Lectura Seguridad Electrica
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Lectura Seguridad Electrica
El Instituto de Medicina estimó en el 2000 que la cifra de muertes por errores médicos
estaría entre 44000 y 98000 solo en los hospitales de EE.UU1, ya para el 2004 el mismo
Instituto planteaba que estas cifras continuaban en aumento. Una gran parte de estos
accidentes son imputables al uso inadecuado de equipos médicos como resultado de una
preparación insuficiente y falta de experiencia. Ya desde inicios de la década del 70 Ralph
Nader y Carl Walter denunciaron que unos 1200 norteamericanos podían ser electrocutados
cada año durante procedimientos rutinarios de diagnóstico y terapia. Walter H. Olson
plantea en los 90 que el incremento de la complejidad en los equipos médicos y su
utilización en más procedimientos, parejo a sus beneficios implica unos 10 000 accidentes,
sólo en Estados Unidos, en los cuales el paciente recibe algún tipo de daño. Una situación
tan o más aterradora es de esperarse en otros países, especialmente en el sur, infeliz
mercado de tecnologías biomédicas, que exhibe muy débiles procesos de adquisición y
deficiente gestión de riesgo en la operación de Tecnologías Biomédicas.
Tratando de especificar más las fuentes de riesgo que se deriven del uso del equipo
electromédico, se pueden citar:
1.- Procedente de la energía eléctrica, bien directamente a través del paso de corrientes por
el organismo, alterando sus funciones, o bien de forma indirecta debido a la generación de
radiaciones nocivas para el propio organismo.
2.- De causas mecánicas. Tal es el caso de equipos que presentan aristas vivas, equipos
inestables mecánicamente, mecanismos que favorecen la aparición de averías eléctricas,
etc.
3.- Las perturbaciones de alta frecuencia pueden enmascarar señales biológicas que sirven
de referencia al control de procesos automáticos, dando lugar a respuestas erróneas del
sistema.
5.- Las elevaciones excesivas de temperatura pueden provocar quemaduras o sobresaltos
indeseables.
5.- La posibilidad de producir explosiones, sobre todo cuando el equipo se utiliza en lugares
en que se trabaja con gases tales como el oxígeno, óxido nitroso y otros, normalmente
utilizados en aplicaciones terapéuticas.
6.- El funcionamiento incorrecto del equipo, por corrimiento de su punto de operación
conduciéndolo a brindar resultados alterados, diagnósticos equivocados o acciones
terapéuticas insuficientes que generarían nuevos problemas, como es el caso de
esterilizaciones defectuosas, tradicional fuente de infecciones.
También existen fallos catastróficos debido a la avería de componentes, todos los cuales el
diseñador debe saber prevenir.
Los equipos electromédicos de calidad están protegidos ante un fallo simple y en la
mayoría de los casos son capaces de indicarla y conectar circuitos adicionales para la
protección del paciente.
7.- Los errores humanos en la reposición de piezas, operaciones erróneas, etc., pueden
derivar en problemas de seguridad.
8.- Finalmente, los fallos en la alimentación del equipo han de preverse, especialmente en
aquellos casos en que un equipo garantiza la continuidad de una vida humana.
Tanto el diseñador como el fabricante y el usuario han de ser conscientes, en la medida que
les corresponda, de los riesgos apuntados. Cabe destacar que el paciente no suele estar
consciente del peligro a que está sometido, siendo incapaz de escapar de él, por estar en la
mayoría de los casos sin sus barreras naturales de protección y condicionado mentalmente a
recibir una ayuda y no una agresión.
Por otra parte no es solo el paciente el sujeto a tener en cuenta al valorar la seguridad de un
sistema. El médico u operador pueden verse expuestos a riesgos repetidos, como es el caso
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 8
de los radiólogos. Sin embargo en cualquier caso, el trabajador de la salud es el responsable
de los efectos que sobre el paciente tenga la aplicación del equipo, por lo que se le deberá
exigir un conocimiento preciso del manejo de los equipos y los riesgos de su uso.
