Exposición.
Alejandra Granados Agüero
G.W.F. Hegel. Fenomenología del espíritu
LA CERTEZA SENSORIAL O EL ESTO Y MI OPINIÓN QUE QUIERO ÍNTIMAMENTE
DECIR.
§90: Nuestro primer saber: objeto inmediato/acto de aprehender sin conceptos.
-Saber inmediato de lo inmediato o de lo que está siendo.
-La primera indicació n para entender este primer saber es mantener un
comportamiento que no altere nada de có mo se presenta el objeto inmediato.
§91: El objeto en su integridad delante de uno es el puro ser.
-La fuente de la certeza es la inmediatez.
-Contenido concreto: apariencia de riqueza infinita y de mayor verdad.
-Sin embargo, “esta certeza se revela a sí misma como la verdad má s abstracta y
má s pobre. Lo único que dice de lo que sabe es esto: es”. El contenido que
aporta no es más que el ser de la cosa, el hecho de que la cosa es, y nada má s.
Eso es lo esencial para el saber sensorial, el puro ser. Entonces, la simplicidad e
inmediatez de la verdad sensorial es el conocimiento má s abstracto y pobre.
-La estructura de la certeza sensorial segú n este primer aná lisis es: 1) la
conciencia, un puro yo, un puro este, individuo singular, y 2) el objeto, un esto
puro, lo singular, lo que está siendo. Entre estos dos no hay mediación, no hay
significados mú ltiples.
-Verdad del saber sensorial: el puro ser.
-Certeza del saber sensorial: referencia pura e inmediata.
-En esta caracterizació n es irrelevante que pueda haber un conjunto diverso de
referencias del objeto segú n sus mú ltiples posibles disposiciones y relaciones. Al
menos en este momento, lo ú nico que interesa de la certeza del saber sensorial es
la inmediatez simple de un esto cualquiera.
§92: Una primera manera de considerar la diferencia.
- “Pero, en el puro ser, (…) está n jugando a la vez, si miramos detenidamente,
muchas otras cosas má s. Una certeza sensorial efectiva no es solamente esta
pura inmediatez, sino que es un ejemplo de la misma”.
- Del puro ser de una certeza sensorial efectiva se separan un este en cuanto yo, y
un esto en cuanto objeto. Del puro ser surge una diferencia. Los dos elementos
de esta diferencia está n relacionados/mediados de la siguiente manera:
- “Yo tengo esta certeza por otro, a saber, la cosa”.
- La cosa “está en la certeza por otro, a saber, yo”.
§93: Se ha establecido la diferencia entre esencia y ejemplo, inmediatez y
mediación.
-Desde dó nde se establece tal diferencia. “No la hacemos solo nosotros”. La
anterior descripció n es hecha segú n ese “nosotros”.
-Pero, “es en la forma en que esté en la certeza (…) como se habrá de registrar tal
diferencia”. Segú n esta segunda manera de considerar la diferencia, en la
certeza hay:
-Lo simple que es de modo inmediato, esto es, la esencia, el objeto, lo
verdadero. Indiferentemente de si es sabido o no, es.
-Lo inesencial y mediado, esto es, el yo que sabe al objeto porque este es.
Este yo es en virtud de otro (no es en sí), un saber que puede ser o no ser.
“El saber no es si no hay objeto”.
§94: Se debe examinar primero el objeto, el esto.
-Si su concepto de esencia corresponde al modo en el que está presente en la
certeza sensorial.
-Se debe examinar al objeto “tal como la certeza sensorial lo tiene en ella”. Se le
debe preguntar a la certeza sensorial misma.
§95: Qué es el esto.
-Su ser tiene una figura doble: el ahora y el aquí. Estos dos elementos se
relacionan de manera dialéctica.
-Qué es el ahora. Ejemplo de verdad sensorial: el ahora es la noche. A
continuació n, se lleva a cabo el experimento de anotar dicha verdad sensorial en
un papel. Con el transcurrir del tiempo, esa verdad queda insulsa.
§96: Sin embargo, el ejemplo según el cual el ahora es noche queda conservado de
alguna manera en el papel.
-El ahora “se lo trata como aquello por lo que se lo hace pasar, como algo que es”.
