HISTORIA SOCIAL - Trabajo Práctico Integrador REVOLUCION FRANCESA VOVELLE Y BEJAR - REVOLUCIONES BURGUESAS BIANCHI
HISTORIA SOCIAL - Trabajo Práctico Integrador REVOLUCION FRANCESA VOVELLE Y BEJAR - REVOLUCIONES BURGUESAS BIANCHI
HISTORIA SOCIAL - Trabajo Práctico Integrador REVOLUCION FRANCESA VOVELLE Y BEJAR - REVOLUCIONES BURGUESAS BIANCHI
Hasta 1789 Francia se regía por una monarquía absoluta, los propios revolucionarios
fueron quienes de forma peyorativa llamaron a la Francia de antes de 1789 el “Antiguo
Régimen”.
La sociedad feudal de ese momento, era una sociedad estamentaria, y jerarquizada. Los
tres estamentos eran: la nobleza, el clero, y el tercer Estado. No solo estaba divida en
estos estamentos, sino que también tenía una estructura piramidal.
Las primeras señales de descontento y malestar fueron en el campo francés para 1780,
debido a un estancamiento de los precios del cereal, una seria crisis de superproducción
vitícola, y posteriormente en 1786 el tratado de comercio anglo-francés, que generó
grandes dificultades a la industria textil.
Los campesinos tendrán un papel importante en la lucha junto con la burguesía, en
contra de la nobleza y sus abusos de poder. Por un lado los burgueses de profesiones
liberales tuvieron un papel esencial en la revolución, y por otro los Artesanos y
minoristas que también estaban descontentos, y eran ideológicamente dependientes de
la burguesía.
Al provocar la hostilidad entre los campesinos y de los burgueses, la reacción señorial y
la nobiliaria generaron la creación del clima prerrevolucionario, comprometiendo a la
monarquía. . La Revolución comienza entonces, como un conflicto de la nobleza hacia
el rey.
Para 1789 Luis XVI hacía 14 años que está en el poder. El mismo es quien impone los
agentes de su centralización, que eran la policía, la justicia y las finanzas, que eran su
representación en las provincias. También contaba con la docilidad de los cuerpos
intermediarios, como el Parlamento. Su monarquía era de derecho divino, con figura
paterna y personaje sagrado. El poder absoluto del rey y la sociedad del Antiguo
Régimen estaban en peligro. La principal causa es el carácter inconcluso del marco
estatal y el crecimiento del descontento en los diferentes estamentos de la sociedad.
La discusión primera sucede cuando el tercer estado pone en duda el sistema de voto,
que se realizaba por sector, así, si la nobleza y el clero estaban de acuerdo, el voto del
tercer estado se volvía obsoleto. Así el tercer estado propone un sistema de voto por
individuo, mientras sucede esto, el tercer estado se separa de los estados generales y
crea una asamblea soberana capaz de crear una constitución.
Los Estados Generales eran asambleas convocadas por el Rey de manera excepcional y
a la que acudían representantes de los llamados tres estamentos o estados: el clero (el
Primer estado), la nobleza (el Segundo estado) y los representantes de las ciudades que
disponían de consistorio (el Tercer estado). Su reunión solía ser en respuesta a una crisis
política o financiera, que obligaba a conocer la opinión de los representantes de los
principales poderes del país para confirmar una decisión real, particular y generalmente
en materia fiscal.
2) Explique las etapas del proceso revolucionario francés. Destaque los siguientes
puntos:
La dinámica política y la gestación de la revolución popular
La dinámica política: las divisiones políticas en la Asamblea Nacional; la actitud del
rey;
Estado revolucionario e Iglesia (bienes eclesiásticos, constitución civil del clero).
Clubes políticos y sociedades populares.
La política de la monarquía y la contrarrevolución: la fuga de Varennes. El debate
sobre el destino del rey. Los símbolos del poder. Consecuencias de la ejecución.
Nuevo estadio en la relación entre revolución constitucional y revolución popular:
1
VOVELLE, MICHEL: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona, Crítica, 1984. P. 25
2
Ibíden. P. 26 y 27
La sanción de la Constitución. Significaciones.
La declaración de guerra, los sectores que la apoyan.
