con el fin de minimizar una estimulación dolorosa
se recomienda el empleo de pulsos muchas veces más cortos que los valores establecidos
por el tiempo de cronaxia. En la tabla 2.1 pueden verse algunos valores de cronaxia para
diferentes tejidos.

Tejido Tiempo [ms]


Flexores de los brazos 0.08 - 9.16
Extensores de los brazos 0.16 - 0.32
Músculo del muslo 0.1 - 0.72
Músculo cardíaco 0.24 - 0.72
Ventrículo 2
Fibra 0.2
Vestibular 14 - 22
Lengua 1.4 - 1.8
Conos de la retina 2.1 - 3.0
Tabla 2.1. Valores de cronaxia.

Mediante experiencias con corrientes del orden de magnitud del umbral de percepción y de
la corriente de pérdida del control motor se ha deducido que los efectos de la corriente son
casi independiente de la frecuencia hasta unos 1000 Hz, figura 2.2, por encima de este
límite, si se desea obtener el mismo efecto, hay que aumentar la corriente proporcional a la
frecuencia.

En 1883, D’Arsonval demostró que la corriente a través del cuerpo humano no causa
sensación si se aumente la frecuencia más allá de 2 500 a 5 000 Hz. Otros investigadores
han coincidido también en que la tolerancia del cuerpo humano a la corriente se
incrementa con el aumento de frecuencia. Ejemplo de esto son las experiencias llevadas a
cabo por D'Arsonval, quien hizo pasar corriente de 1 A a través de dos sujetos para
encender una lámpara, con una frecuencia que oscilaba entre 0,5 y 1 MHz, sin que ninguno
de los individuos tomados de la mano experimentaran sensación alguna, además de dejar
pasar a través de su propio cuerpo una corriente de 3 A empleando alta frecuencia.

Cuando la corriente que atraviesa el tejido es incrementada por encima del valor umbral,
aparecen una serie de sensaciones que dependen del área del electrodo, su localización,
frecuencia y forma de onda de la corriente aplicada.

Con el aumento del área de los electrodos, con una densidad de corriente menor se llega a
la sensación de dolor, debido a que una mayor área del electrodo estimula un mayor
número de receptores, aumentando desproporcionalmente la percepción del estimulo.

Una corriente que atraviesa el organismo puede ser peligrosa o fatal si crea densidades de
corrientes locales en órganos vitales que sean suficientes para interferir con su
funcionamiento.

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[mA]

100

50
6
20 5

10 4

2 3
2
1

0.5 1

0 10 50 100 500 1 000 5 000 10 000 [ Hz]


Curva 1: Límite convencional de los valores de corriente que no dan lugar normalmente a ninguna reacción.
Curva 2: Umbral de percepción para un 50 % de las personas examinadas.
Curva 3: Umbral de percepción para un 99.5 % de las personas examinadas.
Curva 4: Corriente límite para el 0.5 % de las personas examinadas, es decir que no pueden soltar el
electrodo.
Curva 5: Corriente límite para el 50 % de las personas examinadas, es decir que no pueden soltar el electrodo.
Curva 6: Corriente límite para el 95.5 % de las personas examinadas, es decir que no pueden soltar el
electrodo.
Figura 2.2. Influencia de la frecuencia sobre los efectos de la corriente en el organismo.

El corazón es un músculo formado por un conjunto de cavidades en su interior, que trabajan


como dos bombas, conectadas en serie, pero accionadas en paralelo. El accionamiento de
este órgano, resulta el más susceptible a la corriente eléctrica en el sistema cardiovascular,
debido a las propiedades de las fibras musculares que forman el miocardio. En su conjunto
presentan la propiedad de despolarización eléctrica y contracción periódica perfectamente
ordenada, obteniendo un magnifico rendimiento.

El paso de corriente eléctrica a través del corazón, puede provocar la despolarización de


conjuntos de fibras musculares de forma prematura, de modo que se alteran la secuencia de
activación de las diferentes zonas del miocardio.

Un estimulo que contraiga el corazón provoca la obstrucción completa del miocardio, que
detiene la acción de bombeo del corazón interrumpiendo la circulación sanguínea. En el
límite, las fibras del miocardio se contraen caóticamente, perdiendo eficiencia el corazón,
dando lugar a una disminución generalizada de la presión arterial, que en un periodo breve
de tiempo puede producir daños irreversibles en el sistema nervioso central por carencia de
oxigeno, provocando la muerte. A este fenómeno se le denomina fibrilación cardíaca. La
fibrilación muscular es la causa que produce la muerte con mayor frecuencia en accidentes
eléctricos.

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La tensión necesaria para producir la corriente eléctrica depende únicamente de la
resistencia eléctrica que el organismo presente a la corriente. Esta resistencia puede variar
desde unos pocos Ω hasta varios MΩ. La resistencia de la piel constituye la mayor parte de
la resistencia que presenta el organismo. La conductancia de la piel es proporcional al área
de contacto y las condiciones de la piel.

Quemaduras, daños

Contracción sostenida del miocardio

Fibrilación ventricular

Parálisis respiratoria, fatiga, dolor

Pérdida del control motor

Umbral de la percepción

Mínimo Típico
Umbral de percepción 0.5 mA 0.7 - 1.1 mA
Corriente límite de control muscular 6 mA 10.5 - 16 mA
Parálisis respiratoria 18 - 22 mA
Fibrilación ventricular 75 - 400 mA
Contracción sostenida del miocardio 1-6A
Tabla 2.2. Efectos fisiológicos de corrientes eléctricas.

Por lo general, son muchos los efectos que influyen en la magnitud de corriente eléctrica
necesaria para producir un efecto fisiológico concreto en un individuo. En la tabla 2.2 se
dan los valores aproximados de corrientes, así como efectos que producen estas para un
tiempo de exposición de entre uno y tres segundo y varios niveles de corriente alterna de 60
Hz aplicada al exterior del cuerpo. En las consideraciones precedentes se ha empleado
siempre la magnitud de la corriente eléctrica para describir el efecto de la electricidad.

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La piel seca, ilesa, presenta una conductividad aproximada de 2,5 µs/cm2, valor realmente
pequeño, debido principalmente a la capa más externa de la piel, epitelio, quien ofrece una
protección natural frente a los peligros eléctricos.

Si se corta la piel o se introducen a través de ella objetos conductores, la resistencia


disminuye siendo tan solo la del tejido entre los contactos la cual pudiera oscilar alrededor
de los 500 Ω.

La necesidad de introducir catéteres, dentro del sistema circulatorio, o en las mismas


cámaras del corazón introduce un factor de riesgo de fibrilación sobre el paciente, a causa
del paso de corriente a través del catéter proveniente del exterior del organismo. En general,
la densidad de corriente necesaria para producir fibrilación está en función del área del
catéter.

2.4.- Distribución de la energía eléctrica en el hospital.

Un diagrama simplificado de un sistema de distribución de energía eléctrica es mostrado en


la figura 2.3. El alto voltaje 4 800 V entra al hospital normalmente por vía soterrada. El
secundario de un transformador reductor suministra 240 V. El secundario tiene una toma
central aterrada, suministrando dos circuitos de 120 V entre tierra y cada uno de los
extremos del secundario del transformador. Generalmente los equipos de alto consumo
tales como aires acondicionados, hornos eléctricos, equipos de rayos X, etc., son
conectados al circuito de 240 V. Comúnmente los receptáculos de pared, así como la
iluminación opera desde los circuitos de 120 V.

