Trabajo Final de Legislacion Comercial
Trabajo Final de Legislacion Comercial
Trabajo Final de Legislacion Comercial
Introducción………………………………………………………. Pag. 04
Conclusión………………………………………………………… Pag.12
Recomendaciones……………………………………………….. Pag.14
Bibliografías………………………………………………………. Pag.15
Introducción
Al realizar una lectura comprensiva de la ley 141-15 El pasado 7 de agosto del año en
curso, fue promulgado por el Poder Ejecutivo de la República Dominicana la Ley No.
141-15 sobre Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas
Comerciantes, haciéndose de conocimiento público en Gaceta Oficial el 12 de agosto
del 2015. Pude captar informaciones de gran importancia dentro de las cuales está el
propósito general por la cual fue creada. Dicha ley tiene el objetivo de instaurar los
procedimientos y mecanismos necesarios para la protección efectiva y una
preservación eficiente de los derechos de los acreedores frente a la insolvencia o
deficiencia económica de sus deudores.
El 7 de agosto de 2015 el Poder Ejecutivo promulgó la Ley No. 141-15 de
Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas Comerciantes de la
República Dominicana (la “Ley 141-15″), estableciéndose como fecha de entrada en
vigencia de la misma, el día 7 de febrero de 2017.
Con el fin de regular la puesta en aplicación de la Ley, el pasado 13 de febrero de 2017
el Presidente de la República dictó, mediante el Decreto núm. 20-17, el reglamento
para la aplicación de la Ley. Hasta la promulgación y entrada en vigor de la Ley 141-15
nuestro ordenamiento jurídico no contemplaba la figura de reestructuración de
empresas y personas físicas comerciantes, sino que se recurría a figuras como la
quiebra y la liquidación. Esta ley ha introducido novedosas figuras propias a fin de
viabilizar la efectiva aplicación de sus disposiciones y ordena el establecimiento de
tribunales especializados para conocer de los procesos judiciales.
Entre los principios que rigen la estructura de la ley, se destacan: la celeridad en el
desarrollo de los procesos, negociabilidad amistosa entre las partes con miras a lograr
una solución efectiva para todos los involucrados en el proceso, transparencia y acceso
a la información de manera oportuna, equitativa y comprobable y principio de
universalidad, el cual implica que todos los bienes del deudor son afectados por el
proceso, y sus correspondientes acreedores por igual, sin importar cuál de las partes
ha sido la impulsora del proceso.
Los activos que componen la masa del deudor son los siguientes: bienes y derechos
que sean propiedad del deudor a la fecha de la solicitud de reestructuración; bienes y
derechos que sean adquiridos después de la solicitud de reestructuración, incluyendo
los ingresos por ventas, rentas, intereses, etc. Los bienes y derechos reivindicados o
recuperados a través de los procedimientos legales existentes.
De acuerdo con dicha normativa, a través de la reestructuración y liquidación de
empresas y personas físicas comerciantes, la legislación dominicana se sitúa a la altura
de otras legislaciones en el derecho comparado, cuya herramienta ha sido sumamente
efectiva para disminuir y regular los niveles de insolvencia en el ámbito comercial, a
través de los tribunales e instituciones especializadas creados para conocer
procedimientos de tal índole.
otra información que tiene el carácter de orden público que reviste a esta ley resulta
ser uno de los puntos más interesante, ya que denota el interés del legislador y su
valoración a las disposiciones constitucionales que establecen la obligación del Estado
de procurar la impulsión de la economía, el comercio y la industria; y
consecuentemente, de esta manera asegurar el desarrollo sostenible de las mismas;
dejando a un lado la concepción común de asimilar las deudas entre comerciantes
como situaciones jurídicas de interés netamente privado, para otorgarles un carácter de
interés social.
Así pues, con la introducción de esta disposición legal quedan desfasadas las figuras
jurídicas que anteriormente eran las únicas que se presentaban en los momentos de
deficiencia económica o insolvencia extrema de los deudores: la quiebra, bancarrota y
la liquidación de empresas de acuerdo con la ley de sociedades comerciales. Es decir,
se modifican estas disposiciones para introducir mecanismos más eficientes de
regulación del régimen comercial, previniendo la decadencia prematura de los activos
del deudor.