El Terror: características, instituciones. Consecuencias políticas.
Etapa de búsqueda de estabilidad
Institucionalización de la revolución. Napoleón Bonaparte.
Dentro del período analizado a partir de 1789 podemos hablar de cuatro etapas dentro
del proceso revolucionario.3
Otra gran medida se toma el 26 de Agosto de 1789, la “Declaración de los derechos del
hombre y el ciudadano”, que proclamaba los valores nuevos de “Libertad” (frente a la
servidumbre), “Igualdad” (frente a la sociedad de privilegios), “Seguridad y propiedad”
(frente a la arbitrariedad del rey y uno mismo). Quedaría aún para el futuro el valor de la
“Fraternidad”, que constituiría un descubrimiento de la Revolución.
El 12 de Julio de 1790 se crea la “Constitución civil del Clero” por esto, el clero pasa a
ser nombrado por el Estado y se eliminan los conventos, cuyas tierras pasan a ser del
Estado, luego este, las vende.7
En octubre de 1789 se produce la marcha de mujeres, exige al rey que refrende los
primeros derechos. Apoyadas por la guaria nacional. Los nobles se exilian y preparan el
proceso de la contrarrevolución.
En septiembre de 1791 se aprobó la constitución, era una monarquía limitada. El
ejecutivo era el rey, no se firman tratados sin consentimientos de la asamblea, el poder
legislativo accede por votación. Se consigue la liberación de las tierras, libertad de la
producción, no hay monopolios, y libertad de trabajo y comercios.
Para una parte de la burguesía el mayor peligro es el que representa la subversión social,
y ven el retorno al orden, como una necesidad urgente. Para otros, por el contrario, lo
más importante es la defensa de la Revolución contra el peligro aristocrático. Ésta
defensa impone una alianza con el movimiento popular, aun cuando esto obligue a
apoyar las reivindicaciones sociales de estos sectores, adoptando una política muy
alejada del liberalismo burgués, a través de medios excepcionales.
En la asamblea legislativa de esa época se dan diferencias dentro del Tercer Estado. Se
compone por la derecha (burguesía propietaria), nobleza liberal, el centro compuesto
por diputados independientes, la izquierda (El club de los Jacobinos) y la extrema
izquierda quienes buscaban el sufragio universal.
Los burgueses se dividían en dos grupos con diferentes posturas. Los Girondinos: para
ellos el mayor peligro era la subversión social, y la vuelta al orden era una necesidad. Y
los montañeses: quienes defendían a la revolución contra el peligro aristocrático
(peligro Interno de contrarrevolución y externo de coalición europea), lo que implicaba
una alianza con el movimiento popular. (De este partido eran Robepierre, Marat y
Danton).
Pero también había otras fuerzas políticas participando de esta etapa. Una la constituían
los “Sans- culot” (Varlet, Lecrere), organizados en asambleas de las secciones urbanas o
de las sociedades populares. En esa misma fuerza, Los “Herbertistas”, que aspiraron a
dirigir el movimiento de los Sans-Culottes.
8
Ibíden. P. 41
9
VOVELLE, MICHEL: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona, Crítica, 1984. Cap. 3
En esta fase, el pueblo se mezcló en la conducción de la revolución. Y entre 1792 y
1793, tuvo lugar el enfrentamiento entre Gironda y Montaña. Luis XVI fue juzgado por
la Convención, y mientras los Girondistas querían ser clementes, los Montañeses
clamaban por la muerte. El 21 de Enero de 1793 se realizó la ejecución.
La guerra en las fronteras se incremetó, y las tropas revolucionarias ocuparon los Países
Bajos Austríacos, y conquistaron Saboya, y el condado de Niza en Piamonte,
apoderándose a su vez de Renania.
Se inició una guerra civil en Vendeé, que se originó como una sublevación rural, y
extendió muy pronto a los nobles. Esta sublevación se genera por hostilidad al gobierno
central, y son arrasadas las ciudades que se habían mantenido republicanas hasta ese
momento.
Los Girondinos intentaron vencer a los Montañeses pero fracasaron. Es entonces que el
peligro que rodeaba a la República lleva a la creación de nuevas instituciones, como el
Tribunal Criminal Extraordinario en París, que se convertiría después en el Tribunal
Revolucionario.