115 V, 60 Hz

Vivo - negro
Tierra - verde
120 V Neutro - blanco
4 800 V
desde la subestación tubería de agua
tierra física
Vivo - negro

Tierra - verde
Neutro - blanco

Figura 2.3.- Diagrama simplificado de un sistema de distribución de energía eléctrica.

El National Electrical Code (NEC) en su artículo 517-13 de 1990 establece que todos
receptáculos sean aterrados mediante cable (verde) aislado de cobre. Algunas viejas

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instalaciones usan conductos metálicos como conductor único de tierra, los cuales resultan
generalmente deficientes a causa de la corrosión y deterioro de las conexiones.

2.5. Peligros eléctricos en una instalación hospitalaria.

Dentro de los casos típicos que se pueden presentar en una instalación hospitalaria y que
pueden dar lugar a peligros para el estado del paciente, produciéndole contracciones
musculares, fibrilación, etcétera, están el denominado macrochoque que ocurre cuando
fluye suficiente corriente a través de la piel del individuo para causar efectos motores,
quemaduras, fibrilación, etcétera y está el denominado microchoque referido a aquellas
situaciones en las que debido a la utilización de electrodos invasivos o próximos al corazón,
cantidades pequeñas de corriente, que no son detectadas por un individuo pueden provocar
fibrilación del músculo cardiaco u otros efectos adversos. Valores típicos que pudieran
producir la muerte por macrochoque y por microchoque se muestran en la Tabla 2.3.

Macrochoque Microchoque
[mA] µA]

20 - 200 20 - 200
Tabla 2.3. Nivel de corriente a 50 - 60 Hz que puede producir la muerte.

Como se explicara anteriormente, dentro de la explotación del equipamiento médico y la


instalación aparecen determinadas causa de riesgo que deben ser disminuidos no solo por
parte del diseñador, sino por el personal médico y paramédico en la explotación del
sistema.

Desde luego los pacientes son sujetos que no están preparados para recibir estos riesgos
pues sus problemas son otros y se han puesto en manos del personal médico, luego es
necesario combinar todos los esfuerzos con el objetivo de contribuir a elevar la fiabilidad y
disminuir el riesgo de rotura de los equipos y las instalaciones.

Macrochoque Microchoque
[mA] µA]

2-5 < 10
Tabla 2.4.- Niveles de seguridad generalmente aceptados en caso de falla simple.

Los dos casos que por su importancia pueden darse como típicos en una instalación
hospitalaria son los siguientes:

1- El macrochoque: fenómeno que ocurre cuando suficiente corriente fluye a través de la


piel y tejidos de un individuo que puede provocar desde contracciones musculares leves o
agudas, fibrilación, efectos motores, quemaduras, etcétera, hasta la muerte.

2- El microchoque: se refiere a situaciones en las que producto de la utilización de


electrodos invasivos o próximos al corazón, pequeñas cantidades de corrientes que no son

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detectadas por un individuo pueden provocar fibrilación del músculo cardiaco u otros
efectos adversos.

Los niveles de seguridad ampliamente aceptados para prevenir el peligro de macrochoque y


microchoque se muestran en la Tabla 2.4.

2.5.1.- El peligro de macrochoque.

La alta resistencia de la piel seca y la distribución espacial de la corriente a través del


cuerpo, cuando una persona recibe un choque eléctrico, son dos factores que reducen el
peligro de fibrilación ventricular. La resistencia de la piel limita la corriente que puede fluir
a través del cuerpo de una persona, cuando esa persona se pone en contacto con una fuente
de voltaje. La resistencia de la piel varía ampliamente de acuerdo al contenido de agua y
grasa. Los valores típicos de resistencia para un cm2 de piel seca e intacta están entre 15 kΩ
y hasta casi 1 MΩ. Si la piel es penetrada o rota la resistencia cae a valores tan bajos como
el 1 % del valor de la piel seca. La resistencia asociada a cada miembro del cuerpo es de
unos 200 Ω y de unos 100 Ω para el tronco, así que puede considerarse que la resistencia
interna del cuerpo entre cualquiera dos miembros es de unos 500 Ω. Estos valores son más
altos para personas obesas.

Cualquier procedimiento médico que reduce o elimina la resistencia de la piel incrementa la


posible corriente a fluir y hace al paciente más vulnerable al macrochoque. Por ejemplo la
gel que se aplica a los electrodos registradores de biopotenciales para reducir la impedancia
de la piel. El termómetro electrónico situado en la boca o en el recto también actúa como un
bypass a la resistencia de la piel. De manera tal que los pacientes en áreas de atención
médica pueden correr mayores riesgos de macrochoque que en su entorno diario.
Rcc Ip
Equipo
Cortocircuito Red
E Rc

R cc Resistencia del cortocircuito

Enchufe Ip Rc Resistencia Caja-Paciente-Tierra

Puesta a tierra

Red
Figura. 2.4.- Peligro de macrochoque.

El caso más típico de macrochoque se muestra en la figura 2.4, donde las partes metálicas
de un equipo no se ponen a tierra, luego un cortocircuito ocasional, o pérdida de
aislamiento del cable de alimentación con el chasis puede colocar a este a la tensión de
línea. En caso que un usuario toque el equipo, establece un retorno a tierra de la corriente.

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La magnitud de la corriente que atraviesa a través del usuario será:

E 110 V
Ip = = ≈ 11 mA
Rcc + Rc 10 kΩ + 1 Ω

Desgraciadamente este es al caso más burdo que pudiera encontrarse en una red
hospitalaria, pero que en muchos de los hospitales se viola, luego una medida que debe ser
prevista es la utilización de un tercer conductor de puesta a tierra, tal y como se ilustra en la
figura 2.5 evitándose los adaptadores de enchufe de 3 a 2 conductores, así como los
alargues y empalmes que pueden provocar aumentos de la resistencia del tercer conductor.

R cc Ip
Equipo
Cortocircuito Red
E Rm
Rc

R cc Resistencia del cortocircuito


Rc Resistencia Caja-Paciente-Tierra
Enchufe Ip R m Resistencia del 3er conductor

Puesta a tierra

Red
Figura 2.5. Puesta a tierra de las partes metálicas accesibles.

Note que fallas por cortocircuito entre el vivo u otro alto voltaje dentro del equipo y tierra
no son tan comunes. Durante la operación normal del equipo son muy pequeñas o casi
nulas las corrientes que fluyen por el tercer conductor de tierra. El conductor de tierra no es
necesario para el funcionamiento del equipo, incluso ni para la protección al macrochoque
si no existe una falla. Por ello un cable de tierra roto o una pobre conexión del mismo no
son detectados durante la operación normal del equipo. Razón por la cual la continuidad del
conductor de tierra y la correcta conexión de la tierra en el receptáculo deben ser
comprobadas periódicamente, durante las tareas de mantenimiento preventivo, en las
instalaciones hospitalarias o por circuitos adicionales.

2.5.2.- El peligro de microchoque.

El microchoque es generalmente resultado de las corrientes de fugas de equipos operados


desde la línea de suministro industrial o debido a diferencias de voltaje entre superficies
conductivas aterradas, que surgen a causa de grandes corrientes que se derivan a tierra. La
corriente de microchoque puede circular hacia o desde las conexiones eléctricas con el
corazón

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2.5.2.1.- Corriente de fuga.

