Trabajo Final de Legislacion Comercial

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Análisis del contenido y estructura de Ley 141-15 y emita su criterio u opinión en

relación al procedimiento para la liquidación de las empresas comerciales y su


impacto en social y económico
Índice

 Introducción………………………………………………………. Pag. 04

 Marco teórico……………………………………………………... Pag. 05

 Conclusión………………………………………………………… Pag.12

 Opinión personal…………………………………………………. Pag.13

 Recomendaciones……………………………………………….. Pag.14

 Bibliografías………………………………………………………. Pag.15
Introducción

Ley No. 141-15 de Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas


Comerciantes. Deroga los artículos del 437 al 614 del Código de Comercio y la Ley No.
4582 del año 1956, sobre Declaración de Estado de Quiebra. G. O. No. 10809 del 12
de agosto de 2015.
Una de las novedades mayores retos que tiene esta legislación radica en la creación de
una jurisdicción de reestructuración y liquidación especializada, la cual sería la
competente para conocer de los procesos establecidos en la ley, y de las acciones
judiciales que se encuentren vinculadas a dichos procesos.
Basado en que la constitución dominicana reconoce la inversión de nuevos capitales
para el fomento de la economía nacional o para cualquier otro objeto de interés social,
que toma en cuenta el aporte de las iniciativas económicas populares al desarrollo del
país y Que es de gran interés del Estado dominicano promover una política dinámica
de generación de empleos, divisas y transferencia de tecnología, estimulando la
instalación, desarrollo y operación de las empresa, surge la ley 141-15, esta ley rige
para las personas físicas comerciantes, nacionales o extranjeras, y las empresas
nacionales y las domiciliadas o con presencia permanente en el territorio nacional.
Los procedimientos y mecanismos necesarios para  la protección efectiva y una
preservación eficiente de los derechos de los acreedores frente a la insolvencia o
deficiencia económica de sus deudores, fue promulgada el 7 de agosto del 2015 la Ley
No. 141-15 de Reestructuración Mercantil y Liquidación de Empresas y Personas
Físicas Comerciantes (en adelante, “Ley No. 141-15), la cual también tiene como
finalidad complementar y adecuar la legislación dominicana en el ámbito comercial.
El objetivo de este reporte es poder desmenuzar esta ley a punto de desarrollar el
conocimiento acerca de que consiste la misma, saber de qué trata el proceso de
reestructuración y el proceso de liquidación según esta ley, la exposición sobre el punto
de vista personal relativo a la utilización de esta ley y la respuesta a la interrogante del
por qué esta ley no está en operaciones, a pesar de su promulgación.
Marco teórico