La coalición que había conducido con éxito el golpe de Termidor era de naturaleza
equívoca. Quizás algunos de sus Instigadores soñaran con la vuelta a una dirección más
colegiada, en la misma línea de antes, y no supieron manejarse adecuadamente en
medio del contragolpe que siguió inmediatamente después de la caída de Robespierre.
El club Jacobino es dispersado, y el terror se detiene. En el año III hubo una gran
hambruna, por una mala cosecha y a su vez inflación de precios. Los Sans-Culottes
hicieron esfuerzos revolucionarios pero ganó la Convención. Fue el triunfo de la
contrarrevolución. Luis XIII afirmó sus pretensiones respecto al trono. La Convención
termidoriana se expandió legando las fronteras naturales.
El anexionismo que aún se limitaba a las fronteras naturales es uno de los legados de la
Convención termidoriana, pero sólo representa una parte de una impresionante herencia
política. Legado, que hasta cierto punto fue usurpado cuando se contabilizan en el
activo de los termidorianos todas las reformas jurídicas administrativas o universitarias
que se gestaron y maduraron en el período montañés anterior. En cierto modo, la
Convención es un todo, pero es verdad que no se podría discutir a los termidorianos la
paternidad de la Constitución del año III, que lleva su sello y su espíritu en el
compromiso burgués que repudia el espíritu de la Constitución de 1793, con el que
soñaron poner punto final a la Revolución.
El 13 de Vendimiarlo del año III, los dirigentes realistas lanzan a los barrios ricos de la
capital a la insurrección armada. Bajo la dirección de Barras, la Convención recupera la
calma y le confía el mando de las tropas al general Napoleón Bonaparte, que ametralla a
los insurgentes en la escalinata de la iglesia St. Roch. La contrarrevolución parisiense
armada fracasa, pero por primera vez la Revolución que ha desarmado a los Sans-
Culottes tiene que recurrir a la fuerza militar. Con esta transición entramos de lleno en
el régimen del Directorio.
Estos hombres para luchar contra la contrarrevolución pierden el apoyo del pueblo y se
vuelcan hacia al ejército y la militarización, con un aumento del poder militar respecto
al poder civil.
En el primer Directorio, las autoridades debieron hacer frente a los realistas y a los
Jacobinos.
10
VOVELLE, MICHEL: Introducción a la historia de la Revolución Francesa. Barcelona, Crítica, 1984. Cap. 4
“Los iguales” fueron los miembros del movimiento babuvista. En el siglo XIX se
replegaron a una conspiración clandestina, e hicieron la proclamación de un ideal
comunista, aplicando la comunidad de bienes y la organización colectiva del trabajo,
pero esta idea fracasa.
En esta etapa los cónsules eran nombrados por el Senado por un periodo de diez años y
eran reelegibles. El primer cónsul es el único con poder de decisión, y los otros dos,
solo tienen voz consultiva.
Así, el Poder Legislativo queda aniquilado al dividirse en tres asambleas, mientras que
la iniciativa de las leyes queda en poder del primer cónsul.
En la Constitución del año X (1801) aumentan los poderes del primer cónsul, dándole
autoridad para nombrar cónsules, senadores y hasta un sucesor. Así como la iniciativa
legislativa que permite convertir a la República en Imperio. Así se da una evolución
hacia la monarquía: Napoleón propone un plebiscito con la consulta: “¿Debería ser
Napoleón Bonaparte cónsul vitalicio?”.
La reforma judicial establece que los jueces son nombrados por Napoleón Bonaparte. El
Código Civil de 1801 y el Código Penal de 180, sistematizan la legislación francesa.
La reforma financiera, daba primacía a los impuestos indirectos sobre los directos. Lo
que hacía que la carga recayera sobre las clases populares. En este contexto, en el año
1800 se crea el Banco de Francia.
Francia, ahora, se encuentra con una Burocracia (gobierno de trabajadores del Estado).
