Apuntalamiento Pola Roitman

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Eje II - Metapsicología

Apuntalamiento: engrama articulador del psiquismo

Lic. Ana María Rumi Soiza

Lic. Pola Roitman de Woscoboinik

Introducción

Este trabajo propone una reflexión metapsicológica acerca del concepto de


“apuntalamiento” (Anlehnung). Reflexión que lleva a profundizar en aspectos no
demasiado transitados por Freud, sobre todo, en la teorización posterior a 1920.
Nuestro interés por esta temática tiene como antecedente, por una parte, el
haber transitado por el psicoanálisis de niños. Las patologías graves de la
infancia y de la adolescencia -y por extensión, las de la clínica de adultos-
enseñó a jerarquizar el vínculo temprano como forma privilegiada de acceso a
su comprensión. En segundo lugar, nuestra concepción de la situación analítica
como campo dinámico que se va estructurando en la relación analista-paciente,
tal como fue formulado por Willy y Madelaine Baranger.1
Es recién en 1967, cuando Laplanche y Pontalis recuperan la noción de
Anlehnung en su revisión teórica para la redacción del Vocabulaire.
Posteriormente, Laplanche2 va a referir una discusión de matiz epistemológico
con Francois Robert3 acerca de la diferencia de niveles de conceptualización en

1
“La situación analítica tiene que ser formulada… como la situación de dos personas indefectiblemente
ligadas y complementarias mientras (dicha situación) está durando e involucradas en un mismo proceso
dinámico. Ningún miembro de esta pareja es inteligible dentro de esta situación sin el otro… (por tanto) se
recomienda, con justa razón, utilizar la contraransferencia como instrumento técnico”. W. Y M. Baranger:
Problemas del campo psicoanalítico.
2
Referencia de Laplanche en El extravío biologizante de la sexualidad en Freud
3
Laplanche compartió con Francois Robert la responsabilidad de la terminología en la traducción francesa
de las Obras Completas de Freud.

1
la obra freudiana, discriminando entre conceptos, cuasi-conceptos y para-
conceptos.
Anlehnung, junto con el de Nachträglichkeit, sería un para-concepto o “concepto
implícito” puesto que en él -siguiendo a Antoine Berman- se daría la “prueba de
lo extranjero o ajeno”. La misma alude al hecho que en la traducción de una obra
a otro idioma pueden descubrirse, a veces, constantes que no fueron explícitas
ni para el autor ni para el lector de la lengua original. Y son precisamente los
estudiosos extranjeros quienes perciben la fuerza y pregnancia de ciertas ideas.
Freud no dedicó al concepto de Anlehgnung ningún artículo especial.

Nuestras hipótesis
Sostenemos que el apuntalamiento:
1- refiere un tipo de vínculo, primario y fundamental en la estructutración del
psiquismo;
2- al remontarse a los orígenes mismos de la sexualidad permite dar cuenta del
interjuego pulsión-objeto, despejando la aparente oposición o situación
dilemática emergencia versus “implantación”4;
3- sus características van a marcar, no sólo la cualidad de la vida pulsional de
quién es apuntalado y la apertura a su capacidad representacional y simbólica,
sino de quién es sostén. Registro de una complementariedad dinámica de
constante inversión en los roles y funciones;
4- inaugura la vivencia de continuidad en un espacio, apertura a la dimensión de
témporo-espacialidad consustancial con “el sentimiento de sí”;
5- sus fallas marcan el camino a lo traumático, inscribiéndose en una
encrucijada de relaciones entre pérdida de objeto, angustia de desvalimiento-
Hiflosigkeit- y formación de ideales;
6- apuntalamiento y après coup constituyen nociones solidarias. Son
precisamente sus efectos lo que permite hipotetizar acerca del genuino
interjuego entre lo inter e intrasubjetivo;

4
Utilizamos este término en la acepción dada por Laplanche

2
7- en la clínica: el campo analítico permite la emergencia de otra dimensión del
apuntalamiento. Se despliega en el cruce transferencia/ contratransferencia
dentro de la asimetría de la relación analítica;
8-el (apuntalamiento) originario, inscripto por la presencia del otro, supera la
noción de anobjetalidad.