Generalmente se llama corriente de fuga a la pequeña corriente, normalmente del orden de


los µA, que inevitablemente fluye entre cualquier par de conductores aislados y adyacentes
que están a potenciales diferentes, en otras palabras es la corriente que fluye desde las
partes activas, o sometidas a tensión eléctrica del equipo a través de las partes metálicas
accesibles hacia la tierra.

Este tipo de corriente presenta una pequeña componente resistiva que fluye a través del
aislamiento, el polvo y la humedad, así como una fuerte componente reactiva debido a los
acoplamientos capacitivos e inductivos entre los cables de alimentación, transformadores;
etcétera y el chasis del equipo. Si el aparato dispone de un tercer conductor (conductor de
tierra), la corriente fluirá por él, de forma que el chasis se situará a un potencial igual a la
corriente de fuga multiplicada por la resistencia del hilo de tierra. En casos normales esta
tensión nunca deberá exceder unos pocos mV, provocando una situación no peligrosa para
el paciente como fue analizado en la figura 2.4.

Otra situación se presenta cuando existe una conexión directa al sistema cardiovascular, de
manera tal que la corriente de fuga pueda atravesar el miocardio, en este caso aunque no
exista falla de aislamiento la corriente que se deriva a través del paciente, aunque muy
pequeña, pudiera causar estimulación no controlada del miocardio y poner en peligro la
vida del paciente (riesgo de microchoque), esta situación se ilustra en la figura 2.6.

Chasis
R . If
Catéter Ip =
R + Rp

If
R If If
EQUIPO Z
Ip

Enchufe Red
E R Rp
Puesta a tierra

R p Resistencia del paciente


R Resistencia del 3er conductor
Red
Figura 2.6. Riesgo de Microchoque.

2.5.2.2.- Equipos con conexiones eléctricas al corazón que hacen susceptible al


paciente al riesgo de microchoque.

Diferentes equipos clínicos necesitan de conexión directa al corazón. La conexión al


corazón proporciona una vía conductora que aumenta el riesgo para que pueda fluir, en
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 18
caso de accidente o falla, una corriente de micro choque, estas vías conductoras al corazón
son las siguientes:
- Los electrodos de marcapasos externos.
- Los electrodos intracardiacos para el registro del electrograma EGM.
- Catéteres situados en el corazón para medir presión sanguínea, tomar muestras de sangre
o inyectar sustancias tales como colorantes o drogas dentro del corazón.

Insistimos que un paciente está en peligro de microchoque sólo cuando tiene alguna
conexión eléctrica al corazón. La resistencia interna de un catéter lleno de fluido está entre
50 kΩ y 1 MΩ mucho mayor que la resistencia de los electrodos y conductores metálicos
que presentan los marcapasos y EGM. La resistencia interna del cuerpo al microchoque es
de unos 300 Ω y la resistencia de la piel puede ser bastante variable.

2.6. Recomendaciones para minimizar el efecto del choque eléctrico.

Hay dos métodos fundamentales de proteger a los pacientes del choque eléctrico: Primero
el paciente puede ser completamente aislado con respecto a todos los objetos conectados a
tierra y todos los equipos conectados a la corriente eléctrica. Segundo todas las superficies
conductoras en las cercanías del paciente pueden ser mantenidas al mismo potencial, el cual
no tiene necesariamente que ser el potencial de tierra. No obstante ninguna de estas
soluciones puede ser aplicada en su totalidad en la mayoría de los casos, combinándose
ambas y aproximándose todo lo que permita la práctica y la necesidad de aplicar tecnología
biomédica en los procesos de diagnóstico y terapia.

Por supuesto no sólo hay que proteger a los pacientes del peligro de accidentes eléctricos o
de otro origen, sino también al staff médico, paramédicos, personal de apoyo y visitantes.
Necesitan mayor protección los pacientes que tienen equipos directamente conectados,
ECG, EEG, EMG, etc., aumentándose el cuidado a pacientes con conexiones de equipos a
sus partes internas, como es en el caso de catéteres intravenosos y diálisis, necesitan la
máxima protección los pacientes con conexiones directas al corazón dada la existencia del
riesgo de micro choque. Estos criterios serán retomados en el momento de clasificar los
equipos de acuerdo a su riesgo, a fin de darle prioridad con respecto al mantenimiento.
Muchos de los métodos específicos de protección que serán descritos en este epígrafe
pueden ser usados en combinación para producir seguridad redundante.

2.6.1. Sistema de tierra y entorno eléctrico del paciente.

La corriente de fuga no es el único riego de micro choque. Una diferencia de potencial


entre superficies conductoras pudiera impulsar una corriente peligrosa si el paciente se
pusiera en contacto con ellas. Un sistema de tierra debe asegurar la conexión a tierra de
todas las superficies conductoras y receptáculos en el entorno del paciente, a fin de
garantizar la equipotencialidad del entorno. En las instalaciones hospitalarias es importante
mantener un sistema de tierra equipotencial, uniendo las tierras en un panel único y
evitando que entre sus diversos puntos aparezcan diferencias de voltaje, pues esto propicia
corrientes pequeñas que pueden ser peligrosas.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 19


Punto de conexión a tierra para los equipos del paciente

Receptáculos

A otros puntos de conexión


a tierra para equipos del paciente
Sistema de tierra central
de referencia

A la tierra física

a) Esquema

b) Diagrama eléctrico

Figura 2.7.- Sistema de tierra en torno a un paciente.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 20


En la figura 2.7 se muestra el sistema de tierra en torno a un paciente, note que existe un
punto para la tierra del equipo y un punto la tierra de referencia. El punto para la tierra a la
cual unirse los equipos, es conectado individualmente a todos los receptáculos, camas
metálicas, marcos de puertas y ventanas conductoras, tuberías y cualquier otra superficie
conductora. Estas conexiones no deben exceder los 0.15 Ω, y la diferencia de potencial
entre las superficies conductoras no debe exceder los 40 mV. El panel para la conexión a
tierra de los equipos debe ser individualmente conectado a la tierra de referencia de la
instalación.

La norma NEC Artículo 517-15 de 1990 regula la máxima diferencia de potencial que es
permitida en condiciones normales de operación, entre dos cualesquiera superficies
conductoras en la proximidad del paciente, según se muestra en la Tabla 2.5.

Áreas de cuidados generales 500 mV


Áreas de cuidados intensivos 40 mV
Tabla 2.5.- máxima diferencia de potencial permitida en la proximidad del paciente.

En muchas ocasiones en torno a un paciente se encuentran equipos y aparatos que por su


propia naturaleza no incorporan medidas de seguridad adecuadas pudiendo constituir
potenciales de peligro de microchoque. Como medida se recomienda eliminar aparatos sin
tomas de tierra dentro de un radio de 2 ó 5 m alrededor del paciente como se indica en la
figura 2.8.

Figura 2.8.- Zona prohibida para equipos sin toma de tierra.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 21


Resistencia máxima 0,2 Ω

Figura 2.9. Comprobación de receptáculos

Por cada cama para paciente en áreas de cuidados generales deben existir al menos cuatro
receptáculos de corriente de toma simple o dos de doble toma. En áreas de cuidados
intensivos por cada cama para paciente deben existir al menos seis receptáculos de
corriente de toma simple o tres de doble toma. Se recomienda que todas las tomas de
corrientes próximas al paciente se ubiquen en un panel único con todas las tierras unidas a
una altura de 1,5 m.

