Arte 3 Prueba Final
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Arte 3 Prueba Final
La arquitectura del siglo XIX es una arquitectura urbana. En este siglo las ciudades crecen
vertiginosamente. Londres, por ejemplo, pasa de un millón de habitantes a finales del XVIII a
casi dos millones y medio en 1841. Además, nacen nuevos núcleos urbanos en lugares
situados cerca de las fuentes de energía o de materias primas para la industria. La revolución
industrial iniciada en el siglo XVIII en Inglaterra se difunde a Europa y a los Estados Unidos de
América. La industrialización crea la necesidad de construir edificios de un nuevo tipo
(fábricas, estaciones de ferrocarril, viviendas, etc.) y demanda que éstos sean baratos y de
rápida construcción; al mismo tiempo aporta soluciones técnicas a las nuevas necesidades.
Por esta razón, desde el siglo XIX, la arquitectura y el urbanismo van indisolublemente ligados
a la industrialización.
La ciudad decimonónica
La nueva ciudad se caracteriza por la separación entre barrios burgueses (céntricos, con
grandes avenidas y núcleos comerciales elegantes) y barrios obreros (con viviendas
miserables, a menudo no urbanizadas, insalubres), por la importancia creciente de las vías de
comunicación interna y por la aparición de nuevos edificios -las fábricas- con sus sórdidos
alrededores. La ciudad decimonónica, en definitiva, es un fiel reflejo de la nueva estructura
social.
Los reformistas:
John Ruskin: se convierte en adversario de toda nueva forma de vida introducida por la
revolución industrial. En la medida en que en ciertas épocas del pasado se han desarrollado
armónicamente los procesos de producción (Edad Media), defiende que la solución consiste
en volver a las fórmulas del siglo XII y se convierte en paladín del revival neogótico. En
particular, frente al hierro admite que pueda usarse como sustituto de la madera, pero
concluye que “solo puede usarse como elemento de unión, y no como elemento portante.
William Morris: fundar un taller de artes decorativas. La firma produce tapices, tejidos, papel
mural, muebles y vidrio. Su objetivo es producir arte “del pueblo para el pueblo”, pero como
rechaza la producción mecánica, sus productos son caros y solo accesibles a los ricos. El
contacto con la práctica le permite superar las limitaciones de su maestro Ruskin. El concepto
de Arquitectura es completamente moderno, abarcando todo el ambiente que rodea la vida
humana, porque “la arquitectura es el conjunto de las modificaciones y alteraciones
introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas”. En
el plano político asocia la producción mecánica al capitalismo, por lo que piensa en la
revolución socialista, sustituyendo las grandes aglomeraciones urbanas por pequeñas
comunidades, donde los objetos son producidos por procedimientos artesanales. Se refiere a
la Edad Media cuando expone sus ideas sobre la organización del trabajo, coincidiendo con
Ruskin.
Ambos reformadores proponían: la investigación formal aplicada a las nuevas posibilidades
industriales, viendo en el artesano una figura a destacar: para ellos, el artesano no debería
extinguirse a causa de la industria, sino hacerse su agente transformador, su principal
elemento de producción
Se conoce como arquitectura historicista a aquella que trata en sus obras la representación
de estilos históricos de tiempos pasados. Surge paralelamente al movimiento romántico que
aparece en la segunda mitad del siglo XIX y se continúa en el tiempo hasta las primeras
décadas del siglo XX.
A diferencia con el eclecticismo arquitectónico, que proclamaba la mezcla de estilos sin límites
para dar lugar a un producto nuevo y propio del momento, la arquitectura histórica recrea los
estilos de las grandes obras del pasado de modo individual y con cierta fidelidad, aunque
acepta algunas mezclas entre ellos, incluyendo además elementos técnicos y culturales
propios del momento.
La arquitectura historicista dio lugar a distintas variantes, según trate de adaptarse a los
diferentes estilos históricos anteriores, dando lugar a los neos, denominándose entonces:
neobizantino, neogótico, neorrenacentista, neobarroco, etc.
La obra de Charles Garnier se caracteriza por sus resonancias neobarrocas está considerado
hoy en día, la máxima expresión del estilo Napoleón III o Segundo Imperio. Construyó la
famosa Opera de Paris (1861-1875), en el centro de los elegantes barrios remodelados por el
barón Haussman. Con la Opera inaugura el estilo Napoleón III, se convirtió en el lugar idóneo
para el encuentro y lucimiento de la sociedad opulenta. La decoración neobarroca de su
fachada está muy vinculada a la fastuosidad ecléctica de sus interiores consiguiendo un
admirable equilibrio entre el interior y el exterior. La entrada destaca por la gran escalera que
conduce al auditorio exteriormente cupulado.