Etimología y semántica. Alcances teóricos. 5


El verbo alemán Anlehnen designa tres tipos de acción:
1- el hecho de apuntalar, o hacer tomar apoyo, o adosar algo sobre un
soporte. El verbo Duden se entiende como “no mantenerse parado o
sentado libremente, buscando apoyo en posición ligeramente inclinada
contra un objeto firme”. El sustantivo Lehne refiere la rampa del apoyo; en
su forma pronominal, remite a apoyarse sobre o adosarse contra algo;
2- entornar, entreabrir…una puerta;
3- en sentido figurado, inspirarse sobre algo/alguien. Derivación metonímica
de la primera acepción, con una connotación importante: “el apoyo
transforma lo que sostiene: el continente modela el contenido”. (El
subrayado es nuestro).
Los términos utilizados en los diferentes idiomas son:-apoggio, en italiano; -
apoyo, en español; -apoio, en portugués; -anaclisis, en inglés.
Anlehnung, en francés ha sido traducido por étayage. Lleva a reflexionar sobre
el radical st, muy presente en el campo semántico indoeuropeo. Marca la
verticalidad de lo que se mantiene parado y firme. Muchos de los términos con
ese radical aluden a un refuerzo o sostén en el vocabulario de la construcción.
En cuanto a las traducciones a las que los psicoanalistas argentinos hemos
tenido acceso, mientras en Lopez Ballesteros se traduce como apoyo, en la de
Etcheverry se usa apuntalamiento. En el mismo fragmento de Tres ensayos de
teoría sexual, el sentido permite inferir un aspecto de mayor pasividad en el
primer caso que en el segundo.

5
Estas especicficaciones etimológicas y semánticas del alemán se consignan en los diccionarios de lengua
alemana: Sach-Villate; Der Grossem Dudem; Langescheidts Grosswörtesbuch. Han sido tomadas del
artículo de Kaës “Apuntalamiento y estructuración del psiquismo”, 1984

3
En el diccionario Espasa Calpe, apuntalar es poner puntales. Sostener, afirmar,
asegurar. Por lo que remite a ideas de permanencia y estabilidad.
En su Diccionario etimológico, Corominas señala que apoyar es “palabra
diferente y genuina” que en castellano antiguo significó ”henchirse de leche,
levantarse” (la teta)” .

Rastreo del concepto


En Freud, los momentos más importantes en su teorización son:
1-En Tres ensayos… (1905), Anlehnung da cuenta de la articulación entre las
pulsiones sexuales y las funciones de autoconservación. Las primeras surgen
“apoyadas” sobre las segundas en un movimiento de emergencia y sólo
secundariamente se harán independientes. Noción clásica del “apoyo” de las
pulsiones sexuales parciales en las distintas zonas erógenas, en vista a las
fuentes corporales de la excitación. Freud utiliza por primera vez el término al
referirse a la analidad: la pulsión sexual anal nace apuntalada en la función de
excreción. En el segundo ensayo y al desarrollar la concepción del autoerotismo,
la referencia privilegiada será la de la oralidad. Puntualiza: “Es claro, además,
que la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer, ya
vivenciado y ahora recordado. Así, en el caso más simple, la satisfacción se
obtiene mamando rítmicamente un sector de la piel o de la mucosa… Diríamos
que los labios del niño se comportaron como una zona erógena y la estimulación
por el cálido aflujo de leche fue la causa de la sensación placentera. Al
comienzo, claro está, la satisfacción de la zona erógena se asoció con la
satisfacción de la necesidad de alimentarse. El quehacer sexual se apuntala
primero en una de las funciones que sirven a la conservación de la vida y
sólo más tarde se independiza de ella6.7 (El subrayado es nuestro)
Freud señala aquí el surgimiento del deseo sexual sobre la primera vivencia de
satisfacción.