En los receptáculos debe comprobarse que exista el voltaje de línea adecuado, baja
resistencia a tierra y la apropiada tensión mecánica a fin de garantizar el contacto firme
cuando se conecta el cable de alimentación de un equipo al receptáculo.

Las resistencias de la tierra y el neutro no deben exceder los 0.2 Ω. La mínima fuerza
mecánica para poder retirar una conexión individual en cualquiera de las tres salidas de un
receptáculo es de 115 g, tal y como se ilustra en la figura 2.9.

La NFPA 99 establece diferentes límites para nuevas y ya existentes instalaciones


hospitalarias. El voltaje entre el punto de referencia de tierra común y cualquier superficie
conductora expuesta no debe exceder los 20 mV en nuevas construcciones. Para
construcciones ya existentes el límite es de 500 mV en áreas de cuidados generales y de 40
mV en áreas de cuidados a pacientes críticos. La impedancia entre el punto de referencia de
tierra común y la tierra de cada receptáculo debe ser inferior a 0.1 Ω en las nuevas
construcciones y menor de 0.2 Ω para las construcciones existentes.

2.6.2. Suministros de potencia aislados.

Un transformador de aislamiento, tal y como se muestra en la figura 2.10, es utilizado


cuando se quiere mantener los dos conductores de línea aislados de tierra. Si se produce un
cortocircuito entre cualquiera de los dos conductores de suministro y tierra, a causa de una
falla simple, no fluirá corriente apreciable, por lo que no aparecerán voltajes peligrosos en

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 22


las superficies conductoras aterradas. Si ocurre una falla simple a tierra el sistema se
comporta como un sistema aterrado normal.

Insistimos que en equipos e instalaciones


médicas el diseño se lleva a cabo de
manera tal que el sistema admita una falla
simple dé alarma y siga trabajando
normalmente. Luego para aplicaciones
médicas el sistema aislado necesita
producir alarma, cuando se presente
alguna falla, que conecte a tierra una
cualquiera de sus dos líneas de suministro.
Un monitor de aislamiento de línea que
opera continuamente, LIM (line-isolator
monitor), también llamado detector de
tierra dinámico, es usado junto a un
transformador aislado para manejar la
alarma de falla simple. Un suministro de
potencia aislado es mostrado en la figura
2.11. Figura 2.10. Transformador de aislamiento

En el sistema de la figura 2.11, el LIM activa la alarma cuando la corriente total de fuga
excede los 5 mA, para el voltaje normal de línea. El LIM no debe accionar la alarma para
fugas por debajo de 3.7 mA. Las especificaciones completas al respecto aparecen en la
norma NFPA 99. La alarma del LIM significa que ha fallado el aislamiento, no significa
que esté circulando una corriente peligrosa, se indica un primer fallo que puede conducir a
una situación peligrosa. En otras palabras no hay por que desconectar de inmediato equipos
imprescindibles para algún paciente, puede incluso desactivarse la alarma a fin de que no
moleste, pero debe reportarse de inmediato al departamento de Ingeniería Clínica a fin de
restablecer íntegramente el sistema. El personal médico y paramédico debe estar entrenado
con respecto a la conducta a seguir ante este tipo de alarma.

Transformador
de Potencia Monitor de aislamiento de línea (LIM)
Aislado
Alarma
Vivo
Detector
Neutro

Tierra

Instrumentos

Figura 2.11. Sistema de alimentación con un transformador de potencia aislado y


monitor de aislamiento de línea (LIM).

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 23


Las normas NEC establecen el uso de sistemas aislados sólo en salones de operación u
otras locaciones donde se usen o almacenen gases inflamables. Los sistemas aislados
producen protección contra macrochoque en áreas sujetas a condiciones de humedad. En
general no protegen totalmente contra la posibilidad de microchoque a causa de la
capacidad parásita entre el secundario del transformador de aislamiento y tierra. Por ello no
se justifica debido a su alto costo y su limitada reducción del riesgo de microchoque su
empleo, en la mayoría de los casos.

El autor ha encontrado en varias instituciones de Sudamérica estos transformadores


alimentando equipos de quirófanos o receptáculos en cuidados intensivos y la falsa idea
entre técnicos e ingenieros de que estos dispositivos protegen de todo riesgo eléctrico a sus
pacientes, a causa del alto precio y las bondades atribuidas por el vendedor.

2.6.3. Interruptores de circuitos con falla a tierra.

Los interruptores de circuitos con falla a tierra (ground-fault circuit interrupters: GFCI),
desconectan la fuente de suministro de potencia eléctrica cuando ocurre una falla a tierra
que deriva una corriente alrededor de los 6 mA o superior. En equipos eléctricos donde la
corriente de fuga es despreciable, la corriente por el vivo es igual a la corriente por el
neutro. El GFCI detecta la diferencia entre estas dos corrientes e interrumpe el suministro
de potencia cuando esta diferencia excede los 6 mA. Este dispositivo no distingue la vía de
retorno a tierra de la corriente es decir si es a través de el cable de tierra de un equipo o si es
a través de una persona.

La mayoría de los GFCI usan transformador diferencial y SRC como se muestra en la


figura 2.12 (a). El tiempo de disparo del GFCI varía inversamente con la magnitud de la
corriente de falla a tierra como se muestra en la figura. 2.12 (b). El GFCI es empleado en
sistemas de distribución de tres alambres. Cuando la potencia es interrumpida por el GFCI,
el pulsador de arranque debe ser accionado para restablecer el suministro. La mayoría de
los GFCIs incorporan pulsador para prueba, el cual produce una falla a tierra momentánea.

Los estándares de la NEC, artículos 210-8 y 680-5 de 1990 establecen el uso de GFCI en
circuitos que sirven cuartos de baño, garajes, piscinas y otros similares. La NFPA-99
establece el empleo de GFCI en locaciones húmedas, particularmente áreas de hidroterapia.
El común de todas las áreas donde diferentes normas recomiendan o establecen el uso de
los GFCI es que la continuidad del suministro de potencia no sea esencial, más claramente
que al producirse la desconexión no se corte el suministro de equipos que soportan o
apoyan procedimientos terapéuticos que pudieran poner en peligro la vida de pacientes. Es
decir no se usan GFCIs en áreas de cuidados intensivos, salones de operaciones y similares.

Cuando puede interrumpirse el suministro eléctrico, el bajo costo de los GFCIs de unos 10
USD, los convierten en una atractiva alternativa económica con respecto a los sistemas de
distribución aislados cuyo costo está alrededor de los 2 000 USD.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 24


Bobina de disparo

Transformador
diferencial

Transformador de distribución

a)
mA

ms
b)
c)

Figura 2.12.- Interruptor de circuito con falla a tierra ( GFCI ). a) Diagrama de un


GFCI, tres conductores, dos polos, 6mA. b) Corriente de falla a tierra vs. tiempo de disparo
para un GFCI. c) GFCI portátil.

2.7. Sistemas para el suministro de potencia en emergencias.

El artículo 517 de la norma NEC de 1990 especifica el sistema eléctrico de emergencia


requerido para las instalaciones de salud. Se norma un sistema que restablezca
automáticamente el suministro auxiliar dentro de los 10 s inmediato a la ocurrencia del
fallo. Los sistemas de emergencia pueden dividirse en dos partes: la de seguridad a la vida
(iluminación, alarmas y equipos de alerta) y la de seguridad crítica (luces y receptáculos en
áreas de cuidados intensivos). Detalles adicionales aparecen en los puntos NEC 517-25, 30-
35.

