7 - Sueños de Prosperidad - Fuyumi Ono (12 Reinos)
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Historias Cortas
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Libro VII
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Índice
Mapas - Página 7 Capítulo 4 - Página 29
Introducción - Página 11 Capítulo 5 - Página 33
Capítulo 6 - Página 35
ESPLENDOR DE INVIERNO Capítulo 7 - Página 39
Capítulo 1 - Página 13 Capítulo 8 - Página 41
Capítulo 2 - Página 19 Capítulo 9 - Página 43
Capítulo 3 - Página 25 Capítulo 10 - Página 47
Capítulo 11 - Página 49 PARTE III
Capítulo 12 - Página 53 Capítulo 7 - Página 189
Capítulo 13 - Página 57 Capítulo 8 - Página 193
Capítulo 14 - Página 65 Capítulo 9 - Página 199
CORRESPONDENCIA PARTE VI
Capítulo 1 - Página 125 Capítulo 17 - Página 223
Capítulo 2 - Página 127 Capítulo 18 - Página 227
Capítulo 3 - Página 135
Capítulo 4 - Página 147 PARTE VII
Capítulo 5 - Página 153 Capítulo 19 - Página 237
Capítulo 20 - Página 239
SUEÑOS DE PROSPERIDAD Capítulo 21 - Página 241
PARTE I
Capítulo 1 - Página 161 PARTE VIII
Capítulo 2 - Página 163 Capítulo 22 - Página 247
Capítulo 3 - Página 167 Capítulo 23 - Página 249
Capítulo 4 - Página 173 Capítulo 24 - Página 253
Capítulo 5 - Página 177
REGRESO A LA MONTAÑA
PARTE II Capítulo 1 - Página 263
Capítulo 6 - Página 181 Capítulo 2 - Página 281
Fuyumi Ono Doce Reinos
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Sueños de Prosperidad
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Fuyumi Ono Doce Reinos
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Sueños de Prosperidad
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INTRODUCCIÓN
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Fuyumi Ono Esplendor de Invierno Doce Reinos
ESPLENDOR DE INVIERNO1
CAPÍTULO 1
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
por encima del hombro. Hizo un gesto hacia los jardines externos
como diciendo:
¿Cómo explicas esto?
—¡Ah, sí! —Seirai sonrió y miró hacia el cielo—. Extraño en verdad.
Un sol blanco.
Seirai era el tutor de Taiki. También era el Primer Ministro de la
provincia de Zui, sede de la capital del Reino de Tai. Era una práctica
común asignar un tutor a un joven Saiho como Taiki. El tutor siempre
se mantenía cerca y asistía a todo lo que fuera necesario atender,
desde la vida privada del Saiho, hasta los asuntos del gobierno. Al
mismo tiempo, se desempeñaba como profesor de Taiki.
—¿Un sol blanco?
—Así se llama a un clima como este. Es evidente, como ves. —Taiki
no parecía más iluminado por esta explicación, así que añadió—: Las
tormentas bajo el Mar de las Nubes han disminuido. Por lo tanto, la
luz solar es reflejada por la nieve que cubre el mundo de abajo.
—Wow.
Taiki miró de nuevo el paisaje envuelto con la luz blanca. Parecía
como si los rayos del sol entraran por los cristales de una puerta shōji2
de papel. Recordó el despertar de una mañana clara cuando estaba
en Japón, un mundo que le parecía ahora extranjero y distante. No
pudo evitar sentir un breve golpe de nostalgia.
—No puede haber una nube en el cielo y el clima es perfecto. No
sucede muy a menudo, por lo que nos sacamos la lotería hoy.
—¿Crees que el mundo de abajo se ve desde aquí?
—¿Vamos a averiguarlo?
Taiki respondió con un gesto de entusiasmo. El Palacio Imperial
apareció como una isla flotante en medio del océano. El mundo de
abajo debería ser visible a través del envolvente Mar de Nubes, pero
llegado el invierno, esa visión desaparecía, debido a que las nubes
de tormenta se reunían y bloqueaban la vista.
Seirai se rio y le tendió la mano. Taiki la tomó y lo miró fijamente.
—Si no nos apuramos, las nubes probablemente se cerrarán de
nuevo.
Al escuchar eso, Seirai sonrió.
—Bueno, conozco un atajo. Vamos.
2 SHŌJI. Es un tipo de puerta tradicional en la arquitectura japonesa. Funciona
como divisor de habitaciones y consiste en papel washi traslúcido con un marco de madera.
A menudo las puertas shōji están diseñadas para abrirse deslizándose o doblándose por la
mitad, para que ocupen menos espacio.
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 2
Taiki dijo:
—Siento alejarlo de su trabajo.
—No es problema —dijo Gyousou con una sonrisa y una mirada
rápida hacia atrás.
Se dirigió hacia una serie de puertas que acababan de ser
inauguradas. Más allá de las puertas había una gran ventana. Más
allá de la ventana, el Mar de Nubes se extendía hasta el horizonte.
Habiendo nacido en otro mundo, este océano sobre el cielo siempre
le resultaba a Taiki un peculiar y extraño fenómeno.
Oyó el suave murmullo de las olas. El mar estaba por lo general
envuelto en una penumbra gris, pero ese día brillaba blanco. La
superficie del agua era del color de las perlas blancas, brillando
débilmente iluminadas por las luces que recubrían el fondo del océano.
Con un grito emocionado, Taiki corrió hacia la ventana. Gyousou
le colocó una gruesa capa sobre los hombros.
—Lo mejor será que te pongas esto. De otra forma te congelarás.
—¿Pero no sentirá frío?
—No es necesario que te preocupes por mí.
Taiki no pudo evitar sentirse un poco culpable, pero le encantaba
que Gyousou se preocupara por él. Corriendo para alcanzar a Gyousou
mientras caminaba hacia la escalera, se enredó en las largas
mangas y se tropezó. Gyousou se detuvo y lo sostuvo en sus brazos,
envolviendo un largo abrigo a su alrededor en un solo movimiento.
—Aún eres tan ligero como una pluma.
—Eso es porque son un kirin, creo.
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 3
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CAPÍTULO 4
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Capítulo 4 Sueños de Prosperidad
Usaban kijuu camino a Ren, pero Taiki todavía no podía volar uno
por su cuenta. En cambio, viajaba cómodamente en un palanquín
atado a las espaldas de dos bueyes kijuu.
Seirai levantó una ceja y dijo en una voz casi asustada:
—Pensé que sería algo que sabría el Taiho.
—No la conocido bien. Bueno, em encontré con ella, pero ella solo
me trajo aquí. Yo estaba realmente asustado en ese momento y solo
recuerdo su rostro. —Confesó con un toque de vergüenza—. Para ser
sincero, pasé la mayor parte del tiempo llorando. No entendía lo que
pasaba. Y cuando no estaba llorando, estaba durmiendo. Cuando
desperté, Ren Taiho ya había regresado a Ren.
—Conque así fue como sucedió. Yo tampoco la conozco. Realmente
no hay alguien en Tai que esté familiarizado con Ren Taiho o el Rey
de Ren.
—Hay solamente doce de nosotros, así que sería bueno si
pudiéramos llegar a conocernos.
Seirai sonrió ampliamente.
—Eso es cierto. Aunque debería quedar claro por qué la parte de
“conocerse” no es tan simple.
Taiki respondió con una mirada en blanco. Después de pensarlo,
no podía discrepar. Ren estaba demasiado lejos de Tai para visitar de
forma regular.
Incluso usando los kijuu voladores, dejar el territorio de Tai les
había tomado un día y una noche. Otro día y noche para cruzar el
Kyokai. Luego ajustar el rumbo hacia una ciudad portuaria en Ryuu,
bordear la costa hacia Kyou. En Han, dar la vuelta al sur y entonces
otra vez cruzar el océano. Después de dos semanas de vuelo, la costa
de Ren finalmente estaba a la vista.
—Sí, lo entiendo ahora —dijo Taiki, mientras aterrizaban en Juurei2,
la ciudad capital de Ren—. Sería difícil conocer a alguien cuando vive
tan lejos. El ir y venir no deja mucho tiempo para nada.
—Exactamente —Seirai sonreía—. Fue un viaje duro. ¿Cómo estás?
Se asentaron en un campo abierto a las afueras de Juurei. La
ciudad ante ellos había sido adornada con las decoraciones de
celebración del Año Nuevo.
—Solo pasamos medio día en el aire hoy.
—Ah, sí —Seirai suspiró con aire de decepción—. Tienes mucha
más tenacidad que yo. Un hombre viejo como yo es peso muerto.
2 JUUREI. “Cumbre pesada”.
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CAPÍTULO 5
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 6
Seirai se fue con dos ministros menores, que también vestían trajes
ceremoniales. En su camino, pasaron a Sougen y a Asen que iban a
visitar a Taiki. Ellos ya habían cambiado su ropa de viaje.
—Debe de estar bastante agotado —dijo Sougen.