Otro aspecto interesante de la Ley No. 141-15 es la clasificación de algunas figuras
jurídicas en el marco de aplicación de dicha ley y el régimen de regulación de
insolvencia comercial; estableciendo los diferentes tipos de deudores y acreedores en
el ámbito comercial, e instaurando nuevas figuras como:
El verificador: la persona designada para realizar el levantamiento respecto de la
situación financiera del deudor e informarle al tribunal.
El conciliador: persona encargada de procurar el acuerdo entre el deudor y sus
acreedores, entre otros.
Dicha normativa establece la jurisdicción competente de conocer estos procedimientos,
específicamente ante jueces especializados en la materia. Por tanto, estamos frente a
una ley que estratégicamente adecúa, clasifica y regula los agentes que intervienen en
el comercio, organiza toda una estructura procedimental y sistemática, de acuerdo al
orden lógico jurídico preexistente, para “proteger a los acreedores frente a la
insolvencia de sus deudores, y contribuir a que los deudores superen su situación de
insolvencia, garantizando su continuidad operativa”.
La Ley 141-15 regula el proceso aplicable a:
a) las personas físicas comerciantes, sean estas nacionales o extranjeras.
b) las empresas nacionales y aquellas que hayan fijado domicilio o cuenten con
presencia permanente en el país.
c) Su objeto radica principalmente en:
d) proteger a los acreedores frente a la insolvencia de sus deudores.
e) contribuir a que los deudores superen su situación de insolvencia, garantizando
su continuidad operativa.
La Ley 141-15 se basa en 10 principios rectores que son:
celeridad
conducta ética
eficiencia
gobernabilidad económica y corporativa
igualdad
maximización de activos
negociabilidad
reciprocidad
transparencia e información
universalidad.
Todo esto, con miras a resguardar la efectividad de la aplicación de la ley y optimizar
su alcance y aplicación, en armonía con su objetivo principal.
Uno de los pilares de la Ley 141-15 es la creación de la jurisdicción de reestructuración
y liquidación, integrada por los Tribunales de Reestructuración y Liquidación de Primera
Instancia y las Cortes de Apelación de Reestructuración y Liquidación. Las decisiones
de estas últimas podrán ser recurridas en casación por ante la Sala Civil y Comercial
de la Suprema Corte de Justicia. La Ley 141-15 crea además dos tribunales especiales
ubicados en Santiago y en el Distrito Nacional, los cuales serán competentes
territorialmente de cubrir las demás jurisdicciones del país.
Reestructuración
La reestructuración puede ser solicitada al Tribunal de Reestructuración y Liquidación
competente, tanto por el deudor como por alguno de los acreedores a los cuales la Ley
141-15 otorga calidad para ello.
Una vez introducida la solicitud de reestructuración, el Tribunal debe ordenar la
designación de un Verificador para confirmar la situación financiera del Deudor y
comunicar al Tribunal los resultados de sus investigaciones.
La norma permite las partes presenten un Acuerdo Previo de Plan de reestructuración,
que en caso de ser aceptado por el Tribunal tendrá el mismo efecto que la
reestructuración ordenada por dicho Tribunal. Si el Tribunal acoge el proceso de
reestructuración ordena la notificación e inicia el proceso de Conciliación y
Negociación, que será guiado por un Conciliador persona física designado por el
mismo Tribunal. Durante este proceso quedan suspendidas todas las acciones
judiciales, administrativas o arbitrales ejercidas contra la masa, de manera que el
deudor pueda continuar con el funcionamiento del negocio.
Precisamente a los fines de la continuidad del negocio durante el proceso de
Conciliación se prevé que el Tribunal puede, a petición del conciliador y sin mediar
objeción de la mayoría de acreedores, autorizar nuevos financiamientos a cargo del
deudor para asegurar la continuidad de las operaciones ordinarias.
Tanto el Deudor como cualquiera de sus Acreedores (que ostente una acreencia
mínima de 50 salarios mínimos), puede solicitar la reestructuración de la persona
deudora (cuando hablamos de “persona” nos referimos a persona física o jurídica) ante
el tribunal especializado que fue creado a través de esta ley. Esta solicitud de
reestructuración debe estar necesariamente fundamentada en alguna de las
condiciones pre-establecidas:
Dentro de los 15 días siguientes a la designación del Verificador por parte del tribunal,
el mismo debe emitir un informe mediante el cual se describe la situación del deudor y
se verifica que se han cumplido todos los requisitos exigidos por la ley para la
presentación de la solicitud de reestructuración depositada. Es importante destacar que
este informe presentado ante el tribunal apoderado constituye el primer reconocimiento
formal de las acreencias que hayan podido ser verificadas y comprobadas hasta esta
primera fase del proceso. Los acreedores en este primer informe se denominan en la
ley como “acreedores Registrados”.
