Marxismo y Liberalismo
Marxismo y Liberalismo
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APLICACIONES EN EQUIPO
PUNTO DEL INCISO B
Temas marxista y liberalismo
MARXISTAS
EL MARXISMO NO ES SÓLO UNA FILOSOFÍA
El marxismo, entendiendo aquí por este término el pensamiento que su origen en
la obra de Marx y la de Engels, no es una filosofía sentido estricto, pero sí tiene en
su base un fundamento filosófico. La obra de Marx es la de un científico social y la
de un revolucionario que parte de un fundamento filosófico (ontológico,
epistemológico y ético) formado por presupuestos antropológicos y normativos. El
marxismo no es, sin embargo, una ciencia positiva, sino una ciencia crítica de la
sociedad burguesa y una teoría de la revolución proletaria. Estas doctrinas fueron
propuestas por el periodista y filósofo revolucionario alemán Karl Marx y su amigo
Friedrich Engels. Otro nombre que se le atribuye a la escuela marxista suele ser
socialismo científico; a través de este, Karl Marx y Friedrich Engels lograron
distinguir su economía de las otras corrientes socialistas de aquella época. La
filosofía de Marx es aporética porque se despliega en el espacio liso, sin caminos
prefijados del pensamiento, se mueve en un desierto en el que no hay caminos
fijos ni balizados. No aplica un método previo y determinado que fijaría los
derroteros del pensamiento de antemano. Además, parte de problemas en una
continua redefinición más que de definiciones y axiomas que permitan la
deducción del sistema en forma de un conjunto de teoremas ligados
deductivamente entre sí. El enfoque problemático de la filosofía marxiana queda
explícito en una crítica del artículo de M. Hess «Alemania y Francia consideradas
desde el punto de vista de la centralización», aparecido en la Gaceta Renana el 17
de mayo de 1841 que quedó inédito bajo el título de «El problema de la
centralización» (cf. Mega,1, t. I, 230, cit. por Cornu, 1973,11, 273), donde se
afirma: «una verdadera crítica implica un análisis, no de las respuestas, sino de los
problemas, la respuesta a un problema queda señalada cuando éste constituye un
problema real. Para resolver antiguos problemas la historia no conoce otro método
que el solucionarlos con nuevos problemas. Las palabras que dan la clave del
enigma de cada época son los problemas del día. Si, en las respuestas, las
tendencias y la inteligencia de los individuos desempeñan un gran papel y si hace
falta una visión sagaz para distinguir en ellas lo que corresponde al individuo de lo
que es propio de la época, los problemas, en su implacable claridad, son las
grandes voces de su tiempo; dominan a los individuos y son las consignas de su
época, cuyas tendencias expresan en el plano de la realidad práctica».
El marxismo es una concepción crítico-práctica de la realidad y especialmente de
la historia, como muy acertadamente nos recuerda Rodolfo Mondolfo La
transformación radical que el mundo demandaba no era cuestión no sólo de la
teoría crítica ni algo meramente individual, sino que exigía que dicha crítica se
encarnara en un movimiento social. Un movimiento social que en su época era
incipiente, pero del que su clarividencia supo captar las virtualidades que contenía
en su seno y a cuyo desarrollo contribuyó en gran manera el propio marxismo
como teoría y como praxis política. El marxismo surge en la estela de la
descomposición del hegelianismo, a partir de él y contra él, como el positivismo y
el existencialismo, las tres matrices teóricas que están en la base de las filosofías
que actualmente ocupan el centro del panorama filosófico. El marxismo, más que
una filosofía, es una crítica radical de la filosofía en lo que ésta tiene de idealista.
En otro sentido, el marxismo añade a la filosofía alemana la economía política
inglesa y las concepciones teóricas y prácticas del socialismo francés como sus
raíces esenciales.