2.8. Seguridad en el diseño de los equipos médicos.

La Guide for the Development of Medical Device Regulations. PAHO-WHO, 2002, enfoca
la seguridad del equipo medico como un proceso de gestión de riesgo durante toda su vida
útil, iniciándose desde su concepción, diseño y fabricación, por lo que diseñadores y
fabricantes deben tomar medidas para garantizar:

• Identificar los riesgos inherentes al equipo


• Si los riesgos pueden ser eliminados, eliminarlos

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 25


• Minimizar el peligro producto de fallas que puedan ocurrir durante la vida útil del
equipo (Por ejemplo; ante falla simple el equipo continua trabajando de manera
segura e indica la falla)

Si el riesgo no puede ser eliminado:

• Reducir su extensión todo lo posible


• Proveer de protecciones adecuadas incluyendo la protección apropiada y la
provisión de alarmas
• Proveer, con el dispositivo, información relativa a los riesgos que permanecen.

Desde el punto de vista de la Seguridad Eléctrica, cuando se desea diseñar un equipo


biomédico, no sólo deben tenerse en cuenta especificaciones relacionadas con el objetivo
del equipo, ya este dedicado al diagnóstico o la terapia, sino también que desde el punto de
vista de la seguridad, debe evitarse o minimizarse el peligro de descarga eléctrica o choque
eléctrico al paciente o al operador u otro personal que pueda utilizarlo o entrar en contacto
con él. No obstante, dependiendo de la aplicación que se quiera dar al equipo existen
diversos tipos de protecciones y distintos niveles de seguridad, que se explicaran a
continuación.

2.8. 1. Confiabilidad del circuito para la puesta a tierra.

La importancia de contar con un buen circuito de puesta a tierra ya ha sido explicada en los
epígrafes precedentes. La mayoría de las fallas de la puesta a tierra en los equipos médicos
se producen en los contactos de la toma a tierra entre el receptáculo y el conector del cable
de alimentación del equipo, así como en el propio cable de alimentación donde se producen
roturas del conductor por fatiga a causa el uso o maltrato. Los cables de alimentación de los
equipos y conectores deben ser lo suficientemente robustos, así como deberán ser
comprobados frecuentemente durante las tareas rutinarias del mantenimiento preventivo.

Se debe alertar a todo el personal sobre la prohibición de usar adaptadores de dos a tres
conductores en equipos de uso médico, ya que interrumpen el retorno a tierra en caso de
falla.

2.8. 2. Reducción de las corrientes de fuga.

La reducción de las corrientes de fuga en el chasis del equipo y en cables de paciente es una
importante meta para los diseñadores de instrumentos médicos. Se fabrican cables
especiales de alimentación para conectar a la red de suministro, con fugas por debajo de 1
µA/m. En cualquier caso es conveniente mantener los cables de alimentación tan cortos
como sea posible.

Las fugas internas entre el equipo y el chasis pueden ser reducidas colocando capas y
materiales aislantes que separen los potenciales del chasis y reduzcan las capacidades
parásitas asociadas. Particular atención debe brindarse a la solución tecnológica a fin de

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 26


producir la máxima impedancia entre el vivo del suministro y el paciente, así como entre
este y el chasis conectado a tierra.

2.8. 3. Equipamiento con doble aislamiento.

El objetivo de la conexión a tierra es eliminar los potenciales peligrosos entre todas las
superficies conductoras. Una buena solución se logra si se emplean capas de aislamiento
para prevenir el contacto entre cualquier persona y el chasis o superficie conductora.

El aislamiento primario es el soporte normal entre conductores que conducen energía y el


chasis. Un doble aislamiento en forma de capa aislante entre el chasis y la superficie del
equipo protege al usuario hasta en el caso de que ocurra una falla en la puesta a tierra del
chasis. Si la superficie del equipo es hecha de material aislante esta puede usarse como
doble aislamiento. Todos los interruptores o teclado deben también ser aislados
doblemente. El doble aislamiento reduce generalmente las corrientes de fugas si las
soluciones tecnológicas son adecuadas. Para la instrumentación médica las superficies que
producen el doble aislamiento, deben mantener sus propiedades aislantes aún cuando se
derramen líquidos conductores sobre dichas superficies. El doble aislamiento disminuye el
riesgo de microchoque y macrochoque.

2.8. 4. Operación desde bajo voltaje.

La mayoría de los instrumentos electrónicos usados en medicina son alimentados desde


baterías de bajo voltaje, normalmente <10 V o desde transformadores de aislamiento de
bajo voltaje. El macrochoque es evitado si el voltaje es suficientemente bajo, siendo seguro
aún cuando es aplicado a la piel húmeda. Los equipos alimentados desde bajos voltajes de
alterna pueden causar microchoque si son aplicados directamente al corazón. No obstante
los equipos alimentados desde fuente de bajo voltaje de alterna son más seguros que los
equipos alimentados desde altos voltaje de alterna.

2.8. 5. Electrónica flotante.

Actualmente existen dispositivos integrados, conocidos como amplificadores aislados, que


rompen la continuidad eléctrica entre la entrada y la salida del amplificador, lográndose una
alta impedancia de entrada (10 12 a 1014 Ω), un alto rechazo de modo común (RRMC 120
dB) y corrientes de fugas muy pequeñas en el orden de 1-3µA. Un amplificador aislado
consiste normalmente de un amplificador de instrumentación a la entrada seguido de una
etapa aisladora de ganancia unitaria. El circuito equivalente de un amplificador aislado se
muestra en la figura 2.13.

Es conveniente destacar que existen diferentes comunes o voltajes de referencias, asociados


a diferentes partes, y que entre el común de entrada o flotante y el común de salida o no
flotante no existe conexión alguna, de ahí la alta impedancia de aislamiento del paciente
que permite disminuir el riesgo de microchoque ante una falla en los sistemas
electromédicos que emplean estos dispositivos. Note que llamamos común o voltaje de

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 27


referencia de entrada o de salida y no tierras a fin de evitar confusión con el potencial de
tierra física.
Barrera de
Aislamiento
Vcm Viso
CMRR IMRR

V Vo
b

Capacidad y Resistencia
asociada al aislamiento
Vcm

Común de entrada Viso Común de salida

 Vcm Viso 
Vo =  Vb ± ±  × Ganancia
 CMRR IMRR 
Figura 2.13. Circuito equivalente de un amplificador aislado.

El voltaje de aislamiento Viso se define como el voltaje que existe a través de la barrera
aislante o entre el común de entrada y el común de salida y puede alcanzar valores entre 1 y
10 kV, sin llegar a ruptura. Las tres características principales de un amplificador aislado
son su alto aislamiento entre la entrada y la salida ( > 10 MΩ ), alto voltaje de modo aislado
( > 1000 V ) y alto rechazo de modo común ( > 100 dB ).

Barrera de
Aislamiento

Señal
- IN
+ IN
Vo
común
entrada
Potencia
voltaje +
flotante Fuente Oscilador +
-
Vcc = 15 V
-

Figura 2.14. Aislamiento a transformador, AD202 de la Analog Devices.

Estos dispositivos pueden estar asociados a fuentes de alimentación aisladas conociéndose


como amplificadores aislados de dos puertos. En caso de tener un sistema de aislamiento
con fuente incorporada internamente a su estructura se le conoce como amplificadores

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 28


aislados de tres puertos. Se emplean tres métodos principales en el diseño de amplificadores
aislados: transformador de aislamiento, aislamiento óptico y aislamiento capacitivo.