Sougen previamente había servido bajo el mando del General
Gyousou. Con el establecimiento de la nueva Corte Imperial, había
sido designado a comandante de la crítica Guardia Provincial de la
Derecha de Zui. No era un gigante como Ganchou de la Guardia del
Palacio de la Izquierda. Pero poseía una estatura imponente y un
carácter tranquilo, lo que le recordaba a Taiki a los samuráis de los
cuentos de hadas que solía leer en Japón.
—Estoy bien. Mira… —parado cerca de la ventana, Taiki señaló los
jardines de la posada. Los dos generales caminaron hasta la ventana
y miraron a donde señalaba Taiki—. Hay flores en el jardín.
Gyousou había dicho que Ren era un lugar donde había flores
en invierno, pero no parecía posible que tal reino existiera en esta
temporada. Sin nieve en el suelo. Incluso estando cerca de la ventana,
él no sentía el frío. En Tai, el viento helado que se colaba a través
de los rincones y grietas en los travesaños de la ventana siempre lo
hicieron temblar.
Sougen entrecerró los ojos contemplativamente.
—Me pregunto qué tipo de flores serán. Parecen estar floreciendo.
Yo no hubiera creído que existiera un reino donde no hay nieve
cayendo en esta época del año.
—Ni yo —concordó Taiki, presionando su frente contra el vidrio—.
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Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
Puesto que Tai está cubierto de blanco, pensé que sería así en todas
partes aquí.
—¿En todas partes aquí?
—Sí. Solo nevaba de vez en cuando donde vivía en Wa. No era
raro que no hubiera nieve en absoluto. Pero nunca era tan cálido. Sin
embargo, siendo Tai como es, pensé que todos los reinos aquí eran
iguales, porque este es mi primer invierno aquí. Creo que Tai es el
único reino tan frío.
—Lo es —Sougen asintió con la cabeza muy cuidadosamente.
—Este mundo debe ser muy grande.
—Los campos fuera de la ciudad todavía están esperando la
cosecha.
—En estos reinos del sur, parece que no dejan que los campos
estén en barbecho durante los meses de invierno —observó Asen.
—He escuchado que puede crecer una gran variedad de granos.
—Wow —dijo Taiki—. Los cultivos crecen incluso en invierno.
Puedes ir a un campo en medio del invierno y cosechar verduras.
—Este sería el caso.
—Sería agradable si pudiéramos hacer eso en Tai —dijo Taiki,
sobre todo para sí mismo.
Los dos generales sinceramente estuvieron de acuerdo.
—Los niños pueden correr afuera. Y el ganado salir a pastar.
Justo ahora, estas personas están disfrutando de un clima
cálido, Taiki se quedó embelesado por la ventana como si no tuviera
suficiente incluso de esa pequeña rebanada de Ren.
—¿Por qué no tomamos un pequeño paseo? —dijo Asen—. Voy a
tomar mi segundo aire, por lo que estaría feliz de acompañarte.
—¿De verdad está bien? —dijo Taiki dando un brinco.
Asen sonrió y asintió con la cabeza. Tanto él como Gyousou habían
servido en la Guardia del Palacio bajo el mando del rey anterior, y Taiki
había oído que se referían a ellos como las dos joyas de la corona.
Asen fue reconocido como un experto soldado, y quizás por esa razón
también fue comparado en apariencia a Gyousou.
Excepto que ahora y entonces Gyousou era temible en el frente de
batalla, poseído de una ambición casi aterradora que Asen nunca tuvo.
Así que Taiki nunca se sentía intimidado por la presencia de Asen.
Taiki vio a Sougen expectante. Mientras Sougen analizaba la
solicitud, Asen lo interrumpió:
—No puede ser tan malo echar un vistazo a Juurei, ¿verdad? Me
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CAPÍTULO 7
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CAPÍTULO 8
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Capítulo 8 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 9
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Capítulo 9 Sueños de Prosperidad
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yo pensé lo mismo.
—Entonces, ¿esto sería el Roshin5?
—Bueno, sí, creo que lo sería.
—Si seguimos yendo a través de la puerta al final del Roshin,
entonces, ¿estaríamos en las habitaciones imperiales?
—Sí, eso parece. Pero no me puedo imaginar… —Seirai frunció el
ceño, su frente estaba perlada de sudor y no solo debido al clima cálido.
En el corazón del Palacio Imperial, cubriendo los picos flotando
sobre el Mar de Nubes, las habitaciones imperiales consistían en
una serie de bloques pequeños, como una ciudad con mansiones y
palacios, accesibles a través de varias paredes y puertas.
En el interior de los edificios comprendidos en el “norte” del
palacio estaba la residencia de la reina.
Justo antes estaba la residencia del rey, llamado el Koukyuu6,
o el “Palacio en la Parte Posterior”. Al oeste del Koukyuu estaba el
Palacio de “oriente”, incluyendo el Choumei7 y el Palacio Kaei8, donde
residían los padres del rey.
En el “oeste” estaba el Palacio Godou9, hogar de las cinco
especies de aves santas, incluyendo la Hou’ou y el Hakuchi10. El
Taibyou donde el rey oraba -concretamente, la Mansión Fukuju11 y
el Roboku12, donde se oraba para pedir por los niños y los cultivos-,
también se encontraban allí.
El Koukyuu, junto con el Palacio de Oriente y Occidente, estaban
juntos y se designaban con el Enshin13. Ya que el Koukyuu estaban
en el centro del Enshin, era utilizado a menudo para referirse a todo.
Sin embargo, a excepción del Palacio de Occidente, el Koukyuu
en el Palacio Hakkei de Tai casi siempre estaba cerrado. Y aun
cuando estuviera abierto, los edificios del Koukyuu aparte del Palacio
de Occidente apenas eran lugares donde el Saiho podría deambular
con libertad.
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CAPÍTULO 10
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Capítulo 10 Sueños de Prosperidad
Taiki trepó una base de piedra y espió a otro patio más allá entre
los edificios. Con cuidado, levantó su voz:
—Umm, disculpe…
—T… Taiho…
Taiki miró sobre su hombro.
—Pero no hay nadie alrededor. Creo que nuestra única opción es
levantar la voz un poco.
—Sí, pero.
—¿Hey, hay alguien en casa? ¿Hola1? —dijo Taiki con una valentía
inusual.
Sus compañeros abrieron sus ojos con sorpresa. Pero Taiki solo
estaba haciendo lo que siempre hacía cuando visitaba a los vecinos
en Japón.
—¿Disculpen? —Taiki levantó su voz.
No hubo respuesta.
—No parece que haya nadie en casa. ¿Qué hacemos?
—¿Cómo se supone que lo sepa? —se quejó Seirai.
—¿Por qué no solo seguimos por estos jardines hasta que nos
encontremos con alguien?
—No puede estar hablando en serio.
—No podemos solo dar la vuelta y volver, ¿o sí?
—Tiene un punto allí.
—Creo que la única cosa aceptable es entrar. Déjenmelo a mí.
—Espere… —comenzó a decir Seirai. Apretó su puño con
determinación—. Iré con usted. Sougen y Asen, esperen aquí.
—Pero…
—Puedo no ser mucho, pero al menos tengo el papel del Taiho.
Por lo que me imagino que no me castigarán demasiado. Deséenme
suerte.
—Yo voy también —dijo Tansui.
Seirai lo detuvo.
—Con las cosas como están, no hagamos nada precipitado. El
Taiho tiene sus shirei, y yo estaré con él.
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CAPÍTULO 11
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CAPÍTULO 12
Seitaku llenó el cubo con kashou rojo y salieron del huerto. Un poco
más allá pasaron a través de un estanque con hermosos bancos
revestidos de piedra. Aquí y allá, había unos puentes arqueados
sobre el estanque decorados con diseños geométricos intrincados.
Los patios y glorietas que rodeaban el estanque casi parecían haber
sido arrastrados allí como animales pastando en busca de agua.
Seitaku se dirigió a uno de los gazebos y les indicó que se
acercaran con una señal de la mano.
—Taiho, toma asiento. Con esa ropa tan formal debes estar
acalorado. ¿Por qué al menos no te quitas la capa superior?
—Umm, está bien. Pero… —miró a Seirai.
Una sonrisa fina vino a los labios de Seirai.
—Bueno, si él insiste.
—Tú también.
—Oh, no hay que preocuparse de un insignificante oficial como yo.
—Pero debe ser desagradable.
—Ah, es verdad, sí, lo es. Pues bien, no hay nada de malo en
tomar esa oferta…
Observando al vacilante Seirai con ojos brillantes, Seitaku lavó
sus manos en el estanque y luego enjuagó el resto de la fruta en el
cubo y las alineó en una mesa de piedra hacia el agua.
—Estoy en un estado terriblemente deplorable, y el Taiho debió
tener muchos problemas al estar vestido para la ocasión. La cuestión
es que me dijeron que se trataba de una visita personal, no oficial.
—Sí, umm, lo siento sobre eso.