BASES TEÓRICAS DEL MARXISMO
La obra filosófica de Marx se inserta en un contexto cultural múltiple caracterizado
fundamentalmente por cuatro corrientes de pensamiento y acción:
a) el idealismo alemán y su continuación crítica en la izquierda hegeliana.
b) la filosofía romántica de la naturaleza.
c) la economía política inglesa y
d) el socialismo francés.
a) Marx comienza su desarrollo intelectual en una atmósfera saturada de
hegelianismo, en plenas luchas en el interior de la escuela hegeliana y entre dicha
escuela en su conjunto y otros paradigmas rivales como las propuestas por el viejo
Schelling con su tardía filosofía de la revelación o la recuperación de Aristóteles
que propugnaba Trendelenburg, entre otros. Marx siempre reconoció en Hegel al
gran filósofo de la época a pesar de que ya en su juventud estaba de moda
despreciarlo. Marx retoma de Hegel la centralidad de la idea de proceso y de
devenir, es decir, la concepción dinámica de la realidad; así como su crítica
implacable del formalismo moral kantiano. Pero Marx no se limitó a criticar a
Hegel, sino que amplió su crítica a los jóvenes hegelianos, de los que fue poco a
poco separándose a pesar de que asimiló lo más aprovechable de cada uno. En
La Sagrada Familia Marx y Engels ajustan sus cuentas con Bruno Bauer debido a
que su crítica es puramente espiritual y piensa que una cosa es destruida en la
realidad cuando es criticada en el pensamiento. Por otra parte, en La ideología
alemana los dos amigos se enfrentan a Stirner y a Feuerbach. A pesar de que
admiran la denuncia stirneriana de los sentimientos filantrópicos difusos en la
época, así como su negación del carácter innato de los derechos, lo que permitía
un ataque al derecho de propiedad como inalienable y por último su exigencia de
que la libertad no fuera simplemente moral sino efectiva, sin embargo, en la
tercera parte de La ideología alemana, «el Anti-Stirner», Marx y Engels arremeten
contra el filósofo del único a partir de la concepción materialista de la historia que
estaban esbozando en aquellos años y según la cual la historia real no es el
producto de la historia ideal sino a la inversa. Marx también se separó de autores
como Ruge y Hess, con los que compartió parte de su trayectoria política y
filosófica, e incluso del que más le influyó en su inflexión materialista: Feuerbach.
Marx se separó de Ruge por mantenerse en el idealismo y la teología, en sus
críticas., Marx había abandonado ya el liberalismo y se dirigía hacia el comunismo,
lo que suponía que la revolución no podía ser sólo política sino que tenía que ser
social. En esta época la revolución política ya le sabía a poco a Marx,
exactamente igual que hace unos años le había parecido insuficiente la crítica
religiosa y había pasado a la crítica política, ahora es la lucha social del
proletariado el ámbito fundamental del enfrentamiento y la mera lucha política de
los liberales le parece insuficiente. Respecto a Moses Hess, cuya influencia fue
decisiva para que Marx pusiera en el centro de su interés la noción de actividad
práctica, su ruptura fue política y debida a la concepción que del comunismo
tenían Hess y sus seguidores, los «verdaderos socialistas», como un
humanitarismo de corte eticista que exige una revolución moral previa a la
revolución social. Para Marx y Engels el comunismo no se derivaba de principios,
sino que era la expresión del movimiento revolucionario de las masas.
Por otra parte, los reproches dirigidos a Feuerbach por Marx y Engels en sus
inéditas Tesis sobre Feuerbach se centraban en que dicho autor no entendía el
conocimiento como actividad práctica. Es la práctica la que permite asegurar la
«terrenalidad» del pensamiento, su carácter real y ajustado a la realidad. El
conocimiento aparece en Marx como la comprensión de la realidad terrenal en su
propia contradicción y desgarramiento y como la base de la revolución práctica de
dicha realidad, más que como una mera reducción de la realidad celestial a dicha
realidad terrenal, como sucede en la crítica de la religión efectuada por Feuerbach.