En la figura 2.14 puede apreciarse el método con transformador de aislamiento en un


sistema modulador-demodulador cuya frecuencia portadora se obtiene del convertidor CD-
CD y donde preferiblemente se recomiendan frecuencias entre los 20 y 100 kHz a fin de
disminuir el efecto de las corrientes eléctricas ante una falla. El ancho de banda de este
sistema es de unos 30 kHz.

Un circuito equivalente simplificado que ilustra el aislamiento óptico se muestra en la


figura 2.15. Este método usa un LED del lado de la entrada y un fotodiodo del lado de
salida, no se necesita modulador/demodulador puesto que todos las componentes de la
señal hasta la dc son transmitidas ópticamente. Un fotodiodo gemelo al de salida es
conectado en el circuito de entrada con el objetivo de realimentar para mejorar la
linealidad.

Barrera de aislamiento

Vi Vo

Común de entrada
Común de salida
Figura 2.15. Circuito equivalente simplificado del ISO100 de la Burr-Brown.

El método de aislamiento capacitivo para amplificadores aislados es mostrado en la figura


2.16. La señal es codificada digitalmente y modulada en frecuencia antes de enviarla a
través de una barrera capacitiva de cerámica a la entrada de un amplificador diferencial. El
voltaje de aislamiento puede ser tan alto como 8 kV y el ancho de banda es de unos 70 kHz.

+- 15 V Barrera +- 15 V
aislante

Convertidor
Señal, Vi frec.-voltaje Salida, Vo

Oscilador de
frec. controlada
Figura 2.16. Circuito equivalente simplificado del ISO106 de la Burr-Brown.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 29


2.9. Clasificación de los equipos biomédicos.

La International Electrotechnical Commission (IEC) ha adoptado y establecido los


estándares sobre la seguridad para equipos electromédicos. En 1977 fueron publicados sus
requerimientos generales y a partir de esa fecha estos se han ido enriqueciendo por un gran
número de requerimientos particulares. La norma IEC 60601-1; Medical electrical
equipment - Part 1: General requirements for basic safety and essential performance,
establece grupos en dependencia de la protección utilizada y del nivel de protección, los
que se explican a continuación:

2.9.1. Según el tipo de protección contra descargas eléctricas

Clase I: Son aquellos equipos en los cuales la protección no solo se obtiene con el
aislamiento básico sino que se incluirán precauciones auxiliares, de manera que se disponga
de una conexión de las partes conductoras accesibles al conductor de tierra de forma
permanente, para que en caso de que exista fallo de aislamiento y exista un sobrevoltaje,
entren a jugar los órganos de protección separando o aislando el equipo de la fuente
principal. Un esquema básico donde se destaca el empleo del 3er conductor o cable de
tierra se muestra en la figura 2.17.

Clase II: Son aquellos equipos en los que la protección no solo recae sobre el aislamiento
básico, sino que se dispone de un doble aislamiento o se refuerza el aislamiento, no
existiendo nada previsto para una puesta a tierra de seguridad. Un esquema básico donde se
destaca el doble aislamiento se muestra en la figura 2.18.

Equipo alimentado internamente: Son aquellos en los cuales no se prevé conexión


eléctrica alguna desde una fuente exterior a la fuente interna en funcionamiento normal, en
otras palabras, estarán alimentadas a través de pilas o baterías recargables prohibiéndose su
uso en el momento de recarga de energía.

Figura 2.17. Equipo Médico con tipo de protección contra descargas eléctricas Clase I
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 30
Figura 2.18. Equipo Médico con tipo de protección contra descargas eléctricas Clase II

2.9.2. Según el grado de protección contra descargas eléctricas

Equipos B: Son aquellos clases I, II, o con alimentación interna que tienen previsto un
adecuado grado de protección contra corrientes de fuga y fiabilidad de la conexión de
tierra, se clasifican en este grupo todos aquellos equipos de uso médico que no tengan una
parte directamente aplicada al paciente, permitiéndose valores del orden de 0,1 mA de
corrientes de fuga en condiciones normales de explotación y de hasta 0,5 mA en la
condición de simple falla. Se emplean en aplicaciones con contacto externo o interno que
no incluya al corazón.

Equipos BF: son aquel tipo B con la entrada o parte aplicada al paciente, flotante
eléctricamente, permitiéndose niveles de corrientes idénticos a los del tipo B. Se emplean
en aplicaciones con contacto externo o interno que no incluya al corazón.

Equipos CF: Son aquellos clases I o II con alimentación interna que permiten un alto grado
de protección, en relación con corrientes de fugas y entrada flotante. Incluyen todos
aquellos equipos en que se pueda establecer un camino directo al corazón. Aquí debe
reducirse las corrientes de fuga hasta 0,01 mA en condición normal de trabajo y 0,05 mA
en condiciones de simple falla para pacientes y hasta 0,5 mA para corriente de pérdida de
lazo cerrado. Son obligatorios en aplicaciones cardiacas directas.

2.9.3. Otros grupos de protección

Según la protección contra el ingreso perjudicial de agua:


• IPX1: Equipo ordinario a prueba de goteo
• IPX4: Equipo a prueba de salpicaduras
• IPX7: Equipo a prueba de estanco al agua
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 31
Según el grado de seguridad ante mezclas anestésicas inflamables:
• No adecuado
• AP
• APG

Según el modo de funcionamiento:


• Continuo
• Breve duración
• Intermitente continuo con cargas cortas
• Continuo con carga intermitente

2.10. Normas del grupo IEC 60601-1 ( Medical electrical equipment)

La International Electrotechnical Commission (IEC) ha adoptado y establecido los


estándares sobre la seguridad para equipos electromédicos. Desde 1977 a la fecha estos se
han modificado y se han enriqueciendo con un gran número de requerimientos particulares.
Por ejemplo la norma IEC 60601-1; Medical electrical equipment - Part 1: General
requirements for basic safety and essential performance, aprobada su última edición en el
2005, contiene los requerimientos básicos y esenciales aplicables generalmente a los
equipos electromédicos. Sin embargo, en varios tipos de equipos electromédicos, estos
requerimientos básicos han sido ampliados o modificados por otras normas colaterales o
particulares, que también deberán tomarse en cuenta. Como ejemplos de normas
particulares tenemos:

IEC 60601-1-1 Ed. 2.0 b:2000 Medical electrical equipment - Part 1-1: General
requirements for safety - Collateral standard: Safety requirements for medical electrical
systems
IEC 60601-1-2 Amd.1 Ed. 2.0 b:2005 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1-2: General requirements for safety - Collateral standard: Electromagnetic compatibility -
Requirements and tests
IEC 60601-1-2 Ed. 2.1 b:2005 Medical electrical equipment - Part 1-2: General
requirements for safety - Collateral standard: Electromagnetic compatibility - Requirements
and tests
IEC 60601-1-3 Ed. 1.0 b:1994 Medical electrical equipment - Part 1: General requirements
for safety - 3. Collateral standard: General requirements for radiation protection in
diagnostic X-ray equipment
IEC 60601-1-4 Amd.1 Ed. 1.0 b:1999 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1: General requirements for safety - 4. Collateral standard: Programmable electrical
medical systems
IEC 60601-1-4 Ed. 1.1 b:2000 Medical electrical equipment - Part 1-4: General
requirements for safety - Collateral Standard: Programmable electrical medical systems
IEC 60601-1-6 Ed. 1.0 b:2004 Medical electrical equipment - Part 1-6: General
requirements for safety - Collateral standard: Usability
IEC 60601-1-8 Amd.1 Ed. 1.0 b:2006 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1-8: General requirements for safety - Collateral Standard: General requirements, tests and
guidance for alarm systems in medical electrical equipment and medical electrical systems

