Juicio Sumario
Juicio Sumario
Juicio Sumario
Juicio Sumario
MATERIA
se tramitan en la vía:
Se aplican todas las disposiciones del proceso ordinario que no se opongan a las normas
especiales del mismo.
¿CUÁL ES EL PROCEDIMIENTO?
a. Demanda: se cumplen los requisitos que establece el Código Procesal Civil y
Mercantil Guatemalteco, en los artículos 31, 106, y 107
b. Emplazamiento: el plazo otorgado para la demanda es de 3 días, contados a partir de
la última notificación.
c. Excepciones previas: estas se interponen dentro del segundo día del emplazamiento,
su trámite es incidente, sin embargo; la interpretación de la excepción previa con
posterioridad de personalidad, falta de personería, cosa juzgada, caducidad,
prescripción y transacción. Esto se resuelve en sentencia
d. Excepciones perentorias y reconvención: estas actitudes del demandado se alegan
en el momento de contestación de la demanda.
e. Prueba: este periodo se desarrolla en un plazo de quince días.
f. Vista: se realiza dentro de un plazo no mayor de diez días contados a partir del
vencimiento del periodo de prueba.
g. Sentencia: esta debe de pronunciarse dentro de cinco días siguientes al de la vista
h. Recursos: todos los recursos proceden con excepción de la casación, preservo que el
proceso se hubiera desarrollado en esta vía ya sea por convenio celebrado por las
partes por su naturaleza, este se deberá tramitar por vía ordinaria.
PROCEDIMIENTO JUDICIAL SUMARIO
3 DIAS
ACTIVIDADES DEL
DEMANDA DEMANDADO:
Allanamiento
Rebeldía
Contestación
EXEPCIONES PREVIAS: Negativa
PRIMEROS 2 DIAS Excepciones
Perentorias
Reconveccion
PERIODO DE
PRUEBA 15 DIAS VISTA SENTENCIA
10 DÍAS
5 DIAS
DISPOSICIONES GENERALES.
De acuerdo al artículo 229 del Código Procesal Civil y Mercantil, deben tramitarse en
juicio sumario:
e) Los interdictos.
f) Los que por disposición de la ley o por convenio de las partes, deban seguirse en
esta vía.
El artículo 230 del mismo cuerpo legal hace referencia a la supletoriedad de las normas, al
establecer que son aplicables al juicio sumario todas las disposiciones del juicio ordinario,
en cuanto no se opongan a lo preceptuado en el título III del Código Procesal Civil y
Mercantil, que regula el juicio sumario. Al hacer un análisis de esta norma, la podemos
relacionar también con el artículo 200 del cuerpo legal citado, donde también se establece
una supletoriedad de las normas del juicio ordinario, lo único que con relación al juicio
oral.
En cuanto a la supletoriedad que en este caso se está discutiendo, podemos mencionar las
normas referentes a los medios de prueba y lo relativo a la demanda.
El artículo 231 del Código Procesal Civil y Mercantil es interesante, porque el juicio
sumario no tiene recurso de casación, excepto cuando su naturaleza era ordinario y se sigue
en esta vía por convenio entre las partes procesales; esto en aplicación al numeral 6° del
artículo 229 del cuerpo legal mencionado en oportunidades anteriores.
PROCEDIMIENTOS.
1) LA DEMANDA.
En atención a lo establecido en el artículo 230 del Código Procesal Civil y Mercantil, la
demanda debe llenar los mismos requisitos establecidos en el artículo 106, también debe
observarse lo que establecen los artículos 107 y 61. Este último es un artículo general que
establece directamente los requisitos del escrito inicial y que es aplicable a todos los
juicios.
El plazo para contestar la demanda es de tres días contados a partir del siguiente día de la
notificación, constituyendo este término lo que se conoce como emplazamiento, en cuya
oportunidad debe el demandado interponer las excepciones perentorias, que tenga contra las
pretensiones del demandante o actor. En cuanto a las excepciones previas reguladas en el
artículo 116 del cuerpo legal mencionado y discutidas en el apartado del juicio oral, deben
ser interpuestas por el demandado antes de contestar la demanda. Hay que recordar que, en
el juicio ordinario, el término para contestar la demanda es de nueve días.
El artículo 232 citado, establece que el demandado puede hacer valer las excepciones
previas a que se refiere el artículo 116 del Código Procesal Civil y Mercantil, dentro del
segundo día del emplazamiento, las cuales se resolverán por medio del trámite de los
incidentes. Sin embargo, el demandado puede en cualquier estado del proceso, interponer
las excepciones de litispendencia, falta de capacidad legal, falta de personalidad, falta de
personería, cosa juzgada, caducidad, prescripción y transacción; tomando en cuenta que
estas excepciones deben resolverse en sentencia. Lo que regula el 2° párrafo del artículo
233 del mismo cuerpo legal, hace referencia a las excepciones nacidas después de haber
contestado la demanda, así como las relativas a la de pago y compensación (le ponen fin al
proceso), se pueden interponer en cualquier instancia y deben resolverse también en
sentencia.