Al realizar una lectura comprensiva de la ley 141-15 El pasado 7 de agosto del año en
curso, fue promulgado por el Poder Ejecutivo de la República Dominicana la Ley No.
141-15 sobre Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas
Comerciantes, haciéndose de conocimiento público en Gaceta Oficial el 12 de agosto
del 2015. Pude captar informaciones de gran importancia dentro de las cuales está el
propósito general por la cual fue creada. Dicha ley tiene el objetivo de instaurar los
procedimientos y mecanismos necesarios para la protección efectiva y una
preservación eficiente de los derechos de los acreedores frente a la insolvencia o
deficiencia económica de sus deudores.
El 7 de agosto de 2015 el Poder Ejecutivo promulgó la Ley No. 141-15 de
Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas Comerciantes de la
República Dominicana (la “Ley 141-15″), estableciéndose como fecha de entrada en
vigencia de la misma, el día 7 de febrero de 2017.
Con el fin de regular la puesta en aplicación de la Ley, el pasado 13 de febrero de 2017
el Presidente de la República dictó, mediante el Decreto núm. 20-17, el reglamento
para la aplicación de la Ley. Hasta la promulgación y entrada en vigor de la Ley 141-15
nuestro ordenamiento jurídico no contemplaba la figura de reestructuración de
empresas y personas físicas comerciantes, sino que se recurría a figuras como la
quiebra y la liquidación. Esta ley ha introducido novedosas figuras propias a fin de
viabilizar la efectiva aplicación de sus disposiciones y ordena el establecimiento de
tribunales especializados para conocer de los procesos judiciales.
Entre los principios que rigen la estructura de la ley, se destacan: la celeridad en el
desarrollo de los procesos, negociabilidad amistosa entre las partes con miras a lograr
una solución efectiva para todos los involucrados en el proceso, transparencia y acceso
a la información de manera oportuna, equitativa y comprobable y principio de
universalidad, el cual implica que todos los bienes del deudor son afectados por el
proceso, y sus correspondientes acreedores por igual, sin importar cuál de las partes
ha sido la impulsora del proceso.
Los activos que componen la masa del deudor son los siguientes: bienes y derechos
que sean propiedad del deudor a la fecha de la solicitud de reestructuración; bienes y
derechos que sean adquiridos después de la solicitud de reestructuración, incluyendo
los ingresos por ventas, rentas, intereses, etc. Los bienes y derechos reivindicados o
recuperados a través de los procedimientos legales existentes.
De acuerdo con dicha normativa, a través de la reestructuración y liquidación de
empresas y personas físicas comerciantes, la legislación dominicana se sitúa a la altura
de otras legislaciones en el derecho comparado, cuya herramienta ha sido sumamente
efectiva para disminuir y regular los niveles de insolvencia en el ámbito comercial, a
través de los tribunales e instituciones especializadas creados para conocer
procedimientos de tal índole.
otra información que tiene el carácter de orden público que reviste a esta ley resulta
ser uno de los puntos más interesante, ya que denota el interés del legislador y su
valoración a las disposiciones constitucionales que establecen la obligación del Estado
de procurar la impulsión de la economía, el comercio y la industria; y
consecuentemente, de esta manera asegurar el desarrollo sostenible de las mismas;
dejando a un lado la concepción común de asimilar las deudas entre comerciantes
como situaciones jurídicas de interés netamente privado, para otorgarles un carácter de
interés social.
Así pues, con la introducción de esta disposición legal quedan desfasadas las figuras
jurídicas que anteriormente eran las únicas que se presentaban en los momentos de
deficiencia económica o insolvencia extrema de los deudores: la quiebra, bancarrota y
la liquidación de empresas de acuerdo con la ley de sociedades comerciales. Es decir,
se modifican estas disposiciones para introducir mecanismos más eficientes de
regulación del régimen comercial, previniendo la decadencia prematura de los activos
del deudor.
Otro aspecto interesante de la Ley No. 141-15 es la clasificación de algunas figuras
jurídicas en el marco de aplicación de dicha ley y el régimen de regulación de
insolvencia comercial; estableciendo los diferentes tipos de deudores y acreedores en
el ámbito comercial, e instaurando nuevas figuras como:
 El verificador: la persona designada para realizar el levantamiento respecto de la
situación financiera del deudor e informarle al tribunal.
 El conciliador: persona encargada de procurar el acuerdo entre el deudor y sus
acreedores, entre otros.
Dicha normativa establece la jurisdicción competente de conocer estos procedimientos,
específicamente ante jueces especializados en la materia. Por tanto, estamos frente a
una ley que estratégicamente adecúa, clasifica y regula los agentes que intervienen en
el comercio, organiza toda una estructura procedimental y sistemática, de acuerdo al
orden lógico jurídico preexistente, para “proteger a los acreedores frente a la
insolvencia de sus deudores, y contribuir a que los deudores superen su situación de
insolvencia, garantizando su continuidad operativa”.
La Ley 141-15 regula el proceso aplicable a:
a) las personas físicas comerciantes, sean estas nacionales o extranjeras.
b) las empresas nacionales y aquellas que hayan fijado domicilio o cuenten con
presencia permanente en el país.
c) Su objeto radica principalmente en:
d) proteger a los acreedores frente a la insolvencia de sus deudores.
e) contribuir a que los deudores superen su situación de insolvencia, garantizando
su continuidad operativa.
La Ley 141-15 se basa en 10 principios rectores que son:
 celeridad
 conducta ética
 eficiencia
 gobernabilidad económica y corporativa
 igualdad
 maximización de activos
 negociabilidad
 reciprocidad
 transparencia e información
 universalidad.
Todo esto, con miras a resguardar la efectividad de la aplicación de la ley y optimizar
su alcance y aplicación, en armonía con su objetivo principal.
Uno de los pilares de la Ley 141-15 es la creación de la jurisdicción de reestructuración
y liquidación, integrada por los Tribunales de Reestructuración y Liquidación de Primera
Instancia y las Cortes de Apelación de Reestructuración y Liquidación. Las decisiones
de estas últimas podrán ser recurridas en casación por ante la Sala Civil y Comercial
de la Suprema Corte de Justicia. La Ley 141-15 crea además dos tribunales especiales
ubicados en Santiago y en el Distrito Nacional, los cuales serán competentes
territorialmente de cubrir las demás jurisdicciones del país.
Reestructuración
La reestructuración puede ser solicitada al Tribunal de Reestructuración y Liquidación
competente, tanto por el deudor como por alguno de los acreedores a los cuales la Ley
141-15 otorga calidad para ello.
Una vez introducida la solicitud de reestructuración, el Tribunal debe ordenar la
designación de un Verificador para confirmar la situación financiera del Deudor y
comunicar al Tribunal los resultados de sus investigaciones.
La norma permite las partes presenten un Acuerdo Previo de Plan de reestructuración,
que en caso de ser aceptado por el Tribunal tendrá el mismo efecto que la
reestructuración ordenada por dicho Tribunal. Si el Tribunal acoge el proceso de
reestructuración ordena la notificación e inicia el proceso de Conciliación y
Negociación, que será guiado por un Conciliador persona física designado por el
mismo Tribunal. Durante este proceso quedan suspendidas todas las acciones
judiciales, administrativas o arbitrales ejercidas contra la masa, de manera que el
deudor pueda continuar con el funcionamiento del negocio.
Precisamente a los fines de la continuidad del negocio durante el proceso de
Conciliación se prevé que el Tribunal puede, a petición del conciliador y sin mediar
objeción de la mayoría de acreedores, autorizar nuevos financiamientos a cargo del
deudor para asegurar la continuidad de las operaciones ordinarias.