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 32


IEC 60601-1-8 Ed. 1.0 b:2005 Medical electrical equipment - Part 1-8: General
requirements for safety - Collateral Standard: General requirements, tests and guidance for
alarm systems in medical electrical equipment and medical electrical systems
IEC 60601-2-1 Ed. 2.0 b:1998 Medical electrical equipment - Part 2-1: Particular
requirements for the safety of electron accelerators in the range 1 MeV to 50 MeV
IEC 60601-2-10 Ed. 1.0 b:1987 Medical electrical equipment. Part 2: Particular
requirements for the safety of nerve and muscle stimulators
IEC 60601-2-11 Amd.1 Ed. 2.0 en:2004 Amendment 1 - Medical electrical equipment -
Part 2-11: Particular requirements for the safety of gamma beam therapy equipment
IEC 60601-2-11 Ed. 2.0 b:1997 Medical electrical equipment - Part 2: Particular
requirements for the safety of gamma beam therapy equipment
IEC 60601-2-12 Ed. 2.0 en:2001 Medical electrical equipment - Part 2-12: Particular
requirements for the safety of lung ventilators - Critical care ventilators
IEC 60601-2-13 Amd.1 Ed. 3.0 en:2006 Amendment 1 - Medical electrical equipment -
Part 2-13: Particular requirements for the safety and essential performance of anaesthetic
systems
IEC 60601-2-13 Ed. 3.0 en:2003 Medical electrical equipment - Part 2-13: Particular
requirements for the safety and essential performance of anesthetics systems
IEC 60601-2-16 Ed. 2.0 en:1998 Medical electrical equipment - Part 2-16: Particular
requirements for the safety of haemodialysis, haemodiafiltration and haemofiltration
equipment
IEC 60601-2-17 Ed. 2.0 b:2005 Medical electrical equipment - Part 2-17: Particular
requirements for the safety of automatically-controlled brachytherapy afterloading
equipment
IEC 60601-2-18 Ed. 2.0 b:1996 Medical electrical equipment - Part 2: Particular
requirements for the safety of endoscopic equipment
IEC 60601-2-19 Amd.1 Ed. 1.0 b:1996 Amendment 1 - Medical electrical equipment. Part
2: Particular requirements for the safety of baby incubators
IEC 60601-2-19 Ed. 1.0 b:1990 Medical electrical equipment. Part 2: Particular
requirements for the safety of baby incubators
IEC 60601-2-2 Ed. 4.0 b:2006 Medical electrical equipment - Part 2-2: Particular
requirements for the safety of high frequency surgical equipment
IEC 60601-2-20 Amd.1 Ed. 1.0 b:1996 Amendment 1 - Medical electrical equipment. Part
2: Particular requirements for the safety of transport incubators
IEC 60601-2-21 Amd.1 Ed. 1.0 b:1996 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
2: Particular requirements for the safety of infant radiant warmers
IEC 60601-2-21 Ed. 1.0 b:1994 Medical electrical equipment - Part 2: Particular
requirements for the safety of infant radiant warmers

En la máquina de búsqueda de estándares de la ANSI


http://www.nssn.org/search/IntelSearch.aspx, podemos encontrar 152 registros de
ampliaciones a la IEC 60601-1, o localizarlos a través del sitio Web de la ICE
http://www.iec.ch/ , para obtener las normas es necesario efectuar pago previo. A través de
los Comités Nacionales miembros de IEC, pueden obtenerse las normas gratis o a mas bajo
precio, dependiendo de las políticas nacionales al respecto.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 33


2.11. Pruebas más comunes a equipos electromédicos:

2.11.1. Resistencia entre chasis y terminal de tierra.

S1 H
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis

partes conductoras
R < 0.15Ω en la superficie
Ohmetro
Figura 2.19. Esquema de medición de resistencia entre terminal de tierra y chasis.

La resistencia entre el terminal de tierra y el chasis del equipo o cualquier parte metálica no
debe exceder los 0.15 Ω. El esquema de medición es mostrado en la figura 2.19.

S1 H
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis
S4

Medidor
a)

mV

b)
Figura 2.20. a) Circuito para medir las corrientes de fugas del chasis. b) Circuito para
el medidor a ser usado.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 34


2.11.2. Corriente de fugas del chasis.

Las corrientes de fugas del chasis no deben exceder 500 µA en equipos que se ubicarán a
trabajar fuera de las áreas de pacientes. Para equipos que estarán en la cercanía de pacientes
solo se permitirán fugas de hasta 100 µA. El esquema de medición se muestra en la figura
2.20.

partes aplicadas
S1 H al paciente
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis
S4

Medidor

Figura 2.21. Circuito para medir las corrientes de fuga a través de paciente.

2.11.3. Corriente de fuga a través de terminales de paciente

La corriente de fuga en las partes, conductores o terminales aplicados al paciente es


particularmente importante ya que comúnmente son los puntos de más baja impedancia en
contacto con el paciente. Para equipos no aislados el límite en la corriente de fuga en tales
puntos de contacto será de 50 µA, para equipos aislados el límite máximo será de 10 µA.
Solo se permite conectar a catéteres o a electrodos sobre el corazón terminales provenientes
de equipos aislados. Un esquema de medición se muestra en la figura 2.21.

terminales
de paciente
S1 H
H Equipo
N
bajo
2 1 µA
N G prueba
G

S4

Figura 2.22. Circuito de medida para la corriente de fuga entre terminales de


paciente.
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 35
2.11.4. Corriente de fuga entre terminales de paciente

También la corriente de fuga entre cualquiera dos terminales en contacto con el paciente o
entre cualquier terminal y los terminales restantes debe ser medida a fin de garantizar que la
corriente de fuga esté por debajo de 50 µA para equipos no aislados, para equipos aislados
el límite máximo será de 10 µA. El circuito de medición se muestra en la figura 2.22.

2.11.5. Corriente de fuga que circularía si apareciera el voltaje de línea sobre el


paciente.

La corriente de fuga que circularía en el caso extremo que apareciera el voltaje de línea
sobre el paciente, puede medirse empleando el circuito que se muestra en la figura 2.23. La
corriente de fuga en este caso debe ser menor de 50 µA, a través de cada uno de los
terminales de paciente en un equipo aislado.

Microamperímetro
terminales de
..... paciente
H
S1 H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G

Figura 2.23. Circuito para medir la corriente de fuga que circularía si apareciera el
voltaje de línea sobre el paciente.

terminales de
..... paciente
H
S1 H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G

Microamperímetro
Figura 2.24. Circuito para medir la corriente de fuga a través del tercer conductor.
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 36
2.11.6. Corriente de fuga a través del conductor de tierra.

Un circuito para medir la corriente de fuga a través del tercer conductor o conductor de
tierra se muestra en la figura 2.24.

2.12. Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica.