6
Esta frase que marca un “a posteriori” se agregó en 1915 (nota de Laplanche en El extravío
biologizante…)
7
Freud Tres Ensayos.

4
En 1910/1912, el planteo del primer dualismo pulsional marca un momento
importante de reconceptualización al oponer pulsiones sexuales y pulsiones de
autoconservación8. La misma deja de considerarse función/necesidad y pasa a
tener status de pulsión (trieb). En “Sobre la más generalizada degradación de la
vida amorosa” (1912) consigna: “Las pulsiones sexuales encuentran sus
primeros objetos apuntalándose sobre los valores reconocidos por las pulsiones
del yo, de igual modo que las primeras satisfacciones sexuales se experimentan
apuntaladas en las funciones corporales necesarias para la conservación de la
vida”.
Pero además, las diferencias entre los dos tipos de pulsiones deberían dar lugar
al conflicto. Sin embargo, Freud lo aborda, sólo y “casi incidentalmente” en
“Transtornos psicógenos de la visión” (1910). Ciertas vicisitudes del
apuntalamiento de lo sexual en el sensorio visual -al oponerse los dos tipos de
pulsiones- puede generar el conflicto y la irrupción del síntoma: en este caso, la
ceguera histérica. Los indicios perceptivos, demasiado sexualizados, resultan
insoportables para la conciencia terminando censurados.
2-La segunda concepción de Anlehnung implica una extensión y
fundamentalmente, un desplazamiento de su significado primero pero sin
anularlo.
En “Leonardo” (1910), al indagar sus tendencias homosexuales, Freud amplia su
teorización en cuanto a la elección de objeto sexual en relación al primer objeto
de amparo y amor. En Introducción del Narcisismo (Freud,1914) el planteo toma
cuerpo conceptual: el apuntalamiento está en la base de uno de los modos de
elección de objeto. “Las primeras satisfacciones sexuales autoeróticas son
vivenciadas a remolque de funciones vitales que sirven a la autoconservación
”9. Especifica luego los dos tipos posibles de elección: por apuntalamiento (tipo
anaclítico) y la narcisista. Esto implica el reconocimiento de la función del objeto.
En un agregado de 1925 a Tres ensayos y discrepando con Ellis en su

8
9
Freud “Introducción del narcisismo”

5
concepción del autoerotismo, señala:… “Para el psicoanálisis, lo esencial no
es la génesis, sino el vínculo con un objeto”. (El subrayado es nuestro)

Para Laplanche, la revisión de la teoría freudiana, su enfoque epistemológico y


la elaboración de un pensamiento personal lo llevan a un redescubrimiento y
nueva conceptualización de de etáyage. Lo considera un “concepto latente” o
“cripto-concepto” (Laplanche, 1999) y por el “importante lugar” que desempeña
en la estructuración del psiquismo le reconoce el “status de pivote”. Para
Laplanche, la filiación biológica en el origen de la sexualidad sostenida por
Freud es “punto de partida de contradicciones internas”10 … “la teoría del
apuntalamiento no puede ser salvada desde una interpretación puramente
endógena”. Cuando Freud deja de creer en su neurótica y sus relatos de
seducción, reconociendo sólo la fuerza del deseo -vehiculizado en la fantasía
pero anclado en lo orgánico- empieza a transitar por “una falsa vía”. “Lo
endógeno, el factor de una disposición hereditaria recupera su imperio”.
Priorizando la fuente corporal del deseo, “se olvida” de la seducción ineludible
de los cuidados corporales prodigados por la madre, que él mismo había
señalados en sus primeros escritos.
En Laplanche, la inscripción del clivaje de un plano propiamente sexual en lo
biológico infantil no puede ser concebido sino a partir de la acción del “otro”11,
con su propia sexualidad. La sexualidad infantil resulta de la implantación, a
través de los cuidados del “otro” -concretamente la madre- impregnados de su
sexualidad, clivada e inconsciente. El privilegio de la idea de una seducción
originaria y generalizada, constituye para este autor, la situación fundamental y
fundante del psiquismo. Su conclusión: “La teoría de la seducción es para el
psicoanálisis aún más importante que la del apuntalamiento o incluso, la que
aporta la verdad sobre la noción de apuntalamiento”12.