La electricidad afectará de alguna forma al organismo cuando este entre a formar parte de
un circuito eléctrico. Para que circule una corriente eléctrica tienen que existir cuando
menos dos conexiones entre el cuerpo y una fuente de tensión externa. Pueden ocurrir 3
fenómenos cuando la corriente eléctrica fluye a través del tejido biológico:
Los efectos de corrientes eléctricas sobre el organismo dependen de varios factores, como
son:
Se puede definir como nivel de percepción, al mínimo nivel de corriente, que puede ser
detectado por una gran mayoría de personas, quienes la perciben, cuando resultan excitadas
sus terminaciones nerviosas.
Cuando alguien con las manos humedecidas agarra en cada mano un pequeño alambre de
cobre, conectados a un generador eléctrico, el más bajo umbral de percepción se detecta
alrededor de los 0.5 mA a 60 Hz. El umbral para corriente directa está entre 2 y 10 mA,
cuando se siente un ligero calentamiento de la piel.
Un efecto que puede ocasionar una corriente de elevado valor aplicada de manera continua,
al atravesar las fibras musculares, es el fenómeno de contracción muscular aguda,
produciendo además dolor, posibles desgarraduras del músculo, roturas de ligamentos e
incluso rotura de tejido óseo.
El mínimo umbral para la corriente límite del control muscular, es decir cuando la persona
no puede soltarse voluntariamente del contacto eléctrico, es de 6 mA.
i
músculo t
nervio tc
i = iR ( 1 + )
t
2 i
R
reobase
i
R
tc
cronaxia
Figura 2.1. Curva de intensidad-duración.
Cuando el nivel de corriente aplicado está por encima de la corriente de reacción puede
ocurrir una pérdida del control motor, motivando que el individuo no pueda, bajo esta
acción, aislarse del punto de aplicación de la corriente.
En dependencia del material biológico que se encuentra entre los electrodos, o sea
músculos, fibras nerviosas, receptores sensoriales, glándulas y fluidos del cuerpo, se
tendrán curvas de intensidad de estímulos contra duración similares, con diferencias
principales en la escala del eje tiempo. El umbral para el nervio es mucho menor por lo que
en pocas ocasiones se produce la activación directa del músculo.
Del análisis de estas curvas puede llegarse al criterio que mientras más corta sea la duración
del estimulo, mayor será la corriente requerida para lograr la estimulación, es decir para
frecuencias más altas es necesaria mayor amplitud, no obstante la intensidad del estimulo
aplicado tiene un límite, puesto que un estimulo de muy alta intensidad puede producir
Mediante experiencias con corrientes del orden de magnitud del umbral de percepción y de
la corriente de pérdida del control motor se ha deducido que los efectos de la corriente son
casi independiente de la frecuencia hasta unos 1000 Hz, figura 2.2, por encima de este
límite, si se desea obtener el mismo efecto, hay que aumentar la corriente proporcional a la
frecuencia.
En 1883, D’Arsonval demostró que la corriente a través del cuerpo humano no causa
sensación si se aumente la frecuencia más allá de 2 500 a 5 000 Hz. Otros investigadores
han coincidido también en que la tolerancia del cuerpo humano a la corriente se
incrementa con el aumento de frecuencia. Ejemplo de esto son las experiencias llevadas a
cabo por D'Arsonval, quien hizo pasar corriente de 1 A a través de dos sujetos para
encender una lámpara, con una frecuencia que oscilaba entre 0,5 y 1 MHz, sin que ninguno
de los individuos tomados de la mano experimentaran sensación alguna, además de dejar
pasar a través de su propio cuerpo una corriente de 3 A empleando alta frecuencia.
Cuando la corriente que atraviesa el tejido es incrementada por encima del valor umbral,
aparecen una serie de sensaciones que dependen del área del electrodo, su localización,
frecuencia y forma de onda de la corriente aplicada.
Con el aumento del área de los electrodos, con una densidad de corriente menor se llega a
la sensación de dolor, debido a que una mayor área del electrodo estimula un mayor
número de receptores, aumentando desproporcionalmente la percepción del estimulo.
Una corriente que atraviesa el organismo puede ser peligrosa o fatal si crea densidades de
corrientes locales en órganos vitales que sean suficientes para interferir con su
funcionamiento.
