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INTRODUCCIÓN

El tema de la presente investigación lleva por título: “Estrategias motivacionales

para el mejoramiento de los aprendizajes en el nivel medio básico”. Lo relevante

son las estrategias motivacionales para el mejoramiento de los aprendizajes en el

nivel medio básico. Es todo un desafío. La pertinencia de la investigación es

asumir la tarea educativa, dar sentido desde situaciones concretas en el presente

y proyectando al futuro. Nuevos horizontes se abren, es necesario redescubrir la

apasionante misión de educar las nuevas generaciones.

La estrategia consiste en un plan para dirigir un fin determinado por medio de

acciones planificadas que ayudan a tomar decisiones u alcanzar un objetivo

siguiendo una pauta de actuación.

Para lograrlo es clave establecer estrategias. Esta debe ser bien definida y

efectiva, tomando en cuenta el entorno. Con el fin de impulsar a los alumnos del

nivel medio básico al éxito.

La investigación se llevó a cabo en la institución educativa de nivel medio básico.

Escuela Secundaria Federal No.3 “José Rubén Romero” donde se observa un

grave problema de falta de motivación hacia los alumnos por parte de los

docentes.

El problema que guio este trabajo de investigación fue:

¿Qué estrategias y/o métodos utiliza el profesor que motiven a desarrollar un

aprendizaje significativo en el nivel medio básico.


¿Cómo influyen las estrategias de motivación en el desempeño académico de los

estudiantes?

Para lo cual se propuso la siguiente hipótesis:

Planteamiento del Problema

La Escuela Secundaria Federal No.3 José Rubén Romero, cuenta con una

organización fuerte y sólida, cumple con la normatividad educativa emanada de la

Secretaria de Educación Pública.

La institución educativa, del nivel medio básico de la Escuela Secundaria Federal

No.3 José Rubén Romero se ha visto afectada por el desempeño docente debido

al cambio constante de maestro, ya que debido a necesidades y oportunidades

que se les presentan se retiran de la escuela, esto dificulta el aprendizaje en los

alumnos.

A partir de las observaciones, se nota que los docentes improvisan, pues debido a

poco tiempo que permanecen en la institución no alcanzan a conocer a los

alumnos y de ahí que los que tienen ya una permanencia en la institución no se

permiten buscar nuevas estrategias para recobrar el interés en los alumnos

mediante la motivación.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Es importante que todos los docentes se involucren y comprometan con los

compromisos contraídos con la institución y con los alumnos con los contenidos de

aprendizaje, acciones concretas que conlleven aprendizajes significativos, el

desarrollo de habilidades, coherencia, actitudes de respeto para así mismo y para

os demás aprovechando éstas como una oportunidad para el docente y el

educando logre un desarrollo integral.

Se pretende que los docentes se involucren y garanticen el cumplimiento y

desarrollo de programas institucionales, logrando sensibilizar a todos los

elementos de la institución de la importancia de sumarse a esta noble tarea,

porque a través del cumplimiento de sus roles se puede garantizar el

mejoramiento y desempeño de los estudiantes del nivel medio básico

En la descripción de la problemática de los alumnos de tercer grado del nivel

medio básico, afectados por los constantes cambios de los adolescentes, se ve la

necesidad de reflexionar y buscar estrategias de mejoramiento de sus

aprendizajes, una responsabilidad, disciplina y obediencias, igual a educación, de

lo contrario sería sólo instrucción. En este aspecto los docentes de las distintas

materia son piezas importantes y fundamentales, porque de éstos depende el

mejoramiento de los aprendizajes, por lo anterior se plantea la siguiente pregunta

de investigación.
Formulación del problema:

¿Qué estrategias y/o métodos utiliza el profesor que motive a desarrollar un

aprendizaje significativo en el nivel medio básico?

¿Cómo influyen las estrategias de motivación en el desempeño académico de los

estudiantes de nivel básico?

Hipótesis: “El diseño de estrategias de motivación, mejorarán los aprendizajes de

los alumnos de tercero del nivel medio básico”.

Variable dependiente: (Efectos)

Que los alumnos mejoren se aprendizaje dependiendo los tipos de motivación.

Variable independiente: (Causas)

Objetivo General:

Diseñar estrategias motivacionales, para el mejoramiento de los aprendizajes del

nivel medio básico.

Analizar y demostrar si el uso de estrategias de motivación contribuye a mejorar o

no el proceso de aprendizaje a través de la educación impartida y de la vivencia

en el aula en las materias de nivel básico


Objetivos específicos:

• Diagnosticar el estado actual de motivación, de los alumnos de tercero, del

nivel medio básico.

• Identificar estrategias motivacionales que utilizan los docentes en el nivel

medio básico.

• Proponer estrategias motivacionales de aprendizaje en el nivel medio

básico.

Justificación

Es importante la motivación de los alumnos de tercero del nivel medio básico, para

su mejoramiento de su desarrollo intelectual y de mejoramiento de sus

aprendizajes

Ya que en mi experiencia de docente me he dado cuenta que no solo es

importante el conocimiento de la asignatura.

Entendiendo que el acto de enseñar es la relación entre motivación maestro-

alumno mediante la responsabilidad disciplina y obediencia. Muchos profesores no

dan gran importancia a la motivación aunque casi todos hablamos de ella. Esto

nos conlleva a la reproducción de alumnos carentes de estímulo.


De acuerdo a lo anterior podría decir que los alumnos de tercero del nivel medio

básico hacen falta crear una atmosfera adecuada para mejorar la motivación,

curiosidad, responsabilidad, confianza y habilidades de los alumnos.

Esto nos va ayudar a cómo lograr nuestros objetivos y como luchar por una mejor

educación. La Variable Independiente es aquella que manipula por parte del

investigador para tener en la variable dependiente.

Definición Operacional Asnoff (1965) establece que: “las estrategias son las

expresiones operacionales de políticas en el sentido de que dentro de un sistema

administrativo, definen el criterio operacional sobre la base de cuales de los

programas específicos pueden ser concebidos, seleccionados o implementados”

(p.43) NO CITAR EN TU JUSTIFICACION ES ALGO TUYO

1.1.6.2 Variable dependiente: Mejoramiento de los aprendizajes.

Definición Conceptual. Mejoramiento cambio o progreso de una cosa que esta en

condición precaria hacia un estado mejor.

Montenegro,(2005) Considera que el aprendizaje, es el conjunto de procesos

mediante los cuales se adquiere el conocimiento y se transforma en los saberes

necesarios para el desenvolvimiento de sujetos integrales dentro de las

sociedades. Asi mismo el aprendizaje se establece en el sujeto por dos factores,

internos y externos, que se sostienen a lo largo del proceso enseñanza-

aprendizaje.
CAPITULO I

LA MOTIVACION EN EL APRENDIZAJE

1.1 Estrategias de aprendizaje

Las estrategias suponen a su vez, un cambio de paradigmas desde el conductista

basado en la relación estimulo – respuesta, a otro que nace del enfoque

constructivista, caracterizado por la influencia de variables mediadoras y por la

elaboración activa de significados por parte del alumno.

Las estrategias de aprendizaje constituye uno delos focos de investigación más

relevantes el que se refiere a materia educativa. Estas sirven como herramientas

que facilitan la adquisición, desarrollo y puesta en marcha de proceso que

permiten adquirir contenidos, facilitando un proceso de aprendizaje eficaz.

Las estrategias de aprendizaje son definidas como secuencias integradas de

procedimientos o actividades con el propósito de facilitar la adquisición,

almacenamiento y/o utilizar la información (Nisbett&Shucksmith,1987) e implican

un proceso de toma de decisiones consciente e intencional sobre qué

procedimiento de éstos utilizar determinados objetivos de aprendizaje Monereo,

(1993). En otras palabras, son un conjunto de pautas que desarrolla el estudiante


para orientar de modo consciente e intencional sus actividades de aprendizaje,

siendo producto de sus propias experiencias y de recomendaciones de

compañeros o del profesor sobre cómo hacer más eficientes sus esfuerzos por

aprender; construyéndose en herramientas fundamentales para la calidad y éxito

de las tareas académicas, puesto que inducen la actividad reflexiva del estudiante

frente al material de estudio en las situaciones de enseñanza y por otra parte son

elementos valiosos para el diseño, planificación, ejecución y evaluación de

acciones pedagógicas, considerándolos algunos autores como aspectos centrales

en el currículum educativo (Martínez & Gallan, 2000).Martínez & Gallan (2000):

Se persigue que el alumnado domine una serie de estrategias de aprendizaje, y que llegue a

ser capaz de autorregular su actuación en respuesta a las demandas de la tarea y de la

situación, es decir, que se convierta en un alumno estratégico. Reflexivo, autónomo y capaz

de desarrollar un aprendizaje significativo. (p. 60.)

1.2 La motivación en el aprendizaje

Es preciso mencionar que para que el alumno aprenda y utilice las estrategias de

aprendizaje es importante que se sienta motivado. La motivación en el contexto

educativo no se puede dejar de lado de ella depende favorecer el aprendizaje

autorregulado de los alumnos. Casi todos los profesionales de la educación

consideran que una parte importante en las dificultades que tienen los estudiantes

a nivel académico están relacionadas con la motivación no hay aprendizaje, frente

a los que entienden a la motivación como una variable intrascendente en el


aprendizaje. Es más, muchos aprendizajes suceden sin intención explícita como

en el condicionamiento clásico; además de este, la motivación puede ser

escasamente indispensable para aprender significativamente por recepción frente

a otro tipo de aprendizaje.

Sin embargo, Sánchez y López (2005) mencionan que el factor de la motivación

juega un papel central en el empeño que ponen los estudiantes en su desempeño

académico. Covington afirma que en las escuelas la única motivación del alumno

consiste en evitar el fracaso y no en la consecución del éxito. Resulta evidente

afirmar que la motivación juega un papel clave en el aprendizaje.