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CAPÍTULO 13
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CAPÍTULO 14
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Capítulo 14 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 14 Sueños de Prosperidad
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ALIADO DE LA LUNA1
CAPÍTULO 1
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
etiqueta de usurpador?
Con dificultad para responder, Gekkei miró el suelo en su lugar.
En ese momento, un subsecretario entró en la habitación. Se inclinó
y se acercó a Gekkei y dijo algo en una voz suave.
—El Reino de Kei…
Los ojos de Gekkei se abrieron de par en par. Se giró para hacer
frente al subsecretario, pasando una mirada de nerviosismo por
Shouyou y los otros.
Disculpándose, abandonó rápidamente el Gaiden en compañía
del subsecretario.
—¿Un comunicado personal de la Emperatriz de Kei? —fue su
primera pregunta.
El subsecretario confirmó esto con un afirmativo movimiento de
cabeza.
—¿Para mí?
Él era un renegado que había pisoteado la Divina Providencia,
asesinó al rey y usurpó el trono. Y aun así le dijeron que había recibido
un comunicado de la Emperatriz de Kei. Sin mencionar que Kei y Hou
no disfrutaban de relaciones diplomáticas de ningún tipo.
—¿Un emisario de Su Alteza ha llegado con correspondencia
dirigida a mí?
El subsecretario asintió una vez más, claramente no menos
confuso que él. Gekkei reunió sus pensamientos confusos e instruyó
al subsecretario para escoltar al emisario al anexo del palacio.
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CAPÍTULO 2
1 KEI. La provincia de Kei en Hou (恵) y el Reino de Kei (慶) se “escriben” con
diferentes kanji.
2 SEI SHIN. “Azul” + “Adversidad”, también conocido como Kantai.
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 3
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Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
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CAPÍTULO 4
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CAPÍTULO 5
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
de Hou…
Gekkei asintió con la cabeza.
—Su Alteza ciertamente ejecutó a muchos de sus súbditos
por infringir la ley. No importaba lo trivial de la ofensa, la pena de
muerte siempre era el veredicto y el sepulcro el resultado final. No
eran consideradas las circunstancias. La clemencia estaba fuera de
cuestión. Una sola infracción era igual a una sentencia de muerte.
—Eso he escuchado.
—Su Alteza fue un idealista obstinado. Si él estaba dispuesto a
poner su vida en la línea en su búsqueda de justicia, no veía ninguna
razón para exigir menos de sus súbditos. Llegó a creer categóricamente
que no importaba cuan menor fuera el delito, todos debían estar de
acuerdo en que todo pecado merecía la pena de muerte.
Gekkei sonrió dolorosamente.
—Antes de la ascensión de Su Alteza, yo había ocupado un puesto
en los peldaños más bajos de la burocracia. Durante un tiempo en que
el trono estuvo vacante, la Corte Imperial era un pozo negro. Solo Su
Alteza se mantuvo limpio y puro. Incluso cuando se blandieron espadas
en su cara, dejó en claro que escogería la muerte sobre el deshonor.
—Es impresionante.
—Ganarse su confianza se convirtió en sinónimo de una vida sin
pecado. Cualquier hombre con un corazón verdadero estimaba esa
confianza sobre cualquier promesa de fama y fortuna.
Aquellos que respetaban a Chuutatsu estaban eufóricos por su
ascensión. Esperaban un mundo gobernado según la justicia y la
virtud, la creación de un reino gobernado según las reglas del Cielo y
consolidado según el estado de derecho.
—Nos propusimos crear un mundo sin contaminar por la más leve
mota de corrupción. Ni el menor atisbo de maldad sería permitido.
Lamentablemente, Chuutatsu nunca fue capaz de plasmar esa
imagen de su mente en la realidad.
—La imagen en su mente…
—Chuutatsu era la clase de hombre que se imaginaba a sí mismo
para ser. A pesar de ello -o debió a ello- a los impenitentes ministros
se les dio rienda suelta. Mientras le prestaran la debida atención y
articularan las cosas que deseaba oír, se convenció a sí mismo de
que debían ser tan justos como él. Como no tenía motivos ocultos, ni
agendas ocultas, supuso que aquellos que parecían puros por fuera
debían ser puros por dentro. Podría llamarlo una especie de falla noble.
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
Parece estar diciendo que el Rey de Hou era algo más que un hombre
imperdonablemente malo. ¿Tal vez es fuente de su culpabilidad?
—No estoy en desacuerdo con eso.
Pero incluso mientras hablaba, Gekkei tenía la sensación de que
Sei estaba diciendo algo totalmente inesperado. Todavía estaba de
pie condenado por sus crímenes. Pero de alguna manera “la culpa”
no ocupaba totalmente sus pensamientos. Al mismo tiempo, negar el
hecho de que sentía culpa, sería una mentira.
Se perdió en sus pensamientos hasta que las palabras de Sei lo
volvieron a la realidad otra vez. El general dijo, con una débil sonrisa
en sus labios.
—Creo que tengo una visión bastante clara en la vida. Estoy muy
bien con lo que es mejor para el pueblo. Si eso significa derrocar a
un rey que oprime al pueblo, estoy bien con eso también. Nuestros
gobernantes existen para el bien de la gente, lo mismo que los
soldados como nosotros existen para luchar. Un soldado que no
puede luchar debe encontrar algo más para hacer. Y si no puede
admitirlo, sus amigos y oficiales deben hacerle ver la luz. Creo que
es lo mismo con los reyes y emperatrices, aunque es aún más difícil
enfrentar la verdad sobre ellos mismos.
—Soy un cobarde.
—Eso no es lo que quise decir. Soy de la provincia de Baku, en el
Reino de Kei. A decir verdad, soy un hanjuu2.
Gekkei parpadeó con esa confesión repentina.
—¿Un hanjuu? ¿Y un general?
—Sí. Antes del reinado de Su Alteza, los hanjuu no podían servir
en el gobierno. Naturalmente, eso incluía a los generales. Como
soldados de a pie, sí, pero no podían ser promovidos. Sin embargo,
fui designado a la Guardia Provincial de Baku.
—¿A pesar de ser incapaz de ser promovido?
—El Señor Provincial de Baku dijo que no le importaba. La
Emperatriz anterior había expresado por interés en los asuntos del
gobierno. Los funcionarios afanosamente se engordaban a costa
de la gente. Le importaba menos lo que los Señores Provinciales
hicieran, así que a mi señor tampoco le importaba.
Sei se rio entre dientes.
—Con un poco de falsificación, un desgarro desafortunado en el
registro del koseki donde mi estado de hanjuu era mencionado. Nadie
2 HANJUU. “Mitad bestia”, una persona que puede cambiar entre apariencia hu-
mana y animal.
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
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Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 6
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Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
rey que hacía lo mejor que podía por la gente. ¿Eso es lo que quería
hacer en nombre del Rey de Hou?
Cuando Gekkei no contestó, Sei agregó con una sonrisa:
—En lo que a mí respecta, eso es lo mismo que actuar en nombre
del pueblo.
Con sus ojos abatidos, Gekkei respondió:
—Pero si me elevan a esa posición, entonces se la habría robado
a Su Alteza.
No podía discrepar de Chuutatsu. Y cuando Chuutatsu se debió
del Camino, no había sido capaz de llevarlo de nuevo hacia el camino
correcto. Lo que lo llevó a sentir esa enemistad personal. Para luego
tomar lo que le había pertenecido a su señor y hacerlo propio sería el
robo más grande de todos.
—Literalmente una usurpación. No hay espacio para excusas.
—¿Excusas? ¿Debe excusarse a sí mismo?
Gekkei no respondió. Sei continuó.
—Desde mi perspectiva, parece que se equivoca acerca de a
quién debe ofrecerle explicaciones —Sei inmediatamente se retractó
de tal declaración—. Lo siento. Me dejé llevar y no hablé con sensatez.
Gekkei meneó la cabeza. Apretó sus manos contra sus sienes.
—Su evaluación es correcta. Es a Su Alteza con quien quisiera
explicarme, para decirle que no lo asesiné por maldad o motivos
maliciosos. No importa cuán despreciado o detestable pudiera haber
llegado a ser, no era mi intención usurpar el trono. Es la disculpa que
le ofrecería. Pero sin duda la ofrecería a la persona equivocada.
Si tenía que pedir disculpas, probablemente debería ser al Cielo
o a las personas. Había pisoteado la Voluntad del Cielo, y su pecado
había sido el de robarle a Hou la Gracia Divina. Por eso es por lo que
debería disculparse -o al menos eso era lo que creía en su mente-.
—No importa cuántas explicaciones o disculpas ofrezca, Su
Alteza no estará allí para ofrecerme su absolución. No importa qué
tan bien lo entienda ahora, es la justificación que quiero ofrecer,
probablemente no sea nada más que una manera de explicarme a
mí mismo.
»Si agrego a eso la usurpación del trono real, esas explicaciones
serían inútiles. Y ahora la señorita Shoukei -la última persona en la
tierra que jamás me perdonaría-.