-Sin embargo, “se revela (…) como algo que no es”.
-Sea de día o sea de noche, el ahora (solo) se mantiene. “…No es ni esto ni aquello,
(…) es indiferente a ser aquello o esto”. Es decir, en el transcurrir del tiempo, la
noche y el día cambian, pero el ahora continú a siempre. El ahora, entonces, es
conservado como “algo negativo en general”. Pero esto trae como
consecuencia que ya no sea inmediato. [Es importante notar que esto contrasta
con lo que el §93 dice respecto a la diferencia esencia/ejemplo aplicada al objeto y
al yo registrada tal como está presente en la certeza sensorial: que lo esencial,
correspondiente al esto que es (objeto), es inmediato y simple].
- El ahora como algo negativo en general “no le afecta para nada este ser otro
suyo”. El ahora se conserva independientemente de si es de noche o de día, pero
siempre o es de noche, o es de día o de tarde, etc. Entonces, el ahora es
determinado por otro, es mediado. No obstante, “sigue siendo tan simple
como antes”, y esto en virtud de la negación que lo conserva.
-Segunda formulación de lo verdadero en la certeza sensorial: “lo universal es,
de hecho, lo verdadero de la certeza sensorial”.
§97: Lo sensible se pronuncia de manera universal, pero no se representa.
-Lo sensible es un esto universal, el ser en general. Eso es lo verdadero de la
certeza sensorial, aquello que expresa el lenguaje.
-Sin embargo, esto es diferente al ser sensible que “queremos íntimamente decir”.
Esto no puede ser expresado por el lenguaje.
§98: La dialéctica del ahora también se reproduce en la otra forma del esto: el aquí.
- “El aquí es, por ejemplo, el árbol. Me doy la vuelta, y ya ha desaparecido esta
verdad, se ha invertido en lo opuesto”.
- “El propio ahora no desaparece; (…) es permanentemente en el desaparecer de la
casa, el á rbol (…). El este se vuelve a mostrar, entonces, como simplicidad mediada,
o como universalidad”.
§99: Puesto que lo universal es lo verdadero de la certeza sensorial, el puro ser, en
tanto su esencia, no es algo inmediato, sino que, por la negación, es algo mediado.
-El puro ser es el ser con la determinación de la abstracción, de lo universal
puro. Esto es completamente diferente a lo que “queremos íntimamente decir”, al
esto sensible particular de la opinió n de cada yo.
§100: Dos momentos de la relación entre el saber y el objeto. El segundo momento
es inversión del primero.
- En el análisis de la dialéctica entre el ahora y el aquí, el objeto de la certeza
sensorial se revela como lo universal. Eso implica que pase a ser lo má s
inesencial, que ya no sea “como debiera ser esencialmente para la certeza
sensorial”.
-La certeza sensorial “se halla ahora presente en lo opuesto, en el saber, que antes
era lo inesencial”. Esto se ve en el §93. Ahora, el saber pasa a ser lo esencial. “La
certeza sensorial (...) ha sido expulsada del objeto, (...) y se la ha hecho retroceder
al yo”.
§101: Ahora, la fuerza de la verdad de la certeza sensorial reside en la inmediatez
del ver, oír, etc. del yo.
-El ahora y el aquí singulares que se quieren íntimamente decir son retenidos por el
yo, y así no desaparecen. Este momento de la certeza sensorial es el punto de vista
inmediato de la experiencia del yo.
-Contrastando las perspectivas igualmente inmediatas de diferentes “yo”, se
manifiesta una relació n dialéctica: “Yo, éste yo, veo el á rbol y afirmo al árbol como
estando aquí; otro yo, empero, ve la casa y afirma que el aquí no es un á rbol”.
“Ambas verdades tienen la misma acreditació n [la seguridad de la inmediatez], (...)
pero una desaparece en la otra”.
§102: El yo en cuanto universal no desaparece. Su ver, que media a través de la
negación de cualquier ejemplo, siempre permanece simple.
-Al igual que con el ahora, aquí y esto generales, el yo universal que quiere
íntimamente decir un yo singular, no puede. “Al decir: este aquí, ahora o un
singular, digo TODOS estos, todos los aquís, ahoras, singulares; asimismo, al decir
yo, este yo singular, estoy diciendo, en general, TODOS los yos”. En este momento, el
objeto sensible, al igual que el yo, es universal.