Rendimiento, aprendizaje. ¿Cómo afecta la motivación al aprendizaje? A todos los

estudiantes les motiva algo, hay que intentar encontrar esa motivación. Un

estudiante puede estar muy interesado en la materia de la asignatura y buscar

retos desafiantes, otro puede estar más interesado por el aspecto social de la

escuela y la interacción de los compañeros. Otra puede estar centrada en el

atletismo, sobresaliendo en las clases de educación física y siguiendo fielmente

una rutina de ejercicios. Y otro sin embargo, tal vez debido a un problema de

aprendizaje sin detectar y una personalidad tímida, evita exámenes, situaciones

sociales o los deportes.

Como se ve, la motivación y el aprendizaje son términos muy relacionados, pero

de una manera muy personal y única para cada individuo, en este caso

estudiantes.
Motivación en el Aprendizaje: ¿cómo afecta? La motivación tiene varios efectos

sobre el comportamiento y aprendizaje de los estudiantes.

La motivación dirige el comportamiento hacia objetivos concretos. Las personas

establecen metas para sí mismas y luego actúan en consecuencia. La motivación

determina los objetivos específicos hacia los cuales los alumnos se esfuerzan. Por

lo que afecta a las decisiones que los estudiantes hacen -por ejemplo, con

respecto a la selección de asignaturas.

La motivación conduce a un mayor esfuerzo y energía. La motivación incrementa

la cantidad de esfuerzo y energía que los estudiantes emplean en actividades

directamente relacionadas con sus necesidades y metas. Determina si persiguen

una tarea con entusiasmo y ganas o con apatía y aburrimiento.

La motivación aumenta la iniciación y constancia. Los estudiantes tienen más

probabilidades de comenzar una tarea que realmente quieren hacer. También son

más propensos a seguir trabajando en ella hasta que la finalicen. En general, la

motivación aumenta el tiempo que el estudiante dedica a la tarea, un factor

importante que afecta al aprendizaje y al logro.

La motivación afecta a los procesos cognitivos. La motivación afecta a la atención

de los estudiantes y cómo procesan la información que están recibiendo a través

de ella. Por ejemplo, los estudiantes motivados a veces se esfuerzan para

comprender verdaderamente el material que están aprendiendo de manera

significativa y cómo podrían usarlo en sus propias vidas.


La motivación determina qué consecuencias son reforzadas y castigadas. Cuanto

más motivados estén los alumnos por el éxito académico, más orgulloso se

sentirán de sacar un 10. Cuanto más motivados estén a ser respetados y

aceptados por sus compañeros, más valorarán el pertenecer al grupo. Para un

estudiante que no le interesan los deportes, hacer o no un equipo de fútbol no le

es de gran importancia. Sin embargo, si este alumno ama el fútbol, hacer o no un

equipo puede serle de mucha importancia.

La motivación a menudo mejora el rendimiento. Debido estos efectos

anteriormente mencionados -objetivos concretos, esfuerzo y energía, iniciación y

persistencia, procesamiento cognitivo e impacto de las consecuencias- la

motivación en ocasiones conduce a un mejor desempeño. Así pues, los

estudiantes que están más motivados están para aprender y sobresalir en tareas

académicas tienden a ser en el futuro personas más exitosas y triunfadoras . Meter

dos citas textuales

1.3Tipos de estrategias de enseñanza

En el proceso de enseñanza aprendizaje la motivación juega un papel importante

en la actuación del individuo, al igual que en todas las esferas de actuación del

hombre. La motivación ayuda al logro de los objetivos de dicho proceso. Los

alumnos realizan una u otra actividad satisfactoriamente si el nivel de motivación

hacia la misma es adecuado.


Si bien hace el proceso de calidad esta cualidad, el mismo ha de estar matizado

por la preparación que el profesor realiza en conseguir estos propósitos. La

motivación hacia el estudio es un proceso general por el cual se inicia y se dirige

una conducta hacia el logro de una meta en aras de elevar el aprendizaje en una

asignatura, a partir de lograr la motivación hacia el mismo.

Cuando los estudiantes tienen la posibilidad de indagar, de confrontar criterios y

puntos de vista, se acrecienta su interés por aprender y esto contribuye a

desarrollar motivaciones más profundas intensivas hacia el aprendizaje y una

mayor implicación de los mismos en el Proceso Docente Educativo.

Según refiere la Psicología Marxista-Leninista la categoría motivación es un

complejo sistema de procesos y mecanismos psicológicos que determinan la

orientación dinámica de la actividad del hombre en relación con su medio. Se le

atribuye carácter motivacional a todo, lo que impulsa y dirige la actividad del

hombre en la sociedad.

La motivación por el estudio permite profundizar en temas que no se dominan,

resaltando el papel del maestro como elemento determinante para el desarrollo de

los intereses cognoscitivos, los cuales varían en dependencia de las

características del estudiante.

La esfera motivacional es un aspecto importante en la personalidad, algo que no

se puede ver como un producto automático del desarrollo de la misma, sino como
una compleja adquisición de la personalidad, sólo posible por una adecuada

educación o ante estímulos o condiciones muy específicas que lo propicien, por lo

que la dirección del profesor es fundamental, para despertar la actividad afectiva

en los estudiantes.

Está estrechamente relacionada con la actividad intelectual y formativa que genera

el proceso de enseñanza aprendizaje. Si se logra motivar a los estudiantes por las

actividades de aprendizaje como son; visitas de interés y el desarrollo de

actividades experimentales, entre otras propias que el profesor sea capaz de

concebir, el aprendizaje será efectivo y dejará un resultado, en términos de

conocimientos, habilidades, vivencias y motivaciones, que incidirán positivamente

en su comportamiento intelectual y en su actitud ante la búsqueda de otros

conocimientos.

Diversos enfoques: Conductista, Humanista, Cognitivistas y Marxistas han

intentado explicar la motivación desde posiciones diferentes, aportando en cada

caso importantes elementos, que a la vez del enfoque histórico-cultural

promulgado por Lev Vigotski, permiten investigar la misma teniendo una

concepción más integral de la conducta motivada como expresión de la

personalidad, portadora de necesidades y motivos.

¿Cómo se produce la relación de lo cognitivo y lo afectivo en los niveles

reguladores de la motivación? ¿Qué regularidades y característica esenciales

presenta la jerarquía en el? ¿Cómo se da la relación de lo cognitivo y lo afectivo

en esta jerarquía? ¿Mediante que vías podemos estudiar estos complejos

procesos?
Estas interrogantes adquieren un gran valor no sólo para la labor de los

psicólogos, sino también para los pedagogos, para quienes resultan el interés

básico aspectos esenciales como la motivación por el aprendizaje y la educación y

el desarrollo de la voluntad, de las emociones y del carácter en sus educandos.

Ante la alta responsabilidad de los maestros cubanos de forma integralmente al

estudiante la personalidad de los niños, adolescentes y jóvenes estos han de

conocer integralmente al estudiante mediante la realización del diagnóstico

individual profundo y minucioso, el que requiere como componente esencial el

estudio de la motivación del individuo .

En el ámbito pedagógico especialmente adquiere una dimensión especial la

motivación el estudio, la cual debe fomentar y desarrollar todo docente, en

cuestión posible solo de alcanzar si conocen de antemano por parte del maestro,

las características individuales de sus alumnos. Ello presupone la necesidad de

que el maestro domine profundamente la caracterización de cada niño o joven,

como condición esencial.

Dinamizar el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje en cada asignatura, es tarea

permanente para cualquier educador en las diferentes enseñanzas de nuestro

país. Para ello se realiza una evaluación primero de los componentes de la

motivación y después un estudio teórico-metodológico de los elementos que la

integran.

El mismo se utiliza, por ejemplo, como punto de partida para el diseño de las

actividades que respondan a las condiciones psicopedagógicas básicas de los


estudiantes y permite a la vez evaluar de forma satisfactoria el proceso de

motivación hacia el estudio de una asignatura como tal.

Para ello los que tienen la misión de enseñar a las nuevas generaciones elaboran

sistemas de actividades, con el objetivo de motivar a los estudiantes. La iniciativa

garantiza sin lugar a dudas una dirección de la actividad cognoscitiva que

proporciona el desarrollo intelectual de los estudiantes, sobre la base de la

adquisición de hábitos, habilidades y transformaciones de sus conocimientos en

convicciones, acorde a la concepción científica del mundo actual.

La integración en el proceso de enseñanza-aprendizaje que se da entre la escuela

y el mundo al que están vinculados los estudiantes para poner en práctica los

conocimientos adquiridos ofrece ventajas positivas. Resulta importante conocer

que la motivación es un elemento necesario en el aprendizaje de un estudiante y

que a partir de las influencias externas es que se conforman sus vivencias.

Uno de los quehaceres fundamentales para lograr el aprendizaje es el estudio;

cuando se define correctamente lo que se desee aprender mediante una correcta

orientación por parte del profesor, claro está.

La motivación hacia el estudio les brinda a los estudiantes las habilidades y

hábitos necesarios para la apropiación de los conocimientos básicos para

enfrentar determinadas tareas con éxito. ANEXAR DOS CITAS TEXTUALES

1.4 Estrategias en la construcción de aprendizaje


En la sociedad el conocimiento del aprendizaje no se circunscribe a un

determinado espacio como las instituciones educativas; se exige aprender en

todos los contextos. Por otra parte, el aprendizaje no puede quedar limitado a un

determinado periodo temporal en el ciclo vital de la persona. No se puede ya vivir

de las rentas de conocimientos adquiridos en los años de formación. Los

continuos cambios en todos los niveles conllevan nuevas demandas profesionales

y nuevas exigencias personales. Es obligado aprender a lo largo de toda la vida de

la persona. La enseñanza-aprendizaje en la universidad debe capacitar a las

personas para ese aprendizaje permanente. En la sociedad del conocimiento,

cada persona ha de asimilar una base de conocimientos rigurosos y estrategias

eficaces; tiene que saber qué pensar y cómo actuar ante las situaciones

relevantes a lo largo de la vida; hacerlo desde criterios razonables y susceptibles

de crítica; ser sensible a las exigencias cambiantes de los contextos; desarrollar el

pensamiento reflexivo, crítico y creativo. Los aprendizajes necesarios en la

sociedad del conocimiento, como gran reto para nuestro tiempo, se han de

construir sobre los siguientes pilares:

A) Aprender a conocer, B) Aprender a querer y sentir, C) Aprender a hacer, D)

Aprender a convivir, E) Aprender a ser, F) Aprender sobre el conocer, el querer, el

sentir. (Delors, 1996; García García, 2006).