En todo caso, la Princesa Real se reiría a sus expensas.
“Eres el traidor que mató al Rey y le robó el trono”.
103
Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 7
105
Capítulo 7 Sueños de Prosperidad
a su forma original.
La destruyó al recibir la noticia de que más de cien “criminales”
habían sido ejecutados a las puertas del castillo. La mayoría de estos
“pecadores” eran culpables de nada más grave que “pereza”, por
eludir sus obligaciones o abandonar sus campos. Sus circunstancias
individuales, una enfermedad en la familia, un amigo en necesidad,
nunca fueron tomadas en cuenta.
Para que el pecado realmente fuera evitado, para que el pecado
fuera realmente despreciado. Se les ordenaba a los ciudadanos de la
capital reunirse a las puertas de la ciudad y lapidar a los pecadores
a muerte. Luego, los cadáveres eran decapitados y sus cuerpos
desechados se pudrían en el sol.
Cuando estas noticias llegaron, Gekkei rompió la piedra para
tinta por la ira. El sonido claro y alto de la piedra rompiéndose hizo
eco en sus oídos, se fijó en un camino del que no había retorno.
Nunca lamentó levantar el ejército. De lo que sí se arrepintió fue
de tener que hacerlo, porque no fue capaz de detener a Chuutatsu
antes de que la dinastía comenzara a desmoronarse. Chuutatsu le
había confiado a Gekkei esta alta posición, y había pagado esa deuda
con traición. Y se odiaba por ello.
Chuutatsu fue sin lugar a duda el Rey de Hou, y el trono era solo
suyo. Incapaz de evitar que se alejara del Camino, Gekkei se volvió en
su contra y ondeó la bandera de su justa causa, asesinándolo. Llegó
a creer que lo que le había hecho a Chuutatsu sería imperdonable.
No había ningún delito mayor que el regicidio. La piedra para
tinta rota permaneció como un símbolo de este hecho singular. Al
igual que la piedra para tinta, nunca mas podría volver a su propósito
y forma original, después de haber pisoteado la Voluntad Divina,
Gekkei nunca podría lavar la sangre en sus manos.
Podría decir que todo fue por el pueblo y por el reino. Pero cada
vez que miraba la cruel fisura en la piedra para tinta, la realidad de
que no era nada más que una destrucción mezquina e intencional le
conducía otra vez al inicio.
El tenue sonido de pasos interrumpió sus pensamientos.
Shouyou apareció en la puerta.
—Pensé que tal vez me estaba buscando. Había un siervo
esperando en mi residencia cuando regresé de la oficina.
Ingresó en el estudio. Incluso en la luz, pudo ver que todos los
libros personales de Gekkei y otros afectos habían sido amontonados
107
Capítulo 7 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 7 Sueños de Prosperidad
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Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 8
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Capítulo 8 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 8 Sueños de Prosperidad
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Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 9
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Capítulo 9 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 9 Sueños de Prosperidad
123
Fuyumi Ono Correspondencia Doce Reinos
CORRESPONDENCIA1
CAPÍTULO 1
1 El título japonés es “Shokan”, que significa letra, nota o epístola. Esta historia fue
cubierta en parte por la serie de anime NHK.
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 2
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
salario. Al decirle que Kourin murió, ella solo sonrió y dijo que
no estaba segura de que tenía que ver eso con una anciana
como ella.
Por supuesto, ella está más preocupada por ti -si estás
comiendo bien, si estás viviendo bien, cómo vas en la
universidad-. En cualquier caso, es bueno pasar el rato con
alguien que no está haciéndote reverencias todo el tiempo.
Ella me agrada mucho. ¿Mencioné que su pan era muy
bueno?
Le dimos un rápido vistazo alrededor del condado de Shin
y visitamos la aldea donde llegué primero arrastrada a tierra
-eso fue hace tanto tiempo-. Tengo que decir, al recordar
el suceso me sorprendió. Fue una sensación extraña y no
necesariamente un mal presentimiento. Me trajo recuerdos,
todo ese odio que solía tener hacia mí misma. Pero estoy
contenta de haber ido. Puedo vivir con lo que he hecho de mí
misma, y eso es alentador.
Después de nuestro tour por Kou y regresando a Kei, me
dije que tenía realmente que ponerme a trabajar. Es tiempo
de cosecha y aun así muchas granjas son un desastre total.
Tengo que hacer algo al respecto.
Es fácil decirle a la gente que mantengan una actitud
positiva y pongan manos a la obra. Tengo un montón de
cosas que aprender antes de ganarme el derecho para decir
cosas como esa. Para ser honesta, hay veces que me siento
totalmente fuera de lugar. Supongo que esta larga vida que
tengo será útil para algo. De lo contrario, el tiempo en el que
me dé cuenta de cómo manejar este lugar, sería una vieja
abuela con un pie en la tumba.
Sería agradable si hubiera algún tipo de servicio de
noticias para los reinos de modo que pudiéramos obtener
informes sobre cómo van las cosas. Lo mejor que puedo
hacer es la ceremonia imperial, la cual realizaré el próximo
día. Se supone que evita que los youma se salgan de control,
pero no estoy segura de ver la conexión.
Lo que pude ver en el viaje a y desde Kou no fue suficiente
para tener una buena comprensión de la situación. Y dentro
del Palacio Imperial, no escucho nada sobre cómo lo están
haciendo las personas.
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 3
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Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 4
El ave cruzó el reino en tres días. Un grano de plata era todo lo que
necesitaba para volar mucho. Sus palabras iban y venían entre
Kankyuu y Gyouten literalmente en el ala. Debido a la distancia entre
las dos capitales, una carta entregada por correo terrestre llevaría al
menos dos meses.
El pájaro voló a través del tragaluz, arriba en la Montaña Gyouten
y rápidamente fue atrapado por un burócrata, que lo había enjaulado
y reverencialmente lo llevó al Palacio Kinpa a orillas del Mar de Nubes.
El pájaro no podía volar sobre el Mar de Nubes con su propia energía.
Había llegado al punto más alto que podía manejar.
La jaula pasó de un funcionario del Palacio Exterior a uno del
Palacio Interno. Después de otra transferencia, llegó al corazón de
los cuarteles imperiales en el Seishin y fue dejado en el escritorio
cubierto de documentos de la Emperatriz justo antes de que ella se
retirara.
Youko había posado el pájaro en la estantería al lado de su
escritorio y acarició sus alas. El pájaro abrió su pico y habló -las
palabras de su primer amigo verdadero en este mundo- su voz.
147
Capítulo 4 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 4 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 4 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 5
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
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Fuyumi Ono Sueños de Prosperidad Doce Reinos
PARTE I
CAPÍTULO 1
Parte I 161
Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
de Kasho. Viendo allí una visión del mundo ideal, corrigió su Camino.
Y así, dijo que, a través de sus sueños, esta misteriosa rama le
reveló la forma que un reino debía tomar. Shishou estaba diciendo
que le mostraría a ella su sueño en carne y hueso. Crearía un “Reino
de Kasho” en este mundo y se lo daría a ella.
Como prueba de esta promesa, le colocó la rama de jade en la mano.
—Te estoy dando esto a ti. Noche a noche, podrás ver por ti misma
como el sueño se acerca a la realidad.
Sairin asintió con la cabeza y agarró el Tesoro Imperial. Desde
su perspectiva, Shishou era un hombre grande, altivo y lleno de
esperanza y convicción. Los brazos que la sostenían eran fuertes y
su rostro claro. Sus decididos ojos veían hacia un futuro en constante
expansión. La confianza en sí mismo impregnaba su ser. Si él pudiera
pasaría la eternidad en ese espacio entre el brillante día y la noche
adormecida.
Voy a mostrarte un sueño de prosperidad.
Ella presionó la rama de melocotón contra su mejilla. Pero ¿por
qué tenía ese enloquecedor sentimiento de malestar? Cuando cerró
los ojos, todavía podía ver en su mente la imagen brillante de Shishou
y a ella misma de pie en la costa dorada. En la memoria aún tan
fresca. Las lágrimas vinieron espontáneamente a sus ojos.
Un sueño de prosperidad.
La luz la cegó completamente. Pero las promesas habían sido
hechas. Los votos habían sido intercambiados.
CAPÍTULO 2
Sairin dijo:
—Así que no hay nada de qué preocuparse. ¿Estás aquí, Shuka1?
Shuka logró una sonrisa tranquilizadora. Estaba en un dormitorio
opulento. Enterrada bajo el futón bordado, la joven volvió su rostro
blanco, de aspecto enfermizo hacia ella. Sus ojos sin pestañear
parecían aferrarse a Shuka. Sus hundidas mejillas tenían los rasguños
de la rama marchita del árbol.
—Sí, así es, Taiho.
La chica parecía aliviada. Presionó otra vez la rama contra su
mejilla. Otro hematoma apreció junto con los demás. Shuka nunca la
había visto antes, esta rama vieja y seca que la estaba hiriendo así.