100
50
6
20 5
10 4
2 3
2
1
0.5 1
Un estimulo que contraiga el corazón provoca la obstrucción completa del miocardio, que
detiene la acción de bombeo del corazón interrumpiendo la circulación sanguínea. En el
límite, las fibras del miocardio se contraen caóticamente, perdiendo eficiencia el corazón,
dando lugar a una disminución generalizada de la presión arterial, que en un periodo breve
de tiempo puede producir daños irreversibles en el sistema nervioso central por carencia de
oxigeno, provocando la muerte. A este fenómeno se le denomina fibrilación cardíaca. La
fibrilación muscular es la causa que produce la muerte con mayor frecuencia en accidentes
eléctricos.
Quemaduras, daños
Fibrilación ventricular
Umbral de la percepción
Mínimo Típico
Umbral de percepción 0.5 mA 0.7 - 1.1 mA
Corriente límite de control muscular 6 mA 10.5 - 16 mA
Parálisis respiratoria 18 - 22 mA
Fibrilación ventricular 75 - 400 mA
Contracción sostenida del miocardio 1-6A
Tabla 2.2. Efectos fisiológicos de corrientes eléctricas.
Por lo general, son muchos los efectos que influyen en la magnitud de corriente eléctrica
necesaria para producir un efecto fisiológico concreto en un individuo. En la tabla 2.2 se
dan los valores aproximados de corrientes, así como efectos que producen estas para un
tiempo de exposición de entre uno y tres segundo y varios niveles de corriente alterna de 60
Hz aplicada al exterior del cuerpo. En las consideraciones precedentes se ha empleado
siempre la magnitud de la corriente eléctrica para describir el efecto de la electricidad.
115 V, 60 Hz
Vivo - negro
Tierra - verde
120 V Neutro - blanco
4 800 V
desde la subestación tubería de agua
tierra física
Vivo - negro
Tierra - verde
Neutro - blanco
El National Electrical Code (NEC) en su artículo 517-13 de 1990 establece que todos
receptáculos sean aterrados mediante cable (verde) aislado de cobre. Algunas viejas
Dentro de los casos típicos que se pueden presentar en una instalación hospitalaria y que
pueden dar lugar a peligros para el estado del paciente, produciéndole contracciones
musculares, fibrilación, etcétera, están el denominado macrochoque que ocurre cuando
fluye suficiente corriente a través de la piel del individuo para causar efectos motores,
quemaduras, fibrilación, etcétera y está el denominado microchoque referido a aquellas
situaciones en las que debido a la utilización de electrodos invasivos o próximos al corazón,
cantidades pequeñas de corriente, que no son detectadas por un individuo pueden provocar
fibrilación del músculo cardiaco u otros efectos adversos. Valores típicos que pudieran
producir la muerte por macrochoque y por microchoque se muestran en la Tabla 2.3.
Macrochoque Microchoque
[mA] µA]
[µ
20 - 200 20 - 200
Tabla 2.3. Nivel de corriente a 50 - 60 Hz que puede producir la muerte.
Desde luego los pacientes son sujetos que no están preparados para recibir estos riesgos
pues sus problemas son otros y se han puesto en manos del personal médico, luego es
necesario combinar todos los esfuerzos con el objetivo de contribuir a elevar la fiabilidad y
disminuir el riesgo de rotura de los equipos y las instalaciones.
Macrochoque Microchoque
[mA] µA]
[µ
2-5 < 10
Tabla 2.4.- Niveles de seguridad generalmente aceptados en caso de falla simple.
Los dos casos que por su importancia pueden darse como típicos en una instalación
hospitalaria son los siguientes:
Puesta a tierra
Red
Figura. 2.4.- Peligro de macrochoque.
El caso más típico de macrochoque se muestra en la figura 2.4, donde las partes metálicas
de un equipo no se ponen a tierra, luego un cortocircuito ocasional, o pérdida de
aislamiento del cable de alimentación con el chasis puede colocar a este a la tensión de
línea. En caso que un usuario toque el equipo, establece un retorno a tierra de la corriente.
E 110 V
Ip = = ≈ 11 mA
Rcc + Rc 10 kΩ + 1 Ω
Desgraciadamente este es al caso más burdo que pudiera encontrarse en una red
hospitalaria, pero que en muchos de los hospitales se viola, luego una medida que debe ser
prevista es la utilización de un tercer conductor de puesta a tierra, tal y como se ilustra en la
figura 2.5 evitándose los adaptadores de enchufe de 3 a 2 conductores, así como los
alargues y empalmes que pueden provocar aumentos de la resistencia del tercer conductor.