10
El extravío biologizante en Freud J. Laplanche
11
Idem
12
Idem

6
No es la autoconservación, frágil por naturaleza, el apoyo a la sexualidad
naciente, sino una sexualidad implantada desde la madre, lo que proveerá de
características específicas a las funciones de autoconservación. Una situación
inversa se daría en la adolescencia donde, el acrecentamiento biológico sexual
propio de esta etapa, encuentra al sujeto ya sexualizado.

En un trabajo acerca del papel organizador de la analidad, Jean Guillaumin13


señala las particularidades que toma el apuntalamiento anal y su rol en la
elaboración del (llamado) “resto”14. Objeta la idea freudiana de poner en paralelo
las diferentes zonas erógenas, “generalización abusiva” porque cada una de las
mismas tiene un tipo específico de funcionamiento. Freud ha descuidado una
oposición esencial ya, que la dinámica de la analidad, no se centra en la
incorporación sino la excorporación. “En la oralidad, la fuente de excitación es
interna, mientras que el objeto primero es externo; … En la analidad, el objeto y
la fuente se confunden desde el comienzo y es necesario defusionarlos para
satisfacer la pulsión, externalizando, expulsando y realizando el objeto, ya
presente… en el mundo exterio”.
El apuntalamiento anal constituye una factor primordial en la organización de lo
espacio-temporal en sus dimensiones diacrónica y sincrónica. Guillaumin
subraya la idea de un otro semejante. Piensa que la similitud, así como la
simultaneidad, permite a la madre hacerse cargo, tanto de la nutrición como de
la limpieza anal, respondiendo a la realidad de un cuerpo que no puede ser
disociado. El apuntalamiento implica, así, un redoblamiento entre lo aportado
por el semejante en forma activa y lo ya inscripto, pero aún no conciente ni
operativo, en el niño.

Por último, Rene Kaës amplía el concepto y habla de apuntalamientos múltiples


que se dan sobre las funciones corporales, los objetos de la pulsión y del yo, del

13
“L’organisateur anal”
14
El “resto” refiere uno de los aspectos del objeto”a” que es, a la vez, función y residuo. Debe ser
comprendido dentro del marco de los desarrollos de Lacan

7
grupo y de la cultura. Las relaciones bi o multilaterales entre los mismos
conducen a la noción de red de apuntalamientos.
En cada apuntalamiento se encuentran los mismos componentes: apoyo,
modelización y transcripción.
Nuestra lectura subraya transcripción ya que implica un movimiento de ruptura,
generador de derivaciones y cambios, de objeto y de nivel. Pero que presupone
a su vez, el apoyo y la modelización.
En su recorrido, Kaës privilegia los escritos sociales y antropológicos de Freud.
En El porvenir de una ilusión (1927), encuentra la fundamentación para hablar de
“apuntalamiento social”. El mismo resulta por proyección sobre las creaciones
colectivas “…tal como la cultura lo trasmite al individuo”, lo que remite a la idea
de una herencia “creada-encontrada-recibida”.
En la situación grupal, los movimientos de apuntalamiento y desapuntalamiento
dan lugar a una dinámica de identificaciones y desprendimientos entre los
integrantes del vínculo.