El Tesoro Imperial enjoyado obviamente no era una vieja y
marchita rama. Sairin se la había dado al hermano del rey, Junkou2.
Le había suplicado, ella había cedido, y se la había presentado a
su hermano, que como el Emperador Amarillo estaba confundido en
cuanto a la administración del Reino.
Aunque parecía haber pasado por la mente de todos.
Shuka miró hacia abajo. Sus manos firmemente apretadas
temblaban ligeramente. Había oído que Sairin no estaba bien. Al
menos eso fue el motivo de sus apariciones menos públicas. Hace
dos semanas no había vuelto a aparecer. Para ella, el estar confinada
a su cama tanto tiempo apuntaba a una única conclusión.
El kirin elegía al rey. Cuando el rey se desviaba del Camino,
1 SHUKA. “Verano carmesí”.
2 JUNKOU. “Viaje domesticado”.
Parte I 163
Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
Parte I 165
Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 3
Parte I 167
Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
Parte I 169
Capítulo 3 Sueños de Prosperidad
Parte I 171
Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 4
Parte I 173
Capítulo 4 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 5
Parte I 177
Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
—No es un problema para mí, hermana. Una vez que has salido
a trabajar, puedo encontrar algo de tiempo durante mis deberes
regulares para tomar una siesta.
Shuka se echó a reír. Ella no era realmente la hermana de Seiki.
Tampoco tenía parentesco con Eishuku. Había quedado huérfano
durante el caos tras la muerte del Rey Fu. Shinshi2, la madre de
Eishuku lo había acogido.
Shinshi también era tía de Shishou. Era una persona compasiva.
Cuando la madre de Shishou murió, tomó su lugar e influyó
profundamente en la vida de Shishou. Después de su coronación, la
anotaron en el Registro de Inmortales y la nombró como su Taifu en
el Sankou.
Ella era su tutor, y desde su juventud hasta la creación del Kouto,
él y Eishuku habían sido inseparables. Se refería a Eishuku como su
“hermano mayor” y a Shuka como su “hermana menor”. A la edad de
diecinueve años, no encontró ninguna objeción para ser catalogado
como subsecretario de Eishuku en el Registro de Inmortales. Después
de eso, trabajó como capataz en la finca de Eishuku.
—¿El señor Eishuku vendrá a casa esta noche? —preguntó Seiki
con una mirada preocupada hacia la puerta.
—Es difícil de decir. Realmente ha tenido un montón de cosas que
hacer últimamente.
—¿Y cómo le fue hoy?
—La atmósfera en la Corte Imperial estuvo bastante tensa antes
del Consejo Privado. Pero Shishou tranquilizó las mentes de los
ministros —Shuka parpadeó.
Al mencionar a la Corte Imperia, Seiki levantó sus cejas también.
—Entonces, ¿Su Alteza está tan determinado como siempre?
—Como quieras llamarlo, fue peor de lo que siempre ha sido.
El resto de los ministros se marcharon, alentados por la valentía
de Shishou. En cambio, Shuka solo había salido sintiéndose peor. La
visión de Shishou era tan ambiciosa como siempre y los ministros
estaban ansiosos por creer todo lo que dijera, se sentía como un
peso opresivo en su pecho.
Shishou era un “Rey Torbellino3”. No había forma de decir si su
2 SHINSHI. “Pensamientos prudentes”.
3 REY TORBELLINO. Hyoufuu o “Rey Torbellino” es uno elegido del primer gru-
po de peregrinos que viajan en el Shouzan . El autor deriva la palabra de un dicho atribuido
a Lao Tse: “Una tormenta no dura la mañana, una lluvia repentina no dura el día”, es decir
que las soluciones rápidas no duran mucho.
Parte I 179
Capítulo 5 Sueños de Prosperidad
Camino correcto. Los que tenían la culpa eran los funcionarios que
descaradamente hacían el mal, incluso frente a la abierta censura.
Pero Shishou tampoco era inmune a la crítica. A juzgar por el
resultado final, tampoco debería estar satisfecho con la manera
en la que funcionaba la burocracia. En muchos sentidos, Shuka se
preguntó si el gobierno había hecho algún progreso desde el reinado
del Rey Fu. Ciertamente la suerte de los plebeyos no había mejorado.
Por el contrario, los activos acumulados por mucho tiempo fueron
lenta y constantemente derrochados.
No tenía mucho sentido que Shishou siguiera el mismo camino
que el Rey Fu. Y, sin embargo, como señaló Shuka, permanecía
impávido.
—Solo tenemos que corregir nuestros errores. Debemos
permanecer firmes en nuestra convicción. No podemos pensar en
retirarnos ahora.
—Supongo que sí. Pero, tú sabes, ¿no es eso lo que esperarías
de él? En momentos como este, no hay nadie que pueda hacer que
los ministros se calmen. ¿No es más probable que desconfíes de
alguien, sin ni siquiera confías en ti mismo? Parece obvio para mí.
Con un asentimiento, Seiki sonrió y en sus mejillas se formaron
unos hoyuelos.
—No es como la gente ordinaria, lo sabes. No hay manera de que
nuestro señor Shishou llegue a apartarse del Camino de una manera
tan mundana. Estoy seguro de ello.
Shuka respondió:
—Sí —pero sin ninguna convicción en su corazón.
PARTE II
CAPÍTULO 6
Parte II 181
Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
Parte II 183
Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
Parte II 185
Capítulo 6 Sueños de Prosperidad
—¿Otra puerta?
—Sí, una puerta dentro del Palacio de Oriente.
Los ojos de Shuka se ensancharon con sorpresa. Sí,
definitivamente la había. Una puerta que conducía desde el Koukyuu
al Palacio de Oriente. Permitiría a una persona entrar en el Palacio
del Este sin pasar por las puertas del palacio.
—Shishou…
Solo Shishou tenía acceso a ella. Shishou había estado durmiendo
esa noche en la residencia imperial en el Seishin. El Koukyuu -el
palacio en la parte posterior- estaba inmediatamente detrás del
Seishin, y estaba ese pasadizo al Palacio de Oriente.
El Koukyuu no estaba en uso y había sido cerrado y bloqueado, al
igual que las puertas que conducían a él. No había guardias apostados
allí. En definitiva, alguien en el Seishin podría hacer su camino sin
ser detectado en el Palacio de Oriente simplemente quitando una
cerradura y un tornillo.
—No, no, no es momento para abrigar tales pensamientos tan
viles. No cuando todo está todavía en el aire.
—Pero…
Un pensamiento pasó por su mente. Enfurecido por las protestas
del Daishikou, Shishou lo había reprendido y luego lo había despedido.
Últimamente Shishou, a pesar de su comportamiento enérgico,
claramente lo había perdido. Si Daishou había encontrado fallas en
Shishou, y al final habían llegado a los golpes…
—No, no. ¿No estaba en el Palacio de Oriente y el Koukyuu
separados por paredes? Un kijuu no puede ser montado dentro del
Palacio Imperial, pero solo es por costumbre y protocolo, no porque los
kijuu sean incapaces de ello. Eso significa que alguien volando en un
kijuu podrías saltar ese obstáculo fácilmente. Es posible acercarse al
Palacio Imperial sobre el Mar de Nubes y hacer su camino al Palacio
de Oriente.
»Incluso un espía extranjero podría hacer algo como eso. Las
paredes y las puertas son más bien medidas y formas de preservar
la privacidad de las personas, no garantizan en ninguna medida que
no puedan ser traspasadas.
—Sí, eso es cierto —dijo Seiki con un asentimiento empático.
Entonces, su cara se puso gris—. En cualquier caso, la Taiho Sairin
también me preocupa. No queremos que algo como esto haga que
su condición empeore.
Parte II 187
Sueños de Prosperidad
PARTE III
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
Era cerca del ocaso aquel día calamitoso, explicó Seiki. Algo
definitivamente parecía estar sucediendo. Regresaba de las oficinas
del Naiden de la Izquierda, cortó camino por el Parque Shouka y
corrió hacia Junkou que estaba sentado en una terraza junto a la
rambla. Parecía estar profundamente hundido en sus pensamientos.
Seiki había dudado en saludarlo, pero tampoco podía fingir que no
estaba allí.
Así que se inclinó y dijo:
—Hola —y él y Junkou intercambiaron saludos.
—Ha pasado un tiempo —dijo Junkou, la dura mirada en su rostro
se suavizó un poco—. ¿Qué te trae por aquí?
Como el Taiho, Junkou superaba a Seiki por kilómetros. Pero Seiki
había sido criado por Shinshi, la madre de Junkou. Desde el tiempo
que pasaron juntos en Kouto, su relación había sido de camaradería.
—Sí, lo ha sido. Le traigo un cambio de ropa al señor Eishuku.
—Ah —dijo Junkou, su rostro se ensombreció—. Eishuku ha estado
metido allí por días. Probablemente siente como si el peso del mundo
cayera sobre sus hombros.