R cc Ip
Equipo
Cortocircuito Red
E Rm
Rc
Puesta a tierra
Red
Figura 2.5. Puesta a tierra de las partes metálicas accesibles.
Note que fallas por cortocircuito entre el vivo u otro alto voltaje dentro del equipo y tierra
no son tan comunes. Durante la operación normal del equipo son muy pequeñas o casi
nulas las corrientes que fluyen por el tercer conductor de tierra. El conductor de tierra no es
necesario para el funcionamiento del equipo, incluso ni para la protección al macrochoque
si no existe una falla. Por ello un cable de tierra roto o una pobre conexión del mismo no
son detectados durante la operación normal del equipo. Razón por la cual la continuidad del
conductor de tierra y la correcta conexión de la tierra en el receptáculo deben ser
comprobadas periódicamente, durante las tareas de mantenimiento preventivo, en las
instalaciones hospitalarias o por circuitos adicionales.
Este tipo de corriente presenta una pequeña componente resistiva que fluye a través del
aislamiento, el polvo y la humedad, así como una fuerte componente reactiva debido a los
acoplamientos capacitivos e inductivos entre los cables de alimentación, transformadores;
etcétera y el chasis del equipo. Si el aparato dispone de un tercer conductor (conductor de
tierra), la corriente fluirá por él, de forma que el chasis se situará a un potencial igual a la
corriente de fuga multiplicada por la resistencia del hilo de tierra. En casos normales esta
tensión nunca deberá exceder unos pocos mV, provocando una situación no peligrosa para
el paciente como fue analizado en la figura 2.4.
Otra situación se presenta cuando existe una conexión directa al sistema cardiovascular, de
manera tal que la corriente de fuga pueda atravesar el miocardio, en este caso aunque no
exista falla de aislamiento la corriente que se deriva a través del paciente, aunque muy
pequeña, pudiera causar estimulación no controlada del miocardio y poner en peligro la
vida del paciente (riesgo de microchoque), esta situación se ilustra en la figura 2.6.
Chasis
R . If
Catéter Ip =
R + Rp
If
R If If
EQUIPO Z
Ip
Enchufe Red
E R Rp
Puesta a tierra
Insistimos que un paciente está en peligro de microchoque sólo cuando tiene alguna
conexión eléctrica al corazón. La resistencia interna de un catéter lleno de fluido está entre
50 kΩ y 1 MΩ mucho mayor que la resistencia de los electrodos y conductores metálicos
que presentan los marcapasos y EGM. La resistencia interna del cuerpo al microchoque es
de unos 300 Ω y la resistencia de la piel puede ser bastante variable.
Hay dos métodos fundamentales de proteger a los pacientes del choque eléctrico: Primero
el paciente puede ser completamente aislado con respecto a todos los objetos conectados a
tierra y todos los equipos conectados a la corriente eléctrica. Segundo todas las superficies
conductoras en las cercanías del paciente pueden ser mantenidas al mismo potencial, el cual
no tiene necesariamente que ser el potencial de tierra. No obstante ninguna de estas
soluciones puede ser aplicada en su totalidad en la mayoría de los casos, combinándose
ambas y aproximándose todo lo que permita la práctica y la necesidad de aplicar tecnología
biomédica en los procesos de diagnóstico y terapia.
Por supuesto no sólo hay que proteger a los pacientes del peligro de accidentes eléctricos o
de otro origen, sino también al staff médico, paramédicos, personal de apoyo y visitantes.
Necesitan mayor protección los pacientes que tienen equipos directamente conectados,
ECG, EEG, EMG, etc., aumentándose el cuidado a pacientes con conexiones de equipos a
sus partes internas, como es en el caso de catéteres intravenosos y diálisis, necesitan la
máxima protección los pacientes con conexiones directas al corazón dada la existencia del
riesgo de micro choque. Estos criterios serán retomados en el momento de clasificar los
equipos de acuerdo a su riesgo, a fin de darle prioridad con respecto al mantenimiento.
Muchos de los métodos específicos de protección que serán descritos en este epígrafe
pueden ser usados en combinación para producir seguridad redundante.