Napoleón apuesta mucho a la educación, tanto, que para llegar a ser diputado, un
individuo debía haber estudiado durante un gran tiempo, también se crea el sistema
métrico decimal y otras cuestiones culturales y avances en relación al conocimiento
científico.
Con la centralización del poder del cónsul (Bonaparte), y las reformas que instauran el
control estatal, se da el final de la institucionalización de la Revolución.
3) Realice una investigación en Internet sobre “La muerte de Marat” (en francés La
mort de Marat) obra de Jacques-Louis David. ¿Qué relaciones puede establecer entre la
pintura y la revolución?
“La muerte de Marat”, pintado por Jacques-Louis David a finales del siglo XVIII,
concretamente en el año 1793. Se encuentra en los Museos Reales de Bellas Artes de
Bruselas, en Bélgica. Su autor fue el pintor francés Jacques-Louis David, uno de los
mejores representantes de la escuela francesa neoclásica. Fue un autor que vivió los
acontecimientos de la Revolución Francesa y fue adaptando su arte a cada nueva etapa
que se abría durante todo el proceso político y social. Primero comenzó con un estilo
sobrio propio del Antiguo Régimen, y luego se posicionó como uno de los más activos
representantes de la Revolución y finalmente acabó desarrollando un arte de corte
imperial para Napoleón Bonaparte. Podríamos decir que sus manifestaciones artísticas
dan cuenta de las pujas, y los avances y retrocesos que el proceso revolucionario fue
experimentando desde 1789.13
¿Quién era Jean- Paul Marat? Marat fue un jacobino obsesivamente comprometido, que
sufría una enfermedad de la piel que le obligaba a realizar la mayor parte de su trabajo
político sumergido en el agua de su bañera.
Marat fue uno de los políticos y periodistas revolucionarios más feroces y célebres.
También era médico y publicó varios libros sobre ciencia. Él mismo relató que la
enfermedad de la piel le causaba terribles picores y dolorosas úlceras que solo
conseguía aliviar con esos baños, donde dispuso una tabla como escritorio para
continuar llenando las páginas de su periódico. El revolucionario pensaba que había
contraído su mal en las alcantarillas de París, donde tuvo que refugiarse de sus
enemigos políticos en pleno reinado del terror revolucionario.
El imaginario popular, estremecido por los sucesos políticos que parecían nunca
terminar, tuvo varios temores y sospechas durante la época, producto de la inestabilidad
política y de la crisis económica. El temor al robo o al complot, fueron uno de los más
difundidos. Marat, gracias a su información y a su habilidad para anticiparse a los
hechos, obtuvo mucha popularidad con sus publicaciones. Su estilo incisivo y mordaz
atrapó a un sector amplio de lectores de la época.
David le retrata como le vio un día antes de su muerte, ya enfermo y sumergido para
calmar su dolencia de la piel. El puñal del suelo fue empuñado por la que fue su
verdugo.
En la carta que mantiene Marat sobre el improvisado tablero se lee: “13 de Julio de
1793. De Marie Anne Charlotte Corday al ciudadano Marat: la terrible desgracia que
tengo me da derecho a pedir vuestra amabilidad…”, mensaje con el cual fue engañado.
12
Ficha técnica disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/La_muerte_de_Marat
13
artehistoria.com “La muerte de Mara” 2016. Disponible en: http://www.artehistoria.com/v2/obras/3005.htm
“Dispondréis esta asignación para esa madre de cinco hijos cuyo marido murió en
defensa de la patria…”, decía la última de sus notas, claramente empleada para ensalzar
la figura del yacente.14
El día de su muerte, Marat leía El amigo del pueblo, el periódico que él mismo escribía
y dirigía. Le había concedido una entrevista a Corday (una conservadora encubierta) y
en ese momento enumeraba para ella la lista de sus peores enemigos. Lo que es un
retrato verás de las internas de ese momento al corazón del proceso revolucionario.15
La obra es una muestra de que el arte ha sido empleado en favor del mensaje político
del momento. Marat herido en un costado como Cristo, limpio y puro en una muerte a
traición. El puñal como reliquia de un mártir laico de la patria, en manos de la oposición
actuando a traición.