—Siempre se ha preocupado cuando se trata de algo que involucra
a Su Alteza.
Seiki sonrió, al igual que Junkou. Pero entonces, suspiró profunda
y lamentablemente. Junkou era de constitución delgada como un riel.
Ese día su tez se veía más pálida de lo normal, dándole un semblante
algo triste.
—Ciertamente las cosas por aquí mejorarían si Su Alteza escuchara
con cabeza fría lo que Eishuku le dice. Parecer estar perdiendo los
estribos más a menudo últimamente.
—Su Alteza ciertamente se ha puesto un pelín impaciente
esperando que las cosas mejores.
—Si solo ese fuera el caso —murmuró Junkou por lo bajo—. Si Su
Alteza entendiera la posición en la que se ha colocado a sí mismo y que
eso es la causa de su impaciencia, entonces yo podría empatizar. Sin
embargo, no es así como yo veo las cosas. Está al borde cada vez más,
cada día. No puedo ser la única persona que se sienta de esta manera.
—¿En el borde?
Junkou asintió.
—La condición de la Taiho solo puede ser porque hay algo mal con
la dirección que está a cargo de Su Alteza. Y, sin embargo, tercamente
sigue avanzando.
—Ah… bien… de seguro…
—Sin duda, no creo que Su Alteza haya decaído en la criminalidad.
Pero no hacer mal, no significa que se está haciendo bien. Si Su Alteza
estuviera haciendo lo correcto, la Taiho no estaría en el estado en el
que está, y el Reino estaría siendo gobernado racionalmente.
—Umm —dijo Seiki, momentáneamente no sabía cómo
responder—. Creo que Su Alteza debe sufrir terriblemente, porque
entiende todo esto. Su padre y su tía han consultado con él una y otra
vez, incluso han buscado las opiniones de personas como yo. Y, sin
embargo, todavía dice que tiene fe. Podría decir que es una especie
de terquedad.
Sin duda, a finales del año pasado, Shishou parecía estar
trabajando bajo una nube pesada. Seiki había oído que había hecho
repetidas visitas a las oficinas del Sankou y del Palacio de Oriente1.
Junto con Sairin, el propósito del Sankou era asesorar al Rey.
Aunque el Sankou estaba por debajo del Saiho, el Sankou no
supervisaba al Saiho, existía solamente para asesorar e instruir al
Rey. La frecuencia con la que llamaba al Sankou -incluso en sus
habitaciones- era la prueba del estado de angustia de su mente.
Pero luego, de repente, algo pasó. Sucedió después del Año Nuevo,
CAPÍTULO 9
PARTE IV
CAPÍTULO 10
Parte IV 201
Capítulo 10 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 11
Parte IV 203
Capítulo 11 Sueños de Prosperidad
Parte IV 205
Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 12
Parte IV 207
Capítulo 12 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 13
Parte IV 209
Fuyumi Ono Sueños de Prosperidad Doce Reinos
Parte IV 211
Capítulo 13 Sueños de Prosperidad
Parte IV 213
Sueños de Prosperidad
PARTE V
CAPÍTULO 14
Parte V 215
Capítulo 14 Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 15
Parte V 217
Capítulo 15 Sueños de Prosperidad
Parte V 219
Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 16
Parte V 221
Capítulo 16 Sueños de Prosperidad
PARTE VI
CAPÍTULO 17
Parte VI 223
Capítulo 17 Sueños de Prosperidad
Parte VI 225
Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 18
Parte VI 227
Capítulo 18 Sueños de Prosperidad
—Es cierto.
—No creo que fuera porque no podía decir que hubo una revuelta.
Si estaba horrorizado por lo que había hecho y quería fingir que no
sucedió, clamando traición sería más eficaz que ocultar el cuerpo.
»Al esconder el cuerpo implica que era consciente del delito.
Luego afirmó que había sido el señor Junkou quien tuvo la culpa y no
él -desviando la atención de sí mismo-.
Shuka asintió con la cabeza.
—Sí, eso tiene sentido. Pero ¿por qué?
—No lo sé. Salvo que el Kasho Kada realmente me preocupa.
Su Alteza dejó el cuerpo del Taishi donde cayó, pero ocultó el Kasho
Kada. Parece que estaba más preocupado por eso que por el delito
de asesinato. ¿Por qué Su Alteza lo llevó consigo al Palacio de Oriente
en primer lugar? Y no solo llevó el Kasho Kada.
Shuka parpadeó.
—¿No solo se lo llevó?
—Por supuesto. Su Alteza llevó el Kasho Kada y una espada al
Palacio de Oriente. Es costumbre que en el Roshin y en el Enshin
aparte de los guardias de la puerta y los encargados de la seguridad,
nadie puede llevar una espada. Su Alteza también porta una espada
en el Seishin. En cambio, en la Jinjuu Manor y en el Palacio de Oriente,
ni los guardias ni Su Alteza pueden llevar espadas.
Shuka lo miraba atónita.
—Su Alteza debió haber llevado consigo una espada del Palacio
de Oriente. Eso significa que tenía la intención de hacerle daño al
Taishi y al Taiho desde el principio. Shishou dejó el Palacio de Oriente
con el Kasho Kada y una espada en sus manos. Eso no significa
necesariamente que tuviera intensión de asesinar a alguien. Pero sin
duda revelaba cierto grado de hostilidad. Llevando una espada cuando
va a algún sitio indica miedo o ira. Pero no tenía nada que temer.
»Un viejo flaco y un joven desgarbado eran los únicos ocupantes
de la Mansión Choumei esa noche. Ni siquiera ellos portaban una
espada, por lo que no planteaban una amenaza para Shishou, ni
para nadie.
—Shishou debió haber estado molesto por algo. Consumido por
su ira, agarró su espada y el Kasho Kada y se dirigió hacia el Palacio
de Oriente.
—También lo creo. El problema es, ¿por qué el Kasho Kada lo
había enojado tanto? ¿Cuál es la conexión?
Parte VI 229
Capítulo 18 Sueños de Prosperidad
—¿Negar qué?
Seiki respiró profundamente y exhaló.
—Cuando me lo encontré, surgió el tema de Su Alteza usando el
Kasho Kada para confirmar lo correcto de su visión para Sai y de ahí
su convicción sobre la materia. El señor Junkou me hizo saber en
términos muy claros que tal cosa no era posible. Todo eso me dejó
con una sensación extraña.
—¿Por qué?
—Porque el señor Junkou siempre había tenido en cuenta los
comentarios de su hermano mayor. Si Shishou decía que el negro
era blanco, entonces es lo que era. Siempre se consideró inferior a
su hermano. Al escuchar a ese mismo hombre hablar con tan poca
reserva era inusual.
—Puede ser que hayas acertado sobre algo.
—No tengo ningún motivo para seguir esta especulación, pero
tengo que preguntarme si tal vez el señor Junkou utilizó el Kasho Kada.
Shuka abrió la boca para responder, pero no podía pensar en
qué decir. Era posible. Deprimido en su incapacidad de ofrecer
algún consejo constructivo, había obtenido el Kasho Kada de Sairin
y luego antes de entregárselo a Shishou, lo había utilizado. Era muy
posible. Si podía determinar qué clase de lugar era esa utopía, podría
contribuir más y ser un consejero más productivo.
El Kasho Kada estaba reservado para el gobernante del reino.
Pero como el hermano del rey, Junkou debía estar calificado.
—¿Por lo que Junkou tuvo una visión de este Shangri-La1 y se dio
cuenta que este Sai y el de Shishou miraban en sentidos opuestos?
—Así lo creo. Eso explicaría por qué fue tan vehemente en sus
negaciones. Si es así, las cosas toman un giro aún más extraño.
—¿Un giro extraño?
—Sí. Si el señor Junkou tuvo una visión del Shangri-La y se dio
cuenta de que ese y Sai no eran el mismo lugar, entonces, ¿cómo
1 SHANGRI-LA. Es el topónimo de un lugar ficticio descrito en la novela de 1933
Horizontes Perdidos (Lost Horizon) del autor británico James Hilton. Se describe como un
valle místico y armonioso, enclavado en el extremo occidental de las Montañas Kunlun.
Por extensión, el término se aplica para describir cualquier paraíso terrenal, pero sobre
todo a una utopía mítica del Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del
mundo exterior.
En Horizonte Perdido, las personas que viven en Shangri-La son casi inmortales,
viven cientos de años más que el resto de los seres humanos y envejecen muy lentamente.
El nombre trata de evocar el imaginario exótico de Oriente.
Parte VI 231
Capítulo 18 Sueños de Prosperidad
Kada cambió algo. Se dice que el Kasho Kada revela en sueños una
visión de la utopía. Quizá es que nuestras hipótesis originales han
sido equivocadas.
—No entiendo tu punto.
—Qué pasa si… ¿qué pasa si el Kasho Kada le muestra una visión
diferente a cada persona que lo usa?
La boca de Shuka se abrió por la sorpresa, pero ella no podía
pensar qué decir.