Receptáculos
A la tierra física
a) Esquema
b) Diagrama eléctrico
La norma NEC Artículo 517-15 de 1990 regula la máxima diferencia de potencial que es
permitida en condiciones normales de operación, entre dos cualesquiera superficies
conductoras en la proximidad del paciente, según se muestra en la Tabla 2.5.
Por cada cama para paciente en áreas de cuidados generales deben existir al menos cuatro
receptáculos de corriente de toma simple o dos de doble toma. En áreas de cuidados
intensivos por cada cama para paciente deben existir al menos seis receptáculos de
corriente de toma simple o tres de doble toma. Se recomienda que todas las tomas de
corrientes próximas al paciente se ubiquen en un panel único con todas las tierras unidas a
una altura de 1,5 m.
En los receptáculos debe comprobarse que exista el voltaje de línea adecuado, baja
resistencia a tierra y la apropiada tensión mecánica a fin de garantizar el contacto firme
cuando se conecta el cable de alimentación de un equipo al receptáculo.
Las resistencias de la tierra y el neutro no deben exceder los 0.2 Ω. La mínima fuerza
mecánica para poder retirar una conexión individual en cualquiera de las tres salidas de un
receptáculo es de 115 g, tal y como se ilustra en la figura 2.9.
En el sistema de la figura 2.11, el LIM activa la alarma cuando la corriente total de fuga
excede los 5 mA, para el voltaje normal de línea. El LIM no debe accionar la alarma para
fugas por debajo de 3.7 mA. Las especificaciones completas al respecto aparecen en la
norma NFPA 99. La alarma del LIM significa que ha fallado el aislamiento, no significa
que esté circulando una corriente peligrosa, se indica un primer fallo que puede conducir a
una situación peligrosa. En otras palabras no hay por que desconectar de inmediato equipos
imprescindibles para algún paciente, puede incluso desactivarse la alarma a fin de que no
moleste, pero debe reportarse de inmediato al departamento de Ingeniería Clínica a fin de
restablecer íntegramente el sistema. El personal médico y paramédico debe estar entrenado
con respecto a la conducta a seguir ante este tipo de alarma.
Transformador
de Potencia Monitor de aislamiento de línea (LIM)
Aislado
Alarma
Vivo
Detector
Neutro
Tierra
Instrumentos
Los interruptores de circuitos con falla a tierra (ground-fault circuit interrupters: GFCI),
desconectan la fuente de suministro de potencia eléctrica cuando ocurre una falla a tierra
que deriva una corriente alrededor de los 6 mA o superior. En equipos eléctricos donde la
corriente de fuga es despreciable, la corriente por el vivo es igual a la corriente por el
neutro. El GFCI detecta la diferencia entre estas dos corrientes e interrumpe el suministro
de potencia cuando esta diferencia excede los 6 mA. Este dispositivo no distingue la vía de
retorno a tierra de la corriente es decir si es a través de el cable de tierra de un equipo o si es
a través de una persona.
Los estándares de la NEC, artículos 210-8 y 680-5 de 1990 establecen el uso de GFCI en
circuitos que sirven cuartos de baño, garajes, piscinas y otros similares. La NFPA-99
establece el empleo de GFCI en locaciones húmedas, particularmente áreas de hidroterapia.
El común de todas las áreas donde diferentes normas recomiendan o establecen el uso de
los GFCI es que la continuidad del suministro de potencia no sea esencial, más claramente
que al producirse la desconexión no se corte el suministro de equipos que soportan o
apoyan procedimientos terapéuticos que pudieran poner en peligro la vida de pacientes. Es
decir no se usan GFCIs en áreas de cuidados intensivos, salones de operaciones y similares.
Cuando puede interrumpirse el suministro eléctrico, el bajo costo de los GFCIs de unos 10
USD, los convierten en una atractiva alternativa económica con respecto a los sistemas de
distribución aislados cuyo costo está alrededor de los 2 000 USD.