El artículo 113 del cuerpo legal citado, es aplicable supletoriamente al juicio sumario y el
mismo establece: si transcurrido el término del emplazamiento (en este caso es de tres
días), el demandado no comparece se tendrá por contestada la demanda en sentido negativo
y se seguirá el juicio en rebeldía del demandado a solicitud, en este caso del actor.
5) VISTA: De acuerdo con el artículo 234 del Código Procesal Civil y Mercantil en su
segundo párrafo, la vista debe tener lugar dentro de un término no mayor de diez días,
contados a partir del vencimiento del término de prueba que es de quince días.
6) SENTENCIA: Según el tercer párrafo del artículo 234 de la misma ley citada, la
sentencia debe pronunciarse dentro de los cinco días siguientes a la vista.
7) RECURSOS: Contra las resoluciones dictadas en el juicio sumario, caben los recursos
previstos en el Código Procesal Civil y Mercantil en su libro sexto, excepto el recurso de
casación, siempre y cuando la vía sumaria se haya seguido por convenio entre las partes,
cuando su naturaleza era ordinaria.
En cuanto a la apelación, la ley prevé que cualquiera de las partes procesales que
interponga apelación en una resolución que no sea la sentencia, incurrirá en el pago de las
costas judiciales y en una multa de veinticinco quetzales (Q25.00) que le impondrá el
tribunal de segunda instancia, si en caso se confirma la resolución o se declara
improcedente el recurso de apelación (ver artículo 235 del CPCyM).
Todos los asuntos que se refieren al contrato de arrendamiento, regulado del artículo 1880
al 1941 del Código Civil y en la Ley de Inquilinato, Decreto Número 1468 del Congreso de
la República de Guatemala, deben discutirse por el procedimiento del juicio sumario. Sin
duda alguna, el juicio sumario de desahucio y de desalojo representa, en definitiva, uno de
los medios de que se vale el legislador para proteger la propiedad de las personas.
Estos juicios solamente proceden en lo que se relaciona con bienes raíces, es decir, bienes
inmuebles, pero se necesita la existencia de un contrato de arrendamiento, donde el
arrendatario se comprometa a devolver el inmueble arrendado, de lo contrario, estaríamos
ante un caso de usurpación que constituye un delito tipificado en el artículo 256 del Código
Penal.
El artículo 240 primer párrafo del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que sin con
los documentos acompañados por el actor a su demanda, se comprueba la relación jurídica
afirmada por el demandante Vencido el plazo fijado por el juez, que beberá estar
enmarcado en lo que para el efecto establece el artículo, sin que la desocupación, se
realizará, se decretará el lanzamiento del demandado a costa de este.
El artículo 239 del cuerpo legal citado, permite que el actor pueda pedir el embargo de
bienes suficientes para cubrir las responsabilidades a que esté sujeto el demandado según el
contrato celebrado y el juez lo decretará preventivamente. Esta medida precautoria, según
el análisis de muchos juristas, puede solicitarse al inicio del proceso o durante su desarrollo.
El artículo 243 de la ley en mención, establece que en los juicios sumarios de desahucio y
de desocupación sólo son apelables los autos que resuelvan las excepciones previas y la
sentencia. En este sentido, el apelante debe acompañar a su solicitud, el documento que
compruebe el pago corriente de los alquileres o haber consignado la renta dentro del juicio.
En este sentido se trata sobre la entrega de cosas que sean bienes muebles, pero que no sea
dinero. Puede acudirse al juicio sumario para la entrega de cosas cuando no proceda la vía
ejecutiva, lo cual es un criterio lógico porque de contarse con el título ejecutivo suficiente
para obtener la entrega de una cosa determinada, no hay razón para seguir un proceso de
conocimiento, como lo es el sumario, a fin de que una vez dictada la sentencia se proceda a
la ejecución de la misma, si se cuenta con la disposición del título ejecutivo.
El artículo 244 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que uno de los casos en
que procede el juicio sumario es para la entrega de cosas, pero que no sean dinero. Esto se
puede explicar porque si se trata de sumas de dinero, para eso están establecidos los juicios
orales de ínfima y de menor cuantía; y en su caso el juicio ordinario. La obligación de
entregar dinero puede derivarse de la ley, el testamento, el contrato, la resolución
administrativa o la declaración unilateral de voluntad, en los casos en que ésta es
jurídicamente obligatoria.
2) RESCISIÓN DE CONTRATOS.
El artículo 245 en su primer párrafo del cuerpo legal citado en el párrafo anterior, establece
que procede así mismo el juicio sumario en las demandas de rescisión de contratos que el
acreedor haya cumplido por su parte.
