El Deposito
El Deposito
El Deposito
El contrato de depósito se remonta a época muy antigua, resultando oscuras y confusas sus
primeras manifestaciónes.
Una postura doctrinal mayoritaria entiende que en los primeros tiempos del Derecho Romano
el depósito se constituía por medio de una traslación de propiedad acompañada de un pacto de
"fiducia cum amico". Al no haberse perfilado aún las ideas de posesión y de "nuda detentio",
las partes no podían alcanzar el fin del depósito si no era recurriendo a una transferencia de
propiedad acompañada de un pacto de fiducia. Pacto en virtud del cual el depositario se
obligaba a retransmitir al "tradens" la propiedad de la que se había despojado
transitoriamente.
Sin embargo, hay quienes consideran poco probable la hipótesis de que la fiducia, como
negocio obligatorio tutelado por una acción de buena fe, existiese ya en la época quiritaria.
Así, según Herrera Bravo, los arcaicos negocios como el mutuo, el depósito y el comodato se
desarrollan sobre el presupuesto de la amistad, a través de un pacto convalidado por el
elemento sacral de la "fides" y que tiene por objeto la restitución. La "datio" o entrega de la
cosa es dada en base a la confianza y a la fe en el otro, de ahí que la negativa a la restitución
constituya una violación de la "fides" sanciónada religiosamente.
Efectos del pacto de "fiducia" eran la obligación de restituir la propiedad de la cosa a primera
demanda y la responsabilidad del "accipiens", que no respondía únicamente por dolo, sino que
quedaba sometido a una responsabilidad de tipo objetivo. En caso de que éste se negase a
restituir, el "tradens" que por cualquier medio hubiese recuperado la cosa, sin necesidad de
justo título ni de buena fe, y la tuviese en su posesión por espacio de un año, contaba a su
favor con la "usureceptio ex fiducia", un tipo de usucapión que le permitía conservar la cosa.
Pero la contractualización del depósito como negocio jurídico recíproco, en que la entrega
actúa como fundamento de una "obligatio" y no ya como presupuesto del dolo por la no
restitución (propio de la "actio in factum"), no tiene lugar hasta principios del período clásico,
cuando aparece la "actio depositi in ius" y el depósito pasa a ser visto como contrato, es decir,
como fuente de "oportere", de obligaciónes civiles. Si bien algunos discuten su naturaleza
como contrato real al no producirse la transmisión de la propiedad de la cosa depositada, la
simple entrega de la misma al depositario en concepto de detentador era generadora de
acciónes civiles en favor de ambas partes y, por tanto, fuente de un auténtico contrato.
Se siguen encontrando huellas de la acción "in factum" en tiempos de Cicerón, pero ésta
desaparece definitivamente a finales de la época clásica, al producirse la absorción del
derecho pretorio por el "ius civile" asimilándose ambos ordenamientos.
Definición
La definición la encontramos en el art. 1814 del Código Civil: “Por el deposito voluntario el
depositario se obliga a recibir un bien para custodiarlo y devolverlo cuando lo solicite el
depositante”. Partiendo de la definición legal vigente en materia civil, el Depósito, como
contrato, es un acuerdo de voluntades por el que una persona “depositante” conviene con
otra “depositario”, en entregarle un bien mueble para que lo custodie y lo devuelva, a simple
requerimiento de la primera.
Naturaleza jurídica
Carlos Torres y Torres Lara, sostienen que en el contrato de depósito normado por el Código
Civil hay una evidente influencia mercantil, cuando en el artículo 1818 establece “El deposito
se presume gratuito, salvo que por pacto distinto o por la calidad profesional, por la actividad
del depositario u otras circunstancias se deduzca que es remunerado.
Igualmente, cuando en el art. 1852 se determina: “El depositario, solo puede retener el bien
hasta que se le pague lo que se debe por razón del contrato”. La utilidad queda así privilegiada
frente a la propiedad.
Entonces, tres son las prestaciones que, definen la naturaleza de esta relación jurídica:
1. La entrega del Bien Mueble, realizada a título de simple posesión o tenencia [en el
depósito regular] o a título de propiedad [en el depósito irregular].
2. La restitución o disponibilidad del Bien Mueble depositado, efectuada a pedido de parte,
general y no excluyentemente, en la situación jurídica de depositante.
3. El pago de una comisión o retribución por la custodia del Bien Mueble, pues el
depositario persigue obtener provecho del bien depositado, y/o un lucro por el ejercicio
de la custodia.
Clases
b) Depósito necesario. - El depósito es necesario cuando surge algún accidente del que deriva
la urgencia de poner una cosa bajo la custodia de alguien, como en el caso de un incendio, de
un naufragio o de otro acontecimiento no previsto.
El depósito necesario a tenor del artículo 1854 es el que se lleva a cabo en cumplimiento de
una obligación legal o bajo el apremio de un hecho o una situación imprevista y de acuerdo a
lo dispuesto por el artículo 1855: “Toda persona está obligada a recibir el depósito necesario,
a menos que tenga impedimento físico u otra justificación”.
Características:
En el Depósito, según lo establecido por el artículo 1814 del Código Civil, la oferta y
aceptación contractuales provienen de la voluntad de dos sujetos:
Objeto
Se reconocen como materia de este Contrato a los Bienes Muebles, corporales, sean éstos
fungibles o no, consumibles o no.
Conclusión:
El Depósito, pese a su aparente “civilidad”, constituye uno de los contratos de uso comercial
más difundido, y es explotado de manera considerable por Instituciones Especializadas, como
Bancos y Almacenes Generales de Depósito; estos últimos mediante la celebración de un
contrato de naturaleza particular que origina dos títulos que incorporan en sí el valor de los
bienes depositados, sea con fines de la transferencia del dominio –certificado de depósito– o
garantía –el warrant–, los mismos que permiten la circulación de los bienes representados y el
aprovechamiento de su valor económico, en relaciones jurídicas que otorgan las ventajas de la
celeridad en la operación comercial y la preferencia en la recuperación del crédito
garantizado.