A) Aprender a conocer Conocimiento es un término con un contenido semántico

muy amplio. Hace referencia a: los conocimientos comunes que las personas

tenemos sobre el mundo y que utilizamos en nuestra vida cotidiana; los

conocimientos disciplinares sobre distintos ámbitos de la realidad natural y


sociocultural, que conforman las distintas ciencias y saberes; los conocimientos

sobre la propia identidad personal; los conocimientos sobre el conocimiento mismo

o metacognición. Conocer requiere asimilar información, tener memorias y operar

con ellas, realizar procesos, ejercitar procedimientos o estrategias para sacar el

mejor partido a lo que se conoce, conocer continuamente más, resolver

problemas, tomar decisiones. Pero conocer también requiere motivación, esfuerzo,

compromiso, constancia en un proyecto formativo de desarrollo personal y social.

Aprender a conocer es una exigencia para responder a las demandas prácticas y

profesionales de la sociedad cognitiva; pero también es condición imprescindible

para desarrollarse con más plenitud como persona, ejercitar las capacidades

humanas, disfrutar del saber, dar sentido a la vida.

La sociedad del conocimiento actual (sociedad de la imagen, es caracterización

más propia) está sesgada hacia un tipo de información, la icónica, las imágenes,

que si bien conlleva oportunidades, también entraña serios riesgos. Las

informaciones en imágenes, con su rapidez, inmediatez, variedad, novedad,

atractivo, plantean unas exigencias de procesamiento de información mental

diferentes de la información lingüística, propias del texto y discurso. Los formatos

multimedia requieren un tipo de atención, concentración, planificación, esfuerzo,

distinto del procesamiento de textos, más significativo y profundo. Manejar el

mando a distancia de la TV, o el buscador de páginas WEB en el ordenador, es

tarea muy distinta a enfrentarse y enfrascarse con la lectura de un libro. La

hegemonía de mensajes icónicos en la sociedad de la información puede

obstaculizar, paradójicamente, el desarrollo mental de las personas, el


pensamiento elaborado, significativo, crítico, creativo, que requiere precisamente

la sociedad del conocimiento (Gardner, 1998; Hardgreaves, 2003) :

B) Aprender a querer y sentir. El aprendizaje continuo que conlleva la sociedad

cognitiva exige comprometerse activamente con proyectos formativos personales

que requieren constancia, esfuerzo, renuncias. Más de un 80% de la población

adulta considera clave la formación, pero solamente menos de un 25% elabora

planes de formación personal y se implican en ellos. La voluntad, el esfuerzo, el

compromiso son imprescindibles para alcanzar los proyectos de desarrollo

personal y comunitario. Desear, querer, amar lo que se hace, es condición

obligada para alcanzar buenos resultados. Las motivaciones pueden ser más

externas, como el deseo de reconocimiento, prestigio social, recompensas

monetarias, etc.; o más internas como el deseo de saber, de realizar bien el

trabajo, de superarse. Los seres humanos estamos motivados, interna y

externamente, en distintas proporciones según circunstancias. Es preferible que la

motivación tenga origen más interno, puesto que las fuentes externas tienden a

ser más pasajeras. Las personas automotivadas internamente mantienen los

niveles altos, aún cuando las recompensas externas disminuyan o desaparezcan.

Una proporcionada combinación de motivación externa e interna es deseable.

Cada persona ha de comprometerse con su propia formación. Ha de querer

aprender de forma independiente y autónoma en contextos cambiantes. Ha de

querer ser competente para evaluar y tomar decisiones sobre qué, cuándo, cómo

necesita aprender. El interés y motivación resultan claves para un aprendizaje

eficaz. Cuando el conocimiento resulta relevante y significativo para la persona,


tanto intelectual como afectivamente, es asimilado de forma más fácil, duradera y

eficaz (Csikszentmihalyi, 1993; Seligman, 1991).

C) Aprender a hacer El curriculum escolar ha puesto tradicionalmente énfasis,

cuando no exclusividad, en transmitir conocimientos, prestando menos atención a

los procedimientos, las prácticas, los modos de hacer. Pero el saber hacer

presenta unas demandas especiales en la sociedad actual. Ya no se trata de

especialización profesional, de preparar para una tarea definida y un trabajo

profesional estable en el tiempo. Hoy se requiere un continuo aprender a hacer,

una adaptabilidad a los contextos tan cambiantes. En la nueva economía, el

trabajo está en un proceso que podemos calificar de “desmaterialización”. Cada

vez tiene menos que ver con la “materia” como ocurría en sociedades agrarias

(cultivar la tierra) o industriales (fabricar objetos), y más con el conocimiento, la

comunicación, el asesoramiento, planificación, supervisión, relaciones

interpersonales. Aprender a hacer no es aprender prácticas rutinarias, más

propias de la formación profesional del pasado. La nueva economía exige nuevas

competencias. Las tareas industriales en cadena, fragmentadas y repetitivas

están dando paso a colectivos de trabajo, grupos de proyecto, satisfacción del

cliente, calidad total. Los empleados ya no son anónimos e intercambiables y las

tareas se personalizan. Junto a la formación profesional y calificación técnica, se

requieren otras competencias como la capacidad de iniciativa, proyecto personal y

compromiso, aptitud para trabajar en grupo, disposición a asumir riesgos, afrontar

y resolver conflictos, planificar, tomar decisiones y evaluar procesos y resultados,

introducir innovaciones y mejoras (Beck, 1998, 1999; Castells, 2000).


D) Aprender a convivir Aprender a convivir en los diferentes y simultáneos

espacios en los que transcurre nuestra vida: nivel familiar, escolar, laboral,

sociocultural, es quizá lo más urgente e importante. En la sociedad globalizada y

de la información, nos convertimos en observadores impotentes de quienes

generan y mantienen los conflictos y la violencia. Los modelos violentos en la

familia, escuela, empresa, medios de comunicación de masas, están alcanzando

cotas alarmantes. El derecho a la paz se declara prioritario en los comienzos del

siglo XXI, como condición básica para el desarrollo y bienestar personal y social.

El descubrimiento, reconocimiento y respeto del otro se logra en paralelo a la

conformación de la propia identidad personal. Es objetivo prioritario de la

educación desarrollar la propia identidad, a la vez que comprender y valorar la

personalidad de los demás. Si la familia, escuela, trabajo, medios de masas

fomentan actitudes de respeto, tolerancia se están previniendo comportamientos

violentos. Aprender a convivir es objetivo prioritario en nuestra sociedad, cada vez

más multicultural. La inmigración plantea cuestiones de carácter ético y político,

de respeto a los valores y cultura de las minorías, a la vez que exigencias de

aceptación e integración en la cultura mayoritaria. Pero especialmente exige

respuestas educativas apropiadas para los hijos de los inmigrantes y compromete

a los profesores, sus valores, actitudes, metodologías y prácticas. La educación

tiene una doble misión: mostrar la complejidad y diversidad de la especie humana

y, la vez, las semejanzas e interdependencia entre todos los seres humanos.

Todas las personas compartimos una estructura mental, unos universales

cognitivos, emocionales, lingüísticos, según las ciencias cognitivas. Aprender a

convivir no es un conocimiento meramente declarativo, sino también y sobre todo


procedimental. Es decir, se adquiere practicándolo y exige tiempo y condiciones

adecuadas. El pensamiento crítico, el comportamiento responsable y solidario, la

convivencia sólo se alcanza con una metodología de enseñanza-aprendizaje

consonante (Morin, 2000; Pinker, 2000; Marina, 2004)

E) Aprender a ser Ante el siglo XXI, el desafío de la educación no es tanto

preparar a las nuevas generaciones para vivir en una sociedad determinada; sino

dotar a cada persona de competencias y criterios, que le permitan comprender el

mundo cambiante que le rodea y comportarse solidaria y responsablemente. Más

que nunca, la función esencial de la educación es proporcionar a todos los seres

humanos la libertad de pensamiento, sentimiento, imaginación y creatividad, que

necesitan para dar sentido a su vida y alcanzar las cotas más altas posibles de

bienestar y felicidad. La educación es un viaje interior desde el nacer hasta el

morir. El desarrollo del ser humano se ha de dar en todas las potencialidades

personales: intelectuales, afectivas, morales, estéticas, sociales; en todos los

contextos, de familia, trabajo, ocio; y a lo largo de todas las etapas del ciclo vital.

Tal concepto de educación cuestiona la distinción tradicional entre educación

básica y educación permanente, entendida ésta como perfeccionamiento,

promoción o reconversión profesional. La meta deseable de dar más años a la

vida y más vida a los años, conlleva una disponibilidad educativa constante, tanto

si se trata de brindar nuevas posibilidades educativas, perfeccionar o ampliar la

formación profesional, como de satisfacer el deseo de saber, de belleza, de

superación personal y autorrealización. La autoestima, la autoeficacia y


experiencias de control sobre el medio, el optimismo, la solidaridad, conllevan una

vida más feliz (Seligman, 2002; Morin, 2000; Bandura, 1997).