—Eso lo explicaría todo. La Taiho utilizó el Kasho Kada. Pero
la visión que vio era única para ella. No tendría nada que ver con
los objetivos que el señor Shishou había trazado. El señor Junkou
entonces lo utilizó y vio algo que no había visto la Taiho, algo muy
diferente de lo que era Sai.
—Increíble. ¿Y luego Shishou lo utilizó? ¿Y vio su propia y única
utopía? La cual coincidía con sus propias visiones del futuro y así
reforzó sus convicciones.
Seiki asintió con la cabeza.
—No creo que la utopía mostrada por el Kasho Kada sea un
verdadero Shangri-La. No estás viendo lo que el reino debe ser. La
utopía que Shishou vio fue su visión de un reino ideal. La utopía que
la Taiho vio era su visión de un reino ideal. Lo que refleja el idealismo
de un kirin, sería un reino impregnado de benevolencia, donde no se
encuentra ni una partícula de malicia u odio. No hay manera que un
lugar así pueda tener nada en común con el verdadero Sai. Eso es lo
que creo que está sucediendo. El Kasho Kada no apunta en la dirección
correcta. Encarna los ideales y te los muestra a través de un sueño.
Y así ambos estuvieron de acuerdo. Shuka pudo ver cómo esto
tenía sentido.
—Pero entonces, ¿cuál sería el propósito de dicho Tesoro Imperial?
—Creo que serviría para el siguiente propósito: la mayoría de la
gente realmente no sabe lo que realmente quieren o desean.
—¡Oh, tonterías! —dijo Shuka con una sonrisa triste.
Seiki estrechó los ojos.
—¿No has estado confundida sobre algo? ¿Insegura de qué
camino tomar?
—Pues…
—Por ejemplo, volviste de Sou a Sai. Sin embargo, la Princesa
Bun te ofreció una posición en el gobierno de Sou, que sin duda te
encantó. ¿No sentiste un fuerte impulso de quedarte en Sou? Pero
Parte VI 233
Capítulo 18 Sueños de Prosperidad
Parte VI 235
Sueños de Prosperidad
PARTE VII
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
más informes.
Pero al caer la noche, todavía no había nuevas noticias. Y entonces
surgió un clamor fuera de la residencia oficial.
—¿Qué rayos está sucediendo allí?
Aunque Shuka quería saber, no fue a ver qué pasaba. Ella, Eishuku
y Seiki debían de estar bajo arresto domiciliario. Guardias fueron
apostados en las puertas. Hicieron la vista gorda a las repetidas idas
y venidas de Eishuku, pero eso no significaba que ella podría salir
para dar una mirada alrededor.
Seiki asintió a sabiendas y dejó la sala principal. Regresó unos
minutos más tarde, e informó que no era nada grave.
—Les ofrecí a los guardias un pequeño soborno e hice mis propias
investigaciones.
—Seiki…
—En momentos críticos como este, creo que podemos pasar por
alto la ley. La noticia de que Su Alteza está ausente se está extendiendo
y los ministros están cada vez más descontrolados. Algunos huyen
del Palacio Imperial mientras pueden. Otros están agarrando mano
de los objetos de valor que puedan. De ahí tanto alboroto. Todo se
reduce a mucho ir y venir.
—Ya veo —masculló Shuka. Se hundió pesadamente en una silla—.
Seiki, entiendo que mis preocupaciones pueden estar fuera de lugar
totalmente, pero ¿crees que es posible que Shishou realmente haya
huido?
—Procuremos no adelantarnos a los hechos —respondió Seiki
secamente—. Por el momento, no sabemos nada con certeza.
CAPÍTULO 21
PARTE VIII
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
Los impuestos que tenían que pagar las personas eran demasiado
pesados y solo deberían reducirse. Esa era su firme posición.
—Creo que el señor Shishou metió la cabeza en lo que habría
sido solo un reino ideal. Estaba al final de ese camino dorado, y no
aceptaría ningún otro. Comenzar a experimentar ahora estaba fuera
de discusión. Su deseo del Shangri-La que vio en el Kasho Kada era
tan fuerte que no podía ceder. Excepto que estas convicciones habían
surgido de sus críticas al Rey Fu y luego se fomentaron en sus sueños.
—Sí, eso fue —se dijo Shuka a sí misma.
La Corte Imperial se derrumbaba ante sus ojos, y solo se habían
contentado con criticar al Rey Fu. Shuka había protestado contra los
fuertes impuestos del Rey Fu junto con el resto de ellos. Sus protestas
no eran el producto de pensamiento cuidadoso, sino del resultado de
su justa indignación de lo que sufrían las personas frente a ella.
Clamaron que los impuestos eran demasiado pesados y debían
reducirse. Pero unas fuertes convicciones por sí solas no ofrecerían
soluciones cuando los impuestos fueran aligerados y no mejorarían
la suerte del pueblo.
El curso correcto de acción siempre pareció evidente. Porque el
Rey Fu se había desviado del Camino, simplemente asumieron que
todo lo que hizo debió haber estado equivocado. Había trasnochado
en tantas ocasiones pensando en todo lo que hizo el Rey Fu y hablando
acerca de cómo deberían ser las cosas y soñando con el paraíso.
Sus críticas al Rey Fu habían fertilizado las semillas de los sueños.
Cada error cometido en el gobierno y toda mancha de corrupción que
salieron a la luz los nutrió y formó más concreto en sus mentes. Si el
Rey Fu lo había hecho, entonces ellos debían deshacerlo. Reducir al
mundo a una ecuación simple y descubrir lo que era correcto y lo que
era incorrecto se convirtió en algo sencillo de hacer.
Por más de veinte años habían construido sobre una base
formada de convicciones baratas y habían tenido éxito creando una
Corte Imperial aún más frágil que la del Rey Fu.
—Realmente fuimos incompetentes.
Nunca había entendido qué rayos significaba realmente un “reino”.
No tenían el conocimiento o la dirección necesaria para gobernar,
mientras que todo el tiempo creyeron que lo tenían. Pensaron que criticar
al Rey Fu de alguna manera los había dotado con las capacidades de
dirigir mejor el gobierno, de lo que él lo había hecho.
Shuka se tendió en el suelo, su mano presionada contra su
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Fuyumi Ono Regreso a la Montaña Doce Reinos
REGRESO A LA MONTAÑA1
CAPÍTULO 1
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
de ser el único que quedara atrás para vivir una vida cuyo final no
podía comprender.
El valor del tiempo de vida se había agotado. ¿Y qué es lo que tenía
que mostrar? Algunos miraron hacia atrás y fueron superados por el
sinsentido de todo esto. Otros miraron al futuro y fueron superados
por un terror a lo desconocido.
Los ministros enlistados en el Registro de Inmortales también
enfrentaban estos temores, y las renuncias repentinas eran rara vez
inesperadas. Pero un rey no podía simplemente irse y terminar su
vida por una sensación de miedo e inutilidad. Y así forzar la mano del
Cielo y desatar el caos.
El rey creaba lo inevitable al resignar a su trono. Rikou entre otros
identificaba esto como una resignación pasiva.
En cualquier caso, una vez pasada esa etapa en la que ya no le
quedaba tiempo tomaría un nuevo aliento. Al cruzar esa montaña,
la dinastía podía esperar una larga vida, y no tener que enfrentar el
nuevo desafío hasta la marca de los trescientos años.
Rikou no sabía por qué esta señal era tan peligrosa, pero cuando
un reino colapsaba, este se veía particularmente feo. Monarcas
ilustres y respetados hasta el momento parecían transformarse en
tiranos de la noche a la mañana. Las personas eran masacradas y
las tierras eran arrasadas.
—Llegaron a la montaña y a la marca de los ciento veinte. Divide
la diferencia, más o menos.
—Divide la diferencia —Fuukan sonrió—. Ya veo. Muchos reyes
cruzan esa montaña y logran los trescientos. Pero son tantos como
los que no lo hacen.
—Muy cierto.
Excepto que Rikou había estado en Ryuu para el primer obstáculo
del rey. Se preguntó y averiguó qué tan bien podría el rey superar
ese obstáculo. El presentimiento que tuvo en ese momento era muy
bueno. Las cosas estaban mejorando.
Hubo una buena cantidad de reinos que habían superado ese
obstáculo y sin embargo se derrumbaron antes de llegar a la marca
de los trescientos. Fueron más los que lo hicieron que los que no,
pero lograr atravesar la tormenta con velas rasgadas y agua llenando
el barco, a punto de abandonar el barco.
Rikou no había visto ninguna señal de ello en Ryuu. El casco del
barco sano, el cielo despejado y el mar en calma.
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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Fuyumi Ono Regreso a la Montaña Doce Reinos
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 1 Sueños de Prosperidad
algún lugar.
—¿De cuánto tiempo estamos hablando?
—¡Oh! Como unos doscientos años —Fuukan sonrió. Con un
saludo, giró sobre sus talones—. Nos vemos —dijo alegremente por
encima del hombro.