Transformador
diferencial
Transformador de distribución
a)
mA
ms
b)
c)
La Guide for the Development of Medical Device Regulations. PAHO-WHO, 2002, enfoca
la seguridad del equipo medico como un proceso de gestión de riesgo durante toda su vida
útil, iniciándose desde su concepción, diseño y fabricación, por lo que diseñadores y
fabricantes deben tomar medidas para garantizar:
La importancia de contar con un buen circuito de puesta a tierra ya ha sido explicada en los
epígrafes precedentes. La mayoría de las fallas de la puesta a tierra en los equipos médicos
se producen en los contactos de la toma a tierra entre el receptáculo y el conector del cable
de alimentación del equipo, así como en el propio cable de alimentación donde se producen
roturas del conductor por fatiga a causa el uso o maltrato. Los cables de alimentación de los
equipos y conectores deben ser lo suficientemente robustos, así como deberán ser
comprobados frecuentemente durante las tareas rutinarias del mantenimiento preventivo.
Se debe alertar a todo el personal sobre la prohibición de usar adaptadores de dos a tres
conductores en equipos de uso médico, ya que interrumpen el retorno a tierra en caso de
falla.
La reducción de las corrientes de fuga en el chasis del equipo y en cables de paciente es una
importante meta para los diseñadores de instrumentos médicos. Se fabrican cables
especiales de alimentación para conectar a la red de suministro, con fugas por debajo de 1
µA/m. En cualquier caso es conveniente mantener los cables de alimentación tan cortos
como sea posible.
Las fugas internas entre el equipo y el chasis pueden ser reducidas colocando capas y
materiales aislantes que separen los potenciales del chasis y reduzcan las capacidades
parásitas asociadas. Particular atención debe brindarse a la solución tecnológica a fin de
El objetivo de la conexión a tierra es eliminar los potenciales peligrosos entre todas las
superficies conductoras. Una buena solución se logra si se emplean capas de aislamiento
para prevenir el contacto entre cualquier persona y el chasis o superficie conductora.
V Vo
b
Capacidad y Resistencia
asociada al aislamiento
Vcm
Vcm Viso
Vo = Vb ± ± × Ganancia
CMRR IMRR
Figura 2.13. Circuito equivalente de un amplificador aislado.
El voltaje de aislamiento Viso se define como el voltaje que existe a través de la barrera
aislante o entre el común de entrada y el común de salida y puede alcanzar valores entre 1 y
10 kV, sin llegar a ruptura. Las tres características principales de un amplificador aislado
son su alto aislamiento entre la entrada y la salida ( > 10 MΩ ), alto voltaje de modo aislado
( > 1000 V ) y alto rechazo de modo común ( > 100 dB ).
Barrera de
Aislamiento
Señal
- IN
+ IN
Vo
común
entrada
Potencia
voltaje +
flotante Fuente Oscilador +
-
Vcc = 15 V
-
Barrera de aislamiento
Vi Vo
Común de entrada
Común de salida
Figura 2.15. Circuito equivalente simplificado del ISO100 de la Burr-Brown.
+- 15 V Barrera +- 15 V
aislante
Convertidor
Señal, Vi frec.-voltaje Salida, Vo
Oscilador de
frec. controlada
Figura 2.16. Circuito equivalente simplificado del ISO106 de la Burr-Brown.
Clase I: Son aquellos equipos en los cuales la protección no solo se obtiene con el
aislamiento básico sino que se incluirán precauciones auxiliares, de manera que se disponga
de una conexión de las partes conductoras accesibles al conductor de tierra de forma
permanente, para que en caso de que exista fallo de aislamiento y exista un sobrevoltaje,
entren a jugar los órganos de protección separando o aislando el equipo de la fuente
principal. Un esquema básico donde se destaca el empleo del 3er conductor o cable de
tierra se muestra en la figura 2.17.
Clase II: Son aquellos equipos en los que la protección no solo recae sobre el aislamiento
básico, sino que se dispone de un doble aislamiento o se refuerza el aislamiento, no
existiendo nada previsto para una puesta a tierra de seguridad. Un esquema básico donde se
destaca el doble aislamiento se muestra en la figura 2.18.
Figura 2.17. Equipo Médico con tipo de protección contra descargas eléctricas Clase I
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 30
Figura 2.18. Equipo Médico con tipo de protección contra descargas eléctricas Clase II
Equipos B: Son aquellos clases I, II, o con alimentación interna que tienen previsto un
adecuado grado de protección contra corrientes de fuga y fiabilidad de la conexión de
tierra, se clasifican en este grupo todos aquellos equipos de uso médico que no tengan una
parte directamente aplicada al paciente, permitiéndose valores del orden de 0,1 mA de
corrientes de fuga en condiciones normales de explotación y de hasta 0,5 mA en la
condición de simple falla. Se emplean en aplicaciones con contacto externo o interno que
no incluya al corazón.