b) Respecto a las relaciones de Marx y Engels con las concepciones de la
Naturphilosophie romántica, podemos recordar aquí que las ideas de fuerza y
materia, y la concepción de la naturaleza que Marx y Engels mantuvieron a lo
largo de toda su obra, proceden de una larga tradición que presenta como
eslabones esenciales el materialismo antiguo (Demócrito y Epicuro), el panteísmo
renacentista (Telesio, Bruno, Böhme), las grandes metafísicas del siglo XXII
(Spinoza y Leibniz) y los aspectos materialistas de la Filosofía romántica de la
naturaleza, presente en la obra del joven Schelling y de Hegel y Feuerbach. Con
las nociones filosóficas procedentes de esta tradición soterrada del pensamiento
occidental, Marx y Engels asimilaron los adelantos de las ciencias de su época y
pusieron la concepción filosófica y los conocimientos científicos al servicio de la
comprensión y la transformación revolucionaria de la sociedad de su época con la
mirada puesta en la utopía comunista. El activismo que sustenta el marxismo se
basa en una noción dinámica de la realidad que se acerca más al vitalismo de los
románticos que al mecanicismo predominante en la línea central de la ciencia
moderna.
c) Respecto a la recepción de la economía política inglesa, especialmente en las
obras de A. Smith y D. Ricardo, Marx y Engels la recibieron primero a través de la
obra de Hegel y posteriormente en París a través de la lectura directa de estos
autores. Los Manuscritos de 1844 son el primer ajuste de cuentas con esta
tradición, que se continuará en su Contribución a la crítica de la economía política
y culminará con El Capital.
d) Por último, podemos decir que la tradición socialista y comunista de carácter
crítico-utópico es recibida de forma selectiva por Marx y Engels, que reconocen su
contribución a la crítica de la sociedad capitalista, pero que no pueden dejar de
señalar sus deficiencias, que la convierten en prácticamente inútil cuando un
análisis más preciso de dicha sociedad capitalista, y sobre todo el auge del
movimiento obrero revolucionario, sustituye la maquinación de quimeras
imaginarias e ideales por la lucha para desarrollar las posibilidades ya inscritas en
la sociedad presente.
III. EL MARXISMO COMO UN REALISMO GNOSEOLÓGICO
Pensamos que, de acuerdo con su materialismo ontológico, la filosofía marxiana
es realista en lo gnoseológico, es decir, afirma la anterioridad del ser sobre la
conciencia, la prioridad de la existencia del mundo real sobre la conciencia que lo
conoce, y, a la vez, afirma que este mundo real puede ser conocido de una
manera efectiva, aunque nunca de forma exhaustiva y total. Marx no se plantea
estos problemas filosóficos en general de forma abstracta, sino que lo hace de
forma concreta en el marco de una ontología del ser social que constituye el
presupuesto filosófico de la investigación empírica que configura su teoría
materialista de la historia, base a su vez de su crítica, teórica y práctica, del
capitalismo. En segundo lugar, la relación cognoscitiva entre la consciencia y el
ser conocido no es un mero reflejo pasivo de éste en aquella, sino el resultado de
una «determinación activa» entre ambos mediante la cual la conciencia refigura la
realidad y no se limita a reflejarla; es decir, el conocimiento es una actividad
«constructivista», ya que construye el objeto de conocimiento dando forma a los
datos exteriores reales. En tercer lugar, tanto el pensamiento como el ser pensado
son formas de la realidad y, en este sentido, ambos son materiales: no hay sitio
para el espiritualismo en el proceso de conocimiento marxiano.