F) Aprender sobre el conocer, querer, sentir y ser Resulta cuando menos extraño

que las personas tengan que conocer tantas cosas sobre el mundo natural y

sociocultural (matemáticas, física, química, biología, historia, sociología,

economía, etc.) y apenas reciban conocimientos sobre sí mismos, sus

pensamientos y sentimientos, sus motivaciones y afectos, cuando por otra parte

están muy interesados. Los conocimientos, las teorías que de la mente se tengan

no es una cuestión meramente teórica, sino de extraordinaria relevancia práctica,

especialmente en aquellas profesiones (las más en nuestra sociedad de

conocimientos y servicios) que tienen que ver con otras personas y sus

comportamientos, y por tanto sus pensamientos, sentimientos y motivaciones.

Profesores, psicólogos, pedagogos, sociólogos, antropólogos, trabajadores

sociales, etc. perciben, enjuician, valoran y actúan en su práctica profesional

desde la teoría de la mente que más o menos explícitamente sostienen. La Teoría

de la Mente constituye en la actualidad un dominio de investigación en el que

confluyen diversas ciencias cognitivas, y que está proporcionando resultados

sorprendentes y de extraordinaria relevancia teórica y aplicada (Riviere y Núñez,

1996; Baron-Cohen, Tager-Flusberg, y Cohen, 2000; García García, 2001, 2005;

Gómez, 2007). En correspondencia con estas demandas de tipos de aprendizajes,

los profesores debemos desarrollar las competencias correspondientes, que

también podemos agrupar en las siguientes categorías: Conocer: conjunto

estructurado de conocimientos sobre el mundo natural y sociocultural. Las


disciplinas del currículo. Competencias cognitivas. Hacer: conjunto de

procedimientos y estrategias. Competencias procedimentales. Querer: motivación,

compromiso, esfuerzo. Competencias afectivas. Convivir: capacidad para trabajar

y relacionarse con compañeros y alumnos. Competencias comunicativas. Ser:

desarrollo del profesor como persona. Responsabilidad ética ante los alumnos,

familias y sociedad. Competencias personales (Delors, 1996; Tuning, 2003; García

García, 2006) LOS AUTORES QUE MANEJAS LOS PUEDES DEJAR PUES

PARAFRASEO NO VEO TEXTOS NI LARGOS NI OCRTOS PARA CITAS

TEXTUALES.. ANEXAR MINIMO CINCO CITAS TEXTUALES A ES TE

SUBCAPITULO

CAPITULO II

CONSTRUCCION DEL APRENDIZAJE

2.1 Función de la motivación en la construcción de aprendizajes

En los informes pedagógicos que el profesor ha de confeccionar aparece a

menudo la expresión alumnos y alumnas “perezosos” o “aplicados”, y con más

frecuencia todavía, en las conversaciones entre Maestros y Maestras. Al emplear

estos dos adjetivos, el Maestro quiere ante todo caracterizar la postura del alumno

frente al trabajo.

Un alumno perezoso no encuentra gusto al trabajo en la escuela. Con su conducta

provoca constantemente enojo a sus Padres y Maestros. En cambio, un alumno


aplicado es el que trabaja con asiduidad y con un cierto fervor, a él se le asignan

atributos como “laborioso” y “asiduo”.

Expresiones como “perezoso” y “aplicado” no permiten emitir un diagnóstico

matizado sobre el comportamiento del alumnado, en el sentido de que al Maestro

no se le exige preguntar por las razones de fondo del rendimiento que han

conducido a la caracterización de “perezoso” o “aplicado”. Aquí precisamente

comienza la obligación pedagógica del Maestro.

“Si una alumna rara vez participa en clase, si se distrae fácilmente, si no realiza

los deberes de casa y perturba frecuentemente la clase charlando con los

compañeros, ¿hay que caracterizarla de “carente de interés” o de “perezosa”?

Puede tratarse de una niña excesivamente angustiada, con dificultades para

participar en clase de manera adecuada, y que al mismo tiempo siente una gran

necesidad de contacto con niños de su edad, y no hace a menudo las tareas de

casa, porque sus padres no cuidan de ella y no la ayudan en esos deberes”. La

pedagogía, la biología y ante todo la psicología han investigado ésta y otras

muchas cuestiones concretas, todas ellas asociadas al concepto fundamental

empleado “la motivación”.

La explicación que da Graumann de la motivación como “interacción entre un

sujeto motivado y una situación motivadora”, podemos definir consecuentemente

la motivación como función integradora por un motivo y una situación. Solamente

a través de situaciones (desencadenantes) adecuadas al motivo se llega a la

motivación. Un ejemplo: “Es sabido que el alumnado de educación infantil tiene

gran necesidad de movimiento, pero que no pueden satisfacerla durante las horas
de clase. Sólo cuando salen al patio durante el recreo, o sea, cuando se crea una

situación en consonancia con este “motivo”, se consigue un comportamiento que

nace de la acción recíproca entre el sujeto motivado (por la necesidad de

movimiento) y la situación motivadora (ser enviado al patio).

La motivación del alumno y alumna presenta entonces tres funciones distintas:

- Motivación inicial.

- Ensayo de aprendizaje (ejercicio).

- Rendimiento final.

En la fase de la “motivación inicial” interesa ante todo presentarle al alumno y

alumna el contenido del aprendizaje e informarlo sobre los objetivos planeados.

Sin embargo, el mejor de los esfuerzos didácticos por lograr una motivación inicial.

La “fase del ejercicio” se aplica cuando se trata de metas que requieren muchos

ejercicios, y que, por tanto, suponen un proceso más largo de aprendizaje. Un

ejemplo sería: “Una lectura que el Maestro de infantil lee a su alumnado. La

mayoría de las veces, después de la lectura decrece la motivación de muchos

alumnos y alumnas, y el Maestro necesita para elaborar el contenido, para un

ejercicio siguiente de lectura o de caligrafía, idear nuevas motivaciones. Además

hay que advertir que el “ejercicio en clase”, forma parte de aquellas áreas que se

descuidan imperdonablemente en la literatura de la pedagogía escolar y en su

investigación, y, por otro lado, el ejercicio no reviste menor importancia para el

rendimiento final que la motivación inicial.


La motivación para el “rendimiento final” se alcanza la mayoría de las veces

mediante el anuncio de las calificaciones. El anuncio de las calificaciones en el

rendimiento definitivo se emplea para influir también en la motivación inicial y en

los intentos de aprendizaje.

Las tres fases del proceso de aprendizaje: motivación inicial, ejercicio y

rendimiento final, han de completarse mediante una caracterización psicológica

del “proceso de la acción motivacional”. Graumann distingue aquí cinco fases:

1. La experiencia de una carencia.

2. La esperanza de su satisfacción.

3. La conducta instrumental.

4. La conducta consumatoria.

5. La saciedad.

A continuación expongo un ejemplo para ilustrar este proceso:

Muchos alumnos y alumnas de básica, al ingresar en la escuela, tienen un claro

deseo de saber cómo pueden leer los mayores; sienten, por tanto, una carencia

que quieren llenar. Llegan a la escuela con la esperanza de aprender por fin a

leer, o sea, de satisfacer esta “necesidad”; las primeras palabras, frases o incluso

textos que el niño y niña aprende a leer se experimentan como el logro de este fin,

la “necesidad que debe satisfacerse queda consumada” (Graumann) y se cierra la

conducta concretamente motivada al final del primer curso. Con esto se alcanza el

estado de saciedad y a partir de ahí el alumnado se interesa más por el contenido


de la lectura y menos por aprender a leer en si. Aparece una satisfacción

comprensible porque se ha alcanzado el contenido del aprendizaje. ANEXAR

CUATRO CITAS TEXTUALES Y POR FAVOR NO PONGAS COMILLAS SI NO

ESTAS CITANDO

2.2 Evolución de la motivación

Entre la multitud de planteamientos históricos y de teoría de la motivación, cuatro

definen de manera paradigmática la evolución de la motivación en cuanto

concepto teórico. Son:

- La psicología de la voluntad.

- El psicoanálisis.

- La investigación biológica de la conducta.

Con la psicología de la voluntad, se considera a Wilhelm Wundt fundador de una

investigación empírica y experimental de los fenómenos de la voluntad. Según

Wundt, hay que distinguir en primer lugar sentimiento, emoción y voluntad; sin

embargo son “las etapas de un todo coherente” lo que le da al “acto de voluntad”

su dirección determinada, denominada motivo, también aquí hay que distinguir

entre “móviles” y “motivos”. Si predomina en el acto de voluntad el sentimiento, se

habla de móviles; si predomina la representación, se trata de motivos. Es

importante recordar que el concepto de motivo se asoció al de voluntad. El hombre

es visto dualistamente: primero la infraestructura impulsiva y biológica, y encima lo

“propiamente humano”. Los motivos pertenecen a la infraestructura y son


valorados como biológicamente necesarios, pero no como lo que constituye al

hombre en su más noble sentido.

También la “doctrina freudiana de los impulsos y la motivación” es dualista; en ella,

el psicoanálisis, hay que admitir, de un lado, los conocimientos sobre el fenómeno

del inconsciente, es decir, la necesidad de que muchos motivos que determinan

nuestra conducta, no sean conscientes y que detrás de la conducta humana actúa

un potencial de “energía” psíquica.

La aportación de la investigación biológica de la conducta, la etología, ratifica la

hipótesis de los investigadores dualistas de la motivación, según la cual también

los motivos humanos están estrechamente relacionados con determinantes

biológicas. Puede sostenerse a propósito de la investigación de la motivación

humana: el que una conducta se desencadene en general, depende de

determinados supuestos del entorno; los problemas sólo pueden investigarse en

grupos mayores, y por ello hay que distinguir entre motivación individual y general;

las motivaciones sólo pueden explicarse y admitirse a través de modo de

conducta; las restantes formas de proceder caen fácilmente en la especulación

sobre el fenómeno de la motivación “La investigación actual sobre la motivación”

se caracteriza por una multitud inabarcable de teorías, modelos, conceptos e

investigaciones. Aspectos de la investigación de la motivación que se relacionan

con la motivación del rendimiento, la motivación del aprendizaje, la motivación de

la angustia y la motivación social.