-Si a la ciencia se le exige que deduzca o encuentre a priori un esto singular, sin
duda fracasará puesto que no es posible decir lo singular que se quiere
íntimamente decir.
§103: La certeza sensorial experimenta que su esencia no está ni en el objeto ni en
el yo.
-En tanto universales, ni el objeto ni el yo tienen inmediatez. En esa mediació n
universal, “aquel ahora, o aquí, o aquel yo que quiero íntimamente decir, no
persisten, ni son”. La certeza sensorial experimenta la universalidad del objeto y el
yo como inesencial. Esto quiere decir que no se debe colocar la esencia de la
certeza sensorial en solo uno de sus momentos ni se debe entender estos ú ltimos
como contrapuestos.
- “Todo esto nos lleva a poner el todo de la certeza sensorial misma como esencia
de esta”. Toda la certeza sensorial se mantiene firme en sí misma como inmediatez,
“y de este modo excluye de sí toda contraposició n que tuviera lugar en lo anterior”.
§104: La certeza sensorial toda pasa a ser inmediatez pura.
-La verdad de la certeza sensorial toda “no hace, entre el yo y el objeto, ninguna
diferencia por la condición de esencial o inesencial”.
-La verdad de la certeza sensorial toda “se mantiene como referencia que
permanece igual a sí misma”. No puede darse lugar a ninguna diferencia.
-El ser-otro del aquí que es á rbol, y que también pasa a ser casa, no es considerado
en este momento de inmediatez pura: “yo soy un puro intuir; (…) me aferro a una
ú nica referencia inmediata”.
§105: “La verdad de esta referencia inmediata es la verdad de este yo que se
restringe a un ahora o un aquí”.
-Esta verdad no se puede tomar después ni desde cualquier tipo de distancia ya
que, de esa manera, se cancelaría la inmediatez que le es esencial: “tenemos (…)
que entrar en el mismo punto del tiempo o del espacio y hacérnoslos mostrar, esto
es, hacer de nosotros el mismo este yo que es el que sabe con certeza”.
§106: El ahora que es versus el ahora mostrado. Dialéctica que resulta del análisis
de la inmediatez pura de la certeza sensorial toda.
-El ahora que es ahora, deja de ser tal apenas es mostrado: “el ahora segú n nos es
mostrado, es algo sido; y esta es su verdad (...). Pero lo que ha sido no es, de hecho,
esencia alguna; no ES, y de lo que se trataba era del ser”.
§107: Ni el ahora ni el señalar el ahora son algo simple e inmediato. Son un solo
movimiento compuesto de diversos momentos.
-El yo señ ala un ahora afirmado como lo verdadero. En otras palabras, un esto
inmediato trata de ser aprehendido. Sin embargo, en este intento, el esto inmediato
se convierte en otro, esto es, en algo no inmediato que ya no es como en el instante
antes de ser señ alado. En el señalar se cancela la primera afirmación de un
ahora inmediato como lo verdadero. Eso implica que se está afirmando una
segunda verdad: que el ahora en cuestió n ha sido cancelado, que ya no es. Sin
embargo, puesto que “lo sido no es”, entonces, se niega la negació n del ahora. Esto
quiere decir que se vuelve a la primera afirmació n: “que ahora es”.
-Pero en el mencionado retorno, el ahora ya no es inmediato y, por tanto, ya no es
idéntico al primer momento. Este retorno es algo reflexionado dentro de sí: “...este
es el ahora de verdad; el ahora como día simple que tiene dentro de sí muchos
ahoras”.
- “El señalar es por sí mismo, pues, el movimiento que enuncia lo que el ahora es
en verdad; a saber, un resultado, o el compendio de una pluralidad de
ahoras; y señ alar es hacer la experiencia de que el ahora es universal”.
§108: Lo señalado es un múltiple ser-otro o una complexión simple de muchos
ahoras, aquís.
- “El aquí señalado que yo retengo firmemente es igualmente un esto aquí que, de
hecho, no es esto aquí, sino un delante y un detrá s, un arriba y un abajo, un a la
derecha y un a la izquierda”.