El hierro y el cristal se complementan puesto que permiten construir edificios que sean a la
vez grandes y ligeros, transparentes. Son respuestas a las nuevas necesidades: puentes de
amplio tendido, edificios de varias plantas que necesiten estar despejadas, como las naves de
las fábricas, mercados, estaciones de ferrocarril, etc.
La máxima expresión de la arquitectura del hierro son las construcciones para las
exposiciones universales. El Palacio de Cristal de Londres (obra de Joseph Paxton, de 1851)
es una construcción-esqueleto a partir de elementos prefabricados en serie. Este tipo de
construcciones “por piezas” se pueden montar y desmontar, trasladar e instalar en otra
ubicación.
Con Henri Labrouste, que construye la Biblioteca de Sainte Geneviève de París, se concilian
las dos orientaciones,. Se trata del primer edificio público construido con hierro fundido y
hierro forjado desde los cimientos hasta la cubierta. Sin embargo, aún se “enmascara” el
edificio con fachadas de estilos clásico; lo mismo sucede en su Biblioteca Nacional de París.
Gustave Eiffel construyó una torre de 300 metros que se ha convertido en símbolo de la
modernidad. Fue proyectada a partir de estudios realizados a los pilares metálicos de los
puentes. Las curvas de los laterales proporcionan fuerza y belleza y los huecos favorecen el
paso del aire garantizando la estabilidad del edificio. Representa la idea de progreso vinculada
a la renovación tecnológica, sin embargo muchos lo consideraron como algo tosco carente de
sensibilidad artística. Representa un nuevo orden de belleza el de la tecnología industrial
Art Nouveau:
A pesar de la diversidad de interpretación, el Art Nouveau fue un estilo internacional. El nuevo
estilo mostraba connotaciones progresistas, alegría por vivir, el gusto por gastar y consumir.
Fue el estilo de los barrios burgueses, de los grandes almacenes, de los ferrocarriles, de las
casas de pueblo.
Otra característica del estilo es la completa liberación de las formas del pasado. Luego de los
grandes avances tecnológicos del siglo, el desarrollo de la industria, la ciudad moderna, con
nuevos ideas urbanísticas y tipologías estructurales, todavía faltaba el nuevo estilo, un nuevo
lenguaje. La liberación de las formas tradicionales se apoyó en el uso de nuevas tecnologías,
y en el uso de éstas para materializar los nuevos gustos.
La tercera característica del estilo es la unificación de las artes puras y aplicadas. La unión
entre la industria y el artesano.
Desde el punto de vista morfológico, las características son: acentuación lineal, el uso del
hierro y su aplicación más variada, la tendencia de usar muchos materiales en un mismo
edificio, la piedra, el ladrillo, la cerámica, el vidrio, la madera, la variedad de colores, la
búsqueda de agrupar más sectores productivos. La relación con la naturaleza es tan
importante que su organicidad inspira la propia conformación arquitectónica.
Comenzaron a utilizarse formas de organismos naturales (tallos, huesos, flores, hojas y hasta
animales) que se sobreponen a los elementos estructurales funcionales, pero sin valor
simbólico, que hasta ese entonces habían sido empleados por la arquitectura tradicional. Por
ejemplo, de ciertos huesos se sirvió el arquitecto Antonio Gaudí en su obra, la Casa Batlló, en
cuya fachada los balcones aparecen como caravelas humanas y las columnas como
articulaciones óseas, el ornamento a la vez que estructura, decora y alude. Es importante
además, la ambientación. Los interiores se vuelven más claros y sencillos, acentuados por la
continuidad espacial que crea unidad estilística entre los detalles y el contexto, ejemplo de ello
son las múltiples variedades del alumbrado dentro y fuera de las piezas. La fachada adquirió
valor como ente decorativo, y se suman a las características formales que identifican al estilo
en su versión arquitectónica, el uso del arco bajo, del azulejo y de nuevos materiales, dúctiles
y maleables, como el vidrio y el hierro, que sugerían transparencia, flexibilidad y vigor.