A solicitud de los acreedores debidamente fundamentada, el conciliador puede


accionar en nulidad contra los actos realizados por el deudor dentro de los 2 años
anteriores a la fecha de la solicitud de restructuración, cuando esos actos hayan
constituidos una distracción injustificada de los bienes de la masa.

Tanto el Deudor como cualquiera de sus Acreedores (que ostente una acreencia
mínima de 50 salarios mínimos), puede solicitar la reestructuración de la persona
deudora (cuando hablamos de “persona” nos referimos a persona física o jurídica) ante
el tribunal especializado que fue creado a través de esta ley. Esta solicitud de
reestructuración debe estar necesariamente fundamentada en alguna de las
condiciones pre-establecidas:

 Incumplimiento de obligación de pago, vencidos los 90 días de su exigibilidad.


Para esta condición sea aplicable, debe existir constancia de previa intimación
de pago del Acreedor.
 Cuando el pasivo corriente excede el activo corriente de la empresa durante más
de 6 meses.
 Incumplimiento de pago de cualquier obligación tributaria por más de 6 cuotas
fiscales.
 Incumplimiento de pago consecutivamente de 2 o más salarios a los empleados
en las fechas que corresponda.
 Ocultación de la administración de la empresa o si la misma permanece vacante
por un período razonable, sin designarse un representante la administre.
 Por orden del cierre de los locales de la empresa, en caso de ocultación o
ausencia de los administradores, o por la cesión parcial o total de los bienes y
derechos a un tercero para repartición entre acreedores.
 Realización de prácticas dolosas, fraudulentas, asociación de malhechores,
abuso de confianza, falsedad, simulación o estafa respecto de sus obligaciones.
 Notificación a los acreedores de la suspensión de pago, o intención de
suspensión de pago, respecto de las deudas.
 Existencia de un proceso de reestructuración, quiebra, insolvencia o cesación de
pagos en un país extranjero en el que se encuentre la sociedad matriz de la
empresa o persona física deudora.
 Existencia de embargos ejecutivos o inmobiliarios que afecten el patrimonio total
en más del 50%.
 Existencia de sentencias, o procesos de ejecución de sentencias, que puedan
afectar el patrimonio total en más del 50%.
Luego de recibir la solicitud de reestructuración por parte del deudor o su (s) acreedor
(es), el tribunal designa un Verificador, figura creada mediante la ley que tiene por
objeto constatar, e informar al tribunal sobre la situación financiera del deudor.