PERIODO
Antes de 1848-1850: Es el período de los orígenes del socialismo y de la
formación del pensamiento de Marx. Coincide con la de la primera gran crisis del
primer capitalismo industrial: años 30 y 40 del siglo XIX. 1850-1875-1883: Es el
período clásico del desarrollo capitalista en el siglo XIX: rápida evolución de un
sistema mundial de capitalismo liberal, cuyo centro era la Gran Bretaña, y las
primeras fases de un gran desarrollo industrial en los más importantes países
«desarrollados» de Occidente. Se constituye así un sistema internacional de
Estados capitalistas y nace el movimiento obrero en Europa y los EE. UU. con su
expresión organizativa en la Internacional. 1850-1875-1883: Es el período clásico
del desarrollo capitalista en el siglo XIX: rápida evolución de un sistema mundial
de capitalismo liberal, cuyo centro era la Gran Bretaña, y las primeras fases de un
gran desarrollo industrial en los más importantes países «desarrollados» de
Occidente. Se constituye así un sistema internacional de Estados capitalistas y
nace el movimiento obrero en Europa y los EE. UU. con su expresión organizativa
en la Internacional. 1883-1914: Período del marxismo desarrollado, sobre todo por
los teóricos y partidos de la II Internacional. Es el período de la gran depresión y
de las tensiones que se extienden de 1873 a 1896. De él emerge una nueva fase
del capitalismo –el imperialismo–, con nuevas características tecnológicas,
económicas, sociales y políticas y, por consiguiente, con nuevas perspectivas
estratégicas que los marxistas se esfuerzan por integrar en su análisis a partir de
la década del 90. Por ello entonces –como en la actualidad– se hablaba ya de
«crisis del marxismo».1914-1949: No olvidando dos importantes subdivisiones,
marcadas por la gran crisis económica 1929-1933 y por la segunda guerra
mundial, es el período del marxismo de la III Internacional, que se extiende de la
Revolución de octubre a la revolución china. Se trata del periodo de la crisis
general del capitalismo (guerra, revoluciones, colapso económico, fascismo,
guerra), de la Revolución de octubre, que crea el primer país socialista, y de la
difusión de los movimientos marxistas en el mundo colonial y semicolonial, como
elemento de la revolución en el Tercer Mundo. De 1949 en adelante: Es el período
del marxismo policéntrico –según lo definió Togliatti–, primero de hecho y luego
aceptado como tal; se trata del período de la primera estabilización general y
duradera del capitalismo internacional desde 1914.
APORTACIONES
Los aportes de la filosofía de Marx a la sociedad siguen vigentes en la actualidad y
a él le debemos muchos de los cambios más importantes que hoy conocemos.
Karl Marx fue uno de los hombres fundamentales para el avance ideológico e
intelectual del mundo. Sus teorías sociales revolucionaron al hombre y la manera
en que se relacionaba con el mundo y construía las bases de su sociedad. A partir
de las teorías filosóficas de Marx comenzaron a desarrollarse los primeros
regímenes socialistas y comunistas a lo largo de la historia, que abogan, o eso
pretende, por una igualdad de condiciones sociales y económicas.
Una de las aportaciones poyo a la educación infantil libre. En 1848, cuando Marx
se encontraba escribiendo el "Manifiesto comunista" al lado de Federico Engels, el
trabajo infantil era visto como algo normal. Marx y Engels abogaron en su obra por
la educación gratuita para todos los niños en escuelas públicas y la abolición del
trabajo infantil en las fábricas. Para Marx era anormal que un niño, en lugar de
educarse y forjarse una preparación, estuviera en las fábricas haciendo labores
pesadas que no le correspondían. De igual forma otra aportación de la cual se
agradece a Marx, es el mayor tiempo libre para los trabajadores El "Manifiesto
comunista" apoyaba la idea de que los trabajadores obtuvieran dos cosas:
mejores condiciones de trabajo y mayor tiempo libre para descansar y hacer otras
actividades. Marx fue un progresista que conocía la importancia del esparcimiento
para rendir mejor en las labores. Para Marx, la vida de un ser humano no se
limitaba a las horas de trabajo sino también a lo que hacía fuera de él: sus
hobbies, sus intereses, su educación, el tiempo que le dedicaba a sus familias y a
sí mismo. Este concepto hoy es cada vez más difícil de llevar a cabo, pero lo cierto
es que ya hay empresas y muchas personas que lo manejan como una filosofía
básica de vida. Búsqueda de la satisfacción laboral, Marx tenía la idea de que un
trabajador debía sentirse feliz y plenamente realizado con sus actividades del día.