—¡Sí, nos vemos, desgraciado! —replicó Rikou alegremente.
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Sueños de Prosperidad
CAPÍTULO 2
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
Rey Senshin de Sou. Dejó los cubiertos en la mesa, sirvió una taza de
té y se la ofreció. En ningún lugar más que en Sou se había visto una
escena así—. ¿Cómo le va al mundo? ¿Por aquí y por allá?
—Las cosas no se ven bien en Ryuu.
La taza de té de Senshin golpeó la mesa.
—Ryuu…
Ritatsu frunció el ceño. Bajó su pluma y apartó los papeles a un
costado.
—¿Otra vez? La misma vieja rueda gira y gira.
—¿Estás seguro de esto? —preguntó Senshin.
Rikou asintió.
—Por lo que he visto, así parece. Hay reportes de youma
apareciendo en la costa de Ryuu frente al Kyokai. Parecen limitarse
a las costas cercanas a Tai, por lo que muchos creen que son youma
traídos por la marea. Pero a menos que la Voluntad Divina esté siendo
socavada, nunca llegarían tan cerca. El Reino de En está poniendo
guaridas en la frontera.
—Mh —gruñó Ritatsu—. Si un hombre astuto como ese está
poniendo al ministro de Verano en acción, debe ser serio.
Bunki suspiró.
—El Rey de En también está en una mala posición. Tai está en
muy malas condiciones, los youma vagan por ahí, y Kei no está
exactamente estable. Y Ryuu por encima de eso.
—Y Kou también. Cruzando el Mar Azul se pueden ver refugiados
yendo a En.
—¿Cómo lo está afrontando Kou?
—Mal, como siempre. Las rutas marítimas desde el Mar Rojo al
Mar Azul están totalmente cerradas. Los youma han llegado al Portón
de los Vientos. ¿Qué rayos hizo el Rey de Kou? El Hakuchi acaba
de caer y sin embargo el lugar está atestado de youma. Y como
resultado…
Ritatsu lanzó una mirada desagradable a los papeles que había
dejado de lado.
—Las cosas se están agitando un poco, además, los refugiados
se amontonan aquí. Es momento de que amarres ese espíritu libre
tuyo y te hagas cargo de la ayuda a los refugiados.
—¿No es eso del departamento de Bunki?
—Tengo mis responsabilidades en el Refugio Hosui10.
10 HOSUI. “Jade protector”.
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
Rikou suspiró.
—Parece que no tengo opción.
—Comienza con ese deambular tuyo y voy a echarte a patadas de
aquí. Depende de ti.
—Cuando me involucro en algo, termino gastando dinero rápido y
de forma continua.
—Eso no es novedad para nadie.
—¿Consiguiendo y transportando suministros?
—Hemos decidido casi por completo que una vez que hayas
agotado los almacenes de emergencia en los distritos municipales,
volveremos a los esquemas.
—Bueno, vamos a darle una oportunidad.
—Prepara objetivos políticos firmes, aunque sea de forma
aproximada. Cuanto antes, mejor.
—Voy a encargarme de eso.
—Dios santo —dijo Senshin, exhalando notablemente—. ¿El Rey
de En está manejando las cosas él mismo hasta el final? Me quito el
sombrero ante él.
—Eso es porque en En los ministros tienen talento e instinto —dijo
Ritatsu. Frunció el ceño—. Mientras que los nuestros pasan la mitad
de sus días durmiendo en los laureles.
—En cuanto a eso, incluso si una mala idea cruza por sus mentes,
son muy vagos para actuar al respecto. Todo se balancea al final del
día —Meiki sonrió con picardía y toda la familia rio.
—Bueno —Senshin sonrió—, cada uno a lo suyo. ¿Y cómo están
los demás?
Rikou se encogió de hombros.
—Tai está en malas condiciones. Fui a las cercanías para ver más
de cerca, pero no hay nada que ver. El Kyokai está infestado de youma.
Bunki preguntó con curiosidad.
—Pero el Hakuchi no ha muerto, ¿no es cierto? Parece que algo
le pasó al Rey de Tai.
—Y no tenemos la menor idea de qué. Al juntar todas las piezas de
chismes, la única conclusión es que un usurpador ha tomado el trono.
—¿Aun estando el Rey de Tai vivo?
—Están sucediendo cosas extrañas sin duda. No hay rumores de
que Taiki haya enfermado por el shitsudou, tampoco de la muerte
del rey. Esto apunta a una rebelión interna. Pero una rebelión así no
debería atraer tantos youma.
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
Ritatsu suspiró.
—Bueno, podemos estar todos agradecidos de que Kei se esté
asentando. Hay un malestar en el frente interno que me mantiene
despierto por las noches. Tal vez Kei nos presente un ejemplo digno de
ser seguido. No son pocos los lugares aquí que necesitan una mejora.
—¿Intentas decirme algo?
—Bueno, de acuerdo con tu propia culpabilidad, parece que te
estás volviendo un poco senil.
—Sí, sí —respondió Rikou con una mueca de desaprobación.
La sala se quedó en silencio cuando las personas sentadas
alrededor de la mesa se hundieron en una contemplación colectiva.
Senshin rompió el silencio.
—¿Cómo se está manteniendo Ryuu?
Rikou tuvo que pensarlo por un minuto.
—Es difícil decirlo. Supongo que una vez que las cosas lleguen
al punto crítico, se resolverá rápidamente de una forma u otra. La
situación está tan mal que los youma están apareciendo. La Voluntad
del Cielo está indecisa. Es muy probable que el shitsudou acabe con
el Taiho en cualquier momento.
—Tratándose de Ryuu no es necesario que nos involucremos,
¿verdad? Deberíamos contar con En y Kyou para eso.
—El Reino de En parece tener las cosas bajo control, no creo que
tengamos que preocuparnos.
—Pero ¿no están aceptando ya refugiados de Tai, Kei y Kou? La
situación está mejorando en Kei, pero no está listo para continuar
por su cuenta. Tai está hecho un completo desastre y En se está
llevando todo el peso. Súmale los refugiados en el norte de Kou
que van directo a En como primera alternativa. No se arriesgarán a
cruzar un territorio infestado de youma para llegar a Sou. Pero apoyar
a Kou y además de eso apoyar a Ryuu cuando las cosas se están
descontrolando es pedir mucho. Supongo que ofrecer ayuda sería
una grosería de parte nuestra.
—Bueno, yo no iría tan lejos —sonrió Rikou—. En lugar de eso
sería mejor pensar maneras de aceptar más refugiados de Kou.
Estaríamos quitándole un peso a Kei, viendo que Kei apenas tiene
las fuerzas necesarias para mantenerse de pie.
Senshin gruñó en señal de acuerdo.
—El problema es cómo hacer que los refugiados vengan a Sou.
—Podríamos transportarlos por mar —sugirió Ritatsu, haciendo una
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Capítulo 2 Sueños de Prosperidad
Senshin suspiró.
—Bueno, donde quiera que vayas te las arreglas para traer a casa
noticias del mundo. Eso es muy apreciado.
—No lo animes, padre —intercedió Ritatsu—. Cuando se trata
de Rikou sería mejor animar una auto reflexión antes que dejarlo
regodearse en la alabanza.
—No necesitas seguir jugando esa carta. Estoy comprometido
con el problema de los refugiados.
—Y te retendremos por ello. Cuenta con que tienes las manos en
el fuego.
—Me imagino.
—Y puedes empezar —dijo Ritatsu con el ceño fruncido—, por
despejar tu asiento y meter al establo ese kijuu. ¿Cuánto más lo
harás esperar afuera?
Sonriéndole a un disgustado Rikou, Shoushou se levantó.
—Yo lo…
—Está bien, Shoushou —la detuvo Meiki—. Las personas que
hacen líos deberían limpiarlos ellas mismas. Santo Cielo, ustedes ya
no son niños.
A ese punto, todos estallaron de risa.
—Eso es cierto.
—Sí, ya era hora de que nuestro hermano se volviera un adulto.
—No hay nada de divertido en un niño de seiscientos años.
Sonriendo, Rikou asintió.
—Sí, sí.
Se levantó y fue hasta la ventana. Pasando por la ventana hacia
la cornisa, pensó para sí.
Son exactamente los mismo que eran cuando me fui.
Ellos siempre estarían allí, la luz brillando en la ventana y esos
rostros felices reunidos alrededor de la mesa en armonía. Regresar
de su viaje y encontrar esa escena esperándolo lo llenó de alivio.
Para bien o para mal, no se había cansado de la vida ociosa de la
burguesía.
O tal vez había abandonado su casa y vagado por los Doce
Reinos, conociendo los peligros que le esperaban, porque se había
aburrido de esa vida. De hecho, cada vez que se iba lo hacía sin idea
de a dónde ir o cuando volvería. Sou, el Palacio Seikan y su familia
eran lo más lejano en sus pensamientos.
En el fondo, en lo más recóndito de su mente, contemplaba la