Equipos BF: son aquel tipo B con la entrada o parte aplicada al paciente, flotante
eléctricamente, permitiéndose niveles de corrientes idénticos a los del tipo B. Se emplean
en aplicaciones con contacto externo o interno que no incluya al corazón.
Equipos CF: Son aquellos clases I o II con alimentación interna que permiten un alto grado
de protección, en relación con corrientes de fugas y entrada flotante. Incluyen todos
aquellos equipos en que se pueda establecer un camino directo al corazón. Aquí debe
reducirse las corrientes de fuga hasta 0,01 mA en condición normal de trabajo y 0,05 mA
en condiciones de simple falla para pacientes y hasta 0,5 mA para corriente de pérdida de
lazo cerrado. Son obligatorios en aplicaciones cardiacas directas.
IEC 60601-1-1 Ed. 2.0 b:2000 Medical electrical equipment - Part 1-1: General
requirements for safety - Collateral standard: Safety requirements for medical electrical
systems
IEC 60601-1-2 Amd.1 Ed. 2.0 b:2005 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1-2: General requirements for safety - Collateral standard: Electromagnetic compatibility -
Requirements and tests
IEC 60601-1-2 Ed. 2.1 b:2005 Medical electrical equipment - Part 1-2: General
requirements for safety - Collateral standard: Electromagnetic compatibility - Requirements
and tests
IEC 60601-1-3 Ed. 1.0 b:1994 Medical electrical equipment - Part 1: General requirements
for safety - 3. Collateral standard: General requirements for radiation protection in
diagnostic X-ray equipment
IEC 60601-1-4 Amd.1 Ed. 1.0 b:1999 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1: General requirements for safety - 4. Collateral standard: Programmable electrical
medical systems
IEC 60601-1-4 Ed. 1.1 b:2000 Medical electrical equipment - Part 1-4: General
requirements for safety - Collateral Standard: Programmable electrical medical systems
IEC 60601-1-6 Ed. 1.0 b:2004 Medical electrical equipment - Part 1-6: General
requirements for safety - Collateral standard: Usability
IEC 60601-1-8 Amd.1 Ed. 1.0 b:2006 Amendment 1 - Medical electrical equipment - Part
1-8: General requirements for safety - Collateral Standard: General requirements, tests and
guidance for alarm systems in medical electrical equipment and medical electrical systems
S1 H
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis
partes conductoras
R < 0.15Ω en la superficie
Ohmetro
Figura 2.19. Esquema de medición de resistencia entre terminal de tierra y chasis.
La resistencia entre el terminal de tierra y el chasis del equipo o cualquier parte metálica no
debe exceder los 0.15 Ω. El esquema de medición es mostrado en la figura 2.19.
S1 H
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis
S4
Medidor
a)
mV
b)
Figura 2.20. a) Circuito para medir las corrientes de fugas del chasis. b) Circuito para
el medidor a ser usado.
Las corrientes de fugas del chasis no deben exceder 500 µA en equipos que se ubicarán a
trabajar fuera de las áreas de pacientes. Para equipos que estarán en la cercanía de pacientes
solo se permitirán fugas de hasta 100 µA. El esquema de medición se muestra en la figura
2.20.
partes aplicadas
S1 H al paciente
H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Chasis
S4
Medidor
Figura 2.21. Circuito para medir las corrientes de fuga a través de paciente.
terminales
de paciente
S1 H
H Equipo
N
bajo
2 1 µA
N G prueba
G
S4
También la corriente de fuga entre cualquiera dos terminales en contacto con el paciente o
entre cualquier terminal y los terminales restantes debe ser medida a fin de garantizar que la
corriente de fuga esté por debajo de 50 µA para equipos no aislados, para equipos aislados
el límite máximo será de 10 µA. El circuito de medición se muestra en la figura 2.22.
La corriente de fuga que circularía en el caso extremo que apareciera el voltaje de línea
sobre el paciente, puede medirse empleando el circuito que se muestra en la figura 2.23. La
corriente de fuga en este caso debe ser menor de 50 µA, a través de cada uno de los
terminales de paciente en un equipo aislado.