De no ser así, sería muy fácil para él experimentar frustración y ganas de dejarlo
todo. ¿Te suena? Si un empleado no pone a diario su esfuerzo y talento en tareas
donde obtenga una realización personal será complicado que rinda en su empleo
y que lo haga con gusto. Para Marx era indispensable que los empleados se
dedicaran a lo que mejor sabían hacer, pues se rendimiento sería cada vez mayor,
Manifestaciones sociales ante las injusticias Las principales ideas del marxismo
permitieron darle voz a una clase trabajadora oprimida por un sistema que los
mantenía en condiciones infrahumanas: poco dinero, agotadoras jornadas
laborales y escaso reconocimiento por sus labores. El marxismo permitió que las
condiciones laborales cambiaran a favor de los obreros o que éstos exigieran una
modificación a su sistema de trabajo. Las huelgas, los sindicatos y las marchas de
protesta son resultado de una filosofía que impulsó la conciencia social en
distintos niveles. Importantes conceptos de economía, Aparte de la sociología y la
filosofía, Marx hizo grandes aportes a la economía con teorías como la del valor, la
cual sostiene que el valor de un objeto está definido por las horas-hombre
requeridas para llevarlo a cabo. Esto fue definitivo para que los trabajos
comenzaran a ser remunerados como era debido. Por otro lado, Marx también
desarrolló la teoría de la plusvalía, la cual sostiene que que el valor de un producto
o servicio no siempre corresponde al esfuerzo invertido por el trabajador,
permitiendo el enriquecimiento del patrón a costa del trabajo obligado y necesario
de su trabajador.
LIBERALISMO
El liberalismo económico es una doctrina que señala que la mejor forma de
alcanzar el desarrollo económico y la eficiencia en la asignación de los recursos es
a través de un mercado libre sin la intervención del Estado (regulaciones,
impuestos, etc.) El liberalismo económico tiene sus orígenes en el siglo XVIII como
una respuesta a los privilegios de la nobleza, el liberalismo comenzó como una
doctrina general y un esfuerzo político en respuesta a las guerras religiosas
establecidas en Europa durante los siglos XVI y XVII, aunque el contexto histórico
de la ascendencia del liberalismo se remonta a la Edad Media. que poco
aportaban a la sociedad, y al mercantilismo, que defendía la intervención intensiva
del Estado en la economía. De acuerdo con el liberalismo económico, las fuerzas
de oferta y demanda son la que, de forma natural, nos llevarán a un equilibrio en
donde los precios reflejan la escasez relativa de los bienes y se produce una
asignación de recursos eficiente. Al mismo tiempo, la libre iniciativa de personas o
empresas y la búsqueda de rentas impulsan el crecimiento económico. Cabe
mencionar que el liberalismo económico es la tendencia de pensamiento
económico que promueve el libre comercio como la mejor forma de alcanzar el
desarrollo económico. Esto, gracias a que aprovecha las ventajas comparativas de
los países para alcanzar mayores economías de escala, promover la destrucción
creativa y destruir los privilegios de grupos de interés protegidos por alguna
regulación injustificada.
El liberalismo económico impulsa el desarrollo, la creatividad y la innovación. Las
personas y empresas tienen los incentivos para competir y buscar la forma de
lograr sus objetivos. Los defensores aseguran que gracias al libre comercio los
consumidores pueden disfrutar de una mayor variedad de productos y servicios a
un precio más accesible debido a la presión de la competencia. No obstante, los
críticos argumentan que en su estado más extremo el liberalismo económico deja
de lado consideraciones sociales. En particular, se desentiende de aquellos que
se encuentran en una situación desventajosa y por ende les es muy difícil
progresar (niños pobres, enfermos, ancianos sin recursos, etc.). Sin embargo, sus
defensores argumentan que no deja de lado las consideraciones sociales, sino
todo lo contrario, mejora la calidad de vida de todos los ciudadanos. Para ello se
basan principalmente en que el libre comercio permite la aparición de economías
de escala y la especialización creciente de cada agente, lo que incrementa la
eficiencia y la productividad, lo que permite precios mucho más bajos y accesibles
para todos los públicos.