Guimard(1867-1942)
Guimard(1867-1942) contribuyó a popularizar el estilo al diseñar varios accesos a las
estaciones del metro del Paris. Este es el caso de la estación de Porte Dauphine. La entrada
se enmarca con una marquesita formada por pétalos de vidrio y verjas de hierro curvado
semejantes a tallos. Se trata de estructuras de metal fabricadas en serie e intercambiables
Fue adoptado por los impresionistas como su líder por ser el de mayor edad entre todos
ellos y haber sufrido la censura y prohibición de algunos de sus cuadros por parte de las
instituciones políticas del segundo imperio francés (Napoleón III). Su temática es variada
pero siempre profundiza en la psicología de los personajes, pinta tanto exteriores como
interiores, su colorido es intenso y variado, su pincelada es cambiante, a veces precisa y
clara, otras veces deshilachada y suelta. Utiliza frecuentemente contornos nítidos y
definidos.
Almuerzo campestre: Uno de los más polémicos cuadros de Manet ya que aparece un
desnudo femenino sin justificación aparente. Dos elegantes caballeros y dos damas disfrutan
de la naturaleza en un paisaje de gran belleza. Son Victorine Meurent (desnuda) su modelo
favorita, el escultor holandés Ferdinand Leenhoof y su hermano Gustave Manet. Luces y
sombras en poderosos contrastes refuerzan la sensación de perspectiva y de
tridimensionalidad. Es una escena relajada y agradable, con una bellísima naturaleza muerta
en primer plano a la izquierda (cesto, panes, mantel, frutas, ropas...). Abunda el negro y los
contornos están muy bien perfilados. La modelo posa y es consciente de ello, incluso mira al
espectador con descaro, algo increíble para la época mientras la otra dama se entretiene
recogiendo florecillas junto al arroyo vestida con una especie de camisón. Los matices
cromáticos son preciosos: gris y negro en los hombres, blanco nacarado en el cuerpo
femenino, verdes y ocres en la vegetación. Resulta chocante el contraste entre la desnudez
de la dama y los caballeros completamente vestidos hasta con sombrero. Este cuadro es
considerado como el punto de ruptura con el clasicismo imperante en la época y atrajo a los
impresionistas en torno a Manet, animándole a pintar más obras transgresoras como ésta.
El gran canal de Venecia: Manet estuvo en Venecia y quedó impresionado por la especial
luz de la ciudad, como ya les había sucedido a tantos artistas de todas las épocas. En una
composición perfectamente centrada, un gondolero maneja su embarcación por el Gran
Canal y es captado en el momento de pasar entre los famosos postes coloreados que sirven
para atracar las barcas. Los palacios del fondo, el agua con sus matices cromáticos y el
aspecto impresionista de las pequeñas pinceladas ejecutadas con rapidez y precisión hacen
de esta escena una delicia para la vista.
IMPRESIONISMO:
IMPRESIONISMO: El Impresionismo es una reacción contra el arte oficial y el estilo naturalista
que venía desarrollándose, el que preconizaba unos valores temáticos y estéticos instaurados
desde el Renacimiento. Es un estilo realista, pero a su manera. El pintor tiene que pintar lo que
ve. Es decir, en vez de representar la realidad de una forma inmutable, los pintores
impresionistas la representan como un devenir, intentando captar el instante.
La vida burguesa. Como miembros de esta clase social, los pintores reflejan su
propia vida.
La intimidad de sus casas. Se reflejan sus viviendas y sus intrascendentes actos del día a día
como peinarse, lavarse, mirarse al espejo, disfrutar de la lectura o de una taza de té. En esta
subcategoría temática destacan las mujeres impresionistas.
Su ocio. Los pintores impresionistas disfrutan del tiempo libre y lo muestran: paseando por el
parque o por el jardín; asistiendo a la ópera, al circo, al teatro, al ballet, a las carreras de
caballos; bailando en las fiestas populares; tomando una copa en los cafés; descansando en la
playa; pescando; nadando; regateando…
En definitiva, los temas son sencillos y no importan tanto como la forma en que se presentan.
Paisajistas:
Claude Monet: (1840 – 1926) estaba centrado en la representación del momento fugaz e
irrepetible, en la existencia y no en la esencia, en la atmósfera, el aire y la luz. Todas las cosas
que contemplamos no son inmutables sino que nuestra percepción de las mismas cambia
según las contemplemos de día o de noche; con luz natural o artificial; en días claros o
nublados; al amanecer, al mediodía o por la tarde; un día primaveral o invernal; en días
despejados o con calima, niebla, etc. Es por esto por lo que un buen viajero debe tomar
contacto con una ciudad o un entorno en todas las condiciones atmosféricas y lumínicas
posibles. Solo esto le permitirá conocer profundamente ese escenario.