Por medio del informe citado en el párrafo anterior, el Verificador debe recomendar al
tribunal sobre si procede o no la apertura de un proceso de reestructuración de la
empresa o persona física deudora, o bien si es pertinente proceder directamente a la
liquidación de la misma. Cabe señalar que el tribunal debe tomar en consideración la
defensa que pueda presentar el deudor, en caso de que la restructuración no haya sido
solicitada por el mismo.
En esta fase del proceso, se estableció en la ley que se producen efectos suspensivos
de diversos escenarios, hasta tanto no sea aprobado un plan de reestructuración, sea
finalizado el procedimiento conciliatorio o sea instruida la liquidación judicial del deudor.
Los actos que quedan suspendidos son los siguientes:
Acciones judiciales, administrativas o arbitrales de contenido patrimonial ejercidas
contra el deudor.
Vías de ejecución, desalojo o embargo sobre los bienes muebles e inmuebles
del deudor.
Actos de disposición de bienes del deudor (excepto los permitidos por ley).
Cómputo de intereses convencionales, judiciales, y los efectos de cláusulas
penales.
Pagos de toda acreencia contraída con anterioridad a la fecha de la solicitud de
reestructuración, incluyendo obligaciones de pago generadas por emisiones de
valores objeto de oferta pública.
Procedimientos de ejecución de créditos fiscales.
Las suspensiones establecidas en el artículo 54, anteriormente descritas, no incluyen
ciertas obligaciones de carácter obligatorio, tales como: pago de manutención de
menores y familia, acreencias laborales y aspectos relativos a la seguridad social de los
empleados del deudor, y pagos que sean indispensables para la operación ordinaria de
la empresa. Estos últimos serán verificados por el Conciliador.
Liquidación Judicial
Cabe destacar que tanto el Conciliador como el deudor o cualquiera de sus acreedores
reconocidos pueden solicitar ante el tribunal la detención de la ejecución del Plan de
Reestructuración y el inicio del proceso de liquidación judicial del deudor. El tribunal
debe pronunciarse, mediante sentencia y luego de haberse respetado a las partes sus
derechos de defensa, sobre la apertura o no del procedimiento de liquidación.
Es importante resaltar que la sentencia que pronuncia la liquidación judicial del deudor
elimina los efectos suspensivos de las actuaciones descritas en los párrafos anteriores.
Asimismo, se desapodera mediante la misma al deudor de la administración y
disposición de todos los bienes que componen la masa. Hasta tanto sea concluido el
proceso de liquidación, pasan al Liquidador todas las potestades de administración del
deudor.
Conclusión
Opinión Personal
Esta ley es considera necesaria, porque la misma es la que les permite a los
acreedores protegerse ante las dificultades financiera de sus deudores, ya que puedan
impedir el cumplimiento de las obligaciones asumidas, como los deudores no cumplen
con los compromisos asumidos con la empresa y/o personas físicas comerciantes, los
cuales se verían en la necesidad de cerrar sus puertas, por no contar con los recursos
económicos necesarios para continuar funcionando como es debido.
Muy importante ha sido el establecimiento de un régimen sancionador que promueve
la transparencia en todos los actores involucrados en cada una de las fases dispuestas
por la Ley. Esta ley resulta ser uno de los puntos más interesante, ya que denota el
interés del legislador y su valoración a las disposiciones constitucionales que
establecen la obligación del estado de procurar la impulsión de la economía, el
comercio y la industria, de esta manera asegurar el desarrollo sostenible de las
mismas, dejando a un lado la concepción común de asimilar las deudas entre
comerciantes.
Recomendaciones
https://aba.org.do/index.php/2-uncategorised/8356-la-ley-de-reestructuracion-y-
liquidacion-de-empresas-y-personas-fisicas-comerciantes
https://www.poderjudicial.gob.do/documentos/PDF/leyes/LEY_ley_no._141_15_d
e_reestructuracion_y_liquidacion_de_empresas_y_personas_fisicas_comerciant
es.pdf
https://es.scribd.com/document/384789729/Analisis-Ley-No-141-15
https://elmercantil.com.do/entendiendo-la-reestructuracion-mercantil/
https://do.vlex.com/vid/analisis-general-ley-no-697465409