ANEXAR TRES CITAS TEXTUALES


2.3 Fases de la motivación

En el proceso de la vida humana podemos distinguir en relación con el desarrollo

del motivo del rendimiento diversas fases. Son las siguientes:

- La fase de los motivos provisionales (de 1-3 años).

- La génesis propia del motivo del rendimiento (de 3-4 a 5-6 años).

- La fase de la estabilización del motivo del rendimiento (de 6-14 años).

Rendimiento, aprendizaje y motivación son tres importantes conceptos básicos en

pedagogía y psicología. Están estrechamente relacionados entre sí y contribuyen

a explicar el ámbito de actividad de profesores y alumnos, alumnas.

El aprendizaje escolar es inconcebible sin motivación. La escuela tiene exigencias

más amplias que la vida corriente, el alumno y alumna deben aprender más y

elementos más exigentes, y esta exigencia requiere, a su vez, un esfuerzo mayor

y la necesidad de un impulso adicional que haga posible el éxito: primero,

aprender más cantidad de conocimientos y además un nivel intelectual más alto.

El dominio de la ortografía es un ejemplo de este objetivo. Antes de conseguirlo,

son necesarios ejercicios casi diarios durante cuatro años por lo menos. No se

puede esperar del alumnado de básica que esté constantemente lo bastante

motivado para realizar espontáneamente esfuerzos que han de repetirse muchas

veces. En esta situación el Maestro y Maestra deben cumplir una importante

función de ayuda, motivando a su alumnado. El alumno y alumna pueden estar

motivados por sí mismos, si no lo están, le corresponde al Maestro y Maestra la

tarea de motivarlo. Esta doble división del problema de la motivación se considera


esencial: primero se trata de la motivación del rendimiento y luego, de la

motivación del aprendizaje. Se consideran motivados en cuanto al rendimiento

aquellos alumnos que el profesor describe como asiduos, aplicados y ambiciosos.

La motivación del aprendizaje es importante cuando los alumnos están poco

motivados espontáneamente y el profesor ha de intentar motivarlos con medidas

apropiadas, tales como alabanzas, censuras o ilustraciones. Para “provocar la

sed” de aprender en niños y niñas, el Maestro y Maestra deben trabajar con el

alumnado, de esta manera:

- Ayudándoles a llegar a ser ellos mismos, hasta que asuman su personalidad.

- Permitiéndoles encontrar un equilibrio entre los impulsos creadores básicos,

deben sentirse bien nutridos, protegidos y queridos, siendo entonces más sencillo

desarrollar sus facultades intelectuales.

- Proporcionándoles un método y un conocimiento por el cual puedan descubrir la

apertura permaneciendo libres de espíritu.

“Haced al niño atento a los fenómenos de la naturaleza y pronto despertará en él

la curiosidad. Planteadle interrogantes a su alcance y dejad que los resuelva de

forma que no sepa nada por lo que le digáis, sino por lo que comprenda por sí

mismo: no que aprenda la ciencia, sino que la invente”

(J. J Rousseau, año, p ) anexar su año y pagina


“Cuando se trata de despertar al niño para el mundo, dándole los medios de

orientarse fácil y convenientemente en él, se hace necesario partir del contacto

más inmediato entre un niño y su mundo”

(L. Porcher) ANEXAR TRES CITAS TEXTUALES Y POR FAVOR ACOMPLETAR

LAS DOS QUE PUSISTE

2.4 Función del profesor en el proceso de aprendizaje

La exposición de contenidos es una de las tareas básicas del Maestro y Maestra

en el aula, por lo que su calidad va a determinar en gran medida su valor

motivacional para el alumnado.

Las características de las exposiciones de los Maestros y su potencial valor

motivacional para los alumnos, se relacionan con dos dimensiones:

1.- Cualidades del contenido.

2.- Estrategias instruccionales.

En cuanto a las Cualidades del contenido:

- Si el Maestro propone contenidos en cantidad y nivel de dificultad adecuados se

facilitará el sentimiento de control del alumno para la asimilación del contenido.


- Si el Maestro diseña contenidos ubicados dentro de un contenido global o más

amplio, facilitará la activación y localización de conocimientos previos para un

aprendizaje significativo.

- Si el Maestro propone contenidos novedosos, sorprendentes y variados,

generará en el alumno un interés y curiosidad por el nuevo contenido.

- Si el Maestro diseña contenidos sensorialmente atractivos y acordes a las

características del aprendiz, despertará interés exploratorio y curiosidad por

aprender.

En cuanto a las Estrategias instruccionales:

- Si el Maestro explicita y ejemplifica la utilidad de los contenidos, generará

motivación por aprender al satisfacer una necesidad, interés del aprendiz.

- Si el Maestro presenta el contenido organizado, claro y sencillo, generará interés

y sentimiento de control para la comprensión y asimilación significativas.


- Si el Maestro modela el procedimiento presentado, facilitará un modelo eficaz a

imitar y puede favorecer el sentimiento de autoeficacia (si el Maestro puede, yo

también).

- Si el Maestro usa casos, ejemplos, metáforas, analogías… en las exposiciones,

mantendrá interés por aprender y facilitará la comprensión y asimilación

significativas.

- Si el Maestro plantea preguntas de activación (recuerdo), de comprensión o de

aplicación de los conocimientos y destrezas previas y nuevas, contribuirán a

generar y mantener el interés por explorar, asimilar y aplicar el nuevo aprendizaje

(declarativo, procedimental y condicional).

- Si el Maestro realiza una escucha activa de las respuestas aunque sean

incompletas o incorrectas, estableciendo un diálogo clarificador, no descalificador,

facilitará el sentimiento de aceptación y el cambio en creencias obstaculizadoras

de la participación.

- Si el Maestro muestra entusiasmo durante el discurso, el alumnado mantendrá el

interés por aprender.


- Si el Maestro usa las anécdotas o el humor, como recursos discursivos, facilitará

la implicación emocional y momentos de relajación en el proceso.

El valor motivador de estas características del contenido y de las pautas

instruccionales expuestas dependerá de cada aprendiz y de los demás contextos

del aula intervinientes en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Además de exponer contenidos con el fin de facilitar el acceso y la comprensión

de éstos por parte de los estudiantes, el profesor ha de diseñar situaciones

enriquecedoras en las que el aprendiz pueda desplegar su actividad de

asimilación, dominio, crítica, transferencia o creación, en torno a los contenidos

expuestos, ya sean declarativos, procedimentales, condicionales o actitudinales.

A continuación, muestro algunas de las decisiones del profesor respecto a la

propuesta de tareas, y su valor potencialmente motivador para la posterior

ejecución del alumnado:


- Si el Maestro expone con claridad y precisión las actividades a realizar,

fomentará en el alumnado el interés hacia la actividad y facilitará su comprensión y

posterior realización.

- Si el Maestro explicita los objetivos a alcanzar con la realización eficaz de la

actividad o actividades propuestas, facilitará una fuente de metas de logro de

conocimiento y de destrezas, de interés específico para el aprendiz (automejora,

dominio, utilidad cotidiana…)

- Si el Maestro ejemplifica la relevancia y funcionalidad del conocimiento y

destrezas a aprender, facilitará fuentes de valor de la actividad que pueden

promover el interés del aprendiz

- Si el Maestro explicita los niveles de ejecución insuficiente, mínimo y de

excelencia, facilitará criterios para la autoevaluación y regulación del proceso de

aprendizaje, dirigido hacia un nivel de aspiración.

- Si el Maestro permite a los alumnos elegir entre tareas de distinto tipo y grado

de dificultad, facilitará la autorregulación del alumno sobre su proceso de

aprendizaje, posibilitando el éxito y los sentimientos de autoeficacia.


Las pautas descritas para la presentación de las tareas ven potenciado su valor

motivacional para la actividad del alumnado si la propia tarea incluye en sí misma

los valores motivacionales que se desarrollan en el apartado dedicado a la tarea

en este mismo trabajo.

Aunque se consiga presentar y proponer tareas con su potencial máximo de

valor motivacional, es necesario que el alumnado no decaiga en su motivación

hasta finalizar la actividad, por lo cual se hace necesaria una supervisión continua

del Maestro a lo largo de la misma.

CAPITULO III: RENDIMIENTO ACADEMICO

3.1 ¿Cómo favorecer el rendimiento escolar?

Por lo general, los niños con buen rendimiento escolar tienen una buena

autoestima. Tienden a confiar en sus capacidades, dado que esto es causa-efecto

(trabajo-apruebo), y a sentirse autoeficaces y valiosos.

La autoestima académica (cómo se percibe el niño en la situación escolar) es muy

importante dentro de la autoestima global. Aquellos que tienen un buen

desempeño en la escuela, por lo general no presentan problemas de autoestima, y

se sientes satisfechos con ellos mismos, también en otros ámbitos. Los que tienen
un bajo rendimiento escolar, en cambio, tienden a presentar una baja motivación

por aprender, se esfuerzan poco, se quedan con una sensación de frustración por

sus experiencias de fracaso, se sienten poco eficaces y evitan los desafíos

escolares.  Normalmente estos alumnos, presentan una autoestima baja. cuando

logran algún  éxito tienden a atribuirlo a causas externas (suerte, facilidad de la

prueba...) y los fracasos a causas intrínsecas ( no puedo, no soy capaz,....) con lo

que estas atribuciones tienden a empeorar su autoconcepto con un alto costo

emocional, siendo el freno al desarrollo de la autoestima.

Los niños con trastornos específicos del aprendizaje (problemas en la

lectoescritura, del lenguaje, concentración....) tienden a presentar rendimientos

bajo o muy inestables, y muchas veces, experimentan fracasos escolares. Su

autoestima se aprecia disminuída debido a esas experiencias de fracaso

repetidas.