A los impresionistas, y concretamente a Monet, les atrae mucho todo lo que está sujeto a
cambios, por lo que pintan flores, nieve, agua, nubes, etc. Pero como un instante puede bastar
para cambiarlo todo, el pintor debe darse prisa en su trabajo para captar lo instantáneo puesto
que, un minuto después, la luz habrá cambiado al igual que las nubes, el agua o cualquier cosa
de las representadas.
Se pinta al aire libre, única manera de aprehender todo lo indicado. Monet pinta tanto paisajes
naturales como urbanos, escenas de ríos, estanques, lagos, catedrales, calles, su producción
es enorme. Pinta sin contornos, no utiliza el color negro y las pinceladas van el colores puros,
sin mezcla.
Impresión, sol naciente: Del título de este cuadro se generalizó la palabra impresionismo para
todos estos pintores que en torno a 1870 tenían características comunes. En un paisaje gris
perteneciente a un triste puerto comercial destaca con fuerza un sol anaranjado en el momento
del amanecer. Grúas, barcos y chimeneas son monocromáticos porque este sol aún no ha
iluminado los objetos y por eso parecen del mismo tono grisáceo. Pinceladas sueltas que no
permiten apreciar nada a corta distancia pero que configuran la escena perfectamente a mayor
distancia de observación.
Camille Pissarro (1830-1903): No era tan feroz ni ortodoxo como Monet, la realidad en sus
cuadros se percibe bastante clara, sus paisajes son más verosímiles. Estuvo influenciado por
la escuela de Barbizón y por Turner. Se concentró en representar paisajes urbanos.
Figura humana:
Mu ch a ch a de sn u da al so l (1 87 4 )
EL BAILE DE LE MOULIN DE LA G A L E T T E (1 87 6 )
POST-IMPRESIONISMO: El impresionismo, con su afán por captar la luz del natural, había ido
disolviendo las formas en su ambiente y todos los elementos del cuadro habían ido perdiendo
volumen, dibujo y sentido del espacio. En los últimos años del XIX y principios del XX nos
encontramos con unos pintores que partiendo del impresionismo, derivan hacia una
pintura personal que anuncian algunos de los movimientos pictóricos más importantes del
siglo XX. El postimpresionismo supone entre otras cosas una recuperación de la importancia
del dibujo y de la preocupación por captar no sólo la luz sino también la expresividad de las
cosas y de las personas iluminadas. su trascendencia para la evolución del arte es, si cabe,
mayor que la de los pintores impresionistas.
Algunas características generales, con inclusión del pintor que mejor las representa:
- Interés por la construcción de la forma, el dibujo y la expresividad de los objetos y figuras
humanas.
- Conciliación entre efecto volumétrico (conculcado por el fulgor luminoso impresionista que
casi había desmaterializado las formas) y el gusto puramente estético (Cézanne).
- Concepción del cuadro a base de cuerpos rigurosamente geométricos (Cézanne).
- Empleo de colores contrastantes para distendir y definir los planos y formas.
- Efectos pictóricos basados en búsquedas estructurales, espaciales y cromáticas.
- Utilización de colores puros con gran carga emotiva (Van Gogh) y modulados (Gauguin).
- Creaciones imaginativas a base de pinceladas cursivas que intentan expresar la angustia y el
desconsuelo interior (Van Gogh).
- Interés por lo exótico (Gauguin) y los bajos fondos (Toulouse-Lautrec).
- Creación de composiciones simplificadas y estáticas, buscando la armonía de las masas
cromáticas encerradas en perfiles bien ceñidos (Gauguin).
INFLUENCIAS
- De los impresionistas, el gusto por los contrastes de colores en Cézanne.- De Rubens, de los
neoimpresionistas y de la estampa japonesa, el rico cromatismo, los colores puros y la
cursividad fluyente de las formas en van Gogh.- De las culturas exóticas de Oceanía, el
primitivismo en Gauguin.
Puntillismo: Como su propio nombre indica, esta técnica consiste en pintar a base de
pequeños puntos de color puro. Ahora la Naturaleza hay que verla con los ojos de la mente.
Hay que superar la concepción retiniana para incidir en una más conceptual. Este es el punto
de partida para el arte abstracto posterior.
Georges Seurat(1859-1890): Fue el impulsor del movimiento, era de carácter metódico. Quizá
su inquietud en el campo de lo intelectual le lleva a la práctica de este estilo. Le interesó mucho
el color, de ahí que estudiara tratados de luz y color. Se basó en la obra de Charles Blanc:
Gramática de las artes del dibujo para deducir que "El color sometido a leyes fijas podía
enseñarse al igual que la música". Estudió delicadamente el tema de la complementaridad de
los colores, estudió pintores anteriores como Delacroix y Veronés, le apasionaron los escritos
de Leonardo. Según Seurat toda la práctica debía estar regida por la observación. Es
necesaria la utilización de colores puros y complementarios. Al observar una obra puntillista, la
retina procede a fundir los puntos de color. El fundamento del color viene dado por la
división del tono en sus componentes e integrantes.