8
Fundamentación de nuestras hipótesis
Profundizar los alcances del concepto de apuntalamiento permite una relectura
histórico-crítica de la obra freudiana, habilitando un retorno sobre sus
planteamientos que pueden abrirse así, a nuevos giros y comprensiones:
Sostenemos que el apuntalamiento:
a-implica un proceso complejo y transformador para todos los integrantes del
vínculo;
b-configurando un espacio inter e intrasubjetivo, con densidad, porosidad y
espesor en el que se produce un encuentro inaugural con una especial
dinámica “entre”…
c-entre ese pequeño y frágil “cachorro humano” -con mecanismos fisiológicos
inmaduros e incapaces de garantizar su supervivencia- y “otro” semejante -la
madre- objeto imprescindible para el surgimiento de un sujeto psíquico;
d-entrecruzamientos múltiples que se van enriqueciendo en función de
vivencias y sucesivas resignificaciones;
e-esta dinámica se abre, fundamentalmente, a la circulación de afectos que
impregnan y recubren la satisfacción de las funciones de autoconservación;15
f-da cuenta de inscripciones y transcripciones que implican rupturas y
cambios. El apuntalamiento se ubica en la problématica de la transformación
en el y del psiquismo. Las transformaciones implican un más allá de las
transcripciones, en un psiquismo pensado como estructura abierta hacia lo
nuevo;
g-proporciona el fundamento de la organización de espacios y
temporalidades múltiples y complementarias;
h-está íntimamente relacionado con el proceso identificatorio, en especial,
con sus expresiones más tempranas: identificaciones adhesivas (Meltzer-
Bick), identificaciones primarias pasivas (Marucco, 1999) y otras;
i-es condición de la capacidad de fantasmatización y simbolización creciente.
Estas funciones sólo pueden ser concebidas en un contexto, a partir de la

15
Adherimos a la primera conceptualización de Freud (Tres Ensayos, 1905) cuando habla de funciones de
autoconservación y pulsiones sexuales.

9
presencia del otro.

Trabajamos con un concepto de vínculo muy cercano al que describe Piera


Aulagnier16, enriquecido con el aporte de Bion que jerarquiza la experiencia
emocional como nota pregnante de todo vínculo.
Figuramos el apuntalamiento como una zona, franja o territorio que constituye un
verdadero espacio de transformación y encuentro, engrama articulador en la
estructuración del sujeto psíquico.
La cualidad de proceso transformador nos lleva al concepto de Bollas de “objeto
transformacional17”. Proceso transformacional que compromete a ambos
actores que, a partir de ahí, armarán nuevos guiones en la trama que se va
construyendo. En el ejemplo paradigmático del vínculo madre-bebé, el bebé se
hará tal en la medida que surja y se constituya una mamá que antes no estaba.
El apuntalamiento, al ir a los orígenes de la sexualidad, permite dar cuenta del
interjuego pulsión-objeto, despejando la aparente oposición emergencia versus
“implantación”.
La noción surge cuando Freud se aparta de las historias de sus neuróticas y se
interna en el mundo de la pulsión y la fantasía inconsciente. Preminencia de lo
inconciente que desborda la escena, relegando al objeto.
Más tarde, el objeto, que nunca fue totalmente dejado de lado, (Proyecto…,
1895) vuelve a presentarse. Como ya dijimos, en el agregado de 1925 a Tres
ensayos, Freud afirmará que lo esencial no es la génesis sino el vínculo con
un objeto.
La dinámica pulsión-objeto ha sido pensada privilegiando, a veces, la fuerza de
la pulsión; otras, la pregnancia del objeto. Estas posturas radicalizas llevaron a

16
Vínculo que se construye en base a una interacción compleja de diferentes niveles de representaciones:
pictográfica, fantaseada e ideica. La madre -la portavoz-…”es mediador privilegiado de un discurso
ambiental... El orden que gobierna los enunciados de la voz materna … está sujeto, “a condiciones previas:
el sistema de parentesco, la estructura lingüística y las consecuencias que los afectos tienen sobre el
discurso”. P. Aulagnier: La violencia de la interpretación.