El fracaso escolar supone que los problemas de rendimiento escolar y

consiguiente baja autoestima y ansiedad generada en el niño no sólo le afectan a

él, sino que también repercuten en su núcleo familiar. Éstos a su vez reaccionan

de manera tal que en ocasiones agravan el problema, con castigos, retiro de

afecto o desvalorización. Si la familia es crítica o etiquetadora el  niño perderá

interés, bajará su autoestima y estará en constante actitud negativa por la baja

opinión que se tiene de él. Si la familia apoya al niño mostrándole confianza en

sus capacidades (sean las que sean, es importante aceptarlo) y dándole apoyo

necesario, a pesar de mostrar dificultades, el niño logrará mantener una

autoestima adecuada.
Por lo tanto, el colegio y la familiar pueden ser instituciones que respondan

apropiadamente a las necesidades del niño, logrando evitar que se produzcan

efectos emocionales secundarios a las dificultades de rendimiento escolar. (El

termino motivación se deriva del verbo latino movere, que significa “moverse”,

“poner en movimiento o estar listo para la acción. Para Moore (2001) la motivación

implica

impulsos o fuerzas que nos dan energía y nos dirigen a actuar de la manera que lo

hacemos. Según Woolfolk (1996), la motivación es un estado interno que activa,

dirige y mantiene la conducta. De acuerdo con Brophy (2004), el término

motivación es un constructo teórico que se emplea hoy en día para explicar la

iniciación, dirección, intensidad y persistencia del comportamiento, especialmente

de aquel orientado hacia metas específicas. Así, un motivo es un elemento de

consciencia que entra de la determinación de un acto volitivo; es lo que induce a

una persona a llevar a la práctica una acción. Sánchez, (2003) menciona que los

estilos de aprendizaje, así como los de orientación motivacional presentan un

efecto directo sobre el aprovechamiento escolar de los estudiantes.

En el actuar en el aula se identifican enfoques. Estos pueden ser conductista, que

es el relacionado con las teorías extrínsecas, y dan al estudiante trofeos, títulos o

estrellas, para que el estudiante se sienta motivado a seguir participando y este

siempre en constante desarrollo. El otro es el humanista el cual está relacionado

con lo intrínseco. Este se enfoca en la forma de ser del estudiante y en como

elevar su autoestima para que pueda ser capaz de mejorar. Esta motivación
creemos que es la más importante ya que el estudiante crece internamente y eso

lo vuelve un ser independiente a comparación de la motivación extrínseca que

solo da incentivos para seguir participando. Y la cognoscitivista también ayuda al

estudiante de una manera intrínseca, con el papel del estudiante como activo.

Aquí se trata de lograr la independencia del niño por medio de metas personales y

logros que él puede ser capaz de alcanzar por sí mismo. Enfatiza en el papel

activo del aprendiz desde el inicio y la regulación de su comportamiento

fomentando la motivación intrínseca por medio de metas, capacidades y

habilidades. El alumno es el elemento más esencial del proceso enseñanza-

aprendizaje, y con ayuda del docente debe realizar ciertas acciones antes, durante

y al final del curso para que el conocimiento sea duradero y favorable para el

estudio. Es por eso que se quieren descubrir estrategias que mantengan al

alumno interesado ya que la motivación no se activa de manera automática Díaz

Barriga, F. (2002).

Teorías: las dos principales la intrínseca y la extrínseca. La motivación extrínseca

es la que ayuda a los alumnos, pero de una manera superficial. El alumno es

dirigido a la vía de los premios, lo cual no siempre está bien, porque él tiene que

ser capaz de tener sus propias metas y logros. La motivación extrínseca ayuda de

gran manera al estudiante pero al mismo tiempo lo puede perjudicar, ya que esas

metas que le dan al alumno, solamente son metas a corto plazo. El estudiante

tiene que ser capaz de ver más allá de esas metas y seguir con metas a mediano
y largo plazo, como son diferentes estudios, propósitos, logros personales y

trabajo.

Las teorías de motivación intrínseca plantean que cuando los alumnos están

intrínsecamente motivados, trabajan en las tareas porque disfrutan hacerlo; su

participación es la propia recompensa y no depende de estímulos externos.

Trabajar en una tarea por motivos intrínsecos, no sólo origina mayor placer, sino

que además promueve el aprendizaje y el rendimiento escolar (Gottfried, 1990).

Pintrich y Schrauben, (1992) mencionan que altos niveles de motivación intrínseca

promueven el uso de estrategias de aprendizaje apropiadas. (Pintrich y Schunk,

2002). Argumenta que cuando los estudiantes están motivados internamente,

realizan actividades que promueven su aprendizaje: ponen atención, se esfuerzan

más, dedican mayor tiempo, organizan el conocimiento, lo relacionan con lo que

saben y aplican los conocimientos y habilidades aprendidas en diferentes

contextos.

Jiménez, Macotela (2008) señalan que en los niños pequeños casi nunca hay

falta de motivación al aprender, ya que ellos siempre quieren descubrir cosas

nuevas. En nuestra investigación esto nos muestra una buena razón por la cual

implementar la motivación como estrategia didáctica.


En la búsqueda de estrategias que promuevan el aprovechamiento escolar de los

niños, se ha demostrado que la motivación tiene un papel fundamental sobre el

aprendizaje, ya que influye sobre lo que se aprende, cuándo y cómo se aprende.

Los niños pequeños presentan fuera de la escuela una curiosidad ilimitada,

intensa sed de conocimientos y gran voluntad de aprender, lo cual disminuía

notablemente dentro de las aulas.

3.2La motivación como estrategia para mejorar el aprendizaje

El termino motivación se deriva del verbo latino movere, que significa “moverse”,

“poner en movimiento o estar listo para la acción. Para Moore (2001) la motivación

implica

impulsos o fuerzas que nos dan energía y nos dirigen a actuar de la manera que lo

hacemos. Según Woolfolk (1996), la motivación es un estado interno que activa,

dirige y mantiene la conducta. De acuerdo con Brophy (2004), el término

motivación es un constructo teórico que se emplea hoy en día para explicar la

iniciación, dirección, intensidad y persistencia del comportamiento, especialmente

de aquel orientado hacia metas específicas. Así, un motivo es un elemento de

consciencia que entra de la determinación de un acto volitivo; es lo que induce a

una persona a llevar a la práctica una acción. Sánchez, (2003) menciona que los
estilos de aprendizaje, así como los de orientación motivacional presentan un

efecto directo sobre el aprovechamiento escolar de los estudiantes.

En el actuar en el aula se identifican enfoques. Estos pueden ser conductista, que

es el relacionado con las teorías extrínsecas, y dan al estudiante trofeos, títulos o

estrellas, para que el estudiante se sienta motivado a seguir participando y este

siempre en constante desarrollo. El otro es el humanista el cual está relacionado

con lo intrínseco. Este se enfoca en la forma de ser del estudiante y en como

elevar su autoestima para que pueda ser capaz de mejorar. Esta motivación

creemos que es la más importante ya que el estudiante crece internamente y eso

lo vuelve un ser independiente a comparación de la motivación extrínseca que

solo da incentivos para seguir participando. Y la cognoscitivista también ayuda al

estudiante de una manera intrínseca, con el papel del estudiante como activo.

Aquí se trata de lograr la independencia del niño por medio de metas personales y

logros que él puede ser capaz de alcanzar por sí mismo. Enfatiza en el papel

activo del aprendiz desde el inicio y la regulación de su comportamiento

fomentando la motivación intrínseca por medio de metas, capacidades y

habilidades. El alumno es el elemento más esencial del proceso enseñanza-

aprendizaje, y con ayuda del docente debe realizar ciertas acciones antes, durante

y al final del curso para que el conocimiento sea duradero y favorable para el

estudio. Es por eso que se quieren descubrir estrategias que mantengan al

alumno interesado ya que la motivación no se activa de manera automática Díaz

Barriga, F. (2002).
Teorías: las dos principales la intrínseca y la extrínseca. La motivación extrínseca

es la que ayuda a los alumnos, pero de una manera superficial. El alumno es

dirigido a la vía de los premios, lo cual no siempre está bien, porque él tiene que

ser capaz de tener sus propias metas y logros. La motivación extrínseca ayuda de

gran manera al estudiante pero al mismo tiempo lo puede perjudicar, ya que esas

metas que le dan al alumno, solamente son metas a corto plazo. El estudiante

tiene que ser capaz de ver más allá de esas metas y seguir con metas a mediano

y largo plazo, como son diferentes estudios, propósitos, logros personales y

trabajo.

Las teorías de motivación intrínseca plantean que cuando los alumnos están

intrínsecamente motivados, trabajan en las tareas porque disfrutan hacerlo; su

participación es la propia recompensa y no depende de estímulos externos.

Trabajar en una tarea por motivos intrínsecos, no sólo origina mayor placer, sino

que además promueve el aprendizaje y el rendimiento escolar (Gottfried, 1990).

Pintrich y Schrauben, (1992) mencionan que altos niveles de motivación intrínseca

promueven el uso de estrategias de aprendizaje apropiadas. (Pintrich y Schunk,

2002). Argumenta que cuando los estudiantes están motivados internamente,

realizan actividades que promueven su aprendizaje: ponen atención, se esfuerzan

más, dedican mayor tiempo, organizan el conocimiento, lo relacionan con lo que

saben y aplican los conocimientos y habilidades aprendidas en diferentes

contextos.
Jiménez, Macotela (2008) señalan que en los niños pequeños casi nunca hay

falta de motivación al aprender, ya que ellos siempre quieren descubrir cosas

nuevas. En nuestra investigación esto nos muestra una buena razón por la cual

implementar la motivación como estrategia didáctica.