Quizás el aspecto más relevante en lo informado mediante el presente artículo lo


constituye el momento procesal en el cual la empresa o persona física deudora pasa a
ser observada y limitada en cuanto a sus decisiones y operaciones. En efecto, el
artículo 38 de la ley dispone que desde el momento en el que es notificada al deudor la
solicitud de reestructuración, o el mismo la deposita ante el tribunal, tanto el Verificador
como el tribunal deben ser informados sobre cualquier acto que realice el deudor:
 Modificación de sus estatutos sociales o actos constitutivos;
 Fusiones, absorciones o escisiones en perjuicio de su patrimonio;
 Constitución o ejecución de garantías sobre sus bienes y derechos;
 Compensaciones, pagos, arreglos, desistimientos, embargos, terminaciones
unilaterales o de mutuo acuerdo de procesos en curso o sobre obligaciones
contraídas;
 Conciliaciones o transacciones sobre sus obligaciones;
 Acuerdos con los acreedores fuera de los casos previstos en la ley;
 Enajenación de bienes o derechos fuera de sus operaciones ordinarias.

Dentro de los 15 días siguientes a la designación del Verificador por parte del tribunal,
el mismo debe emitir un informe mediante el cual se describe la situación del deudor y
se verifica que se han cumplido todos los requisitos exigidos por la ley para la
presentación de la solicitud de reestructuración depositada. Es importante destacar que
este informe presentado ante el tribunal apoderado constituye el primer reconocimiento
formal de las acreencias que hayan podido ser verificadas y comprobadas hasta esta
primera fase del proceso. Los acreedores en este primer informe se denominan en la
ley como “acreedores Registrados”.

Por medio del informe citado en el párrafo anterior, el Verificador debe recomendar al
tribunal sobre si procede o no la apertura de un proceso de reestructuración de la
empresa o persona física deudora, o bien si es pertinente proceder directamente a la
liquidación de la misma. Cabe señalar que el tribunal debe tomar en consideración la
defensa que pueda presentar el deudor, en caso de que la restructuración no haya sido
solicitada por el mismo.

Otro aspecto de gran relevancia es el momento en el cual el proceso se hace público.


Este aspecto es de particular interés respecto de los acreedores que no hayan tomado
conocimiento de la apertura de un proceso de reestructuración de su deudor, o que no
hayan sido determinados y en consecuencia registrados en el informe emitido por el
Verificador. Justamente, el proceso se hace público con la emisión de la sentencia
irrevocable que acoge o desestima la solicitud de reestructuración en el tribunal, la cual
debe ser publicada y extensiva de una invitación a todos los acreedores del deudor
para que los mismos participen en el proceso de reconocimiento de sus acreencias.
Conciliación y Negociación

Acogida la solicitud de reestructuración por el tribunal apoderado, se procede a la


designación del Conciliador, el cual la ley define como “la persona física designada por
el tribunal para procurar que el deudor y sus acreedores lleguen a un acuerdo de
reestructuración”. Cuando se aprueba el plan de reestructuración, es la persona
designada para la supervisión del correcto cumplimiento del plan.

En esta fase del proceso, se estableció en la ley que se producen efectos suspensivos
de diversos escenarios, hasta tanto no sea aprobado un plan de reestructuración, sea
finalizado el procedimiento conciliatorio o sea instruida la liquidación judicial del deudor.
Los actos que quedan suspendidos son los siguientes:
Acciones judiciales, administrativas o arbitrales de contenido patrimonial ejercidas
contra el deudor.
 Vías de ejecución, desalojo o embargo sobre los bienes muebles e inmuebles
del deudor.
 Actos de disposición de bienes del deudor (excepto los permitidos por ley).
 Cómputo de intereses convencionales, judiciales, y los efectos de cláusulas
penales.
 Pagos de toda acreencia contraída con anterioridad a la fecha de la solicitud de
reestructuración, incluyendo obligaciones de pago generadas por emisiones de
valores objeto de oferta pública.
 Procedimientos de ejecución de créditos fiscales.
Las suspensiones establecidas en el artículo 54, anteriormente descritas, no incluyen
ciertas obligaciones de carácter obligatorio, tales como: pago de manutención de
menores y familia, acreencias laborales y aspectos relativos a la seguridad social de los
empleados del deudor, y pagos que sean indispensables para la operación ordinaria de
la empresa. Estos últimos serán verificados por el Conciliador.