17
“Propongo definir como objeto transformacional la experiencia subjetiva primera que el infante hace del
objeto…un objeto transformacional es identificado vivencialmente con procesos que alteran la experiencia
de si . Es una identificación que emerge de un allegamiento simbiótico donde el objeto primero es “sabido”
como una recurrente experiencia de existir… un saber más bien existencial” C. Bollas La sombra del objeto

10
plantear una aparente situación de contradicciones, ya superadas. Entre la
fuerza pulsional propia del sujeto y la presencia-asistencia del objeto se produce
un encuentro, una sincronía: la pulsión, a la espera de manifestarse y el objeto,
proveyendo sentidos a partir de lo pulsional materno. Así, emergencia e
implantación forman parte de una misma matriz. El par pulsión-objeto, en tanto
nuevo paradigma, permitirá un mejor comprensión de la clínica.
Las características del apuntalamiento marcan la cualidad de la vida pulsional de
quién es apuntalado y también quién es “sostén”.
Las reflexiones del mismo Freud en Leonardo, reafirmadas y ampliadas en
Introducción del Narcisismo, proporcionan elementos básicos de
fundamentación. Uno de los tipos de elección de objeto amoroso tiene como
modelo las caracteríticas del apuntalamiemto anaclítico originario.
Privilegiamos en el apuntalamiento dos aspectos complementarios. Por una
parte, la reciprocidad en función de transformaciones paralelas y sincrónicas.
Por otra, el reconocimiento de distintas formas de apuntalamiento en la
constitución del sujeto psíquico. Coincidimos en este punto con Kaës al señalar
que “el campo epistémologico propio del psicoanálisis está enmarcado por la
realidad corporal y la realidad social y cultural sobre las que se apuntalan las
formaciones y los procesos de la realidad psíquica”. Surgen así apuntalamientos
múltiples, formas de desapuntalamiento, autoapuntalamientos que se
entrecruzan y potencian. Las crisis sociales pueden ser entendidas como efecto
de la caída de esa red de apuntalamientos con erosión de los suministros
narcisistas y objetales básicos y aflojamiento de ideales. Referencia a una de
las formas de comprensión de la crisis argentina de los últimos años.
Asímismo, el apuntalamiento inaugura la vivencia de continuidad en un espacio -
dimensión témporo-espacial- consustanciada con “el sentimiento de sí”. El
tiempo del apuntalamiento es un tiempo de encuentro entre el tiempo del sujeto
y el del otro. Se inscribe en el ritmo marcado por la presencia-ausencia del
objeto en el espacio intersubjetivo, secuencia que es condición para el
establecimiento de la confianza básica. En los “primeros tiempos”, la analidad
requiere del apuntalamiento una acción que se torna organizadora de tiempos y

11
espacios para el yo total. La “rutina”, expresión winnicotteana que alude a
continuidad y permanencia, configura un tipo de apuntalamiento
“suficientemente bueno”.
En la consideración de la temporalidad, importa destacar que apuntalamiento y
après coup constituyen nociones solidarias. Son precisamente sus efectos lo
que permite hipotetizar acerca del interjuego entre lo inter e intrasubjetivo.
Sus fallas marcan el camino a lo traumático. Se inscriben en una encrucijada de
relaciones entre pérdida de objeto, angustia de desvalimiento-Hiflosigkeit- y
formación de ideales. Estamos en el terreno de la psicopatología. En uno de los
polos de la díada madre-bebé, los casos de depresión esencial (Marty) y los de
la “madre muerta” (Green) constituyen paradigmas de fallas del apuntalamiento
materno y de la incapacidad de la madre de apuntalarse en el hijo. En este
sentido, “la depresión anaclítica”, descripta por Spitz, trae desde la nominación
misma, la pregnancia de graves fallas en el encuentro primero.
Consideramos que también, desde el otro polo, el montante de la fuerza
pulsional del bebé juega un importante papel en la conformación de todo el
proceso. Consideración que remite a un punto de vista económico con alusión
no explícita a la noción de afánisis, poco mencionada teóricamente pero que la
clínica se encarga de presentar. ¿Estaremos en el terreno de lo que Norbero
Marucco llama ”responsabilidad de la pulsión”?
En la clínica, el campo analítico permite la emergencia de otra dimensión del
apuntalamiento en el cruce transferencia/contratransferencia dentro de la
asimetría propia de la relación analítica. En el historial de Dora, Freud recurre a
la expresión sich anlehnen an, a propósito de una forma de transferencia que
implica transcripción y elaboración psíquica. El apuntalamiento sostiene todo el
proceso que puede llevar, en algunos casos, a la inversión de roles en la
relación analítica.
Sintetizando:
La apreciación metapsicológica del concepto de apuntalamiento remite:
-en lo económico: a la circulación de una energía psíquica vehiculizada a través
de mensajes recíprocos no verbales y verbales;

12
-en lo dinámico: a los múltiples y complejos enlaces y
-en lo tópico: a la creación de espacios inter e intra subjetivos .