-El aquí al que se señ alaba y al que, supuestamente, se retenía, en realidad
“desaparece en otros aquís, pero estos desaparecen igualmente; lo señ alado, lo
retenido firmemente, lo permanente es un esto negativo”.
- “El señalar muestra ser, no un saber inmediato, sino un movimiento que
parte del aquí que íntimamente se quería decir, atraviesa muchos aquís y
llega al aquí universal, el cual, igual que el día es una multiplicidad simple de
ahoras, es, por su parte, una multiplicidad simple de aquís”.
§109: La certeza sensorial es su historia, la historia de su movimiento o experiencia.
La historia de su movimiento o experiencia es dialéctica.
- La conciencia natural vive la experiencia de la certeza sensorial, recorre siempre
ese movimiento hasta llegar al resultado de lo verdadero de dicha certeza, para
luego olvidarlo y volver al comienzo.
-Es erró neo pretender que la realidad o el ser del esto sensible tiene verdad
absoluta para la conciencia, que la verdad del esto sensible para la conciencia es
una experiencia universal. Tales afirmaciones dicen lo contrario de lo que quieren
decir, aunque no lo saben.
- “(..) cada conciencia vuelve a cancelar ella misma una verdad semejante (...): el
aquí es un árbol, o el ahora es mediodía, y pronuncia lo contrario”. Las afirmaciones
que cancelan a su precedente, afirman otros estos. Y en tanto afirmaciones
positivas de estos, también son canceladas por subsiguientes afirmaciones. Esto
quiere decir que un esto singular no puede ser universal. Lo que es universal
es el múltiple ser-otro señalado, el movimiento que parte del aquí inmediato
(lo íntimo que se quiere decir), atraviesa muchos aquís, y llega al aquí
universal que engloba en sí a la multiplicidad recorrida (§108). Lo mismo
sucede con el ahora.
-Quienes dicen que la verdad de la certeza sensorial consiste en que la singularidad
de un ú nico esto sensible es de carácter absoluto y universal no solo está n
equivocados, sino que está n un paso atrá s de “las bestias”. Estas sí llegan a
comprender la nulidad de las cosas sensibles ya que no se quedan paradas delante
de ellas contemplando su realidad en sí, sino que se las devoran y así consuman su
nulidad.
§110: Para no confundir la verdad de la certeza sensorial, se debe prestar al
fenómeno de que siempre que se quiere decir un singular, se termina diciendo un
universal.
-A la íntima opinión siempre se le escapa la expresión de aquello particular
que ve, escucha. El lenguaje siempre va un paso má s adelante, ya que
automáticamente transforma en universal aquello singular que se quiere
íntimamente decir. “El esto sensible que se quiere íntimamente decir es
inalcanzable para el lenguaje, el cual pertenece a la conciencia, a lo universal en sí”.
-A quienes se les escapa el fenó meno mencionado, creen estar aprehendiendo sin
mediació n una existencia efectivamente real, absolutamente singular, eternamente
individual e idéntica ú nicamente a sí misma de un objeto externo. “Esta existencia,
dicen, tiene absoluta certeza y verdad”. Sin embargo, “dicen de ellas solamente lo
universal”, ya que todas y cada una de las cosas singulares comparten el modo
de ser singular y efectivamente real. Por ejemplo, cuando se dice “este pedazo
de papel”, en realidad, dicha afirmació n está expresando a todos y cada uno de los
papeles que cumplen con ser un pedazo de papel.
-Si se señ ala un esto sensible para tratar de contrarrestar la capacidad del lenguaje
de “invertir inmediatamente (…) el íntimo querer decir y convertirlo en otra cosa”,
lo que se está haciendo es reproducir “la experiencia de lo que de hecho es la
verdad de la certeza sensorial; (...) un conjunto simple de muchos aquís, es
decir, que es un universal”.
-Para cerrar, se hace la conexió n con la percepció n. Al registrar tal como es en
verdad la certeza sensorial (universal), no se está conociendo algo inmediato, sino
que se está percibiendo algo. “[Al señ alar el pedazo de papel], lo registro tal como
es en verdad, y en lugar de saber algo inmediato, lo tomo por verdadero, lo
percibo”.