Es menester resaltar que el propósito principal de la etapa de conciliación y


negociación radica en la elaboración de un Plan de Reestructuración de la empresa o
persona física deudora, a los fines de lograr su continuidad operativa. Durante este
proceso de negociación, la administración del deudor continúa bajo las mismas reglas
de supervisión y limitación en cuanto a las operaciones que puede realizar respecto de
los bienes que componen la masa. Por su parte, los acreedores tienen el derecho de
objetar cualquier acto de venta o disposición de los bienes del deudor ante el
Conciliador y el tribunal apoderado.
En cuanto a los derechos sobre las acreencias, la ley ordena en varias de sus
disposiciones la declaración de las mismas por parte de los acreedores ante el tribunal.
Existen en las distintas etapas de los procesos de reestructuración, conciliación y
liquidación varias oportunidades para realizar cualquier declaración, inclusive tardía, de
las acreencias que no hayan podido ser registradas en el informe emitido por el
Verificador en la fase inicial.

No obstante lo anterior, la ley es clara al establecer que estas declaraciones deben


efectuarse previo al informe que deposita el Conciliador ante el tribunal, esto así en
virtud de que la lista definitiva de acreencias, acompañada de la lista sobre créditos
fiscales y laborales del deudor, será el documento utilizado para definir los derechos de
voto de los acreedores respecto del Plan de Reestructuración.

Una vez que el tribunal aprueba el Plan de Reestructuración, concluye el proceso de


conciliación y negociación. La aprobación del plan da origen a la novación de las
obligaciones del deudor y sus acreedores. Corresponde al Conciliador la supervisión de
una correcta ejecución del Plan.

Liquidación Judicial
Cabe destacar que tanto el Conciliador como el deudor o cualquiera de sus acreedores
reconocidos pueden solicitar ante el tribunal la detención de la ejecución del Plan de
Reestructuración y el inicio del proceso de liquidación judicial del deudor. El tribunal
debe pronunciarse, mediante sentencia y luego de haberse respetado a las partes sus
derechos de defensa, sobre la apertura o no del procedimiento de liquidación.

En caso de que se de apertura a un proceso de liquidación judicial, corresponde al


tribunal el designar el Liquidador, definido por la ley como la “persona física designada
para que levante un inventario de los bienes del deudor, determine la verificación de las
acreencias y establezca el orden de los acreedores, así como las demás operaciones
de liquidación, en particular la realización de activos y la distribución del producido de la
venta a los acreedores”.

Es importante resaltar que la sentencia que pronuncia la liquidación judicial del deudor
elimina los efectos suspensivos de las actuaciones descritas en los párrafos anteriores.
Asimismo, se desapodera mediante la misma al deudor de la administración y
disposición de todos los bienes que componen la masa. Hasta tanto sea concluido el
proceso de liquidación, pasan al Liquidador todas las potestades de administración del
deudor.

Existe igualmente en este proceso de liquidación una nueva oportunidad para la


declaración de acreencias no registradas en las etapas anteriores. A través del
Liquidador, cualquier acreedor no reconocido puede hacer declarar su acreencia, a los
fines de que la misma sea tomada en cuenta al momento de las reparticiones y
dividendos.
Tomando en cuenta los activos del deudor y las acreencias declaradas, corresponde al
Liquidador la presentación ante el tribunal del Plan de Liquidación. De igual forma, es
esta figura creada por ley quien debe asumir la correcta ejecución del plan hasta su
conclusión.

