Yo Soy El Amor de Mi Vida
Yo Soy El Amor de Mi Vida
Yo Soy El Amor de Mi Vida
Decir YO SOY EL AMOR DE VIDA implica el mayor compromiso que como seres humanos
vamos a asumir. Siempre nos descuidamos tanto… Si pudiéramos vernos desde afuera y juzgar
nuestro cumplimiento con nosotros mismos, muchos quedaríamos muy mal parados, aunque
seguramente con los demás cumplamos todas las expectativas. Sin embargo, si aceptaste el reto
y has llegado hasta aquí, entonces ya te estás dando pruebas de que sí puedes cumplirte. Así que:
¡Felicitaciones! Hoy te amas más que ayer.
Solo nos sentiremos triunfadores cuando la satisfacción que experimentemos por nuestro ser sea
tan grande que solo queramos compartir lo que somos con otros, y ya no nos relacionemos desde
nuestras necesidades. El camino comienza identificando en donde estamos, eso lo hemos aclara-
do en estos catorce días; paseándonos por varios ámbitos de nuestras existencias y sanándolos.
Luego debemos identificar a dónde queremos llegar: Alcanzar a ser el GRAN AMOR DE MI VIDA.
Ahora hay que emprender la acción, ver qué resultados obtenemos, y mostrarnos flexibles para
cambiar hasta que logremos el objetivo.
1. ¿Tus mayores fortalezas son?
9. En este momento de tu vida ¿Qué estás haciendo que te tiene apasionado, entusiasmado?
12. ¿Tus acciones están regidas por la reactividad o por proactividad? ¿Cuál sería la proporción?
Al observar tus respuestas estas te darán una visión de dónde te encuentras en este momento, y ahora lo
podrás integrar a todo lo que eres y amarte totalmente, sin juicios y críticas. Siente que estás acá para
formarte y ese aprendizaje no está controlado por el tiempo y por el espacio. Es seguir tu camino pleno y
feliz hacia tus objetivo, con la certeza de que todo lo vayas encontrando es para tu bien. Claro, a veces hay
lecciones fuertes y es allí cuando vemos de qué estamos hechos. Si nuestra vida está basada en el miedo
a cada lección difícil que nos atrape o en sumergirnos en un mar de dolor al no poder solventarlo de inme-
diato, salir de allí será muy complicado. Si por el contrario vivimos basados en el amor, cada lección fuerte
la vamos a ver como un desafío, el cual aceptamos convencidos de que seremos transformados si así lo
necesitamos. Quizás hayan lágrimas —es posible que atravesemos sombras—, pero esa certeza de que
es lo mejor que nos está sucediendo para nuestra evolución no dará la fuerza de caminar con alegría y
seguir amando.
He preparado un ejercicio que llamé REVELAR, porque realmente es lo que
estamos por hacer, revelar ese amor oculto o ignorado, nuestro más preciado
bien, ya que desde allí podremos amar a otros realmente. Recuerda que con este
ejercicio vamos a diseñar la forma de tratarnos a nosotros mismos de ahora en
adelante, ya que como seamos con nosotros mismos así nos percibirán los otros.
Comencemos:
1. Reconocimiento:
Todos buscamos ser reconocidos por nuestros padres, familiares, amigos, parejas, jefes, en la
sociedad, etc. Así que hoy te pregunto ¿Qué es lo que te gustaría que otros reconocieran del gran
ser humano que eres? Escribe una lista con todo lo que tú sientes que deberían resaltarte. Ahora
léela y mira si tú lo reconoces o si piensas que “bueno, eso lo hace cualquiera, no es nada, eso
es normal”. Si tienes la segunda actitud, seguro hay que trabajar en tu reconocimiento. Toma una
cartulina, coloca tu nombre y en colores agradables y bonitos escribe: Yo me reconozco.
Colócalo en tu cuarto con un lapicero cerca y cada vez que pases por allí di en voz alta que te
reconoces y si tienes tiempo escríbelo, hasta llenar todos los espacios.
4.
Partiendo de la idea de que “En lo que te enfocas, en eso te conviertes” entonces cuando
juzgamos, criticamos o nos quejamos estamos haciendo crecer eso en nuestras vidas. Esto es
un hábito muy enraizado en nuestra sociedad. Debes hacer un compromiso fuerte contigo.
El ejercicio en este punto es la auto- observación. No descuides tus pensamientos.