Paul Gauguin (1848-1903). Se inicia en el impresionismo con Pissarro; deja una vida
confortable, familia, mujer e hijos y se instala pobremente en París y Bretaña y después se
traslada a Tahití, donde pinta sus series de mujeres tahitianas. Destaca por el uso tan
expresivo que hace del color con tonos fuertes, vivos y muchas veces arbitrarios que dispone
en grandes planos delimitados por ritmos lineales curvos. Tiene dos temas preferentes: el
mundo exótico de Tahití y el "primitivismo" de Bretaña. Su obra es preferente del simbolismo y
su sentido del color influirá en los fauvistas y expresionistas. Renuncia a la perspectiva,
suprime el modelado y las sombras e identifica la sensación de plano igual que en las pinturas
japonesas.
Simbolismo:
Gustave Moreau:
• Desde el punto de vista pictórico, configuró un estilo muy libre. Modificó la técnica
académica, trabajó el pigmento con texturas muy gruesas, por lo que la superficie resulta
irregular.
• El mundo de Moreau está poblado de adolescentes andrógenas y mujeres
fascinantes y perversas, muestra también una predilección por lo monstruoso.
• Se hace muy visible en sus obras el interés por lo oriental, tanto en la elección de
los temas como en la decoración decadente de sus cuadros.
• Parecen visiones que van más allá del tiempo y del espacio.
Odilon Redon:
• Tentación luciférica.
Escuela de Pont-Aven:
• Esta escuela reunió, bajo la tutela del conocido artista Paul Gauguin, a muchos
alumnos de la institución de Bellas Artes de París.
• Este grupo de pintores seguidores de Gauguin estaban dispuestos a seguir sus
enseñanzas al margen de la Academia.
• Las obras nacidas bajo la Escuela se caracterizan por el uso enfático de colores
puros y la libertad de elección de los mismos, una temática simbolista, además de la marcada
influencia del arte primitivo y las estampas japonesas.
• El espíritu que exaltan sus obras hace que sean considerados simbolistas.
Paul Gauguin:
• Su obra está considerada como unas de las más importantes de entre los pintores
francese del Siglo XIX.
• La sensualidad del color y el interés por la naturaleza primitiva son resultado de
estos viajes.
Los Nabis:
• Los Nabis fue integrado por un grupo de pintores franceses de la última década del
siglo XIX. El grupo fue creado por Paul Sérusier, y estaba formado por miembros de la
Académie Jullien de París, conectados por su reacción contra el impresionismo y su adhesión
a los colores planos y al sentido del dibujo de Paul Gauguin.
• Tuvo como tipo la virtud de devolver todo el prestigio a la plástica pura,
aprovechando lo mejor y más sensible del simbolismo y redescubriendo las ventajas de la
libertad técnico-expresiva propia del Impresionismo, frente al dogmatismo puntillista.
Predicando que una obra de arte es el producto final y la expresión visual de la síntesis de un
artista de la naturaleza en metáforas personales estéticas y símbolos,
• Ellos prepararon el terreno para principios del desarrollo del siglo XX del arte
abstracto y no figurativo.
.Se interesarán y mucho por lo exótico y lo oriental. Todo lo que tenga que ver con culturas
alejadas y exóticas les servirá para inspirarse y crear nuevas obras.
Dentro de los temas, destaca el ámbito burgués y doméstico (donde se desarrolla su vida y la
gente vive placidamente).
Los Nabis realizarán una pintura basada en la deformación: deformarán la realidad de dos
maneras; una objetiva (aquella deformación de la realidad que se ve) y una subjetiva
(deformación gracias a la emoción).
Con respecto al color, hay que decir que será un elemento prioritario en las composiciones
para los artistas de este movimiento. Utilizarán, normalmente, colores planos de gran sentido
estético. Emplearán tonos que van de la gama de los pardos a los verdes, pasando por ocres,
azulados, etc.
Emplearán a menudo como soporte el cartón y el papel (materiales que absorben más el
color, por tanto, los colores se matizan, perdiendo así parte de su agresividad).
También trabajan sobre cartón y al temple, de ahí que resulte una pintura menos brillante.
Harán también litografías, vidrieras, grabados, dibujos para ilustrar libros, revistas y todo tipo
de publicaciones.