Conclusión

La legislación dominicana contemplaba únicamente la quiebra de la empresa o la


liquidación mediante un procedimiento que efectuaba la venta de todos los activos de la
empresa bajo la supervisión de un tribunal, y si no se obtenía suficiente dinero para
finiquitar todas las deudas, los acreedores y proveedores debían asumir la pérdida de
manera total o parcial, salvo que existiera una garantía separada.
Mediante la Ley No. 141-15 de Reestructuración y Liquidación de Empresas y
Personas Físicas Comerciantes de la República Dominicana, el legislador ha creado un
régimen legal que brinda ayuda tanto a las empresas y comerciantes personas físicas
como a los acreedores, permitiendo en primer orden que las empresas y comerciantes
personas físicas puedan normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, mediante
la reestructuración operacional, administrativa, de activos o pasivos, quedando la
liquidación judicial como una última y excepcional fase.
Además la legislación ha dispuesto la intervención de profesionales capacitados en la
materia para actuar como conciliadores, verificadores y que se intente un proceso de
reestructuración para que solo en el escenario de que la empresa no logre superar las
dificultades económicas intervenga un liquidador. Todos estos profesionales deberán
estar inscritos en la Cámara de Comercio y contar con una sólida preparación ya que
su ayuda será vital para implementar planes que culminen con procesos de
reestructuración exitosos.
La ley considera la realidad del mundo globalizado al contemplar la cooperación
internacional, la cual está llamada a facilitar los procesos judiciales o administrativos
internos con elementos extranjeros o viceversa. Muy importante ha sido el
establecimiento de un régimen sancionador que promueve la transparencia en todos
los actores involucrados en cada una de las fases dispuestas por la Ley.
Esperamos que a la entrada en vigencia de la Ley en febrero de 2017 cuente con su
respectivo reglamento de aplicación y la habilitación de los tribunales especializados.
Igual de importante será la difusión de la norma entre los operadores y auxiliares de la
justicia, la realización de eventos académicos, de debate y el acercamiento lato de los
elementos esenciales al público en general. No cabe duda de que seguiremos
aprendiendo mucho más sobre la aplicación práctica de la Ley con su entrada en
vigencia y las diversas disputas y sentencias que surjan en los tribunales.

Opinión Personal

Esta ley es considera necesaria, porque la misma es la que les permite a los
acreedores protegerse ante las dificultades financiera de sus deudores, ya que puedan
impedir el cumplimiento de las obligaciones asumidas, como los deudores no cumplen
con los compromisos asumidos con la empresa y/o personas físicas comerciantes, los
cuales se verían en la necesidad de cerrar sus puertas, por no contar con los recursos
económicos necesarios para continuar funcionando como es debido.
Muy importante ha sido el establecimiento de un régimen sancionador que promueve
la transparencia en todos los actores involucrados en cada una de las fases dispuestas
por la Ley. Esta ley resulta ser uno de los puntos más interesante, ya que denota el
interés del legislador y su valoración a las disposiciones constitucionales que
establecen la obligación del estado de procurar la impulsión de la economía, el
comercio y la industria, de esta manera asegurar el desarrollo sostenible de las
mismas, dejando a un lado la concepción común de asimilar las deudas entre
comerciantes.
Recomendaciones

La legislación ha modificado en forma sustancial el régimen de prevención y de


persecución penal del blanqueo de capitales en la República Dominicana. Que en
todos los procesos deben participar un conjunto de asesores legales y financieros que
junto a los directivos de la empresa definan una estrategia que optimice las condiciones
de la deuda existente, a la vez que ayude a identificar propuestas generadoras de valor
para el negocio.
Su objetivo principal es proteger a los acreedores frente a la insolvencia de sus
deudores y el de contribuir a que los deudores superen su situación de insolvencia,
garantizando su continuidad operativa. Que los asesores le acompañen durante las
negociaciones con sus acreedores para estructurar un acuerdo y un plan de negocio
que contenga una propuesta de refinanciación atractiva a la banca, y a la vez sea
equitativa para las diferentes partes interesadas. Adicionalmente es imprescindible que
la reestructuración no se inicie cuando sea demasiado tarde y la deuda haya alcanzado
un nivel de impago que sea imposible implementar un plan creíble.
Bibliografías

 https://aba.org.do/index.php/2-uncategorised/8356-la-ley-de-reestructuracion-y-
liquidacion-de-empresas-y-personas-fisicas-comerciantes
 https://www.poderjudicial.gob.do/documentos/PDF/leyes/LEY_ley_no._141_15_d
e_reestructuracion_y_liquidacion_de_empresas_y_personas_fisicas_comerciant
es.pdf
 https://es.scribd.com/document/384789729/Analisis-Ley-No-141-15
 https://elmercantil.com.do/entendiendo-la-reestructuracion-mercantil/
 https://do.vlex.com/vid/analisis-general-ley-no-697465409

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