Cada vez que te veas pensando mal de ti, burlándote de algo que hiciste, quejándote de algo
o haciendo juicios sobre tu persona, detente, respira y pregúntate, ¿Qué haría el amor en este
momento? Céntrate en tu corazón, y te aseguro que aparecerá una palabra, sensación, alguna
imagen que te dará la respuesta y tu comportamiento será otro. El amor jamás juzga o critica.
Este ejercicio vale también para cuando sea otro quien despierte tus ganas de juzgar o quejarte.
A medida que te resistas a reaccionar en contra del otro, la magia aparecerá en tu vida. Prueba,
observa por ti mismo qué sucede.
5. Lánzate a la Aventura de la vida:
Arriésgate a vivir, no pienses tanto. No le des vuelta a cada situación analizando todos los detalles.
La invitación es a tomar acción, y luego sí, analiza los resultados, observa qué lograste, qué
puedes mejorar, cuál estrategia nueva puedes incluir. Busca siempre vivir la experiencia. De eso
se trata la vida. ¿De cuántas cosas te has privado por estar pensando los “ysis” (y si pasa esto o
aquello)? ¿Cuántas veces has disfrutado de grandes momentos que nunca se planificaron?
Aprende a escuchar tu corazón y lo más importante hazle caso. Así que la tarea aquí es que cada
vez que tu mente te dé su opinión, le das las gracias y pregúntale a tu corazón, si están de acuerdo
está bien. Actúa en consecuencia, si tu corazón te dice otra cosa, devuélvete a la mente y dile: “Por
mucho tiempo tu voz fue mi primera opción, hoy por el amor que me tengo eli jo hacerlo diferente”
y ponte en acción.
6. Ámate:
Si, así como lo leíste. Tal cual. Cuando entras en una relación te encanta que la otra persona se
enamore de ti y te trato como un rey o una reina, ¿cierto? Pues este es el momento de tratarte
como siempre soñaste que alguien podría hacerlo. Comienza a escribir, como hubieses queri-
do que fuese tu mamá contigo, y tu papá. Cómo te hubiese gustado que te demostrara amor tu
familia, tus amigos. ¿Qué es lo que más has deseado que te den tus parejas? ¿De qué te has
quejado constantemente porque no adivinaron que lo deseabas? Este es tu turno. Lee la lista y
arriba coloca: “De ahora en adelante eli jo tratarme de esta manera”, y léelo todos los días, ve
tachando las cosas que ya vas haciendo como un comportamiento natural en ti.
7. Ríe:
Conéctate a la alegría. Realiza actividades que sean divertidas para ti. Siempre hay tiempo, no
hay excusas. No sigas posponiendo las cosas que deseas hacer. Interésate a ti, en tus sueños,
hacer sueños realidades te da entusiasmo y pasión por la vida. Toma una hoja y escribe
cuáles son tus sueños, y a cada uno puedes ir colocándole las acciones que necesitas hacer
para lograrlos. Haz lo mejor que puedas, disfruta cada momento. Comparte con la gente que
amas, disfruta de las cosas simples de la vida. Una manera de conectar con esa alegría que
desborda el alma es hacer cosas por otros, busca qué puedes hacer, hay tanta
gente esperando por tus dones, por tu capacidad infinita de dar amor. Invéntate una forma de
siempre andar con una sonrisa.
Si somos capaces de tratarnos de ahora en delante
de esta forma, lo que va a suceder es que se van a
REVELAR los deseos del Alma y desde allí, de con-
vertirnos en ese Amor que siempre hemos sido y del
cual nos apartamos por distintas causas, pasaremos
a ser canales de amor y luz para otros. Nuestra vida
se llenará de milagros, nosotros podemos activar
esas bendiciones para nosotros mismos. El trabajo es
amarnos tanto que nuestro ego se aparte y la Divini-
dad haga su trabajo en nuestras vidas… Es un gran
reto y lo vamos a lograr ¡LO MERECEMOS! Cuando el
amor invada tu conocimiento y tu creatividad, gana-
rás experiencia en todas las áreas de la vida. Cuanto
más te impliques, más aprenderás. ¿Sabes cuál es tu
mayor objetivo en la vida? Examina si lo que calificas
como ganancia se corresponde con tu verdadero
destino. Declara: “Todos los sucesos en mi vida sir ven
para ayudarme a crecer. Cuanto más doy más
recibo.” Feliz día. ¡Dios bendiga nuestras vidas!