Microamperímetro
terminales de
..... paciente
H
S1 H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Figura 2.23. Circuito para medir la corriente de fuga que circularía si apareciera el
voltaje de línea sobre el paciente.
terminales de
..... paciente
H
S1 H
N
2 1 Equipo
N G bajo prueba
G
Microamperímetro
Figura 2.24. Circuito para medir la corriente de fuga a través del tercer conductor.
Ingeniería Clínica, Ernesto B. Rodríguez Denis, 2006 36
2.11.6. Corriente de fuga a través del conductor de tierra.
Un circuito para medir la corriente de fuga a través del tercer conductor o conductor de
tierra se muestra en la figura 2.24.
1
S2
H
S1 H 2
N
2 1 Equipo Cal
N G bajo prueba Start
G
S5
Chasis
S4
Cal
Microamperímetro
Medida S1 S2 S3 S4 S5
Calibración * * * * Cal
Fuga de chasis con polaridad normal a la entrada. 1 2 off on Start
Fuga a través del paciente con polaridad normal a la entrada. 1 1 off on Start
Fuga de chasis con polaridad invertida a la entrada 2 2 off on Start
Fuga a través del paciente con polaridad invertida a la 2 1 off on Start
entrada
Fuga de chasis con tercer conductor abierto y polaridad 1 2 off off Start
normal a la entrada
Fuga de chasis con tercer conductor abierto y polaridad 2 2 off off Start
invertida a la entrada
Fuga a través del paciente con tercer conductor abierto y 1 1 on off Start
corto circuito entre un terminal de paciente y el vivo.
Figura 2.25. Diagrama en bloques de un Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica y
tabla de funcionamiento.
Un Equipo Analizador de Seguridad Eléctrica, está destinado para realizar todas las pruebas
de rutina, a fin de determinar, si los equipos eléctricos, las superficies conductoras y
receptáculos son eléctricamente seguros según los estándares reconocidos de seguridad. Un
diagrama en bloques de este equipo se muestra en la figura 2.25. El analizador de seguridad
es calibrado pasando el conmutador S5 a la posición de calibración. El equipo bajo prueba
es conectado mediante un receptáculo de salida del equipo analizador de seguridad
Dentro de las pruebas de aceptación que deben efectuarse a todo equipo que se adquiera por
el hospital, están las pruebas de seguridad eléctrica, las cuales comprueban el cumplimiento
de las normas de seguridad eléctrica vigente, tal como IEC 60601-1 y las especificaciones
del fabricante. Este registro constituye además un importante dato, pues constituye el punto
de partida de la estadística que posibilita estudiar la evolución de las corrientes de fuga y
otros parámetros en el tiempo, Este estudio permitiría establecer los tiempos mínimos, de
intervenciones entre mantenimientos preventivos, propios del hospital de acuerdo a sus
condiciones específicas.
Una propuesta de parámetros a medir durante una prueba de aceptación sobre la Seguridad
Eléctrica de un equipo electromédico siguiendo el estándar IEC 60601-1, se presenta en la
Tabla 2.7.
Tabla 2.7. Test de Seguridad Eléctrica para prueba de aceptación, IEC 60601-1.
1- “To Err is Human: Building a Safer Health System,” US Institute of Medicine (Report
2000).
2- IEC 60601-1; Medical electrical equipment - Part 1: General requirements for basic
safety and essential performance, 2005.
3- Rodríguez, E. y otros. Seguridad eléctrica en el diseño de Equipos Electromédicos I.
Ingeniería Electrónica, Automática y Comunicaciones. Vol. X, No.4, 1989.
4- A Guide for the Development of Medical Device Regulations. PAHO-WHO, 2002
5- Burr-Brown: Integrated Circuits Data Book, Chap. 3, pp.3.1 - 3.40, 1986.
6- The Use of Electricity in Patient- Care Areas of Hospitals. Federal Pioneer Limited,
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7- Galván, J y Pallás, R. Seguridad eléctrica en equipos e instalaciones hospitalarias,
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9- "Medical Instrumentation". John G. Webster, Houghton Mifflin Company. USA. 1992.
10- Uyttendaele, K. and others, Monitoring Instrumentation: Isolated Inputs, Electrosurgery
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11. "Introduction to Biomedical Equipment Technology". Carr. J.J. Prentice-Hall, Inc. USA
1998.