Charlotte mató a Marat, pero ella únicamente fue el último eslabón y verdugo de un
hombre que, según lo que nos cuenta el autor, murió en defensa de la Francia
revolucionaria. Corday fue ajusticiada unos días después del asesinato y Marat pasó a
ser un mártir.
El cuadro del asesinato de Marat es una de las tres obras sobre “mártires de la
Revolución”, que se posicionan como un nexo perfecto entre lo antiguo y lo
contemporáneo, aunque sólo este sobrevivió. “La muerte de Lepeletier” (1793) fue
destruido en la reacción termidoriana, y “La muerte de Bara” nunca fue finalizado.16
Esta obra muestra como el arte puede ser instrumento político y vehículo de expresión
de las tensiones e intereses sociales, simplificando la narración a través del único
protagonista y los objetos que le acompañan. Conociendo la historia que hay detrás,
podemos interpretar la unión de todos los elementos en una misma narración.
4) Desarrolle según Bianchi las bases ideológicas del proceso revolucionario del 1830.
En Francia, tras la caída de Bonaparte, los viejos sectores sociales y políticos, “los
ultras”21, habían desencadenado una violenta reacción antiliberal intentando restaurar
los principios del absolutismo. Pero la sociedad se había transformado y se habían
extendido los principios de la revolución.
Después de la muerte de Luis XVIII, su sucesor Carlos X, desencadenó una persecución
contra todo lo que llevara el sello del liberalismo que provocó el desarrollo de una
oposición muy organizada.
Cuando Carlos X promulgó un conjunto de medidas restrictivas sobre la prensa y el
sistema electoral, en Paris estalló un levantamiento popular. La represión fue impotente
con un combate en las calles que duró tres días. Tras la abdicación del rey, los liberales
más moderados le otorgaron al duque Luis Felipe de Orleans la corona de Francia.
El nuevo monarca (“El Rey Burgués”)22, recibía su título de la voluntad de los
representantes del pueblo en ejercicio pleno de la soberanía nacional. De esta forma,
según los principios del liberalismo, se instalaba nuevamente una monarquía limitada
sobre la base del sufragio restringido.
18
Ibíden. P. 134
19
Ibíden. P. 135
20
Ibíden. P. 136
21
Ibíden. P. 137
22
BIANCHI, Susana. Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la sociedad contemporánea. Bernal, Universidad
Nacional de Quilmes, 2005. P. 138
6) Desarrolle las bases ideológicas del proceso revolucionario de 1848.
Según Bianchi: “El término “nación” parecía referirse a una entidad colectiva
abstracta, y el “pueblo” al que invocaban los revolucionarios del 48’ era el conjunto
de los ciudadanos y no una abstracción jurídica.”
Esta democracia consideraba a la república como la forma política más idónea para el
ejercicio del sufragio universal, la soberanía popular y la garantía a las libertades. Pero
había más. Se comenzaba a acusar al liberalismo de predicar una igualdad estrictamente
jurídica. Era necesario también luchar por la reducción de las desigualdades en el orden
social.
7) Explique según Bianchi, las características del proceso revolucionario de 1848,
destacando cuáles son los grupos sociales que participan y qué intereses defienden.
Según Bianchi, ¿cuál es el “aprendizaje histórico” de este proceso?
La crisis económica afectaba a Europa: desde 1846 una fuerte reducción de la cosecha
de cereales desató oleadas de levantamientos rurales. Y junto al alza del precio de los
alimentos y la reducción del poder adquisitivo, en las ciudades se provocó crisis en el
comercio y de las manufacturas, que generaron desocupación.
Considerando todo esto, podemos decir que el proceso revolucionario de 1848, dejó
varias enseñanzas. Por un lado los trabajadores aprendieron que no obtendrían derechos
y ventajas con una revolución protagonizada por la burguesía, y que tenían que
organizarse para imponer con fuerza propia sus demandas.
Las revoluciones del 48’ significaron el fin de la política tradicional, pero también
demostraron que el panorama político es heterogéneo, y que tiene protagonistas con
múltiples objetivos y motivaciones.24
24
BIANCHI, Susana. Historia social del mundo occidental. Del feudalismo a la sociedad contemporánea. Bernal, Universidad
Nacional de Quilmes, 2005. P. 142 a 144.