En la búsqueda de estrategias que promuevan el aprovechamiento escolar de los

niños, se ha demostrado que la motivación tiene un papel fundamental sobre el

aprendizaje, ya que influye sobre lo que se aprende, cuándo y cómo se aprende.

Los niños pequeños presentan fuera de la escuela una curiosidad ilimitada,

intensa sed de conocimientos y gran voluntad de aprender, lo cual disminuía

notablemente dentro de las aulas. Otros autores

mostraron que los de preescolar, rara vez presentaban falta de motivación para

aprender; sin embargo, pocos años después, en la escuela primaria, la motivación

empezaba a ser un problema; los docentes se veían obligados a recurrir a

incentivos extrínsecos y a sanciones (Lepper y Hodell, 1989).

3.3Cambios evolutivos en la motivación de los estudiantes


En el desarrollo evolutivo, los estudiantes van cambiando en su forma de

interpretar ciertos aspectos estrechamente relacionados con la motivación, como

son:

 La dificultad de la tarea.

 La concepción de su capacidad (inteligencia)

 Los resultados que obtienen en comparación con los compañeros.

 El tipo de feedback que le ofrecen sus profesores.

 Las causas de sus éxitos o fracasos.

Esto ayuda a entender por qué es contraproducente insistir a un alumno que se

esfuerce más cuando ya lo hace y por qué un alumno prefiere decir que ha

estudiado poco, cuando sí lo ha hecho, con tal de no admitir su falta de capacidad.

Concepción de la dificultad de la tarea.

Cuando un alumno se enfrenta a una tarea realiza una evaluación sobre su nivel

de dificultad y así puede calcular las posibilidades de tener éxito o fracasar, lo que

le animará o desalentará.

 Los niños más pequeños (3-5 años), consideran las cosas más o menos difíciles

en función de si creen o no que pueden tener éxito, es decir “si yo lo puedo hacer

es fácil” y “si no lo puedo hacer, es difícil”, por lo tanto entienden la dificultad de

forma subjetiva.

.
El adolescente ya posee un concepto de su propia capacidad y posee

experiencias personales de éxito y fracaso que le llevan a una idea realista de su

propia competencia.

En aquellos casos en que se ha experimentado el fracaso, puede producirse un

cierto pesimismo respecto al propio rendimiento, así como cierto grado de

ansiedad que repercutirá en actitudes negativas hacia las materias, los profesores

y hacia sí mismos.

El declive de la MOTIVACIÓN INTRÍNSECA es marcado cuando el estudiante

llega a secundaria, aunque no queremos dejar de recordar que el propio sistema

escolar colabora en ello al enseñar a los estudiantes a trabajar por refuerzos

3.4Autoestima y motivación escolar

guiendo a Ortega y otros (2000), la autoestima es un constructo social cambiante

que se forma a través de las interacciones sociales con las personas más

cercanas a uno mismo. La familia tiene gran influencia en la autoestima del

alumnado, ya que el ambiente donde se desarrolla la persona condicionará su

estado de ánimo y la visión sobre sí mismo. Por ejemplo, los sujetos expuestos a

un ambiente negativo de continuo reproche son más propensos a desarrollar una

baja autoestima y autoconcepto.

Tanto familia como Escuela deben trabajar unidos para incidir de forma positiva en

un adecuado desarrollo personal del individuo. De tal forma que las actividades

desarrolladas en el centro escolar para potenciar la autoestima se implementen de

igual manera en el ámbito familiar.


Cómo trabajar la autoestima para mejorarla

Para trabajar en el desarrollo de la autoestima, los cuatro elementos que

conforman y sostienen la autoestima de los adolescentes son: “autoeficacia,

autodignidad, autoconcepto y autorrealización” (Silva y Mejía, 2015: 244). La

autoeficacia hace referencia a la demostración, tanto intrínseca como extrínseca,

de la valía de uno mismo relacionado con diversas tareas, es decir, a la sensación

de sentirse mejor que otros y considerarse útil. La autodignidad guarda una

estrecha relación con la autoeficacia, pero guiendo a Ortega y otros (2000), la

autoestima es un constructo social cambiante que se forma a través de las

interacciones sociales con las personas más cercanas a uno mismo. La familia

tiene gran influencia en la autoestima del alumnado, ya que el ambiente donde se

desarrolla la persona condicionará su estado de ánimo y la visión sobre sí mismo.

Por ejemplo, los sujetos expuestos a un ambiente negativo de continuo reproche

son más propensos a desarrollar una baja autoestima y autoconcepto.

Tanto familia como Escuela deben trabajar unidos para incidir de forma positiva en

un adecuado desarrollo personal del individuo. De tal forma que las actividades

desarrolladas en el centro escolar para potenciar la autoestima se implementen de

igual manera en el ámbito familiar.

Cómo trabajar la autoestima para mejorarla

Para trabajar en el desarrollo de la autoestima, los cuatro elementos que

conforman y sostienen la autoestima de los adolescentes son: “autoeficacia,


autodignidad, autoconcepto y autorrealización” (Silva y Mejía, 2015: 244). La

autoeficacia hace referencia a la demostración, tanto intrínseca como extrínseca,

de la valía de uno mismo relacionado con diversas tareas, es decir, a la sensación

de sentirse mejor que otros y considerarse útil. La autodignidad guarda una

estrecha relación con la autoeficacia, pero en este factor entra en juego la

capacidad empática para regular las emociones dentro de un marco social (Silva y

Mejía, 2015). El autoconcepto tiene que ver con una dimensión más cognitiva y la

autorrealización es el componente final de la autoestima atendiendo a la pirámide

de Maslow. Esta dimensión se alcanza cuando una persona cubre sus

necesidades básicas y conoce realmente que actividades/tareas son las que le

reportan felicidad y alegría.

Por último, cabe resaltar que cuando se pretende trabajar el desarrollo de la

autoestima en el aula es importante controlar la proyección de las expectativas en

el alumnado para evitar el efecto Pygmalión. Este efecto corresponde a lo llamado

“profecía autocumplida”, es decir, si el profesor tilda a un alumno de incapaz, ese

alumno responderá conforme a las expectativas que se depositan en él. Por tanto,

depositar la misma confianza y entusiasmo en todo el alumnado por igual es una

forma de conseguir neutralizar el efecto de las expectativas.en este factor entra en

juego la capacidad empática para regular las emociones dentro de un marco social

(Silva y Mejía, 2015). El autoconcepto tiene que ver con una dimensión más

cognitiva y la autorrealización es el componente final de la autoestima atendiendo

a la pirámide de Maslow. Esta dimensión se alcanza cuando una persona cubre


sus necesidades básicas y conoce realmente que actividades/tareas son las que

le reportan felicidad y alegría.

Por último, cabe resaltar que cuando se pretende trabajar el desarrollo de la

autoestima en el aula es importante controlar la proyección de las expectativas en

el alumnado para evitar el efecto Pygmalión. Este efecto corresponde a lo

llamado “profecía autocumplida”, es decir, si el profesor tilda a un alumno de

incapaz, ese alumno responderá conforme a las expectativas que se depositan en

él. Por tanto, depositar la misma confianza y entusiasmo en todo el alumnado por

igual es una forma de conseguir neutralizar el efecto de las expectativ

3.5 Algunos enfoques teóricos que explican la motivación escolar

Las teorías de la motivación explican cómo surge, se desarrolla, aumenta y

disminuye la motivación en los seres humanos. En psicología, la motivación se

define como una serie de procesos que inicia, guía y mantiene todos los

comportamientos relacionados con la capacidad de alcanzar una meta.

La motivación tiene que ver tanto con los pensamientos como con las emociones y

los comportamientos, por lo que es uno de los procesos más importantes a nivel

mental. La motivación está relacionada con todas las situaciones de la vida


cotidiana que requieran algún tipo de acción, desde ir a la cocina a por un vaso de

agua hasta el hecho de empezar a estudiar una carrera para mejorar nuestras

oportunidades laborales.

Así, se trata de un proceso psicológico muy amplio que nos afecta en todo

momento, por lo que ha sido de mucho interés para los expertos en la conducta

humana a lo largo de la historia.

Existen muchos factores diferentes que afectan a la motivación, incluyendo los

que son de tipo biológico, social, cognitivo y emocional. Debido a ello, existen todo

tipo de teorías de la motivación que se retroalimentan entre sí y que explican

diferentes partes del proceso de actuar en base a las metas.

A lo largo de la historia se han propuesto muchas teorías motivacionales distintas,

y hoy en día todavía no existe un consenso sobre cuál es la mejor forma de

explicar este fenómeno psicológico. En este artículo veremos algunas de las más

importantes, con el objetivo de entender cómo funciona este proceso de la mejor

manera posible.

Teoría de los dos factores de Hertzberg

Una de las primeras explicaciones sobre cómo funciona la motivación que

aparecieron en el ámbito de la psicología fue la teoría de los dos factores,

propuesta por Frederick Herzberg en los años 50 del siglo pasado. Este psicólogo
realizó encuestas a más de 200 empleados para comprender qué provocaba los

sentimientos positivos y negativos que estos sentían hacia su trabajo.

Después de analizar todas sus respuestas, Herzberg se dio cuenta de que existían

principalmente dos tipos de factores que determinaban el nivel de satisfacción que

los empleados mostraban hacia sus responsabilidades laborales: los de

motivación, y los de higiene.

Por un lado, los factores de motivación son aquellos que llevan a los empleados a

esforzarse, innovar, sentirse satisfechos y trabajar más duro. Entre los más

importantes se encuentran la sensación de ser reconocido en el propio puesto, lo

agradables que sean las tareas a realizar, y la sensación de que la propia carrera

va progresando.

Por otra parte, los factores de higiene son aquellos que provocan falta de

motivación y de satisfacción laboral si no están presentes. Algunos de los más

comunes son el salario, los beneficios laborales, o las buenas relaciones con los

jefes y los compañeros de trabajo.