Resumen
Consideramos el apuntalamiento como un complejo proceso transformador que,
implica un tipo de vínculo primario y específico que se remonta a los orígenes
mismos de la sexualidad. Permite dar cuenta, primariamente, del interjuego
pulsión-objeto. Así como también de los diversos apuntalamientos en la realidad
social y cultural, dando cuenta de formaciones y procesos psíquicos. Espacio de
apertura a la dimensión de la témporo-espacialidad. Sus fallas marcan el camino
a lo traumático. La clínica permite la emergencia de otra dimensión del
apuntalamiento desplegada en el juego transferencia contratransferencia.

13
Bibliografía
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La violencia en la interpretación. Amorrortu editores, Bs. As., 1975.

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Problemas del campo analítico. Ediciones Kargieman, Bs. As., 1969.

Bleichmar, Silvia:
La fundación de lo inconsciente. Amorrortu editores 1993. Bs. As.

Bollas, Christopher:
(1987) La sombra del objeto. Amorrortu editores, Bs. As.,1991

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-(1895/ 1950) Proyecto de psicología. Obras Completas: Amorrortu editores
Tomo I Bs. As. 1982
-(1905) Tres ensayos de una teoría sexual. Obras Completas: Amorrortu
editores. Vol.VII. Bs. As., 1978.
-(1910) “La perturbación psicógena de la visión” O.C. Amorrortu editores. Vol XI.
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-(1910) “Un recuerdo infantil de Leonardo da Vinci” O.C. Amorrortu editores.
Vol XI. Bs.As.,1979.
-(1912) “Sobre la más generalizada degradación de la vida amorosa. (Una
contribución a la psicología del amor)” Amorrortu editores. Tomo XII, Bs. As
1979
-(1914)”Introducción del Narcisismo” O.C. Amorrortu editores Vol. XIV Bs. As.,
1979.
-(1923) “La organización genital infantil” O. C. Amorrortu editores Vol.XVIII. Bs.
As., 1979.
-(1927) “El porvenir de una ilusión” Amorrotu editores Tomo XXI Bs. As. 1979.

14
Green, André
(2000) El tiempo fragmentado Amorrortu editores. Bs. As. , 2001.

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-“L’organisateur anal” Revue Française dela psychanalyse N* 5 1998.
- “L’étayage et le désir ddes rapports du motiv et du fond dans la peinture” en Le
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Kaës, René:
-“Apuntalamiento múltiple y estructuración del psiquismo” Revista de psicología y
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Laplanche, Jean:
-(1970) Vida y muerte en psicoanálisis Amorrortu editores. 1973 Bs. As.
-(1987) Nuevos fundamentos para el psicoanálisis La seducción originaria.
Amorrortu editores, 1989, Bs. As.
-(1992) La prioridad del otro en psicoanálisis. Amorrortu editores, 1996, Bs. As.
-(1991/2) El extravío biologizante de la sexualidad en Freud Amorrortu editores
1993 Bs. As.

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-Cura analítica y transferencia Amorrortu editores 1999. Bs. As.

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(1971) Realidad y juego Granica Edtor, 1972Bs. As.

Diccionarios
- (1967) Diccionario de psicoanálisis Editorial Labor 1971 España
- Dictionnaire International de la psychanalyse Editorial Calman-Levy París 2002
- Diccionario de Psicoanálisis Laplanche y Pontalis Editorial Labor,S. A. 1971

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