Cómo funciona el liberalismo económico
De acuerdo al liberalismo económico, la libre interacción de la oferta y la demanda
nos llevará a un equilibrio óptimo. De esta forma, cuando un bien o servicio es
demandado por los consumidores, su precio aumenta, esto llevará a que algunos
consumidores busquen sustitutos y otros dejen de comprar. Los oferentes, por su
parte, se ven incentivados por los altos precios lo que los lleva a invertir en
capacidad y aumentar la producción. De esta forma, a través de incentivos
económicos, el mercado llegará a un equilibrio tanto en el mercado de este bien y
servicio como en los mercados de los factores productivos (capital, trabajo,
tecnología).
Los principales autores del liberalismo económico, uno de ellos se podría decir
que fue François Quesnay, economista francés, fue uno de los primeros liberales.
Según este académico, la agricultura era la única actividad realmente productiva y
esta debía ejercerse con total libertad (de precios, de empresa, de cultivo, etc.).
También se encuentra Vincent de Gournay, economista francés, quien señalaba
que las actividades comerciales e industriales debían desarrollarse en libertad. Ya
que, el verdadero precursor del liberalismo económico fue Adam Smith,
economista inglés, quien en su obra “La riqueza de las Naciones” de 1776,
desarrolló la idea de “mano invisible” que consiste en que los individuos, al buscar
su propio beneficio, empujan a la economía a un equilibrio óptimo que promueve
el bienestar social sin que sea necesaria la intervención del Estado. En otras
palabras, es el mecanismo del libre mercado el que actúa como una mano
invisible llevando a una asignación óptima de los recursos. Uno de los autores
más influyentes del liberalismo económico en el siglo XX es el autor austriaco
Ludwig Von Mises, quien argumentaba que la intervención del Estado lleva a un
resultado que no es natural para una sociedad, lo que introduce el caos. Friedrich
Hayek es otro autor influyente del liberalismo económico, siendo discípulo de
Ludgwig Von Mises en la escuela austriaca. Fue un duro crítico de la economía
planificada y el socialismo. Argumentaba que los ciclos económicos son
consecuencia de la intervención de los bancos centrales, mediante sus políticas
monetarias.
APORTACIONES
El liberalismo recibió de Smith un exhaustivo análisis de los procesos de creación
y de distribución de la riqueza. En la riqueza de las naciones afirmaba que la
competencia privada, libre de regularizaciones, produce y distribuye mejor la
riqueza que los mercados controlados por los gobiernos. También demostró que la
fuente de todos los ingresos y la forma en que se distribuye la riqueza radica en la
diferenciación en tre la renta, los salarios y los beneficios o ganancias. Si la
producción y el intercambio de bienes aumenta, el nivel de la vida de los
ciudadanos se eleva, el empresario privado puede actuar en libertad mediante una
regulación y un control gubernamental mínimos. Smith empleo el término “mano
invisible” para designar al gobierno no intervencionista. Sostenía que cuando una
persona busca satisfacer sus propios intereses, todos los individuos son
conducidos por una “mano invisible” que permite alcanzar el mejor objetivo social
posible.
Bibliografías:
Sin autor. (mayo 8, 2006). El liberalismo económico . septiembre 28, 2020, de
ABC Sitio web: https://www.abc.com.py/articulos/el-liberalismo-economico-
901808.html#:~:text=Aporte%3A,mercados%20controlados%20por%20los
%20gobiernos.
Sin autor. (marzo 13, 2010). MARXISMO Y PENSAMIENTO. septiembre 28, 2020,
de wordpress Sitio web: https://kmarx.wordpress.com/indice-tematico/marxismo-
y/marxismo-y-pensamiento/