Curiosamente, ambos tipos de factores parecían funcionar de forma

independiente: la presencia de varios factores de higiene no aumenta la

motivación a partir de cierto punto, y la ausencia de los de motivación no

disminuye la satisfacción a partir de un nivel determinado.

Pirámide de las necesidades de Maslow


Jerarquía de necesidades: las básicas son las fisiológicas y las más elevadas las

de autorrealización

Una de las teorías de la motivación que más éxito han tenido tanto dentro como

fuera del ámbito de la psicología fue la propuesta por Abraham Maslow en su

trabajo «Una teoría de la motivación humana» de 1943. En este artículo, el

investigador defendía que nuestras necesidades son jerárquicas; es decir, que las

más básicas tienen que cumplirse antes de que se activen las de los niveles

superiores.

Así, la mayoría de individuos comienzan su vida actuando desde los niveles más

bajos de motivación, y según van cubriendo sus necesidades pueden ir pasando a

los siguientes. Según la teoría de Maslow, los tipos de motivación que existen se

organizan en cinco niveles distintos: necesidades fisiológicas, de seguridad, de

pertenencia, de estima y de actualización.

Necesidades fisiológicas

Este nivel incluye todas las necesidades que es necesario cubrir para garantizar la

supervivencia y la reproducción del individuo. Por lo tanto, incorpora elementos

como la búsqueda de comida, agua, calor, refugio y sexo. Se encuentran en un

nivel muy bajo en el cerebro, y tienen una prioridad absoluta sobre todos los

demás tipos.

Necesidades de seguridad
Una vez que se han logrado las metas de supervivencia, la persona empieza a

preocuparse más por su bienestar y seguridad a largo plazo. En este nivel

encontramos metas relacionadas, por ejemplo, con el nivel financiero, la salud

física y la estabilidad, tanto a nivel personal como del entorno en que vive el

individuo.

Necesidades de pertenencia

El tercer nivel de la teoría de la motivación de Maslow tiene que ver con la

necesidad de conectar con otras personas, ya sea en forma de una amistad o en

una relación de pareja. Quienes se encuentran en este punto se centran en formar

relaciones fuertes y estables, basadas en el cariño y el respeto mutuo.

Necesidades de estima

El cuarto nivel de la pirámide de Maslow tiene que ver con la necesidad de

sentirse respetado por otras personas y por uno mismo. Quienes se encuentran en

este punto suelen tratar de marcar la diferencia, aportar algo al mundo y destacar

en algo en concreto, ya sea a nivel laboral o personal.

Necesidades de actualización

El último nivel descrito por Maslow es el más raro, y se calcula que menos del

10% de la población opera desde él en la actualidad. Quienes se encuentran aquí

se centran principalmente en sacarse el máximo partido en todos los ámbitos, y en

llegar a desarrollar todo su potencial.


–Teoría de la necesidad de logro

Otra de las teorías más importantes sobre la personalidad es la que desarrolló

McClelland sobre la necesidad de logro. Este investigador se dio cuenta de que

mientras que la mayoría de personas buscan el éxito debido a las recompensas

externas que este les proporcionará, otros individuos sienten la necesidad de

mejorar simplemente por el hecho de alcanzar un logro personal.

Muchas de las teorías de motivación clásicas (sobre todo las provenientes del

conductismo) no contemplaban la posibilidad de que una persona actuase de

forma motivada si no existía un refuerzo externo que la impulsara a ello. Para

McClelland, sin embargo, algunos individuos necesitan empujarse a sí mismos a

ser mejores simplemente por la propia satisfacción de hacerlo.

Esta teoría de la motivación es muy útil para explicar por qué ciertas personas son

capaces de realizar logros muy complicados en situaciones en las que parece que

no hay una recompensa suficiente, como podría ser el caso de un investigador

científico que destaca en su campo tras muchos años de duro trabajo sin ningún

tipo de reconocimiento externo.

Teoría de las necesidades básicas

Partiendo del trabajo de McClelland, algunos investigadores se dieron cuenta de

que la necesidad de logro no era la única que podía llevar a un individuo a luchar

para conseguir metas difíciles o para enfrentarse a situaciones complicadas.


Según las últimas investigaciones sobre las necesidades básicas, existen tres

motivaciones principales: la de logro, la de afiliación y la de poder.

En esta teoría, la necesidad de logro es la misma que en la de McClelland. Las

personas que se sienten motivadas de esta manera actúan para conseguir

sentirse bien consigo mismas al alcanzar las metas que se han propuesto, y las

recompensas externas no son tan importantes para ellas.

La necesidad de afiliación es completamente distinta. Los individuos con esta

necesidad básica se sienten motivados principalmente por su necesidad de ser

aceptados y gustarle a los demás. Suelen sentirse incómodos con los conflictos, y

buscan el apoyo social en todo aquello que hacen. Debido a ello, sus metas

suelen estar determinadas por lo que creen que desean las personas de su

alrededor.

Por último, las personas con necesidad de poder sienten el deseo de controlar

todos los aspectos de su vida y de la de los demás. Normalmente buscan alcanzar

posiciones de estatus, en las que puedan influir a otros individuos; y les preocupa

mucho más su posición social que las metas que alcancen o los logros que

consigan.

Teoría evolucionista de la motivación


Fuente: Human_evolution_scheme.svg: M. Gardederivative work: Gerbil [CC BY-

SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/)]

Una de las corrientes más importantes dentro de la psicología actual es la

evolucionista. Desde esta perspectiva, se estudian los comportamientos,

pensamientos y sentimientos humanos desde el punto de vista de nuestro

desarrollo como especie, examinando por qué se formó cada uno de estos

elementos en el pasado distante como una adaptación al entorno.

La teoría evolucionista de la motivación defiende, por tanto, que nuestros deseos,

instintos, impulsos y metas guardan una relación directa con el entorno en el que

nos desarrollamos como especie. Así, nuestra forma de actuar estaría

determinada por aquello que habría supuesto una mayor probabilidad de

supervivencia y reproducción en nuestro pasado evolutivo.

Una parte muy importante de la teoría evolucionista de la motivación es la teoría

de optimización. Según este paradigma, los humanos siempre buscamos

maximizar las recompensas que obtenemos mientras minimizamos la energía que

gastamos para conseguirlas. De esta manera, en todo momento estamos llevando

a cabo análisis de coste-beneficio.

Por otra parte, cuando se analizan la motivación de un individuo partiendo de esta

teoría, se examinan tres elementos: las expectativas, la instrumentalidad y la

valencia. En función de estas tres características, las ganas de actuar de las


personas aumentarán y disminuirán junto con su probabilidad de actuar de forma

enfocada.

La expectativa es la creencia de que los propios esfuerzos van a llevar a la

persona a alcanzar las metas que se ha propuesto. Este elemento se basa en las

experiencias pasadas del individuo, su autoestima, y la percepción sobre cómo de

complicado es alcanzar un objetivo concreto.

La instrumentalidad, por otro lado, es la probabilidad que se le atribuye a

conseguir una recompensa determinada si se actúa de manera correcta. Por

último, la valencia es el valor que se le atribuye a esta recompensa.

Teoría de reducción del impulso

La teoría de la reducción del impulso se centra en la idea de que los humanos

actuamos principalmente para satisfacer en la medida de lo posible nuestras

necesidades, con el objetivo de mantenernos en un estado de equilibrio conocido

como homeostasis. Esta teoría fue propuesta por primera vez en 1943 por Clark

Hull.

Hull creía que los humanos solamente nos sentimos motivados para actuar en los

momentos en los que se producen alteraciones en nuestro estado de

homeostasis. Estas alteraciones pueden provenir de fuentes muy distintas, desde

las más simples como el hambre, hasta las más complejas como la pérdida de un

trabajo o la muerte de un familiar.


Además de esto, la teoría de reducción del impulso se hace una distinción entre

motivaciones primarias y secundarias. Las primarias son aquellas que tienen que

ver con la satisfacción directa de nuestros impulsos naturales, como por ejemplo el

hambre, la sed, o la necesidad de sexo.

Por otro lado, las motivaciones secundarias son las relacionadas con la

satisfacción indirecta de nuestros impulsos. Por ejemplo, el deseo de conseguir

dinero se debe a que con este elemento podemos comprar comida o refugio, lo

que a su vez puede ayudarnos a satisfacer nuestras necesidades primarias.

Teoría del incentivo

La teoría del incentivo en motivación está basada en los principios del

conductismo, que establecen que las personas solamente actúan de forma

direccionada en respuesta a un incentivo, que puede ser tanto interno como

externo.

De esta manera, quienes defienden este punto de vista creen que las personas no

actuamos para ser felices o porque creamos que una actividad es satisfactoria,

sino de manera puramente utilitaria.

Así, según la teoría del incentivo los humanos solamente actuaríamos para evitar

castigos o para obtener recompensas, pudiendo venir ambos tanto del entorno o

de otras personas, como de nuestro propio interior. Por ejemplo, un individuo


podría buscar un trabajo con el objetivo de evitar morirse de hambre, o para

mejorar su estatus social.

Desde la teoría del incentivo, elementos como los valores se dejan de lado para

estudiar en mayor profundidad otros como la probabilidad de recibir una

recompensa o un castigo si se lleva a cabo una acción determinada.

Teoría temporal

La teoría temporal de la motivación fue desarrollada por los investigadores Piers

Steel y Cornelius König. Ambos psicólogos querían estudiar la manera en que el

tiempo y los plazos afectaban a la motivación humana, con el objetivo de

comprender fenómenos como la procrastinación y el establecimiento de metas.

Los estudios de ambos psicólogos les permitieron descubrir que la motivación de

una persona va aumentando según se va acercando el final del plazo que tiene

para llevar a cabo una acción concreta. De esta manera, la procrastinación sería

un componente esencial de la naturaleza humana, ya que la motivación es

siempre baja cuando el tiempo no apremia.

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