El artículo 1579 del Código Civil establece que los contratos válidamente celebrados,
pendientes de cumplimiento, pueden rescindirse por mutuo consentimiento o por
declaración judicial, en los casos que establece el cuerpo legal citado. Esto quiere decir que
la rescisión de los contratos que se encuentren en esa situación, cuando no sea por mutuo
consentimiento, forzosamente requieren de la declaración judicial. para facilitar un
procedimiento rápido, con la finalidad de resolver las situaciones en que el deudor no ha
cumplido con la obligación. Sin embargo, el segundo párrafo del artículo 245 del Código
Procesal Civil y Mercantil, dispone que en estos casos también puede optarse por la vía
ordinaria, esto cuando el acreedor desee discutir en forma más amplia el conflicto
planteado, lo cual ocurre generalmente en aquellos casos en que se disponga de suficiente
prueba.
El artículo 246 del Código Procesal Civil y Mercantil, dispone que esta responsabilidad
procede en los casos en que la ley lo establece expresamente y debe deducirse ante el juez
de primera instancia por la parte perjudicada o sus sucesores.
Finalmente, el artículo 248 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que contra la
sentencia que se dicte procede el recurso de apelación ante el tribunal superior; pero si se
trata de responsabilidad de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, no caben más
recursos que los de aclaración, ampliación y reposición.
D) INTERDICTOS.
Los interdictos se rigen por una serie de principios que les da un carácter bastante especial
y tienen algunas diligencias peculiares, que se apartan un poco de las disposiciones
generales aplicables al juicio sumario.
Todo lo relativo a los interdictos fue regulado por los romanos, aun cuando en la actualidad
no se siga la misma concepción y estructura del interdicto romano. Uno de los orígenes
etimológicos más aceptados al respecto, constituye el vocablo "interdicere", que significa
"prohibir".
La verdad es que los interdictos han pasado a los diferentes regímenes jurídicos como
formas de protección de la posesión. Al respecto, el artículo 249 del Código Procesal Civil
y Mercantil, establece que los interdictos proceden respecto de los bienes inmuebles y de
ninguna manera afectan cuestiones relativas a la propiedad y posesión definitiva.
El artículo 250 del mismo cuerpo legal citado, establece que el que ha sido vencido en el
juicio de propiedad o en el plenario (ordinario) de posesión, no puede hacer uso de los
interdictos, respecto de la misma cosa. La persona vencida en cualquier interdicto puede
después hacer uso del juicio ordinario de posesión, y una vez adquirida ésta, no se
interrumpirá, aunque se interponga demanda de propiedad, sino hasta la sentencia
definitiva. Esta norma nos traslada al artículo 335 del mismo cuerpo legal, donde se regula
el juicio ordinario posterior. Esto quiere decir que primero debe agotarse el interdicto y
luego agotar el juicio ordinario cuando haya necesidad; de lo contrario, si se agota primero
el juicio ordinario, no se puede regresar al interdicto.
Por su parte el artículo 251 de la ley en mención, regula la caducidad, estableciendo que las
acciones interdictales solo pueden interponerse dentro del año siguiente a la fecha en que
ocurrió el hecho que las motiva, caso contrario, debe acudirse a la vía ordinaria. El segundo
párrafo del mismo artículo establece que si el demandante no es el propietario, debe citarse
a éste, dándole audiencia por tres días. Esta norma se justifica, puesto que en alguna forma
el demandante tendrá que hacer valer sus derechos de propietario, aunque sea en vía
procesal distinta
Es importante señalar que el artículo 249 del cuerpo legal citado, establece que no puede
rechazarse la demanda por la circunstancia de haberse denominado equivocadamente el
interdicto que legalmente procede, siempre que de los hechos alegados y probados aparezca
que se ha violado un derecho de posesión; en tal caso el juez resolverá de conformidad con
la regla del interdicto que proceda. Esta norma constituye una excepción al principio de
congruencia entre la petición y el fallo que se consagra en el artículo 26 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
Los interdictos solo proceden respecto a bienes, inmuebles y de ninguna manera afectan
cuestiones de propiedad o de posesión definitiva.
En caso de que el actor no fuere el propietario, este deberá ser citado dentro del proceso,
dándole audiencia por tres días.
El artículo 249 del cuerpo legal citado establece que los interdictos son:
Este interdicto procede cuando el que se halla en posesión o tenencia de un bien inmueble
es perturbado de ella, por actos que pongan de manifiesto la intención de despojarlo (ver
artículo 253, primer párrafo del CPCyM). Al respecto el juez debe ordenar que se mantenga
al demandante en la posesión o tenencia del bien inmueble, condenado al perturbador en las
costas judiciales y en daños y perjuicios causados, sin perjuicio también de las
responsabilidades penales.