S3

1
S2
H
S1 H 2
N
2 1 Equipo Cal
N G bajo prueba Start
G
S5
Chasis
S4
Cal
Microamperímetro

Medida S1 S2 S3 S4 S5
Calibración * * * * Cal
Fuga de chasis con polaridad normal a la entrada. 1 2 off on Start
Fuga a través del paciente con polaridad normal a la entrada. 1 1 off on Start
Fuga de chasis con polaridad invertida a la entrada 2 2 off on Start
Fuga a través del paciente con polaridad invertida a la 2 1 off on Start
entrada
Fuga de chasis con tercer conductor abierto y polaridad 1 2 off off Start
normal a la entrada
Fuga de chasis con tercer conductor abierto y polaridad 2 2 off off Start
invertida a la entrada
Fuga a través del paciente con tercer conductor abierto y 1 1 on off Start
corto circuito entre un terminal de paciente y el vivo.
Figura 2.25. Diagrama en bloques de un Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica y
tabla de funcionamiento.

Un Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica, está destinado para realizar todas las pruebas
de rutina, a fin de determinar, si los equipos eléctricos, las superficies conductoras y
receptáculos son eléctricamente seguros según los estándares reconocidos de seguridad. Un
diagrama en bloques de este equipo se muestra en la figura 2.25. El analizador de seguridad
es calibrado pasando el conmutador S5 a la posición de calibración. El equipo bajo prueba
es conectado mediante un receptáculo de salida del equipo analizador de seguridad

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 37


eléctrica. Para medir las fugas entre chasis y tierra del equipo que se prueba S4 se abre
mientras S1 se selecciona en la posición 1, S2 en la posición 2 y S3 se abre. La corriente de
fuga a tierra es entonces medida y se repite la misma medición conmutando S1 a la posición
2, o lo que es lo mismo cambiando la polaridad de entrada. Cuando el conmutador S2 es
movido a la posición 1, la corriente de fuga del terminal en contacto con el paciente P1 es
medida. La corriente de fuga entre terminales conectados al paciente, es medida cuando se
cierra S3 es decir cuando el vivo es aplicado a uno de los P-terminales. En la tabla de
funcionamiento que acompaña la figura 2.25 se presentan de manera resumida las
diferentes mediciones en función de la posición de los conmutadores. En la Tabla 2.6 se
presenta de manera resumida los límites de las corrientes de fuga de acuerdo a ECRI.

Tipo de Equipo B/BF CF


Corriente de NC SFC NC SFC
fugas:
de chassis 100 µA 500 µA 100 µA 300 µA
de tierra 500 µA 1 mA 500 µA 1 mA
a través de 50 µA 500 µA 10 µA 50 µA
paciente
a través de
paciente y con - 5 mA - 50 µA
voltaje de línea

Tabla 2.6. Límites de las corrientes de fuga de acuerdo a ECRI.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 38


La figura 2.26 ilustra las distintas corrientes de fuga y de paciente a que se refieren las
mediciones de seguridad eléctrica a equipos electromédicos, resumidas en la Tabla 2.6.

Corriente auxiliar de Paciente

Corriente entre terminales


de Paciente

Corriente de Fuga a Tierra


Corriente de Paciente

Corriente de Fuga de Chasis


Figura 2.26. Corrientes de fuga y de paciente

Los equipos analizadores de seguridad eléctrica pueden ser digitalizados y trabajar


controlados desde computador, elaborando reportes y almacenando los diferentes datos de
las mediciones para cada equipo sometido a calibración. Los analizadores también facilitan
el proceso de calibración, disminuyen los errores y son en general procedimientos más
seguros, varias firmas entre ellas Metron, Quadtech y Fluke Biomedical, creada a partir de
la fusión con las antiguas Bio-Tek Instruments y DNI Nevada, ofrecen varios modelos de
Analizadores de Seguridad Eléctrica, dos de ellos se muestran en las figuras 2.27 y 2.28.

Figura 2.27. Analizador de Seguridad Eléctrica Modelo ESA601 de Fluke Biomedical

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 39


Figura 2.28. Analizador de Seguridad Eléctrica Modelo 6100 de Quadtech

Contar con un Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica es muy conveniente, pero no es


imprescindible para desarrollar un buen programa de seguridad en una instalación
hospitalaria, ya que las pruebas eléctricas se pueden realizar con instrumentos
convencionales, puesto que son medidas de voltaje, corriente y resistencia. Lo importante
es que el personal técnico, médico y paramédico domine las causas de riesgo, así como las
diferentes comprobaciones que deben realizarse periódicamente, tanto al equipo
electromédico como a la instalación. Si la institución hospitalaria comprende la necesidad
de abordar la seguridad, con disciplina y como parte de la gestión de riesgos, la institución
evitará accidentes y se salvarán vidas humanas.

2.13. Comprobación de la Seguridad Eléctrica como parte de la prueba de aceptación


a Equipos Médicos.

Dentro de las pruebas de aceptación que deben efectuarse a todo equipo que se adquiera por
el hospital, están las pruebas de seguridad eléctrica, las cuales comprueban el cumplimiento
de las normas de seguridad eléctrica vigente, tal como IEC 60601-1 y las especificaciones
del fabricante. Este registro constituye además un importante dato, pues constituye el punto
de partida de la estadística que posibilita estudiar la evolución de las corrientes de fuga y
otros parámetros en el tiempo, Este estudio permitiría establecer los tiempos mínimos, de
intervenciones entre mantenimientos preventivos, propios del hospital de acuerdo a sus
condiciones específicas.

Una propuesta de parámetros a medir durante una prueba de aceptación sobre la Seguridad
Eléctrica de un equipo electromédico siguiendo el estándar IEC 60601-1, se presenta en la
Tabla 2.7.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 40


SFC: condición fallo simple.

Tabla 2.7. Test de Seguridad Eléctrica para prueba de aceptación, IEC 60601-1.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 41


2.14. Comprobación de la Seguridad Eléctrica como parte de las inspecciones y el
mantenimiento preventivo de los Equipos Médicos.

Figura 2.29. Test de Seguridad Eléctrica para Mantenimiento Preventivo.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 42


2.15. Bibliografía.

1- “To Err is Human: Building a Safer Health System,” US Institute of Medicine (Report
2000).
2- IEC 60601-1; Medical electrical equipment - Part 1: General requirements for basic
safety and essential performance, 2005.
3- Rodríguez, E. y otros. Seguridad eléctrica en el diseño de Equipos Electromédicos I.
Ingeniería Electrónica, Automática y Comunicaciones. Vol. X, No.4, 1989.
4- A Guide for the Development of Medical Device Regulations. PAHO-WHO, 2002
5- Burr-Brown: Integrated Circuits Data Book, Chap. 3, pp.3.1 - 3.40, 1986.
6- The Use of Electricity in Patient- Care Areas of Hospitals. Federal Pioneer Limited,
Edmonton, May, 1985.
7- Galván, J y Pallás, R. Seguridad eléctrica en equipos e instalaciones hospitalarias,
Mundo Electrónico, Parte Y Rev. No. 93, pp. 43-53, Parte II, Rev. No. 94, pp. 67-78, 1980.
8- "Principles of Biomedical Inst. and Meas.". R. Aston, Merrill Publishing Company.
USA. 1990.
9- "Medical Instrumentation". John G. Webster, Houghton Mifflin Company. USA. 1992.
10- Uyttendaele, K. and others, Monitoring Instrumentation: Isolated Inputs, Electrosurgery
Filtering, Burns Protection: What Does It Mean? AN-748 Hewlett-Packard.
11. "Introduction to Biomedical Equipment Technology". Carr. J.J. Prentice-Hall, Inc. USA
1998.

Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 43

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