Este interdicto procede con respecto a aquellos que, teniendo la posesión o la tenencia de
un bien inmueble o derecho real, fueren desposeídos, con fuerza o sin ella, siempre y
cuando sin haber sido citados, oídos y vencidos en juicio.
Si tramitado el juicio resultan probados los extremos de la demanda con la información que
se recabe, debe ordenarse la restitución, obviamente del bien inmueble. En tales casos debe
condenarse al despojador en las costas y a la devolución de frutos; y si hubiese existido
violencia, debe condenársele, además, al pago de daños y perjuicios, que el juez debe fijar
prudencialmente, quedando el demandado sujeto a las demás responsabilidades a que
hubiese dado lugar (la penal, por ejemplo).
El Código Procesal Civil y Mercantil en su artículo 257, regula lo referente al despojo
judicial, que procede cuando el juez haya privado a alguna persona de su posesión, sin
previa citación y audiencia. Esta norma hace que, en la práctica, los jueces sean muy
cautelosos, especialmente en aquellos casos en que hayan de entregar la posesión de
inmuebles como consecuencia de un litigio que ordenó tal entrega.
Si las providencias que causaron el despojo judicial, hubiesen sido dictadas por un juez que
conoce en primera instancia, se pedirá la restitución ante el tribunal superior. Ahora, si no
se interpone el recurso de apelación en contra de la providencia que causó el despojo, puede
el despojado solicitar la restitución ante el tribunal superior, dentro del año siguiente al
despojo.
En este interdicto solo se discute una cuestión posesoria de hecho, que se refiere a la
alteración de límites entre heredades vecinas, cuando se han removido las cercas o mojones
y se han puesto en lugar distinto del que tenían y se ha hecho un nuevo lindero en lugar que
no corresponde. Esto sucede mucho en la realidad y nos damos cuenta que solo es aplicable
a terrenos.
El objeto de este interdicto es regresar los linderos a donde corresponde, ya que el apeo o
deslinde, significa "alteración de linderos". Es importante hacer hincapié, que es
recomendable agotar primero la vía civil, para que con la sentencia (favorable) obtenida en
ella se acuda a la vía penal por el delito de alteración de linderos, tipificado en el artículo
258 del Código Penal. Por su parte, el artículo 260 del Código Procesal Civil y Mercantil,
hace referencia a los requisitos específicos que debe contener la demanda del juicio
sumario de interdicto de apeo o deslinde.
Es interesante observar que al respecto se regulan dos clases de situaciones que pueden dar
origen al planteamiento de este interdicto.
La obra nueva que cause un daño público, produce acción popular que puede ejercitarse
judicialmente o bien ante la autoridad administrativa. Cuando la obra nueva perjudica a un
particular, sólo a él compete el derecho de proponer el interdicto. El artículo 264 de la ley
citada, contiene una norma equitativa, toda vez que permite al juez, cuando lo estime justo,
que ordene la suspensión inmediata de la obra; pero también, no se perjudica al dueño,
porque también se le faculta para que la continúe si da garantía por las resultas del juicio y
por los daños y perjuicios que la obra pueda ocasionar. Contra lo resuelto por el juez en este
caso, no cabe recurso alguno.
Los efectos de la sentencia dictada en esta clase de interdicto, son los mismos que para el
caso de que la obra fuese peligrosa; es decir, el juez resuelve en ella sobre la suspensión
definitiva o la demolición de la obra y la condena en costas al vencido. Si procede la
suspensión definitiva, el juez debe ordenar la ejecución inmediata del fallo; y si procede la
demolición, debe fijarse un plazo para llevarse a cabo a costa del demandado.
En esta situación, las consecuencias riesgosas de la obra hacen que el juez deba actuar con
prontitud. Al respecto el artículo 265 del cuerpo legal citado, establece que, si la obra es
peligrosa, o la construcción por un mal estado pudiera causar daño, o si existiesen árboles
de donde pueda éste provenir, el juez debe dictar en el acto las medidas de seguridad que
juzgue necesarias o el derribo de la obra, construcción o árbol, sin ulterior recurso.
a. La conciliación
b. El arbitraje
c. La mediación
d. La negociación
CONCLUSIONES:
la entrega de cosas que sean bienes muebles, pero que no sea dinero. Puede acudirse al
juicio sumario para la entrega de cosas cuando no proceda la vía ejecutiva, lo cual es un
criterio lógico.
La obra nueva que cause un daño público, produce acción popular que puede preparar
judicialmente o bien ante la autoridad administrativa. Cuando la obra nueva perjudica a un
particular, sólo a él compete el derecho de proponer el interdicto.
BIBLIOGRAFÍA:
http://recursosbiblio.url.edu.gt/libros/prontuario/2intro.pdf
http://www.url.edu.gt/prontuatioURL/Biblioteca/Contenido.aspx?o=3528&s=49